03
Sep 24

Inflación y poder perverso

 

Veo que por estos rumbos hay bastante confusión sobre lo que es inflación y lo que es alza en los precios; así que aquí van unas ideas para aclarar que no son lo mismo y cuál es la relación que hay entre una y otra.

Hay quienes creen que la inflación es un fenómeno natural que sólo ocurre y que es inevitable. Hay quienes creen que la inflación se debe a que sube la demanda y baja la oferta (pero esto es el alza en los precios, como cuando se encarecen los tomates porque no es temporada de tomates). Hay quienes la atribuyen a los costos de producción (pero esto también es alza en los precios, como cuando las carreteras están destruidas y es carísimo transportar bienes). Como la inflación es un fenómeno monetario (eso lo voy a explicar luego), el término se refiere a un exceso de dinero en el mercado… y como tú ya sabes quién es la única organización que imprime dinero, pues ya te imaginas dónde están los responsables de ese exceso de liquidez.

Se empieza por el principio

Para empezar, el alza en los precios no es generalizada en el sentido de que, como los aumentos en los precios no son parejos y no ocurren al mismo tiempo, la inflación no nos afecta a todos por igual. Este es uno de los motivos por los cuales la inflación es inmoral.

La decisión de inflar la toman las autoridades monetarias por requerimiento de otros pipoldermos (pícaros políticos que, por el momento, detentan el poder). Verás, la inflación es un fenómeno monetario porque es la expansión de la cantidad de dinero por encima de la producción. Esa expansión (esa inflada) es necesaria para los pipoldermos porque es uno de los medios que tienen para financiar todos sus gastos que superan sus ingresos.

La gente en la calle, la que no lee como tú, cree que el precio del dinero es la tasa de interés; pero eso no es cierto. La tasa de interés es el precio del crédito (y del tiempo, pero de esto platiquemos otro día). El precio del dinero es lo que obtienes a cambio de él en términos de lo que obtienes, en condiciones específicas. Por ejemplo: cuando decimos que un manojo de culantro cuesta Q.3.80, también decimos que Q3.80 cuesta un manojo de culantro. ¿Por qué? Porque si la señora del mercado quiere que le des Q.3.80, ella te paga con un manojo de culantro.

(Pausa para entender bien este último párrafo.)

¿Quiénes se benefician de la inflación a costa de las economías familiares? Los que viven del presupuesto del gobierno, los empresaurios, políticos y burócratas que reciben el dinero inflacionario antes que cualquier otro grupo en la sociedad. Por lo tanto, ¿qué crees que ocurre? Ellos aprovechan los precios bajos que, para cuando el dinero inflacionario llega a otros grupos, esos precios ya han subido. Mientras más lejos están tus ingresos del presupuesto del gobierno, más mina la inflación el valor de tu dinero.

Pero los daños no se quedan ahí. ¿Tienes dinero ahorrado en el banco? Ese dinero pierde valor cada vez que los pipoldermos inflan la cantidad de dinero que hay en el mercado por encima de la producción. ¿Recibes una pensión por invalidez, vejez o sobrevivencia? Ese dinero, que recibes como consecuencia de tus aportaciones, también pierde poder adquisitivo. ¿Tienes rentas fijas o un sueldo? El valor de ese dinero también es erosionado por la inflación. Por eso es que cada vez necesitas más quetzales para comprar lo mismo; y por eso es que, muchas veces, aunque el precio no suba, la cantidad de producto que recibes disminuye.

Como la inflación sirve para pagar los gastos de los políticos y burócratas (que muchas veces se enriquecen con el dinero inflacionario), en realidad es una forma de impuesto oculto y regresivo. Con la inflación, los pipoldermos pagan sus excesos y los de sus clientelas, y le dan inicio a un proceso redistributivo que daña más a los que ganan menos. Ovi, como dicen los patojos, la pérdida de valor adquisitivo de la moneda daña más a un empleado que gana Q4,000 que a un burócrata que gana Q30,000, o a un ejecutivo que gana Q40,000.

Que no te engañen, la inflación la causan las autoridades monetarias, de forma inmoral, por requerimiento de sus jefes políticos y de sus clientelas.

La inflación es como orinarse en la cama

¿Sabes qué le dijo un funcionario de la Reserva Federal de los EE. UU. al columnista de The Wall Street Journal, Francesco Guerrera, acerca de la pérdida de valor de la moneda? La devaluación de la moneda es como orinarse en la cama. Al principio se siente rico, pero rápidamente se convierte en un desastre. Y como tú ya leíste hasta aquí, aquello no te sorprende. La inflación, causada por las autoridades monetarias y los pipoldermos a los que sirven, le quita valor a la moneda mediante la política de emitir dinero y crédito por encima de la producción.

Como ya leíste hasta aquí, ya te enteraste de que la inflación beneficia a unos a costa de otros, le roba valor a tus ahorros y a las pensiones por invalidez, vejez y sobrevivencia, le roba valor a tu sueldo y a cualquier renta fija que recibas o reciban tus padres.

Además de enemiga de la propiedad, la inflación es enemiga de la libertad porque, cuando los precios empiezan a subir en espiral y las economías familiares se empiezan a desmoronar, la gente clama por controles de precios, por prohibiciones y otras formas de coacción arbitraria que desnaturalizan el intercambio. La inflación es enemiga de la dignidad humana porque el empobrecimiento artificioso y político de la gente mengua la valoración que las personas tienen de sí mismas y crea inseguridades innecesarias. La inflación, como la corrupción, viola los derechos individuales.

Por eso no me extraña que mi amigo y maestro Ricardo Rojas, ex juez argentino, esté escribiendo un libro que se titula La inflación como delito.

Si el Código Penal castiga la falsificación de moneda y la inflación es una forma de falsificación porque, en la práctica, el valor del dinero queda en manos de las autoridades monetarias y de los pipoldermos a los que sirven, y es una política de Estado, con todos los daños explicados arriba y en mis dos columnas anteriores, la inflación equivale a alterar la moneda, cercenarla y ponerla a circular, delitos tipificados en todos los códigos penales del mundo.

La inflación como delito

Hace dos años les pregunté a un grupo de jóvenes si se habían dado cuenta de que todo está caro; y me contaron anécdotas personales y familiares acerca del alza en los precios. Los más chispudos entre ellos comentaron que esa alza de precios no es la inflación, sino un efecto de la inflación, porque lo que se infla es la cantidad de dinero que hay en el mercado. Luego les conté que el índice de precios al consumidor andaba por 9.7%, pero que se puede poner peor porque en tiempos de Vinicio Cerezo superó el 40% anual.

La inflación es empobrecedora. Le roba valor a los sueldos que recibe la gente, destruye los ahorros y el valor de las pensiones, y corroe las posibilidades de formación de capital y, por lo tanto, hace estragos en la productividad. Mina la confianza y la estabilidad. De ahí que es genial que Ricardo Rojas, ex juez penal argentino, haya escrito el libro titulado La inflación como delito.

¿Quiénes son los únicos que pueden inflar la cantidad de dinero que hay en el mercado? Los políticos y funcionarios que dirigen la política monetaria desde el último piso del Banco de Guatemala, ya que son los únicos que pueden ordenar la impresión de más dinero. ¿Ya te diste cuenta de que últimamente, cuando vas al banco, te dan muchos billetes nuevos? ¡Esos son billetes inflacionarios!, emitidos para sufragar los gastos de los políticos y burócratas mediante presupuestos deliberadamente desbalanceados. No es casualidad, es causalidad.

En su libro, Ricardo explica el dinero, su origen y evolución; la relación que hay entre el dinero y los precios; la naturaleza de la inflación; la relación entre la inflación y el crédito; la responsabilidad de los políticos y burócratas por la inflación y cómo eliminar esta última; la naturaleza de la responsabilidad de los políticos y burócratas del gobierno por sus actos; y explica por qué hay que sancionar penalmente a los políticos y burócratas que producen la inflación. Al final, explica la necesidad de crear un nuevo tipo penal en esa dirección y hace una propuesta concreta.

Si eres abogado, economista, político, funcionario, juez, fiscal, profesor, estudiante, y si tu familia depende de tus ingresos, deberías leer este libro, que está escrito de forma didáctica y sencilla, pero contundente.

Claro que el camino para crear aquel nuevo tipo penal no va a ser fácil porque los políticos y burócratas no van a renunciar a sus facultades inflacionarias solo porque sí. A Juan de Mariana, el corruptísimo duque de Lerma y Felipe III no lo metieron preso por decir que el pueblo tenía derecho a matar al tirano, sino por cuestionar las facultades inflacionarias del Rey.

Hace falta una ola arrasadora de opinión pública y de ahí que es importante que tú, como elector, mandante y tributario, te enteres de que hay inflación porque los que tienen el poder de emitir moneda lo hacen en exceso y con ello corroen tu propiedad de forma perversa, dañan la administración pública y minan la fe pública. Por ello, deberían ser responsables penalmente, y el principal interesado en que eso ocurra deberías ser tú, que eres el que paga las cuentas… a sabiendas, o engañado.

¿Una mejor forma de medir la inflación?

Finalmente, y por las razones explicadas arriba, el índice de precios al consumidor no es la mejor herramienta para medir la inflación porque está enfocado en el movimiento de los precios. La mejor herramienta para medir la inflación es lo que en política monetaria se llama M1, que es el agregado monetario, es decir, la cantidad de monedas y billetes en circulación, más los depósitos monetarios a la vista. Pero de esto vamos a hablar otro día.

Esta serie la publiqué por primera vez en 2022.

Actualización: Algunas reacciiones sobre la inflación dan que pensar. 

  1. Si el presupuesto va ser bien usado no hay problema pero si se va a prestar para la corrupción alli si da para pensar, dice una lectora. Me da ternura que haya personas que crean que el Presupuesto va a ser bien usado; no sólo porque esa fe es pueril, sino porque, aún si fuera posible que el Presupuesto fuera bien usado, no está claro qué quiere decir bien usado.  Voy a suponer que quiere decir exitosamente usado y eso implica que el estatismo penetra mucho más en las esferas de acción privada de las personas; voy a suponer que quiere decir sin corrupción, mala administración, ni desperdicio y veo que esta administración no ha podido entrarle con seriedad al 40% de corrupción que sus candiatos aseguraban que había en el gobierno. La persona que dijo aquello cree, ¿de verdad? que si el gobierno gasta y gasta, no importa que el el dinero valga cada vez menos y que las personas (que no dependemos del Presupuesto) tengamos dificultades para llegar a fin de mes. 
  2. En esa dirección, un lector comentó que con inflacion o sin ella siempre es dificil llegar a fin de mes. ¿En serio? Pienso, que no es así.  Pienso que para la familia promedio guatemateca lo mejor sería llegar a fin de mes sin problemas monetarios causados por los pipoldermos. Pienso que, aunque ganarse el pan pueda ser difícil, es mejor hacerlo sin que los políticos y burócratas le roben valor al sueldo de las personas. Pienso que si hay que escoger entre que sea difícil, o más difícil llegar a fin de mes, la mayoría de familias elegirá que sea menos difícil. Tu, ¿qué opinas?

31
May 24

Repollos e impuestos

 

Mi cuata, Raquel, andaba alarmada porque su mamá le contó que le pidieron Q30 por un repollo y Q10 por un aguacate en el mercado San José, de la zona 7; eso fue un día antes de que los guatemaltecos nos enteráramos de que el banco central prevé una leve alza en la inflación y que las áreas más afectadas serán alimentos y transporte.

Pon a tu santo favorito de cabeza y pídele que los diputados tengan la decencia y el buen tino de no autorizar los Q14 mil millones de ampliación prespuestaria que pretende la Administración Arévalo. ¿Por qué? Porque la causa principal de la inflación es el presupuesto desfinanciado del gobierno.  Aquí y en todo el mundo los gobiernos inflan cuando no tienen con qué pagar sus piñatas.

Haz clic en la foto para ver cuando dice que no subirá impuestos y que todo lo tienen bien calculado.

¿De qué otro modo es que los gobiernos pagan sus excesos? Con impuestos y con endeudamiento; y el endeudamiento -que no te engañen- se paga con impuestos.

Durante la campaña electoral semillera el grupo en el poder se llenó la boca con la idea de que el 40% del Presupuesto del gobierno se perdía en corrupción. El hecho de que la Administración pida Q14 mil millones más de lo que ya tiene quiere decir que: 1. Lo del 40% era mentira y que durante la campaña electoral le repartió “atol con el dedo” a todo el que lo quiso; 2. Lo del 40% es cierto y todavía sigue habiendo esa corrupción; y/o 3. Que la simiente necesita toda aquella plata con motivos electorales para ampliar su clientela y financiar activistas.

A todo aquello añádele que en tres meses que lleva controlando el Ejecutivo, la Administración Arévalo ha tenido nivel de ejecución mediocre y que -como ocurre siempre, siempre- la mayor parte de la ejecución que hay se va en gastos de funcionamiento y sueldos.   ¿Será que el 80% de la ejecución es puro gasto? Aquella baja ejecución es por el desconocimiento, por la inexperiencia y ¿por la ineptitud? de un equipo que da la impresión de haberse metido en camisa de once varas; pero que tiene los retos de permanecer en el poder, y de conservarlo.

En defensa de los consumidores, en defensa de los ahorrantes potenciales, en defensa de los tributarios y en defensa de las personas más vulnerables económicamente, los diputados tienen la obligación moral de evitar la piñata.  ¿Para qué? Para evitar la inflación, el endeudamiento y la eventual alza en los impuestos que terminarían de castigar a la mamá de Raquel y a la inmensa mayoría de hogares chapines. ¿Cuánto crees que te llegará a costar un repollo si los semilleros suben los impuestos con la colaboración de algunos diputados?

Ya el Fondo Monetario Internacional anda esparciendo la idea de que el gobierno de Guatemala necesita de mayor recaudación fiscal, que esta no debe ser menor del 13% del PIB y que se debe conseguir mediante una reforma fiscal; y la propuesta de ampliación que quiere la Administración Arévalo dice que habría que incrementar los ingresos tributarios. Esto último a pesar de que -cuando quería tu voto- Arévalo te aseguró que con eliminar la corrupción iba a ser suficiente para financiar el gasto público que Semilla tenía calculado.  Hizo afirmaciones categóricas: no subir impuestos, no crear más impuestos y detener el 40% de corrupción porque no se necesita aumentar impuestos, si se detiene la corrupción.

Entonces, no cabe hablar de ampliación persupuestaria y menos de más impuestos si: 1. Del Presupuesto no se eliminan todos los privilegios, y todas las partidas para intereses particulares; 2. No hay prioridades claras de inversiones y gastos; y 3. No hay evidencias de que la corrupción, la mala administración y el desperdicio han sido disminuidos sustancialmente.

Los diputados, en ejercicio de la división del poder, tienen la responsabilidad de hacerse grandes. ¿La van a aprovechar?

Columna publicada en República.


15
Feb 24

Ampliación presupuestaria, impuestos, inflación y endeudamiento

El Ministerio de Finanzas, de la Administración semillera informó que le presentará, al Congreso. una propuesta de ampliación al Presupuesto del gobierno de por lo menos Q10 mil millones, ¡para alcanzar un techo de Q126,500 millones!

Si es cierto lo que los semilleros decían en campaña electoral, que 40% del Presupuesto se perdía en corrupción. ¿Por qué es que quieren Q 10 mil millones más? Si no es verdadera aquella cifra, ¿por qué mentían? ¿Todo el alboroto de la corrupción era una exageración? ¿Cuándo veremos las denuncias correspondientes a la corrupción de la administración anterior?

Dicho aquello, supongamos que la mayoría de diputados traiciona a los tributarios y a sus electores y le da a la Administración sus Q 10 mil millones. ¿De dónde va a  salir esa plata? De impuestos, de inflación, y/o de endeudamiento. En cualquier caso: ¡De tus bolsillos! Que no te engañen con que va a salir de los ricos.  

En realidad el Presupuesto es una piñata.

Impuestos, robo, o extorsión contra tu economía familiar

Digamos que la ampliación presupuestaria (y el déficit que ya tiene el Presupuesto) van a ser financiados por más y mejor recaudación de impuestos.  Eso quiere decir que: van a ampliar la base tributaria, que significa que muchas personas que antes podrían proteger su patrimonio contra la expoliación ahora tendrán que pagar; que van a crear nuevos impuestos, que significa que vas a pagar por cosas que antes no pagabas; que van a subir las tasas de los impuestos, que significa que vas a pagar más de lo que ya pagas; y/o que van a hacer más eficiente la recaudación, que quiere decir que debes prepararte para el terrorismo fiscal.

Los impuestos, que no se te olvide, son dinero ajeno (el tuyo) tomado (por los políticos y burocratas) por la fuerza (o la amenza de uso de fuerza) para satisfacer intereses particulares de la clientela de los pipoldermos; y ¿qué quiere decir pipoldermos? Son los pícaros políticos que por el momento detentan el poder, del color que sean.  Los impuestos son robo, o extorsión. ¿Te diste cuenta?

Los impuestos dañan tu economía familiar porque te los quitan antes de que recibas tu cheque, o cuando haces compras; te los quitan si produces, y te los quitan si ahorras. Te los quitan hasta cuando te mueres y te los quitan como pueden.  Desde una perspectiva más amplia los impuestos desvían el dinero que podría servir para ahorro, formación capital y actividades productivas a ese agujero negro que es la economía coercitiva, improductiva y política. Mientras más altos y abundantes son los impuestos menos posibilidades hay de más y mejores empleos productivos y menos posibilidades hay de que suban los salarios.

Los impuestos son robo.

El robo silencioso que que se lleva el valor de tus ingresos 

Digamos que la ampliación presupuestaria (y el déficit que ya tiene el Presupuesto) van a ser financiados por inflación. En dos platos la inflación ocurre porque, para financiar el déficit fiscal y para financiar el Presupuesto elevado, los pipoldermos deciden imprimir dinero. Que no te engañen si te dicen que es multicausal

La inflación es empobrecedora.  Le roba valor a tu sueldo, destruye tus ahorros y el valor de la pensión de tus padres y también corroe las posibilidades de formación de capital y por lo tanto hace estragos en la productividad.  Mina la confianza y la estabilidad. 

¿Quiénes son los únicos que tienen la facultad de inflar la cantidad de dinero que hay en el mercado? Los pipoldermos porque dirigen la política monetaria desde el último piso del Banco de Guatemala, Ellos son los únicos que pueden ordenar la impresión de más dinero.  

¿Quiénes que se benefician de la inflación a costa de las economías familiares? Los que viven del presupuesto del gobierno, los empresaurios, los pipoldermos y sus burócratas que reciben el dinero inflacionario antes que cualquier otro grupo en la sociedad. Por lo tanto, ¿qué crees que ocurre? Ellos aprovechan los precios bajos que, para cuando el dinero inflacionario llega a otros grupos, esos precios ya han subido. Mientras más lejos están tus ingresos del presupuesto del gobierno, más mina la inflación el valor de tu dinero.

Como la inflación sirve para pagar los gastos de los pipoldermos y sus burócratas (que muchas veces se enriquecen con el dinero inflacionario), en realidad es una forma de impuesto oculto y regresivo.  Con la inflación los pipoldermos pagan sus excesos y los de sus clientelas, y le dan inicio a un proceso redistributivo que daña más a los que ganan menos.  Ovi, como dicen los patojos, que la pérdida de valor adquisitivo de la moneda daña más a un empleado que gana Q4,000, que a un burócrata que gana Q30,000, o a un ejecutivo que gana Q40,000.

La inflación debería ser un delito

La inflación es un fenómeno monetario.

Endeudamiento estatal: ¿Quién paga la factura? ¡Tú!

Digamos que la ampliación presupuestaria (y el déficit que ya tiene el Presupuesto) van a ser financiados por medio de endeudamiento. El endeudado vas a ser tu, no el estado, que no te den atol con el dedo.

Cuando los pipoldermos necesitan financiar sus presupuestos elevados pero no pueden subir impuestos, ni inflar, siempre pueden acudir al endeudamiento.

Si los diputados en el Congreso deciden traicionar a los electores y tributarios, y autorizan el endeudamiento que pide la Administración semillera en el Ejecutivo lo que ocurre es que los recursos que podrían ser usados en la economía real y productiva son desviados a la economía de papel, improductiva y coercitiva.

En lugar de que los ahorros en los bancos se conviertan en compra de maquinaria y en otras formas de capital para multiplicar y mejorar las oportunidades en la industria, el comercio, la agricultura y el sector de servicios. ¿Viste por dónde va la bolita? Menos bienes y servicios, menos oportunidades de trabajo y menos posibilidades de que mejoren los salarios.

Cuando los ahorros de la gente van a parar a bonos y ese tipo de papeles, y ese dinero sirve para pagarles sueldos a los pipoldermos y sus burócratas y para satisfacer exigencias de sus clientelas ellos ganan a costa de la población productiva. Que no te engañen con la finta de que el gobierno no sólo gasta sino que también invierte.  Toda supuesta inversión, para ser inversión, tiene que ser un proyecto, o activo cuyo objetivo es generar ingresos o ganancias futuras…y tu ya sabes…los proyectos o activos del gobierno no sólo no generan ganancias, sino que son puras pérdidas.  ¡Y los socialistas no se despeinan por eso!

No se endeuda el estado, los pipoldermos te endeudan a ti.

¿Y entonces?

La ampliación presupuestaria que quiere pedir la Administración semillera sólo va a servir para beneficiar a los pipoldermos, sus burócratas y a su clientela, en el corto plazo. Que no te extrañe que sea con fines electorales.  

El financiamiento de esa ampliación, sumado al del ya existente déficit fiscal lo vas a tener que pagar tu mediante impuestos, inflación y/o endeudamiento.

No hay que ser papo y dejarse llevar por las narrativas políticas, ni por los corifeos del estatismo (semillero, o del color que sea).

¡Ya estás advertido!


02
Dic 22

La inflación como delito

 

Le pregunté a un grupo de jóvenes si se habían dado cuenta de que todo está caro; y me contaron anécdotas personales y familiares acerca del alza en los precios. Los más chispudos entre ellos comentaron que esa alza de precios no es la inflación, sino un efecto de la inflación; porque lo que se infla es la cantidad de dinero que hay en el mercado. Luego les conté que el índice de precios al consumidor anda por 9.7%, pero que se puede poner peor porque en tiempos de Vinicio Cerezo superó el 40% anual.

Haz clic en la foto para comprar el libro.

La inflación es empobrecedora.  Le roba valor a los sueldos que recibe la gente, destruye los ahorros y el valor de las pensiones y corroe las posibilidades de formación de capital y por lo tanto hace estragos en la productividad.  Mina la confianza y la estabilidad.  De ahí que es genial que Ricardo Rojas -ex juez penal argentino- haya escrito el libro titulado La inflación como delito.

¿Quiénes son los únicos que pueden inflar la cantidad de dinero que hay en el mercado? Los políticos y funcionarios que dirigen la política monetaria desde el último piso del Banco de Guatemala ya que son los únicos que pueden ordenar la impresión de más dinero.  ¿Ya te diste cuenta de que últimamente, cuando vas al banco te dan muchos billetes nuevos? ¡Esos son billetes inflacionarios!, emitidos para sufragar los gastos de los políticos y burócratas por medio de presupuestos deliberadamente desbalanceados. No es casualidad, es causalidad.

En su libro, Ricardo explica el dinero, su origen y evolución; la relación que hay entre el dinero y los precios; la naturaleza de la inflación; la relación entre la inflación y el crédito; la responsabilidad de los políticos y burócratas por la inflación y como eliminar esta última; la naturaleza de la responsabilidad de los políticos y burócratas del gobierno por sus actos; y explica por qué hay que sancionar penalmente a los políticos y burócratas que producen la inflación.  Al final explica la necesidad de crear un nuevo tipo penal en esa dirección; y hace una propuesta concreta.

Si eres abogado, economista, político, funcionario, juez, fiscal, profesor, estudiante, y si tu familia depende de tus ingresos, deberías leer este libro que está escrito de forma didáctica y sencilla; pero contundente.

Claro que el camino para crear aquel nuevo tipo penal no va a ser fácil porque los políticos y burócratas no van a renunciar a sus facultades inflacionarias sólo porque sí.  A Juan de Mariana, el corruptísimo duque de Lerma y Felipe III no lo metieron preso por decir que el pueblo tenía derecho a matar al tirano; sino por cuestionar las facultades inflacionarias del Rey.

Hace falta una ola arrasadora de opinión pública y de ahí que es importante que tú -como elector, mandante y tributario- te enteres de que hay inflación porque los que tienen el poder de emitir moneda lo hacen en exceso y con ello cercenan tu propiedad de forma perversa, dañan la administración pública y minan la fe pública. Por ello, deberían ser responsables penalmente y el principal interesado en que eso ocurra deberías ser tu, que es el que paga las cuentas…a sabiendas, o engañado.

Columna publicada en elPeriódico.

Sobre este tema recién escribí tres artículos:


14
Oct 22

¿Estará carísimo tu fiambre?

 

Recién fuiste al mercado y las zanahorias, los güisquiles, las arvejas, las coliflores, los repollos y todo están carísimos.  En parte es porque las lluvias estropearon muchas cosechas, pero en buena parte es porque…¿ya viste los precios de los combustibles? También están carísimos.  ¿Sabes con qué se pagan los combustibles? Con dólares y si los dólares están caros, los combustibles y el transporte que trae las verduras para tu fiambre también suben de precio.  ¿Te das cuenta?

Los dólares no están caros por estacionalidad, como te quieren hacer creer.  Están caros porque el Banguat (por instrucciones de los políticos y burócratas que controlan la política monetaria, cambiaria y crediticia del país, en representación de grupos específicos de intereses) han estado comprando dólares y esas compras han presionado el precio de la divisa hacia arriba.  Los dólares que compras caros…¿son un subsidio para los exportadores?

Pero el daño no para ahí.  Cuando el Banguat compra dólares lo hace con quetzales, dinero que va a parar al mercado y genera ese fenómeno que conocemos como inflación.  La inflación no es el alza generalizada en el nivel de precios, ese es sólo su efecto.  Y la inflación no la causan las señoras que te venden verduras en el mercado, ni otros vendedores de bienes y servicios.  La inflación la causan los políticos que dominan la Junta Monetaria cuando meten quetzales arbitrariamente en un mercado que no los ha producido y que no está listo para recibirlos.  Muchos quetzales devalúan el poder adquisitivo del quetzal y tú lo ves y lo sientes cuando compras…si puedes… verduras, carnes y embutidos para tu fiambre.  Cuando compras…si puedes…el ayote y los jocotes.

En resumen, tu fiambre y las cabeceras van a estar caros porque políticos y burócratas decidieron subsidiar a su clientela mercantilista.  Lo hacen sobrevaluando los dólares que recibe aquella clientela a cambio de los productos que vende.  Como consecuencia, los combustibles y otros bienes de capital también se ponen caros y se encarece la productividad en general.  ¡Y encima!…encima…generan inflación y su consecuencia: el alza en los precios.

¿Qué piensas?

Columna publicada en elPeriódico.


02
Ago 22

El subsidio: más caro el caldo que la gallina

 

La decisión gubernamental de usar el dinero que era  para vacunas y el Bono Familia para ampliar el subsidio al diésel y la energía, te va a salir carísima.  Algo así como cuando sale más caro el caldo que la gallina.

¿Por qué? Porque El origen de la inflación es el gasto público excesivo y desfinanciado.  Y aquellos dineros son gasto público desfinanciado.  Para cubrir el gasto público desfinanciado, el gobierno infla la cantidad de dinero que circula en el mercado y esa inflación eleva los precios de los productos.  Del arroz y de los frijoles, de las zanahorias, los huevos y la carne.  Del gas…y de la gasolina y del diesel.  Y se crea una espiral alcista.

¿Quién paga esa espiral alcista? Tú.

Luego el gobierno va a querer neutralizar la inflación que él mismo causó y va a elevar las tasas de interés por lo que las amortizaciones de tu casa y de tu carro se van a encarecer. También se va a poner caro el crédito para establecer nuevas empresas.

¿Quién va a pagar esa elevación de precios? Tú.  Directamente si estás pagando casa, o automóvil; e indirectamente si tu sueldo no sube porque hay más demanda de empleo, que oferta.

¡Qué rico era recibir el Bono Familia!, ¿verdad? Pues ahora lo estás pagando con creces cuando te cuesta llegar al fin de mes.  Porque aquel cheque alegre se convirtió en inflación y esta se tradujo en precios mas altos.

Si los pipoldermos quisieran ayudarte, de verdad, dejarían de gastar a tontas y a locas y, por lo menos congelarían el gasto público para que no siga creciendo el gasto desfinanciado.  ¡Eliminarían los impuestos que ellos mismos le han puesto a los combustibles!…y dejarían de darte atol con el dedo con el tema del subsidio.


24
Jun 22

La inflación es como orinarse en la cama

 

¿Sabes qué le dijo un funcionario de la Reserva Federal de los EE. UU. al columnista de The Wall Street Journal, Francesco Guerrera acerca de la pérdida de valor de la moneda: “La devaluación de la moneda es como orinarse en la cama.  Al principio se siente rico, pero rápidamente se convierte en un desastre”.  Y como tú ya leíste mis dos columnas anteriores aquello no te sorprende.  La inflación -causada por las autoridades monetarias y los pipoldermos a los que sirven- le quita valor a la moneda mediante la política de emitir dinero y crédito por encima de la producción.

La semana pasada, en este espacio, te enteraste de que la inflación beneficia a unos a costa de otros, le roba valor a tus ahorros y a las pensiones por invalidez, vejez y sobrevivencia, le roba valor a tu sueldo y a cualquier renta fija que recibas, o reciban tus padres.

Además de enemiga de la propiedad, la inflación es enemiga de la libertad porque cuando los precios empiezan a subir en espiral y las economías familiares se empiezan a desmoronar la gente clama por controles de precios, por prohibiciones y otras formas de coacción arbitraria que desnaturalizan el intercambio.  La inflación es enemiga de la dignidad humana porque el empobrecimiento artificioso y político de la gente mengua la valoración que las personas tienen de sí mismas y crea inseguridades innecesarias. La inflación, como la corrupción, son violatorias de los derechos individuales.

Por eso no me extraña que mi amigo y maestro Ricardo Rojas -ex juez argentino- esté escribiendo un libro que se titula “La inflación como delito”.

Si el Código Penal castiga la falsificación de moneda y la inflación es una forma de falsificación porque en la práctica el valor del dinero queda en manos de las autoridades monetarias y de los pipoldermos a los que sirven, y es una política de estado, con todos los daños explicados arriba y en mis dos columnas anteriores, la inflación equivale a alterar la moneda, cercenarla, y ponerla a circular, delitos tipificados en todos los códigos penales del mundo.

¿Qué opinas?

Columna publicada en elPeriódico.

Fin de esta seria sobre la inflación:

Inflación. Para que no te cuenteén.

Inflación. Que no te digan, que no te cuenten.


17
Jun 22

Inflación. Para que no te cuentéen

 

Hoy era como para celebrar el Día del Padre; pero sigamos con la inflación ya que en los hogares en los que los padres son los proveedores principales, es a ellos a quienes primero golpea aquel fenómeno inmoral: los golpea financiera y emocionalmente.

¿Quiénes se benefician de la inflación a costa de las economías familiares? Los que viven del presupuesto del gobierno, los empresaurios, políticos y burócratas que reciben el dinero inflacionario antes que cualquier otro grupo en la sociedad. Por lo tanto, ¿qué crees que ocurre? Ellos aprovechan los precios bajos que, para cuando el dinero inflacionario llega a otros grupos, esos precios ya han subido. Mientras más lejos están tus ingresos del presupuesto del gobierno, más mina la inflación el valor de tu dinero.

Pero los daños no se quedan ahí.  ¿Tienes dinero ahorrado en el banco? Ese dinero pierde valor cada vez que los pipoldermos inflan la cantidad de dinero que hay en el mercado por sobre la producción.  ¿Recibes una pensión por invalidez, vejez, o sobrevivencia?  Ese dinero, que recibes como consecuencia de tus aportaciones, también pierde poder adquisitivo.  ¿Tienes rentas fijas, o un sueldo? El valor de ese dinero también es erosionado por la inflación.  Por eso es que cada vez necesitas más quetzales para comprar lo mismo; y por eso es que, muchas veces, aunque el precio no suba, la cantidad de producto que recibes disminuye.

Como la inflación sirve para pagar los gastos de los políticos y burócratas (que muchas veces se enriquecen con el dinero inflacionario), en realidad es una forma de impuesto oculto y regresivo.  Con la inflación los pipoldermos pagan sus excesos y los de sus clientelas, y le dan inicio a un proceso redistributivo que daña más a los que ganan menos.  Ovi, como dicen los patojos, que la pérdida de valor adquisitivo de la moneda daña más a un empleado que gana Q4,000, que a un burócrata que gana Q30,000, o a un ejecutivo que gana Q40,000.

Que no te engañen, la inflación la causan las autoridades monetarias -de forma inmoral- por requerimiento de sus jefes políticos y de sus clientelas.

Datos de la emisión monetaria en Guatemala, lástima que no hay gráficas. Cuando yo dirigía la sección de Economía en el diario “Siglo Veintiuno” ca. 1990, publicábamos estos datos en gráficas y era muy fácil ver su crecimiento.

Esto está bueno, sigamos el próximo viernes.

Esta columna, publicada en elPeriódico, es la segunda de una serie:


10
Jun 22

Inflación. Que no te digan, que no te cuenten

 

Al leer que la inflación en los EE. UU. se acerca a los máximos de 1980, el lector incauto podría caer en la trampa de creer que, como muchos productos que se venden en Guatemala tienen componentes originados en aquel país, el alza en los precios de aquellos productos es la inflación.

Es lo que cree la gente sencilla que supone que los precios son la suma de los costos.  Es lo que creen los que suponen que la inflación es el alza generalizada en el nivel de precios.  La inquietud se justifica porque el nivel general de precios, en Guatemala, sigue subiendo y ya se acerca al máximo establecido por la Junta Monetaria.  Te van a decir, por ejemplo, que la inflación es consecuencia del alza en los combustibles y si no te pones vivo te lo vas a creer.

Si tienes paciencia y me acompañas, entrémosle a la inflación.

El meme lo tomé de Facebook.

Para comenzar el alza en los precios no es generalizada en el sentido de que como los aumentos en los precios no son parejos, no ocurren al mismo tiempo, la inflación no nos afecta a todos por igual.  Este es uno de los motivos por los cuales la inflación es inmoral.

La decisión de inflar la toman las autoridades monetarias por requerimiento de otros pipoldermos. Verás, la inflación es un fenómeno monetario porque es la expansión de la cantidad de dinero por encima de la producción.  Esa expansión (esa inflada) es necesaria para los pipoldermos porque es uno de los medios que tienen para financiar todos sus gastos que superan a sus ingresos.

La gente en la calle, la que no lee como tú, cree que el precio del dinero es la tasa de interés; pero eso no es cierto.  La tasa de interés es el precio del crédito (y del tiempo, pero de esto platiquemos otro día).  El precio del dinero es lo que obtienes a cambio de él en términos de lo que obtienes, en condiciones específicas.  Por ejemplo: cuando decimos que un manojo de culantro cuesta Q.3.80, también decimos que Q3.80 cuesta un manojo de culantro.  ¿Por qué? Porque si la señora del mercado quiere que le des Q.3.80, ella te paga con un manojo de culantro.

Lo vamos a dejar aquí porque es bastante para pensar.  ¿Seguimos la próxima semana?

Columna publicada en elPeriódico.


05
Ene 22

Así le han robado valor a tu dinero

 

El 21 de octubre de 1994 hice el primer supermercado para mi primer apartamento.  Imagínate la ilusión; pocos días antes había equipado la cocina y ese día iba a llenar la despensa.  Compré 108 artículos diversos y el total fue de Q925.19 ¿En cuánto te saldría el super si hoy mismo fueras a comprar los 108 artículos que compré hace 28 años? Sin duda en mucho más porque las autoridades monetarias le han robado valor al dinero que ganas y ahorras. Eso se llama inflación.

Mi mamá contribuyó con algo para que la lista no fuera más larga, pero te comparto algo de lo que incluía aquella compra y los precios: Una crema Maggi costaba Q2.12; una lata de frijoles Ducal costaba Q.3.22; una bolsa de queso parmesano tenía un precio de Q9.95; ¿Una libra de cebollas? Q1.75; un paquete de tocino por Q8.46 y una docena de huevos por Q6.34.

Sigo. Una caja de Raisin Bran costaba Q. 12.22; un frasco de mayonesa, Q.10.64; un frasco de Listerine costaba Q8.18; una lata de leche Carnation costaba Q4.38; y una bolsa de harina Gold Medal, Q14.27. Una libra de manzanas rojas costaba Q. 5.70.

¡El IVA estaba a 7% y no a 12% como ahora! Otro detalle para la historia es que pagaba con cheque. ¿Sabes? Tengo meses de no tener chequera. Me causa gracia que pusieran especie, en vez de especia.

La forma popular de detectar la inflación es cuando suben los precios; pero ese es el efecto de la inflación, no la inflación misma.  Para entender el fenómeno y su naturaleza perversa, es mejor verlo desde su realidad: la inflación es la pérdida de valor de la moneda; por eso es que necesitas más quetzales para comprar lo mismo.

Guardé esa factura, junto con la de equipamiento de la cocina dentro de mi Guía de las ruinas de Quiriguá, por Sylvanus G. Morley y apareció hace unas semanas cuando moví mis libros sobre los mayas de la casa a la oficina.