A las 0 horas del 25 de diciembre, para celebrar la Navidad, los chapines quemamos cohetes. Y a la ensordecedora y luminosa quemazón de las 12 de la noche, le sigue el ritual de despenicar una ametralladora y de quemar uno por uno cada cohetillo.
Debido a que en Prensa Libre leí que “El Congreso aprobó ayer una ley que prohíbe fumar en lugares públicos —sean abiertos o cerrados—, y fija sanciones para las personas y establecimientos que incumplan esa disposición”, pensé que aquella práctica tan chapina iba a ser muy difícil cuando entrara en vigor la fascista ley antitabaco que nos recetó el Congreso. Esto es porque quemar cohetes con cigarrillos es muy práctico. En cambio, hacerlo con una candela, un encendedor, una brasa, o con un ocote, por ejemplo, resulta muy impráctico. Ya sea porque el viento apaga las llamas, o porque es más complicado conseguir y hacer brasas, que encender un chancoaco.
Yo no fumo, ni me gusta. Fumé, y no me gustó. Pero hice mis primeros tanes…para aprender que no me iba a gustar fumar, cuando mis padres me daban cigarrillos para quemar cohetillos. Y más tarde traté de fumar en serio…pero igual no le agarré el gusto.
Y bueno, sip. Confieso que yo era de esos chicos desesperantes que quemaban cohetillos uno por uno. Por eso es que anoche disfruté mucho viendo a mi sobrino cómo quemaba los suyos…y pensé mucho en cómo vamos a solucionar lo del cigarrillo sin correr el riesgo de ser multados. Claro que anoche no pasó ni un policía por la calle mientras quemabamos cohetes; ya me imaginaba yo que, si la ley hubiera sido como decía el reportaje, ¿habría patrulleros en busca de patojos delincuentes que, cigarro en mano, quemen petardos y violen la ley? Y si un chico es inimputable porque es menor de edad, ¿se lo llevarían a un tribunal de menores, o multarían a los padres…o a los tíos?
Si no se aplican la ley anticapuchas, ni la pena de muerte, ¿el estado niñera aplicaría las multas contra los niños que quemen cohetes y los encendieran con cigarrillos? ¿Cuánto costaría perseguir fumadores de Nochebuena? Una vez más, ¿quedaría en ridículo el estado niñera?
Menos mal que la prohibición no es tan absurda como decía el reportaje en cuestión; pero…¿cuánto falta para que fumar sea absoluta y totalmente prohibido? Quizás hasta dentro de la propiedad de uno. La realidad, siempre puede superar a la ficción.