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¿De qué presume un diputado promedio cuando recibe estudiantes en el Congreso? Presume de la cantidad de propuestas de ley que ha hecho; como presumiría un fabricante de salchichas, con respecto a la cantidad de embutidos que produce. No en balde J. D. Saxe dijo que Las leyes, como las salchichas, dejan de inspirar respeto en proporción a cuánto sabemos de cómo están hechas.
Los diputados, acosados por escándalos desproporcionados de corrupción, mala administración y desperdicio del dinero que toman de los tributarios, se han embarcado en un frenesí legislativo y, como quien suelta un chorro, sólo el martes avanzaron en una ley de privilegios para los grupos que dicen representar a los jóvenes, revivieron la ley de subdesarrollo rural integral y una para privilegiar a ex burócratas, entre otras piezas de legislación.
En parte será hacer parecer que non esas lacras que la gente sabe que son (salvo los buenos); y en parte será para halagar a los grupos de interés que promueven legislación en su beneficio. Ya sabes, la administración (que llamamos gobierno) es una forma de transferir recursos de los bolsillos de los ciudadanos no organizados, hacia los bolsillos de los ciudadanos organizados. Y la legislación es el medio perfecto para aquella expoliación.
Si así es como son las cosas, era mejor cuando los diputados cobraban sin trabajar y no legislaban. El hecho es que en vez de aprobar leyes generales y abstractas que protejan los derechos de las personas; lo que hacen es multiplicar normativas específicas y concretas que crean privilegios, ocasionan gastos, multiplican costos, violan derechos, sirven a intereses específicos, perjudican a otros intereses específicos, y hacen posible que –legalmente- el interés colectivo prevalezca sobre los derechos individuales. Se confirma lo que dijo Mark Twain: Ni la vida, ni la libertad, ni la propiedad de ningún hombre está a salvo cuando el legislativo está reunido.
Antes de que los diputados continúen con la diarrea legislativa, hay que ponerles una camisa de fuerza. Hay que ubicarlos. Y tu, ¿te cuentas entre los que pedían que los diputados trabajaran?
Columna publicada en elPeriódico y la foto es por Luis Andrés Figueroa.