01
Oct 09

Las superhipermegaestupendas fiestas

China celebró sus éxitos y exaltó su fuerza , al cumplirse los 60 años del régimen comunista. En un discurso pronunciado en la terraza de la Puerta de Paz Celeste, Hu Jintao saludó el renacimiento de China. Hoy, una China socialista, frente a la modernización, al mundo y al futuro, se mantiene firmemente de pie en el Este, afirmó el presidente de la República y secretario general del Partido.


El desarrollo y el progreso de la nueva China desde hace 60 años, han probado plenamente que sólo el socialismo puede salvar a China y que sólo la reforma y la apertura pueden asegurar el desarrollo de China, del socialismo y del marxismo, agregó. Y… so much for those who think that China is moving towards capitalism, pensé yo.

El régimen organiza cada diez años grandes festividades para celebrar su fundación; pero este año, fueron más fastuosas que nunca. Las autoridades invitaron a la población a mirar las festividades en la televisión oficial. La ceremonia, que fue preparada en detalles desde hace meses, también estuvo marcada por un número creciente de obstáculos para acceder a internet y para el trabajo de los periodistas extranjeros.

La novedad de este año es que en el desfile el armamento desplegado fue 100% hecho en China e incluyó aviones de caza Jian-10; tanques Clase 99 y rifles Clase 95. Por la noche el cielo se vio iluminado por el mayor lanzamiento de fuegos artificiales del mundo, espectáculo que el gobierno queire que vean los 1300 millones de habitantes que tiene el país.

En Guatemala, la socialdemocracia de Los Colom también quiere hacer su fiesta de octubre. Con espectáculos de arte y cultura en los 22 departamentos del país, con más de mil eventos gratuitos que impactarían a millones de chapines. Con la participación de artistas de distintas regiones de Guatemala, en plazas, teatros, calles, universidades, centros comerciales, auditorios, asilos y cárceles. Sin discriminación de clases, ni de etnias. Con la participación de 40 productores y coordinadores profesionales.

Unos dicen que les iba a costar a los tributarios unos Q7 millones; pero otros dicen que no, exactamente. De todos modos sería bueno saber cuánto va a costar la supermegaestupenda parranda de la socialdemocracia chapina…y sobre todo, ¿de dónde, exactamente, va a salir el dinero para esta fiesta gratuita? Sepa usted que no hay tal cosa como un almuerzo gratis, porque al final…alguien siempre lo paga. Y como el que paga el mariachi, pide las canciones, no está de más saber a la generosidad de quién se deberá la fiesta revolucionaria de Los Colom.

23
Sep 09

Lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta

¿Se acuerda, usted, de que Los Colom querían traer a Juan Luis Guerra para la inauguración de su período presidencial? Al final privó el buen juicio y la costosa fiesta que querían no se llevó a cabo. Empero, su afición por las parrandas costosas renace de cuando en cuando. Ese es el caso de la celebración de La Revolución, efemérides en la que la administración socialdemócrata está dispuesta a gastarse por lo menos Q7 millones del dinero de los tributarios; mismo que no será utilizado en seguridad, ni en justicia; ¡y mucho menos en aliviar el hambre! que tanto dicen que les aflige a ls funcionarios.


21
Jul 09

¿Aló, despacho presidencial?

Aló Presidente, es el nombre del programa dominical del vesánico Hugo Chávez, en Venezuela; y su discípulo, Alvaro San Nicolás Colom, se ha tirado a copiar el concepto sólo que bajo el nombre de Despacho presidencial, nombre que le ha fusilado a un libro de Juan José Arévalo. Chilacayote, que era el apodo de Arévalo, fue uno de los presidentes de La Revolución chapina.

En su programa radial, el orate bolivariano tiene una ventaja sobre su imitador gutemalteco: Chávez es divertido y da risa; en cambio, San Nicolás, ¡Ay dios!. ¿Sabe usted por qué a pesar de su defecto en el habla no hay chistes sobre Colom? Porque ni gracia tiene.
En fin…Empacho presidencial será otra forma de desperdiciar el dinero de los tributarios y otro canal de propaganda para la administración de Los Colom; y otra forma de afianzar el concepto de tata presidente.

09
Mar 09

Chávez versus Coca-Cola

Coca-Cola es para todos, menos para Hugo Chávez.    “Yo les pido que se vayan ya”, le dijo el presidente venezolano a la Coca- Cola, cuando le dió un plazo de dos semanas para que desaloje un terreno que su gobierno quiere usar para construir viviendas.

La semana pasada, Chávez retomó su programa de intervenciones a industrias y terrenos privados para incorporarlos a su revolución.  El viernes expropió una plantación de eucaliptos que era propiedad de Smurfit Kappa Group; y el miércoles intervino una procesadora de arroz, de Cargill.

Ah, el títere de Castro en Venezuela le está tocando los huevos al toro.  
Y usté en lo que está, me dice Cándido.  Ahora que todo es consenso y paz, lo que van a hacer es apaciguar al vesánico ese.  ¡Qué huevos, ni qué toro!

Y yo no pude más que contestarle: No sea cínico.

Digg!

06
Nov 08

Los pequeños detalles olvidados de La Revolución

Cuando ví esta foto, ¿saben de qué me acordé? De cuando el Jueves Negro vi pasar a las huestes eferregistas, armadas con palos, bajo mi ventana.

La foto, empero, es de Los Chiquilines, nombre que se les daba a las huestes arevalistas que, cual grupos de choque, quitaban la propaganda y disolvían las manifestaciones de sus adversarios, el plena Primavera Chapina.

Está de moda echarle flores a La Revolución; pero en medio de de tanta loa, de tanta elegía y de tanto madrigal, se olvida que aquel período de la historia guatemalteca tuvo más que la faceta romántica que el socialismo destaca como único atributo digno de mención.
.
De hecho, hay personajes como Margarita Carrera, que estiman que es una tergiversación estudiar La Revolución y no estar de acuerdo con la Historia Oficial.  Esa postura, de ningunear el entendimiento integral de La Primavera, también la ha sostenido Edelberto Torres Rivas, que se refirió como una mera revisión que no está fundada científicamente, a la extraordinaria obra Guatemala, la historia silenciada, por Carlos Sabino.
.
Los bardos de La Revolución quisiera que no se hablara de las persecusiones y de las torturas, quisieran que no se hurgara en el asesinato de Francisco Javier Arana, quisieran que no se hablara de Los Chiquilines y de la Ley Mordaza.  Pero, francamente, no se puede entender La Primavera, sin ver todos sus ángulos.
.
He aquí dos ejemplos que parecerían detalles pequeños; pero que ayudan a aclarar la naturaleza autoritaria y arbitraria del período histórico que nos ocupan.
.
La Revolución les ponía impuestos a los radios. El Imparcial del 1 de agosto de 1945 anuncia que 20 de agosto, plazo último para inscribir radiorreceptores. Esto es porque conforme a un acuerdo gubernativo del 28 de junio, el gobierno revolucionario se reservaba el derecho de verificar en domicilios y en vehículos si la gente había pagado los Q.0.25 mensuales de impuesto por cada radio que hubiera en casas y automóviles. En caso de renuencia,  las autoridades procederían a sellar adecuadamente los aparatos radiorreceptores.

El Imparcial del 10 de diciembre de 1953 publica el siguiente titular; Multas a propietarios de barberías. ¿Sabe, usted, por qué? La Revolución le ponía multas a aquellos establecimientos que abran al público los días domingos; pero los peluqueros argumentan que en los días inhábiles es mayor la afluencia de clientes que requieren sus servicios.

Me cuanta mi amigo, Ramiro, que los barberos fueron amparados por la Corte Suprema de Justicia cuando también se prohibió que sus negocios estuvieran abiertos después de las 6:00 p.m. Los barberos argumentaban que era en las horas después del trabajo cuando sus clientes pasaban a visitarlos para arreglarse el cabello.

Hechos y detalles como estos forman parte de la verdadera Historia de La Primavera.  Y si manchan la Historia Rosa, pues que pena.  Sin embargo, los guatemaltecos nos beneficiamos mas conociendo la verdad, que colgándo oropel para esconderla.

La foto, por cierto, es de Guatemala, la historia silenciada, P. 114.


03
Nov 08

En busca de un triunfo para las izquierdas

Confío que en algún momento la izquierda de este país sea capaz de inventariar algún nuevo triunfo para no tener que seguir sacándole brillo a una gesta de hace casi 70 años”, dijo Juan Luis Font en su columna de hoy al referirse al uso que la izquierda hace de La Revolución; y yo digo que eso va a estar difícil porque, en el horizonte, a las izquierdas se les perfilan 5 grandes eventos de protagonismo, de los cuales es difícil sentirse orgulloso:


1.  La guerra de 36 años que la URNG sostuvo para tratar de imponer la dictadura del proletariado. Este es el más nefasto y costoso de los esfuerzos.  

2. La administración socialcristiana de Vinicio Cerezo.

3. La administración de Alfonso Portillo y su alianza con Efraín Ríos Mont.

4. La administración socialdemócrata de Alvaro Colóm; que, como las dos anteriores va a hundirse en el fango apestoso de la corrupción.

5. Las administraciones progres de Alvaro Arzú y Oscar Berger.  En una se firmaron los pactos de apaciguamiento con la guerrilla (que son ilegales); y en otra se sembraron los vientos, cuyas tempestades estamos cosechando ahora.

La experiencia histórica nos muestra que quizás, the best is yet to come; pero van a tener que esforzarse mucho.  ¡Mucho!  Van a tener que ser más creativos que lo que fueron en El Salvador, la semana pasada.

La foto la tomé de no recuerdo dónde.

03
Nov 08

En busca de un triunfo para las izquierdas

Confío que en algún momento la izquierda de este país sea capaz de inventariar algún nuevo triunfo para no tener que seguir sacándole brillo a una gesta de hace casi 70 años”, dijo Juan Luis Font en su columna de hoy al referirse al uso que la izquierda hace de La Revolución; y yo digo que eso va a estar difícil porque, en el horizonte, a las izquierdas se les perfilan 5 grandes eventos de protagonismo, de los cuales es difícil sentirse orgulloso:


1.  La guerra de 36 años que la URNG sostuvo para tratar de imponer la dictadura del proletariado. Este es el más nefasto y costoso de los esfuerzos.  

2. La administración socialcristiana de Vinicio Cerezo.

3. La administración de Alfonso Portillo y su alianza con Efraín Ríos Mont.

4. La administración socialdemócrata de Alvaro Colóm; que, como las dos anteriores va a hundirse en el fango apestoso de la corrupción.

5. Las administraciones progres de Alvaro Arzú y Oscar Berger.  En una se firmaron los pactos de apaciguamiento con la guerrilla (que son ilegales); y en otra se sembraron los vientos, cuyas tempestades estamos cosechando ahora.

La experiencia histórica nos muestra que quizás, the best is yet to come; pero van a tener que esforzarse mucho.  ¡Mucho!  Van a tener que ser más creativos que lo que fueron en El Salvador, la semana pasada.

La foto la tomé de no recuerdo dónde.

30
Oct 08

¿Debería extrañarnos lo del desacato?

A algunos les extraña que la administración socialdemócrata esté promoviendo el delito de Desacato; pero a mí, no….y ya va a ver usted, por qué.

Por medio de su diputado Oscar Quintanilla, el oficialismo ha presentado un proyecto por medio del cual se busca encarcelar a aquellos que les “falten el respeto, ofendan, o lesionen el honor de los funcionarios y empleados públicos”; esto, en abierto desafío contra la Constitución de la República que protege la libertad de expresión y que establece que “no constituyen delito o falta las publicaciones que contengan denuncias, críticas o imputaciones contra funcionarios o empleados públicos por actos efectuados en el ejercicio de sus cargos”.
A mí no me extraña porque la administración ha estado haciendo suya la iconografía de La Revolución; y permítanme preguntar: ¿No fué durante la Primavera Chapina que Arévalo intentó imponer una Ley Mordaza?  ¿No fue, para defenderse de aquella pretensión abusiva, que fue fundada la Asociación de Periodistas de Guatemala? 
Efectivamente, la APG fue fundada para defender la libertad de expresión frente a los deseos de censura del arevalismo, al que tanto dicen admirar los socialdemócratas de la UNE.  ¡Y con razón!

29
Oct 08

Cambia, todo cambia, ahora hasta la UASP es pancista

Cuando yo era reportero, allá por los años 90, si quería una opinión razonable de parte del sector sindical, me dirigía a la Central General de Trabajadores de Guatemala, o a la Confederación de Unidad Sindical de Guatemala; pero si quería un discurso de barricada, me iba a la Unidad de Acción Sindical y Popular.   La UASP servía para darle expresión al sindicalismo carnívoro, frente al sindicalismo vegetariano.

En la UASP, por cierto, conocí por primera vez a aquel tipo de turista jóven, que venía de Europa y de los Estados Unidos de América, para ofrecerse y servir como escudos humanos contra la represión.  

Pero como todo cambia, ahora la UASP es moderada y casi pancista.  De hecho, el Movimiento Guatemalteco de Pobladores, que es uno de sus integrantes, se quejó de la incoherencia de la UASP ahora que, recién, hizo una publicación en la que celebraba el Fondo de Cohesion Social de Sandra Evita Colom.
Por cierto que, durante la celebración de La Revolución, activistas de la Fundación Hijos y ex integrantes de la juventud de la URNG,  insultaron a la administración y le dieron una dimensión inesperada a la efemérides.
Esto pone en evidencia, para los que se les olvida, que no hay tal cosa como La Izquierda (como unidad); y que las izquierdas no son todas iguales.  También sirve para poner en evidencia que el apaciguamiento del socialismo vegetariano, sólo enardece al socialismo carnívoro.  
En la medida en que avancen la corrupción y los desatinos de la administración socialdemócrata, sus más aliados más radicales y circunstanciales se irán distanciando de ella.  Y en esa medida se hará evidente, también, que más necesaria que la negociación de posiciones, es la discusión de principios.  No sólo entre los socialistas, sino en todo el espectro político.

15
Oct 08

Los crimenes de "La Primavera Chapina"

Este 20 de octubre, la socialdemocracia y algunos sectores de la exguerrilla están haciendo su terapia; y han dispuesto celebrar -por todo lo alto- lo que llaman La Primavera Guatemalteca, refiriéndose a las administraciones de Juan José Arévalo y de Jacobo Arbenz.

Lo que me parece injusto, en el festejo, es que son omitidas las partes tenebrosas y espeluznantes de aquel período de la Historia nacional. La Historia rosa de La Revolución hunde en el silencio los asesinatos, las torturas, las vejaciones y las persecuciones a las que fueron sometidos los que no estaban de acuerdo con el rumbo que había tomado la gesta cívica que había acabado con el ancien regime.

Centenas de personas murieron, o fueron electrocutadas, colgadas, apaleadas y sometidas a diferentes formas de tortura, en las ergástulas que dirigían personajes como Jaime Rosenberg y Rogelio Cruz Wer, al servicio de La Revolución y de sus líderes como Jacobo Arbenz.  Fue el mismísimo Juan José Arévalo en Carta política al pueblo de Guatemala con motivo de haber aceptado la candidatura y otros escritos, quien dijo que, en el gobierno de Arbenz, la policía fue obligada a practicar torturas repugnantes y a cometer crímenes contra la vida de los adversarios políticos.

La historia que comparto ahora, con ustedes es del libro Genocidio sobre Guatemala*, editado por la administración de Carlos Castillo Armas, en 1954. En él hay muchos testimonios que hielan la sangre; pero he elegido el de Geraldo Cattousse porque Jerry Cattousse fue un empresario muy conocido en la sociedad guatemalteca en los años 70. Era el propietario de Jerry´s Tours, una operadora de turismo importante. También lo elegí porque fue asesinado c. 1981; y porque, aunque Cattousse era beliceño, hay familia suya que vive en Guatemala.

Esta publicación es para que no se olvide la memoria de las víctimas de La Revolución; cuyo sacrificio es opacado por panegíricos, loas y cantares dedicados a las víctimas favorecidas por el capricho de quienes escriben la Historia rosa de La Primavera chapina.

He aquí, el testimonio de Cattousse:

El viernes 25 de junio, cuando salí de mi trabajo en la Tropical Radio, para ir a cenar en el restaurante Altuna** y a eso de las 20 horas, fui capturado por dos rebajados* quienes me dijeron que el mayor Jaime Rosenberg me quería hablar. Al contestar a dichos señores que yo iba a cenar en ese momento y que iba a llegar después, me contestaron que tenía que acompañarlos por las buenas o por las malas. No me quedó más remedio que ir con ellos.

Como media hora antes de ese episodio, fui llevado a la oficina del ex director de Telecomunicaciones, coronel Federico Fuentes Girón, quien tenía todos los teléfonos interceptados. Allí también llevaron al periodista norteamericano Jules Dubois; en estos arrestos jugó papel importante el capitán Constantino Bernasconi. Nos acusaron de haber enviado un mensaje tendencioso a los Estados Unidos, por teléfono. Después se llevaron al corresponsal Dubois y cuando él preguntó a dónde lo conducían, se le contestó que a su hotel. A mí me dijeron que regresara a la Tropical Radio. Más tarde supe que el corresponsal Dubois fue llevado con Jaime Rosenberg para ser torturado, pero logró dar aviso a la Embajada americana, lo cual le salvó y tuvieron que ponerlo en libertad.

Como decía, me llevaron con el asesino Rosenberg, a su despacho en la Guardia Judicial. Este me abofeteó en el rostro dos veces y me dio un puñetazo en el pecho, gritándome al mismo tiempo que era un anticomunista desgraciado y acusándome de estar conspirando con unos corresponsales americanos contra el gobierno. No me dio oportunidad para defenderme, dando orden a los agentes judiciales que me llevaran al primer cuerpo de la Guardia Civil y diciendo que me iban a fusilar al día siguiente. Pasé la noche del viernes y la mañana del sábado en una asquerosa celda junto con más de 400 anticomunistas. El sábado 26 de junio, como a las 14 horas, llegó a traerme un agente rebajado de la Guardia Civil, llevándome al segundo piso del primer cuerpo, donde me agarraron otros rebajados, vendándome los ojos, me quitaron toda mi ropa y me amarraron las manos fuertemente por detrás y m e llevaron al famoso cuarto donde está la no menos famosa pila. Allí me dejaron en el suelo. En ese momento otro anticomunista estaba siendo torturado por Rosenberg y otros. Al torturado le hacían preguntas y cuando no contestaba como ellos querían, lo golpeaban ferozmente, dando el infeliz tremendos gritos de dolor. Después dieron orden de meterlo en la pila. Otra vez se oía el grito del hombre y su voz sofocada cuando trataba de levantar la cabeza para tomar aire. Después de unos minutos que parecían una eternidad, lo sacaron del agua y el coronel Cruz Wer le dijo que lo iban a fusilar. Inmediatamente dio la orden de “apunten” y luego la vos de “fuego”. Se oyó entonces una ráfaga como de ametralladora de mano. Luego de dispararle el tiro de gracia, oí: “A éste hay que juntarlo con los otros para tirarlos en la noche”.

Después me agarraron y el verdugo Rosenberg me ordenó que confesara que yo estaba conspirando con unos corresponsales norteamericanos. Yo le respondí que eso no era cierto. Entonces él, personalmente, me dio de patadas en el estómago, sintiendo que de cada patada se me iba la respiración. En seguida ordenó que me sujetaran entre dos hombres y un tercero procedió a flagelarme sin misericordia las piernas y la parte trasera del cuerpo, con un objeto de hule pesado, causándome terribles dolores, en tanto, Rosenberg insistía para que yo confesara. Le dije que yo no sabía nada de lo que él me preguntaba, y volvían a flagelarme, cada vez con mayor saña. Como yo gritaba me dieron patadas en la boca. En seguida Rosenberg dio orden para que me metieran en la pila. Me amarraron los pies y me echaron al agua sumergiéndome, y cuando yo trataba de sacar la cabeza para tomar aire, una mano férrea me empujaba la cabeza hacia el fondo de la pila, sintiendo que mis pulmones iban a reventar.

Después me sacaron y de nuevo Rosenberg me dijo que me iban a fusilar en la mañana. Me pusieron la ropa, no sin antes robarme lo que tenía en los bolsillos, hasta el último papel y entre otras cosas de valor, mi reloj Cortébert Speroflix (sic) con su respectiva pulsera de oro. Atado de pies y manos, vendados los ojos, me metieron hasta la esquina de un cuarto; por las voces que llegaban a mí me enteré que había otros dos anticomunistas en el mismo local, también vendados, un señor Portillo, de Zacapa y un capitán Aldana, quienes también esperaban ser fusilados de un momento a otro.

Esa misma noche y durante un apagón me trasladaron a otra celda. Pensé que con seguridad eso significaba que me iban a matar como a un perro y me vino la idea de escapar. Logré desatarme de las manos, me quité la venda de los ojos y al ver alrededor de mí cinco guardias civiles roncando, desaté mis pies y subí hasta el techo que da al lado del Callejón Concordia. Cada paso que daba hacia arriba, ya esperaba que los guardias iban a despertar y bajarme a tiros, Llegué hasta la esquina de la paren, entre el palacio de la Guardia Civil ***y el viejo primer cuerpo****, y al intentar bajar tuve que esconderme rápidamente porque por el Callejón Concordia se aproximaba una ambulancia de la Cruz Roja. Esta ambulancia entró en el palacio de la Guardia Civil y de ella bajaron unos seis hombres bien armados. Se me heló la sangre en el cuerpo, pues pensé que seguramente habían llevado esa ambulancia para conducirme después de ser fusilado.

Iba a bajar después el gran paredón, cuando tuve que esconderme de nuevo, pues esta vez se aproximaban unos guardias civiles por el callejón. Estos entraron por la puerta de la Sargentía del primer cuerpo. Mi permanencia arriba, con toda esa demora, fue muy prolongada y oí que ya me estaban buscando abajo. Un guardia subió al techo y gritó: “Allí está el cabrón”. No vacilé más y salté de ese paredón, que mide varios metros de altura, hasta la calle, y corrí como loco por el Callejón Concordia. Atrás de mí una decena de guardias entablaron la persecución, corriendo y disparándome. Yo corría en zig-zag. Tomé la 15 calle y luego la 7ª. Avenida sur, sin que me dejaran mis perseguidores de disparar en mi dirección. Llegué hasta la 20 calle y 12 avenida, lugar donde me interceptó una radiopatrulla con ametralladoras. Rápidamente levanté las manos en señal de rendición. Llegaron agitados los guardias y me hicieron caminar de regreso en medio de la calle, a punta de ametralladoras y fusiles. Durante esa larga caminata varios de ellos me amenazaron con ultimarme para acabar conmigo de una vez, pero otros insistieron en que debían devolverme al primer cuerpo. Durante esa marcha recibí un sinnúmero de culatazos y cañonazos de ametralladora en la cabeza y el cuerpo.

Al nada más entrar en el primer cuerpo de la Guardia Civil, me agarraron unos diez o quince rebajados, todos armados, me golpearon todo el cuerpo, diciendo que eran órdenes de Rosenberg. Uno de ellos, alto, de rasgos definidamente indígenas, levantó su ametralladora en actitud amenazante, como para liquidarme. Luego me vendaron los ojos, me amarraron las manos atrás; me condujeron por unas escaleras hasta un cuarto donde reanudaron su agresión con sus armas, dándome de puntapiés en el estómago y en el pecho. Caí al suelo y mis verdugos, enfurecidos, proseguían golpeándome. En seguida me amarraron los pies y uno de ellos dijo: “Yo me llevo estos zapatos, son muy bonitos…” Me dejaron en calcetines, solo. Al rato entró un rebajado y con su navaja me pinchó el cuello, diciéndome que en ese momento me iba a matar. Luego me propinó otros golpes y para concluir su misión, me disparo a quemarropa tres tiros, uno de los cuales hizo blanco en mi pierna derecha. Después de todo esto, me dormí o desmayé, porque ya no me di cuenta.

En la madrugada (domingo 27), al levantar la cabeza, me encontré sobre un charco de sangre. Al tratar de incorporarme se me cayó la venda de los ojos. Dos rebajados que estaban allí se asustaron al ver que yo los estaba observando. Uno de ellos se levantó como una fiera, saltó junto a mí me dio seis patadas brutales en la cabeza, abriéndome dos tremendas heridas en la boca y en la cara, diciéndome que eso se debía a que me había quitado la venda de los ojos. Yo le hice ver que eso era imposible, porque tenía las manos y pies amarrados.

Me pusieron otra venda. Luego me di cuenta que tenía los dedos de la mano izquierda fríos y la misma mano paralizada, debido a que estaba tan apretada su ligadura que impedía la circulación de la sangre, y en esta condición ya llevaba más de tres horas. Rogué a uno de los rebajados que me aflojara un poco las manos, pero me respondió que no podía hacerlo sino hasta que llegara el jefe y, cuando éste llegó y le habló el rebajado de mi petición, le contestó: “Déjelo así, que se le pierda la mano”.

Más tarde llegó un rebajado que parece que me conocía, porque me llamó por mi nombre. Alojó las ligaduras y sentí un gran alivio. Me llevó un poco de agua, pues no me había dado de comer desde el sábado en la mañana, en que me habían dado una taza de café detestable y un pan francés duro. En ese momento pude darme cuenta que la bala del disparo que me habían hecho el día anterior, la tenía dentro de la pierna, lo cual me causaba un gran dolor y, cuando supliqué que se me llevara al hospital de la Guardia Civil, los agentes que me rodeaban se rieron, diciéndome uno de ellos que no era necesario, que con una navaja me iba a sacar la bala.

Todo el día domingo, lunes y martes por la mañana, tuve que soportar la bala incrustada en mi pierna. Y como debido a la humedad me había sobrevenido un ataque de tos, un rebajado me dijo, que como continuara tosiendo me iba a patear la boca.

El día 28 de junio, cuando se oyó el tiroteo de los puestos militares contra uno de los aviones del Ejército de Liberación sobre la capital, nos sacaron de nuestras celdas y nos introdujeron en las bartolinas de la terraza del primer cuerpo, pues decían que esperaban que fuésemos ametrallados por el bombardeo. Esa noche nos sacaron bruscamente de allí. Yo pensé que había llegado nuestro fin; pero circuló el rumor de que la Junta de Gobierno había dispuesto que nos pusieran a los detenidos en libertad el martes por la mañana.

¿Cómo no se me desarrolló una gangrena en la pierna? Es un milagro. Al salir del primer cuerpo el martes por la mañana, mi ropa estaba completamente llena de sangre, al igual que otros muchos detenidos. Recuerdo entre ellos al licenciado Martínez del Rosal. Mi primera idea fue tomar un taxi para dirigirme al Palacio Nacional, para poner en conocimiento del Estado Mayor, el estado en que me encontraba; de allí se me envió al Hospital Militar, donde se me practicó una operación para extraerme la bala y hasta la fecha no he podido recuperar completamente la salud.

Este relato quedaría incompleto, si no sugiriera al actual Gobierno, la conveniencia de destruís ese centro de tortura erigido por el poder comunista. La famosa pila está situada en el segundo piso, al lado de la 13 calle, en un cuarto con puerta de madera, que también debe ser abolido, y quiero dejar constancia, que el coronel Federico Fuentes Girón, en compañía de de un tal Constantino Bernasconi, así como un telegrafista, Efraín Moreno, colaboraban en aquellas infamantes faenas con el asesino Jaime Rosenberg. Estos individuos tenía todos los teléfonos de la ciudad interceptados en la oficina de Federico Fuentes Girón, habiendo sido otra de las víctimas de este último, Félix Gaitán, empleado de la Tropical Radio, acusado de haber hablado por teléfono con un norteamericano.

* El término genocidio está siendo utilizado aquí de manera muy laxa.

** Guardias Civiles (policías), sin uniforme.
***Que entonces quedaba en la esquina de la Sexta avenida y Once calle, de la zona 1
****Actual Palacio de la Policía Nacional Civil
***** Antiguo convento de San Francisco, actual estacionamiento que está atrás del Palacio de la PNC.

La foto es del libro Genocidio sobre Guatemala.