Alvaro Velásquez, en su columna de hoy sobre ProReforma, asegura que para Friedrich A. Hayek el enemigo a vencer es la democracia en tanto soberanía popular…
Libertad
25
Feb 10
ProReforma y el Hayek de Alvaro Velásquez
23
Feb 10
Carlos Fajardo y sus inquietudes sobre ProReforma
En el contexto de mis artículos sobre ProReforma, el lector, Carlos Fajardo pregunta que, cuando hablo sobre privilegios, concretamente, ¿a qué me refiero? Pues bien, un privilegio es una prerrogativa, o una exención que tiene su origen en una ley particular (o ley privada y de ahí su etimología). Por su naturaleza, los privilegios no son para todos en general, sino para unos en particular. Los privilegios son discriminatorios y excluyentes porque le les dan a unos, y no a otros. Se oponen, pues, a la igualdad de todos ante la ley. Donde hay privilegios no hay igualdad de todos ante la ley y, por lo tanto no hay estado de derecho. Lo que hay es estado de arbitrariedad. Por eso es que los privilegios son repugnantes.
Fajardo señala que así como suena, los niños, embarazadas y en general la gente pobre y no tan pobre que usa los servicios públicos basados en los impuestos de todos, son un sector privilegiado. Y Fajardo tiene razón. Todos aquellos que usan, o usamos servicios por los cuales aparentemente no pagamos; pero que están a nuestra disposición porque otros han sido forzados a pagar por ellos, podríamos parecer privilegiados. Empero, esos servicios están ahí para ser usados y son parte de las reglas del juego y de las condiciones dadas. Sería absurdo rehusar su uso. Lo malo no es jugar de acuerdo con las reglas del juego dadas; lo malo es pedir los privilegios, perpetuar el sistema de privilegios, y no hacer nada para acabar con esas desigualdades.
Lo cierto es que todos pagamos impuestos. ¡Todos! Unos pagan más y otros pagan menos. Unos pagan directamente y otros…los más pobres, pagan con falta de oportunidades. El dinero que los que pagan más no invierten en más fábricas, más comercios, más fincas, y más empresas, porque tienen que entregárselo a los políticos para que luego lo redistribuyan, es el dinero que sirve para satisfacer las demandas de los grupos de interés que viven del presupuesto del estado y ahí se diluye en corrupción, mala administración y desperdicio. Los más pobres pagan impuestos de la forma más cruel, porque lo hacen en términos de subempleo, y de desempleo.
Un profesor al que respeto mucho escribió una vez que el amor por la libertad es el amor por los otros; y esa frase se me viene a la mente cuando pienso en el tema que Fajardo trajo a este espacio. Actualmente, como los políticos tratan con los niños, las embarazadas y los pobres es que los hacen hacer cola, los hacinan, los humillan, los someten a privaciones en hospitales sin medicinas, en escuelas sin escritorios, o en sistemas de seguro social que sólo sirven para el enriquecimiento ilícito de quienes los administran. Y, por si eso fuera poco, los someten a la dependencia no sólo perpetuando el sistema de miseria y de falta de oportunidades, sino que acostumbrándolos a recibir lo que ha sido tomado de otros por la fuerza.
En un sistema de libertad, la mejor política social es un buen empleo. En un sistema de libertad, la idea es que las personas puedan pagarse el médico, la previsión social, el colegio, la casa y todos lo demás con el salario que reciben, o con las ganancias que obtengan. Que no tengan que depender de caprichos políticos, ni de la expoliación, ni conformarse con pitanzas. Pero para eso es inevitablemente necesario que en la sociedad haya ahorro y formación suficiente de capital. Para eso es necesario que abunden más las ofertas de trabajo, que los trabajadores en busca de empleo. Para eso es necesario que el dinero de las personas no sea desperdiciado por políticos y funcionarios venales e ineptos.
Y, ¿qué pasa con los más, más pobres y vulnerables? Pues en una sociedad próspera, es más fácil y más posible que abunde la benevolencia. Los individuos ricos, en las sociedades más ricas del planeta, son los que más contribuyen a todo tipo de obras de benevolencia no sólo en sus propios países, sino que alrededor del globo. Mientras más riqueza tiene la gente (aún entre la clase media más modesta), más tiene para compartir con otros. Y si esas obras de benevolencia no están en las manos de los políticos y burócratas que constantemente criticamos por sinvergüenzas e incapaces, pues tienen más posibilidades de beneficiar, de verdad, a aquellos que más las necesitan. ¿Quién que puede no tiene una obra de benevolencia favorita?
No estoy de acuerdo con que tengamos que aceptar inevitablemente eso de que los diversos grupos intenten promulgar leyes que los beneficien, como dice Fajardo. Creo que esa resignación es parte de la raíz del mal y que hay que acabar con ella cuanto antes. Todos los males que nos trae ese fatalismo no se componen multiplicando los privilegios, ni perpetuando la competencia por beneficios particulares a costa de los demás. Opino que –aunque no lo hagan ni en Inglaterra, ni en los Estados Unidos de América– lo hagamos nosotros. ¡Acabemos con los privilegios y con la exclusión que generan! Probemos con un sistema que favorezca la creación de riqueza (que es lo contrario a la pobreza). Confiémosle a la benevolencia y a la voluntariedad, lo que ahora hacemos por la fuerza y de forma arbitraria.
Fajardo cree que sólo los ricos podrán ser electos para el senado porque cree que sólo ellos podrán tener la publicidad necesaria para conseguir votos; pero si eso fuera cierto, también lo sería en cualquier sistema que dependiera de contribuciones voluntarias para las elecciones. La experiencia, sin embargo, nos dice que los que tienen poder económico les reparten dinero a todos; y si continúa el sistema de privilegios, lo que ocurre es que le reparten más a aquellos que les pueden garantizar sus privilegios, si es que sus fortunas dependen de aquellos Lo que sería interesante, don Carlos, es que nos contara cuál es la opción frente a las donaciones voluntarias, sin recurrir al uso de la fuerza para extraer fondos de los tributarios y redistribuirlos entre los políticos. Esto es porque creo que deberíamos desterrar el uso de la fuerza en todas nuestras relaciones sociales, y especialmente en las relaciones políticas.
Fajardo habla de los que tienen poder económico y de los ancianos de la misma forma en que los economistas clásicos se planteaban aquello de que por qué es que valen más los diamantes que los panes. No hay tal cosa como los que tienen poder económico, ni los ancianos, como no hay tal cosa como los diamantes y los panes. Hay estos ricos o este rico y estos ancianos o este anciano; de la misma forma en que hay estos diamantes y estos panes, aquí y ahora. Si se colectivizan este tipo de planteamientos –y no se reconocen las diferencias y las preferencias individuales, espaciales y temporales de los individuos– es como tratar de pintar La Gioconda con brocha gorda. De verdad no creo que alguien serio diga que las personas mayores tengan más valor que las de menor edad, ni que los ancianos no se equivoquen. ¿Qué de bueno puede salir de criticar a ProReforma usando estas generalizaciones inútiles, y de criticarla por lo que no dice? El supuesto en el que se basa esa propuesta es el de que las personas mayores de 50 años –si son bien escogidas, como uno escogería si sólo va a tener una oportunidad de hacerlo en la vida– van a tener más experiencia que las personas más jóvenes, y van a tener más ejecutorias de vida demostradas. ¿O no?
Finalmente voy a decepcionar grueso a Fajardo –que ha militado en las Fuerzas Armadas Rebeldes y en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca–porque resulta que aunque no soy randiano, Ayn Rand sí es una de mis filósofas favoritas y tengo un respeto profundo por la ética objetivista. Y lo que definitivamente no soy, ni por asomo, es neoliberal. Más bien soy liberal clásico o libertario. Para ilustrar el asunto se los pongo así: Los neoliberales favorecen los tratados de libre comercio, en tanto que los de mi persuasión preferimos la apertura unilateral de fronteras y la eliminación de aranceles; los neoliberales recomiendan el flat tax, mientras que los míos recomiendan el poll tax; los neoliberales apoyaron la dolarización, en tanto que los liberales y libertarios nos decantamos por la libre elección de monedas y por el oro; los neoliberales privatizaron monopolios, mientras que nosotros optamos por liberar mercados y por permitir que la gente pudiera elegir; los neoliberales siguen las recomendaciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, en tanto que los otros preferimos que cierren esas dos organizaciones.
¿Por qué? Porque el liberal clásico o libertario tiene como principios el respeto de los derechos individuales de todos, y la igualdad de todos ante la ley. No por cuestiones utilitaristas, sino por razones éticas.
Si a los chapines se nos niega la oportunidad de cambiar el sistema y de acabar con los privilegios, una vez más nos dejará el tren.
21
Feb 10
Ataques contra la libertad de expresión
Este es el editorial de El Periódico, del viernes 18 de febrero, el cual reproduzco porque creo que es de mucha importancia.
Desde hace algún tiempo, se ha venido orquestando una campaña negra contra periodistas y columnistas que publican sus opiniones a través de los distintos medios de comunicación escritos, con la intención velada de descalificarlos, denigrarlos y desprestigiarlos.
La última etapa de esta campaña de desinformación ha sido la distribución de volantes apócrifos en distintas zonas de la capital, elaborados por cobardes y canallas, atacando a miembros de la prensa nacional, al igual que ocurrió durante el gobierno eferregista (2000-4) para denigrar al Presidente de la Cámara de Comercio, Jorge Briz.
Asimismo, en el Congreso se suceden iniciativas de ley para revivir el delito de desacato y censurar a los medios de comunicación radiales y televisivos. La adquisición de medios de comunicación, al igual que ocurre en Nicaragua, también es parte de una estrategia de silenciamiento mediático.
A su vez, la Municipalidad de Guatemala está atacando a periodistas y columnistas que se atreven a cuestionar la gestión municipal o que emiten opiniones contra el irregular y opaco manejo de los fideicomisos municipales, los arbitrarios reavalúos inmobiliarios, el ilegal cobro de la tasa de alumbrado público, así como la delegación de la recaudación y administración del IUSI a un fideicomiso sin la autorización de DICABI, entre otros.
Sin duda, hacer periodismo en Guatemala sigue siendo peligroso, debido fundamentalmente a nuestra tradición de intolerancia, irrespeto a los derechos humanos, abuso de poder y opresión. Los poderosos simplemente se resisten a someterse al imperio de la ley y a abandonar las prácticas de fuerza, a base de las cuales se aseguran las respectivas posiciones dominantes.
Una vez más los periodistas enfrentamos el sempiterno y endémico acoso, que atenta contra nuestra vida, integridad personal y libertad, que ha estigmatizado la historia de la expresión de ideas en Guatemala. Nuevamente, los enemigos de la libertad de pensamiento y de prensa, están al acecho, buscando, por todos los medios, aterrorizar y atemorizar a quienes nos dedicamos a informar y a denunciar la problemática que no nos permite despegar hacia un verdadero régimen de legalidad.
Ante la posibilidad de que los ataques contra la prensa cuajen o de que se organicen nuevamente Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad (CIACS), como el que allanó la casa del periodista Jose Rubén Zamora, a mediados de 2003, pedimos la inmediata intervención del Procurador de Derechos Humanos, de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a través de la Relatora para la Libertad de Expresión.
05
Feb 10
El licor entre los indígenas
20
Ene 10
El maravilloso mundo de las ideas
Ah, si el mundo de las ideas es maravilloso; imagínese usted cómo es de extraordinario el mundo de las ideas de la libertad. Para los apasionados de las ideas, The Goodrich Seminar Room ofrece un paseo extenso, profundo y enriquecedor. Advertencia: Este sitio puede causar adicción, y es beneficioso para su salud.
08
Ene 10
Impunidad, otra vez andan por las ramas
El Ministerio de Economía suspendió las exportaciones de desperdicios y desechos de cobre y metal y fijó cuotas de exportación de otros materiales ferrosos, según el acuerdo gubernativo 1-2010. Esta medida es positiva, ya que se reducirán los robos de cable para telefonía fija, eléctricos y transformadores que emplean cobre, explicó el presidente de la Gremial de Telecomunicaciones.
Y yo contradigo aquella opinión porque creo que este es otro ejemplo, por si hicieran falta, de cómo es que los chapines, en vez de ir a la raíz de los problemas y resolverlos, se quedan en las ramas y sólo los chapucean. Y encima, sin importar el daño que hacen en el largo plazo.
El robo de cables se da porque como otros delitos similares, este siempre (o casi siempre) queda impune. Como las supuestas autoridades son incapaces de hacer cumplir la ley general que dice que quien tomare, sin la debida autorización, cosa mueble, total o parcialmente ajena será sancionado con prisión de 1 a 6 años; y tampoco puede hacer cumplir la que dice que quien sin la debida autorización y con violencia anterior, simultánea o posterior a la aprehensión, tomare cosa mueble, total o parcialmente ajena, será sancionado con prisión de tres a doce años, entonces empiezan a multiplicar regulaciones específicas y concretas.
La prohibición de exportar cables no va a detener los robos porque ¡Its the impunity, stupid! Además, y en la vida real, ¿desde cuándo se necesitan licencias y cosas así para realizar una actividad ilegal?Suponer que la prohibición de exportar va detener el robo es tan absurdo como suponer que el control de armas va a limitar la comisión de delitos por parte de criminales armados; es tan ridículo como suponer que una ley específica contra el robo de teléfonos móviles va a acabar con el robo de aquellos aparatos; es tan tonto como suponer que una ley de chalecos y cascos numerados va a acabar con los robos cometidos por motoristas.
En el corto plazo, igual no se resuelve el problema; pero en el largo plazo el daño es mayor porque nos seguimos engañando como sociedad, y porque la primera víctima de estas regulaciones del comercio son la libertad y el estado de derecho.
Ya lo dijo Henry David Thoreau: por cada mil personas atacando las ramas de un probelma, hay una sola atacando sus raíces. Y hablando de atacar los problemas de raíz, ¿ya leyó, usted, el proyecto ProReforma.
15
Dic 09
La libertad se pierde poco a poco
En Ecuador, de Rafael Correa, hay 31 ecuatorianos procesados porofrender la majestad presidencial. ¡Hágame usted el favor!, con razón Los Colom andan con ganas de revivir el inconstitucional delito de Desacato. Prácticas como estas tienen dos objetivos: intimidar y silenciar.
02
Dic 09
La Internet en peligro
Hoy si la regó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe porque propuso, a todos los Estados participantes en la XIX Cumbre Iberoamericana, garantizar el acceso de toda la población a la Internet de banda ancha. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL dijo que la Red debe ser un bien público global no gratuito garantizado por el Estado.
18
Nov 09