10
Ene 08

¿Total? ¿No que los pobres iban a ser los más perjudicados?

En Guatemala hay más de 10 millones de usuarios de teléfonos móviles. ¡De cada 100 guatemaltecos, 75 poseen teléfono móvil! Un teléfono móvil, con 100 minutos de tiempo incluidos, cuesta sólo $13. Nueve de cada 10 líneas son de tarjeta. ¡Los más pobres, entre los pobres, tienen teléfono al cinto!

Esto, por supuesto, no ocurrió porque la telefonía móvil estuviera en manos de un monopolio estatal; tampoco ocurrió porque haya precios tope para los aparatos, ni para los servicios que prestan las empresas de telefonía. Tampoco ocurrió porque haya una legislación que segmenta la prestación de servicios, o que obliga a la prestación de los mismos.

Todo esto sucedió porque hay una legislación que respeta la libertad y porque hay competencia. Contrario a lo que auguraban los agoreros de la centralización, de la monopolización y de la colectivización, la libertad benefició a los más pobres. Ya no sólo los empersarios, los polítcos y los obispos pueden tener teléfonos móviles.

¿Qué cree usted que pasaría si se eliminaran los privilegios y las restricciones en el subsector eléctrico, en el seguro social, o en la educación, por ejemplo?


06
Ago 07

Un infierno para los viejitos

Leo que “los ancianos que acuden al Centro de Atención Médica Integral para Pensionados deben soportar malos tratos y humillaciones para ser atendidos. Desde las 4 horas, en los pasillos del Centro de Atención Médica Integral para Pensionados (Camip), cientos de ancianos aguardan de pie para ser atendidos, y ese es tan sólo el principio del infierno que deben pasar a cambio de que sus dolencias sean atendidas. La historia se repite día tras día, sin que las autoridades de esa unidad tomen acciones”.

  • La actitud del personal es ofensiva y agresiva
  • La policía se encarga de entregar los turnos
  • Los ancianos deben madrugar
  • Hacen largas colas para recibir recetas y medicinas
  • Pasan hambre mientras esperan los medicamentos
  • Cuando llueve se quedan hacinados en los corredores

El “infierno” del Camip, podría multiplicarse por N. Así es en los hospitales del gobierno, en las escuelas del gobierno, en los tribunales de justicia, y en muchas otras dependencias. Y claro que hay excepciones, en Migración, por ejemplo, el trato no es malo y se ve que hay algún esfuerzo por servir bien.

Lo que llama la atención es el generalizado irrespeto a la dignidad del usuario (que es elector y es tributario). La experiencia demuestra, una y otra, una y otra, una y otra vez, que el monopolio de los servicios públicos en manos de burócratas automatizados e indolentes, es la peor de las soluciones posibles.


18
Jul 07

¡Cuidado con las roscas electoreras!

En Guatemala, en realidad, no hay partidos políticos. No hay esas organizaciones que, en una democracia, sirven de intermediarias entre el gobierno y los electores y los tributarios. Tampoco hay esas organizaciones fundadas sobre plataformas programáticas y menos sobre principios. Lo que hay son maquinarias electoreras y roscas de amigos (o de cómplices), cuyo objetivo es llegar al poder, o llevar a alquien al poder.

Por eso no es extraño que “la participación de candidatos para optar a cargos de elección popular disminuirá al menos en 10 mil -en comparación con los comicios del 2003-, de acuerdo con el ingreso de expedientes en la Jefatura de Organizaciones Políticas, del Registro de Ciudadanos”. Según Prensa Libre, “Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), opina que la causa principal de que haya menos candidatos a cargos de elección popular es la reforma de la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En ésta se fijó en mil 500 el número de firmas necesarias para constituir un comité cívico, y ya no cien, en municipios que superen los cien mil empadronados”.

Las roscas electoreras tienen el monopolio de la participación política; y yo opino que eso es peligroso.


27
Jun 07

El estado benefactor mata

Ayer, que escribí que el estado benefactor es peligroso para la salud, un lector me comentó que eso ocurre en lugares como Guatemala porque el Ministerio de Salud no tiene suficiente presupuesto. Yo le expliqué que no, que más tenía que ver con la naturaleza monopólica, “gratuita” y política del servicio prestado por el gobierno. Le expliqué que, salvando las distancias, los servicios de salud estatales eran malos aquí y en todas partes. El siguiente vídeo, en inglés, ilustra lo que ocurre en países Primer Mundo en los que el socialismo ha prevalecido en cuanto al sistema de salud.


21
Jun 07

La indignidad del monopolio

“La Corte de Constitucionalidad (CC) negó un amparo a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), que pretendía que se diera atención médica a todos los hijos de afiliados, menores de 18 años. La resolución de la CC deja en firme el artículo 128 del acuerdo 466 de la junta directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), que reglamenta que serán atendidos sólo los hijos de afiliados, menores de 5 años”.

El problema de fondo, claro, es que el IGSS tiene el monopolio del seguro social en Guatemala. Los trabajadores “cubiertos” y sus familias no pueden “mandarlo por un tubo” y contratar un seguro alternativo que les de la cobertura que necesitan. Los trabajadores chapines están obligados a cotizar en el IGSS, sin importar si la cobertura que les da este es suficiente, o de calidad.


17
Feb 07

Electrizado

A principios de los años 90 en Guatemala había racionamientos de energía eléctrica que duraban más de cuatro horas. La situación era tan mala que hubo restaurantes de comida rápida que para operar tenían que tener sus propias plantas eléctricas; y no se autorizaban las aperturas de centros comerciales, o de fábricas porque no había energía para ellas.

Después de la Década Perdida en la que la inversión en nuevas fuentes de generación eléctrica fue insuficiente, los guatemaltecos llegamos al punto en que la demanda de energía superaba a la oferta.

En aquellas condiciones fue que el gobierno, que en aquel tiempo era el generador monopólico, se vio obligado a tomar decisiones de emergencia y a contratar energía eléctrica a precios de desesperación. (Que ironía, ¿no? El gobierno era el generador monopólico para garantizar el servicio. Mmmm, pone a pensar, ¿verdad?)

Por cierto que lo malo que podría tener un monopolio, propiamente dicho, no es que haya un solo oferente como se cree. Puede haber un monopolio con muchos oferentes, porque la actitud monopólica tiene más que ver con la existencia de barreras para entrar y salir del mercado, que con el número de oferentes. Y en aquellos años el gobierno impedía que otros tuvieran acceso al mercado de generación de energía y, como perro de hortelano, ni comía, ni dejaba comer.

Lo del racionamiento ya se les olvidó a muchos guatemaltecos porque ya hace bastante más de diez años de todo eso. Pero no se nos debería olvidar para no caer en los errores que nos llevaron a aquella situación.

Entre aquel entonces y ahora las cosas han cambiado porque ya no hay racionamientos. Esto es porque ya no hay un solo productor monopólico y porque ha habido inversión en la actividad productora de energía eléctrica. Es decir, porque fueron derribadas las barreras de entrada al mercado.

En los tiempos del racionamiento la mayoría de la energía eléctrica era producida por el sector público y 60% era producido por plantas hidroeléctricas. Ahora la situación ha variado y aunque 70% es producida por el sector privado, 65% es generado por plantas térmicas. Peor aún, se prevé que no estamos preparados para satisfacer la demanda creciente; y es obvio que la energía que se está produciendo en el país es más cara que la que se produce con hidroeléctricas.

Una dirigencia popular irresponsable tiene mucha culpa de que no estemos preparados para satisfacer la demanda creciente. Ecohistéricos, indigenistas y activistas de todo tipo, se ocupan de obstaculizar, o espantar nuevas inversiones en plantas generadoras. Pero también hay empresaurios que, en la mejor tradición mercantilista, buscan mantener, o levantar barreras de entrada al mercado y conservar sus feudos libres de competencia.

La culpa la tiene, también, una ley que a diferencia de la de Telecomunicaciones, hizo cosas como segmentar artificialmente el mercado entre generadores, transmisores y distribuidores; y no estableció un mercado verdaderamente libre. ¡Y ya no digamos el daño que hace la demagógica tarifa social!

Dicho lo anterior, y ahora que el regulador y los generadores tienen un zipizape, conviene: fomentar la competencia y la transparencia en la generación; no obstaculizar la inversión en nuevas líneas de transmisión; y actuar, no en defensa de intereses particulares, sino para garantizar que no habrá barreras para entrar y salir del mercado. Para evitar los costosos racionamientos.

Independientemente de aquellos intereses particulares (sean del sector público, o del sector privado), el momento para abrir Guatemala a nuevas inversiones en generación de energía eléctrica es ahora, antes de que se repitan las condiciones de 1990 y de haya que negociar entre la espada y la pared.

Electrizado, por cierto, es un juego infantil que consiste en que una persona debe perseguir a los otros participantes; y cuando los toca, estos deben quedar inmóviles, o electrizados.

Publicada en Prensa Libre el sábado 17 de febrero de 2007.


13
Ene 07

Derecho usurpado

1. ¿Qué ocurría cuando el gobierno tenía el monopolio de las telecomunicaciones? Las líneas telefónicas eran escasas, sólo había un modelo de aparatos telefónicos, había que dar mordidas para conseguir líneas, uno tenía que esperar cuatro años para que le diera una y las llamadas al exterior costaban lo que un asalto.

¿Qué ocurría cuando el gobierno tenía el monopolio de la energía eléctrica? Había apagones de seis horas. ¿Qué ocurría cuando el gobierno tenía el monopolio de las aerolíneas? Que la línea aérea de los mayas no tenía ni aviones propios, o tenía unos vejestorios. ¿Qué ocurre con el monopolio del gobierno en la seguridad social? Que los funcionarios se roban la plata y las pensiones son de miseria.

Si la historia de los monopolios del gobierno es una historia de escasez, de corrupción, de falta de transparencia y de mala administración, ¿por qué nos extraña que, teniendo el gobierno el monopolio de la emisión monetaria, hayamos pasado la Navidad sin billetes?

El ente encargado de la administración del monopolio del dinero, en Guatemala, es el Banco de Guatemala, cuya misión es promover la estabilidad en el nivel general de precios; pero yo digo, ¿de qué sirve tan ambicioso objetivo si como monopolista es incapaz de administrar bien su privilegio?

Voy a decir algo que parece una perogrullada; pero, el dinero es importante. Es tan importante como el abastecimiento de comida, el abastecimiento de ropa, o el abastecimiento de vivienda. Por eso es que, como el abastecimiento de comida, ¡no se lo podemos dejar, en calidad de monopolio y privilegio, al gobierno!

¿A dónde iríamos a parar si el gobierno tuviera el monopolio de los huevos, de la leche, y del pan? ¡Habría escasez de huevos, de leche y de pan, de la misma forma en que hubo escasez de teléfonos y hay escasez de dinero.

El propósito del dinero es facilitar los negocios en el mercado al actuar como un medio, comúnmente aceptado, de intercambio. La existencia de dinero presupone un orden complejo y de relaciones infinitas basadas en la división del trabajo y en la propiedad de los frutos del talento y del trabajo de las personas. Muchas cosas buenas dependen del dinero y por eso es que su existencia no debería dejársele al gobierno: el monopolista privilegiado más incapaz de todos los monopolistas privilegiados.

Como cualquier otro bien de intercambio, que goza de la confianza de sus usuarios, el dinero debería de competir por la preferencia de ellos. Para evitar que haya escasez y que su administración sea una cábala oscura, sería mejor la transparencia en su abastecimiento.

La idea puede parecerle extraña a algunos; pero hace años, antes de que los gobiernos se dieran cuenta de que podían aprovecharse del monopolio de la emisión monetaria, esta no era una facultad exclusiva de los políticos en el poder. Miles de años antes de que alguien tuviera la idea de banca privada, y muchos siglos antes de que a alguien se le ocurriera la idea de banca central, ya existía el dinero. El dinero monopólico es una usurpación ilegítima de la propiedad y de la libertad de los individuos que, como usted y como yo, nos vemos forzados a depender del Estado para el abastecimiento de algún medio de intercambio que sea comúnmente aceptado en el mercado. ¿Por qué?, entonces, nos extraña que hayamos pasado una Navidad sin dinero.

Pensémoslo bien, a lo mejor va llegando el día en que nos decidamos a recuperar el derecho que nos fue arrebatado.

2. Mojito previsor: “¿Cuál será el mejor lugar para enterrar a Fidel?”, pregunta la maestra. “En la Plaza Roja, junto a Lenin”, dice Robertico. “Junto a Mao”, dice María. “En el Santo Sepulcro, donde estuvo Cristo”, dice Juanito. “¡No, no, no!”, dice Tonino. “¡Ahí si que no! Porque no vaya a ser que se le ocurra resucitar al tercer día”.

Publicado en Prensa Libre el sábado 13 de enero de 2007.


28
Dic 06

El quetzal y sus cosas

Pronto habrá billetes de Q200 y Q500, según leí hoy. La necesidad de billetes de altas denominaciones es una confirmación inconfundible de que el quetzal , la unidad monetaria de Guatemala, sigue perdiendo valor o poder adquisitivo.

Cuando usted necesita más y más quetzales para comprar lo mismo, lo que está ocurriendo es que dicha unidad monetaria pierde valor frente a lo que usted quiere adquirir con ella.

Por eso es que los billetes de denominaciones bajas, como los de Q1, o Q0.50 fueron sido sustituidos por fichas. Llegó el punto en que el papel en que eran impresos los billetes era más valioso que el signo valor monetario que representaban y por eso se hizo necesario que duraran más, para que su valor de reposición no fuera tan oneroso para el emisor monopólico que es el Banco de Guatemala.

La foto, por cierto, fue publicada para ilustrar un artículo mío sobre salarios que publiqué el 26 de agosto de 1990 en el diario guatemalteco Siglo Veintiuno.