11
Feb 09

Las exóticas pitayas amarillas

Hoy he preparado pitayas amarillas. Como todo chapín, yo estaba acostumbrado a las sensuales pitayas que en estas latitudes tienen un color entre rojo, corinto y morado. Las he preparado como siempre, con azúcar y un chorrito de Triple Sec. Estas pitayas de un amarillo intenso, y con carne blanca han sido una agradable novedad.

Ya mi amigo Constantino me había mandado fotos de unas pitayas con carne blanca, pero con piel parecida a las pitayas que estamos acostumbrados en Guatemala.

Por cierto que ¡muchas gracias! a mis amigas Carmen y Violeta, de Taiwán, por estas frutas deliciosas y encantadoras. Y hablando de amigas, mi cuata Justine me contó que en Asia les llaman Frutas Dragón.

Ya he contado esta historia; pero cuando las comía me acorde de algo que leí cuando estaba en la Primaria. Esta es la de una cueva que estaba habitada por murciélagos, y de la cueva salían ríos de sangre. La gente, por supuesto, tenía mucho temor de la cueva y de los murciélagos; miedo que se hacía espantoso si tomamos en cuenta el vampirismo que implicaba la abundancia de sangre.

Resulta, claro, que todo tenía su explicación. Los murciélagos en cuestión consumían muchas pitayas y por lo tanto su orina y sus excrementos salían coloreados. Al mezclarse estos con el agua que corría en la caverna, parecía que de ella salían ríos de sangre. Eso, por supuesto, no puede ocurrir con las pitayas blancas.

No recuerdo si la cueva quedaba en Honduras, o en Guatemala, pero quizás alguien puede ampliarnos más información sobre esta historia.


23
Ene 09

¡Este buey les desea feliz año!

¿Cómo iba a pasar inadvertido? ¡Se acerca el año nuevo chino y 2009 es un año del buey! Por supuesto que siendo yo de un año del buey, heme aquí celebrando.

¡Gracias a mi amiga, Carmen!, por la foto y por el texto de Luis M. Chong L. del cual tomo algunos párrafos. No sin antes advertir que, el año del buey, no es lo mismo que el año del wey. Y no sin antes protestar porque, siendo que la palabra china niu, se aplica por igual a buey, toro y semental, francamente yo hubiera preferido que mi año de nacimiento fuera de cualquiera de estos dos últimos, antes que del primero. Digo..¡por cuestión de prestigio!

Usted dirá que qué hace este objetivista comentando un horóscopo. Pero lo hago porque me cae en gracia; y porque de verdad disfruto mucho del entusiasmo, la alegría y la generosidad con la que mis amigos taiwaneses celebran el año nuevo.

Luis Chong, dice: “Las personas nacidas bajo el signo del buey son confiables y poseen una habilidad innata de alcanzar grandes logros. En cierto sentido, nacen con un sentido de liderazgo. Influenciados por el animal zodiacal, generalmente son seres calmados y hasta cierto grado, modestos. Están dotados de gran paciencia, dados al trabajo y capaces de soportar una gran cantidad de rigores sin quejarse.

El buey es una persona que es extremadamente inteligente, pero habla poco. Empero, ésto no significa que carece de capacidad para expresarse; si la situación lo amerita, puede ser muy articulado y elocuente al exponer sus ideas.

Necesita de paz y tranquilidad para poner a trabajar sus ideas, y cuando decide hacer algo, resulta difícil convencerlo de lo contrario. Allí radica una de sus debilidades, la terquedad.

Muchos ideológos e idealistas han nacido bajo este signo, y algunos de ellos han demostrado hasta la saciedad cuán fuerte ha sido la influencia de este animal en su carácter y forma de ser. En la historia, tenemos a varios personajes nacido bajo el signo del buey que han triunfado gracias a su don de persistencia, pero finalmente han terminado en el desastre debido a su obstinación.

Una característica peculiar del buey es que prefiere actuar con los pies firmemente parados en el suelo, ya que la seguridad es una de sus principales preocupaciones en la vida. Suele tener una actitud muy positiva, siempre que la misma se acomode a su propio criterio. Tiende a ser alguien muy individualista, aunque trabaja duro para ofrecer un hogar agradable y confortable para su familia.

No es extravagante y no se acostumbra a vivir con muchos lujos. La simple posibilidad de caer en una condición que implique un serio riesgo podría causarle noches de insomnio al nacido bajo la influencia del buey.

En términos globales, el mundo sentirá el peso del yugo de la responsabilidad por muchas fallas del pasado. Para los países, éste es un año bueno para poner en orden los asuntos internos. Lo más prudente sería aferrarse a la rutina y apoyar políticas de tipo conservadoras”.

Y vaya…esta última parte me encanta, porque contrasta mucho con la orgía de gastos que quisieran hacer los burócratas y los políticos, apoyados por asesores que viven de dichas orgías.

¡Feliz año del buey!


03
Dic 08

Novedades en mi mesa

Un güicoy al que se le puede comer la cáscara y camotes de piel blanca. Estos fueron los hermosos obsequios de mi amiga Carmen y, además de hermosos, estaban deliciosos.

Me llamó la atención, lo dulces que eran. Me comí ambos vegetales sólo cocidos para probar su sabor natural; pero me imagino que un ante con esos camotes ha de ser muy, pero muy bueno. Y a mí, por cierto, me gusta mucho el dulce de güicoy sazón horneado en su cáscara, que es uno de mis postres favoritos. Especialmente con un toque discreto de Zacapa Centenario.
Y no puedo hablar de camotes sin recordar que cuando yo era niño había camotes de pulpa morada. Porque estoy seguro de que más de una vez, en casa de mi abuela, comimos ante de camote morado, tubérculo que ha desaparecido completamente del mercado.
Estos vegetales, por cierto, los cultiva y promueve la Misión Técnica de Taiwán.

10
Oct 08

¡Felicitaciones al pueblo taiwanés!


Hoy se celebra la fiesta del Doble Diez, que es el festejo nacional de Taiwán.  El nombre alude a la fecha que es el décimo día del décimo mes; y al inicio de la revolución que condujo a la fundación dela República de China.

Siento cariño y admiración por muchos amigos taiwaneses; así que me sumo a esta celebración.  
¡Kampei!
Los caracteres que ilustran esta nota son una forma antigua de la palabra libertad y los tomé del blog de mi amigo Tom Palmer.

19
Sep 08

¡Celebramos el Festival de la luna!

A mediados de Otoño, los chinos celebran el Festival de la Luna; una de las tres fiestas más importantes del calendario lunar.

Yo me adhiero porque me gustan las celebraciones; y gracias a mi amiga, Carmen, que intuyó que disfrutaría esta fiesta que es “tranquila, elegante y esencialmente nocturna”. Por eso nos mandó Lu-dou-peng que son pasteles de luna de soya verde, que están hechos de varias capas finas del polvo de aquella leguminosa, con relleno de pasta de soya verde y carne. Estos pastelitos son muy tipicos y originales de Taiwan. También Dan-huang-su o pasteles de luna con yemas, rellenos de soya, dátiles o soya verde, con yemas de huevo.


16
Sep 08

Aborigenes de Taiwán, el paso del año


La semana pasada asistí al colorido espectáculo del paso del año, cantos y danzas tradicionales de Año Nuevo de las tribus Puyuma, Tsou y Ami, de Taiwán.

Por estas latitudes, no es muy conocido el hecho de que en Formosa hay tribus de aborígenes; y a mí, lo que me impresiona, es cómo algunos de los trajes de aquellos pueblos recuerdan los trajes indígenas de Guatemala. No es que diga que necesariamente tiene que haber una relación; pero llama la atención el colorido y el encanto de aquellas vestimentas. En esa vía, también me llama impresiona cómo es que la música de las tribus de aquella hermosa isla, se parece a la música de otras islas de la cuenca del Océano Pacífico. Sin que yo sea un experto, ni nada parecido, a ratos podía imaginar que escuchaba música de Tonga, Tahiti, o Hawaii.

Me disfruté mucho el espectáculo, y lo hubiera disfrutado más si hubiera probado el licor de mijo que anima a los cantantes y danzantes en el escenario. Ciertamente fue una noche muy agradable y alegre, en contacto con culturas tan diferentes, y tan parecidas a las de por aquí.


10
Feb 08

Celebración del Año Nuevo chino

Es una lástima que no haya llevado más cámara que mi móvil; porque la celebración del Año Nuevo chino estuvo magnífica.

El jueves pasado empezó el año de la rata; y el viernes mis amigas taiwanesas organizaron un impresionante almuerzo de Año Nuevo.

El banquete incluyó pescado al vapor, langosta, huevos de mil años, orejas y tripas de cerdo, pollo, bolsas del tesoro, una sopa memorable, y por lo menos media docena más de maravillas culinarias de China.

La foto no le hace justicia al banquete porque el colorido no podía sino llenarlo a uno de admiración. ¿Y qué decir de los aromas? ¡Y los sabores! ¡Ese almuerzo fue una fiesta para los sentidos!

El año pasado celebramos el Año Nuevo chino con una cena que no fue menos impresionante; y en esa ocasión practicamos el arte de la caligrafía. ¡Kampei!


15
Sep 07

Temporada de pasteles de luna

A mediados del otoño, es una costumbre china la elaboración de pasteles de luna.

Estos son densos y pesados comparados con los pasteles tradicionales en Occidente. Suelen estar decorados con caracteres que significan felicidad, longevidad, harmonía y otros buenos deseos; acompañados por imágenes florales, o de conejos, entre otras. Los rellenos varían, pero usualmente son pastas de flor de loto, de frijoles dulces, o de una combinación de nueces y semillas. Aveces llevan en el centro una yema salada de huevo de pato. Este año compré los míos con huevo.

Para muchos occidentales los pasteles de luna son un gusto adquirido; y a mi me gustaron desde la primera vez que los probé, seguramente allá por finales de los años 90, gracias a mis amigos de Taiwán. Desde entonces siempre estoy pendiente de que salgan a la venta a mediados de septiembre. En Guatemala los venden en el restaurante Lai Lai.


07
Jul 07

¿Se repetirá la Historia?

Después de la Noche de los Cristales Rotos, muchos judíos alemanes se dieron cuenta de que la situación con el nacionalsocialismo era insostenible y de que era preciso salir de Alemania. En mayo de 1939, un grupo de 937 judíos abordó el SS St. Louis para viajar a Cuba y luego, si los Estados Unidos de América relajaban su cuota migratoria, ir hacia allá.

La nave llegó a La Habana, pero las autoridades cubanas sólo permitieron el desembarco de 28 pasajeros. Los otros le habían comprado sus visas a un funcionario cubano de migración corrupto y el gobierno de Cuba se negó a recibirlos.

El St. Louis se dirigió a La Florida con la esperanza de que el gobierno de los EUA recibiera a los refugiados, o de que el gobierno cubano reconsiderara su decisión. El barco ni siquiera pudo entrar a aguas estadounidenses y, con su carga de afligidos judíos, tuvo que regresar a Europa. Durante el viaje hubo suicidios y un motín fracasado.

Temerosos de regresar a Alemania los pasajeros, el Jewish Joing Distribution Commitee y otras agencias, trataron de conseguir refugio, para los pasajeros, en otros países. El barco regresó a Amberes luego de andar durante un mes de un lado a otro en el mar; y Francia, Gran Bretaña, Holanda y Bélgica les ofrecieron amparo a los refugiados. Sin embargo, debido a la invasión nazi a Polonia, los ciudadanos alemanes en el exterior (incluidos los judíos) eran vistos como extranjeros enemigos. Con la ocupación nacionalsocialista de Europa, muchos de los pasajeros del St. Louis terminaron deportados en el Este, y en campos de concentración.

La familia de Julius Hermanns, por ejemplo, paró en el ghetto de Riga, mientras que él fue deportado a Auschwitz luego de que todos pasaron por varios campos de prisioneros.

La historia del St. Louis la conocí cuando visité el Museo del Holocausto en Washington D.C.; y fue una de las que más me impresionó.

Esta historia es atingente porque para fines de los años 30 muchos empresarios, periodistas, políticos y otras gentes de influencia veían al régimen nacionalsocialista como algo relativamente inofensivo y hasta positivo. La persecución contra los judíos era ignorada, a veces por falta de información y a veces por conveniencia.

Tal es el caso del régimen de Pekín; una dictadura socialista que al abrir ventanas en sus grandes ciudades del Este ha deslumbrado a Occidente.

De este lado del mundo no faltan empresarios, periodistas, políticos y otras gentes de influencia que ven un buen ejemplo en lo que está pasando en China. Esas personas han elegido ignorar que allá hay millones y millones de personas que sufren bajo una dictadura que fomenta el trabajo forzado, que censura la información, que mantiene prisioneros políticos, que tiene campos de concentración, que fomenta abortos para el control de la natalidad forzada, que invadió Tibet y que practica la tortura, entre otras cosas.

Hacer negocios con China no es moralmente neutro, como lo es hacerlos con El Salvador, Irlanda, o Japón; porque si bien es cierto que el comercio internacional no es otra cosa que el intercambio entre personas que viven en diferentes localizaciones políticas, en los países que son relativamente libres este intercambio se ve poco más o menos protegido de la intervención política de los gobiernos; mientras que en países que viven bajo dictaduras, más o menos autoritarias y hasta totalitarias, aquel intercambio depende directamente de la intervención y la conveniencia política de los regímenes a los que está sometida la sociedad.

De hecho, el régimen chino tiene una exigencia política para “hacer negocios” con plenitud en su país: esta es, que sus socios le den la espalda a Taiwán, una república que, con todos sus defectos, no es una dictadura chantajista, esclavista y totalitaria.

Publicado en Prensa Libre el sábado 7 de julio de 2007


02
Jul 07

China, el café y el petate del muerto…

Aquí en Guatemala, asustar con el petate del muerto, quiere decir asustar con algo que de ninguna manera debería espantarlo a uno. Hoy leo que “El gobierno chino está interesado en aumentar las compras de café costarricense”. La noticia de de Efe, y fue publicada por Prensa Libre en su página 40 de hoy.

Lo comento porque los cafetaleros chapines ya andaban con la finta de que si no establecemos relaciones diplomáticas con China, los guatemaltecos vamos a perder grandes oportunidades para “nuestro” café.

Por cierto que el economista y columnista José Raúl González, les explicó muy bien a los cafetaleros (y a todos nosotros) cómo es que funciona el mercado: “Más de mil 300 millones de tacitas de café diarias son un montón de quintales. ¿Y se imagina lo que pasaría con el precio? ¿Cuánto cree que necesitamos exportar a China continental para que los caficultores guatemaltecos se beneficien de ese fenómeno? ¡Nada! No importa a quién le compren los chinos; el precio internacional subirá para beneficio de los productores guatemaltecos, colombianos, brasileños, ticos, etcétera. Es exactamente lo mismo que ocurre con el petróleo; cuando aumenta la demanda, su precio sube”.

Mi punto, ahora, es otro. El comercio internacional no es otra cosa que el intercambio entre personas que viven en diferentes localizaciones políticas. En los países que son relativamente libres, este intercambio se ve poco más o menos protegido de la intervención política de los gobiernos; pero en países que viven bajo dictaduras, más o menos autoritarias y hasta totalitarias, aquel intercambio depende directamente de la intervención política de los regímenes a los que está sometida la sociedad.

Por eso es que no es moralmente neutro hacer negocios con China, o con otras dictaduras como la de Pekin. El interés del gobierno chino por el café tico es un pago político por la traición de Oscar Arias al sustituir las relaciones diplomáticas de Costa Rica con Taiwán, por las relaciones formales con China.

El interés del gobierno chino en el café tico no es un asunto comercial relacionado solamente con precios, calidad y otras consideraciones de negocios. Es una decisión política de la que los caficultures ticos y otros empresaurios resultan cómplices.

Los caficultores chapines se beneficiarán de la demanda mundial de café, sin necesidad de servir a los propósitos de la dictadura de Pekin.