12
Ago 19

Guatemala como gato panza arriba

Salvarse como gato que cae panza arriba es librarse de un gran peligro, en el último momento; pero no por azar, sino por las propias habilidades; y Guatemala se acaba de salvar como gato panza arriba. Más bien: los guatemaltecos nos salvamos como gatos panza arriba.  ¡Perdieron la elección la Unidad Nacional de la Esperanza y Sandra Torres cuya victoria hubiera significado la concentración del poder en un sólo partido y en la Presidencia de la república! ¡Ganó la forma pacífica y civilizada de tomar una decisión importante!

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En otras palabras los guatemaltecos esquivamos una bala….por segunda vez.

El valor del sufragio en un contexto republicano es que, como lo explica en Los fundamentos de la libertad, Friedrich A. Hayek, siempre que se estime conveniente la primacía de una opinión entre varias en conflicto -concurriendo la circunstancia de que habría de imponerse, en caso necesario, por la fuerza- resulta menos dañoso que apelar a la violencia el determinar cuál de aquellas opiniones goza del apoyo más fuerte utilizando al efecto el procedimiento e contar los que están en pro y los que están en contra. Salir a votar es uno de los mejores métodos de cambio pacífico de autoridades descubierto hasta ahora.  A pesar de la crispación que había a lo largo de todo el proceso electoral, la jornada de ayer se celebró en paz y en paz fue que los mandantes chapines decidimos quien será nuestro mandatario durante los próximos cuatro años.

Cuando escribo esta nota han sido procesadas 99.73% de las mesas electorales en las que Alejandro Giammattei obtuvo 57.9% de los votos válidos; en tanto que Sandra Torres consiguió 42.05% de los votos válidos.  Sólo hubo 5.42% de votos nulos, o en blanco.  De los votantes inscritos, 43% acudimos a las urnas.  Eso quiere decir que, por las razones que fueran, 57% de los electores no fueron a votar y delegaron en los que sí acudimos la decisión de quién será el mandatario.

La diferencia cualitativa entre el voto nulo/voto en blanco, y el acto de no ir a votar es que el voto nulo/voto en blanco es una manifestación inequívoca de voluntad, ya sea en el sentido de mantenerse neutral, o en el sentido de rechazo; en tanto que en el caso del abstencionismo la voluntad no está clara.  Por supuesto que podría interpretarse como de neutralidad, o de rechazo; pero habrá quienes no fueron a las urnas porque estaban de viaje; porque murieron; porque estaban enfermos; porque tenían que trabajar, o porque tenían otros compromisos más importantes; o por quién sabe cuántos motivos más.  Además existe el abstencionismo normal de aquellos que no participan, sin importar qué.  El caso es que, quienes no asisten a las urnas, reununcian a su facultad de elegir y dejan en manos de otros la decisión que hay que tomar.  Todo ello en paz y por la convivencia pacífica.  Parafraseando a Ludwig von Mises, citado por Hayek, ayer (y a lo largo del proceso electoral) se produjo un reajuste pacífico del gobierno, de acuerdo con la voluntad popular de los que decidimos participar en la expresión de esa voluntad, ya sea de forma activa mediante el voto, o de forma pasiva, al entregarles a otros la facultad de elegir.

¿Qué más pasó ayer? Se hizo evidente -sobre todo en la ciudad de Guatemala, pero también en otras áreas del país- que el antivoto de Torres tuvo mucho peso.  Se hizo evidente que uno, más uno, no siempre es dos, cuando se trata de comparar y contrastar los resultados de un partido en elecciones municipales y para diputados, con la elección presidencial.  Se hizo evidente que el voto clientelar potencial no es un voto confiable. Se hizo evidente que, si bien es cierto que el elector chapín es un elector principalmente conservador (desconfiado de lo revolucionario y de lo extremadamente colectivista), tampoco es del conservadurismo de los pastores, ni de los silicios, ni es fascista. Se hizo evidente que las redes sociales virtuales están tomando un protagonismo que todavía no está en el radar de muchos, en perjuicio de los medios tradicionales.  Se hizo evidente el valor que tienen las juntas receptoras de votos (que merecen una ovación de pie). Se hizo evidente que, a pesar del ambiente de crispación que se vivía, no hubo actos de violencia.

Independientemente de dirigencias y de grupos que prefieren el bloqueo, el boicot, la invasión, la toma e incluso la quema, la mayor parte de chapines preferimos llevar la fiesta en paz.  Ese mismo espíritu debe prevalecer durante el largo período de transición que recién empezó.  En ausencia de una institucionalidad sólida, los próximos 10 meses van a requerir de madurez y prudencia por parte de la administración saliente y la administración entrante.  Teniendo en cuenta ambas (y sus coros), que deben prevalecer los principios republicanos e institucionales, el largo plazo y todo el contexto posible.

Aquello incluye una investigación exahustiva y de carácter forense para aclarar qué es lo que ocurrió en el Tribunal Supremo Electoral, con su sistema informático y todo el enredo que armaron en la primera vuelta.  Deben deducirse responsabilidades en todos los niveles y deben ser expuestas las raíces de tanto despropósito.  Urge rescatar la credibilidad del TSE.  Urgen reformas a la Ley electoral y de partidos políticos que apunten a la neutralidad de esa legislación, que fortalezcan y refuerecen el rol de los mandantes, que establezca distritos electorales pequeños y que desactive el carácter monopólico de los partidos (tanto de los que sobrevivan a la necesaria depuración que se viene, como de los que surgan cuando se asiente el polvo).

Como consecuencia de aquella depuración, habrá que estár atentos a los nuevos acomodos en el Congreso de la república.  Los roles del Tribunal Supremo Electoral y del Ministerio Público van a ser claves para aquella limpia y para aquellos reacomodos; y el valor a defender, en este contexto, van a ser el de la justicia y el de la república. Eso sí, los procesos políticos deben permanecer en el ámbito de lo político y no trasladarse al campo de lo judicial.

A la nueva administración, la de Alejandro Giammattei, le deseo éxitos.  Le recomiendo ejercer la virtud de la prudencia que es consecuencia del habito de identificar las experiencias, de razonar en contacto con la realidad sin evadirla y de regular las acciones elegidas con el propósito de florecer.  Los guatemaltecos no merecemos menos.

Entrada publicada en Centranews.


11
Ago 19

¡Voté por la división del poder!

Vengo de votar por la división del poder, contra la concentración del poder.

El segundo centro de votaciones que visité estaba concurrido; aunque me dió la impresión de que no tanto como en la primera vuelta; lo que es normal.  En el primer centro que visité, sin embargo, la ausencia de votantes era notoria.  ¡No vaya a ser que perdamos Guatemala por incuria!  Yo digo que no hay que confiarse; hay que salir a votar y animar a otros a que salgan a votar.

Te comparto enlaces a tres artículos que he escrito sobre la división del poder que, a mi juicio, es el valor que hay que defender hoy en las urnas:

¿Qué sabemos del poder?

La batalla de Guatemala

Agosto, Augusto y Sandra Torres

 


10
Ago 19

Una por la libertad de expresión

En Guatemala, en América Latina y en todo el mundo la libertad de expresión está siendo atacada por diferentes vías; en esta conversación con Mario Noya -periodista y editor de Opinión en Libertad Digital– exploramos el tema.

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Mario explica que aunque estamos viviendo el esplendor de las sociedades abiertas y los medios para expresarte libremente están al alcance de cualquiera, también es cierto que muchas personas piden que se les permita expresarse con plena libertad; pero que el de enfrente, el que te molesta, esté amordazado y, además, les piden a las autoridades que intervengan para ello.

Observó que, las redes sociales -que son tan beneficionsas para tanto- se convierten en enemigas de la libertad cuando se convierten en elementos de distorsión para acallar.  Lo más desafiante de las sociedades libres es aprender a vivir con el que te incomoda, aprender a gestionar la incomodidad, no tener que ir amordazando al enemigo.  A veces el objetivo es achicharrar a la persona, y alguien que se pone en el foco de la opinión pública puede acabar achicharrado porque la presión es brutal, de parte de mucha gente, en un período muy corto.

Tenemos un problema tremendo con la corrección política, que es un hombre de paja.

Al referirse  a los limites de la libertad de expresión, Noya opinó que tienen mucho que ver con el contexto y que tienen que ser las mínimas, muy relacionadas con amenazas inminentes y muy creíbles de violencia.  Tiene que primar la libertad de expresión, que no es para escuchar al que te agrada, sino para el que te va a soltar la cosa más desagradable del mundo; pero tiene derecho a decirlo y nadie tiene derecho a callarlo. Eso cuesta muchísimo de afrontar; porque el ser humano, cuando oye decir algo que considera que es una aberración, si no se opone a ello, casi que entiende que está claudicando frente al mal y dispone que hay que callarlo.  Hay que saber cuándo es que hay un peligro y ser realista.

En ese sentido, Arturo Pérez-Reverete recién expuso que vivimos entre montones de inquisiciones. Y este puritanismo espantoso. Nunca he sentido mi libertad personal tan amenazada como en los últimos 10 años. La estupidez es una mala compañera de viaje de la libertad.

Mario Noya, explica que la lucha por la libertad consiste en exponer y denunciar al farsante para que todo mundo sepa que es un farsante; pero no en amordazarlo; y Pérez-Reverte añade que el malo es suficientemente inteligente para darte la libertad que sabe que necesitas. El estúpido te las niega todas. Primero nos mandaron los ricos, luego los resentidos y ahora los estúpidos.

Recién, también, Manuel Llamas, Redactor jefe de Economía en Libertad Digital, se refirió al tema en los siguientes términos: Aquí están los puritanos de izquierdas, mojigatos del siglo XXI, censurando letras y canciones, como los curas y las monjas en la época de Franco. Corren malos tiempos para la libertad. Los ofendiditos de los políticamente correcto.

Comparto aquellas perspectivas de Mario Noya, Manuel Llamas y Arturo Pérez-Reverte.  Como ex editor de Opinión, como columnista y blorguero, pero sobre todo como liberal clásico, se me hace cuesta arriba (como no imposible) estar de acuerdo con que se censure la opinión de alguien, por repulsiva que esta me parezca.  ¿Con excepciones? Si, las mencionadas por Noya: que sean disparadoras inminentes y creíbles de violencia, de terrorismo, por ejemplo; y las contextuales.

Como el ejercicio de la libertad implica la responsabilidad, por supuesto que me parece que la injuria, la calumnia y la difamación deben tener consecuencias jurídicas, pero las opiniones de esa naturaleza no deben ser objeto de amordazamiento.

Fui editor de Opinión durante algún tiempo y me hubiera sentido muy, pero muy disgustado si el Director del diario, o el Consejo editorial me hubieran pedido amordazar a alguien sólo porque sus opiniones eran basura, ya fuera objetivamente, o desde la perspectiva si el Director, o el Consejo editorial.

Por cierto que Friedrich A. Hayek explica, acertadamente,  que siendo la libertad un estado de cosas en el que hay ausencia de coacción arbitraria -o sea un estado de cosas en el que las personas pueden actuar de acuerdo con sus mejores juicios posibles- lo que conocemos como libertades (como la libertad de expresión), en realidad son privilegios específicos.

Esta perspectiva es importante porque cuando se viola la libertad de expresión para no ofender sensibilidades, se anula el estado de libertad.

Lo anterior, por supuesto, no invalida el derecho -incuestionable- que tiene el propietario a decidir quiénes pueden usar sus recursos y quienes no.  Siempre que esté dispuesto a responsabilizarse de las consecuencias intencionadas, y no intencionadas de su decisión.


09
Ago 19

La batalla de Guatemala

Durante la II Guerra mundial se conoció como La batalla de Inglaterra al conjunto de combates aéreos librados en el cielo inglés y sobre el canal de La mancha, cuando la Alemania nacionalsocialista buscaba destruir la RAF para invadir la Gran Bretaña.  Estoy convencido de que, aquí y ahora, libramos La batalla de Guatemala contra la concentración del poder y contra las peores formas de colectivismo y de autoritarismo.

¡Vamos a votar el domingo!

Antes he escrito que las tensiones institucionales que vivimos -y que a ratos parecen poner en peligro la república- no tienen soluciones estrictamente jurídicas; la falta de pesos y contrapesos es un ejemplo de aquellas tensiones. Si se han de desfacer aquellos entuertos, eso ha de ser por medio de acuerdos políticos, del tipo de aquellos que ocupan por lo menos un capítulo en las páginas de los libros de historia.  Aquello no va a ser posible si el mismo partido controla la mayoría de las municipalidades, un tercio del Congreso, el Organismo judicial y la Corte de Constitucionalidad, para luego hacerse con la Presidencia este domingo que viene.

¿Dónde vas a estar es día, cuando se luche La batalla de Guatemala?  Claro que asumir la responsabilidad de votar puede causar temor, porque es angustiante tener que elegir, y es angustiante responder por las consecuencias de las decisiones propias.  Empero, ¿cuál es la opción? Ser inocente, y por lo tanto impotente.  La neutralidad, pues, no es una opción; porque ya sabes, los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral; y porque ya sabes, las respuestas dadas por la ética determinan cómo es que debemos tratar a otras personas, y eso determina la cuarta rama de la filosofía, que es la política, misma que define los principios de un sistema social adecuado.

Este domingo, ¿pelearás La batalla de Guatemala? ¿Desperdiciarás un derecho que anhelan millones de personas que –en su momento– permanecieron neutrales en tiempos de crisis moral?

Columna publicada en elPeriódico y en el CEES.


08
Ago 19

¿Qué hacemos con los datos de las encuestas?

De acuerdo con la encuesta de la Fundación Libertad y Desarrollo/Cid-Gallup, 60.8% de los guatemaltecos aptos para votar, van a ir a emitir sufragio este domingo; en tanto que según la encuesta de Prensa Libre/ProDatos, 73% de los votantes potenciales acudirá a las urnas; y eso me parece bien, aunque yo quisiera que mucha más gente fuera a votar.

La ilustración la tomé de Facebook.

En el primer escenario, y al momento de levantar la encuesta, 39.5% dijo que votará por Alejandro Giammattei (de Vamos); en tanto que 32.4% dijo que votará por Sandra Torres (de la Unidad nacional de la esperanza).  En el segundo escenario 61.1% dijo que votará por Giammattei, en tanto que 38.9% dijo que votará por Torres. ¡Mientras más gente vote, más posibilidades tenemos de evitar la concentración del poder en un sólo partido!  El valor a defender en estas votaciones es la división del poder.

A pesar de que Giammattei resultó ser un mal candidato, qua candidato, sospecho que el antivoto de Torres influye mucho en los criterios de los votantes.  En la encuesta de Libertad y desarrollo, un 38.4% de los consultados tienen una opinión mala, o muy mala de ella, aunque 71% de los consultados está 100% seguro de que le va a dar su voto.  En comparación, un 13.3% tiene una opininión mala, o muy mala de él, pero sólo 67% está 100% seguro de que le va a dar su voto.

En la encuesta de Prensa Libre se nota que el voto por Sandra Torres es clientelar ya que sus votantes la valoran por sus programas sociales y porque es regalona; 26% cree que es corrupta, 6% sabe que tiene procesos judiciales pendientes y otro 6% estima que promete mucho y que no va a cumplir.  A Alejandro Giammattei lo valoran porque estiman que combatirá la delincuencia, no tiene malos antecedentes y tiene experiencia; en tanto que 16% dice que no es conocido, 8% dice que es gay y 7% dice que va a autorizar el matrimonio gay.  ¿Vas a creer que hay gente que cree que la igualdad de todos ante la ley (si es que Giammattei de verdad estuviera a favor del matrimonio igualitario) es un lastre para un candidato?

En fin…¿qué hacemos con los datos de las encuestas? Tratar de tomar una decisión lo más racional posible.  Para mí, descontando que los programas de los dos candidatos son tres cuartos de lo mismo en términos de estado benefactor, mercantilismo y colectivismo, la decisión es fácil: Votaré por proteger el principio de la división del poder.  Ese es el valor a proteger en la votación del domingo…y luego arreglamos las cargas.


07
Ago 19

Sanders, Pelosi y Sandra Torres

Este domingo que viene, si los votantes en las grandes ciudades se quedan en casa, la socialdemócrata Sandra Torres del Partido Unidad Nacional de la Esperanza podría prevalecer, observa Mary Anastasia O`Grady, del Wall Street Journal, en un artículo titulado Guatemala Doesn’t Need Bernie Sanders, Central America has already tried his style of social justice and found it wanting.

El titular puede ser traducido como Guatemala no necesita a Bernie Sanders, Centroamérica ya ha probado su estilo de justicia social y lo encontró insatisfactorio…es decir que no cumplió on las expectativas, ni cumplió sus promesas.

Haz clic en la ilustración para ir al “Wall Street Journal”

El artículo alude a que Sanders dijo que hay que preguntarse por qué es que los migrantes centroamericanos llega a los EE.UU incluso caminando; y O`Grady explica que los migrantes nacieron en países que carecen de estado de derecho, de respeto a la propiedad privada y de libertad económica; y a que  los países del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) han buscado la justicia social, al estilo de Sanders, como un camino hacia la prosperidad. No es una sorpresa que sus ciudadanos no disfruten de una, ni de la otra.

La columnista les recuerda a sus lectores que bandas de ambientalistas cierran proyectos mineros y ahuyentan a los inversionistas. Los activistas bloquean los caminos para sacudir al gobierno [como ayer, por ejemplo]; invaden fincas y roban electricidad con impunidad [como lo hace Codeca, por ejemplo]. Consciente de que la movilidad económica ascendente es casi imposible, los centroamericanos votan con los pies. Las perspectivas de cambio no son prometedoras. Las ideas son importantes, y durante generaciones la izquierda global, principalmente de Europa y Estados Unidos, ha tratado a la región como su caja de arena, donde juega con políticas que nadie compraría de otra forma. Centroamérica está a merced de aquella élite que promete utopía y entrega mercantilismo y estatismo corrupto.  ¡No se puede estar en desacuerdo con esa descripción.

O`Grady observa que aquella es una de las razones por las que los guatemaltecos se asustaron [nos asustamos] el viernes, cuando se supo que  Nancy Pelosi encabezaría una delegación del Congreso que visitaría a la ciudad de Guatemala esta semana para reunirse con la sociedad civil, los empresarios y otros sectores. Su oficina declinó hacer comentarios por razones de seguridad. Pero si ella va, vale la pena preguntar por qué haría su visita la semana anterior a las elecciones presidenciales del 11 de agosto.  En serio, digo yo, ¿a qué viene la socialista Pelosi, justo antes de que se celebren comicios en los que la socialista Sandra Torres compite por la presidencia y por controlar los tres poderes del Estado y casi todo el sistema municipal, más la Corte de Constitucionalidad?

Si puedes, lee el artículo en el Wall Street Journal antes de la votación del domingo; porque, como dice la autora, esta elección es un hito importante en la política guatemalteca, y el factor decisivo puede ser la participación urbana. A pesar de una sólida ventaja en una encuesta reciente, Alejandro Giammattei, candidato de centroderecha del Partido Vamos, no es notablemente atrayente. Si los votantes en las grandes ciudades se quedan en casa, la socialdemócrata Sandra Torres del Partido Unidad Nacional de la Esperanza podría prevalecer.

Yo digo que hay que ir a votar y a defender la división del poder.


06
Ago 19

¿Qué aprendemos de Hiroshima y Nagasaki?

Hoy es el 74 aniversario de la detonación de la bomba atómica, en Hiroshima.  Mi generación no creció con el freak atómico como la de los años 50; pero, ¿podemos aprender algo de aquella tragedia?

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¿Te das cuenta? En poco tiempo ya no habrá sobreviviente alguno, ni de Hiroshima, ni de Nagasaki (la segunda ciudad que recibió una bomba nuclear) y muchos de los que entonces tenían suficiente edad como para recordar el horror con alguna claridad, ya están en la octava década de sus vidas.

Los demás, los afortundados de no haber estado ahí, ni en la guerra espantosa que precedió a las bombas, tenemos la obligación moral de entender lo que ocurrió y hacer todo lo que sea racionalmente posible para que aquello no vuelva a ocurrir.

Para ello te recomiendo dos lecturas:

1. El capítulo titulado Gifts from Heaven, en Nothing Less than Victory, por mi cuate John David Lewis (QEPD). No soy un fan de las guerras; pero sí lo soy de la Historia y de las buenas historias; y de aquellos que saben contarlas.  En este libro John nos relata  como es que un objetivo de la guerra es acabar con la voluntad de pelear por parte del enemigo; y al identificar las motivaciones humanas detrás de los conflictos militares, este libro expone cómo es que acciones estratégicas ofensivas pueden conseguir la paz duradera.  John también explica cuál es la filosofía, o la patología social que hizo posible la participación de los japoneses en la II Guerra Mundial.

2.  La segunda lectura es el capítulo titulado An Infernal Theocracy, a Celestial Caos, de Modern Times, por Paul Johnson.  El autor destaca el rol del sintoísmo como sucesor del bushido y fuente de las ideas necesarias para el nacionalismo expansionista y para el militarismo y la violencia.

También te recomiendo la película Yamamoto Isoroku acerca del almirante japonés que dirigió el ataque a Pearl Harbor.

Esta película presenta  la perspectiva japonesa del trágico involucramiento de aquel país en la II Guerra Mundial. Cuidadosamente, la peli evade relacionar al emperador Hirohito con la política de guerra; y por ningún lado se asoma la relación que hay entre el ánimo guerrero de los políticos japoneses con la cultura sintoísta, aunque sí asoman las tradiciones samurai.

A lo largo de la peli  se hace evidente la irracionalidad que prevalecía entre políticos, militares, periodistas y personas en general frente a lo que significaba una alianza con Hitler y Mussolini; y frente a lo que significaba enfrentarse a un enemigo formidable como eran los Estados Unidos de América.

Entre hoy y el viernes, aniversario de la bomba atómica en Nagasaki, son muy buenos días para recordar que las ideas son importantes.

Si te interesa el tema te recomiendo este vídeo de Yaron Brook.

Entrada publicada en Centranews.


02
Ago 19

Agosto, Augusto y Sandra Torres

Agosto se llama así en honor a Augusto, primer emperador de Roma. Esta es mi primera columna de agosto y el 11 de agosto los guatemaltecos elegiremos Presidente.  Te voy a contar una historia.

“Yo, Claudio”, por Robert Graves

Augusto fue el heredero del tirano Julio César, conformó el segundo triunvirato que fue una dictadura y gobernó como autócrata; se hizo reelegir cada año luego de exiliar a uno de sus competidores y después del suicidio de otro. Dio la apariencia de restablecer el senado; pero en la práctica contaba con numerosos poderes que le daba aquel cuerpo de apariencia republicana, con el apoyo de la clientela del emperador.  Era el comandante general del ejército y el senado le era servil. Como las cosas nunca están tan mal que no se puedan poner peor, a Augusto lo sucedió Tiberio, cuyo período como emperador degeneró en terror.  La historia es espeluznantemente relatada en Yo, Claudio, por R. Graves, libro del que, además, hay una serie británica de televisión que algunos vimos hace muchas lunas.

Aquel relato viene a cuento, precisamente porque nos acercamos a la recta final rumbo al día en el que los chapines habremos de decidir si concentramos el poder, o lo dividimos.  Me explico: La UNE controla una inmensa mayoría de municipalidades, tendrá la bancada más grande en el Congreso, tiene mucha influencia (cuando no el control) en juzgados y salas en el Organismo Judicial, y hasta en la Corte Suprema de Justicia y en la Corte de Constitucionalidad.  ¿También debería tener el control del Organismo Ejecutivo y la Presidencia?  ¿Queremos la concentración de una multitud de poderes en la persona de Sandra Torres y lo que representa?  Yo digo que no.

Sospecho que recuerdas por qué.  El poder “reside en el monopolio legal del uso de la fuerza” (A. Rand); “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente” (Lord Acton); el liberalismo “se preocupa principalmente de la limitación del poder coactivo de todos los gobiernos, sean democráticos, o no” (F. A. Hayek); y “la división del poder es la base del gobierno civilizado” (C. J. Friedrich).  ¿Qué podemos aprender de la historia de Augusto?

Columna publicada en elPeriódico y en el Centro de Estudios Económico-Sociales.


01
Ago 19

¿Quién es enemigo histórico del pueblo de Guatemala?

El comunicado del Colectivo Estudiantil Universitario, que tiene tomada la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala, dice que el sector privado es una entidad enemiga histórica del pueblo de Guatemala.

  • ¿De dónde creen, los miembros de aquel grupo, que salen los impuestos que les permiten el privilegio de estudios superiores a precio de quemazón?
  • ¿A dónde, si no es como burócratas, irán a trabajar los miembros de aquel grupo cuando se graduen?

La imagen la tomé de https://twitter.com/martinsimonetta/status/1010218646147358721

Descontado el hecho de que el sector privado no es una entidad, sino miles de entidades, además de miles y miles de individuos, ¿qué es el sector privado?  Pues es el sector voluntario de la economía, en oposición al sector público que es el sector coercitivo de la economía.

¿Se podrá prescindir del sector privado? ¿Qué produce el sector privado? Basado en una publicación del Centro de Estudios Económico-Sociales, te cuento que el sector voluntario de la economía produce:

1. Todos los alimentos que consumimos todos, incluidos los bochincheros;

2. Toda la ropa que usamos:

3  Todos los productos que son exportados;

4. Todos los impuestos con los que, a su vez, se pagan:

a) Todos los gastos de la universidad estatal en la que estudian los bochincheros;

b) Los sueldos y otros gastos de todos los trabajadores de los tres poderes del Estado, desde el más al menos Importante; y de todas las entidades descentralizadas, autónomas y semiautónomas;

c) Las gastos del gobierno, como caminos, acción cívica, seguridad social, y otros;

d) Las pérdidas de las empresas del estado;

e) Las deudas del gobierno;

f) Todas las escuelas estatales;

g) Los hospitales estatales;

h) Todas las escuelas privadas;

i) Todos los salarios del país (los de los burócratas por medio de impuestos y los demás directamente);

j) El capital para invertir en nuevas fuentes de empleo, de producción y de impuestos.

¿Quién te lo ha explicado así?

Gracias a Guatemula por la pista.