14
Jun 23

La moda masculina en 1898

 

Los requerimientos de la moda masculina, en 1898, eran elevados según el Salón de la moda, de Barcelona, en una reseña publicada en el Diario de Centro América, aquí en Guatemala.

Un hombre bien, de aquellos tiempos, necesitaba un traje de la mañana; un traje de la tarde, o de visita; uno traje para misa, o boda cuando no fuera parte de la comitiva; otro de comida íntima; necesitaba un traje de banquete; uno de boda cuando formaba parte de la comitiva; un traje de entierro si presidía el duelo, otro de ópera; uno más de teatro; otro de baile; y uno de recepción oficial. 

El otro día ofrecí contar la historia de la chaqueta de estar en casa, de James H. Vinter; así que aprovecho ahora.  En los años 30, James H. Vinter fue el gerente del Anglo South American Bank (que precedió al Banco de Londres y Montreal, que todavía conocí). También fue fundador del hotel Casa Contenta, en Panajachel, establecimiento que luego fue de mi bisabuela, Adela S. de Morales

Mi bisabuela me heredó sus muebles de dormitorio y entre lo que había adentro hallamos una chaqueta de estar en casa que, según Mami, había sido de Mr. Vinter.  Era una chaqueta de tela verde, de una textura suave y muy agradable, con solapas y el borde de las mangas de seda negra.  Era una pieza elegante y que cool era el concepto de chaqueta para estar en casa

Durante mucho tiempo la tuve en casa y la usaba para disfraces; hasta que un día me la robaron cuando yo estudiaba en la University of Maryland.  Así que así se perdió en la guerra la chaqueta de Mr. Vinter. Que algo se perdió en la guerra es un dicho que usamos en casa para referirnos a objetos históricos que hemos perdido en mudanzas, limpiezas generalizadas y profundas, o por descuido…y en este caso por robo.

Por cierto que James H. Vinter y su esposa, Edith, se hallan enterrados en el espacio de la colonia británica en el Cementerio General de la ciudad de Guatemala. De cuando en cuando, mi abuela, Frances, a quien yo acompañaba, pasaba por ese lugar para asegurarse de que aquellas tumbas estuvieran limpias. ¿Cómo estarán ahora? Edith, por cierto, fue filántropa vinculada a la Sociedad Protectora del Niño, organización con la que también colaboraba mi abuela, Frances. 

De vuelta al tema de la elegancia de ilo tempore, el columnista de Prensa Libre, Valentín Solórzano, una vez escribió que mi abuelo, Luis Figueroa Olaverri, era el arbiter elegantiarum o árbitro de la elegancia durante la generación de los 30; y estoy seguro que lo fue hasta que falleció en 1963.  Ciertamente era un hombre muy elegante.

Gracias a Andres Schwartz por la pista sobre la moda en 1898.


12
Jun 23

Gösta Gerring y la barba amarilla

 

Gösta Gerring fue un fotógrafo, escritor y documentalista sueco que falleció en Guatemala como consecuencia de una mordedura de barba amarilla, una de las serpientes más letales de por aquí.  Está enterrado en el lote de mi bisabuela, Adela -en el Cementerio General de la ciudad de Guatemala- y la historia de su muerte me impresionó mucho cuando era niño.

La lápida de Gösta Gerring se halla al lado de donde estuvo sepultado mi abuelo, Luis, y a unos metros de donde está enterrada mi bisabuela, Mami.

Mi abuela, Frances, contaba que Gerring fue mordido por la sierpe y que había muerto desangrado.  Está enterrado aquí porque así lo había pedido y porque él su esposa, Dagmar, eran muy amigos de Mami, mi bisabuela. Mami tenía una foto de Daggy sobre la chimenea, en su cuarto.

Gösta Gerring se describía a sí mismo como explorador, y durante mi visita al reino Kan y a El Mirador, siempre tuve a aquel personaje en mi mente cuando cruzábamos la selva y atravesábamos los bajos. Sobre todo cuando vimos una piel de culebra y olimos orines de ofidio en El Tintal. 

Gösta Gerring en 1943. La foto la tomé de https://hjordisniven.com/hjordis-genberg-1930-1940/

El explorador murió en la ciudad de Guatemala en 1946 a la edad de 36 años. Los padres de Gerring visitaron Guatemala después de la muerte de Gösta y le obsequiaron a mi bisabuela un libro titulado This Land of Sweden, que tuve en mi biblioteca durante mucho tiempo, hasta que se perdió en la guerra. Ese es un dicho que usamos en casa para referirnos a objetos históricos que hemos perdido en mudanzas, limpiezas generalizadas y profundas, o por descuido.

A continuación puedes ver un documental que Gerring filmó en Colombia, en 1942. En esta película conocemos al cafetalero Erik von Sneidern en su plantación en las montañas colombianas, a dos mil metros sobre el nivel del mar. Podemos seguir todo el proceso del café, desde que se recogen las bayas, hasta que el esposo y la esposa Sneidern y su hijo toman su café en la terraza y toman una siesta en la hamaca.

Una plantación de café sueco en Colombia, haz clic para ver un documental de Gerring.

¿Qué cosas se han perdido en la guerra? Una piedra para alisar tusas con las que se fabricaban cigarrillos en el siglo XIX, esa me la regaló mi abuelita Juanita; una de los dos jades que me obsequió mi abuelita, Frances; el estuche de cortauñas que era de mi abuelo, Luis, que me regaló mi padre; encendedores de mecha con las firmas de mi padre y de mi madre; la chaqueta de estar en casa, de James H. Vinter (esa es historia para otro día), una colección de litografías de Carlos Mérida y cosas así. 


30
May 23

En el Día del “Popol Vuh”

 

Hoy es el Día del Popol Vuh y lo celebro porque me encantan sus historias y porque acabo de entrevistar a mi amiga Coralia Anchisi de Rodríguez sobre sus propuestas novedosas acerca del origen de aquel libro. Pronto podrás leer acerca de estas esas nuevas perspectivas.

Lee aquí la entrevista que le hice a Coralia.

Cuando atiendo visitantes extranjeros y me preguntan qué libros sobre Guatemala deberían leer suelo recomendarles tres: El Popol Vuh porque a mi me encanta la mitología y les da a los extranjeros un vistazo sobre el mundo prehispánico; El señor Presidente, de Miguel Angel Asturias porque es una obra maestra de la literatura; y El visitador, de José Milla porque se sitúa en La Antigua, donde todavía se pueden visitar el convento de La Merced (que es importante en la trama) y porque se deja leer rico.

Mis historias favoritas del Popol Vuh son la de Vucub-Caquix o Siete Guacamayo, porque su arrogancia es castigada; y las aventuras de Hunahpú e Ixbalanqué en el inframundo porque son ingeniosas y muy entretenidas. También las historias de los secuestros y horribles sacrificios que cometían Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam contra los jóvenes de las tribus y las historias de Tohil, Avilix y Hacavitz y las doncellas Ixtah e Ixpuch.  ¿Por qué, si contienen tanta violencia? Porque le añaden perspectivas la naturaleza de la cultura precolombina. Ah, y por supuesto que no puedo dejar de imaginar a la doncella Ixquic que, al volver a su casa with child, debe haberle dicho a su padre algo así como: No me vas a creer, me acerqué a un palo de cacao en el que había una calavera, la calaca me escupió en la mano y estoy embarazada de gemelos. 

Leí el Popol Vuh por primera vez en 1975 en la edición que era de mi abuela, Frances, y todavía conservo ese volumen que ilustra esta entrada.  En 2013 estuve en Chicago e infaltable, en mi agenda, estuvo una visita a la Biblioteca Newberry donde se halla el libro original.

¿Sabes que en el museo Popol Vuh hay un facsímil de aquel libro?  Es el único que los guatemaltecos apreciar ver en Guatemala.  Es un facsímil idéntico al que vi en Chicago.

Por cierto, mi cuate Eric C. Graf ofreció una conferencia en la que comparó el Cantar de mio Cid con el Popol Vuh y te la recomiendo. Puedes ver la conferencia completa, y una entrevista que le hice.


09
Mar 23

Linconia y la historia de Centroamérica

 

Es posible que Centroamérica en general y Guatemala en particular hayan perdido la oportunidad de que algunas versiones de Michael Jordan, Ella Fitzgerald, Louis Armstong, Michael Jackson, Tiger Woods, Beyoncé, Duke Ellington, Mohamed Alí, o Venus Williams fueran guatemaltecas.

Guifiti, un regalo de la cultura garinagu.

Linconia fue el nombre propuesto para una colonia afroamericana que el gobierno de Abraham Lincoln tuvo la intención de establecer en Centroamérica.  La idea había tenido sus orígenes en la American Colonization Society, cuyo propósito había sido el de remover de los Estados Unidos de América a todos los exesclavos negros.  El precedente había sido el envío de esclavos liberados a Liberia, en Africa; y la idea de Lincoln era la de enviar a los exesclavos a regiones tropicales con su consentimiento y con el de los países que habrían de recibirlos.

Frederick Douglas y otros líderes afroamericanos se opusieron y me enteré del tema porque, con un grupo de colegas, conversamos esta semana de la serie Amend: The Fight for America, que puedes ver en Netflix. En su tesis titulada Struggle for Sovereignty: An African-American Colonization Attempt and Delicate Independence in Mid-Nineteenth Century Central America, Mathew D. Harris, de la West Virginia University explora documentos diplomáticos que tuvieron que ver con aquella iniciativa que yo desconocía.

La iniciativa no avanzó porque los gobiernos centroamericanos vieron en ella una amenaza del imperialismo y por temores a la inestabilidad étnica que pudiera haber acarreado una migración masiva de aquella naturaleza.

Generalmente conocemos acerca de las migraciones a Guatemala que si tuvieron éxito.  Tal es el caso de la migración de belgas que, en 1840, se interesaron por las riquezas de Izabal por iniciativa del rey Leopoldo y durante el gobierno de Rafael Carrera.  En el contexto de las guerras de independencia en Hispanoamérica y de la guerra entre liberales y conservadores en Centroamérica hubo migraciones de franceses.  La inmigración de alemanes que empezó alrededor de 1863 y al principio del siglo XX trajo a mi tatarabuelo Emilio Schuman.  Durante los gobiernos de Justo Rufino Barrios, José María Reyna Barrios y Manuel Estrada Cabrera, hubo oleadas de inmigrantes italianos.  También hubo grupos de suizos, daneses y neerlandeses.  Estas migraciones son muy conocidas, como lo son las de chinos, judíos y libaneses por mencionar tres más.

En cuanto a afro-americano que habitan el pueblo garinagu es descendiente de fugitivos de San Vicente y otras islas caribeñas.

¿Qué hubiera pasado en Centroamérica y en Guatemala si hubiera tenido éxito la iniciativa del gobierno de Lincoln? ¡Quien sabe!…porque eso es un imponderable de la historia. Uno puede desear que una ola de afroamericanos trasladados voluntariamente a colonias formales, en condiciones contractuales, hubiera tenido resultados diferentes a los que tuvo la ominosa importación de esclavos (promovida por Bartolomé de las Casas), o la migración de fugitivos caribeños.

Quizá comeríamos más tapado, más pan de coco y más rice and beans.  Tal vez tomaríamos más Guifiti. Tal vez oiríamos más Bob Marley.  Quien sabe.  Lo que sí es cierto es que es fascinante descubrir nuevos detalles de la historia centroamericana.


09
Feb 23

Coñac, vinos y moscatel para el señor juez

Los tributarios siempre pagamos las extravagancias de los políticos y burócratas.  Esta es una factura del 28 de marzo de 1898 emitida por Adolfo Saravia, comerciante y comisionista por las siguientes mercancías pagaderas en moneda efectiva en plata acuñada. La factura está emitida a Emilio Fajardo.

¡Era cara la visita de un juez!

Lo primero que llama la atención es que el pago no es en moneda fiat, o dinero por decreto, cuya principal característica es que es una moneda de papel cuyo único respaldo es una promesa del gobierno.  Aquí estamos hablando de dinero de verdad, el que es de plata, por ejemplo. En aquel tiempo la moneda era el peso, no el quetzal.

Lo que luego llama la atención son las mercancías: vinos tinto Chateau Margaux y blanco Chateau D´´Yquem, coñac Martell, ginebra Old Tom, moscatel extra y ¿guaro? y el total es de $53.

El siguiente documento es un recibo por $94.50  y dice: Recibí del señor Alcalde primero municipal la suma de noventa y cuatro pesos cincuenta centavos según la factura adjunta por la permanencia en esta del señor juez de primera instancia y su acompañamiento en la visita.  Patulul, marzo 28 1898, Firma E. Fajardo V.

El siguente listado es encantador, tiene la fecha de marzo 26 de 1898 y está firmado por E. Fajardo V.  Dice: La Municipalidad a E. Fajardo V. Debe: por 5 personas dos días $ 25; cuatro cubiertos extra $4; 2 criados, dos días $4; 12 botellas de vino $39; 2 medidas de algo que no identifico $6; cigarros $1; 1 botella de coñac Martell $5; 1 botella de ¿olla? $1.50; 1 botella de Old Tom $3.50; 1 botella de Moscatel extra 1873 $3.50; 2 botellas de guaro $2.  Todo ello suma $94.50. Firma E. Fajardo V. en Patulul.

Si pidieron tantos vinos finos, ¿para quién era el guaro? ¿Para el juez, para el alcalde, o para los criados?  ¿Viste que la visita del juez requería de criados?

El coñac Martell debe haber sido muy popular en aquellos tiempos de afrancesamiento de la sociedad guatemalteca en los que se estaban abandonando los tradicionales anís y jerez propios de la tradición española demodé.  Recuerdo que mi abuelita, Juanita, tenía un hermoso picahielo de plata, que decía Martell.

Gracias a Luis Andrés Schwartz por los descubrimientos.


01
Feb 23

Telegramas y responsabilidad del gobierno

 

Mira que chulada de diseño, es un telegrama del 11 de noviembre de 1897, enviado desde Santa Bárbara, San Marcos.  ¿Alguna vez recibiste telegramas?

Aparte de lo elegante y bonito del diseño, me llama la atención el párrafo que dice:  El gobierno no es responsable por errores ó inexactitudes en los partes transmitidos por sus Telégrafos, pero si lo será por la suma pagada por su transmisión cuando el error ó inexactitud dependa de los telegrafistas.  Es interesante que el gobierno se hiciera cargo de los errores de sus empleados, aunque fuera sólo por el monto de la transmisión.  No se cuanto costaba la transmisión, pero creo recordar que cuando yo era niño, el envío de una palabra costaba Q 0.07 cuando Q1 era igual a US$1 menos la inflación.

El texto del telegrama también es encantador. Va dirigido al arzobispo Ricardo Casanova y Estrada, y dice:  Por Dios, sírvase “compeler” a nuestro obispo velez vuelva a su diócesis abandonada sin causa canónica hace más de 3 años hecha un montón de ruinas en orden religioso y moral.  M. Recarte. Vicario foráneo Santa Bárbara, según está indicado atrás.

Recuerdo que aprendí a enviar telegramas y cartas cuando estaba en Tercer grado de primaria como parte de la clase de Idioma Español. Era graciosa la redacción de los telegramas porque, como cobraban por palabra, cuando fuera posible había que unirlas.  Por ejemplo, en vez de Te recuerdo, lo que se ponía era recuérdote.  También era muy particular la forma en la que eran doblados los telegramas para ocultar el texto y permitir que se viera bien el destinatario.

Mi tío Freddy y mi padre importaban telégrafos y recuerdo que en su oficina había uno instalado.  ¡Cómo me gustaba su sonido!  Traté varias veces de aprender el Código Morse; pero nunca puse empeño y solo me divertía escuchando su sonido.

Gracias a Luis Andrés Schwartz por la pista.


24
Ene 23

Pajaritos de la suerte y otras historias de antes

 

Las siguientes son comunicaciones de, o para el ministro de Gobernación que era Manuel Estrada Cabrera durante la presidencia de José María Reyna Barrios.

  • En 1893 José Mora le pidió permiso al Ministerio de Gobernación para andar vagando por las calles con unos pájaros que adivinan la suerte sacando un papelito y paga la gente medio real.

Hasta hace poco todavía se veían esos pajaritos en las ferias; pero la penúltima vez que fui a la feria de agosto, en la ciudad de Guatemala, noté que ya no los había. Lo bueno es que encontré estos en el mercado de Nebaj.

  • ¿Qué fue de José Mora? No sé; pero en 1894 Asturias, jefe político departamental le comunicó al Ministro de Gobernación que se le dio permiso a N.N. para que pueda dar su espectáculo de pájaros que sacan la suerte.  ¿N.N. era José Mora?

  • En aquella línea de comunicaciones, madame Smith, en 1893, le solicitó al Ministro de Gobernación su autorización para ejercer la profesión de espiritista.

  • Eran otros tiempos, así que, en aquel año, don Manuel Cabral, ministro de Instrucción Pública se dirigió al Ministro de Gobernación para comunicarle que el alumno del Conservatorio de Música, Miguel Gutiérrez se fugó del establecimiento y fue capturado, por lo que solicitó una orden para que fuera recibido un mes en la Casa de Corrección de Menores.  ¿Qué sería de Miguel? ¿Terminaría sus estudios en el Conservatorio? ¿Cómo habrá sido ese mes en la correccional de menores? ¿Por qué se habrá fugado?

  • Como hay cosas que no cambian, en 1894 R. Morales, de la Policía Departamental, le comunicó que el libre acceso a la Plazuela del Teatro Colón -que fue muy dañado por los terremotos de 1917 y 18– da lugar a que en ella se satisfagan necesidades corporales y crímenes.  Lo de la gente que mea y depone en plazas, parques y lugares públicos sigue siendo una realidad muy lamentable.

  • En 1895 Federico Chacón Valenzuela recibió una invitación para asistir puntualmente a las próximas sesiones de la Asamblea.  La puntualidad nunca ha sido una virtud chapina, Federico, ¿era diputado en la Asamblea? ¿Era funcionario del Legislativo, o del Ejecutivo?

Carlos Federico Chacón V. era abuelo de mi abuela, Frances, y padre de mi bisabuelo, Víctor Federico Chacón Ubico.

Carlos Federico Chacón Valenzuela.

En su libro El dictador y yo, Carlos Samayoa Chinchilla describe el derrocamiento de don Jorge Ubico.  Cita al periodista Baltasar Morales y dice: Resulta que el señor Arturo Saravia Ubico, amigo y pariente del general Ubico, cuando salió de su casa el domingo 25 a las nueve de la mañana, se encontró con el aparato de fuerza concentrado en las principales calles de la ciudad y a tiempo que caminaba se puso a meditar -según dice en carta de indiscutible valor documental-, acerca de las graves consecuencias tanto para el gobierno como para el país.  Y decidió consultar con su primo Federico Chacón Ubico, sobre lo que convendría hacer para evitar los males que preveía.  Ambos resolvieron visitar inmediatamente al general Ubico deseosos de hacerle conocer con claridad la gravedad de la situación.

  • En 1896, Julio Lowenthal (¿Sería Julio Lowenthal Behr, o su hijo Julio Lowethal Castellanos?) le solicitó al jefe político, permiso para introducir en los paseos y calles públicas una especie de juego llamado slot-machine.  Cuando yo era niño había tragamonedas en el Aeropuerto La Aurora, cuando ese aeródromo se hallaba donde ahora está la Fuerza Aérea Guatemalteca y luego los había en el edificio que se inauguró en los años 60.  Mi abuela, Frances, disfrutaba de las maquinitas y siempre que íbamos al aeropuerto, con ella, pasábamos un rato jugando.

  • En 1899, Francisco Villacorta, de la Secretaría de Estado, le envió al Ministro de Gobernación el expediente relativo a la denuncia de una mina hecha por Emilio Schuman.

Emilio Schuman.

Emilio Schuman,mi tatarabuelo, era el padre de mi bisabuela, Adela Schuman de Morales (Mami).

La foto de abajo es encantadora porque -aunque es posterior- podría ser contemporánea de la nota con que inicié esta entrada. ¿Puedes leer los nombres de los pajaritos? Juanito, Tintán, Lusero y Jesusito. Supongo que es posterior por el nombre de uno de los pajaritos que se llama como un célebre cómico mexicano que no existía en 1893. Empero, los pajaritos de José Mora no deben haber sido muy diferentes a estos. 

Mujer con pajaritos de la suerte, en mercado de La Antigua Guatemala. La foto es de Mario Fernando Montufar y la tomé de Guatemala del ayer a través de fotografías. 

Gracias a Luis Andrés Schwartz por estas ventanas a un pasado curioso con el que los chapines tenemos conexiones, unas veces familiares y otras veces solamente porque eran parte del día a día en una sociedad guatemalteca que ya no existe, pero de la que venimos.


23
Ene 23

Adiós a Paul Johnson

 

Paul Johnson fue un escritor, historiador y periodista británico.  Autor entre otros, de Modern Times y A History of the American People, libros que disfruté mucho y que te recomiendo.  Creo que Modern Times debería leerlo de nuevo.

Paul Johnson, según una caricatura que hay en la Universidad Francisco Marroquín.

Johnson era talentoso con la pluma y, aunque era conservador religioso, era un hombre de principios y no era difícil compartir algunos con él.  Denunció la teología de la liberación. Era anticomunista y euroescéptico.  Advertía contra los peligros del relativismo moral.  Era un pensador tan independiente que dudaba de la validez de las evidencias contra Augusto Pinochet.

La independencia es la virtud de reconocer que la responsabilidad de emitir juicios es tuya y que nada puede ayudarte a escapar de ella. La virtud de reconocer que nadie puede pensar por tí, ya que ningún bateador emergente puede vivir tu vida.  Es la virtud de reconocer que la forma más vil de autodegradación y autodestrucción es que subordines tu mente a la mente de otro, la aceptación de una autoridad sobre tu cerebro, la aceptación de sus afirmaciones como hechos, su decir-así como verdad, y sus edictos como intermediarios entre tu conciencia y tu existencia. .

Modern Times y A History of the American People, por Paul Johnson.

Si te fascina la historia, aquellas dos obras de Paul Johnson van a ser lo tuyo.  Hay que conocer a Ghandi, a Hitler, a Lenin y a Stalin, a Mao y a otros personajes del siglo XX de la mano de este historiador que no te va a decepcionar y te va a sorprender.

Paul Johnson falleció el 12 de enero de 2023.


13
Ene 23

Hoy es viernes 13

 

El vienes 13 de octubre de 1307  los miembros de La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón o Caballeros Templarios fueron arrestados para luego ser torturados y quemados en hogueras. La matanza espeluznante fue orden de Felipe IV, de Francia, en complicidad con el papa Clemente V. Desde entonces es que el viernes 13 es día de mala suerte.

¿En qué supersticiones crees?

Caballeros templarios a punto de ser quemados en la hoguera. Giovanni Boccaccio, dominio público, via Wikimedia Commons.

Cuando en el bus del colegio, cuando yo estaba en Primaria, se creía que si levantabas la mano cuando pasabas bajo el puente del tren a la altura del Centro Cívico –en el momento en el que pasaba el ferrocarril– entonces tendrías buena fortuna. Una de las supersticiones más populares, entre mis coetáneos era la de que si te tocaba un número de boleto de camioneta, que sumara 21, eso era de buena suerte.

Claro que hay quienes creen que pasar debajo de una escalera no traera nada bueno; y  que el que se te atraviese un gato negro es mal augurio. Hay quienes creen que tampoco es favorable que rompas un espejo, o que derrames sal. ¿Has visto ajos forrados de papel celofán rojo, colgados sobre una puerta? Eso es para que te vaya bien en tus negocios. Y en casa tenemos una herradura colgada porque es divertido.

Una superstición popular es la de creer que los políticos y burócratas actúan por motivaciones distintas a las de los demás seres humanos.  En consecuencia, hay quienes creen que los políticos y burócratas generalmente van a poner los intereses colectivos, antes que los suyos propio.

Otra superstición popular es la de que la generación de energía eléctrica y la provisión de servicios como la educación y la salud en manos del sector coercitivo de la economía va a ser más eficiente y mejor que la provista por el sector voluntario.  En serio hay gente que cree que en manos de políticos y burócratas va a haber mejor energía eléctrica, mejor educación y mejor salud.

Es superstición esa de creer que la inflación es el alza genaralizada en el nivel de precios.  Es muy popular entre quienes ignoran que el encarecimiento de los bienes y servicios es consecuencia de que las autoridades monetarias han inflado la cantidad de dinero que circula en el país y que por eso la moneda se devalúa y se traduce en que todo está caro, o en un fenómeno llamado Reduflación.  Esta ocurre cuando, aunque las tortillas te las vendan al mismo precio de siempre, ahora son más chicas, por ejemplo.

Esta tortilla es ejemplo de reduflación, calculo que tiene como 30% menos que una tortilla normal.

Muy extendida es la superstición de que el salario mínimo beneficia a los trabajadores cuando, en realidad, los perjudica.  El salario mínimo excluye del mercado laboral a las personas menos calificadas y menos empleables, generalmente a los jóvenes que buscan su primer trabajo, a la mano de obra no calificada y a las personas de la tercera edad.

Finalmente una más: es una superstición bastante difundida la creencia de que con el dólar artificialmente alto se beneficia a los exportadores y que, por lo tanto, se beneficia el país.  Pero eso no es cierto, al menos no en el largo plazo.  A la larga, el dólar políticamente encarecido perjudica la importación de bienes de capital, tan necesarios para mejorar la productividad, y daña directamente a quienes dependen de los combustibles importados o, por ejemplo, pagan sus casas en dólares.

¿En qué supersticiones crees?

Columna publicada en elPeriódico.


10
Ene 23

Mi tatarabuelo y doscientos nueve pesos por alquiler de carruajes

 

El presidente de la República acuerda que de la partida de gastos extraordinarios de Gobernación y Justicia se erogue la cantidad de doscientos nueve pesos que se entregarán a los señores Schuman y Córdova, por el alquiler de carruajes para la asistencia a la Asamblea Nacional Legislativa, dice el acuerdo presidencial del 14 de octubre de 1893.

Está firmado por el presidente José María Reyna Barrios y refrendado por el secretario de Gobernación y Justicia, Manuel Estrada Cabrera.

El documento es de mi interés porque Emilio Schuman -uno de los acreedores- era propietario del Establo de Schuman y porque prueba que vino a Guatemala, desde Hawaii y desde Dresde, Alemania, varios años antes de lo que sabíamos en la familia.  Emilio era padre de mi bisabuela, Adela, abuelo de mi abuela, Frances y bisabuelo de mi padre, Luis. El Secretario de Gobernación y Justicia, por cierto, era mi tío bisabuelo, hermano de mi bisabuela, Gilberta e hijo de mi tatarabuela,Joaquina; tío de mi abuela, Juanita y tío abuelo de mi madre, Nora. ¡Que familión hay en este documento!

En 1887, el gobierno de Manuel Lisandro Barrillas ratificó el Tratado de Comercio y Navegación entre Guatemala y Alemania que constituyó la base para la segunda gran inmigración alemana a Guatemala.  El tratado aseguraba la protección completa del gobierno a los ciudadanos alemanes y a sus propiedades; otorgaba libertad de comercio recíproca, así como las de residir, viajar, comerciar, arrendar, comprar y poseer terrenos, almacenes y tiendas; aseguraba la exención del servicio militar y libertad de conciencia y culto; y garantizaba la nacionalidad alemana a los hijos legítimos de los alemanes nacidos en el país, cuenta Ana Lucía Rodríguez en su obra Manuel Lisandro Barillas, un general quetzalteco en la presidencia. .

…no he averiguado quien era Córdova.

Gracias a mi sobrino, Andrés Schwartz, por la foto del documento.