18
Sep 19

Adiós a Ric Ocasek

Ric Ocasek era el vocalista de la banda The Cars; y de The Cars es Drive, una de las canciones ochenteras que marcaron esa década para mi.  La canción me da algo de malancolía y de nostalgia, y siempre la disfruto.

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De Drive es esta estrofa:

Who’s gonna tell you when
It’s too late?
Who’s gonna tell you things
Aren’t so great?

Ric Ocasek falleció el 15 de septiembre y su voz era inconfundible.

Adiós, Ric.


17
Sep 19

Frijoles blancos, de Pachalum, con espinazo

Desde hace ratales andaba yo con antojo de frijoles blancos con espinazo; y el día que pasamos por Pachalum, compramos unos frijoles en el mercado de aquella poblacion. Muy atinado que hoy, el día de mi cumplelaños 58, sea esta la entrada que publico.

Hacer frijoles blancos con espinazo es más fácil decirlo que hacerlo.  En buena parte porque no es fácil encontrar buen espinazo; a tal punto de que Raúl fue a buscarlo a Santa Catarina Pinula, población que es famosa por sus chicharrones, sus carnitas y su carne de cerdo.

Frijoles blancos de Pachalum con espinazo de Santa Catarina Pinula.

El recado para este platillo tradicional se hace con tomates, cebollas y ajos asados; el caldo se sazona con laurel y tomillo y el toque característico (que hace que uno viaje en el tiempo) es el toque de cominos.    Los frijoles blancos se pueden hacer con costilla y sin cominos; pero entonces no es mágico, ni te lleva a las mesas de la casa de mis padres, o a las de mis abuelas. El aroma de los frijoles cociéndose con espinazo y sazonados con cominos es una experiencia que sólo es superada por el sabor y la textura. Raúl dirigió la preparación y yo fui un sous-chef eficiente.

De paso, los frijoles blancos siempre se me han hecho como para el desayuno en una película de vaqueros.  Así que, me di el gusto de comerlos también para ese tiempo de comida, acompañado de huevos fritos y servidos en plato de peltre, junto a un pocillo de metal con café.

Huevos fritos, con frijoles blancos y café. Desayuno de película de vaqueros.

¡Me alegro mucho de haber comprado los frijoles y de haberlos preparado como manda la tradición! Y me alegro de haber pasado por Pachalum al volver de nuestra excursión a Joyabaj.


16
Sep 19

Fiesta en La Sexta y en el Obelisco

Como todos los años, me gusta celebrar la fiesta de la Independencia en La Sexta avenida, la Plaza de la Constitución y en el monumento a los Próceres (u Obelisco).  Me gusta mucho esta fiesta porque la gente la ha hecho suya.  Especlalmente la tradición de las antorchas es una expresión popular de alegría, pertenencia y libertad.

¡Antorcheros! Haz clic en la foto para ver más fotos.

La excusa  para la fiesta es celebrar a la patria; y es muy conmovedor ese patriotismo cándido que se pasa de generación en generación porque la patria es donde está enterrado tu mux.  Sospecho, empero, que en el fondo, fondo, lo que celebramos en estos días es la vida, o la simple posibilidad de celebrar.  El hecho de que se puede estar ahí, con quien uno elige para estar ahí y el hecho de que uno se puede divertir y pasarla bien.  Se vive plenamente cuando se disfruta la vida.

Me gusta ir a eso de las 5:00 p.m. al Centro a ver la llegada de las bandas escolares que enfilan hacia la Plaza de la Constitución y el paso de los antorcheros que van hacia el norte de la ciudad.  Me emociona mucho la alegría con la que participan familias enteras y gente de todas las edades.  Me conmovió una foto que envió Raúl, de antorcheros en sillas de ruedas; y una que tomé de una señora que no se perdió de la fiesta, aunque fuera en uno de aquellos muebles.

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Me enteré de que los colegios de Primaria no llegan hasta la Plaza para la ceremonia de arriar la bandera y para las escuchar las salvas de artillería; pero eso no impide que los chiquillos desfilen en la Sexta avenida, como otros estudiantes mayores.  La Sexta, por cierto estaba galana adornada con banderas; y personal de la Municipalidad hacía un buen trabajo ayudando al paso de vehículos, bandas y peatones.  Gracias a la PNC y al Ejército por proveer seguridad en el área y en el Obelisco.

Al aproximarse las 6:00 p.m. nos dirigimos a la Plaza de la Constitución y desde la desembocadura de la Sexta Avenida -casi junto a donde estaban los cañones- escuchamos las salvas de artillería.  Es muy divertido como reaccionan los niños que las oyen por primera vez; y al lado de nosotros había un grupo de adolescentes que nos hicieron reír mucho con sus reacciones.

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En la Plaza se canta el himno nacional que casi todos saben poco más, o menos; y también el himno de Centroamérica que casi nadie sabe.  En donde estábamos sólo Raúl, una señora y yo entonamos aquel himno, y mucha gente nos veía con cara de, ¿qué está cantando esta gente? Yo no soy centroamericanista; y quienes me conocen saben que yo me inclino más por las ciudades libres, que por los grandes estados-nación.  Pero hoy (y ayer) no sólo es fiesta de los chapines, sino de los centroamericanos.

Por el lugar en que estábamos no escuchamos los abucheos al Presidente; y ¿sábes qué? Los chapines deberíamos conservar la sana costumbre de abuchear a los presidentes.  Para ponerlos en su lugar, para recordarles de dónde vienen y a dónde van y que no son más que mandatarios de nosotros los mandantes.  Para recordarles que, a menos que encarnen la unidad de la nación y que se comporten com dignitas, gravitas e integritas, son prescindibles en estas celebraciones.

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Luego de las ceremonias nos quedamos un rato en la Sexta para ver el retiro de algunas de las bandas que optan por tomar esa vía. Me alegra mucho cuando el público aplaude el paso y las demostraciones que hacen las batonistas y los gastadores, por ejemplo.

Luego de pasar un buen rato sentimos que el hambre apretaba y nos fuimos a cenar: hamburguesas y Guinness. Es muy agradable caminar por la zona 1 durante fiestas como esta. Pasamos, por ejemplo, por la concha acústica en el Parque Centanario donde había una orquesta y gente bailando.  Y luego de cenar, como Panza llena, corazón contento, agarramos camino al  monumento a los Próceres donde nos esperaba la segunda parte de la fiesta.

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La celebración en el Obelisco se diferencia de las que hay en el Centro en que en el Obelisco  no hay funcionarios.  La gente llega a encender sus antorchas, a tomarse la fotos y a salir corriendo  cada quién en lo suyo, pero todos en todo, y cada quién sabe a dónde.  No hay edad para no pararla bien en esta fiesta. Llegan desde niños hasta ancianos, desde barrios cercanos al Obelisco hasta de pueblos lejanos. Es un punto de encuentro efímero, pero profundo porque de todos los que estamos allí es esta tierra.  Todos llegan en paz y con ganas de pasar buenos ratos. Todos esperan su turno, todos encuentran lo que iban buscando y todos se van en paz.  ¡Yo digo que es la fiesta de la gente!

No faltan, por supuesto docenas de ventas de tacos, gaseosas, cervezas, banderas, gorgoritos, vuvuzelas, bufandas, gorras, sombreros, máscaras, bandanas y todo eso que contribuye al espíritu celebratorio y de comunidad. La ente vende kits de antorchero y eso me da da mucho gusto.

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Antes de llegar al Obelisco caminamos por la Avenida de la Reforma en donde pasan un maral con sus antorchas.  Unos van corriendo y otros van en motos y bicicletas, unos van en buses. En el Obelisco, como en el centro,  ni la edad, ni las sillas de ruedas son obstáculos para que la gente disfrute de la fiesta.  ¿Cuándo fue la última vez que te maravillaste con cosas así en una fiesta callejera? En el Obelisco nos encontramos con mi cuata, Majo y un amigo suyo, y ahì pasamos un rato viendo como la gente goza y disfruta de la experiencia antorchera; y cuando estoy ahí pienso en lo arrogantees que se ven los que se quejan de ella, luego de participar en procesiones, manifestaciones, carreras y otras actividades similares.

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¿Sábes qué sería genial en el Centro y en el Obelisco? Que la gente no dejara tirada su basura, que con todo y todo no es desproporcionada.

Ayer, 15, también fuimos a la zona 1, esta vez en compañía de Mario.  Llegamos a ver las bandas en la Sexta, agarramos hacia la Plaza de la Constitución por la Séptima avenida y al llegar a la plaza conseguimos un lugar muy apropiado, casi al centro a sólo tres filas de la valla de seguridad.

Desde ahí vimos la ceremonia de arriar la bandera y escuchamos las salvas de artillería. Desde ahí vimos los fuegos artificiales y es la primera vez que los vemos desde tan cerca.  ¡Fue muy emocionante!  Al concluir los actos nos dirigimos a la Sexta a venida para ejercer el antiguo arte de people watching con cerveza en mano, vimos pasar varias bandas y así concluyó la fiesta.

Como el año pasado, y el pasado, y el pasado, y el pasado…quedé convidado a volver a estas fiestas en las que se celebran la libertad, lo que tenemos en común a pesar de nuestras diferencias, y la vida.

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Ojalá y el año entrante de animaras a sumarte a la fiesta.


14
Sep 19

Orquidea negra en el jardín

Esta Prostechea cochleata, casi una orquídea negra, es la flor nacional de Belice y hace unas semanas la hallé una en el jardín de la Universidad Francisco Marroquín.

Prosthechea cochleata, la orquídea negra.

Cuando me dirigía al estacionamiento la vi oculta entre los árboles y me quedé un rato admirándola.

La última vez que vi una fue en Chaculá, Huehuetenango, en el sitio arqueológico de aquella finca.  Imagínate que vas caminando entre el bosque, llegas a un montículo de piedras talladas y sobre él la orquídea negra.

De paso, el de la orquidea negra es un tema recurrente en el cine; y este encuentro, de hace un mes,  me alegró mucho.


13
Sep 19

¡Llegó el viernes 13!

El 13 de octubre de 1307, un viernes, los caballeros templarios fueron arrestados para luego ser torturados y condenados a la hoguera en una matanza espeluznante, por orden de Felipe IV en complicidad con el papa Clemente V. Desde entonces es que el viernes 13 es día de mala suerte.

Muchos caballeros templarios fueron quemados en vivos. Bibliothèque Municipale, Besançon, France. Erich Lessing/Art Resource, NY.http://de.wikipedia.org/wiki/Bild:Templars_on_Stake.jpg de:Benutzer:Lysis

¿En qué supersticiones crees?

Cuando yo era niño y en el bus del colegio, se creía que si levantabas la mano cuando pasabas bajo los puentes del tren a la altura del Centro Cívico –en el momento en el que pasaba el ferrocarril– entonces tendrías buena fortuna. Una de las supersticiones más populares, entre mis coetáneos era la de que, si te tocaba un número de boleto de camioneta, que sumara 21, eso era de buena suerte.

Claro que pasar debajo de una escalera no traería nada bueno; y el que se te atravesara un gato negro era mal augurio. Tampoco era favorable que rompieras un espejo, o que derramaras sal. ¿Has visto ajos forrados de papel celofán rojo, colgados sobre una puerta? Eso es para que te vaya bien en tus negocios. Y en casa tenemos una herradura colgada porque es divertido.

Una bien popular es la de creer que los políticos y burócratas actúan inspirados por motivaciones distintas a las de los demás seres humanos.  En consecuencia, hay gente que cree que los políticos y burócratas generalmente van a poner los intereses colectivos, antes que los suyos propios.

Hay gente que cree que los impuestos los pagan los ricos; y que los pobres no pagan tributos.  Ignoran que los impuestos -como costos- pueden ser trasladados del mismo modo en que se trasladan otras formas de extorsión; otras veces el pago –para los pobres- se materializa en falta de oportunidades de empleo ya que los impuestos desvían recursos del sector productivo, al sector improductivo de la economía.

Otra superstición popular es la de que hay que privilegiar las exportaciones; creencia que hace caso omiso de que las exportaciones pagan las importaciones y al revés.  A mayores exportaciones, también mayores importaciones y que si se reducen las importaciones (sobre todo de bienes de capital) no se puede exportar.

¿En qué supersticiones crees?

Columna publicada en elPeriódico.


12
Sep 19

Excursión a Joyabaj V, el retorno

¡Llegó el día que uno no quiere que llegue!  Es hora de dejar Joyabaj, pero no sin ganas de volver…¡y con qué ganas nos hubiéramos quedado a celebrar La octava.

La octava, según nos contaron es la fiesta que cierra el ciclo de la feria de Joyabaj.  Ocurre quince días después del 15 de agosto y es otro fiestón.  En esa ocasión es que son quemados los toritos impresionantes que había en la plaza durante los días 14 y 15 de agosto.

Quebrada honda y sus piedras características. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Luego de desayunar, cargar el equipaje y pasar carga de la batería de un carro, a la del otro nos separamos.  Lissa, Rachel y Andrew (que no quiso arriesgarse a volver con Raúl y yo para no pasar 11 horas en la carretera, ja ja ja) se quedaron en Joyabaj para tratar de comprar una máscara que habían visto el día anterior.  Raúl y yo agarramos camino rumbo a Pachalúm, con la intención de pasar por Mixco Viejo y San Juan Sacatepequez para volver a la ciudad de Guatemala.

En el camino encontramos dos cosas particularmente agradables: El río Quebrada honda que es como de tarjeta postal. Sus pequeñas caídas de agua, su sinuosidad, sus piedras características y flores hermosas, nos llamaron la atención inmediatamente así que nos detuvimos un rato para disfrutar del lugar y del momento, así como para encaramarnos en las piedras y tomar fotos.  Poco antes, pasamos por otro lugar que vale la pena mencionar.  Un paraje en el que había letreros que decían: No tires basura, te estamos viendo.  Me pareció buena idea que la gente cuide esos paisajes hermosos y que cuide su entorno.  Me pareció una lástima que no hubiera ese cuidado, por ejemplo, en otro lugar encantador como los altares de cuarzo, por ejemplo.

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De cualquier manera, el retorno resultaba muy agradable; incluso cuando llegamos al imponente río Motagua donde el tramo carretero está en construcción y hay que desviarse.  No tuvimos que esperar mucho y fue una experiencia.  Ahí vimos un árbol hermoso de tamarindos y como nos gusta mucho el refresco de esa fruta uno no puede resistir la tentación de admirarlo y fotografiarlo. Recordamos que en Choacorral también habíamos visto tamarindales.

Disgresión para hablar de tamarindo y gin

Eso me recordó una historia de mi adolescencia.  Cuando estaba en Segundo de bachillerato, mi colegio, el Liceo Minerva estaba ubicado en la Primera avenida y 3a. calle de la zona 9 y la parada de la camioneta 2, que me  llevaba de ahí a Ciudad Nueva, en la zona 2 estaba sobre la Avenida de la Reforma y 3a. calle.  Mi amigo, Ricardo, que vivía en la 8a. avenida y 15 calle de la zona 1 tomaba esa misma camioneta y ambos caminabamos juntos hacia la parada.

En el camino fumábamos sendos cigarrillos mientras conversabamos y un día se nos ocurrió que, siendo que mi padre y su padre tenían buenos bares en casa, podríamos probar distintos licores cada día.  La idea era que cada día uno de nosotros trajera algo distinto (en un pequeño frasco de no más de un jigger) y así probaríamos nuevos licores mientras fumábamos un cigarrillo y caminábamos a esperar la camioneta. Y francamente fue muy educativo el experimento que duró varias semanas.

La cosa es que un día yo llevé ginebra; que no es agradable tomar sola.  Ricardo me preguntó que qué refresco había llevado al colegio y si me había sobrado.  Ese día yo había llevado refresco de tamarindo y si, había sobrado.  Le añadimos la ginebra al refresco y ¡Voilá! Riquísimo. Así que te recomiendo que, en días de calor y si te gustan la ginebra y el refresco de tamarindo, pruebes esta bebida bien helada.

Fin de la disgrasión y de vuelta a la carretera

De vuelta a la carretera llegamos a Pachalum y cómo no detenernos e ir a pasear al mercado.  Eso hicimos y compramos una bolsa de pinol del lugar.  La señora que nos lo vendió nos sugirió hacer pollo y mezclar el pinol con caldo y un sofrito de tomates y cebollas.  Días después hicimos el platillo recomendado y de verdad es algo muy sabroso.  En Pachalum también compramos frijoles blancos.  Ya hacía meses que, en casa, teníamos antojo de hacer frijoles blancos con espinazo, plato que también preparamos y a mí me hizo viajar en el tiempo.

Luego de dejar Pachalum pasamos por Mixco Viejo o Chuwa nim abaj.   No nos detuvimos porque el cansancio ya estaba pasando su factura; y luego me arrepentí de no haber pasado ni siquiera un momento.  De ahí llegamos a San Juan Sacatepequez y a San Pedro Sacatepequez donde uno se encuentra con ese tráfico fastidioso de las poblaciones y con obstáculos que te hacen perder tiempo.

Con todo y todo llegamos sanos y salvos a la ciudad de Guatemala, bajo la lluvia y felices y contentos.  No sólo por todo lo que conocimos y aprendimos en Joyabaj y sus inmediaciones, con las fiestas y la gente encantadora con la que nos encontramos.  Sino luego de cinco días entre amigos queridos en un road trip enriquecedor, memorable y algo alucinante.

 


11
Sep 19

Hace 18 años y no olvidamos: 9/11

En recuerdo de las víctimas de los atentados islamistas del 11 de septiembre de 2001; y porque occidente ha fracasado no sólo en detener la jihad, sino en enfrentar filosóficamente el totalitarismo islámico, detengámonos hoy, un momento.

La foto la tomé de Facebook.

Actos de terrorismo como el que recordamos hoy son posibles debido a  la prevalencia de ideas filosóficas irracionales en la ética, la educación, en los medios de comunicación, en las redes sociales, en el arte y en la política.  Ideas que les permiten a muchos y ciertamente les permiten a los lideres políticos e intelectuales de occidente evadir la naturaleza del totalitarismo islámico.

¡Por supuesto que el recuerdo es importante!; pero también lo es la tarea pendiente de  identificar una filosofía racional que nos permita asegurar los derechos a la vida, a la libertad, a la propiedad y a la búsqueda de la felicidad.

La foto la tomé de Facebook.

Hoy es un día propicio para recordar lo que Ayn Rand escribió sobre esa gran ciudad que es Nueva York y lo que significa: Daría la mejor puesta de sol del mundo por una vista del horizonte de Nueva York. Particularmente cuando uno no puede ver los detalles. Solo las formas. Las formas y el pensamiento que las hizo. El cielo sobre Nueva York y la voluntad del hombre se hicieron visibles. ¿Qué otra religión necesitamos? Y luego la gente me cuenta acerca de las peregrinaciones a alguna pestola húmeda en una jungla donde van a rendir homenaje a un templo en ruinas, a un monstruo de piedra con una barriga, creado por un salvaje leproso. ¿Lo que quieren ver es belleza y genio? ¿Buscan un sentido de lo sublime? Déjenlos venir a Nueva York, pararse en la orilla del Hudson, mirar y arrodillarse. Cuando veo la ciudad desde mi ventana, no, no siento lo pequeña que soy, pero siento que si una guerra llegara a amenazar esto, me arrojaría al espacio, sobre la ciudad, y protegería estos edificios con mi cuerpo.

Si te interesa el tema te recomiendo Failing to Confront Islamic Totalitarism, por Onkar Ghate y Elan Journo; y Winning the Unwinnable War, por Elan Journo.


10
Sep 19

Pinol de Pachalum

Pollo con pinol de Pachalum, Quiché,  acompañado por buen arroz y buen aguacate. ¡Que delicia!

Pollo con pinol de Pachalúm, Quiché.

La historia es que, cuando regresamos de Joyabaj lo hicimos por Pachalum (como era el plan original de ida). Para hacer honor a la tradición nos paramos en el mercado y compramos una bolsa de pinol. La señora que nos lo vendió nos dijo que sólo se añadía al caldo de pollo con recado y ¡Ya!  Hace unos días asé tomates, cebollas y ajos, hice un recado y se lo añadí al caldo de pollo según las instrucciones…y salió delicioso, pero delicioso el pollo en pinol.

Yo ya había comido el pinol de San Juan Sacatepequez, preparado por las manos virtuosas de doña Olga Chajón; y aunque también es delicioso, es distinto al de Pachalúm.  El de San Juan es más delicado, en tanto que el de Pachalum me recordó -alguito- al ras-al-hanout.

De cualquier manera, me gocé mucho el pollo con pinol de Pachalum y si alguna vez andas por ahí te recomiendo que compres una bolsita.  En ese mercado también compramos frijoles blancos que luego te cuento cómo nos quedaron en casa.


09
Sep 19

Excursión a Joyabaj IV, Choacorral y Pachilip II

Luego de un rico amanecer en Joyabaj salimos del hotel para encontrarnos con la plaza totalmente transformada.  Porque era sábado, ahora era un intenso mercado.  Ya no estaba nítida y despejada; y tampoco era el escenario de una fiestón, sino mercado enorme y alegre.

Dimos un recorrido por el mismo y Rachel compró algo de alfarería; yo estuve asi de cerca de comprar unos cortes tradicionales del lugar y unos camarones secos que se veían hermosos y muy frescos y que a mí me gusta preparar con arroz.  En fin…resistí a la tentación y volvimos a la Posada de don Guillermo para aprestarnos a la exploración del día.

Mercado en Joyabaj. Haz clic en la foto para ver más fotos.

Agarramos camino para la finca Choacorral porque tiene fama de ser hermosa y…en efecto, su entorno que mira hacia la sierra de Chuacús y sus edificaciones antiguas hacen de ella un lugar encantador.  Luis nos recibió muy atentamente y nos dio un recorrido por el lugar mientras nos contaba su azarosa historia que se remonta a la época virreinal y que pasa por el enfrentamiento armado con la guerrilla. El lugar es como de novela y parece que el tiempo se hubiera detenido en sus rincones, en sus muros, en sus jardines y en sus corredores.  Hay, por ejemplo, un silo de 1914, un horno de igloo, doña Isidora estaba calentando agua en el poyo.  Uno anda por el corredor y tiene la impresión de que en algún momento se va a encontrar con Francisco Morazán, con Tata Lapo, o con Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios. Tiene la impresión de que debe hablar quedito para no despertar de su siesta a Francisco Marroquin, o a Manuel Estrada Cabrera.

Cerca de ahí hay una formación de enormes rocas de cuarzo, rodeadas de un bosque con musgo español o barbas de viejo.  Es un lugar sagrado y no sorprende por qué.  El cuarzo y el bosque proveen el ambiente perfecto para el misticismo que atrae gente al lugar.  No estábamos más que nosotros, los cinco exploradores, y el silencio en el área -interrumpido por un par de camiones y por tres personas que acarreaban leña- contribuía a esa paz que uno siente cuando se halla en medio de la naturaleza (y esta no está tronando, o algo parecido).  Entre las piedras hay señales de que ahí se hace costumbre, de modo que uno anda con cuidado para no estropear algo.

La misión de ese día, sin embargo, era la de visitar a don Antonio Jucúm en Pachilip II.  ¿Por qué? Porque tiene fama de ser un hombre sabio y por su relación con San Simón.  Llegamos a la casa de don Antonio, sin anunciarnos, y fuimos amablemente recibidos por él y por su esposa, doña Josefa que nos animaba a hacerle preguntas y a conversar con confianza.

Don Antonio y doña Josefa nos llevaron a visitar a su San Simón y nos contaron historias acerca de la importancia de ese personaje.  Y ahí nos agarró uno de esos aguaceros del campo, de esos en los que uno siente que toda el agua, de todo el universo está cayendo ahí y en ese momento.  Entonces me acordé de la sequía en Canillá y de las milpas amarillas y desee mucho que lloviera así en aquella población. El torrente alargó nuestra visita y sospecho que puso a prueba la paciencia de nuestros anfitriones.

Cuando escampó decidimos volver a Joyabaj, en parte porque estabamos cansados y en parte porque, por algún motivo no teníamos un plan.  Y estábamos cansados, ah, ya había mencionado eso.

Al llegar a Joyabaj le quemamos la canilla La hacienda de los Panchos y lo lamentamos mucho, mucho. Luego de comer hice una de esas siestas en las que uno ensaya la muerte y, a las siete nos juntamos para cenar y para hacer el debriefing.  ¿Sábes?  Con esa sensación que te invade cuando te cae el 20 de que esa es tu última noche en un lugar que será memorable y al que no es difícil agarrarle cariño.

Al día siguiente, el domingo, agarraríamos camino de vuelta a Guatemala y el plan fue el de hacerlo vía Pachalúm, Mixco Viejo y San Juan Sacatepéquez.  ¡Así que a dormir!


08
Sep 19

Adiós a Camilo Sesto

¿Vas a creer que en mi playlist sólo tengo tres canciones de Camilo Sesto? Algo de mí, Decir te quiero y Vivir así es morir de amor. Digo que por un lado es raro porque Camilo Sesto y los años 70 son inseparables; mi vida en los años 70 debe haber estado -en buena parte- amenizada por sus cancionesPero, por otro lado…sólo tengo tres canciones de él en mi playlist.

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Camilo Sesto tuvo una voz prodigiosa y su producción musical abundante y significativa forma parte de los clásicos del pop en español.

¿Sábes que hay un chiste basado en una de sus canciones?  Es el siguiente:

-¿Qué le dijo el ataúd al cadáver?

-Que no me falte tu cuerpo, jamás.

Adiós, Camilo Sesto.