13
Jul 16

Se juntaron el hambre y las ganas de comer

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Escucha el podcast aquí.

En mi espacio de Facebook publiqué mi columna de la semana pasada titulada: Celebremos la sonda Juno; y en esa publicación los lectores Alejandro Flores y Oscar Gabriel Pineda dejaron comentarios que vale la pena explorar.  La ideas principales de mi columna fueron: la celebración de las virtudes de la racionalidad y de la productividad; la premisa del universo benevolente y la idea de que las ideas son importantes. Dicho lo anterior la realidad importa y la tecnología, la ciencia y la filosofía están íntimamente relacionadas. También la idea de que la grandeza del ser humano y sus logros no son menos que objetos de celebración. No somos dust in the wind.  El hombre es esa criatura magnífica cuyos científicos son héroes y que, en libertad y en colaboración, puede llegar a Júpiter, curar ciertos tipos de cáncer y descifrar el genoma humano. Es mucho más que esas criaturas miserables que ponen bombas en aeropuertos, dinamitan monumentos de la antigüedad, secuestran niñas para venderlas, o renuncian a usar su mente.  Por eso celebro a Juno.

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Flores dijo: Es una lástima que esto se haya hecho con fondos del Estado, en verdad que pone en problemas los fundamentos filosóficos del objetivismo.

El comentario de Flores está relacionado con el hecho de que escribí aquella columna en el marco de la Objectivist Summer Conference 2016 y de que la premisa del universo benevolente y virtudes como la racionalidad y la productividad son propias de la filosofía objetivista. Flores tiene mucha razón cuando identifica que el objetivismo no apoya que el estado (léase el gobierno y por lo tanto los políticos y funcionarios) financie proyectos como la aventura espacial.  De hecho, para el objetivismo el único propósito del gobierno es proteger los derechos de las personas, lo que significa protegerlas de la violencia física.  Dicho lo anterior, ¿te diste cuenta de que mi columna no es una celebración de la Nasa, ni del hecho de que un gobierno haya financiado Juno con dinero ajeno tomado por la fuerza (es decir impuestos)?

¿De qué se trató mi columna? De celebrar la tecnología, la ciencia y la filosofía que hacen posible que los seres humanos puedan curar ciertos tipos de cáncer, descifrar el genoma humano y llegar a Júpiter.  ¿De qué no se trata mi columna? De celebrar que los gobiernos usen dinero ajeno tomado por la fuerza para curar ciertos tipos de cáncer, descifrar el genoma humano y llegar a Júpiter.  La cura de ciertos tipos de cáncer es algo bueno (porque salva vidas y elimina el sufrimiento), eso es lo principal. ¿Deberíamos dejar de celebrarlo porque el gobierno estuvo involucrado? Honradamente creo que no. Yo hubiera preferido que aquel descubrimiento fuera hecho sin involucrar la fuerza; pero ¿debería lo accesorio invalidar lo principal? No.  Hubiera preferido que la sonda Juno fuera un proyecto de SpaceX, como el Falcon 9 y Dragón (que celebré en su oportunidad), pero no lo fue.  Me hace feliz que ciertos tipos de cáncer puedan ser curados y que el desciframiento del genoma humano ofrezca esperanza a muchas personas que sufren; y me alegra que Juno haya llegado a Júpiter.  Creo que es legítimo que nos alegremos por cosas buenas y que las celebremos…aunque, de forma accesoria, el gobierno haya estado involucrado.  Así es como son las cosas en este mundo en el que los colectivistas nos arrastran a vivir.  A ese sometimiento, ¿deberíamos añadir la imposibilidad de celebrar lo bueno, porque es bueno? No.

Oscar Gabriel Pineda escribió: A Hayek le hubiera dado un derrame leyendo tanta ingenuidad cientificista y ese culto cuasi-religioso a la razón.

El comentario de Pineda se refiere a Friedrich A. Hayek, ganador de un Premio Nobel en Economía que advirtió contra en cientificismo y advirtió contra el abuso de la razón.

El cientificismo es la práctica de aplicar la ciencia en exceso, o donde no cabe.  Implica una crítica al positivismo lógico que limita el método científico a lo empírico y verificable.

Resulta muy curioso que a Pineda le preocupe que a Hayek le vaya a dar un derrame cuando se discuten ideas, o cuando se busca la verdad de las cosas (porque Hayek ya está muerto). ¿No debería ser más importante explorar ideas filosóficas, científicas y tecnológicas con libertad y honestidad intelectual, que mejor no meneallo para no incomodar a un filósofo difunto, por gigante que sea? Una de las razones más perturbadoras para no cuestionar las ideas de un filósofo (aunque uno lo respete mucho) sería tener hacia él un culto cuasi-religioso que nos impidiera cuestionar sus ideas, o discutirlas, o ponerlas a prueba.

Pero para poner en perspectiva las cosas, Hayek no se opone a la ciencia; se opone a la idea de que el método de las ciencias naturales pueda ser usado en el campo de las ciencias sociales.  Para hacer la historia corta, esto es porque en las ciencias naturales los objetos, o fenómenos de estudio pueden ser medidos y pesados, tienen los mismos comportamientos cuando están en iguales circunstancias, y son ajenos al observador. Por otro lado, en las ciencias sociales los objetos o fenómenos de estudio no pueden ser medidos, ni pesados, pueden tener comportamientos distintos cuando están en iguales circunstancias, y el observador no siempre es ajeno a los fenómenos que estudia.  Por ejemplo, en la ciudad de Guatemala el agua siempre hierve a 98 grados centígrados poco más o menos (como me explicó el lector Aníbal Mejía Cárdenas) y tu no eres parte del agua que observas hervir; pero en la ciudad de Guatemala cada cabeza es un mundo y cada votante emite sufragio de acuerdo con sus valoraciones propias (que cambian) en momentos y tiempos específicos, y tu eres votante y miembro de la sociedad que estudias.

Dejando a un lado si Hayek tiene razón en esto, o no,  ¿en qué parte de mi artículo escribí acerca de aplicar el método científico (que de manera muy, muy sucinta puede describirse como observar, verificar y explicar) a fenómenos sociales? Mi artículo parece clarísimo en que vale la pena celebrar que actualmente se puedan curar ciertos tipos de cáncer, que haya sido descifrado el genoma humano y que Juno haya llegado a Júpiter.  Todos aquellos fenómenos son del campo de las ciencias naturales, no de las ciencias sociales.  Aún si compartiéramos las ideas de Hayek (aún sin hacer de él, o de ellas un objeto de culto cuasi-religioso), ¿Cómo se curan ciertos cánceres sin usar el método científico? ¿Mediante la intuición, con aceite de serpiente, poniendo memes en Facebook? ¿Cómo se llega a Juno sin usar el método científico? Usándo el ojímetro, a ojo de buen cubero, con fé?

Es cierto que en su obra, Hayek advierte contra el abuso de la razón.  Nos dice, por ejemplo, que hay una diferencia entre la idea de libertad desde la perspectiva evolucionista, empirista y británica; y la idea de libertad constructivista, racionalista y francesa.  Nos dice que las teorías racionalistas de la planificación se basaron necesariamente en presumir la existencia de cierta propensión del individuo para la acción racional, así como al a natural inteligencia y bondad de dicho individuo.  La teoría evolucionista demostró como ciertos arreglos institucionales inducirían al hombre a usar su inteligencia encaminándola hacia las mejores consecuencias y cómo las instituciones podrían concebirse de tal manera forma que los individuos nocivos hicieran el menor daño posible.  Puesto de otra forma, las teorías racionalistas suponen, por ejemplo, que como los seres humanos podemos curar ciertos tipos de cáncer, descifrar el genoma humano y enviar una sonda a Júpiter haciendo uso de la razón, también podemos planificar la sociedad, la economía haciendo uso aquella herramienta. Hayek -sabiamante- nos advierte contra esa arrogancia fatal.

La razón es una herramienta de conocimiento. Es la facultad que identifica e integra el material provisto por los sentidos humanos. Como es una herramienta o facultad tenemos que elegir usarla; no es una función automática y en cada momento de nuestras vidas somos libres de pensar, o de evadir la realidad. La razón es nuestro único medio para comprender la realidad y adquirir conocimientos.  Los místicos creen que la revelación, por ejemplo, puede ser un medio para comprender la realidad y adquirir conocimientos; y por eso creen que antes del diluvio universal una pareja de pingüinos caminó desde la Antártida hasta las arenas del Oriente Medio para subirse a un arca.  Empero, el rechazo a la razón significa que los hombres deben actuar con independencia y/o en contradicción con los hechos de la realidad.

Pineda dice que aquello es cientificismo; pero, ojalá nos explicara qué es mejor que la razón y el método científico para curar ciertos tipos de cáncer, descifrar el genoma humano, o enviar una sonda a Júpiter.

Ayn Rand explica: Los sentidos, los conceptos, la lógica: estos son los elementos de la facultad racional del hombre -su principio, su forma, su método. En esencia, la frase sigue a la razón significa: apoya tus conocimientos en la observación; forma conceptos de acuerdo a las relaciones reales (medibles) entre concretos [no abstractos]; usa conceptos de acuerdo a las reglas de la lógica (con la ley de identidad). Como cada uno de aquellos elementos se basa en los hechos de la realidad, las conclusiones alcanzadas por un proceso de la razón son objetivos.

Celebramos la sonda Juno, pues, es un llamado a celebrar lo bueno porque es bueno; un llamado a celebrar que tenemos esa herramienta magnífica llamada razón, que nos sirve para entender la realidad y hacer uso de ella para curar cánceres, aliviar sufrimientos, y llegar a Júpiter (entre otras miles y miles de cosas buenas más). Gracias a Alejandro Flores y a Oscar Pineda por darme la oportunidad de abundar en estas celebraciones.

Hubo otra participación, la de Alejandro Letona que dijo: Veo un enfoque “infantilista” en el artículo y equiparar a todos en lo bueno tampoco es realista. Definitivamente lo bueno es poco.

No se si lo bueno es poco, o no (y te invito a ver estas imágenes); pero  como explicó Rand, entre quienes partimos de la premisa del universo benévolo hay una convicción fundamental que algunas personas nunca adquieren, algunos la sostienen sólo en su juventud, y algunos mantienen hasta el final de sus días: la convicción de que las ideas son importantes. El que las ideas son importantes significa que el conocimiento es importante, que la verdad es importante, que la mente de uno es importante. Su consecuencia es la inhabilidad para creer en el poder del mal o en el triunfo del mal. No importa cuanta corrupción observe uno en segundo plano,  uno es incapaz de aceptarla como algo normal, permanente, o metafísicamente correcta. Uno siente que “esta injusticia (terror, falsedad, frustración, dolor, o angustia ) es la excepción en la vida, no la regla”.  Uno tiene la seguridad de que en algún lugar de la tierra, incluso si no es cerca de uno, ni está al alcence de uno, la vida humana es posible para los seres humanos, y la justicia es importante. Aunque a veces el mal pase demasiado cerca y ocasione angustia.

Es divertido que a Letona le haya parecido infantilista mi columna, ¿quizás porque usé una caricatura? (¡que de verdad inspiró mi curiosidad infantil!).  Es divertido porque mi idea  de los científicos  tiene mucho que ver con lo heroico en el sentido de que un héroe tiene fines apropiados para el hombre y, por tanto es un pensador. En primer lugar debe sostener valores racionales, y para ello debe ser un pensador, como escribió mi cuate Andrew Bernstein en The Philosophical Foundations of  Heroism.  Andy, por cierto, vendrá a Guatemala en agosto próximo. Quizás Letona ¿no comparte la idea (que no puse en mi columna) de que los científicos por su capacidad de ser inmensamente curiosos  y por su capacidad de maravillarse tienen mucho de niños?

¿Celebramos, o no, lo que representa Juno?


06
Jul 16

La bomba atómica y Ayn Rand, el subconsciente y la música

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El guión de Ayn Rand para una película titulada Top Secret -sobre el desarrollo de la bomba atómica- fue el reto de escritura más difícil que la escritora hubiera intentado, dijo  Shoshana Milgram, en la conferencia titulada Ayn Rand and the Atomic Bomb Movie: Seventy Years Later, nos contó como es que Rand aceptó el reto de escribir el guión, como lo planeó y se preparó para escribirlo y qué ocurrió cuando el proyecto le fue quitado de las manos.

Para Rand este proyecto fue diferente a cualquier otra cosa que huciera hecho, planeado y considerado.  Estaba basado en un hecho histórico y sin cambiar los nombres de quienes lo protagonizaron ella iba a hacer una obra de arte.  Preparó cuidadosamente las preguntas que les haría a gente como Robert Oppenheimer, un héroe científico. El principio que iba a guiar aquella pieza para el cine era el del enfrentamiento entre la libertad y la fuerza, en el supuesto de que la libertad es condición indispensable para que funcione la mente.

Rand estaba consciente de que la bomba atómica presentaba un peligro específico: armas con esa capacitad de destrucción masiva, en manos del estatismo podía acabar con la humanidad.  En manos de los gobiernos ese tipo de poder es muy peligroso.  Sabía, también, que los estatistas siempre tratan de destruir, o por lo menos de bloquear las mentes brillantes porque los estatistas demandan obediencia.

Empero, sabía que la bomba era la consecuencia de la cooperación -en libertad- de científicos que había huído de regímenes totalitarios y colaboraron en un país libre, en un ambiente de libertad, Shoshana contó que Oppenheimer decía que en Los Alamos no se daban ordenes, sino razones.

Durante la conferencia hubo tres frases que me gustaron mucho:

Oppenheimer le dijo a Rand: We fought for knowledge, but you will have to fight for the right to know.  Frase que me parece de muchísima relevancia en estos días en los que las opiniones parecieran prevalecer sobre las ciencias, en los que lo políticamente correcto se impone sobre lo que es verdad y en los que la libertad de expresión es aplastada por los sentimientos y por la democracia.

La otra frase no recuerdo si es de Shoshana, o de Rand: Facts can be exciting if you can pick the right ones. Frase de mucho valor para quienes escriben ficción.

Finalmente, de Oppenheimer: The mind is man´s only real wapon.

Aquello ocurrió en 1946, justo antes de que ella emprendiera La rebelión de Atlas.

Entendiendo el subconsciente:

En la mañana hubo dos clases favoritas: Entendiendo el subconsciente, por Jean Moroney de la que les contaré en unas líneas; y la segunda parte de la clase de música que ya comenté ayer.

El éxito en el mundo real descansa en el funcionamiento efectivo del subconsciente, ese que constantemente suple a la mente consciente con información pertinente y motivación coherente, explicó Jean Moroney.  Sólo el objetivismo reconoce que el subsonsciente está programado por la mente consciente  -y que por lo tanto puede ser reprogramado.  En su conferencia, Moroney mostró el proceso esencial para entender nuestro subconsciente y para remediar problemas clave, incluyendo la represión, la jerarquía plana de valores, y la dificultad de identificar lo que es esencial.

Incluyó ejercicios de introspección que no pude hacer ya que tuve que atender asuntos de trabajo.  Espero que mis colegas que si los hicieron puedan hacernos una demostración cuando regresemos a Guatemala.


05
Jul 16

La música, y cómo ser objetivo acerca del objetivismo

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¿Y si empiezas tu día de clases con una sobre música?  Ayer empezó el curso de dos días titulado Listening to Music: An Ear Training Approach, por Thomas Shoebotham. Este curso -en la Objectivist Summer Conference 2016–  parte de la premisa de que la música es algo que apasiona a muchas personas; y, sin embargo, muchos encontramos que es difícil describir lo que sentimos por la música.  Thomas presentó muchos ejemplos de música grabada y tocada en vivo (con cello y un piano electrónico) para ayudarnos a apreciar mejor cómo se integran los materiales musicales y nos mostró estratégias para profundizar en el entendimiento de esta forma de arte que es algo elusiva.

Thomas sugirió que cuando escuchemos música por placer y para entenderla, no lo hagamos mientras hacemos otras cosas, esto es para enfocarnos.

Nos proveyó con vocabulario básico como tono, que es una propiedad del sonido, una frecuencia que os permite distinguir la música del ruido porque aquella es estable; el ritmo que es el lapso que dura el sonido; el beat (¿pulso?) que es la pulsación regular. Nos recordó que el ritmo y le pulso no son lo mismo y que suelen ser confundidos. Aprendimos qué es la métrica, el patron de pulsos fuertes y pulsos débiles; el tempo rubato que es una distorción deliberada del pulso o el ritmo con propósitos expresivos; la melodía, que es la unión de ton y ritmo; y los motifs que son pequeñas células musicales o ladrillos con lo que se construyen piezas más grandes.

Con esos y más herramientas, el curso -que duró dos sesiones en lunes y martes- nos dió posibilidades de apreciar mejor la música.  Thomas recomendó: sean pacientes consigo mismos, aprendan a cantar, o a bailar para poner la música en sus cuerpos.

La objetividad acerca del objetivismo:

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La filosofía es una disciplina demandate que requiere rigor intelectual y honestidad escrupulosa, advirtió Gregory Salmieri.  Toma años de pensamiento disciplinado entender y evaluar sus principios e incorporarlos a la vida de uno [díganmelo a mí, digo yo]. Ese trabajo continúa a lo largo de la vida de uno en tanto uno usa la filosofía para mantener integrado un creciente corpus de conocimiento (checando premisas cuando es necesario).  Recordó que ser objetivista quiere decir respetar los hechos y hacerse responsable de los conceptos, conclusiones y valores propios de uno; aún si uno no ha originado aquellas ideas uno mismo, uno si puede responsabilizarse de elegirlos conscientemente.

Salmeri habló sobre cómo ser objetivo acerca del objetivismo, incluyendo la necesidad de estar concientes acerca de qué principios filosóficos sabemos que son verdaderos y cómo sabemos que son verdaderos, así como que preguntas nos quedan por contestar.  Nuestras ideas y valores deben estar en contacto con la realidad.  Puso atención especial en los errores comunes en los que caemos cuando nos entusiasmamos con la filosofía e hizo énfasis en la necesidad de que los miembros del movimiento objetivista respeten las necesidades congnitivas de otros miembros, así como sus contextos de conocimiento.

Lamentó que, en nuestra cultura, normalmente no veamos mucho interés en la búsqueda de la verdad, y que la gente prefiera pertenecer, más que buscar la verdad.

Explicó que le objetivismo es filosofía porque tiene que ver con los temas fundamentales con referencia a la forma en que dirijimos nuestras vidas; es un movimiento filosófico porque la objetividad es necesaria; es un sistema filosófico porque está integrado y no es sólo una colección de citas filosóficas; y es una filosofía, porque hay otras; y es la filosofía de Ayn Rand basada en los trabajos de esa filósofa; es una filosofía radical porque reta 2000 años de dradiciones que están son fundamentalmente mal  y son las causas por las que estamos en crisis moral.

Recomendó diferenciar entre la filosofía de Ayn Rand y sus preferencias personales,;sus ideas en otros campos que no son filosofía; sus juicios sobre tendencias; personas y eventos históricos, o contemporáneos.


03
Jul 16

La filosofía del arte y el movimiento objetivista 2.0

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Para mí, el primer día de la Objectivist Summer Conference 2016 tuvo dos momentos estelares: el día comenzó con Spiritual Fuel: Appreciating Various Forms or Art, con Aaron Smith; y la sesión general titulada The Objectivist Movement 2.0 por Onkar Ghate y Yaron Brook.

En la primera exploramos ideas como la de que el arte es una necesidad profunda para los seres humanos y con que la filosofía del arte tiene que ver con la teoría de nuestras respuestas frente a lo bello.  El arte toca emociones profundas que se formaron muy temprano en nuestras vidas y requiere mucho esfuerzo intelectual entenderlas.  Para entender la naturaleza del arte tenemos que entender la naturaleza de la filosofía y ya sabemos que Ayn Rand dijo que todos necesitamos una filosofía, para entender el mundo en que vivimos, y para entender cómo es que adquirimos conocimientos, por ejemplo.

Un sentido de la vida es el resultado de integraciones formadas por la elecciones y las emociones que experimentamos; y nos produce reacciones inmediatas frente lo que nos rodea.  Es difícil entender el sentido de la vida de los demás y el propio.

El arte no juega un papel utilitario pero juega un papel muy importante.  El arte llena nuestra necesidad de entender el mundo y la necesidad de entender la suma de nuestra visión fundamental de la vida en términos concretos.  Es la concretización de la metafísica, la objetivización de las abstracciones metafísicas.  Reproduce objetos con enfoques particulares, no es cualquier tipo de reproducción.

Necesitamos ver nuestras abstracciones fundamentales de una forma concreta y perceptual.  El arte está basado en el hecho de que no podemos andar por ahí sólo con abstracciones.  Necesitamos, también, combustible espiritual, o algo de motivación.  El arte nos inspira. El arte nos recuerda que el mundo no es sólo lo que experimentamos a diario; sino que es acerca de vivir, y de enfocarse en lo que es importante.

El arte lleva su mensaje por medio de lo que el artista elige mostrar.  No es acerca de reproducir la realidad, ni puede hacerse sin evaluar; el arte lleva su mensaje por medio de la selección y el énfasis.

A la teoría del arte uno debe aproximarse de la misma manera en que se aproxima a una teoría compleja, concluyó Smith.

El movimiento objetivista 2.0

La conferencia de Onkar y Yaron puso al movimiento objetivista en el Siglo XXI.  Ha llegado el tiempo de que el movimiento objetivista entre en una nueva fase de desarrollo; una que ponga mayor énfasis en las comunidades objetivistas.

Onkar definió movimiento como un grupo de personas que trabajan juntas para promover ideas que comparte.  Recordó que el objetivismo es una filosofía para vivir en la tierra e invitó a los que comparten las ideas objetivistas a tener un enfoque implacable en lo positivo y a no sólo pensar mejor, sino que a actuar mejor.  ¿Que distingue al objetivismo? El hecho de que piensa seriamente en la moral y en que la moral importa.

Ser parte de un movimiento implica ser parte de una comunidad y el objetivismo debe ser un comunidad de intelectuales.  Onkar y Yaron recordaron que en una comunidad de intelectuales los desacuerdos son inevitables; y no pueden ser ignorados.  No hay movimiento en el que no haya desacuerdos serios en varios niveles.  El objetivismo es una filosofía para vivir en la Tierra; una comunidad de intelectuales dedicados a promover el conocimiento, un fenómeno positivo.

Estas meditaciones son oportunas porque no falta quienes saquen de contexto las palabras de Howard Roark cuando dice: I do not cooperate, I do not colaborate; así como las palabras de Rand en 1968, cuando dijo: Objectivism is not an organized movement, only few people understand Objectivism.  Eso ha cambiado en 78 años y el Ayn Rand Institute está preparado para el Movimiento Objetivista 2.0  del cual quiero ser parte.


09
Feb 16

La beatada contra la educación sexual

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Puedes escuchar el podcast aquí.

La llamada ley de la juventud es una pieza de legislación específica y concreta, que crea privilegios y asignaciones presupuestarias a grupos de interés que se atribuyen la representación de los jóvenes.  Las normativas de este tipo minan la igualdad de todos ante la ley, que debería ser un principio republicano fundamental. ¡Sólo por eso! aquella legislación debería ser rechazada de plano, no sólo en el Congreso, sino por todos aquellos que entienden el valor de la erradicación de los privilegios.

Pero ahí está que no…y los únicos que han expresado su rechazo a aquellas normativas son los cachurecos, y por las razones equivocadas.  Los que se toman en serio aquella escena de Como agua para chocolate en la que Pedro reza: No es por vicio, ni por fornicio, sino para hacer un hijo para tu servicio.

La beatada estima que los niños no deberían recibir información y educación de carácter sexual, científica y biológica si no es por medio de la familia; y definitivamente no por parte del estado.  Y estiman que la información y educación sexual  debería estar acompañada por consideraciones de orden espiritual…sus consideraciones de orden espiritual, para ser claros.

En principio yo estaría de acuerdo con el párrafo anterior  porque que el estado (o sea los políticos y sus funcionarios) no deberían involucrarse en la educación.  Punto.  No debería existir la educación estatal. Punto.  Pero existe; y si existe, la información objetiva sobre el sexo no debería ser excluida de los programas, como no debería ser excluida, por decir algo, la teoría de la evolución (aunque eso ofenda a los creacionistas).

Me inquieta, sin embargo, aquella postura que se opone a la distribución de información objetiva sobre el sexo por organizaciones más allá de la familia; y esto es porque en este país hay muchísima desintegración familiar, muchísima paternidad irresponsable y muchísima desinformación acerca del sexo.  La mayoría de familias no son cuadros de Norman Rockwell.  Sólo echa cuenta de que en 2014, el Observatorio de Salud Reproductiva estimó que hubo 71,000 embarazos de niñas y jóvenes. ¿Cuántos abortos se evitarían si los involucrados hubieran tenido información objetiva acerca del sexo? Y voy a apostar a que la mayoría de jóvenes obtienen, de parte de sus pares, cualquiera información de orden sexual que tengan.

Es cierto, claro, que el sexo tiene una dimensión más allá de lo puramente científico; pero eso es otro par de zapatos. Así como las escuelas estatales no debería forzar religión alguna en sus usuarios, tampoco deberían forzar ideas sobre el sexo.  En una sociedad donde la desintegración familiar es elevada, ¿quién debería discutir ese tema con los niños y jóvenes, in loco parentis? Descontando que los niños y jóvenes van a discutir el tema entre ellos (bien informados, o no), no queda más que admitir que otras instancias podrían ser fuentes de información mejor calificadas; y en tanto que esas instancias no tengan un monopolio, o una posición preponderante por medio de la legislación, mientras más y más diversas sean, quizás es mejor.  Pueden ser organizaciones privadas voluntarias de servicio, o lo que sea..hasta iglesias si no hay de otra; pero ninguna debería excluir a las otras mediante el uso de la fuerza de la ley.

Con respecto al sexo, Ayn Rand escribió que este es una capacidad física; pero su ejercicio está determinado por la mente del hombre  -por su elección de valores celebrada consciente, o inconscientemente. Para un hombre racional, el sexo es una expresión de su autoestima, una celebración de sí mismo y de la existencia. Para el hombre que carece de autoestima, el sexo es un intento de fingir y adquirir su ilusión momentánea.

El amor romántico, en el pleno sentido del término, es una emoción posible sólo para el hombre (o mujer) de inquebrantable autoestima: es su respuesta a sus propios valores más altos, identificados en la persona de otro; -es una respuesta integrada de su mente y su cuerpo, del amor y el deseo sexual. Tal hombre (o mujer) es incapaz de experimentar un deseo sexual separado de los valores espirituales.

Alguien debería compartir estas ideas con niños y jóvenes, y descubrir con ellos su significado; pero nadie debería tener el monopolio de discutir el tema.  Y es un error de ignorancia suponer que -en una sociedad con un elevado número de familias desintegradas y un elevado número de niños y jóvenes creciendo al margen de cualquier forma familiar- para esos niños y jóvenes sea fácil encontrar respuestas de calidad a sus inquietudes.

La ilustración la tomé de Facebook.


02
Feb 16

Celebramos el Día de Ayn Rand

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Puedes escuchar el podcast aquí.

El 28 de diciembre de 2015 visité los cenotes de Candelaria en Huehuetenango; y la belleza, el silencio, la paz y el encanto del lugar invitan a pensar; particularmente en todas las cosas buenas que uno tiene,o recibe en la vida.  En las personas que con su amor y su amistad enriquecen la vida y en la dicha de sentirse orgulloso de uno mismo.

¡Hoy es el Día de Ayn Rand o Día del egoísmo! y celebramos el 111 aniversario del nacimiento de aquella filósofa y novelista cuyas obras han influido mucho en mi vida.

En este Día de Ayn Rand aprovechemos para desafiar cualquier premisa basada en el deber, para reafirmar el amor por nuestros valores, y para honrar el principio de que la alegría de vivir es un fin en sí mismo.

Entonces: ¡Feliz y egoísta Día de Ayn Rand!

Ayn Rand, filósofa y novelista, es la creadora del “Objetivismo” – la filosofía del egoísmo racional, una filosofía “para vivir en la Tierra” — y autora de best-sellers como “La Rebelión de Atlas“ y “El Manantial“.

El significado del Día de Ayn Rand es “egoísmo”. Para celebrar el Día de Ayn Rand, haces algo que normalmente no haces en ningún otro día de fiesta: te das un regalo a ti mismo. El Día de Ayn Rand es para que obtengas ese objeto de lujo que anhelas pero que normalmente no compras, o para realizar esa actividad que siempre dejas para más adelante, esa actividad que te encantaría hacer y para la que nunca tienes tiempo.

El Día de Ayn Rand [o Día del egoísmo] es para que recordemos que el placer es una necesidad real, una exigencia psicológica de una consciencia volitiva. Para el hombre, la motivación, la energía y el entusiasmo no son algo que podamos dar por hecho; la depresión patológica no sólo es posible, sino que está creciendo de forma alarmante en nuestra cultura, una cultura que predica el deber y la auto-denigración. La alternativa no es una diversión superficial de corto plazo, sino un placer real, profundo y auto-gratificante. En el Día de Ayn Rand, si haces algo que normalmente considerarías “divertido” o “entretenido”, hazlo bajo una premisa diferente y con un significado más profundo: aceptando el hecho que necesitas placer, que te lo mereces, y que el propósito y la justificación de tu existencia es conseguir lo que quieres – lo que realmente quieres – con plena consciencia y dedicación.

En “El Manantial”, Peter Keating llega a darse cuenta de esto:

“Katie, yo quería casarme contigo. Era la única cosa que realmente quería. Y ese es el pecado que no puede ser perdonado: que no hice lo que quería. La sensación que tengo es tan sucia, tan inútil y monstruosa, como lo que uno siente sobre la locura, porque no tiene ningún sentido ni dignidad, es sólo dolor, y dolor en vano. . . . Katie, ¿por qué siempre nos enseñan que es fácil y malo hacer lo que queremos, y que necesitamos disciplina para refrenarnos? Es la cosa más difícil del mundo, hacer lo que queremos. Y se necesita el mayor tipo de valor. Quiero decir, lo que realmente queremos. Como el que yo quisiera casarme contigo. No el que quiera acostarme con cualquier mujer, o emborracharme, o que mi nombre aparezca en los periódicos. Esas cosas… no son ni siquiera deseos… son cosas que la gente hace para escapar de los deseos, porque es una responsabilidad tan grande, el realmente querer algo”. [pp. 599-600]

No seas un Peter Keating de esos que abundan. Desafía cualquier premisa basada en el deber, y reafirma el amor por tus valores para honrar el principio de que ¡la alegría de vivir es un fin en sí mismo!  Lo celebraré con algo bueno…pero todavía no he decidido con qué. ¿Cómo vas a celebrarlo tu?

Para ilustrar esta nota compárto el grito de La rebelión de Atlas que hice en uno de los cenotes de Candelaria.

El texto en itálicas es por Harry Binswanger, publicado en HBL en el aniversario del nacimiento de Ayn Rand; y lo tomé de objetivismo.org.


30
Ene 16

Guatemala en “La rebelión de Atlas”

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La República Popular de Guatemala -escribían los periódicos del 26 de enero- rechaza el pedido de los Estados Unidos de un préstamo de mil toneladas de acero.  El párrafo es de La rebelión de Atlas, la novela magnífica de Ayn Rand y yo tenía que haber puesto esta entrada el martes pasado porque…fue 26 de enero.

Esa no es la única mención chapina en la novela; ya que unas páginas antes, la autora explica que Dagny sabía que era posible sacar dinero del negocio de los ferrocarriles, y sabía también quien lo estaa haciéndo.  Cuffy Meigs vendía trenes del mismo modo que si estuviese vendiendo el último de los suministros del ferrocarril cada vez que podía armar un plan que le impedía quedar al descubrierto.  Vendía rieles a Guatemala o a compañías tranviarias de Canadá, cables a fabricantes de fonógrafos, y durmientes como combustible para hoteles de centros turísticos.

¿Por qué será que Ayn Rand eligió a Guatemala?  No sabemos que haya estado aquí; pero, ¿habrá leído acerca del País de la eterna primavera en las noticias? Los años 50 fueron tiempos interesantes en la Tierra del quetzal; y para 1957 cuando la novela fue publicada, Guatemala se había escapado de la órbita soviética y del colectivismo y el totalitarismo que, en la novela, habían llevado el mundo al colapso.


08
Dic 15

El diablo se fue feo anoche

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Ayer cumplimos con la tradición chapina de reunirnos  para encender un fogarón en el cual se supone que arde el diablo.  Es un rito tribal y supuestamente purificador en el cual se entregan a las llamas nuestros diablos personales, simbólicamente.  ¿Cúal es tu diablo que quemas el 7? Los míos son dos que vuelven y vuelven cada año: la impaciencia y la maña de procrastinar.

Hay, sin embargo, una perspectiva sobre el diablo, que es fascinante y que mi cuate, Warren, explica muy bien: el diablo es un héroe porque su dios era un tirano absoluto.  Luzbel se rebeló contra la tiranía, ¿por qué no habría de ser heróico?  Luego, ¿no fue el diablo quien animó a Eva a comer el fruto del árbol de la sabiduría? El diablo, en ese contexto, es Prometeo.  ¿Por qué iba a ser símbolo del mal un héroe que abre las puertas al conocimiento?  Tal vez hay que repensar la celebración de ayer y…¿te diste cuenta de que el fuego al diablo es como el agua a un pez?

Con los fogarones se queman cohetes y a su alrededor acuden los amigos y la familia. Ayer el fogaron tradicional en casa de los Peter estuvo acompañado por tamales y ponche deliciosos.

La novedad de este año fue que el cuate, Juanca, mandó a hacer un diablo que llevaba en sus manos La crítica de la razón pura, por Emanuel Kant; el hombre que, según explica Ayn Rand, le cerró la puerta de la filosofía a la razón y expresamente se propuso salvar la moralidad del auto sacrificio.  Esas son las malas ideas que se quemaron anoche. Por supuesto, Kant es muy popular entre los místicos.

Muchas culturas tienen tradiciones similares y las que recuerdo ahora son las hogueras de los celtas y las fallas valencianas.  De distinta naturaleza entre sí, y muy diferentes a nuestra Quema del Diablo, todas están relacionadas con el uso del buen fuego que ilumina y purifica.

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01
Sep 15

Día de “La rebelión de Atlas!

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El 2 de septiembre se celebra el Día de La rebelión de Atlas; Esto es porque Ayn Rand comenzó a escribir esa novela en un día como hoy.  Además a lo largo de la obra esa fecha aparece en varias ocasiones:

  • En la primera escena del libro un vago le pregunta a Eddie Willers ¿Quién es John Galt?; y poco más adelante, mientras Eddie camina por las calles de Nueva York ve un calendario gigante que tiene la fecha 2 de septiembre.
  • En esa misma fecha  Dagny y Hank deciden tomar vacaciones juntos; y durante ese viaje es que descubren un motor que revolucionaría el uso de la energía en el mundo.
  • El célebre discurso del dinero, de Francisco D´Anconia ocurre durante una fiesta el 2 de septiembre.
  • La empresa D´Anconia Copper fue nacionalizada un 2 de septiembre; y en la agenda de Francisco estaba anotado: ¡Hermano, tú lo pediste!

Esta fecha es buena para festejar la creatividad y el espíritu emprendedor de aquellos hombres y mujeres a los que Ayn Rand celebra por medio de sus personajes en La rebelión de Atlasasí como a la mismísima Rand.  A mí me gusta personalmente porque ahora ¡Faltan 15 días para mi cumpleaños!

La foto es de mi Primera edición de Atlas Shrugged.


12
Ago 15

Conversación sobre “Objetivismo: la filosofía benevolente”

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En Objetivismo: la filosofía benevolente mi amigo y maestro, Warren Orbaugh, explica -en español- toda la filosofía de Ayn Rand así como los aportes recientes de otros objetivistas.  De modo que el libro es comprehensivo del movimiento objetivista; y reune aportaciones que se pueden encontrar separadas, pero que por primera vez se hallan en un sólo volumen ¡y en español!  Esto hace que el trabajo intelectual de tener acceso a aquellas aportaciones sea más facil.

En el libro, Warren hace sus propias aportaciones filosóficas en el campo de la estética y del arte; especialmente en el de la arquitectura.  Abunda en los diferentes tipo de arte y explica qué tipo de arte es la arqutiectura.

En la conversación que ilustra esta entrada, Warren explica cuáles son las principales objeciones a la filosofía objetivista y las aclara para los que no están familiarizados con ella.

En Objetivismo: la filosofía benevolente, Warren Orbaugh explica que hay quienes confunden el objetivismo, que es un movimiento filosófico, con el libertarianismo, pero en realidad son dos cosas diferentes.  

El objetivismo es un sistema filosófico. El libertarianismo no.  El libertarianismo consiste en una postura política: en respetar el proyecto de vida del otro, en tanto este no viole los derechos de los demás.  Varios sistemas filosóficos coinciden en sus principios con este postulado.  De tal manera que los libertarios pueden estar de acuerdo en este punto y diferir en otros principios.  El libertarianismo no responde a preguntas como ¿Cómo lo sabemos? ¿Son necesarias y posibles las respuestas a esas preguntas para defender la libertad? Los sistemas filosóficos son los que responden a esas preguntas, dice Warren en la Introducción del libro.

Un sistema filosófico es un conjunto de principios que responden a nuestras inquietudes de ¿Qué es la realidad? ¿Cómo lo sabemos? Y según las respuestas a lo anterior ¿Cómo debemos actuar? ¿Cómo debemos relacionarnos con los demás? ¿Qué es importante?, explica en Objetivismo: la filosofía benevolente.

Warren indica que uno de los principios fundamentales del objetivismo es que la razón –la facultad que integra e identifica el material que nos dan los sentidos– es el instrumento de sobrevivencia del hombre, y por tanto, el compromiso de guiarse por ella debe ser una incesante e inviolable obligación. Cada pregunta teórica debe y puede responderse usando la razón; cada acción práctica debe y puede ser guiada usando la razón.

Objetivismo: la filosofía benevolente fue publicado por Editorial EpistemeYa está disponible para Kindle.  Si disfrutas más de los libros leyéndolos físicamente puedes adquirirlo en la Marro-King, la librería que está en el Cuarto piso de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín, o escribiendo a ediciones@ufm.edu