20
Mar 20

¡Al fin! Un plan económico sensato ante la emergencia COVID-19

Desde la emergencia de la actual crisis sanitaria, pasan los días y, viendo la gravedad de la situación económica mundial, se agolpan las propuestas económicas de múltiples sectores económicos guatemaltecos, dicen Daniel Fernández y Olav Dirkmaat en el Plan sensato ante la emergancia COVID-19 para Guatemala, publicado en UFM Market Trends.

Celebro este plan de propuestas precisamente porque es sensato -para Guatemala específicamente-, es decir, que muestra buen juicio, prudencia y madurez en el contexto chapín.

Haz clic en la ilustración para ver el plan completo.

Dicen los autores que parece que todo el mundo tiene la receta perfecta para que no le de fiebre a la economía guatemalteca. El problema es que los que están proponiendo propuestas fueron incapaces de adelantarse a esta crisis como si pudimos hacer desde UFM Market Trends en múltiples artículos como este publicado en 2018 o este otro publicado en 2019. También adelantamos la crisis actual en este informe sobre la economía de EEUU publicado en 2019, o en el informe sobre la economía de Guatemala publicado también en 2019. Adicionalmente, y quizá fruto de las prisas, la mayor parte de quienes presentan propuestas sugieren soluciones sin ni siquiera hacer un análisis de la situación actual como hemos hecho desde “UFM Market Trends”.

Te recomiendo que leas el informe completo, cuyas propuestas de paliación económica, en el contexto del virus chino,  se resumen en:

  1. Aplazamiento del pago impuestos (ISR, IVA) y cotizaciones sociales (IGSS, Irtra, INTECAP) hasta 3 meses después de la normalización de actividades productivas;

 2. Eliminación del ISO;

3. Bajada inmediata del ISR a empresas (sobre utilidades) de 25% al 15%, de 25% y a 5% para los que mantengan al menos 90% plantilla para los próximos 3 años;

4. Crédito fiscal por pérdidas;

5. Vacaciones regulatorias aduaneras durante un año; y

6. Permitir que las empresas operen mientras obtienen los permisos relativos a las medidas de higiene y prevención para evitar la expansión del virus.

En ese contexto añado que todo aquello debe ir acompañado de un compromiso y de acciones creíbles para el congelamiento y reducción del gasto estatal.  El informe incluye una serie de recomendaciones sobre lo que no hay que hacer:

1. Aumentos de gasto peligrosos en burocracia y los costes asociados a ella;

2. Desmanes monetarios:

3. Utilización de reservas internacionales; y

 4. Promover la construcción de vivienda, o infraestructura.

La de Dani y Olav es una aportación valiosa y oportuna; no sólo porque están en peligro la economía y los medios de vida de muchísimas personas; sino porque la libertad también está en peligro.


20
Mar 20

Cordialidad

El lunes por la tarde pasé al supermercado y me impresionó mucho, pero mucho, la falta de cordialidad que había entre los clientes que andaban ahí.  Me detuve un momento a observar y lo que vi fue autómatas que cuando no estaban casi inexpresivos, sus rostros mostraban gestos de hostilidad.  ¡Que no te le fueras a atravesar a uno de ellos en el pasillo con tu carreta, o en el estacionamiento con tu auto!

Vestido contra la pandemia, foto por Raúl Contreras.

Cada uno estaba ahí con una misión, o dos, y la iban a ejecutar, si, o si.  Esa fue la impresión que tuve luego de pararme a observar.  Y entonces dispuse sonreír y darle el paso a quien lo quisiera de buenas, o malas.  Pensé que un gesto amistoso, quizás podría fortalecer el corazón de aquellos individuos angustiados…y no sirvió de mucho, pero me sentí mejor. Quizás alguien repita el gesto.

Pensé que así debe ser en los regímenes socialistas, al principio, cuando la gente todavía no se ha resignado, ni acostumbrado a la escasez de todo lo que damos por infaltable.  Y pensé que así debe ser el principio del apocalípsis´psis zombie, para luego explorar cuáles son las virtudes que necesitamos (o que creo que necesitamos) en crisis como la que vivimos.

¡La racionalidad, por supuesto!; pero ¿y luego? Un tanatal de buena educación, cordialidad, empatía y solidaridad.  Me acordé por las historias que contaban mi abuelita Juanita y mi tía abuela, La Mamita, sobre los terremotos de 1917 y 18, seguidos inmediatamente por la gripe española.  Luego pensé en coraje y confianza que son necesidades prácticas, según John Galt, en La rebelión de Atlas. Coraje que es la forma práctica de ser fiel a la existencia, de ser fiel a la verdad; y confianza que es la forma práctica de ser fiel a la propia conciencia.

Que no se pierdan las bonitas costumbres de pedir por favor y de dar las gracias, de saludar y de ir al encuentro del otro.  Que las emociones no avasallen a la razón; pero que haya cordialidad, que no se pierda el sentido del humor, y que no se pierda el respeto.

Columna publicada en elPeriódico.


19
Mar 20

Heródoto en Egipto

Las pirámides también eran más grandes de lo que las palabras pueden describir, y cada una de ellas es igual a muchas obras de los helenos, por grandes que sean; pero el laberinto supera incluso a las pirámides, dice el historiador griego, Heródoto en su descripción del antiguo Egipto; y luego añade que el lago que se llama lago de Moiris, a lo largo del cual se construye este laberinto, causa una maravilla aún mayor.

Harvard Classics, Vol, 33

Nunca he estado en Egipto; pero la primera vez que estuve en Nueva York sólo tenía una mañana libre y tuve que decidir qué hacer con ella en la Gran Manzana.  Lo que decidí fue ir al Metropolitan Museum of Art y concentrarme en la sección egipcia.  Quería ver momias y tenía en mente una pieza en particular: William el hipopótamo, aunque en aquel tiempo no sabía que se lo conocía con ese nombre. Esa pieza, su color y su textura, me llamaban la atención desde que era niño y la había visto en mi legendaria Enciclopedia estudiantil.
La sección egipcia no me decepcionó y aún tuve tiempo de pasar rápidamente por una exhibición temporal sobre arte bizantino.
Es fascinante que, ya para la época de Heródoto (siglo V antes de la era común) , la civilización egipcia era una civilización antigua. Cicerón se refirió a Heródoto como El padre de la historia.  En la actualidad nada se sabe del laberinto descrito por Heródoto ni del lago.
¿A qué viene esto? A que en estos días de recogimiento, por decir algo, dispuse leer lo que toque de The Harvard Classics, de acuerdo con su guía de lectura Fifteen Minutes a Day.  Dicha guía le permite, al lector viajar por las mentes y los escritos de algunos de los más fascinantes pensadores de todos los tiempos…y algunos no tan fascinantes.
El editor, Charles W. Eliot, que fue presidente de la Harvard University, más de una vez dijo en público que, en su opinión, un estante de cinco pies, podría contener suficientes libros para permitir un buen sustituto para una educación liberal, a cualquiera que los leería con devoción, incluso si sólo dispusiera de quince minutos al día para leer.  En fin, The Five-Foot Shelf of Books fue uno de los regalos que mi abuela, Frances, me regaló cuando me gradué de bachillerato en 1979.  De cuando en cuando acudo a la colección para consultas en casa; pero hoy decidí leer las lecturas asignadas cada día durante el distanciamiento social, para leer temas distintos a los que suelen ocupar mis momentos de lectura por trabajo y por placer, que al final resultan ser lo mismo.

18
Mar 20

Cuidado con la mala compañía

Cuidado con la mala compañía, ya que a menudo los hombres/ son como aquellos con quienes conversan, le dice Lady Allworth al joven Tom Allworth en A New Way to Pay Old Debts, por Phillip Massinger. 

Esta pieza de teatro isabelino un tío astuto engaña a su sobrino inútil y lo despoja de su fortuna; y el sobrino, hazmerreír de sus antiguos sirvientes, se propone recuperar su antigua posición y riquezas.

Haravrd Classics, Vol. 42

Me costó mucho leer la asignación de hoy porque, como está escrita en inglés de 1625, a cada rato tenía que ir a las notas de pie de página para entender las palabras antiguas.  Digamos bouse, por drink; brachel por hound; paper-pellets por aknowledgments of indebtnes y manumisse´d por freed, por ejemplo. A eso, añádele que -en realidad- no me gusta leer teatro.  Me gusta verlo, me encanta verlo, pero no leerlo.

Dicho lo anterior, elegí la frase con que inicia esta entrada porque me recordó un buen consejo de mis padres: ¡Cuidado con las juntas!

¿A qué viene esto? A que en estos días de recogimiento, por decir algo, dispuse leer lo que toque de The Harvard Classics, de acuerdo con su guía de lectura Fifteen Minutes a Day.  Dicha guía le permite, al lector viajar por las mentes y los escritos de algunos de los más fascinantes pensadores de todos los tiempos…y algunos no tan fascinantes.

El editor, Charles W. Eliot, que fue presidente de la Harvard University, más de una vez dijo en público que, en su opinión, un estante de cinco pies, podría contener suficientes libros para permitir un buen sustituto para una educación liberal, a cualquiera que los leería con devoción, incluso si sólo dispusiera de quince minutos al día para leer.  En fin, The Five-Foot Shelf of Books fue uno de los regalos que mi abuela, Frances, me regaló cuando me gradué de bachillerato en 1979.  De cuando en cuando acudo a la colección para consultas en casa; pero hoy decidí leer las lecturas asignadas cada día durante el distanciamiento social, para leer temas distintos a los que suelen ocupar mis momentos de lectura por trabajo y por placer, que al final resultan ser lo mismo.


18
Mar 20

Irresponsabilidad y maldad

En distintos medios circulan listas de personas con aislamiento domiciliar a causa del virus chino o de la Covid-19, listas que son para el uso del Ministerio de Salud y que supongo que estaban bajo su custodia.  Quien ha sacado a circulación esas listas ha cometido un acto criminal, grave y malvado.

Las listas no sólo contienen los nombres completos de las personas aisladas, sino sus direcciones domiciliares, sus teléfonos y observaciones, entre otras informaciones.

¿Te imaginas la vulnerabilidad en la que han puesto a estas personas? Algunas, si  no muchas deben estar preocupadas y quizás en estado doliente.  No sólo han sido expuestas, sino que han sido puestas en riesgo.

Quién quiera que sea responsable de este acto criminal, irresponsable y malvado debe enfrentar las consecuencias jurídicas de su acto.  ¿Quién filtró esa información y de dónde la sacó? ¿Hubo infidelidad en la custodia de la información? ¿A qué intereses sirve la difusión de esa información? ¿Quiénes la están celebrando en redes sociales y con qué argumentos?


17
Mar 20

Celtas, mitología, teología, Guinness, Jameson y una fiesta irlandesa

Quizás el instinto más profundo de los pueblos celtas es su deseo de penetrar lo desconocido. Con el mar delante de ellos, desean saber qué hay más allá, dice Ernest Renan en un ensayo titulado The Poetry of the Celtic Races.

Harvard Classics, Vol. 32

El ensayo cuenta la leyenda de San Brandan y sus monjes irlandeses viajeros, tema muy a propósito de la fiesta que se celebra hoy, el día de San Patricio, que es la fiesta nacional de Irlanda y una buena excusa para disfrutar de una Guinness, o de un par de vasos de Jameson, cosa que ´íbamos a hacer, en casa, si no se nos hubiera atravesado el coronavirus impidiendo que lo fuéramos a disfrutar en mi bar favorito…en fin, volvamos a Renan y a los monjes viajeros.

En el ensayo, conocemos la Isla de las ovejas, el Paraíso de los pájaros, la Isla del deleite, la Tierra prometida y otras locaciones míticas, supuestamente visitadas por los monjes celtas que se aventuraban en las aguas frías al oeste de Irlanda.

Luego, en el texto, Renan reflexiona: Prefiero la mitología franca, con todos sus caprichos, a una teología miserable, vulgar e incolora, al referirse al puritanismo inglés, que veía de menos la mitología antigua de los irlandeses.

¿A qué viene esto? A que en estos días de recogimiento, por decir algo, dispuse leer lo que toque de The Harvard Classics, de acuerdo con su guía de lectura Fifteen Minutes a Day.  Dicha guía le permite, al lector viajar por las mentes y los escritos de algunos de los más fascinantes pensadores de todos los tiempos…y algunos no tan fascinantes.

El editor, Charles W. Eliot, que fue presidente de la Harvard University, más de una vez dijo en público que, en su opinión, un estante de cinco pies, podría contener suficientes libros para permitir un buen sustituto para una educación liberal, a cualquiera que los leería con devoción, incluso si sólo dispusiera de quince minutos al día para leer.  En fin, The Five-Foot Shelf of Books fue uno de los regalos que mi abuela, Frances, me regaló cuando me gradué de bachillerato en 1979.  De cuando en cuando acudo a la colección para consultas en casa; pero hoy decidí leer las lecturas asignadas cada día durante el distanciamiento social, para leer temas distintos a los que suelen ocupar mis momentos de lectura por trabajo y por placer, que al final resultan ser lo mismo.

De cualquier manera, yo también disfruto de la mitología franca, frente a la teología pretenciosa e irrespetuosa del intelecto humano; y disfruto mucho de la música celta, de la cerveza Guinness y del Whiskey Jameson.


17
Mar 20

¿Qué hacemos con lo que se viene en materia de economía?

Hoy tuve la oportunidad de ver algunos efectos evidentes -no sólo de la pandemia del coronavirus, sino de la reacción de la gente y de la del gobierno- en mi barrio; y luego, recibí informes de lo que ocurre en áreas como la calzada Roosevelt a inmediaciones de Majadas (por ejemplo) y la calzada San Juan a la altura del mercado San Martín (por ejemplo).

Me impresiona la falta de cordialidad de las personas; en el marco de un sentimiento, que se percibe, de intranquilidad y de acaparamiento.  Eso, a pesar de que tuve la impresión de que la gente confía en el liderazgo de Alejandro Giammattei, en parte porque es médico y en parte porque me parece que ha sabido comunicar liderazgo de una forma creíble.

Eso me llevó a explorar posibles soluciones no sólo al momento económico y financiero que enfrentamos ahora, sino frente a lo que quede después de la tormenta.

Imagen de previsualización de YouTube

 

De todo lo que exploré, algo que escribió Matt Ridley me llamó la atención especialmente: In Aesop’s fable about the boy who cried “Wolf!”, the point of the tale is that eventually there was a wolf, but the boy was not believed because he had given too many false alarms. In my view, the Covid-19 coronavirus is indeed a wolf, or at least has the potential to be one, escribió el autor de The Rational Optimist, que visitó Guatemala y la Universidad Francisco Marroquín en 2017. Te recomiendo que leas el artículo completo.

Foto por Raúl Contreras.

Dicho lo anterior -siempre en el contexto económico y financiero, no en el contexto médico- la exploración me llevó a las recomendaciones de Juan Ramón Rallo, Director del Máster en Economía del Centro de Estudios Superiores Online de Madrid – Manuel Ayau y profesor de UFM Madrid.

El economista recomienda que conviene distinguir medidas para proporcionar liquidez de medidas para aumentar solvencia. Te recomiendo leer el hilo completo en este enlace

Medidas para proporcionar liquidez: Aplazar el cobro de todos los impuestos, bonificar fiscalmente el aplazamiento voluntario de los cobros y, en el extremo, avales selectivos a la refinanciación de determinados sectores (aquéllos obligados a parar o que implanten teletrabajo).

Medidas para aumentar solvencia: Rebaja temporal (no sólo aplazar) de impuestos sobre la renta y consumo; prestaciones de desempleo a los trabajadores afectados por ERTE. Compensar con un recorte temporal del gasto público de partidas no esencial y no afectadas por la epidemia.

Medidas no fiscales para aumentar solvencia: Rebajar costes regulatorios (suspender temporalmente la carga regulatoria no vinculada con el control de la epidemia que pese sobre las empresas); facilitar negociación de distribución de pérdidas entre trabajadores y empresas.

No hay que rescatar a sectores económicos enteros con el pretexto del coronavirus. Si hay liquidez, los sectores que, pese a la epidemia, sean rentables a largo plazo podrán refinanciarse.

Si el Estado quiere ayudar a absorber pérdidas en el sector privado, que lo haga bajando impuestos (presentes o futuros) a aquellos sectores que generan o seguirán generando actividad. No ha de reflotar con gasto público sectores inviables.

Además, el Estado ha de cuidar su propia solvencia a largo plazo. Así que si rebaja impuestos o sufraga muchas prestaciones de desempleo, habrá de presentar un compromiso creíble de reducción presente o futura de otros gastos públicos para compensar su propio agujero.

Foto por Raúl Contreras.

Por favor, toma nota de que, aunque Rallo escribe para España, los principios de su propuesta son validos urbi et orbi y en La ética de las emergencias, Ayn Rand tiene claro que en época de emergencias como la que estamos viviendo, es nuestra obligación (como principio) sostener el sistema social que deja a las personas en libertad para alcanzar, obtener y conservar sus valores.  Esto es, el sistema de mercado en el que se respetan la vida, la libertad y la propiedad de todos por igual. La racionalidad, por cierto, nos lleva a concluir en que podemos ignorar la realidad; pero no las consecuencias de ignorar la realidad.

Con respecto a los impuestos, aunque no en otros rubros, José Rubén Zamora, en elPeriódico, me parece que tiene buenas sugerencias hoy: El Impuesto Sobre la Renta debe reducirse en dos meses de los 12 meses de 2020 (2/12). Se deben aliviar las obligaciones de las empresas, autorizando una moratoria tributaria, es decir posponer el pago del ISR, el IVA y los aranceles de aduanas por tres (3) meses. Los pagos tributarios de las empresas deberían, en todo caso, ser cancelados antes del 31/12/2020, sin intereses ni multas.

Foto por Raul Contreras.

De cualquier manera, creo que en Guatemala sólo estamos al principio del lobo; y que cuanto antes recobremos la racionalidad y la cordialidad, mejor.  Sobre todo entre las élites y el liderazgo del país, para ayudar mejor a la gente a superar estos tiempos difíciles, y los que se vienen.


15
Mar 20

Atardecer en Atitlán, por los Maudslay

Al observar un atardecer en el lago de Atitlán, Alfred y Ann Maudslay escribieron: The clouds seemed to be bewitched: they came down on us in alternate black and sunlit masses, terrible in their majesty; then rolled aside to show us all the beauty of a sunset sky, tints of violet that shaded into pink, and pink that melted into the clearest blue, whilst far away beyond the mountains seaward rolled vast billowy masses, first red and yellow, and then pink, fading to the softest green. Again and again would the clouds roll down upon us, the mist at times so thick that we could not see beyond a hundred yards; then just as quickly it would roll away and reveal a completely new phase of this ever-shifting scene of beauty. It is a poor simile, but I can compare it to nothing but the falling and rising gauzes of a Christmas transformation scene, with a wealth of colour and effect that Covent Garden may despair of ever attaining. As the sun sank behind San Pedro, all turned again to dark and angry purple, with contrasts and reflections like the sheen of a shot silk. Slowly the mists melted away with the fading daylight. Venus sunk for a while as a splendid jewel in the air, and the  mountains turned again to shadowy masses, outlined against a crystal sky.

¡Ah, quien ha visto un ocaso en aquel lago estará de acuerdo con la descripción que hicieron aquellos viajeros del siglo XIX!

Hace como cinco años me dieron ganas de compartir las fotos de A Glimpse at Guatemala(1899); un libro publicado por Ann Carey Maudslay y Alfred Percival Maudslay, viajeros británicos que estuvieron en Guatemala en tiempos de Naná Camota.  Había dejado a un lado el proyecto que voy a retomar en estos días propicios para priorizar y valorar no sólo lo que tenemos, sino a quiénes tenemos.

Este pasaje del libro es tan encantador que lo comparto traducido:

Las nubes parecían hechizadas: cayeron sobre nosotros en masas alternas, entre negras e iluminadas por el sol,  terribles en su majestad; luego se hicieron a un lado para mostrarnos toda la belleza de un cielo al atardecer, tonos de violeta que se convirtieron en rosa y rosa que se derritió en el azul más claro, mientras que lejos, más allá de las montañas, hacia el mar se extendieron enormes masas ondulantes, primero rojas y amarillas, y luego rosas, desvaneciéndose al verde más suave. Una y otra vez las nubes rodaban sobre nosotros, la niebla a veces era tan espesa que no podíamos ver más allá de cien yardas; entonces, con la misma rapidez, se alejaría y revelaría una fase completamente nueva de esta escena de belleza siempre cambiante. Es un símil pobre, pero no puedo compararlo con nada más que las gasas que caen y suben de una escena de transformación navideña, con una gran cantidad de color y efecto que Covent Garden podría desesperarse por lograr. A medida que el sol se ponía detrás de San Pedro, todo se volvió de nuevo a un color púrpura oscuro y furioso, con contrastes y reflejos como el brillo de un tiro de seda. Lentamente, las nieblas se derritieron con la luz del día que se desvanecía. Venus colgaba por un momento como una espléndida joya en el aire, y las montañas volvieron a convertirse en masas sombrías, perfiladas contra un cielo de cristal.

La foto, que dice: Sunset, the lake of Atitlán,  es por A. P. Maudslay y el grabado es por la Swan Electric Engraving Co.


14
Mar 20

¡En celebración del “Pi Day”!

Pues, ¿cómo iba a ser de otra forma en casa? ¿Cómo celebramos el Día de Pi, que en inglés se escribe Pi Day y se pronuncia Pay Dey? Pues hicimos un pay de manzanas.

Pay de manzanas en el “Pi Day”.

El espíritu festivo estuvo algo empañado porque, en Guatemala, hoy fue el primer día de encierro a causa del coronavirus.  Es, sin embargo, la oportunidad que nos da la historia para comprobar de qué estamos hechos.

Dicho lo anterior, yo, que perdí la clase de matemáticas consistentemente durante toda la secundaria (y en Quinto de bachillerato la gané raspado) festejo el Pi Day por tres razones: conmemora el nacimiento de Albert Einstein, la muerte de Karl Marx y es una celebración de la razón y la ciencia. ¿Cómo no vamos a celebrar algo así en casa, aún a las puertas de la incertidumbre y a la vista de nubarrones oscuros para la libertad?

El Día de π se lo dedico a los buenos maestros de matemáticas que tuve -y no supe aprovechar-; y a los malos maestros de matemáticas que tuve, sólo para que vean que no les guardo rencor.  Se lo dedico a las víctimas del comunismo (que se cuentan por millones y millones).

El pay de manzanas es una de las especialidades de mi madre y es uno de los que más nos gusta en casa; así que aprovechando que vino a almorzar, ¡horneamos un pay!  Así que L`chaim.


14
Mar 20

La maldad de quienes aman a la humanidad y odian a la gente

Hace unas décadas los colectivistas y místicos que decían amar a la naturaleza y se decantaban por el ecologismo (e incluso por la ecohisteria moderada) al menos fingían amar a la humanidad…aunque odiaran a la gente; y eso ya no ocurre más. Al menos no entre estos que encontré el viernes.

Este grupo, el de la ilustración de abajo ¡celebra! que gracias al coronavirus, en España, ha caído las emisiones de CO2 en el contexto de una supuesta emergencia clímatica. Dejemos a un lado el hecho de que las emisiones de CO2 están contribuyendo a que haya más árboles y vegetación en el planeta.  La celebración de aquella gente ocurre en el contexto de que el número de muertos por coronavirus, en España, asciende a 195 y hay casi 6,000 (al momento de publicar esta nota) contagios. Casi los oye uno exclamar, como ironizó @velardedaoiz2: ¡Imaginaos lo que podríamos conseguir resucitando la viruela o la peste bubónica!

Otro grupo parece celebrar que como consecuencia de menos traslados y menos actividad en China, las medidas para frenar el coronavirus hacen que la calidad del aire mejora.  Y como comentó, de forma irónica, @Luis-I_Gomez, parece que hasta se alegran. Sólo les falta recomendar unas dosis de antrax cada seis meses.

Y no falta quien lamente que la pandemia del coronavirus desviará fondos que antes eran usados para financiar políticas y activismo contra el cambio climático supuestamente antropogénico.

Y hablando de eso, la Tierra giraba más rápido al final de la época de los dinosaurios que en la actualidad, rotando 372 veces al año en lugar de las 365 actuales, según un nuevo estudio de conchas de moluscos fósiles de finales del Cretáceo publicado en la revista de AGU Paleoceanografía y Paleoclimatología. Esto significa que un día duraba sólo 23 horas y media. Te imaginas que, en aquel entonces, los habitantes de la Tierra hubieran creado impuestos y políticas para combatir el alargamiento del día.  ¿Estaríamos aquí los seres humanos tal y como los conocemos? Si oenegeros, periodistas, maestros, clérigos, blogueros, twitteros y otros hubieran creado la ola de opinión necesaria para frenar políticamente el alargamiento del día, ¿lo hubieran conseguido? Y si lo hubieran conseguido, ¿a qué costo en términos de vidas?

Dicho lo anterior, en 2005 y en el contexto del tsunami de año nuevo, escribí un artículo titulado ¿Prefiero la arena? en el que ponía en evidencia lo inhumano de aquellos que dicen amar a la naturaleza y a la humanidad, aunque odien a la gente. Y ese fenómenos se repite ahora con personas y organizaciones que celebran la reducción del CO2, la menor actividad a costa de vidas humanas y lamentan el desvío de fondos para combatir el coronavirus en vez de que sean dirigidos a sus particulares intereses.

Tengo la impresión de que la lucha contra el cambio climático supuestamente antropogénico, como principio social, condena las ciudades, la cultura, la industria, la tecnología y el intelecto, y aboga por el regreso de los hombres a la “naturaleza”, al estado de subanimales que gruñen mientras que cavan el suelo con sus propias manos. tal y como escribió Ayn Rand a principios de los años 70 para referirse al ecologismo como principio social.