¿Qué puede ser mejor para la dictadura en Cuba que la bendición de Barack Hussein Obama? Pues la benedícite de Jorge Mario Bergoglio, ¡el Papa!
Mañana, Bergoglio iniciará una visita de tres días a la isla prisión de los Castro, peregrinación en la que fue precedido por Karol Wojtila y Joseph Ratzinger. Esta visita tiene un carácter especial porque el argentino es el primer Papa latinoamericano, porque sus inclinaciones socialistas son más evidentes que la de sus antecesores y porque hay química entre él y los Castro; de hecho Raúl hasta comentó que Bergoglio podría hacerlo rezar y regresar a la Iglesia. El apoyo de Bergoglio al régimen de los Castro se ha traducido en privilegios para la iglesia católica en Cuba. Y tutti contenti.
La oxigenación papal para la tiranía en Cuba contrasta con lo que ha ocurrido en Bulgaria; donde el Parlamento eliminó las limitaciones para perseguir a los funcionarios comunistas por los crímenes políticos cometidos entre 1944 y 1989, incluido el asesinato notorio del disidente exilado Georgy Markov.
Mientras que los búlgaros tratan de hacer justicia con los criminales y asesinos que actuaron con base en una ideología totalitaria y colectivista, Bergorlio se acerca para fortalecer a otros que hicieron (y hacen) lo mismo.
Actualización: durante la visita de Bergoglio la dictadura detuvo a dos Damas de blanco y tres opositores y bloqueó teléfonos móviles.
La ilustración la tomé de Facebook.