20
Oct 16

¿Por qué defender el ultra-individualismo?

egoismo

¿Por qué es que uno debería defender el ultra-individualismo? ¿Por qué es que uno no debería tener pena en decir que el colectivismo apesta? Quien haya leído la columna de Raúl de la Horra titulada La biblia del individualismo, seguramente tendrá ganas de saber más sobre estos asuntos. Y se preguntará que por qué es que al columnista le incomoda el ultra-individualismo y por qué es que defender al héroe-individuo contra el colectivismo le parece algo estrambótico, estrafalario, o extravagante.

Partamos, por favor, de que es un error suponer (como suponen muchos) que el individualismo en el contexto que nos atañe se refiere al individuo aislado, o al individuo que se aísla (al modo de Robinson Crusoe, o de Simón el estilita).

El individualismo es el fundamento ético del Objetivismo, del liberalismo y hasta del libertarianismo e incluso en el neoliberalismo: Ayn Rand explica que El individualismo sostiene que el hombre posee derechos inalienables que no le pueden ser arrebatados por ningún otro hombre, ni tampoco por cualquier número, grupo o conjunto de hombres. Por lo tanto, cada hombre existe por su propio derecho y para sí mismo, no para el grupoEl colectivismo sostiene que el hombre no tiene derechos; que su trabajo, su cuerpo y su personalidad pertenecen al grupo; que el grupo puede hacer con él lo que le plazca, en la forma que quiera, por cualquier motivo que el grupo haya decidido que es su propio bien. Por consiguiente, cada hombre existe sólo con el permiso del grupo y en beneficio del grupo. ¿Ves por qué hiede el colectivismo? El Nacional-socialismo, el Socialismo real, el apartheid, el holocausto, la esclavitud (todas ellas aventuras fallidas que marcaron con sangre y dolor la historia humana) fueron posibles porque prevaleció la idea colectivista de que los intereses generales tienen prioridad sobre los derechos individuales.  Entendido esto, ¿por qué no debería heder el colectivismo? ¿Por qué no debería heder el estatismo cuando la legislación y el poder coactivo de los políticos y funcionarios sirven para que los intereses colectivos prevalezcan sobre la vida, la libertad, la propiedad y el derecho a la búsqueda de felicidad de los individuos?

Ayn Rand explica: Un sistema social es un conjunto de leyes [un tipo de vínculo] que los hombres observan con el objeto de hacer posible la convivencia. Dicho código debe tener un principio básico, un punto de partida, de lo contrario no puede ser elaborado. El punto de partida es la pregunta: ¿El poder de la sociedad es limitado o ilimitado? El individualismo responde: el poder de la sociedad está limitado por los derechos individuales del hombre. La sociedad sólo puede crear leyes que no violen estos derechos. El colectivismo responde: el poder de la sociedad es ilimitado. La sociedad puede crear las leyes que desee e imponérselas a cualquiera en la forma que quiera.

Desde aquella perspectiva el individualismo sostiene que tú, como individuo (y todos los individuos sin distinción de etnia, sexo y otras características), tienes derechos que nadie te debe quitar y menos cuando vives en sociedad; es decir, menos cuando te relacionas con otros para cooperar, intercambiar y prosperar pacíficamente.  El individualismo, ¿ves?, es el sistema ético que destierra el uso de la coacción y las amenazas, de las relaciones entre personas.

En su columna del sábado pasado, De la Horra insiste en que Howard Roark es un personaje frío y egocéntrico sin capacidad de empatía, con rasgos de sociópata y machista…bla, bla, bla; y la razón por la que voy a insistir en que es bueno leer El manantial antes de hacer comentarios como aquel es que -hasta para el lector más despistado- es evidente que toda la novela Roark se la pasa ayudando a Peter Keating, sacándole las castañas del fuego y haciéndolo quedar bien. Roark se enamora de Dominique Francon –como sólo puede enamorarse alguien que entiende el valor de amor romántico– y no es un personaje frío sin capacidad de empatía: Roark tiene muchos y buenos amigos, amigos en el sentido aristotélico y no en el sentido feisbuquiano. Howard Roark no desprecia la cooperación y la solidaridad; al contrario, vive, trabaja y florece en sociedad de acuerdo con un código moral en el cual las relaciones son voluntarias, pacíficas, de intercambio, precisamente de cooperación; y no de fuerza.

Es cierto que en la Universidad Francisco Marroquín valoramos las ideas objetivistas como no se valoran en ninguna otra universidad de Guatemala, o de Centroamérica, o de América Latina; pero también valoramos la Ilustración escocesa (hay una Plaza Adam Smith); la escolástica de Salamanca (hay un edificio de estacionamientos dedicado a Covarrubias, De Mariana y Azpilcueta); la escuela austríaca (la biblioteca lleva el nombre de Ludwig von Mises, hay un auditórium con el nombre de Friedrich A. Hayek, y un salón que lleva el nombre de Carl Menger); hay un auditórium Milton Friedman y una terraza Rose Friedman; hay un pasaje Catón el joven; todo ello como en ninguna otra universidad.  Y la lista puede seguir y seguir. ¡Toda la tradición individualista de Occidente es celebrada en la UFM!; pero De la Horra no les cuenta todo esto a sus lectores.

De la Horra no ve motivos para cuestionar y hasta luchar contra las intervenciones paternales del estado; quizás porque es un error comparar al estado con las familias.  En una familia sana los jefes de la familia no toman recursos de unos hijos -por la fuerza- para dárselos a otros; cosa que sí ocurre en el estado, donde los gobernantes tratan a los mandantes como si fueran súbditos y tributarios; y no sólo toman recursos de unos para dárselos a otros, sino que se quedan ellos con una buena porción de aquellos recursos. ¿Me vas a decir que no es moralmente legítimo luchar contra el “el estado benefactor”, que es como se le llama a aquel estado de cosas?

De la Horra trata de escandalizar a sus lectores cuando les habla de un mundo donde el egoísmo es la virtud máxima y el altruismo la peor inmoralidad.  Y el lector agarrado así, en frio y sin contexto, se horroriza.  Pero, ¿qué es el egoísmo? Es la ética que sostiene que el actor siempre debe ser el beneficiario de sus acciones y que el hombre tiene que actuar en favor de su propio interés “racional”. Pero su derecho a actuar así deriva de su naturaleza de ser humano y de la función de los valores morales en la vida humana; en consecuencia, es aplicable únicamente en el contexto de un código de valores morales racional, demostrado y validado de manera objetiva, que defina y determine sus auténticos intereses personales.  No es un permiso para “hacer lo que se le antoje”, y n es aplicable a la imagen del altruismo de un bruto “egoísta”, ni a cualquier hombre motivado por emociones, sentimientos, urgencias, deseos o caprichos irracionales.  Así lo explica Rand y así se explica por qué es que el individualismo y el egoísmo van de la mano.  Y tú, que te preocupas por tus intereses personales y por los de las personas que valoras, entiendes el valor del egoísmo.

Entonces, ¿qué es el altruismo? No se vale confundir el altruismo con la filantropía, la caridad, bondad, o con la benevolencia. En el contexto objetivista, la palabra altruismo se refiere a una idea de Augusto Comte para describir la ética cuyo principio básico es que las personas no tienen derecho a existir por sí mismas, que el servicio a otros es la única justificación de su existencia y que el autosacrificio es su más elevado deber moral, su más elevada virtud y su más elevado valor.   Dice Rand: El altruismo declara que toda acción realizada en beneficio de los demás es buena y toda acción realizada en beneficio propio es mala.  Así resulta que el “beneficiario” de una acción es el único criterio de comparación del valor moral de esta, y mientras el beneficiario sea cualquiera, salvo uno mismo, todo está permitido. Tú, que te preocupas por tus intereses personales y por los de las personas que valoras, entiendes la inmoralidad del altruismo.  No la inmoralidad de la filantropía, la caridad, la bondad, o la benevolencia, sino la del altruismo. ¿Verdad?  El nacionalsocialismo, en el que el individuo existía en función de la raza superior; el socialismo en el que el individuo existe en función de la clase superior; el racismo, en el que el individuo existe en función de la raza superior, todas esas son expresiones del altruismo…ah, y del colectivismo.

En su columna de la semana pasada De la Horra afirma que en un mundo egoísta (en uno donde tú te preocupas por tus intereses personales y no sacrificas a nadie, ni te sacrificas), no existirían los derechos positivos y en esto tiene razón.  ¡Mucha razón!  Esto es porque los mal llamados derechos positivos, por ejemplo mi supuesto derecho al trabajo, implican que tú, o alguien más debe ser forzado a darme empleo. Implican que yo puedo sacrificarte, y sacrificar tu libertad y tu propiedad para que me des trabajo.  Implican que tu no puedes ocuparte de tus intereses personales (como el de racionalizar tus recursos para velar por tu familia) y que tienes que sacrificarlos para que yo pueda satisfacer mis intereses personales.  ¿Ves? Implican que tienes que contribuir a mi empleo, o darme trabajo por la fuerza.  ¿Ves? Los llamados derechos positivos en realidad son necesidades económicas que se solucionan mediante acciones económicas; pero cuando se las trata de convertir en derechos, su ejercicio implica la violación descarada de los derechos individuales.  No hay tales derechos a la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la felicidad, si otros tienen la facultad de violarlos cada vez que tengan una necesidad.

El Objetivismo no es angelical, y en eso también tiene razón De la Horra. ¡Mucha razón!  El Objetivismo es una filosofía para vivir la vida en la tierra, para prosperar y buscar la felicidad en sociedad, sin coacción arbitraria.  Por eso inquieta tanta alusión del columnista a cosas angelicales, a biblias, catecismos y religiones.  ¡Que obsesión! ¿Será posible que el famoso Raúl de la Horra no sepa distinguir entre religión y filosofía?  La religión, explica Rand, es creencia ciega, creencia que no se apoya, o que es contraria a los hechos de la realidad y a las conclusiones de la razón.  Creer sin ver es una virtud religiosa. La fe es una virtud religiosa. La filosofía, en cambio, no se basa en explicaciones místicas, ni se basa en la fe.  La filosofía demanda racionalidad para identificar la realidad, integrarla y prosperar en ella.

La cuestión es: ¿vas a hacer esa búsqueda con autenticidad, o no? ¿Vas a actuar como individuo pensante, o vas a actuar en rebaño? El sistema social en el que vives, ¿te va a facilitar aquella búsqueda, o te la va a impedir?

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Por cierto y si te interesan estos temas, Warren Orbaugh publicó dos columnas al respecto:

La ilustración la tomé de Facebook.


20
Oct 16

Llegó otro 20 de octubre

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El 20 de octubre el sindicato de trabajadores de Rearden Steel exigió un aumento de sueldo; es con esa frase que comienza el capítulo titulado El concierto de liberación en La rebelión de Atlas, la novela por Ayn Rand.

En este capítulo los saqueadores inician una toma sistemática de la fundición de Hank Rearden.  Los saqueadores congelan el dinero de Hank y luego amenazan a su familia; para después organizar actos de violencia en la fundición.  Para hacer la historia corta, Francisco D´Anconia ayuda a desactivar la violencia y libera a Hank que estaba secuestrado por los saqueadores.  A estas alturas Hank ya está listo para unirse a la huelga de mentes y creadores y ha decidido que no volverá a apoyar el sistema de los saqueadores.

Este es un capítulo hermoso en el que se consolidad la amistad entre Hank y Francisco y en el que la filósofa dramatiza la naturaleza de la amistad entre personas racionales. Un tipo de amistad basada en valores, y no en relacioines de deber, o de auto-sacrificio.

Es muy apropiado que todo esto ocurra un 20 de octubre, fecha en la que, en Guatemala, se celebra la Revolución de 1944, efeméride que es un parteaguas en la historia del país y que ha sido secuestrada por los saqueadores.  De ahí que en vez de una fiesta para la libertad y el republicanismo, esta sea una celebración del estatismo, del altruismo, del colectivismo y del socialismo.

Uno de los pasajes más oscuros de aquella Revolución es el asesinato de Francisco Javier Arana (héroe de aquella gesta); por ello te invito a leer los articulos que Acisclo Valladares ha estado escribiendo acerca de aquel crimen.  Mi madre tenía 8 años de edad el día del asesinato y recuerda que había mucha conmoción por ese acto.

¿1949, o 1954?

18 de julio de 1949

El asesinato de Francisco Javier Arana

Emplazamiento a los asesinos de Francisco Javier Arana

La foto es de una de las pintas con las que la dirigencia popular suele celebrar el 20 de octubre.


19
Oct 16

¡Diez años de Carpe Diem!

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¡Este espacio, Carpe Diem, cumple 10 años gracias a tí!  Sin los lectores, sin los que comparten en Facebook y Twitter los comentarios que publico aquí, es posible que nunca hubiera llegado a este aniversario.

En octubre de 2006 cuando empecé a publicar aquí leí que un verdadero bloguero debería publicar todos los días durante dos años seguidos.  Y bueno…aquí he estado casi todos los días desde hace 10 años.  ¡Pop!, véase la espuma del cava salir por la boca de la botella.

¿De qué se trata este espacio? Carpe Diem significa Apodérate del día y resume bien mi visión del mundo. La libertad es el valor fundamental que guía mi vida y mis reflexiones en Carpe Diem. Vivo en Guatemala, un país que aún está por ser construido y en el que los derechos individuales y la igualdad ante la ley son precarios. Por eso, aquellos son mis temas favoritos para estos comentarios. Con todo y todo, este espacio -políticamente incorrecto- existe al amparo del artículo 35 de la Constitución de la República; y del 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (por si acaso). Me gustan la cocina, la lectura y la compañía de mi familia y de mis amigos. También me gusta pasar tiempo conociendo mi país y a su gente. Al perpetrar Carpe Diem comparto con los lectores algunas reflexiones y experiencias en busca de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico.

¡Por la libertad y la razón! ¡Le haim!


19
Oct 16

No era el río Xequijel

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Cuando estaba en Tercer grado de primaria, en la clase de Historia de Guatemala, oí por primera vez la leyenda de que durante la conquista el pequeño río Xequijel, entre los departamentos de Quetzaltenango y Totonicapán se tiñó de rojo debido a las cantidades formidables de sangre vertidas en una batalla junto a él.  El nombre original de ese río era Olintepeque y, en el Lienzo de Quauhquechollan hay constancia de una batalla en ese lugar.  Xequijel significa debajo de la sangre. De esto me acordé cuando vi las imágenes del río Samalá teñido de rojo.

Lo que me llama la atención a estas altura lo que me llama la atención es en los primeros momentos de la noticia los dedos señaladores apuntaron a causas sobrenaturales y hubo alusiones al final de los tiempos a causa de tanta maldad; en esos primeros momentos, los dedos señaladores también apuntaron en dirección al Instituto Nacional de Electrificación y a la centenaria textilera Cantel.

Luego de una investigación y luego de que se asentó el polvo, la inspección de campo precisó que pequeños textileros, “cuando tiñen sus telas, desfogan el agua en sus drenajes, pero estos van a dar al río”. Se estableció que es común que estas familias lancen sus desechos crudos al afluente.

El misticismo y la mentalidad anti-industrial suelen olvidadar que los causantes de grandes catástrofes ambientales suelen ser docenas y centenares de personas haciendo lo suyo.  Las familias que talan bosques para conseguir leña y no los reponen; las familias que tiñen telas; las familias que tiran sus suavechapinas, sus palanganas, sus ropas viejas y su basura en los ríos y lagos; las familias que lavan sus ropas en las cuencas y llenan de fosfatos las aguas; las familias que tiran sus deshechos en los barrancos…en fin.

El cuidado del ambiente tiene dos enemigos en este contexto: la pobreza y la falta de derechos de propiedad asegurados.  Está claro que en tanto haya abundancia de pobreza y miseria la gente no está para preocuparse del ambiente, la gente corta la leña y dira la basura sin más porque si la mayor preocupación familiar es la de qué va a haber en la mesa para comer esta noche, ¿de dónde va a salir la inquietud por no destruir los bosques y los ríos, por ejemplo?  Está claro que en tanto los recursos naturales sean de todos y no haya derechos de propiedad claros y asegurados, los bosques, las aguas y otros recursos van a sufrir lo que se conoce como la tragedia de los comunes.  Esto es, la tragedia de que como los bienes son de todos, no son de nadie y a nadie cree que valga la pena cuidarlos racionalmente, frente a la necesidad de usarlos antes de que alguien más se los acabe.

Si de verdad te interesa el tema del ambiente, te invito a visitar y a explorar la Red de Amigos de la Naturaleza, donde encontrarás propuestas de mercado para la protección efectiva del ambiente.


18
Oct 16

No son organizaciones no gubernamentales

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Veinte entidades que se identifican como organizaciones no gubernamentales solicitan acceso al dinero de los tributarios por medio de la facultad expoliatoria del estado y del presupuesto de la administración.  Y yo digo: si tienen la posibilidad de hacer uso del poder público y de la ley para tomar dinero ajeno por la fuerza, no deberían llamarse organizaciones no gubernamentales.

¿Vas a creer? El pomposo Consejo Económico Social quiere Q10 millones; Flacso y la Fundación Esquipulas, que tienen agendas políticas muy específicas y hasta personalistas, entre ambos quieren Q5 millones; Fundabiem, la de la Teletón, quiere Q15 millones; Fe y Alegría, de los jesuitas quiere 62.2 millones; un Grupo Guatemalteco de Mujeres, ¿?, quiere 1 millón; Unaerc quiere la friolera de 496 millones; Caritas de Guatemala, de la Iglesia católica quiere Q20 millones y así sigue la lista.

Todas estas, si se les conceden, serían transferencias políticas de recursos.  Vale decir que no se cuestiona la calidad y el valor humanitario de la obra que algunas de estas organizaciones hacen (Margarita Tejada, Olimpiadas especiales, Liga contra el cáncer, o los Bomberos voluntarios para citar unas); pero si es cuestionable que usen la etiqueta de ONG cuando usan al estado para extraer recursos de los tributarios.  Esta es una mala práctica no sólo porque se presta para favores políticos, sino porque perpetúa el sistema de expoliación y desvirtúan el concepto de organizaciones privadas voluntarias de servicio.

Por mi parte, nunca, nunca colaboro económicamente, ni de otra forma con organizaciones de esta naturaleza.

La ilustración es de Prensa Libre.


18
Oct 16

¿Y si te roban los dientes?

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El domingo por la noche hombres armados asaltaron a una vendedora de frutas, en un taxi, y a golpes le robaron…tres dientes de oro.  Para escapar de los agresores la víctima se lanzó a un barranco donde permaneció durante la noche del domingo y la madrugada del lunes.

En Guatemala muchas personas usan dientes de oro en seguimiento a la tradición de las élites mayas de decorarse los dientes con incrustaciones de jade.  Se cree que el ornamento dentario de la jerarquía teocrática mesoamericana constituía un emblema de poder divino del que la clase dominante se decía investida por la deidad; de otra manera se cree que no se explica la maestría de tal labor y si la tesis es correcta, el simbolismo dentario bien podría haber jugado la función de estandarte, de  filacteria, de heraldo de poder y fuerza y escudo de protección contra lo adverso, expresión de fuerza vital y de continuidad dignataria sin término visible. Esa ideología, si bien modificada, puede estarse replicando en la actualidad con la demanda popular por la orificación bucal para efectos de amuleto.

En años recientes hemos visto como los chatarreros saquearon el Cementerio General y lo despojaron de sus bronces y hierros; y hemos visto cómo esos delincuentes despojaron a la Avenida de la Reforma y a la Avenida de las Américas de placas, bustos y otros monumentos.  Vemos como los extorsionistas tienen de rodillas a poblaciones y barrios enteros. ¿Vamos a ver cómo los criminales despojan a la gente de sus dientes?


17
Oct 16

La Pantera rosa y los impuestos

Imagen de previsualización de YouTube

¿Quién mejor que la Pantera rosa para explicarnos los impuestos?  Para un lunes educativo y con sentido de humor para enfrentar la expoliación.

Gracias al cuate José Benegas por la pista.


14
Oct 16

Para una vida con autenticidad

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Dada la complejidad y profundidad del Objetivismo, uno querría (o a mí me gustaría) que cuando algunos columnistas abordaran ese tema, lo hicieran de primera mano, en vez de aproximarse a él de oídas, a tientas, y quizás sin prejuicios.

Hace unos días, Raúl de la Horra trató de hacer creer a sus lectores que en la obra de Ayn Rand existe una dicotomía tensa entre el individuo y la sociedad; empero, siendo que desde una perspectiva objetivista la sociedad es el tipo de vínculo que nos facilita cooperar, intercambiar y prosperar, ¿qué dicotomía cabría allí?  De la Horra engaña a sus lectores cuando afirma que en la Universidad Francisco Marroquín, la novela El manantial es una biblia que todos los estudiantes deben leer.  Uno sabe que esta afirmación no es de primera mano y no es inocente porque aquello es mentira. ¡Sólo los estudiantes de arquitectura leen esa obra!  No sólo porque el protagonista es un arquitecto, sino porque aborda la necesidad humana de vivir uno su vida con autenticidad y hacer de esta algo extraordinario, como lo explica Warren Orbaugh, el profesor que comparte aquella obra con sus estudiantes, [autor de Objetivismo, la filosofía benevolente].

¿Es aquella una idea estrambótica, como afirma el columnista? ¿Qué sugiere de la Horra?  ¿No deberíamos vivir la vida con autenticidad, ni hacer de vidas algo extraordinario?  Lector, ¿preferirías vivir una vida falsa y hacer de ella algo insignificante? ¿Qué clase de maestro no quisiera que sus estudiantes vivieran vidas auténticas y magníficas? Cuando leas El manantial, por favor cuéntame si preferirías ser Howard Roark, o Peter Keating.

¿Qué otras ideas nos comparte Roark?  El hombre no puede sobrevivir, salvo mediante su propia mente…todo lo que tenemos procede de un solo atributo del hombre: la función de su mente razonadora. No se trata de elegir entre autosacrificio y dominación, sino entre dependencia e independencia. La mente que razona no puede trabajar bajo ninguna forma de coerción. El hombre que vive para ser siervo de otros es el esclavo.  Si la esclavitud física es repulsiva, ¿cuánto más repulsivo es el servilismo del espíritu? Esas ideas, ¿te parecen estrambóticas?

Columna publicada en elPeriódico.


13
Oct 16

¿HLSGFP en los bloqueos de ayer?

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En mi pueblo se les dice Hairy legged Swedish girls for peace y se las ve en manifestaciones, bloqueos y otras acciones similares organizadas por la dirigencia popular chapina; aunque no son un fenómeno exclusivamente guatemalteco.

No tienen que ser suecas, porque pueden ser europeas, o gringas; y no tienen que ser chicas. Sí tienden a ser visitantes extranjeras que -para tener una experiencia significativa de vida- deciden involucrarse activamente en acciones como la manifestación.  Sospecho que en su horizonte ni se les cruza la idea de que perjudican a la gente productiva con sus manifestaciones y bloqueos que hacen difícil el tráfico, cuando no lo hacen imposible, y si sospecharan que les causan daños y perjuicios económicos y personales a quienes no pueden movilizarse por las poblaciones, o por las carreteras, posiblemente piensan que su causa justifica aquella nimiedad.

Reclutadas por organizaciones en el exterior, me pregunto si cuando viajan tienen la ilusión de visitar La Antigua y Atitlán, así como la de marchar por la ciudad de Guatemala junto a grupos indígenas y populares.  Por cierto que, en respeto a la libertad de expresión, no comparto el criterio de que los extranjeros no deben opinar sobre la sociedad, la economía, la política y otros asuntos guatematlecos; y aunque opinar es diferente a involucrarse en actividades que abiertamente dañan y perjudican a terceros, violan derechos ajenos y crean caos, al final las HLSGFP no son del todo irrelevantes.  Con contadas excepciones, la mayoría sólo está aquí teniendo la experiencia más maravillosa de su vida, y mañana se une a una secta que espera que los extaterrestres las recojan.

El fenómeno tampoco es nuevo; cuando yo era editor de Economía, en Siglo Veintiuno,  visité un par de veces la sede de la Unidad de Acción Sindical y Popular; que era una de las organizaciones más vociferantes de aquel entonces. Y me llamaba la atención que en las dos visitas había un extranjero joven sentado en una silla justo en la entrada de aquella oficina.

En esos días, en La Antigua, en el bar donde me hallaba tomando un aperitivo pasaron repartiendo unos volantes en los que se invitaba a jóvenes extranjeros a acompañar a las organizaciones populares en sus actividades. El documento estaba escrito en inglés, pero iba dirigido a los extranjeros de todas las nacionalidades. Entonces, y preguntando, entendí cuál era el papel de los chicos que había visto en la UASP. Lamentablemente, perdí el volante.

La foto la tomé de Facebook.


12
Oct 16

Hoy es el Día de la hispanidad

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En Guatemala el Día de la hispanidad es opacado por bloqueos y otras acciones violentas similares; y mientras que mi cuenta de Twitter está alborotada con una discusión sobre el significado de esta conmemoración, los medios locales la ignoran, como no sea para advertir sobre las agresiones mencionadas arriba.

Sin embargo, vale la pena hacer un alto y meditar sobre las tres aportaciones más impresionantes de la civilización occidental a la vida en el continente americano: Los derechos individuales, la racionalidad y el método científico, según nos cuenta Louis Rouggier en El genio de Occidente.

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Son innegables los abusos cometidos durante la conquista y la colonia a la sombra de la cruz y de la espada; pero también es innegable que los cackchiqueles se unieron a los invasores contra sus opresores los quichés y que los quauquecholtecas y tlaxcaltecas vieron en los españoles a sus libertadores frente a los mexicas.   El mundo precolombino no era sino el mundo como es…menos el concepto de derechos individuales, menos la racionalidad y menos el método científico.  Un mundo en el que los individuos podían ser sacrificados y desollados para alimentar a dioses insaciables y arbitrarios, para asegurar la sobrevivencia del orden político establecido y para hacer que saliera el sol no era el paraíso que cuentan los cuentos.

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La violencia conquistadora -aún con su propio misticismo y sus dudas acerca de la naturaleza de los habitantes del continente recién descubierto (descubierto para Occidente)- trajo a este continente la discusión de las ideas de Francisco de Vitoria y otros pensadores, ideas que eran ajenas a sociedades que consideraban indiscutible la facutlad de los gobernantes de realizar sacrificios humanos.

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La historia de la humanidad es larga y llena de tropiezos y muchos de esos tropiezos son espantosos como los colectivismos del siglo XX, o las canalladas que se cometieron durante la conquista y la colonia (a pesar de las Leyes de Indias), o la historia de la esclavitud de los negros y la posterior segregación; pero es un error comparar la evolución de la civilización occidental con un estado de naturaleza mítico en el cual sobraban los derechos individuales, la racionalidad y el método científico.

En ese contexto, y recientemente, encuentro fascinante la evolución del debido proceso y la incorporación de las pruebas científicas en los tribunales; pero no menos fascinante es la evolución de la medicina para citar dos campos en los que la civilización occidental ha destacado notablemente.  Los linchamientos y las ordalías deberían ser cosa del pasado (y no lo son donde Occidente es visto de menos), así como la malaria y el sarampión deberían ser cosas del pasado (y no lo son donde Occidente es visto de menos).

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¿Por qué vale la pena meditar bien el Día de la hispanidad? ¿Por qué vale la pena celebrar el Día de la hispanidad?  Porque la humanidad pudo alejarse de los sacrificios humanos, pudo alejarse de los reyes que eran dioses y porque pudo alejarse del miedo a que no hubiera mañana porque el sol era devorado por un murciélago?  ¡Y claro que la humanidad seguirá evolucionando!  Pero hagamos que sea para alejarnos de la colectivización, el misticismo y la irracionalidad.

¿Te puedo recomendar un libro para la temporada? Los latinoamericanos y la cultura occidental, por Carlos Alberto Montaner.