Los celebres Barrigones son esculturas misteriosas. Hay quienes dicen que representan ancestros venerables y hay quienes dicen que son mujeres gestando. Hay quienes las vinculan con las cabezas colosales olmecas y hay quienes las relacionan con la cultura mixteca, de Puebla, o con los pipiles en su ruta hacia El Salvador y lo cierto es que no tienen características mayas.
La mayoría de barrigones conocidos en Guatemala se haya en el parque de La Democracia, Escuintla, llevados ahí desde el sitio de Monte Alto, localizado a inmediaciones de aquella población. Hay uno en el Museo Popol Vuh, pero ese es de Kaminaljuyú.
En este enlace puedes leer sobre un estudio acerca de las propiedades magnéticas de los barrigones y sobre el uso del magnetismo que hacían culturas mesoamericanas.
En aquella población también se halla el Museo Rubén Chévez van Dorne, con una encantadora colección de piezas pre-colombinas, murales magníficos por Guillermo Grajeda Mena, y algunas pinturas interesantes de otros artistas. En el museo también hay una réplica hermosa de una máscara de jade que fue hallada en el lugar, fue robada, rescatada y ahora el original se halla en en otra parte. ¿En el Museo de Arqueología y Antropología de la ciudad de Guatemala? En el Museo, lo atiende a uno muy diligentemente don Selvín.
En el museo hay muestras de alfarería y lítica. Hay varias piezas sorprendentes y encantadoras y mi favorita fue un brazalete con forma de jaguar. También una gran olla de barro con decoración muy particular y que olvidé fotografiar por distraído.
Los murales de Grajeda Mena que hay en el museo le hacen justicia al talento de aquel artista plástico. Mena, como él firmaba sus obras, dejó allá un legado hermoso. Su dominio de la figura humana estilizada y en movimiento capta inmediatamente la atención del observador. El propulsor de dardos, por ejemplo, me conectó con el David, de Miguel Angel y con el Arquero, de Walter Peter, porque el personaje parece estar pensando, preparándose física y mentalmente para lanzar su arma. Ve su objetivo y calcula cuánta fuerza necesita para dar en el blanco y toda su mente y su cuerpo se concentran en conseguir el propósito que se ha propuesto.
En el segundo piso del local hay cuadros de otros artistas modernos y naif. A mí me encantaron tres: una fiesta, de Romeo García Lucas; una procesión en Comalapa, de Birgilio España y un cuadro de A. Vásquez. En ese espacio también se exhibe La morería de papel, de Grajeda Mena, pieza que también olvidé fotografiar.
Raúl, Edgar y yo fuimos el sábado pasado y es muy recomendable el paseo. Como siempre lo difícil es salir de la ciudad de Guatemala. La carretera está en perfecto estado y la Democracia está a sólo 15 kilómetros de Escuintla, a donde fuimos a almorzar luego.
Conocí La Democracia en una excursión escolar en 1975.
La profesora de Estudios Sociales, en el Liceo Minerva, nos llevó y siempre tuve ganas de regresar.
El nombre original de aquella población era Don García, y fue en tiempos de don Manuel Estrada Cabrera que tomó su nombre actual.