¡Ala gran, ya pasaron 10 años desde el Jueves negro!
Hace una década, centenares de eferregistas fuera de control tomaron ayer calles y sectores de la capital. Con los rostros cubiertos y armados, con palos, piedras, machetes y armas de fuego exigieron la inscripción de José Efraín Ríos Montt, como candidato presidencial del FRG.
Los movimientos comenzaron desde la madrugada. Alrededor de 50 buses procedentes principalmente de Quiché, Totonicapán, Jalapa Jutiapa y las verapaces arribaron a la capital a las 5 de la mañana, con cientos de campesinos simpatizantes del Frente Republicano Guatemalteco y se dirigieron a puntos estratégicos de la ciudad.
Con días de antelación habían planificado que el Hipódromo del Norte, en la zona 2, la avenida de Las Américas, en la zona 13, y el Centro Cívico, serían los puntos donde se reunirían para iniciar las protestas a favor del caudillo eferregista.
La movilización obedecía a las palabras de Ríos Montt, quien el lunes 21 advirtió que si no era inscrito como candidato, era posible que perdiera el control de las bases del partido y se suscitaran actos de violencia.
“Estamos llegando a un punto que se pueden salir de control del Comité Ejecutivo algunas acciones de simpatizantes”, dijo ese día. Tres días más tarde cumplía la advertencia”.
Así reportó Prensa Libre los hechos del 24 de julio de 2003, fecha conocida en la Historia reciente de Guatemala como el Jueves Negro. En aquella ocasión perdió la vida el reportero Héctor Ramírez, cuando era perseguido por los revoltosos. Héctor fue mi compañero cuando yo trabajaba en el noticiario de televisión Aquí el mundo.
Ese jueves fue seguido por una jornada luctuosa que no debe ser confundida con los Viernes de Luto en los que los guatemaltecos protestabamos contra los abusos de la administración del FRG y del presidente Alfonso Portillo.
La foto la tomé desde la ventana del que era mi dormitorio. En ella se ve a los bochincheros, armados con palos para piochas, o hachas, de esos que venden en las ferreterías. Caminaban rumbo al Este sobre la 14 calle de la zona 10.
Durante su administración, Alvaro Santa Clos Colom invitó a su programa de televisión a un alcalde de Petén que advirtió acerca de la posible invasión de la capital con 400 mil peteneros para apoyar al Presdiente; amenaza que recordó al Jueves negro. Colom soñaba con algún tipo de manifestacion masiva, extremo que mencionaba de cuando en cuando en su programa de propaganda televisiva. En más de una ocasión Colom acudía a la amenaza de llevar acarreados para presionar y conseguir sus objetivos.