En los países totalitarios, en muchas dictaduras, el gobierno es dueño de los medios de comunicación, o ejerce controles directos e indirectos sobre ellos. Algunas formas de ejercer controles indirectos son la importación monopólica de papel, o la concesión de frecuencias de manera arbitraria, por ejemplo
En Guatemala, aunque la administración es dueña de algunos medios de comunicación, estos son irrelevantes. Drenan el Presupuesto, pero no aparecen mucho en el radar de los que consumen información. En materia de frecuencias, la Ley de Telecomunicaciones ha avanzado leguas en cuanto a independizar a las radios, por ejemplo, de la tiranía de la arbitrariedad administrativa. Y aquí, cada quién importa su papel.
El estado, sin embargo, ha acostumbrado a muchos medios de comunicación a depender de la publicidad que les asigna. Afortunadamente -con excepción de para el canal Maya- existe un mercado libre y disperso de publicidad en el cual la mayoría de medios de comunicación puede encontrar patrocinadores sin necesidad de depender de la teta de la publicidad estatal. Eso, y el hecho de que existen medios de comunicación independientes, de casi todos los colores y sabrores, hacen que, en general, los consumidores de información tengan opciones más allá de las que quisieran ofrecerles los que controlan el poder.
El hecho de que la administración haya cancelado sus pautas en la Prensa escrita debe ser leído como una forma de castigo. Castigo por su independencia. El apoyo propagandístico que la administración le da a la televisión abierta, por otro lado, es un premio a su sumisión.
Puede que sea doloroso para muchos; pero será sano que los medios de comunicación no reciban las rentas parasitarias que les generaba la propaganda oficial.
Ya hace ratos que los socialdemócratas andan tras la Prensa independiente. Primero fue con intentos de censura y ahora es mediante este intento de asfixia. La administración de Los Colom se está encaminando por la vía de Chávez, Ortega, Correa, Morales, Fernández y otros similares. Y si usted todavía no lo ve así…piénselo… La verdad es que la libertad de expresión, la libertad de información, la libertad de prensa y la libertad de pensamiento están bajo asedio.