12
Sep 25

¿Ves el elefante en la sala?

He aquí una buena parte del elefante en la sala y me pregunto quiénes de ustedes lo están viendo.

La irracionalidad es el elefante en la sala. La ilustración es de Grok.

El 10 de septiembre pasado, Charlie Kirk, fundador de Turning Point USA y comentarista conservador, fue prácticamente ejecutado por un francotirador. Calificado como asesinato político, este acto dejó banderas a media asta y mucha consternación, aún entre quienes no somos conservadores.

Este crimen -que algunos celebran desde el espectro político socialista- es un ataque bárbaro a la razón y a la libertad de expresión, pilares de una sociedad libre. Mediante el debate pacífico, Kirk encaraba al colectivismo progresista que infecta la cultura moderna. Asesinarlo refleja el irracionalismo de quienes, incapaces de argumentar, recurren a la violencia. Este asesinato evidencia cómo el tribalismo emocional y el rechazo a la razón erosionan la civilización. Una sociedad sana resolvería conflictos ideológicos mediante debates racionales, no balas, y este crimen hace urgente reforzar la protección de derechos individuales frente al caos colectivista.

El 22 de agosto de 2025, Iryna Zarutska, refugiada ucraniana de 23 años que escapó de la guerra, fue apuñalada mortalmente en un tren en Charlotte, Carolina del Norte, por DeCarlos Brown Jr., un criminal reincidente con esquizofrenia. Brown, con antecedentes violentos, actuó en un ataque captado en video. Los medios tradicionales ignoraron el caso, y no nos hubiéramos enterado de no ser por X.

Este crimen es un fallo estatal en proteger el derecho a la vida. Zarutska, víctima inocente que huyó de los efectos de la invasión rusa a Ucrania, murió por políticas suaves con los delincuentes, que priorizan el altruismo sobre la justicia racional. El gobierno, cuya única función moral es usar fuerza contra iniciadores de violencia, falló al liberar repetidamente a Brown, sacrificando a Zarutska a manos de un parásito. Un sistema judicial justo debe deducir responsabilidades proporcionalmente, sin ceder a sentimentalismos colectivistas, como el color de la piel. Este caso, que ha avivado debates sobre políticas en ciudades demócratas, exige reformas para priorizar derechos individuales sobre ideologías racistas e irracionales.

En relación con este caso, la jueza Teresa Stokes liberó al asesino de Zarutska en enero de 2025 con solo una promesa de comparecer para rehabilitación, contribuyendo al posterior asesinato. Aunque Stokes asistió a una escuela de derecho de bajo prestigio, no es abogada licenciada ni ha pasado el examen de la barra, habiendo cumplido solo requisitos mínimos estatales para ser jueza.

Esto es un caso claro de colapso meritocrático: la judicatura debe basarse en competencia racional, no en estándares laxos, criterios étnicos o conexiones políticas. Stokes, con conflictos de interés en negocios de salud mental, encarna el irracionalismo estatal que prioriza el altruismo sobre la objetividad. En un sistema judicial justo, los jueces deben ser seleccionados por logros racionales, no por cuotas colectivistas. Este caso, que ha generado llamados republicanos a su remoción, expone la necesidad de restaurar la razón en el sistema judicial estadounidense.

En otro orden de noticias, el 9 de septiembre de 2025, protestas juveniles por corrupción y represión derrocaron al gobierno comunista de Nepal, y dejaron el Parlamento y otros edificios estatales y privados incendiados y 19 muertes.

El comunismo —un sistema colectivista que viola los derechos individuales y la razón— siempre lleva a la tiranía y la miseria. Esta caída es una victoria, pues refleja el rechazo racional al totalitarismo. Los jóvenes, exigiendo libertad económica y de expresión, muestran la supremacía de la mente sobre el misticismo marxista; pero, sin un compromiso con el capitalismo y los derechos individuales, Nepal podría caer en otro ciclo colectivista. Preocupan los niveles de violencia en Katmandú e inquieta quiénes pescarán en aquel río revuelto.

Estos casos ilustran cómo la irracionalidad, el altruismo y el estatismo engendran violencia e injusticia. Solo un sistema basado en razón, egoísmo racional y derechos individuales puede proteger la vida y la libertad.

Columna publicada en República.


09
Ago 23

Oppenheimer, Hiroshima y Nagasaki

 

Iba a escribir esta nota luego de ver la película Oppenheimer; pero resulta que hoy es el aniversario de la explosión de Fat Man, la bomba atómica arrojada en Nagasaki y hay bastantes comentarios al respecto en redes sociales; así que aquí van unas meditaciones.

Hace cinco años me di cuenta de que en poco tiempo ya no habrá sobreviviente alguno, ni las experiencias atómicas en Hiroshima, y Nagasaki; y de que  muchos de los que entonces tenían suficiente edad como para recordar el horror con alguna claridad, están por entrar a la octava década de sus vidas.

Los demás, los afortunados de no haber estado ahí, ni en la guerra espantosa que precedió a las bombas, tenemos la obligación moral de entender lo que ocurrió y hacer todo lo que sea racionalmente posible para que aquello no vuelva a ocurrir.

Explosión de la bomba atómica en Nagasaki. Charles Levy, Dominio público, vía Wikimedia Commons.

Para ello te recomiendo dos lecturas:

1. El capítulo titulado Gifts from Heaven, en Nothing Less than Victory, por mi cuate John David Lewis (QEPD). No soy fan de las guerras; pero sí lo soy de la historia y de las buenas historias y de aquellos que saben contarlas.  En aquel libro John nos relata  como es que un objetivo de la guerra es acabar con la voluntad de pelear por parte del enemigo; y al identificar las motivaciones humanas detrás de los conflictos militares, su obra expone cómo es que acciones estratégicas ofensivas pueden conseguir la paz duradera.  John también explica cuál es la filosofía, o la patología social que hizo posible la participación de los japoneses en la II Guerra Mundial.

2.  La segunda lectura es el capítulo titulado An Infernal Theocracy, a Celestial Caos, de Modern Times, por Paul Johnson.  El autor destaca el rol del sintoísmo como sucesor del bushido y fuente de las ideas necesarias para el nacionalismo expansionista y para el militarismo y la violencia.

También te recomiendo la película Yamamoto Isoroku acerca del almirante japonés que dirigió el ataque a Pearl Harbor.

Esta película presenta  la perspectiva japonesa del trágico involucramiento de aquel país en la II Guerra Mundial. Cuidadosamente, la peli evade relacionar al emperador Hirohito con la política de guerra; y por ningún lado se asoma la relación que hay entre el ánimo guerrero de los políticos japoneses con la cultura sintoísta, aunque sí asoman las tradiciones samurai.

A lo largo de la peli  se hace evidente la irracionalidad que prevalecía entre políticos, militares, periodistas y personas en general frente a lo que significaba una alianza con Hitler y Mussolini; y frente a lo que significaba enfrentarse a un enemigo formidable como eran los Estados Unidos de América.

¿Tenía justificación el uso de aquellas armas? Coincido con los que opinan que sí.

Primero porque la obligación moral del gobierno de los Estados Unidos (y de los aliados) era la de evitar que continuara la matanza de jóvenes estadounidenses y de jóvenes de otros ejércitos que se hallaban en el teatro bélico del Pacífico luchando contra Japón.  Había que para esa guerra ya, y ya estaba disponible la tecnología para hacerlo.  Aquello tenía que haber terminado luego de el estallido de Little Boy sobre Hiroshima, pero la hubris es mala consejera. Segundo, porque una invasión de Japón se hubiera convertido en una carnicería demencial debido al misticismo japonés.  Esa carnicería hubiera sido entre pobladores de las islas y entre los ejércitos invasores.  Hubiera durado días, si no semanas.  No era difícil imaginar que los japoneses hubieran luchado con varas de bambú afiladas, con uñas y con dientes para defender el honor de su patria y el de su emperador.  Finalmente, los soviéticos estaban avanzando por el norte y hubieran ocupado buena parte del archipiélago nipón, y había que evitar que allá ocurriera la partición que ocurrió en Alemania y en Europa.  ¿Quién, en su sano juicio, querría un Japón del norte a similitud de Europa del este…o de Corea del norte? 

Yours truly junto a una réplica de Fat Man, la bomba de Hiroshima. En la Smitsonian Institution.

Si te interesa el tema te recomiendo este vídeo de Yaron Brook.

Actualización: El 10 de agosto fui a ver la peli y de verdad te la recomiendo. Te dejo con tres frases para meditar:

  • Nadie debería ser juzgado [sometido a un proceso judicial, o político] por expresar sus opiniones con convicción.
  • No se si deben confiarnos esta arma; pero a los nazis, No.
  • Nos necesitan por lo que somos, así que sé tú mismo… solo que mejor.

Creo que esas tres frases resumen tres buenas ideas de Oppenheimer.

Dicho lo anterior y sin dejar de reconocer que Oppenheimer es una buena inversión de tres horas, algo que no deja de inquietarme -de este tipo de pelis- es una especie de justificación de los comunistas estalinistas en los Estados Unidos de América, a quienes se los pinta como liberals idealistas e inocentes que se plantan frente al mal que encarnan los ideales de aquella gran nación. 


18
Feb 22

¿Por qué fue posible el Holocausto?

 

En el Holocausto del pueblo judío ocurrió algo sin precedentes, aterrador. Por primera vez en la sangrienta historia de la humanidad, en un estado moderno, en el centro de un continente civilizado, se puso en marcha una decisión cuyo objetivo era localizar, registrar, marcar, aislar de su entorno, desposeer, humillar, concentrar, transportar y asesinar a cada uno de los miembros de un grupo étnico aunque la pertenencia al grupo no siempre la definieron ellos mismos sino el asesino [por ejemplo, los conversos]. Estos no sólo se llevaron a cabo en el país en el que se originó el impulso genocida. No sólo se produjeron en el continente que deseaban controlar en primer lugar aquellos que los planearon. Con el transcurso del tiempo, se llevaron a cabo en cualquier parte del mundo, debido simplemente a motivos ideológicos, explica Yehuda Bauer, de Yad Vashem.

¿Cómo fue aquello posible? En Gobierno omnipotente, Ludwig von Mises explica las raíces del del colectivismo nacional socialista y claro, es evidente que los nazis fueron culpables de la Shoá; pero, ¿y los alemanes? ¿y el resto del mundo? El mal en el mundo, ¿sabes?, no viene sólo de la gente realmente malvada; sino de personas buenas que toleran la iniciación de la fuerza para alcanzar fines.  Las personas buenas le dan poder a la gente malvada.  Quienes sabían lo que estaba ocurriendo -en los campos de concentración, y en la sociedad alemana desde antes de que empezara la guerra, también son responsables.

Antes de la guerra, ¿sabes?, el propósito de Hitler era expulsar a los judíos de Alemania…y barcos repletos de refugiados judíos fueron rechazados en países como los EE. UU. y Canadá.  Así que tuvieron que volver a Europa.  Tal el caso del célebre St. Louis, que, de sus 937 pasajeros, 254 fueron asesinados en el Holocausto.  ¡La Shoá pesa sobre la conciencia de casi la totalidad de la humanidad, que no le tendió una mano a los refugiados judíos!  ¿Por qué te lo cuento? Por que de esto no se habla mucho y porque en la Biblioteca von Mises, de la Universidad Francisco Marroquín hay una exhibición sobre el Holocausto y te invito a visitarla.

Columna publicada en elPeriódico.

Actualización: en la versión del diario cometí el error de referirme a la obra de Mises como El estado omnipotente; cuando su nombre es Gobierno omnipotente; y el St. Louis no era un barco gringo (USS), sino alemán.


27
Ene 21

En el Día del Holocausto, “Debemos ser testigos…”

Por los muertos y por los que viven, debemos ser testigos, dice la cartilla de identificación que recibí cuando visité el Museo del Holocausto, el 12 de octubre de 1997.

Hoy la comparto porque es el International Holocaust Remembrance Day, ocasión en la que suelo recomendar una lista de películas sobre aquella tragedia, que fue consecuencia del colectivismo, del misticismo y del totalitarismo.

Bent

El niño de la pijama a rayas

La vita e bella

Sarah´s Key

Schindler´s list

The Pianist

L´chaim.


14
Mar 20

La maldad de quienes aman a la humanidad y odian a la gente

Hace unas décadas los colectivistas y místicos que decían amar a la naturaleza y se decantaban por el ecologismo (e incluso por la ecohisteria moderada) al menos fingían amar a la humanidad…aunque odiaran a la gente; y eso ya no ocurre más. Al menos no entre estos que encontré el viernes.

Este grupo, el de la ilustración de abajo ¡celebra! que gracias al coronavirus, en España, ha caído las emisiones de CO2 en el contexto de una supuesta emergencia clímatica. Dejemos a un lado el hecho de que las emisiones de CO2 están contribuyendo a que haya más árboles y vegetación en el planeta.  La celebración de aquella gente ocurre en el contexto de que el número de muertos por coronavirus, en España, asciende a 195 y hay casi 6,000 (al momento de publicar esta nota) contagios. Casi los oye uno exclamar, como ironizó @velardedaoiz2: ¡Imaginaos lo que podríamos conseguir resucitando la viruela o la peste bubónica!

Otro grupo parece celebrar que como consecuencia de menos traslados y menos actividad en China, las medidas para frenar el coronavirus hacen que la calidad del aire mejora.  Y como comentó, de forma irónica, @Luis-I_Gomez, parece que hasta se alegran. Sólo les falta recomendar unas dosis de antrax cada seis meses.

Y no falta quien lamente que la pandemia del coronavirus desviará fondos que antes eran usados para financiar políticas y activismo contra el cambio climático supuestamente antropogénico.

Y hablando de eso, la Tierra giraba más rápido al final de la época de los dinosaurios que en la actualidad, rotando 372 veces al año en lugar de las 365 actuales, según un nuevo estudio de conchas de moluscos fósiles de finales del Cretáceo publicado en la revista de AGU Paleoceanografía y Paleoclimatología. Esto significa que un día duraba sólo 23 horas y media. Te imaginas que, en aquel entonces, los habitantes de la Tierra hubieran creado impuestos y políticas para combatir el alargamiento del día.  ¿Estaríamos aquí los seres humanos tal y como los conocemos? Si oenegeros, periodistas, maestros, clérigos, blogueros, twitteros y otros hubieran creado la ola de opinión necesaria para frenar políticamente el alargamiento del día, ¿lo hubieran conseguido? Y si lo hubieran conseguido, ¿a qué costo en términos de vidas?

Dicho lo anterior, en 2005 y en el contexto del tsunami de año nuevo, escribí un artículo titulado ¿Prefiero la arena? en el que ponía en evidencia lo inhumano de aquellos que dicen amar a la naturaleza y a la humanidad, aunque odien a la gente. Y ese fenómenos se repite ahora con personas y organizaciones que celebran la reducción del CO2, la menor actividad a costa de vidas humanas y lamentan el desvío de fondos para combatir el coronavirus en vez de que sean dirigidos a sus particulares intereses.

Tengo la impresión de que la lucha contra el cambio climático supuestamente antropogénico, como principio social, condena las ciudades, la cultura, la industria, la tecnología y el intelecto, y aboga por el regreso de los hombres a la “naturaleza”, al estado de subanimales que gruñen mientras que cavan el suelo con sus propias manos. tal y como escribió Ayn Rand a principios de los años 70 para referirse al ecologismo como principio social.


13
Mar 20

La estatización del cuerpo

Ayer fue el Día mundial del riñón y es ocasión propicia para meditar sobre la iniciativa de legislación para la disposición y trasplante de órganos, tejidos y células humanas que es discutida en el Congreso; misma cuyo nombre más certero sería legislación para la estatización del cuerpo humano.

La iniciativa 4712 viene desde 2014.

Para comenzar, dicha normativa crea un cacique de los trasplantes; ese burócrata que tendrá a su cargo administrar la política y la mecánica de los trasplantes al margen de los deseos de donantes y receptores.  Claro que con criterios técnicos y políticos. Uno puede suponer, sin mucho temor a equivocarse, que tal y como se vio recientemente en España en el contexto del coronavirus.

Crea un Consejo Nacional de Trasplantes integrado por Raimundo y todo el mundo, siempre que los integrantes formen parte de la tribu del sistema político de la salud estatizada.  Esa tribu que luego resulta involucrada en la creación y usufructo de plazas para fantasmas, por ejemplo. Y luego, ¿te imaginas a qué hora se ponen de acuerdo 12 directores? Eso devendrá en poder absoluto para el cacique.

Preocupa, de sobremanera, que la legislación prohíba la compensación económica para los donantes (tomando en cuenta que compensación no implica pago, ni compra-venta) ya que, ¿quién compensa al donante que tenga que pasar dos meses sin trabajar a causa de la donación? Si algo sale mal para el donante, ¿cómo paga los costos de su recuperación?

La propuesta de normativa dice que los tributarios tienen que proveerle al receptor la medicación necesaria para el mantenimiento del órgano trasplantado, en forma gratuita, oportuna y permanente y con los más altos estándares. ¡Pero si en el sistema estatizado de salud a veces no hay ni antiácidos!  Y haz números, un tratamiento de inmunosupresores puede costar unos US$14 mil al año, que debes multiplicar por 40 trasplantes por millón al año, que es el estándar para Guatemala.

Es triste; pero otro nombre para esta normativa sería: Legislación antitrasplantes.  Gracias al doctor Fredy Abed, por las conversaciones que llevaron a estas reflexiones.

Columna publicada en ElPeriódico.


06
Ago 19

¿Qué aprendemos de Hiroshima y Nagasaki?

Hoy es el 74 aniversario de la detonación de la bomba atómica, en Hiroshima.  Mi generación no creció con el freak atómico como la de los años 50; pero, ¿podemos aprender algo de aquella tragedia?

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¿Te das cuenta? En poco tiempo ya no habrá sobreviviente alguno, ni de Hiroshima, ni de Nagasaki (la segunda ciudad que recibió una bomba nuclear) y muchos de los que entonces tenían suficiente edad como para recordar el horror con alguna claridad, ya están en la octava década de sus vidas.

Los demás, los afortundados de no haber estado ahí, ni en la guerra espantosa que precedió a las bombas, tenemos la obligación moral de entender lo que ocurrió y hacer todo lo que sea racionalmente posible para que aquello no vuelva a ocurrir.

Para ello te recomiendo dos lecturas:

1. El capítulo titulado Gifts from Heaven, en Nothing Less than Victory, por mi cuate John David Lewis (QEPD). No soy un fan de las guerras; pero sí lo soy de la Historia y de las buenas historias; y de aquellos que saben contarlas.  En este libro John nos relata  como es que un objetivo de la guerra es acabar con la voluntad de pelear por parte del enemigo; y al identificar las motivaciones humanas detrás de los conflictos militares, este libro expone cómo es que acciones estratégicas ofensivas pueden conseguir la paz duradera.  John también explica cuál es la filosofía, o la patología social que hizo posible la participación de los japoneses en la II Guerra Mundial.

2.  La segunda lectura es el capítulo titulado An Infernal Theocracy, a Celestial Caos, de Modern Times, por Paul Johnson.  El autor destaca el rol del sintoísmo como sucesor del bushido y fuente de las ideas necesarias para el nacionalismo expansionista y para el militarismo y la violencia.

También te recomiendo la película Yamamoto Isoroku acerca del almirante japonés que dirigió el ataque a Pearl Harbor.

Esta película presenta  la perspectiva japonesa del trágico involucramiento de aquel país en la II Guerra Mundial. Cuidadosamente, la peli evade relacionar al emperador Hirohito con la política de guerra; y por ningún lado se asoma la relación que hay entre el ánimo guerrero de los políticos japoneses con la cultura sintoísta, aunque sí asoman las tradiciones samurai.

A lo largo de la peli  se hace evidente la irracionalidad que prevalecía entre políticos, militares, periodistas y personas en general frente a lo que significaba una alianza con Hitler y Mussolini; y frente a lo que significaba enfrentarse a un enemigo formidable como eran los Estados Unidos de América.

Entre hoy y el viernes, aniversario de la bomba atómica en Nagasaki, son muy buenos días para recordar que las ideas son importantes.

Si te interesa el tema te recomiendo este vídeo de Yaron Brook.

Entrada publicada en Centranews.


09
Nov 18

¡Hace 29 años fue derribado el muro de Berlín!

Esta fecha no debe pasar inadvertida.  Hace 29 años fue derribado el muro de Berlín un símbolo ominoso de que el socialismo es un conjunto de ideas tan buenas que necesitan de un muro, de alambre espigado y de guardias dispuestos a matar, para que la gente no huya de él rumbo a países capitalistas.

Te dejo con una de mis canciones favoritas sobre el muro de la vergüenza: Heresy, de Rush

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y con otra: A Great Day for Freedom, de Pink Floyd

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Te dejo, también, con el trailer de una de mis películas favoritas sobre el socialismo real, el socialismo científico, o el comunismo, como quiera que quieras llamarle a aquella ideología asesina, The Lives of Others.

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En 1989, en un día como hoy, cuando yo era productor de noticias internacionales en el noticiario Tele-Prensa, no te puedes imaginar la emoción que sentía cuando veía que el muro era derribado por la gente. ¡No te imaginas! Y puedes leer, en este enlace, el relato del guardia que dejó que las multitudes pasaran; y en este enlace está la historia de un héroe que ayudó a escapar a más de mil personas. No olvides que muchas personas murieron por tratar de escapar hacia occidente.

La foto es de las tres piezas del Muro de la Vergüenza que están en la Plaza Berlín de la ciudad de Guatemala. La foto es de mi amigo, Jorge Jacobs.


07
Sep 18

Misticos de dos clases

¿Te das cuenta? La batalla por la libertad de todos ante la ley la perdimos hace ratos cuando -por no hacer olas con los cuates, o por no pensar en términos de principios- renunciamos a ella y dejamos que los conservadores y los socialistas hicieran suyos temas como los derechos de las mujeres y los de las minorías…y ¿recuerdas? la minoría más pequeña es…el individuo.

¿Qué tienen en común los conservadores y los socialistas, que terminaron juntos en el canasto de los adversarios de la igualdad de todos ante la ley? Como productos de la división entre el alma y el cuerpo del hombre, hay dos clases de maestros de la moralidad de la muerte: los místicos del espíritu y los místicos del músculo, a quienes ustedes llaman espirituales y materialistas, aquellos que creen en la conciencia sin existencia y aquellos que creen en la existencia sin conciencia. Ambos exigen la rendición de su mente, uno a sus revelaciones, el otro a sus reflejos. No importa cuán fuerte se postulen en el papel de antagonistas irreconciliables, sus códigos morales son parecidos, y también lo son sus objetivos: en la materia -la esclavización del cuerpo del hombre, en el espíritu- la destrucción de su mente, explicó Ayn Rand.  Ambos grupos creen que pueden imponerles sus valores y sus códigos morales a los demás, y ambos creen que los individuos no son dueños de sí mismos.  Unos creen que las personas le pertenecemos a su dios (cualquiera que este sea) y otros creen que le pertenecemos al estado; y ninguno de los dos cree que está mal usar el poder de la ley y del gobierno para legislar sobre cómo deberían vivir sus vidas los individuos.

Recientemente, unos quieren que se ejereza la coacción del estado sobre las mujeres que hayan abortado de forma culposa, o sea sin la intención de abortar, por razón de negligencia, imprudencia, o impericia; y quieren prohibir el matrimonio igualitario (virimonio, o femimonio) y quieren que se prohiban programas educativos sobre la diversidad sexual. En tanto que otros quieren imponer el matrimonio igualitario, la ideología de género y la posibilidad de abortar en las primeras 12 semanas de embarazo.

La debilidad de ambas posiciones es su perspectiva colectivista de los derechos (de las mujeres, de las minorías, como si no se tratara de derechos individuales); pero tienen debilidades particulares. Una debilidad de la primera posición es que, mediante la legislación, quiere ponerle un alto al largo proceso de prueba y error que tanto y tan bien ha descrito Friedrich A. Hayek; y al dinamismo que tanto y tan bien ha descrito Virginia Postrel.  Una debilidad de la segunda es que toma el atajo legislativo para remontar el largo proceso de prueba y error y el dinamismo, para implantar políticas y legislación para las cuales la sociedad todavía no está preparada.  Parafraseando a Miguel de Unamuno, en Salamanca, ambas prefieren vencer, que convencer.

En la tradición racionalista y constructivista que la caracteriza, la segunda posición (la mística del músculo, o socialista) -unida al uso y abuso del esperpento como recurso expresivo- no sólo ha estropeado la lucha legítima por los derechos de las mujeres y de las minorías, sino que han despertado al monstruo del conservadurismo religioso (que es el misticismo del espíritu.  Miles y miles se juntaron el domingo en la Plaza de la Constitución y calles adyacentes para dejar bien en claro que: ¡No pasarán! y que la evolución social y el dinamismo terminan donde ellos han plantado la cruz.

¿Y los que no somos de aquellas persuasiones?  Unos callan para no meneallo y para no ofender a sus amigos y parientes conservadores. ¿Y otros? Se enredan porque no piensan en términos de principios y no terminan de entender que lo que es caldo para el pollo, es caldo para el chunto, es decir, que no terminan de entender la idea radical de que las demás personas no son tu propiedad y que ese principio no sólo se aplica al comercio, sino en mataria de conciencia y de proyecto de vida. ¿Y los demás?  Pues aquí…viendo como se pierden oportunidades de oro y cómo podriamos perder la batalla por la igualdad de todos ante la ley,

Una versión abreviada de esta entrada fue publicada en mi columna en elPeriódico.; y la ilustración la tomé de Facebook.


16
Ago 18

“El elegido” peli sobre Ramón Mercader y Trotski

Las dudas no existen porque alguien ya pensó por nosotros, le dice el comunista Kotov al comunista Ramón Mercader en la película El elegido, que trata sobre el asesinato de Leon Trotski, por orden de Stalin, en México.

Me llamó la atención la frase porque ilustra muy bien el carácter colectivista, totalitario y místico del comunismo que se traduce en no pienses, obedece y actúa.  Ten fe.  Sacrifícate por el partido y por la revolución…y en última instancia por el dictador del momento.

Aunque la película es una hipótesis sobre los motivos y carácteres de los inefables Ramón Mercader (el asesino de Trotski); y su madre retorcida, Caridad, describe muy bien el ambiente y las circustancias de aquel asesinato célebre.  La peli hace un retrato vívido y espeluznante de las traiciones entre los comunistas, la falta de escrúpulos y el carácter criminal de aquellos.  ¿Cómo iba a ser de otra forma si en el colectivismo todo individuo es sacrificable por la revolución, el partido, o el dictador que controla ambos?

Ni la familia, ni la amistad, ni el amor tienen cabida entre personas que consideran que es moralmente válido imponer la dictadura del proletariado, sin miramientos para aplicar la violencia.  Entre personas que no admiten disenso alguno, y entre personas que han renunciado a la virtud de la independencia, entendida esta como la aceptación de la responsabilidad que tenemos de formar nuestros propios juicios.

Ciertamente una peli recomendable.