07
Feb 25

Basura reciclada, farsa reciclada

 

Tres recipientes para los desechos vas a tener en tu casa a partir del martes próximo, para cumplir con la legislación de gestión integral de residuos y desechos sólidos comunes. En uno vas a poner la basura orgánica, en otro los desechos reciclables y en otro los no reciclables. Originalmente, la legislación estipulaba siete recipientes para siete categorías; pero, finalmente, quedó en tres.

¡Me muero de ganas por ver cómo va a funcionar esto en lugares donde se suele tirar la basura al río o al barranco!

Tiradero de basura en el Puente Los Esclavos.

Sospecho que lo que va a pasar en casas, edificios, colonias y condominios es que uno va a poner las cáscaras de banano, los vasos plásticos y el duropor en tres recipientes distintos, para luego poner aquella basura en tres bolsas distintas que van a parar al mismo camioncito.

Pasará con la basura lo mismo que ocurre con el agua. El agua es procesada en los edificios, por ejemplo, y luego va a parar al mismo caudal que lleva el agua contaminada que viene de poco más arriba.

Para que sepas, la separación de lo reciclable y valioso de lo no reciclable y sin valor alguno ya la hacen los muchachos en los camiones; y también la hacen los guajeros en los barrancos mal llamados rellenos sanitarios. ¿Por qué? Porque nada que tiene valor se desperdicia si hay mercado.

Yours truly con Penn & Teller en Las Vegas.

Si antes usabas una bolsa de basura para poner los desechos que luego son clasificados en el camión o en el “relleno”, ahora usarás tres bolsas. ¿Viste? ¿Te fijaste? Se multiplicará por tres el uso de bolsas plásticas. No sólo habrá más bolsas entre la basura, sino que tu gasto por ese rubro se va a elevar.

Este es el momento para preguntar: esa gente que no paga por bolsas y tira su basura donde sea, ¿cómo va a ser monitoreada para que ahora compre bolsas? ¿La gente que no paga recolección de basura? ¿Cómo van a monitorear que lo pague? Si hay multas por no clasificar la basura en la casa y en la oficina, ¿se van a multiplicar las bolsas de basura dejadas en predios, calles o barrancos? Va a estar chistoso el reciclaje en las ferias a lo largo y ancho del país.

Con la nueva legislación, ¿cómo se van a modificar los tratos entre los que recogen la basura en las casas y oficinas y los guajeros, ahora que a estos últimos les llegará la basura medianamente clasificada? ¿Cómo se va a modificar el “bisne” que tienen algunas municipalidades con la venta de licencias?

Yours Truly con John Stossel frente a Atlas Libertas en la UFM.

En su programa Penn & Teller: Bullshit!, aquellos comediantes pusieron en evidencia lo absurdo de la mentalidad recicladora, no en un pueblecito perdido de Guatemala, sino en una gran ciudad gringa. Mediante una prueba para la televisión, pusieron a personas a clasificar basura en nueve recipientes con nueve criterios; y, ¿sabes qué pasó? Los participantes se pegaron unas confundidas monumentales. Es muy chistoso cómo la gente se presta al disparate sin cuestionar el valor de este. Si le dices a la gente que así se hace en Japón, la gente no duda en hacerlo, aunque sea ilógico.

El periodista John Stossel, en uno de sus programas célebres, dice que el reciclaje hace que las personas se sientan bien y que se eleven moralmente sobre los demás; y que es una forma de religión. Empero, Holly Fretwell, experta del Property and Environment Research Center, explica que no todo reciclaje es bueno y que muchas formas de reciclaje tienen costos tan elevados (en términos financieros y en términos de uso de otros recursos, como energía) que superan los supuestos beneficios.

Stossel y Fretwell coinciden con Penn & Teller en que muchas formas de reciclaje son engaños. Si esto ocurre en un país industrializado, con gente mayoritariamente educada y con autoridades relativamente responsables, ¿qué ocurrirá en otras latitudes?

Este es el problema de las soluciones diseñadas en escritorios y vendidas como panaceas: se imponen sin medir sus consecuencias reales, sin entender las dinámicas del mercado, ni la cultura de la gente. Al final, la basura seguirá en el mismo lugar, pero ahora habrá más bolsas, más costos y más burocracia. ¿Y el ambiente? Bien, gracias.

Columna publicada en República.


24
Ene 25

Bola de socialistas

 

Filosóficamente el espectro político no se divide entre derecha e izquierda porque esas palabras son palabras comadreja. Basado en la creencia de que las comadrejas pueden vaciar un huevo sin romper la cáscara, dando la apariencia de que es un huevo bueno, Friedrich A. Hayek explicó que las palabras comadreja son vacías, pero aparentan tener contenido. Filosóficamente el espectro político se divide entre individualismo y colectivismo.

Desde las perspectivas colectivista, estatista, e intervencionista, los socialismos son la misma cosa. La ilustración la tomé de Facebook.

De acuerdo con el individualismo, toda persona humana individual tiene derechos individuales que nadie —y ningún grupo— tiene la facultad de violar (independientemente de su sexo, etnia, religión, estamento o nacionalidad, por ejemplo). Para el individualismo, los derechos individuales prevalecen sobre los intereses colectivos. En ninguna circunstancia deben ser violados, ni siquiera para el bien de colectivo alguno, por grande que este sea.

Según el colectivismo, los grupos humanos (sexuales, étnicos, religiosos, de clase o nacionales, por ejemplo) tienen supuestos derechos que ningún individuo tiene derecho a obstaculizar, sobre todo cuando esos supuestos derechos benefician a ese grupo en particular. Para el colectivismo, los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales.

Los colectivistas más relevantes en el siglo XXI son los socialistas de todos los colores. Los nacionalsocialistas (de Hitler) y los fascistas (de Mussolini) se distinguieron por su colectivismo de carácter étnico y nacionalista. Los socialistas científicos (de Marx y Engels) se apoyaron en la clase social (la de los proletarios) que haría la revolución; y cuando esa parte de su edificio ideológico se desplomó (cosa que advirtió Eduard Bernstein, el albacea de Marx y Engels), hubo que superar a aquel par. Bernstein se unió al Partido Social Democrático de los Trabajadores y abandonó los ideales revolucionarios.

Estos ideales revolucionarios fueron rescatados por Lenin con el concepto de la vanguardia del proletariado (porque el proletariado ni se había depauperizado ni estaba interesado en revolución alguna) y por Mao, que volteó sus ojos hacia el campesinado (porque en China no había proletariado). De los socialistas utópicos no hablamos porque no fueron relevantes en el largo plazo.

La Escuela de Fráncfort sacó el pecho de forma ingeniosa y abandonó la científica lucha de clases (que hacía aguas por todas partes) e ideó la lucha entre oprimidos y opresores, lucha que era mucho más versátil que la del socialismo científico. Es tan versátil que, en pleno siglo XXI, da para incluir al clima, a los animales y hasta los géneros inventados.

El ideal socialista sobrevivió a sus desbarajustes por medio de corrientes que se ampararon en la democracia (el gobierno de la mayoría). Tal es el caso del socialismo democrático o socialdemocracia. A algunos teóricos les gusta hacer como si aquellos conceptos son diferentes; pero hacen malabares. Los socialistas democráticos rechazan los métodos violentos de los socialistas científicos, les gusta llegar al poder mediante el voto popular y, una vez en el poder, suelen modificar las reglas para crear clientelas electorales que dependan del presupuesto del estado y que, por lo tanto, sean votantes casi incondicionales.

El socialismo democrático es internacionalista, y los partidos de esa persuasión suelen estar agrupados en la Internacional Socialista o la Internacional Progresista, grupos que acogen bien a los socialdemócratas. El socialismo democrático es estatista e intervencionista. Como sus colegas de arriba, estiman que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los derechos individuales.

Los socialdemócratas también, y también son estatistas e intervencionistas. Hay quienes dicen que la socialdemocracia es más compatible con el capitalismo que el socialismo democrático; pero capitalismo, socialdemocracia y socialismo democrático son excluyentes. ¿Por qué? Porque no puede haber capitalismo sin respeto absoluto a los derechos individuales, ¡sobre todo frente a los intereses colectivos! Como sus pares de arriba, los socialdemócratas se basan en la justicia social (que es la negación de la justicia, por ser redistributiva) y en la equidad (que es la negación de la igualdad de todos ante la ley, por igualitarista). El hecho de que las socialdemocracias toleren la propiedad y las empresas privadas (para ordeñarlas) no las hace compatibles con el capitalismo.

No es un detalle de fondo ni de importancia, pero sí es una curiosidad: a los comunistas se les dice rojos (como a la China roja), Bandiera rossa es un himno de los comunistas y socialistas italianos, roja es la bandera del socialismo democrático y roja es la rosa de la socialdemocracia.

No hemos mencionado al socialcristianismo, que es una corriente política que participa de los principios del socialismo democrático o socialdemocracia y del cristianismo. Para esta corriente, el capitalismo es una forma de idolatría enraizada en la codicia y la avaricia, del mismo modo que para otros socialistas, como los agrupados en la Internacional Progresista, el capitalismo es un virus que hay que erradicar (a menos que se lo pueda ordeñar).

https://newmedia.ufm.edu/video/leccion-inaugural-2022-marxism-and-the-intellectuals/

Cuando los distintos socialistas discuten a qué corriente pertenecen y por qué son diferentes de sus iguales, me acuerdo de aquel meme en el que tres hombres araña se señalan unos a otros porque son la même chose, como diría mi abuela. Son las antípodas del capitalismo, y del capitalismo sus columnas son el respeto absoluto a los derechos individuales de todos, la igualdad de todos ante la ley y el respeto al principio de no agresión.

Columna publicada en República.


17
Ene 25

Explora Tikal con ojos de niño

 

Los tres eventos que me fascinaron con los antiguos mayas fueron una visita que hice a Iximché, cuando estaba en cuarto grado de primaria; la visita que hice -con mi padre- al Museo Nacional de Arqueología y Etnología uno, o dos años antes; y mi primera visita a Tikal cuando estaba en segundo año de Básicos. Aquellas experiencias despertaron en mí un asombro que sigue vigente.

Haz clic en la foto para comprar Las aventuras de Yaxun B´alam.

Por eso me encanta haber leído Las aventuras de Yaxun B’alam en las tierras mayas, por Sylvia Valiente; obra ilustrada por Lila Ramírez. Este libro está pensado para niños, pero también es una bonita forma de iniciarse en la exploración de la cultura maya del período clásico, tenga uno la edad que tenga.

Primero porque tiene historias bien contadas, ¿y quién puede resistirse a historias bien contadas? Segundo porque las ilustraciones y las actividades manuales que trae la obra, cuando no son educativas, son relajantes. Tercero porque de verdad dan ganas de acompañar a Yaxun en sus aventuras. Cuarto porque tiene contenido multimedia.

Cuando eres niño y Yaxún B’alam te lleva por El Baúl y Kaminaljuyú -para luego dirigirse a Quiriguá y adentrarse en la selva rumbo a Yaxhá, Tikal, San Bartolo y El Mirador- te da la oportunidad de explorar un mundo que no conoces. Yaxún te anima a leer más y a ampliar conocimientos para descubrir lo fascinante de los mayas que vivieron en aquellas ciudades.

Lo importante de estas meditaciones es que cuando uno es niño las ventanas para maravillarse están todas abiertas; y cuando uno es niño puede maravillarse con casi todo: deportes, música, personas, libros, lugares, cuadros, comidas y culturas.

Luego de aquella mi primera visita a Iximché, recuerdo que fui a Panajachel como tantas veces y compré unas piecesitas de barro supuestamente mayas en una tienda de antigüedades con dinero que me había dado mi bisabuela, Mami. Cuando se las mostré a ella, me dijo que no gastara mi dinero en esas cosas porque seguramente eran falsas. Acto seguido sacó de su armario una cabeza de barro y me la obsequió después de decirme: Esta tal vez es de verdad. Desde entonces atesoro esa pieza.

Mi mamá y mi hermana disfrutaron el libro porque, si bien es una obra introductoria, no es una obra humilde. Con talento y con la ayuda de Yaxún B’alam e Iki (el búho), el lector con algo de espíritu de niño encuentra motivos para interesarse en el cacao y en el jade; así como en la numeración, en la asombrosa escritura maya y en los calendarios. ¡Adivina quién le dio voz a Iki y quién es el de la cerbatana en el vídeo de abajoi!

Si mi primer contacto con la cultura maya fuera Las aventuras de Yaxun B’alam, a cualquier edad me moriría de ganas de visitar Tikal, o por lo menos de ir a hacer un picnic en Iximché, o en Chuwa Nim Abaj e imaginar que soy un viajero en el tiempo. Eso sí… inmune a la captura para el sacrificio.

@luisficarpediem

Este libro, de Sylvia Valiente, está pensado para niños, pero también es una bonita forma de iniciarse en la exploración de la cultura maya del período clásico, tenga uno la edad que tenga #mayas #libro #arqueologia #historia #luisfi61 #yaxunbalam #sylviavaliente #literatura

♬ Keyboard_typing sound(894890) – keiichiro Akamine

El niño que hay en mí siempre se ha embobado un poco con la cabeza que me dio Mami y, como a veces ese chiquillo me hace jugarretas, ahora me gusta pensar que Yaxún B’alam se la obsequió a mi bisabuela. Y me dan más ganas de leer sobre las novedades y los descubrimientos más recientes en sitios arqueológicos enigmáticos.

Columna publicada en República.


10
Ene 25

Costos del caos vial

 

Nueva York es la primera ciudad gringa en establecer un sistema de cobro para conductores que quieran hacer uso de las calles con sus vehículos; se aplica a ciertas partes de Manhattan y la tasa es de US$9, que equivale a unos Q70.

Pero no es la única ciudad del mundo que cobra por circular. Singapur lo hace ¡desde hace 40 años! Oslo y Estocolmo tienen cobros desde 1990. Milán y Ámsterdam les cobran a los vehículos de acuerdo con la contaminación que generan. Londres ha ido ampliando el cobro desde 2003.

La ciudad de Nueva York cobrará un arbitrio por usar calles de Manhattan. La foto la tomé de X.

En la mayoría de ciudades, el cobro es por motivos ambientales; pero también puede ayudar a resolver el más básico problema de congestionamiento, como ocurre en la ciudad de Guatemala. Por un lado, el precio sirve para invitar a los conductores a hacer un uso más racional del recurso de las calles y evitar el desperdicio. Por otro lado, la tasa o arbitrio puede ser una fuente de ingresos para mejorar la calidad de las calles e incluso la del transporte colectivo si es que se insiste en seguir con la necedad de que dicho transporte sea estatizado. Sin embargo, lo ideal sería que fuera liberada la provisión de aquel tipo de transporte para que la creatividad empresarial buscara soluciones, en vez de encargársela a la burocrácia y la política anquilosadas.

Es cierto que el cobro puede enfrentar oposición, especialmente entre grupos que suelen estar a la búsqueda de cualquier oportunidad para la violencia. Pero en Guatemala esos grupos ahora están orbitando el poder, así que están bastante menos intensos. Además, ¿es posible confiar en que los beneficios para la calidad del aire y para el tráfico pudieran disuadir a la oposición irracional?

El 12 de diciembre pasado tardé 80 minutos en avanzar desde mi casa al Obelisco, que son solo 16 cuadras; ¡eso es cinco minutos por cuadra! El martes y miércoles pasados, los atascos en la 20 calle de la zona 10 fueron apocalípticos en la tarde/noche. ¿Viste la foto que circuló hace poco del mar de motocicletas en Ciudad Quetzal? Si yo estuve a punto de perder la paciencia en diciembre, ¿cómo será pasar por experiencias así casi todos los días?

Esos niveles de atascos tienen costos que la gente paga, pero no está consciente de que los paga. El tiempo de uso de los vehículos se multiplica y, con esa multiplicación, se elevan los costos. Las entregas se hacen más difíciles y caras. La calidad del aire se deteriora. Costos, costos, costos; pero sospecho que eso no es nada comparado con los costos emocionales del tráfico. ¿Cómo será pasar una hora, o dos en un tráfico que no avanza después de una jornada laboral? ¿Cómo será pasar ese tiempo de pie en una camioneta atiborrada? ¿Cuánto tiempo falta para que la crispación que genera el tráfico produzca incidentes violentos horribles? ¿Cuánto vale la hora extra que pasas en el tráfico en vez de pasarla con tus hijos? Costos, costos, costos.

Tráfico cualquiera en la ciudad de Guatemala.

Si las autoridades dejaran de jugar al hechicero -como Mickey Mouse en Fantasía– en aquellas condiciones los precios para el uso de las calles, acompañados por una liberalización del transporte colectivo, pueden ofrecer soluciones relativamente rápidas y eficientes para el sufrimiento costoso que viven miles y miles de personas todos los días.

Columna publicada en República.


03
Ene 25

Virgen de la Pólvora y fiesta

 

Este día no volverá jamás, y quien no lo saboree, lo beba y lo olfatee, jamás volverá a encontrarlo en toda la eternidad. El sol no brillará nunca como lo hace hoy… haz tu parte: canta una canción, la mejor que hayas cantado, escribió Hermann Hesse; y la frase viene como anillo al dedo para mi primera columna del 2025, porque te voy a contar sobre el rezado de la Virgen de la Pólvora.

Lo niños conservarán las tradiciones de los toritos y los fuegos artificiales.

¡A que no sabías que hay una Virgen de la Pólvora!… y a que no te extraña que en Guatemala, la tierra del incienso y de la pólvora, salga en procesión.

Durante 63 años viví convencido de que el 1 de enero era un día de silencio y sin tráfico, uno de levantarse tarde y con hueva; y uno de goma —cuando ese era el precio de divertirse como mico—. Jamás me imaginé que en un mundo completamente distinto, ¿o fue en una dimensión distinta?, se celebra una de las fiestas populares y callejeras más espectaculares que he visto.

El landa llevaba al dragón de siete cabezas.

El miércoles en la noche la vivimos en el barrio de San Gaspar (a un costado del Teatro Nacional) y luego hacia la 1ª avenida y 23/24 calle… por ay. A la procesión la acompañan sendas tropas de diablos y arcángeles que, cruzando machetes, escenifican la lucha del bien contra el mal. Pero lo más espectacular —como no puedes imaginarte— es la cantidad de pólvora que precede al cortejo.

Entre la pirotécnia espectacular, diablos y arcáneles libraron la batalla del bien contra el mal.

A lo largo del recorrido hay metros y metros de ametralladoras, muchas de ellas trenzadas y aderezadas con bombas. Hay miles de cajas de fuegos artificiales que iluminan con colores la noche. En la cuadra donde nos apostamos para ver el paso del anda, esta se detuvo cerca de una hora porque fueron quemados cinco toritos y una cortina. Una cortina es un despliegue de fuegos artificiales que tiene palabras que se iluminan. ¡Ni en Joyabaj, para la fiesta de la Asunción, vi tanta, tanta, tanta pólvora!

También impresiona la música de la banda, que no solo es alegre como la que suele acompañar a las procesiones festivas. Son canciones dedicadas a la mujer amada y admirada, e incluso de despecho. La mayor parte de ellas podrían parecer inapropiadas para algún meapilas; pero desde la perspectiva popular, son canciones bien enraizadas en el folclore, como Perfume de gardenias, o El Superman.

A lo largo del recorrido, personas lanzan obsequios a las multitudes.

Como son barrios donde vive gente, las personas salen de sus casas y le dan la bienvenida al cortejo con todo. ¡Por supuesto que queman pólvora! Pero también sacan bocinonas con musicón. En algunas casas regalan cosas a la multitud. Por ejemplo, en una vimos cómo tiraban ponchitos y en otra vimos que obsequiaban tamales. Eso ocurre a todo lo largo del cortejo, y no faltaban quienes bailaban en las calles.

¿Qué te digo del anda? Sobre ella iban la Virgen de la Pólvora, un arcángel y un dragón con siete cabezas de acuerdo con la iconografía tradicional. ¡Pero en los dientes filudos del dragón se veía la saliva! ¡La espuma y el color del mar casi que olían a sal!

https://www.tiktok.com/@luisficarpediem/video/7455369895476219142

Yo hubiera seguido hasta quién sabe qué hora, pero el frío empezó a calar y volví a casa. En esta dimensión —en la que estamos tú y yo ahora— y desde mi balcón la noche estaba serena, oscura, tranquila, dulce y gentil; pero en lontananza y en la profundidad de la ciudad, en la otra dimensión, se escuchaban los fuegos artificiales (que no se veían por la distancia y los edificios). Por unos segundos me pregunté si lo que había vivido hacía solo 20 minutos no había sido un sueño. Pero afortunadamente no lo fue. Fueron Guatemala y los chapines. Tierra de contrastes y de gente que sabe saborear, beber y olfatear la vida, y sabe que un día como hoy no le será vuelto a ofrecer jamás. Guate es una tierra de fiestas constantes y estoy seguro de que no hay tiempo suficiente para vivirlas todas.

Gracias a mis amigos Sergio y William por cambiar para siempre mi primero de enero; y gracias a los jóvenes —del Don Bosco— que hacen posible esta fiesta en calles y barrios antiguos.

Columna publicada en República.


28
Dic 24

Bromas, chebos e inocentadas

 

Inocente no es exactamente sinónimo de chebo; pero es una persona fácil de engañar, especialmente si es porque es confiada. En Guatemala, hoy se celebra el Día de los inocentes.

El día suele ser festejado con bromas y engaños en los que uno cae, precisamente por confiado, aunque a veces por baboso. Cuando yo era niño y adolescente recuerdo que los periódicos publicaban titulares engañosos y, si uno no estaba consciente de la fecha, bien podía ser engañado por lo que leía.

La masacre de los inocentes. Cornelis van Haarlem, Dominio público, via Wikimedia Commons.

Mi padre, cuyo cumpleaños era el 1 de abril (que es el April Fool’s Day en los Estados Unidos, el equivalente del Día de los inocentes), gozaba esta fecha. Recuerdo que un año llamó para avisarnos, a mis hermanos y a mí, que alguien nos había enviado regalos navideños a su oficina y que el mensajero llegaría con ellos en cualquier momento. Así que nos tuvo a los cuatro —toda la mañana— esperando ansiosamente, exactamente como espera uno cuando es niño. Por supuesto que los regalos no llegaron y él se divirtió mucho cuando llegó a almorzar y nos encontró más inquietos que de costumbre.

Hay bromas clásicas como la de llamar a alguien que uno sabe que no está disponible y dejar el mensaje de que lo había llamado el señor León. ¿Cuál era la gracia? Dejar el número de teléfono del zoológico para que la víctima de la broma le respondiera la supuesta llamada al señor león.

Mi favorita de todos los tiempos fue la de publicar un anuncio en el periódico que decía: Se compran árbolesde Navidad usados. Se pagan Q X por pie. Lleve el suyo a la dirección XX. El truco era poner un precio tan atractivo por pie que incentivara a las víctimas potenciales a desarmar su árbol y llevarlo. Dos víctimas había: el que llevaba el árbol y el de la casa a la que iban a depositar arbolitos secos.

A las bromas del Día de los inocentes se les llama inocentadas, y las hay complejas, como la de los arbolitos, o sencillas, como la de cambiar el azúcar por la sal a la hora del desayuno, y la de cambiar las horas de los relojes. Esta última era especialmente buena al momento de ver a la víctima correr como desesperada porque iba tarde al trabajo, o a lo que fuera.

¿Cuál es la frase tradicional para cuando las víctimas han caído en el engaño? ¡Por inocente!

La otra masacre de jóvenes inocentes.

Hay, sin embargo, inocentadas muy crueles.

El salario mínimo es una de ellas. Como lo que se ve es un alza en el salario nominal, para quienes tienen la suerte de tener trabajo, los inocentes, chebos y confiados creen que es una buena medida. Sin embargo, la inocentada está en lo que no se ve. El salario mínimo encarece los puestos de trabajo para quienes no tienen empleo; para los jóvenes sin experiencia, que buscan un primer trabajo; y para los mayores que ya no son suficientemente productivos. El salario mínimo encarece los puestos de trabajo y, en los sectores más vulnerables —que son las empresas pequeñas y medianas, así como las que pasan por malos momentos—, genera recortes de personal. Como el alza de salarios no es consecuencia de mayor productividad, sino que es una imposición política, los nuevos salarios nominales empujan hacia arriba los precios y ¡por inocentes! el valor de salarios reales cae.

Columna publicada en República.


20
Dic 24

Camino de diciembre

 

El último viaje de mi abuelo, Luis, fue en compañía de mi abuela, Frances, porque acompañaron a sus amigos Güicho y Tenchita a comprar un auto en Houston y volvieron con el vehículo a lo largo de México. Vi imágenes de ese último viaje porque he estado viendo películas que filmaba mi abuelo. Y pensé que demasiadas veces, durante un viaje, nos enfocamos mucho en el destino y nos arriesgamos a perder de vista lo maravilloso del camino.

Además lo pensé en el contexto de las fiestas de fin de año. ¿Por qué? Porque he oído frases como: ¡Tanto preparativo para una noche y todo se acaba rápido! Cuando yo era niño esa era mi perspectiva: todo se centraba en las expectativas para la Nochebuena y la Navidad, principalmente en los regalos y… ¿cómo iba a ser de otro modo? ¡En la comida deliciosa! Era la época en la que mis padres nos mandaban a dormir temprano a los niños para luego, a la medianoche, ir a despertarnos en medio de la cohetería. Mi padre nos cargaba y nos bajaba medio dormidos a la sala donde nos esperaban la familia y los ansiados obsequios.

En la medida en que fui creciendo… y tal vez madurando alguito, y en la medida en que la familia se fue dispersando naturalmente, empecé a valorar más y más el alboroto de los tíos adolescentes, de los invitados, y el de mis hermanos. La familia, como fuente de calor humano y manantial de tradiciones y anécdotas, fue cobrando más protagonismo en mis expectativas del solsticio de invierno. Pero todavía estaba enfocado en el destino, en la noche del 24 y la mañana del 25 de diciembre.

Aquella perspectiva fue cambiando en la medida en que descubrí que las fiestas de fin de año son mucho más que una noche y una mañana. Comienzan cuando se sienten los primeros aires fríos de diciembre, y en casa arrancamos con la quema del diablo, fiesta que este año disfrutamos junto al Cerro del Carmen con una familia y un vecindario que nos acogió, solo porque los chapines son así de generosos y hospitalarios. En casa, el camino de diciembre sigue con las fiestas de Concepción y Guadalupe, y por lo tanto huele a tanta pólvora e incienso que a veces ataranta. En casa la fiesta sigue cuando salen los adornos propios de la temporada y cuando los aromas a pinabete y manzanilla nos dan los buenos días; y avanza hacia la cena de fin de año en casa de uno de mis hermanos y hacia la tamalada de las M&M. ¿Ves? ¡No es una fiesta de 24 horas porque sigue hacia la Nochebuena y la Navidad, que celebramos en casa, solo para detenerse frente a la rosca de reyes el 6 de enero!

Voy a decir que el viaje de fin de año es uno 30 días de celebraciones. Unas veces con la familia y otras veces con amigos. Siempre juntos, siempre compartiendo. Pero lo más valioso es la oportunidad de transmitir de generación en generación las anécdotas, los recuerdos, las añoranzas y las esperanzas. La oportunidad de revisar las flores y las piedras que hemos encontrado en el camino de la vida y nos hacen ser como somos. Y aquel es un camino que, si tuviera que volver a hacer, lo haría igual porque, ¿qué somos hoy, sino la consecuencia de nuestras decisiones y acciones de ayer? Y lo único que lamento, eso sí, es haber lastimado a más de alguno por negligencia, imprudencia o impericia.

@luisficarpediem

Llegó la fiesta a casa #solsticio #solsticiodeinvierno #celebracion #findeaño #fiestas #navidad #luisfi61 #luces #colores

♬ Solstice – Mark Fabian & Alexander Smith

En casa, pues, las fiestas de fin de año son un viaje y no un destino. Y como no sabemos si va a ser nuestro último viaje, ¿por qué capricho podríamos estar desperdiciando oportunidades para maravillarnos como niños con cada abrazo, cada paquete envuelto, cada torito y cada bocado (sobre todo si nos traen recuerdos viejos, o nos construyen recuerdos nuevos)? Desde aquí —desde este espacio y desde mi casa— te deseo larga vida y prosperidad. Que en estas fiestas y en el año que viene tengas salud, y amor. Que no te falten abrazos, y que no te falten quienes te hagan reír. Ni te falten mazapanes.

Columna publicada en República.


13
Dic 24

Maldición del viernes 13

El 13 de octubre de 1307, un viernes, los caballeros templarios fueron arrestados para luego ser torturados y condenados a la hoguera en una matanza espeluznante, por orden de Felipe IV en complicidad con el papa Clemente V. Desde entonces es que el viernes 13 es día de mala suerte.

Templarios en la hoguera. Anónimo, Dominio público, vía Wikimedia Commons.

 Siete años más tarde, Jacques de Molay, el último gran maestre de de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón u  Orden del Temple, fue quemado vivo en la hoguera frente a la catedral de la Notre Dame, en París. Por qué? Porque el rey Felipe IV de Francia le debía mucho dinero a la Orden y no podía pagar, ni aún después de haber causado inflación en su reino.  ¿Qué hizo, entonces? Echó a andar la bola de que los templarios tenían comportamientos inmorales y, con la complicidad del papa Clemente V urdió un plan para quedarse con las riquezas de los templarios. Los conspirardores pagaron con sus vidas la canallada que hicieron porque murieron pronto…supuestamente por una maldición que les lanzó de Molay.

¿En qué supersticiones crees?

Cuando yo era niño y en el bus del colegio, se creía que si levantabas la mano cuando pasabas bajo los puentes del tren a la altura del Centro Cívico –en el momento en el que pasaba el ferrocarril– entonces tendrías buena fortuna. Una de las supersticiones más populares, entre mis coetáneos era la de que, si te tocaba un número de boleto de camioneta, que sumara 21, eso era de buena suerte.

Claro que pasar debajo de una escalera no traería nada bueno; y el que se te atravesara un gato negro era mal augurio. Tampoco era favorable que rompieras un espejo, o que derramaras sal. ¿Has visto ajos forrados de papel celofán rojo, colgados sobre una puerta? Eso es para que te vaya bien en tus negocios. Y en casa tenemos una herradura colgada porque es divertido.

Una superstición popular es la de creer que los políticos y burócratas actúan inspirados por motivaciones distintas a las de los demás seres humanos.  En consecuencia, hay gente que cree que los pipoldermos generalmente van a poner los intereses colectivos, antes que los suyos propios.

Hay gente que cree que los impuestos los pagan los ricos; y que los pobres no pagan tributos.  Ignoran que los impuestos -como costos- pueden ser trasladados del mismo modo en que se trasladan otras formas de extorsión; otras veces el pago –para los pobres- se materializa en falta de oportunidades de empleo ya que los impuestos desvían recursos del sector productivo, al sector improductivo de la economía.

Otra superstición popular es la de que hay que privilegiar las exportaciones; creencia que hace caso omiso de que las exportaciones pagan las importaciones y al revés.  A mayores exportaciones, también mayores importaciones y que si se reducen las importaciones (sobre todo de bienes de capital) no se puede exportar.

¿Por qué nos gustan los cuentos? ¿En qué supersticiones crees?

Columna publicada en República.


06
Dic 24

Balas, pesadillas y tragedias

 

Los jóvenes chapines deberían saber más sobre el enfrentamiento armado interno. Pero para que eso ocurra, nosotros -los de mi edad, por ejemplo- deberíamos conocer más sobre aquel conflicto cuyo peso cargamos, consciente o inconscientemente. Yo, por cierto, nací un año después del inicio de lo que en algunas poblaciones se conoce como la violencia.

En aquella dirección, el libro titulado Anatomía del enfrentamiento armado interno, por Rodrigo Fernández Ordóñez, no podría tener un mejor subtítulo que Orígenes de la Guatemala contemporánea. Es un librazo que, no sólo por la cantidad de información que contiene, sino por su monumentalidad intelectual, toda persona interesada en tratar de entender Guatemala debería leer.

Haz clic en la foto para comprar el libro.

Es cierto que las condiciones del ejército eran muy precarias en 1960 y que la pobreza era indignante; pero no cabe romantizar a los guerrilleros guatemaltecos como inocentes luchadores por la libertad y la prosperidad. En 2024, a la luz de las evidencias, es imposible ignorar que la dictadura del proletariado y el régimen colectivista y totalitario que pretendieron imponer -de la mano de Cuba, principalmente- costó 100 millones de muertos en el mundo y dejó en la miseria económica y moral a todos los seres humanos que sometió.

La lucha ominosa de 36 años está documentada de una forma admirable en la Anatomía. Me llevó tiempo leerlo porque soy lector lento, sino porque, a ratos, el nivel de detalles documentados tiene que ser abordado con mucha atención. A ratos me iba como en patines por las páginas que describen eventos que recuerdo muy bien, como los tiroteos en la zona 1 a mediados de los años 60, o que viví muy de cerca, como el célebre bombardeo del reducto de la zona 15.

¿Quieres saber por qué es que muchos miembros de la Iglesia católica se involucraron hasta el cuello con las guerrillas marxistas-leninistas-maoístas? ¿Sabías que el partido indígena se alió con el Movimiento de Liberación Nacional? ¿Sabes por qué se dice que donde hay tres izquierdistas reunidos, hay cinco organizaciones en pugna? ¿Quiénes fueron responsables de los fracasos sostenidos de la lucha guerrillera? ¿Por qué es que los guerrilleros involucraron a los indígenas en una lucha que a estos les era ajena? ¿A qué costo? ¿Sabes por qué nunca hubo consenso ni verdadera participación popular en las guerrillas según el comunista José Manuel Fortuny?

¡Hay tantas preguntas fascinantes que ayuda a responder el libro! En 1966, como lo dice el mensaje de la Tricontinental celebrada en Cuba, los guerrilleros ya sabían que el enfrentamiento que protagonizaban en Guatemala, para imponer el comunismo, iba a ser una lucha larga y cruenta, y que el odio iba a ser un factor de la lucha. Sabían que la guerra iba a llegar a las casas y a los lugares de diversión, y que iba a ser total. Y así fue durante los 36 años que perseveraron en sus objetivos. ¿Valía la pena?

En 1968, un cable del Departamento de Estado advirtió que la violencia que se vivía en el país podía tener, a la larga, un efecto contraproducente; y el embajador Mein -que ese año sería asesinado por la guerrilla- llegó a la conclusión de que la violencia era indiscriminada. Y, aun así, las dirigencias guerrilleras siguieron sacrificando vidas para conseguir sus propósitos políticos. ¿Valió la pena?

La Anatomía tiene muchas virtudes que el investigador, el curioso, el académico, el maestro, el periodista y el padre de familia podemos apreciar -ya sea que hayamos vivido o no el enfrentamiento-. Por ejemplo, tres: lo acuciosamente documentado que está el libro; la capacidad del autor para hilar fino y entretejer numerosos dramas paralelos para que el lector no se pierda y pueda entenderlos; y un legado, from the horse’s mouth, para que los chapines exploremos por qué es que -en nuestras narices- se les pide perdón a unos participantes directos en el conflicto, y a otros se los persigue, se les castiga o se los abandona en el olvido ingrato.

Columna publicada en República.


29
Nov 24

Pensar y expresarse sin mordazas

 

Como si fuera una KGB, una Gestapo, o una Stasi, a la Comisión Presidencial contra la Discriminación y Racismo contra los Pueblos Indígenas de Guatemala, el Acuerdo Gubernativo 189-2024 le dio la facultad de monitorear publicaciones de medios de comunicación y denunciarlos con el argumento de encontrar posibles casos de discriminación y racismo contra los pueblos indígenas.

Las ilustraciones que genera ChatGpt siempre me resultan algo burdas; pero el mensaje se entiende.

¡Pero nadie, ni medios de comunicación, ni individuo alguno deberían ser monitoreados por el gobierno para censurar su libertad de expresión!

En ese espíritu, la Asociación de Periodistas de Guatemala presentó una acción de inconstitucionalidad contra aquella pretensión autoritaria; y la Cámara Guatemalteca de Periodismo, así como el Círculo Nacional de Prensa se manifestaron contra la mordaza. ¡Pero ojo!… la libertad de expresión es un derecho individual, de los individuos (valga la redundancia), antes que uno colectivo de los medios (de hecho, no hay tal cosa como derechos colectivos). En ese contexto, también, es importante hacer notar que el acuerdo en cuestión contradice la Declaración de Chapultepec que firmó recién el presidente Arévalo.

En consecuencia, la administración semillera anunció que inició un proceso de revisión de aquel acuerdo nefasto, y esa decisión es correcta. No vaya a ser que se repita el caso de abuso, humillación y bullying cometido contra María Chula, hace unos años. En aquel proceso seguramente habrá defensores de la normativa despótica; sin embargo, el faro que debe guiar a quienes participen de buena fe es el principio de que los derechos individuales deben prevalecer siempre sobre los intereses colectivos, porque es de interés colectivo que así sea. No hay que olvidar que la libertad de expresión no es sólo la facultad de transmitir ideas, que ya es bastante; la libertad de expresión, principalmente, es la facultad de formar y validar ideas; es esencial para pensar. ¿Cómo no va a ser de interés colectivo proteger, con todo, la facultad de pensar? La verdad sea dicha, mucha de nuestra capacidad de pensar, de la que depende la prosperidad humana, es posible sólo por medio del intercambio de ideas, las conversaciones, el discurso crítico y el debate franco y abierto.

Como se vio en el caso de María Chula, la discriminación y el racismo son conceptos caprichosos y arbitrarios, fácilmente manipulables desde la irracionalidad, y ponen en peligro los valores citados arriba.

Por supuesto que todo aquello no quiere decir que al expresarse libremente uno no deba tomar en cuenta la prudencia, los buenos modales, el buen gusto y otras virtudes y valores relacionados. Pero no le corresponde al poder político decidir qué se puede decir y qué no.

Esta ilustracion me gustó más porque dice Prohibido pensar, que es la consecuencia más ominosa de las leyes mordaza.

Otra forma de ver el valor de la libertad de expresión es que es fundamental no sólo para respetar la dignidad humana, sino para limitar el poder (que en este caso es el poder de censurar) y, sobre todo, para buscar la verdad. Quien censura, quien impide y prohíbe la discusión de ciertos temas, es enemigo de la búsqueda de la verdad y es promotor del pensamiento único. En otras ocasiones he dicho —y sostengo— que en una sociedad abierta, libre y sana lo que corresponde es desafiar el pensamiento único. Incluso en temas incómodos, como la discriminación y el racismo, que hay que abordar con objetividad y honestidad, sin banalizarlos, para no servir a los intereses de los grupos que viven del conflicto y del enfrentamiento.

No es mediante la censura y la mordaza que se combaten las malas ideas; sino mediante la educación y la persuasión. Ojalá entendieran esto los encargados de modificar el reglamento de la Codisra.

@luisficarpediem

Como si fuera una KGB, una Gestapo, o una Stasi, a la Comisión Presidencial contra la Discriminación y Racismo contra los Pueblos Indígenas de Guatemala, el Acuerdo Gubernativo 189-2024 le dio la facultad de monitorear publicaciones de medios de comunicación y denunciarlos con el argumento de encontrar posibles casos de discriminación y racismo contra los pueblos indígenas #censura #mordaza #libertaddeexpresion #ideas #pensar #luisfi61

♬ sonido original – Luis Figueroa

Columna publicada en República.