Bergoglio dice que tu comida no es tuya

Jorge Mario Bergoglio asegura que la comida no es una propiedad; sino providencia para compartir por la gracia de su dios; o sea que, tu comida, no es tuya.

Según Bergoglio, los alimentos que compras, con el dinero que has ganado mediante tu trabajo, no son tuyos, ni de los tuyos; sino que se deben al cuidado del mundo que los creyentes le atribuyen a su dios.

Caridad, ilustración de dominio público, vía Wikimedia Commons.

El Papa rezó para que no nos haga faltar nuestro pan cotidiano, y nos ayude a comprender que este no es una propiedad privada sino, ayudados por su gracia, es providencia para compartir y oportunidad para salir al encuentro de los demás, especialmente de los pobres y necesitados.

Comparto la idea de cualquiera que piense que es benevolente compartir los alimentos con quienes no los tienen; siempre que ese acto de compartir sea voluntario y siempre que los beneficiarios merezcan la caridad.  Lo que me parece horrible es que Bergoglio pretenda hacernos creer que las obras de filantropía que hacen las personas-con el pan que han ganado trabajando- no son obras de caridad virtuosas de quien las hace, sino que son una de las formas en las que su dios cuida de la gente. Eso es como presumir con sombrero ajeno, ¿no te parece?

Si la pretensión papal fuera cierta, la caridad sería despojada de su carácter virtuoso para convertirse en un hecho instrumental en el que el benevolente es nada más que un medio.

Me parece horrible porque la alimentación es una necesidad y las necesidades se cubren con recursos económicos, mismos que no sólo son escasos, sino que se requiere talento y trabajo para producirlos. El pan y otros alimentos sólo se producen como consecuencias de ahorro, capitalización, empresarialidad y trabajo.  Si no que lo digan los pobres de aquellos lugares en donde han faltado aquellos elementos.  ¿Dónde está el dios de Bergoglio en Venezuela cuando la gente no tiene que comer? ¿Donde estaba en el holodomor de Ucrania? ¿En las hambrunas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y en las de China y Camboya para citar unas? ¿Dónde está en el corredor seco?

Sólo donde abundan el ahorro, la capitalización, la empresarialidad y el trabajo, abundan los alimentos no sólo para sobrevivir, sino para compartir.  No porque los que pueden ser benevolentes oren y consigan pan en abundancia; sino porque hay quienes ahorran, capitalizan, emprenden y trabajan tanto, que lo que producen alcanza ¡hasta para compartir voluntariamente! y no como consecuencia de ser instrumentos de la providencia.

Cuando Bergoglio hace comentarios así, no sólo dice que lo tuyo no es tuyo; sino que despoja de su carácter virtuoso a la benevolencia.  ¿Así, o más perverso? Y cuando tu financias la organización que dirige Bergoglio, financias las ideas que esparce Bergoglio.

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