Gösta Gerring y la barba amarilla

 

Gösta Gerring fue un fotógrafo, escritor y documentalista sueco que falleció en Guatemala como consecuencia de una mordedura de barba amarilla, una de las serpientes más letales de por aquí.  Está enterrado en el lote de mi bisabuela, Adela -en el Cementerio General de la ciudad de Guatemala- y la historia de su muerte me impresionó mucho cuando era niño.

La lápida de Gösta Gerring se halla al lado de donde estuvo sepultado mi abuelo, Luis, y a unos metros de donde está enterrada mi bisabuela, Mami.

Mi abuela, Frances, contaba que Gerring fue mordido por la sierpe y que había muerto desangrado.  Está enterrado aquí porque así lo había pedido y porque él su esposa, Dagmar, eran muy amigos de Mami, mi bisabuela. Mami tenía una foto de Daggy sobre la chimenea, en su cuarto.

Gösta Gerring se describía a sí mismo como explorador, y durante mi visita al reino Kan y a El Mirador, siempre tuve a aquel personaje en mi mente cuando cruzábamos la selva y atravesábamos los bajos. Sobre todo cuando vimos una piel de culebra y olimos orines de ofidio en El Tintal. 

Gösta Gerring en 1943. La foto la tomé de https://hjordisniven.com/hjordis-genberg-1930-1940/

El explorador murió en la ciudad de Guatemala en 1946 a la edad de 36 años. Los padres de Gerring visitaron Guatemala después de la muerte de Gösta y le obsequiaron a mi bisabuela un libro titulado This Land of Sweden, que tuve en mi biblioteca durante mucho tiempo, hasta que se perdió en la guerra. Ese es un dicho que usamos en casa para referirnos a objetos históricos que hemos perdido en mudanzas, limpiezas generalizadas y profundas, o por descuido.

A continuación puedes ver un documental que Gerring filmó en Colombia, en 1942. En esta película conocemos al cafetalero Erik von Sneidern en su plantación en las montañas colombianas, a dos mil metros sobre el nivel del mar. Podemos seguir todo el proceso del café, desde que se recogen las bayas, hasta que el esposo y la esposa Sneidern y su hijo toman su café en la terraza y toman una siesta en la hamaca.

Una plantación de café sueco en Colombia, haz clic para ver un documental de Gerring.

¿Qué cosas se han perdido en la guerra? Una piedra para alisar tusas con las que se fabricaban cigarrillos en el siglo XIX, esa me la regaló mi abuelita Juanita; una de los dos jades que me obsequió mi abuelita, Frances; el estuche de cortauñas que era de mi abuelo, Luis, que me regaló mi padre; encendedores de mecha con las firmas de mi padre y de mi madre; la chaqueta de estar en casa, de James H. Vinter (esa es historia para otro día), una colección de litografías de Carlos Mérida y cosas así. 

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