18
Nov 22

Adiós, Bobby Ríos

Roberto Bobby Ríos era un caballero, y cuando falleció lo primero que pensé es que se nos fue un noble de la libertad.  Es que, a lo largo de su vida, él le entregó a la causa recursos, talento, tiempo y entusiasmo.  Ese entusiasmo que a él y a muchos de sus amigos les permitía cantar Al mal, combatir sin temor/ Triunfar sobre el miedo invencible/…Buscar la verdad del error/ Vivir con los brazos abiertos /Creer en un mundo mejor.

Sí, creer en un mundo mejor.

A pesar de la diferencia de edades, Bobby me permitió llamarlo así como lo llamaban sus amigos.  Era un hombre generoso y sereno.  Sabía hacer las preguntas necesarias en el momento apropiado.  En la mesa del Centro de Estudios Económico-Sociales no sólo aprovechábamos su experiencia y sus consejos, sino la salsa de chiles tailandeses que llevaba para el almuerzo de los lunes, y el queso de capas.

¿Quiénes eran aquellos sus amigos a los que me referí? Ulysses Dent, a quien no tuve la dicha de conocer.  Manuel F. Ayau, campeón de la libertad, guía de generaciones de jóvenes inspirados por su ejemplo y que siempre me tuvo paciencia; maestro universal y magnánimo.  Julio Lowenthal, con quien compartí el tribunal de honor en mi brevérrimo paso por la política y de quien me hubiera gustado aprender más; ¡Ah, como disfrutaba yo de su particular sentido del humor!  Félix Montes y Jorge Molina, que siempre me animaron a escribir y a quienes nunca les faltaban sonrisas para compartir.

Es admirable que aquellos grandes y otros de su talla hubieran convergido en Guatemala y que, sobre los principios que compartían y a pesar de las diferencias que podrían haber tenido, hicieran realidad aquel sueño que parecía imposible y hoy es la Universidad Francisco Marroquín.

Aquellos cinco Atlas probaron que los Howard Roark y los John Galt son posibles.  Confirmaron que es verdadera la premisa del universo benevolente y que es posible un mundo mejor.  Comprobaron el valor de la amistad basada en la virtud. Probaron que es posible llegar al final y decir Porque sé que si logro ser fiel./ A tan noble ideal,/ Dormirá mi alma en paz al llegar./ El instante final.

¡Chapó!

Columna publicada en elPeriódico.


11
Nov 22

En defensa de la voluntad de la gente

Las mujeres colocaban lápiz labial en las uñas y, cuando había votos desfavorables, manchaban las boletas y así los votos quedan anulados. Cuando era adolescente escuché esta historia de parte de un capacitador de delegados de partidos políticos, que contaba trucos que les enseñaba a sus capacitados.  En esa ocasión escuché esta otra: Una persona echaba la colilla encendida de su cigarrillo dentro de la urna cuando los resultados de esa mesa eran para otros partidos.  ¿Qué talito? No sé si esos trucos funcionaban; pero como los oí se los cuento.

Tribunal Supremo Electoral. Foto por elPeriódico.

Esa vez escuché que, al amparo de la noche, cuando en el Congreso se hacía el recuento final de todos los votos, un grupo de diputados había entrado al recinto parlamentario para eliminar votos adversos.   Todo aquello cambió luego de 1985.

En aquellos tiempos cocinar un fraude electoral requería acciones físicas de muchos individuos y eran trabajo de hormiga. Había que eliminar boletas físicamente y había una conexión directa entre los perpetradores y sus actos.  Cuando un fraude electoral se cocina mediante software, el fraude se ejecuta todo al mismo tiempo, y la conexión entre los perpetradores y el acto es indirecta y remota.

Por eso es que -como en Suecia, por ejemplo- no hay nada como votar en papel y con crayón.  Por eso es que nada mejor que la última palabra la tengan las actas de los miembros de las juntas electorales.  Por eso es que nada mejor que -como en Suecia- haya un cotejo de votantes contra padrón físico.  Por eso es que es inaceptable la idea de que el cotejo y el escrutinio los haga un software de muy mala fama mundial y que la auditoría lo haga una empresa de poray y que el TSE, por sí mismo, no pueda asegurar -sin lugar a dudas- que los resultados electorales son apegados a la realidad.

Durante décadas el modelo electoral guatemalteco ha probado su confiabilidad debido a la descentralización, las verificaciones cruzadas y a cadenas de custodia transparentes.  Esas prácticas virtuosas se perderán si el TSE -y quienes quiera que estén detrás de esa idea- concretan el cambio de modelo y migran hacia un sistema electrónico oscuro, costosísimo y de dudosa reputación.

Columna publicada en elPeriódico.


28
Oct 22

Hoy es día importante

Hoy en la mañana, tan temprano como sea posible, iremos a comprar la gallina para el fiambre.  Tiene que ser galana y tiene que ser joven y fresca.  Es que la calidad del caldo depende mucho de las bondades de la gallina.

A la noche, doña gallina será cocida con ajo, tomate, cebolla, apio, laurel y tomillo para producir el caldo y la carne que necesitamos para aquel plato tradicional del día de los muertos en Guatemala.  También coceremos las butifarras, longanizas y cesina que han producido el maestro Virgilio y su equipo (con la receta del gran Abel), así como la posta de marrano y las pechugas de pollo.  De todo esto, solo los caldos de la cesina y de las pechugas serán integrados al caldillo para el fiambre.

Un buen whisky y buena música acompañarán las tareas de esta noche.  También los recuerdos y las anécdotas estarán presentes mientras limpiamos, cocemos, rodajamos y cortamos.

Mañana no será muy diferente; pero será con las verduras que lleva el fiambre.  Mañana limpiaremos, coceremos y cortaremos zanahorias, arvejas, güisquiles, ejotes repollo, coliflor. Los caldos de las primeras cuatro también servirán para hacer el caldillo.

Pero no te creas, en casa la elaboración del fiambre no empieza hoy, sino que comenzó el primer sábado de octubre con la producción del encurtido de remolachas y cebollas que, aderezado con laurel, tomillo, pimientas gordas, vinagre y miel de abejas servirá para decorar el fiambre y darle color al caldillo.

En casa, en el segundo sábado de octubre compramos los ingredientes enfrascados y enlatados del fiambre; y el 29 compramos lo jamones, salami, la gelatina de cerdo, el salchichón de sangre y el queso de cerdo que nos gusta para adornar el fiambre.

¿Qué hace un buen fiambre? ¡El caldillo!…pero también la calidad de los ingredientes, el balance delicado entre ellos y el amor con el que se hace.  Como cada familia chapina tiene su receta de fiambre, ¿cuál es el mejor fiambre? El que se hace en tu casa y el que te conecta con las tradiciones y experiencias de tu familia y está hecho a tu gusto.

A ti, ¿cómo te gusta el fiambre?

Columna publicada en elPeriódico.


21
Oct 22

La indecencia de forzar el barbijo

 

Es indecente, por moralmente reprobable, que cajeros, meseros, cocineros, guardias de centros comerciales y otros empleados de atención al público sigan siendo obligados a usar mascarillas, mientras que muchísimas personas ya nos las usamos y la mayoría de quienes las usan lo hacen de forma voluntaria.Ya el papá gobierno les dio -a quienes lo necesitaban- el permiso para no usar barbijos en público, ni en privado. Hasta cuando van solos en sus automóviles, pueden no llevar mascarilla.  Pero hay empresarios y gerentes que, como parte una actitud cuestionable de señalización de virtud, siguen exigiéndoles a sus empleados que usen barbijos.

En estas meditaciones no niego que las empresas tengan la facultad de pedirles ciertas conductas a sus empleados; pero lo que pongo en duda es la bondad de imponer la mascarilla, cuando ya no tiene sentido (ni médico, ni legal) sólo para aparentar virtuosidad frente a cierto tipo de clientela. ¿Por qué? Porque mi derecho no termina donde empieza tu miedo.

Es cuestionable la bondad de forzar a ciertos empleados a usar la mascarilla porque suelen ser trabajadores muy vulnerables económicamente, empleados a los que no les queda de otra.  Conozco, por ejemplo, a una chica a la que el barbijo le causa alergia y le ha hecho mucho daño en la cara.  Pero tiene que usar aquel objeto infame porque trabaja en atención al cliente…y no vaya a ser que un cliente delicado se incomode si es atendido por alguien sin mascarilla. El mismo cliente que convive con docenas de personas que no usan barbijo, pero a las que no puede obligar a usarlo.

Ya es tiempo de ser más decentes y de liberar a cajeros, meseros, cocineros, guardias y otros empleados del uso obligatorio de la mascarilla.  Por supuesto que estas meditaciones no cuestionan su uso voluntario, que es una decisión personal y en muchos casos es prudente.  Pero eso es muy diferente a la idea de que otros deben usarla, aunque yo no, aunque mis vecinos no, aunque mis compañeros no, aunque mis amigos no.

¿Qué opinas?

Columna publicada en elPeriódico.


16
Sep 22

Crecer sin hambre y florecer sin hambre

 

Quienes visitan mi blog, Carpe Diem, en luisfi61.com saben que me encanta viajar por Guatemala en automóvil. Recorrer carreteras y caminos. Pueblear, como se dice.  En esos viajes -principalmente por el occidente y algo del norte, sin excluir la costa sur- siempre he encontrado (con contadísimas excepciones) gente generosa, con buen sentido del humor y cariñosa.  He encontrado mercados vibrantes y todo tipo de actividades productivas.  Pero hay un fenómeno que siempre empaña la mayoría de las visitas: la pobreza y dos de sus hijas bastardas la desnutrición y la ignorancia.

Parte el alma ver niños (y adultos) que evidentemente no han alcanzado todo su potencial de desarrollo humano a causa de la mala alimentación.  Claro que el hambre y la desnutrición son problemas económicos que se solucionan con buenas políticas económicas y acabando con las leyes malas que impiden el crecimiento económico; eso de que “la mejor política social es un buen empleo” es una verdad como un piano. Pero muchísimas personas están desnutridas y crecen desnutridas mientras lees estas líneas.

¿Sabes que a pesar de muchísimos esfuerzos privados y estatales los índices de desnutrición no bajan en Guatemala?  Esto es porque, a pesar de las buenas intenciones de la mayoría de aquellos programas, les ha faltado eficacia y eficiencia.  Les ha faltado una visión 100% empresarial.

De ahí que celebro que la corporación Castillo Hermanos haya anunciado su programa Guatemaltecos por la nutrición que, con una inversión de US$ 15 millones enfrentará la lacra de la desnutrición mediante una aproximación creativa y empresarial.  El programa incluye la instalación de campamentos Nutrimóviles, que contarán con clínicas de atención nutricional, laboratorios, equipamiento y servicios básicos para las poblaciones, primero en Quiché y Huehuetenango como planes piloto.

¿Sabes que? De verdad deseo que este programa tenga éxito. Deseo que en unos años, miles de niños guatemaltecos puedan florecer sin haber pasado hambre.

Columna publicada en elPeriódico.


09
Sep 22

¡Gracias, Dodgers!

 

El equipo favorito de las grandes ligas de beisbol, de mi papá, era el de los Dodgers.  Yo no tenía equipo favorito porque normalmente elegía cualquiera que se compitiera contra el equipo angelino; no por afición, ni nada parecido, sino por lo divertido de llevarle la contraria a mi papá. Por eso es que, a pesar de que a mí me gusta mucho la marimba, nunca dejaba pasar la oportunidad de cambiarle la estación de la radio cuando él sintonizaba Fabumarimbas, al medio día.

Haz clic en la foto para ver el vídeo. La foto es de guatemala.com

A aquellas circunstancias, añádele que septiembre es mi mes favorito del año.  Es el de los pasteles de Luna y el de los chiles en nogada, es el de la fiesta de las antorchas y el de los desfiles; y claro…es el mes de mi cumpleaños.

De ahí que me haya dado muchísimo gusto que, el domingo pasado, los Dodgers le hayan dedicado su juego contra los Padres, de San Diego, a Guatemala; y que hayan sonado las notas del Himno Nacional en marimba.  No sólo eso, la noche se llamó Guatemalan Heritage Night y fueron repartidas tshirts con los colores de la bandera chapina y con el código de área 502. Abi Rodríguez, vestida con traje indígena, fue la marimbista.

¿Así, o más chulo?

Si yo hubiera estado ahí se me hubiera puesto la carne de gallina por tres motivos: el primero es que uno que es más chapín que las champurradas no puede sino emocionarse cuando escucha marimba en el extranjero; el segundo es porque es septiembre, el mes en que se recuerda la desvinculación de Guatemala de la monarquía española; y el tercero es que actos como el de los Dodgers visibilizan a los migrantes chapines cuyos aportes culturales y económicos a las sociedades donde se asientan no deberían pasar inadvertidos.

Como no deberían pasar inadvertidos los aportes culturales y económicos de los migrantes a sus poblaciones originales.  Una amiga que sabe de esas cosas sostiene que la actitud más positiva y humanitaria que actualmente tienen los indígenas hacia los perros se debe a que han aprendido cómo es que sus familiares en Los Ángeles, Chicago y otras ciudades gringas tratan a los canes.

De todos modos, ¡Gracias, Dodgers…y salud, papa!

Columna publicada en elPeriódico.


02
Sep 22

Oportunidad de oro para los diputados

 

La propuesta de elegir diputados distritales y por listado nacional mediante listas abiertas -que se halla en el Congreso- cuenta con dictamen favorable de parte de la Comisión de Asuntos Electorales.  Esta es una de las reformas urgentes más notables con respecto a la legislación electoral y hubiera sido un disparate que aquella comisión la hubiera desestimado.  Ahora les corresponde a los demás diputados aprobarla en el pleno de acuerdo con el proceso constitucional de formación y sanción de leyes.

Es muy atinado que la iniciativa cuente con dictamen favorable. Sería peligroso que el pleno la desestimara, porque la relación que debería haber entre los diputados como supuestos representantes del pueblo, y los representados -como electores y tributarios- se ha deteriorado muchísimo en los últimos treinta años.  La verdad es que sería miopía política y una irresponsabilidad casi inexplicable que los diputados no se dieran cuenta de que no se representan más que a ellos y a sus clientelas, y que la gente ya no ve a los partidos políticos como la teoría política los explica

Supuestamente los partidos son intermediarios entre los mandantes y los mandatarios, y son plataformas programáticas e ideológicas.  La mera verdad es que no.  Los partidos, en Guatemala, no son más que roscas electoreras en donde se compra el boleto para ser candidato y los diputados no son vistos más que como truhanes de la peor calaña, con contadísimas excepciones.

En esas circunstancias, lo poquísimo que queda de república y lo poquísimo que queda de estado de derecho están pegados con cinta adhesiva a una sociedad que -asqueada de la política- estaría dispuesta a entregarse a una dictadura, al autoritarismo, e incluso, ¿quién sabe?, al totalitarismo.

Los listados nacionales cerrados, diseñados para que las dirigencias de los partidos -por quienes nadie votaría porque son pelusa en el ombligo– obtuvieran escaños en el Congreso.  Fue una mala idea y es un fracaso. Ahora los diputados tienen una oportunidad de oro para reparar parte del daño.  ¿Soy ingenuo si pienso que eso es posible?

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26
Ago 22

La tarea de imponer la paz

 

Que el estado abandonara su misión para dedicarse a satisfacer necesidades fue una de las inquietudes que movió a Friedrich A. Hayek a advertir que la humanidad iba en un camino a la servidumbre.  ¿Cuándo? ¡Entre 1941 y 1943! En 78 años, imagínate cuánto hemos avanzado en esa ruta peligrosa.

Pero, ¿cuál es la misión del estado? Pues proteger los derechos individuales de todos sus habitantes por igual, sin distinción, ni privilegios.  Y si comprendes los alcances de las frases de todos sus habitantes por igual y sin distinción, ni privilegios es fácil que te des cuenta de porqué es que la satisfacción de necesidades particulares mina aquella misión y nos hace enfilarnos hacia la servidumbre.

En busca del cumplimiento de aquella misión es que el estado (en realidad los políticos y burócratas que controlan el poder político) están moralmente obligados a imponer la paz.  A dirimir controversias y a someter a los violentos.  Mientras que dedicarse a satisfacer necesidades es una opción, lo de proteger los derechos individuales e imponer la paz son las razones de ser del estado.

Para cumplir aquellos propósitos tan importantes y necesarios que no se puede prescindir de ellos es que existen el derecho y las leyes.  No la legislación como normas específicas y concretas destinadas a satisfacer necesidades; sino las leyes como normas generales y abstractas destinadas a mantener la paz, ambiente en el que florecen la cooperación social y la prosperidad.

Siguiendo a Hayek, por eso es que le damos a un grupo de personas que llamamos el estado, o el gobierno, el monopolio del uso legítimo de la fuerza, en sociedad…bajo la ley.  No para imponer el orden, nótese, sino para imponer la paz.  Uno y otro no deben ser confundidos.

De ahí que las autoridades, con autoridad, deban tener el apoyo legislativo, judicial y político necesario para proteger a las víctimas de los violentos, de los delincuentes, de los terroristas, de los violadores de los derechos individuales de los demás.

¿Qué opinas?

Columna publicada en elPeriódico.


12
Ago 22

No a la ley antimemes

 

Hola, soy Victoria Mother, bienvenidos al Ministerio de Protección en Línea. Nuestra misión es crear un espacio en línea seguro para todos. Antes, la Internet era un lugar oscuro y peligroso, una tierra de nadie, sin ley, ahora podemos navegar la Internet sabiendo que estamos protegidos por el MPL. Así comienza el juego Escaping Totalitarianism que puedes bajar en la App Store y unirte a Ion.

El meme lo tomé de Facebook.

Un Ministerio de la Verdad como el que quería Joe Biden, uno como el de Victoria -o por lo menos legislación amplia y ambigua contra la ciberdelincuencia que les permita a los políticos y burócratas restringir peligrosa y arbitrariamente la libertad que debe tener toda persona para informar sobre actos y hechos de interés público (no sólo periodistas, ni medios de comunicación)- es el sueño húmedo de muchos pipoldermos*.

La tipificación como delitos, de acciones que pudieran ser realizadas en el legítimo ejercicio de la libertad de expresión, también es algo que podrían hacer Victoria, la Junta de Gobernanza de Desinformación, o un decreto legislativo como el 39-2022.

A la luz de la amplitud del delito de acoso por medios cibernéticos, no es casualidad que aquella normativa sea conocida como la Ley Antimemes.  Si bien es cierto que aquella legislación incluye una previsión que protege la libertad de expresión reconocida en tratados y convenios internacionales, lo cierto es que dada la inmadurez del sistema judicial chapín y la proclividad de los pipoldermos (y otros grupos) a imponer formas de pensamiento único, aquella tipificación es una puerta abierta para los abusos, para cuando se ofrezca.

Es cierto que existe el ciberacoso, y a lo mejor quieres ver la miniserie El hombre más odiado de Internet; pero el castigo para esa conducta criminal no debe contener el riesgo de fabricar condiciones propicias para restringir la libertad de expresión.  ¡De ninguna manera! Por eso lo que corresponde es que el Presidente de la República vete aquella normativa y que el Congreso produzca una ley técnica, que no ponga en riesgo la libertad de emisión del pensamiento, protegida por el artículo 35 de la Constitución.

Columna publicada en elPeriódico.

*Pipoldermos: pícaros políticos que por el momento detentan el poder, Manuel F. Ayau dixit.


05
Ago 22

En busca de la verdad y de la justicia

 

Por medio de un largo proceso de prueba y error, el derecho penal evolucionó desde el misticismo y las ordalías hacia formas de administración de justicia con bases morales y cívicas.

Justicia, por Maerten van Heemskerck, dominio público, via Wikimedia Commons.

Las garantías procesales son parte de aquel proceso. ¿Ejemplos? El principio de que nadie debe ser condenado sin haber sido escuchado y vencido en juicio de acuerdo con la ley. De acuerdo con la ley (como imperativo categórico) y no de acuerdo con la legislación, y menos con la política (como imperativo hipotético).  Y, claro, la presunción de inocencia.

La administración de justicia chapina nunca se ha distinguido por su apego a aquellos principios; pero durante el mandato de la CICIG la sumisión de aquellos a las necesidades políticas fue elevada a nivel macabro.  Una vez alguien era señalado en espectaculares conferencias de prensa, esa persona caía en manos de los fiscales de la Comisión, para luego caer en manos de los jueces de la Comisión (con coberturas mediáticas abundantes), y esa persona estaba perdida.  Hubo inocentes que pasaron años en “prisión provisional” (figura que no existe legalmente; pero que fue aplicada sin sonrojo), hubo quienes murieron prematuramente en medio de la persecución y hasta hubo suicidios en aquel contexto.

Hubo un tiempo vergonzoso, en Guatemala, en el que juristas, políticos, periodistas, religiosos, oenegeros y otros sostuvieron que las garantías procesales eran meros formalismos cuando se trataba con personas señaladas por la CICIG; porque los propósitos de la Comisión (luchar contra la corrupción…o cambiar Guatemala sin necesidad de ganar elecciones) eran objetivos más elevados que respetar la dignidad de las personas, como las de los doctores Oliva y Castañeda, por ejemplo.

La práctica de atacar oponentes mediante el uso indebido de procedimientos legales para dar apariencia de legalidad, conocida como lawfare; es decir, la práctica de no respetar las garantías procesales para los adversarios es una que tanto tirios y troyanos deberían entender como incivilizadas.  El lawfare es el viejo derecho penal del enemigo, que es un derecho penal sin garantías porque sirve a un bien mayor político. ¿Vamos en camino de dejar atrás ese legado de la CICIG y proceder a buscar la verdad y hacer justicia en todos los casos, todos?

Columna publicada en elPeriódico.