El dólar por las nubes

 

La definición más sencilla de bienes de capital es que son toda herramienta que aumenta la productividad.  Un azadón y una despulpadora, vehículos, un aparato sencillo y la máquina más compleja, así como una fábrica, una hidroeléctrica y el equipo necesario para que funcione un supermercado son bienes de capital, por dar unos ejemplos.

En la calle, mucha gente cree que el dinero es capital; pero aquel sólo es un medio de intercambio que es ahorrado e invertido en bienes de capital, en vez ser usado para consumo.

El dólar no se está fortaleciendo, está siendo “fortalecido” a costa del valor de los quetzales que ganas trabajando.

En Guatemala muchos bienes necesarios para aumentar la productividad son importados y se pagan en dólares.  Si el precio del dólar es encarecido artificialmente -por una decisión política- se encarece la compra de los bienes de capital y con ello se encarece la productividad.  Si el dólar está caro -por disposición de la junta monetaria y del gobierno- es más costoso comprar herramientas y equipos para elevar la productividad y, por lo tanto, son dañadas la generación de riqueza, la provisión de más y mejores bienes y servicios, y la generación de más y mejores empleos, con mejores salarios.

Si el encarecimiento artificial del dólar es una decisión política destinada a beneficiar a personas, actividades y grupos empresariales específicos…a costa de otros, la decisión no es sólo económicamente disparatada y arbitraria, sino que es una canallada.

Lo comento porque, sin que haya motivo económico alguno, el dólar anda por las nubes, con respecto al quetzal.  No es cierto que el alza sea estacional como quieren hacernos creer los políticos que controlan el tipo de cambio. El ingreso de divisas ha aumentado sustancialmente.  Hay reservas monetarias absurdamente altas.  Pero las autoridades monetarias (¡Que concepto tan perturbador!) compran dólares en canastos para mantener el precio del dólar artificialmente alto. En perjuicio directo de quienes necesitan bienes de capital y de quienes necesitan bienes importados, como el carrito que querías comprar, la gasolina, y la máquina que urge en tu negocio. ¿Para privilegiar a los exportadores?

Columna publicada en elPeriódico.

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