Hagamos un recuento de novedades: La SAAS compra, para el servicio del Presidente y de su familia, 240 latas de queso brie, que era el favorito de Napoleon I, emperador de los franceses. Adquiere 360 unidades de coulotte, 430 libras de entraña y 440 libras de cordero (entre otras compras parecidas) ¿Te extraña? No debería. La administración de Pérez Molina gastó Q2.5 millones en chicharrones y otros antojos como lomito y camarones
La mara del Comité Olímpico Guatemalteco gastó casi Q9 mil en maletas porque los señores miembros no podían viajar con maletas rojas. Ni que fueran mucos. ¿Viste?
El Ejecutivo compra miel y manteca con precio de Q21,830. Unos 2000 bloqueadores solares y repelentes de insectos fueron adquiridos para cuidar la piel de los burócratas del Inguat. El MAGA gastó Q10,000 en limpiadores de muebles en aerosol. ¿Porque chish limpiar el Despacho con limpiadores normales?
Estas mañas son viejas. Siga, ese engendro mercantilista entre los propietarios de autobuses urbanos y los Colom/Torres compró equipo para 2 mil 648 buses inexistentes y eso les costó a los tributarios Q220 millones.
El dirigente religioso Oscar Vian se mostró a favor de la puñalada tributaria que están promoviendo los “pipoldermos” pero…¡sorpresa!…la organización que él dirige tiene el privilegio de no pagar tributos. ¿De danta el cuero, o no?
La CGC es incapaz de auditar 25 préstamos que están en ejecución en distintas entidades del estado. El Organismo Ejecutivo tiene poquísima capacidad de ejecución y nueve de aquellos proyectos no tienen ni el 30 por ciento asignado para inversión…¡la mayoría se va para gasto, que generalmente quiere decir sueldos para burócratas!
Lo más nuevo es que el Ministerio de Salud les va a pagar a especialistas para que diagnostiquen mal de ojo, malhecho, pérdida del alma, susto y debilidad de la sangre, en los centros de salud pagados por los tributarios para la gente más pobre, sencilla y vulnerable que está chipe.
En este ambiente la Junta Monetaria anunció que los guatemaltecos produciremos menos riqueza. ¡Y aun así los pipoldermos se atreven a pedir más impuestos!
Columna publicada en elPeriódico, la ilustración la tomé de aquí.