18
Sep 20

Empatía

Empatía es el concepto que Adam Smith, en su obra Teoría de los sentimientos morales, identifica como la capacidad de ponerse en el lugar del otro para sentir lo que el otro siente, sin perder la identidad propia. Es, digamos, la capacidad de ponerse uno en los zapatos del otro.

La ilustración la tomé de Facebook.

Si, ya se que Smith no le llamó empatía, sino simpatía; pero entre nosotros, en el siglo XXI, el término simpatía tiene otras implicaciones inatingentes. Uno podría decir que tal, o cual persona es simpática en el sentido de que es agradable y atractiva.

Para Smith, lo que conocemos como empatía no es solo la capacidad de compartir el sufrimiento, o la alegría ajena, sino que es la habilidad que facilita las interacciones entre las personas, hasta tal punto de que hace posibles el orden y la armonía en la sociedad.  Tenemos mejores sociedades en la medida en que hacemos más grandes los círculos de empatía.

De aquello me acordé al horrorizarme por algunas de las reacciones como consecuencia de la desaparición y muerte de un chico de 17 años al que se llevó un alfaque a inmediaciones de Monterrico.  Ya es bastante triste y doloroso que muera una persona en plena juventud, como para que los fariseos, y los sacerdotes de la envidia y del odio aprovechen la ocasión para pontificar…sin una onza de empatía.

No es la primera vez que veo esa conducta en redes sociales, e incluso en vivo.  Con ocasión de otras tragedias individuales, no escasean los individuos que aprovechan para encender los polvorines de la envidia, el resentimiento y el odio, y no faltan quienes recogen el fuego y lo esparcen por donde pueden. A veces en el espíritu de I am holier-than-thou y a veces en el de la lucha de clases. Motivos para ser pusilánime, supongo que no faltan.

La ausencia de empatía no sólo apunta a trastornos individuales, sino que pone en evidencia a una sociedad en deterioro.  No me digas que no has notado, con el encierro forzado, cómo es que muchas personas actúan de forma agresiva y tan poco empática, que hasta dan un poco de lástima.

¿Podemos rescatar la empatía?

Columna publicada en elPeriódico.

Actualización: Por supuesto que la empatía requiere de contexto; y, además, la práctica de la empatía requiere de honestidad e integridad.  La honestidad es la virtud de no tratar de falsear la realidad y en no fingir que las cosas son otra cosa que lo que son; y la integridad es rehusarse a falsificar la consciencia, es decir, mantener la unidad entre las acciones y las convicciones propias.


11
Sep 20

¡Milagro, la justicia ya no es ciega!

Puse en Google “justicia, imágenes” y me salieron 12, y en nueve de ellas la dama que representa a la justicia tiene los ojos vendados. ¿Sabes que desde el siglo XV se la representa así, ciega? Porque no mira a las personas, sino los hechos.  De modo que la justicia sea igual para todos, sin privilegios, ni favoritismos, independientemente de la identidad, la riqueza, el poder, o la debilidad de quienes estén involucrados en lo que se está juzgando. (Haz clic en la foto para ver la declaración que da origen a estas meditaciones).

Imagen de previsualización de YouTube

 

La estatua también porta una balanza, y en esa balanza está representado el juicio que determinará al poner en cada plato los argumentos y las pruebas, no la calidad de las personas.

Por eso erizan los pelos las declaraciones de la presidenta de la Corte de Constitucionalidad guatemalteca, que dijo que cada vez que un documento llega a sus manos, ella examina quién es la persona que lo plantea para conocer y entender cuál es la intención del planteamiento; y sólo luego, ¡sólo luego! procede a revisar los hechos. ¿Viste? Cinco siglos de sabiduría jurídica tirados por el caño.

¿Cuántos jueces y magistrados chapines hacen lo mismo?  La confesión de la magistrada explica muchas actuaciones y resoluciones de aquella corte, que hasta ahora no parecían tener racionalidad alguna.  Pues bien, nos hemos enterado de qué para la justicia constitucional guatemalteca, y quién sabe para qué otras instancias judiciales, así como es el sapo, es la pedrada y los hechos sólo tienen relevancia si, para los jueces, los interponentes tienen valor, o no. ¿Hay interponentes de primera, de segunda y de tercera?

¿Qué estudioso del Derecho y qué lector chispudo no encuentra esto perturbador? En un tribunal, y en la vida diaria, ¿qué causa que un juicio sea incorrecto? La falta de pruebas suficientes, la evasión de las pruebas, o la inclusión de consideraciones ajenas a los hechos del caso. Entonces, ¿cómo se llega a un juicio correcto? Basándonos exclusivamente en pruebas fácticas y considerando todas las pruebas relevantes disponibles. ¿En qué tribunales esto ya no es válido? ¿Desde hace cuánto?

Columna publicada en elPeriódico.


28
Ago 20

Van a tener que pedir perdón

Cuatro viejitos que conozco empiezan a manifestar efectos del encierro prolongado.

La soledad entre adultos mayores ha sido descrita como una epidemia con graves consecuencias físicas y mentales. El aislamiento forzado tiene el potencial de agravar más aquella epidemia y causar problemas cognitivos entre los adultos mayores vulnerables, dice un reportaje de la AARP. Pero, el encierro forzado, el aislamiento, la incertidumbre y los daños económicos que han sufrido las familias también le están pasando factura a los patojos. Un tuitero joven que sigo, escribió: Creo que he envejecido 5 años en este año; y no sorprende porque los jóvenes van a necesitar más apoyo en términos de salud mental cuando termine el encierro, dice un reportaje de youngminds.org.uk

Estoy convencido de que, tan pronto como sea posible, los responsables políticos del encierro deberían enfrentar consecuencias y, por lo menos, pedir perdón públicamente, como Enrique IV en Canossa. El aislamiento voluntario es una medida prudente; pero el encierro forzado es de otra naturaleza.

Enrique IV en Canossa. Hendrik Willem Van Loon, dominio público, via Wikimedia Commons.

En Canadá, el médico Matt Strauss reportó haber admitido en el hospital a muchos ancianos diagnosticados con desnutrición. aparentemente como resultado del aislamiento.  Les hemos fallado, la inhumanidad es incalculable, dijo. Con el nivel de cuarentena más estricto del mundo, Argentina ya tiene más muertos por millón de habitantes que el promedio mundial. Destrozaron la economía y la militancia política de los infectólogos de cuarentena fue un fracaso, escribió el economista Roberto Cachanosky

Esta semana Jeffrey Tucker preguntó: ¿Crees que a los fans del encierro consideraron, tan siquiera por un instante, los efectos de sus acciones en los valores de la propiedad? ¿En las artes? ¿En las expectativas de los inversionistas? ¿En la futura elección de profesiones, de la gente? ¿En la salud mental? ¿En algo?

¿Cómo crees que ha sido en Guate?

Mucho de lo que se está haciendo con familias enteras son crímenes de lesa humanidad, actos atroces e inhumanos cometidos para aplicar políticas del gobierno, o de una organización internacional.

Columna publicada en elPeriódico.


21
Ago 20

¿Hay gobierno?

El gobierno de Guatemala, no sólo desde ahora, sino qué desde hace años, ¿ha perdido la autoridad y la voluntad de mantener a todos los habitantes del país en el pleno goce de los derechos individuales y de otros que garantiza la Constitución?

Pregunto porque, también desde hace ratos, no sólo en Alta Verapaz, sino qué en muchos otros departamentos del país, grupos organizados de delincuentes fuertemente armados y escandalosamente inescrupulosos llevan a cabo actos delictivos a su antojo.  Actos delictivos sostenidos, que no sólo se manifiestan en invasiones y destrucción de propiedad, sino qué en muchos casos, ¡y uno ya es demasiado!, terminan en actos de violencia contra personas e incluso en asesinatos.

Recientemente, en Alta Verapaz, dos de aquellos grupos se enfrentaron en una finca y causaron daños cuantiosos y terror. Y sus miembros están ahí, impunes y ¿preparando el próximo golpe?

¿Y el gobierno de Guatemala? Es decir, ¿y los políticos y burócratas que deberían proteger a las víctimas y perseguir a los delincuentes? ¡Ausentes!  Ni la PNC, ni el MP, ni el Organismo Judicial ¡y mucho menos la PDH! parecen tener voluntad y capacidad para proteger la vida y la propiedad de los habitantes del país.  ¿Notaste que digo país, y no república? ¡Es que no tenemos república!  Sin un gobierno capaz de protegernos de la delincuencia organizada, y francamente tampoco de la delincuencia común, ¡¿qué república vamos a tener?!

Lo que hay es una administración obsesionada con cargar con impuestos al que se deje, para embolsarse lo que pueda, y luego repartir el botín entre su clientela de una forma cada vez más descarada y vandálica.

Sin ordenes de desalojo, sin la aplicación de las leyes, sin capturas y sin consecuencias jurídicas para los delincuentes, los políticos y burócratas encargados de proveer seguridad y administrar justicia no son sino cómplices de los criminales.

En nuestro turno de guardia, la delincuencia organizada y enmascarada como revolucionaria medra a la sombra de la ineptitud, la indolencia y la cobardía moral. ¿Hay gobierno?

Columna publicada en elPeriódico.


24
Jul 20

Billetes nuevos e inflación

Frescos y recién salidos de la tristemente célebre maquinita son esos billetes nuevos de Q100 que te están dando los cajeros automáticos.  Son el anuncio de la inflación que se viene; y con la inflación se viene el empobrecimiento.

La inflación castigará más duro a los más pobres. Esto se pondrá peor.

Todos esos millones de dólares que los políticos y burócratas en el poder pidieron prestados con el pretexto de la pandemia se traducen en quetzales; y tu ya sabes: la abundancia de quetzales deprecia el valor de esa moneda y por eso se requerirán más billetes para comprar las mismas cosas.  El encarecimiento de los precios es una consecuencia de inflar la cantidad de moneda que hay en circulación, por encima de la producción.  Que no te engañen, en Guatemala la única organización social con poder para inflar es el gobierno, por medio de su banco central.

La inflación es inmoral y criminal no sólo porque presiona al alza los precios de forma políticamente artificiosa; sino porque…agárrate…no afecta a todos por igual.  Políticos, burócratas y empleados estatales reciben el dinero nuevo antes que otros; igualmente lo reciben primero los proveedores de obras públicas y la clientela del gobierno.  Al recibir el dinero nuevo antes que otros, aquellas personas aprovechan los precios bajos en el mercado; y para cuando los efectos inflacionarios del dinero nuevo nos llegan a los demás…ya todo está más caro.

¿No fue suficiente esa razón? ¿Qué tal esta? Esos ahorros que tienes en el banco y que  te han costado trabajo y privaciones, cada día tiene menos poder adquisitivo porque cada día vale menos.

En el corto plazo -y para los beneficiados de primero- la inflación genera una prosperidad aparente; pero en el mediano plazo contribuye al desempleo, a la baja en el nivel de vida y a profundizar la pobreza y la miseria.

Las autoridades políticas y monetarias del país -a sabiendas y de una forma inmoral y criminal- están socavando tu futuro, to save their asses; y están jugando con fuego.

Columna publicada en elPeriódico.


17
Jul 20

Unos en yate y otros nadando

Me vino uno de esos memes que dan que pensar: En él hay la imagen de un anciano, de esos con la piel curtida por el sol y que usa una mascarilla raída. El texto dice: No, no estamos en el mismo barco, estamos en el mismo mar, unos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas.

El meme lo tomé de Facebook.

¿Quiénes van en yates?  Los mejores yates son de los que viven del presupuesto del estado, mismo que se financia con dinero ajeno tomado por la fuerza y con endeudamiento, que luego también se paga con impuestos. A ellos nunca les falta su cheque a fin de mes; y muchos de ellos gozan de canonjías y los hay de todos tamaños.

Van en yates los delincuentes y los corruptos cuyas naves han sido conseguidas al amparo directo del estatismo, o porque quienes ejercen del poder se hacen de la vista gorda con respecto a sus actividades criminales.

Alguien dirá que los ricos van en yates; y es cierto que muchas de sus naves parecen inhundibles, como el Titanic; pero a menos que hayan obtenido sus fortunas como describo en el segundo, o tercer párrafo, muchos creadores, emprendedores y productores están luchando por mantener a flote sus naves (grandes, o pequeñas) y en sus embarcaciones tienen que luchar contra las bromas o gusanos de la madera, sembrados ahí por las políticas destruccionistas de políticos, burócratas y sus clientelas.

¿Quiénes van en lanchas? Muchísimos guatemaltecos que tienen trabajo, y no saben si lo van a perder mañana; que tienen sueldo, pero que se vio reducido; que están vendiendo, pero que su futuro es particularmente incierto y precario.

¿Y los de salvavidas y nadando? Los que se quedaron sin trabajo. Esos a los que, desde el poder, les gritaron que no tiene derecho a trabajar, ni a ganarse la vida.  Son los que no pueden vender sus cosechas, los que no pueden abrir el negocio que fundaron con sus ahorros e ilusiones.  Es el hombre del meme, que hasta hace cuatro meses era productivo e independiente, y ahora está humillado y desesperado.

¿Quiénes más van nadando? Los que tienen familiares enfermos y han visto sus ingresos mermados, por orden superior.

Columna publicada en elPeriódico.


03
Jul 20

El futuro de El Mirador

Visité El Mirador en diciembre de 2005 cuando recorrí el sak´be a pie y a lomo de mula.  ¿Qué te digo? ¡Fue como viajar con Stephens y Caterwood! Escuchamos a balam una noche y vimos huellas de aquellos felinos; dormimos en un campamento que olía a orines de kan, y vimos una piel de serpiente; El Ale, mi sobrino, halló una chiwoj en su tenis y otra de esas arañas enormes se paseó por nuestra carpa. Una noche se nos inundó el campamento y dormimos en el agua; y me froté con chichicaste, o algo parecido un ojo, por evitar el roce de unas arañitas negras con rojo. Vimos el cielo estrellado como lo veía Jasaw Chan Kʼawiil.

Así quedó mi capa luego de una mañana entre ramas y espinas a lomo de mula.

Fue un viaje física y psicológicamente retador; pero si pudiera lo haría de nuevo.  Sin pensarlo dos veces.  Comparto con el arqueólogo Richard D. Hansen la idea de que más guatemaltecos -niños y adultos- pudieran visitar la selva y el reino Kan, un patrimonio que deberíamos conservar, cuidar y promover de forma responsable.  Pero para ello los esfuerzos que hagamos en esa dirección deben ser sostenibles, no sólo para para el área, su fauna y su flora, sino para sus habitantes humanos cuya calidad de vida se elevaría sustancialmente, si hubiera más visitantes.

¡Por supuesto que no se trata de convertir El Mirador en un parque de diversiones como caricaturizan algunos individuos! ¿En qué cabeza cabría, y con qué intenciones, un proyecto que pusiera en peligro la biósfera maya si amas lo que ofrece?

Ya dicho lo anterior, lo cierto es que las discusiones sobre el futuro del patrimonio cultural y natural de aquella área son necesarias; porque, aunque vivimos en un ambiente en el que muchos quieren tener el mejor teléfono posible antes que los demás, también quieren lo que nos da raíces y nos identifica en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo.  De ahí que sea importante responder a la pregunta: ¿A quién pertenece el pasado? 

Sugiero que se abra una discusión sobre cómo valorar El Mirador; pero en un contexto racional y no emotivo; con ganas de encontrar soluciones sostenibles, y no con el ánimo de que no se haga nada por miedo a que se haga algo.

Columna publicada en elPeriódico.


26
Jun 20

Simios ignaros

Uno de los períodos más emocionantes que he vivido fue el de los días que precedieron y los días que sucedieron al derribamiento del Muro de Berlín. Días en los que los habitantes de los países de Europa oriental se liberaron de los regímenes colectivistas y totalitarios que habían destruido sus vidas y las de sus padres a lo largo de décadas.

Destrucción de bustos en la película “El planeta de los simios”.

¿Qué tenían en común aquellos regímenes? Se basaban en las ideas de Carlos Marx y Vladimir Lenin, entre otros.  ¡Cien millones de muertos! produjeron, en todo el mundo, los regímenes inspirados en el socialismo científico, o comunismo marxista-leninista (o maoísta).  Y a los cien millones de muertos súmales sus familias destruidas, los prisioneros, los que enloquecieron, los que fueron olvidados y los que fueron perseguidos.

Por eso es que cuando vi que en Alemania habían develado una estatua de Lenin, ¡en pleno 2020!, cuando ya sabemos bien qué ocurrió como consecuencia de sus acciones políticas y de sus ideas (porque las ideas tienen consecuencias), no pude sino sentir una tristeza enorme y gran enfado.

El destruccionismo cuenta con la sanción de sus víctimas.

¿Qué clase de simios ignaros le erigen una estatua a Lenin? La misma clase de monos ignorantes que le erigirían un monumento a Hitler, cuyo colectivismo totalitario no goza de tan buena prensa, ni tan buena cátedra, ni tan buen púlpito como el de Lenin.  La misma clase de simios ignaros que destruye las estatuas de Cristobal Colón, George Washington, Winston Churchill, Junípero Serra y Miguel de Cervantes.  Cervantes…¡¿vas a creer que Cervantes también?!

Ahora bien, los simios ignaros son los que ejecutan la destrucción de monumentos, actos que son sólo un componente de la destrucción de la historia y de la destrucción de occidente.  Pero detrás de los vándalos hay intelectuales y filósofos. Están Antonio Gramsci y la Escuela de Frankfurt (entre otros) que, si no los conoces, vale la pena que explores para entender lo que está pasando.  Estos y los intelectuales orgánicos de la revolución no son simios ignaros y saben bien qué es lo que están sembrando y cultivando en las mentes de los vándalos y en las de los que le erigen una estatua a Lenin.

Ellos dan la batalla de las ideas, ¿y tu?

Columna publicada en elPeriódico.


05
Jun 20

Suicidios y encierro

Ya sea como efecto directo del desempleo, o de la pobreza potencial producida por el cierre económico, lo cierto es que en los Estados Unidos de América ha habido un aumento de suicidios e intentos de suicidio, advierte Jeffrey A. Tucker del American Institute of Economic Research.

¿Alguien lleva la cuenta en Guatemala? ¿A alguien le importa?

La foto la tomé del AIER.

Sabemos que antes del encierro forzado, en poblaciones como Nahualá, Nebaj, San Carlos Sija y otras, ya era preocupante la cantidad y frecuencia de suicidios de niños.  Luego de casi tres meses de cierre económico y de encierro forzado, ¿qué sabemos ahora con respecto a niños y adultos en esas y otras poblaciones, con respecto al suicidio?

Claro que el suicidio no es monocausal y no ocurre al margen del contexto de quien acude a él para dejar de sufrir; pero también es cierto que el desempleo y la pobreza potencial (entre otras circunstancias relacionadas con el cierre económico y con el encierro forzado) pueden ser identificadas como causas eficientes (pensando en términos aristotélicos). Es decir, que pueden ser identificadas como disparadores, estímulos, o causas motrices del acto suicida.  Tal es el caso del abuso o maltrato, del deseo de dejar de ser una carga o molestia, y de la soledad y el abandono, por mencionar unos.

¿Qué necesita un suicida potencial para alejarse de aquella posibilidad y ayudarse? En principio validación, empatía y redes de apoyo, elementos que son difíciles de conseguir en poblaciones modestas, con tejidos sociales débiles y en las que abundan las creencias irracionales y la descalificación. Ahí, sin embargo, hay oportunidad para el emprendimiento social y para el liderazgo responsable.  No sólo como el teléfono de prevención contra el suicidio, que es el 5392-5953 y presta un servicio valioso; sino con programas y materiales diseñados cuidadosa y específicamente.

Si ha de haber soluciones, yo no me sentaría a esperarlas desde la política. Este es un llamado al liderazgo local y a emprendedores sociales para que actúen como tales.

Columna publicada en elPeriódico.


29
May 20

¡A los amigos!

Mis primeros amigos, de cuando yo era así de chiquito, se llamaban Francis y Bernard; eran vecinos de la casa de mis abuelos Jorge y Juanita. Debe haber durado poco nuestra amistad infantil, un año, quizás; pero siempre los recuerdo y afortunadamente hay foto.  En eso pensé porque una amiga, (somos amigos desde principios de los 80) compartió un artículo titulado 5 beneficios de tener amigos desde hace 20 años.

Bernard y Francis al frente. Atrás mi abuelita Juanita, la hermanita de B. y F. en brazos de mi tía abuela, La Mamita; y mi abuelito Jorge.

Hace dos meses, al principio del encierro, falleció mi amigo Quique.  No fue posible abrazar a su madre y a sus hermanas; y para mi grupo de amigos del 76 -porque fue en el año del terremoto cuando nos conocimos- fue muy triste no poder abrazarnos tampoco.

Aquí paro para explicar que uso la palabra amigo, no como se usa en Facebook, sino en un sentido aristotélico: la amistad de lo bueno, que es la que uno tiene con personas con las que comparte valores y virtudes; la de amistades que suelen durar toda la vida, si se tiene un cierto nivel de bondad. Amistades íntimas y profundas, placenteras y benéficas, que existen por sí mismas.

Dice el artículo que tener amigos desde la niñez, ayuda a desarrollar la confianza en sí mismo, la autonomía, la empatía, la lealtad y el respeto hacia el otro; así como a desarrollar actitudes que ayudarán a ocupar un lugar en un grupo y experimentar sentimientos de afirmación y pertenencia.

Mi amigo más antiguo (casi hermano) lo es desde 1974 y nos conocimos en clases de retrasadas; la vida nos separó para luego reencontrarnos y caminar vidas paralelas desde 1980.  Ese año es importante porque hice mi segundo grupo de amigos, ya en el contexto de la universidad; y en otra U, tres años después me hice de un tercer grupo de amigos.

Así llegamos a 2001, ¡Año de grandes acontecimientos vitales!, cuando tuve la dicha de conocer a mi siguiente grupo de amigos en los célebres Viernes de luto y en mi trabajo.

A veces coincidimos la mayoría, en mi cumpleaños; y ahora los extraño (como extraño a mi familia).  ¡Salud por los amigos! ¡Salud por las personas que extrañamos!

Columna publicada en elPeriódico.