Educación y violencia, ¿a tí te extraña?

Los enfrentamientos del lunes dejaron por lo menos 50 personas afectadas, incluido el periodista Luis Soto que sufrió golpes en el cráneo y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

Por la mañana del mismo lunes estudiantes del INCA, Aqueche y Normal secuestraron a la Ministra de Educación; los estudiantes lanzaron piedras y palos y las autoridades de seguridad intervinieron y hubo gases lacrimógenos. Hubo violencia y uso de la fuerza. ¿Te extraña? A mí no.

Las escuelas normales,  donde se forman los maestros/burócratas, son escuelas estatales; y el Estado, ¿qué es el Estado? Es la concentración monopólica de la fuerza. Las escuelas estatales (o gubernamentales) son escuelas políticas; y una vez que puedes ver más allá del romanticismo irracional que rodea a la educación estatal, te das cuenta de que la fuerza es un componente esencial suyo.

El sistema estatal de educación obliga y fuerza a los niños a integrarse a él; ya sea en escuelas públicas directamente controladas por sindicatos de maestros y por burócratas profesionales, o en escuelas privadas indirectamente controladas por pensa diseñados por aquellos personajes, por regulaciones inflexibles y por criterios que sirven a políticos.

Hablando del uso de la fuerza, que no se te olvide que el sistema de educación estatal es financiado por dinero ajeno tomado mediante la amenaza de coacción, por medio de un sistema de expoliación que conocemos como impuestos. ¿Te extraña que los futuros maestros sean violentos? A mí no. Están siendo criados en un ambiente en el que las amenazas de coacción y el uso de la fuerza son moralmente aceptables.

No es cierto, por cierto, que los delincuentes que dirigen a los estudiantes no tengan planes ni ofrezcan opciones. Que no se te escape la iconografía que usan, a la que ya me referí en un artículo anterior; y que no se te escape que aquí y en Tomboctú, el propósito de la educación estatal es uniformar, y asegurarse de que la mayor cantidad de niños, posible, se convierta una de sujetos pasivos y obedientes del Estado. A que respeten y no cuestionen.

Yo digo que a la educación estatal no hay que reformarla, hay que abolirla. Y digo que para una sociedad libre es mortal colaborar con su salvación. Gracias a C.B. Thompson por inspirar estas meditaciones.

Columna publicada en El Periódico.

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  1. […] 13, 2012 | Leave a Comment La semana pasada argumenté que hay que abolir la educación estatal porque: está fundada sobre la expoliación (que es un acto […]

  2. […] La ilustración la tomé de Facebook.  Al ver esa ilustración uno no puede sino pensar que es inmoral contribuir al sostenimiento de la educación estatizante.  Para una sociedad libre, es suicida reformar la educación estatizante y lo que corresponde es abolirla. […]

  3. […] La ilustración la tomé de Facebook.  Al ver esa ilustración uno no puede sino pensar que es inmoral contribuir al sostenimiento de la educación estatizante.  Para una sociedad libre, es suicida reformar la educación estatizante y lo que corresponde es abolirla. […]