11
May 18

Mis saludos a Rousseau

En la Biblioteca de J[osé] C[ecilio] del Valle, que guardamos en la Biblioteca von Mises, hay una colección de obras de J[uan] J[acobo] Rousseau que –a diferencia de otros volúmenes– vino muy comida por polillas. Cuando algunos visitantes preguntan por las polillas, les digo que afortunadamente lo que se comieron fue a Rousseau.

Escucha el podcast aquí.

Mi estimado F[riedrich] A. Hayek puso a Rousseau en el canasto de los racionalistas; y –en su oportunidad– mi lectura parcial de J.J.R. fue a la luz de la lámpara que apuntaba hacia un Rousseau que es fuente del socialismo.  Hayek es un grande del pensamiento; pero es posible que no le pusiera suficiente atención al francés. Luego de mi participación en el Seminario del socialismo de este semestre, organizado por el Centro de Estudio del Capitalismo, en la UFM, lo que yo sabía de Rousseau ha cambiado por lo que sé de él y me alegro.  J. J. R. tiene mucho que enseñarnos al menos en El contrato social.

En estos tiempos de tensiones exacerbadas uno de mis párrafos favoritos dice: Cuando el nudo social comienza a aflojarse y el Estado a debilitarse, cuando los intereses particulares empiezan a hacerse sentir y las pequeñas sociedades [facciones] a influir sobre la grande, el interés común se altera y encuentra oposición…la voluntad general [la de la protección de los derechos individuales] ya no es la voluntad de todos, se elevan contradicciones, debates, y …Cuando el Estado, próximo a su ruina, no subsiste sino por una fórmula ilusoria y vana, cuando el vínculo social se ha roto en todos los corazones, cuando el más vil interés se ampara descaradamente en el nombre sagrado del bien público, entonces la voluntad general enmudece, todos guiados por motivos secretos no opinan ya como ciudadanos, como si el Estado no hubiese existido jamás, y se hace pasar falsamente por leyes decretos inicuos, que no tienen por fin más que el interés particular [privilegios].

Cuando en 2012 una funcionaria europea me sugirió unirme a la celebración de los 300 años de J.J. R. le dije que no veía la forma en que eso pudiera ocurrir.  Si hoy me hiciera la propuesta quizás le diría que sí.


02
Mar 18

El retorno del superhombre

La Fortaleza de la soledad es el cuartel general de Superman, en DC Comics; y es en su propia Fortaleza de la soledad donde Aristókalos inicia sus meditaciones. ¡Es la felicidad la que debiera justificar la propia vida!,  exclama el personaje principal de El retorno del Superhombre, el libro más reciente de Warren Orbaugh.

Escucha el podcast aquí.

Voy a atreverme a decir que esta obra es el manual de ética más audaz, completo y provechoso que puedes adquirir y leer ahora que se acercan las vacaciones del equinoccio de primavera.

Eso sí, que la palabra manual no te engañe.  Es cierto que está escrito con el propósito de facilitar su lectura y que su ritmo te puede llevar a leerlo de forma acelerada; pero ya vas a ver que, cada tanto, tienes que detenerte para asimilar bien lo que has leído y explorar como se relaciona con tu propia vida.  A mí me ha estado dando sacudidas.

Hoy os han convencido de despreciar los valores de la tierra, de menospreciar vuestra vida, de desdeñar vuestra felicidad.  Lo único que os importa, os dicen vuestros mentores, es que seáis instrumento para los fines de otros cuyas vidas valen más que la vuestra.  Otros hombres, otros animales, otras plantas.  Os exigen que os asqueéis de vuestra propia felicidad y de vuestra razón, se lamenta Aristókalos.

En boca de aquel kouros, Warren lleva al lector por un camino intelectual y de introspección que demanda las mayores sensatez, independencia e integridad de parte de quien tiene en sus manos la obra.  El libro aborda temas como lo que somos y la conciencia; ¿Por qué ser moral?; las virtudes del superhombre; la amistad cívica, la sociedad, el mercado, los derechos individuales e incluso los supuestos derechos de los animales y de los nonatos.  ¿Te asustó lo de supuestos derechos? ¿Qué más te asusta y no te atreves a explorar? ¿Por qué?  ¿En perjuicio de quién?

En El retorno del superhombre, Aristokálos se atreve a hablar de algo que pareciera ya no estar de moda.  Se atreve a hablar del hombre noble, y  se atreve a hablarle al hombre noble que hay en ti.

*El libro está en Amazon, y en Guatemala lo puedes comprar en UFM Ediciones: 2338-7812.

Columna publicada en elPeriódico.


23
Feb 18

Te están timando con la educación estatal

¿Te shockeó la noticia de que en Guatemala hay 3 mil escuelas estatales sin valijas didácticas? Pues no debería. ¿Por qué es que la educación en manos de políticos y burócratas iba a ser diferente a la salud, las carreteras, los aeropuertos y otros servicios en manos de políticos y burócratas? Eso sí, los pipoldermos te quitan impuestos, puntualmente, con el pretexto de prestar aquellos servicios.

Escucha el podcast, aquí.

No te engañes, en Guatemala toda la educación es estatal; sólo que hay una parte administrada directamente por políticos y burócratas (en escuelas públicas); y otra parte administrada de forma privada (en colegios que la gente llama privados).  Todos los contenidos educativos tienen que ser aprobados por políticos y burócratas y nada se hace sin la venia del Menisterio.

De ahí que tampoco debería sorprendernos que sea inaceptable el porcentaje de graduados de diversificado que gana las pruebas de matemáticas y lectura, del Ministerio de Educación.  En matemáticas, ¡ni 10 de cada 100 evaluados lograron ganar las pruebas.  Eso es estar en la calle y sin llavín.

Ahora bien, el fenómeno no es sólo chapín.  Moisés Naim cuenta que en Kenia, Tanzania y Uganda, el 75% de los alumnos de tercer grado no sabe leer una frase tan sencilla como: “El perro se llama Fido”. En la India rural, el 50% de los alumnos de quinto grado no puede restar números de dos dígitos y explica que en países, como México o Egipto, por ejemplo, los sindicatos de trabajadores educativos son formidables obstáculos al cambio y, con frecuencia, la corrupción en el sector es alta. ¿Cómo crees que es la cosa en Guatemala? De ahí que Naím pregunte: ¿Es la educación la mayor estafa del mundo?

Y deja eso: en las escuelas estatales se cultivan el pensamiento único, la obediencia incuestionable a la autoridad, el colectivismo, el altruismo (o sea el valor del sacrificio), la irracionalidad (el cambio climático antropocéntrico, por ejemplo) y otras ideas parecidas.  Por eso no me extraña que Bryan Caplan advierta que los tributarios están siendo timados.

Columna publicada en elPeriódico y la ilustración la tomé de Facebook


16
Feb 18

¿Quién debe ser fiscal general?

Hoy vence el plazo para que se presenten los expedientes de los aspirantes a Fiscal General; y hasta el miércoles, unas 53 solicitudes de carencia de sanciones morales habían sido presentadas en la procuraduría del Sumo Pontífice de los derechos humanos.

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¿Por qué es importante esto? Porque el propósito del MP es velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país; y a su jefe, el Fiscal General, le corresponde promover la persecución penal y dirigir la investigación de los delitos de acción pública. De por sí es una posición de gran poder la que tiene aquel funcionario; pero lo es más si cuenta con el apoyo formidable de la CICIG y el incondicional apoyo mediático con el que cuenta esa comisión.

De ahí que todo el que pueda trate de influir, con todo, en el filtro de los aspirantes y en la selección de los candidatos. Por ejemplo, hay universidades que, se dice que tienen facultad de Ciencias Jurídicas con el propósito de tener una silla en las comisiones. Organizaciones no gubernamentales de todos los colores hacen micos y pericos -de orden político y de orden judicial- para que la selección que hagan los comisionados sirva a la misión y visión de aquellas ONG…y a las de sus patrocinadores. ¿Habrá algún grupo de interés político que quiera que el jefe del MP sea de los otros?

A esto hemos llegado porque más que un funcionario que vela por el cumplimiento de la ley, el Fiscal General es percibido como un instrumento político cuyas facultades de gran señalador y de perseguidor son útiles para conseguir, por la vía de la persecución penal, lo que no es posible conseguir en las urnas electorales.; y para detener, por la vía judicial, lo no que no se puede detener por la vía electoral.

Por favor, pregúntame qué tipo de fiscal elegiría yo. Gracias. Yo elegiría un jurista con arrestos, que entendiera el valor del respeto a los derechos individuales y el de la igualdad de todos ante la ley; y el del debido proceso y la presunción de inocencia. Independientemente de si el gato fuera blanco, o negro, para usar una idea de Deng Xiaoping. ¿Es eso posible?

Columna publicada en elPeriódico. Ilustración por École française 17e siècle (Paris, Bibliothèque Nationale) [CC0], via Wikimedia Commons.


09
Feb 18

Indemnización, ¿para quienes?

Hay mucha indignación porque la administración Morales pidió compensación para los presos por casos de corrupción. ¡Por supuesto que sería inaceptable que se les diera indemnización a los condenados por actos de corrupción luego de un debido proceso!  ¿En qué cabeza cabría compensarlos?  Lo que deben recibir es castigo conforme a la ley.

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Otro, sin embargo, es el caso de los acusados que fueran encontrados inocentes.  Porque toda persona es inocente, mientras no se le haya declarado responsable judicialmente, en sentencia debidamente ejecutoriada. Porque las personas inocentes que hayan sido perseguidas y procesadas por el MP y la CICIG lo han sido no sólo con todo el poder del estado, sino con el peso formidable de la CICIG, en un ambiente mediático hostil y con una carga política notable. Porque si el MP y la CICIG fueron incapaces de probar la culpabilidad de los acusados, con pruebas irrefutables (por respeto al debido proceso y a la presunción de inocencia), y a pesar de la presión a la que están sometidos los jueces, es muy posible que algunos de los encartados sean inocentes y que sus vidas hayan sido arruinadas por la necesidad política de poner en evidencia la corrupción, que es diferente a la necesidad moral y jurídica de castigarla.

¡La corrupción no debe quedar impune!; pero, ¿por qué no sería razonable que los procesados injustamente reciban compensaciones por los daños sufridos a manos de autoridades políticamente parcializadas, o incapaces? Si muchos culpables del enfrentamiento armado para instaurar la dictadura del proletariado han recibido indemnizaciones, ¿por qué no las iban a recibir personas inocentes acusadas injustamente? ¡Por supuesto que ofende que corruptos cuyo enriquecimiento ilícito es obvio pudieran ser beneficiados!; pero no es menos ofensivo que personas inocentes vean sus vidas destruidas por caprichos políticos.  Claro que se corre el riesgo de que los encargados de la persecución penal sean incapaces de armar casos judicialmente sostenibles contra corruptos obvios; pero, entonces, su incapacidad profesional debería tener consecuencias.

Columna publicada en elPeriódico. Ilustración El triunfo de la justicia, por Jean Jouvenet [Dominio público], via Wikimedia Commons.


02
Feb 18

Cleptocracia, saqueo y trabajo decente

La cleptocracia se ha incrustado en el gobierno para saquear los recursos de los tributarios.  Por ejemplo: el año pasado el Ministerio de Salud les pagó a sus burócratas Q75 millones por bono de trabajo decente; bono pactado de manera ilegal, según la PGN.

Escucha el podcast aquí.

Mientras tanto, en el Hospital general, hay un médico por cada 100 niños; y la trabajadora doméstica de una amiga –que necesitaba ser operada y estaba en dolor– pasó todo un día esperando a que la atendieran.

Según la PGN el pacto colectivo y de condiciones de trabajo, que les otorga beneficios salariales a los empleados del ministerio es ilegal.  En total han sido demandadas 13 cláusulas del pacto, por considerar que fueron acordadas de manera ilegal y porque son inconstitucionales. Las erogaciones pueden ser hechas de manera discrecional y tú ya sabes…la discrecionalidad es el caldo de cultivo para la corrupción.

¿Por qué es que los sindicalistas de Salud –y otros– pueden conseguir cosas así?  Porque 200 sindicalistas pueden usar la fuerza para conseguir sus objetivos. Con lemas como Hacer la revolución por medio de los movimientos sociales, esos grupos bloquean calles y paralizan servicios.  Su moral revolucionaria y altruista les permite recibir dinero por su trabajo decente, mientras los más pobres están abandonados en los hospitales estatales. Porque su moral revolucionaria y altruista no ve mal la rapiña del dinero de los tributarios.  Porque su moral revolucionaria y altruista piensa que males como la cleptocracia y el saqueo no lo son, si se hacen acompañados de banderas rojas. ¿Sabes que con tus impuestos fue pagado el abogado de los sindicalistas? ¿De cuánto fue el pago? ¡Q24 millones!

Los pactos colectivos y los bonos como el de Salud y el de Q68 millones que se recetaron los burócratas del Organismo Judicial a fines del año pasado, son sólo dos ejemplos de la piñata tributaria.  ¿Cuántos más hay así a lo largo y lo ancho de la administración pública? Como tributario, ¿cuántos días al año trabajas para pagarles las canonjías y los privilegios a los sindicalistas y burócratas?  ¿Por qué permites que pase eso?

Esta colulmna fue publicada en elPeriódico, y la foto es de ese diario.


31
Ene 18

El Congreso debe poner en su lugar a la Corte de Constitucionalidad

Como ningún funcionario o empleado público, civil o militar, está obligado a cumplir órdenes manifiestamente ilegales o que impliquen la comisión de un delito, el Congreso de la República -no sólo junta directiva- hace bien si le pide a la Corte de Constitucionalidad que revoque el amparo provisional por medio del cual le ordenó al Congreso que realice una nueva elección para Junta Directiva, o por lo menos que explique en detalle por qué tomó esa decisión. ¿Por qué? Pues en defensa del sistema republicano y del estado de derecho.  Debe quedar claro que lo que está haciendo la Corte de Constitucionalidad no es judicializar la política, ni establecer un tipo de gobierno de los jueces, ni forzar al Congreso a hacer algo inconsitucional.

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La Corte de Constitucionalidad ordenó la nueva elección sin escuchar a las partes, en violación del debido proceso de acuerdo con el cual nadie puede ser condenado sin antes sido oído y vencido en juicio. El propósito del amparo es proteger a las personas contra las amenazas de violaciones a sus derechos o para restaurar el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido; y en el caso de esta elección, no se ve por dónde habría una violacion de derechos contra la organización que interpuso el recurso…ni contra alguien más.  En su actuación, la Corte de Constitucionalidad está interfiriendo activa y descaradamente en un proceso netamente político, como lo es el de decidir qué representantes de los electores (o mandantes) van a dirigir el Congreso durante el año siguiente.  No está claro -y la Corte debe aclarar en qué condiciones y por qué- si el artículo 60 transitorio del Decreto 14-2016 es aplicable.  Ese artículo es un castigo para los tránsfugas, les impide formar parte de otro bloque legislativo y les impide presidir comisiones, o formar parte de la junta directiva del Congreso. Está en duda si ese artículo se le aplica a la diputada Alejandra Carrillo (por cuestiones de temporalidad), y no parece razonable que, aunque el artículo se le aplicara a ella, su aplicación debería extenderse a sus compañeros de planilla, que son la actual junta directiva del Congreso.

En mi opinión aún si el artículo le fuera aplicado a Carrillo -y sospecho que no lo es- debe ser respetada la representatividad de los otros diputados, que llegaron al Congreso como representantes de los mandantes (o electores) que votaron por ellos.  Es un error, de fondo y de forma, tratar a los diputados como si fueran representantes de partidos políticos (que no son esos intermediarios entre mandantes y mandatarios,  ni esas plataformas programáticas que describen los libros de texto, sino  roscas electoreras para llegar al poder).  Los diputados son representantes de quienes votaron por ellos, y sólo a ellos y a sus conciencias se deben. Por eso es que nunca he estado de acuerdo con que exista una obligación moral de los diputados con la disciplina de partido.  Este es un tema propio de la legislación electoral; pero esta es una buena oportunidad para discutirlo y aclararlo.

Adicionalmente esta la cuestión de que la Corte de Constitucionalidad, anteriormente, ya  había resuelto que la descalificación, por cualquier motivo, de los integrantes de una planilla que se encuentre participando en un proceso eleccionario, no podrá afectar a los demás miembros de la misma planilla, dado que la imputabilidad de cualquier situación anómala que se realice, es netamente personal sin que dicha circunstancia pueda afectar a los demás.  Cualquiera que entienda el tema de la responsabilidad individual y su relación con las consecuencias jurídicas de los actos propios tendría por razonable aquella resolución, y desconfiaría de un giro que pretendiera salpicar de responsabilidad a los integrantes de una planilla, en función de los actos imputables de un miembro de esa planilla.  El criterio colectivista, de la responsabilidad colectiva por actos ajenos, es un despropósito.

Te recomiendo que leas el voto razonado de la magistrada Dina Ochoa, miembro de la Corte de Constitucionalidad.

Dicho lo anterior, si los que se oponen a la actual junta directiva del Congreso quieren una nueva y más sana, no es serio que en ella hayan incluido a la Unidad Nacional de la Esperanza, que es el partido, de los Colom/Torres e incluye a personajes tan cuestionables, corruptos e impresentables, como cualquiera.

Es peligrosa la judicialización de la política, es peligroso el gobierno de los jueces, es peligroso que, por quién sabe qué presiones y de donde, los organismos del estado acaten ordenes ilegales, peor si es a costa del mandato que han recibido de los electores.

Las funciones principales de la Corte de Constitucionalidad son la defensa del orden constitucional, y en consecuencia del estado de derecho y de la certeza jurídica del país; y el Congreso es la representación de los tributarios, los electores y los mandantes.  Los miembros de ambos órganos harían bien en recordar que el poder proviene del pueblo y que su ejercicio está sujeto a las limitaciones señaladas por la Constitución y la ley; así como que el imperio de la ley se extiende a todas las personas que se encuentren en el territorio de la República.

Lo que está ocurriendo es grave y debe resolverse conforme a la Constitución y las leyes; no conforme a intereses particulares meramente vinculados con la cuestión de cómo hacer para hacerse del poder sin ser electos.   El Congreso debe poner en su lugar a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad que son responsables de la resolución en cuestión.

La ilustración la tomé de Facebook.


29
Ene 18

Corrupción y crédito fiscal

El hecho de que la frase devolución del crédito fiscal incluya la palabra devolución, indica claramente que se refiere al acto de reembolsar, reintegrar, restituir o retornarle el crédito fiscal a su legítimo propietario.  Indica, también,  que el que reembolsa, reintegra, restituye o retorna, tiene algo que no le pertenece y se lo devuelve a quien si le pertenece.

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Dicho lo anterior, si queremos acabar con la corrupción en la devolución de créditos fiscales -lo que es muy deseable, como lo es acabar con la corrupción en otros actos y procesos de la administración pública- nos urge descubrir y entender qué (exactamente) es corrupción.

Corrupción es la situación o circunstancia en que los funcionarios públicos u otras autoridades están corrompidos, que es lo mismo que estar podridos, estropeados, viciados y cosas así.

¿Qué es lo que permite, o facilita, o hasta  que los funcionarios y otras autoridades estén corrompidos? Fundamentalmente dos situaciones: la posibilidad de arbitrariedad y los procedimientos enredados y costosos.  Hay arbitrariedad cuando en las decisiones y actuaciones de los funcionarios y autoridades privan la ilegalidad, injusticia, abuso, desafuero, atropello, iniquidad, tiranía, despotismo, alcaldada, cabildada, parcialidad, improcedencia, y/o abuso de autoridad.

El crédito fiscal es de antología; es la situación paradigmática en la que los funcionarios y autoridades encargadas de su administración pueden actuar de forma arbitraria, y en la que los trámites son costosos y lentos; y, por lo tanto, es fuente abundante de corrupción.

La cosa es así: mediante legislación los funcionarios y autoridades toman dinero ajeno mediante la amenaza del uso de la fuerza.  Separan lo que creen que les corresponde y deberían devolver la parte que tomaron y no les corresponde.  Pero no la devuelven. Se la quedan y la jinetean. Fundamentalmente la usan para pagar gastos, cuando no se diluye en mala administración, o en apropiación indebida cuando no en hurto. Mientras tanto los legítimos propietarios de aquel dinero no pueden disponer de él para pagar sueldos, pagar proveedores, pagar deudas, o invertirlo y aumentar la productividad.

Aparte del robo -que es tomar dinero ajeno mediante la amenaza del uso de la fuerza-, hay corrupción cuando los funcionarios y autoridades no devuelven lo que han tomado de más.  Cuando atrasan su entrega y cuando abren la posibilidad (sólo ellos tienen la facultad de abrir esa posibilidad) de priorizar ciertas devoluciones mediante tráfico de influencias (sólo se puede influir en ellos) y mediante sobornos.

Hay quienes dicen que it takes two to tango y que tan culpable de corrupción es el funcionario o la autoridad que acepta el tráfico de influencias, o comete cohecho; como el propietario que aprovecha influencias y paga coimas para que se le devuelva lo suyo.  De hecho, la legislación, así lo estima; aunque no estoy de acuerdo. El jurista romano, Ulpiano, explicó que justicia es una voluntad firme y constante para dar a cada uno lo suyo, o su propiedad.

En ese espíritu, cuando a los legítimos propietarios del dinero tomado por funcionarios y autoridades les es negada arbitrariamente la devolución de su propiedad (lo suyo), o les es retrasada arbitrariamente aquella devolución, los funcionarios y autoridades no sólo incurren en injusticia y en corrupción, sino que -si piden, o permiten el tráfico de influencias, o la entrega de sobornos- incurren en extorsión.

Para cumplir con sus obligaciones comerciales y morales, o sólo para recuperar lo que es suyo (su propiedad) los legítimos propietarios del dinero de más, tomado por los funcionarios y autoridades deben someterse a la extorsión y a la corrupción impuesta por quienes tienen el poder para decidir si devuelven, o no el dinero que no les corresponde, y cuando.

A una amiga, los funcionarios y autoridades le deben -por crédito fiscal- una suma de seis cifras.  Como ella necesita el dinero (y es suyo) le preguntó a su contador si era el momento de iniciar un proceso administrativo para recuperar los fondos.  El consejo del contador fue que no lo hiciera; porque lo que ha ocurrido en otras ocasiones es que una vez los propietarios del dinero lo piden de vuelta, los funcionarios y las autoridades a cargo ordenan una auditoría intimidatoria que -entre la arbitrariedad, y la complejidad de la legislación tributaria- termina perjudicando al dueño del dinero.

Los estatistas -porque creen que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los derechos individuales, porque no entienden el valor de la propiedad y porque son beneficiarios de la expoliación- te han hecho creer que la obligación de tributar no está sometida a los mismos criterios éticos a los que están sometidas las relaciones privadas entre la gente y la propiedad ajena.  Te han hecho creer que los funcionarios y autoridades no son los corruptores, sino los corrompidos.  Te han hecho creer que los legítimos propietarios del dinero expoliado por funcionarios y autoridades deberían someterse, sin chistar, a la arbitrariedad y a los enredos de los que se rehúsan a devolver lo que no es suyo y no deberían tener en posesión.

Si caes en sus trampas retóricas no sólo contribuyes a profundizar y a perpetuar el poder ilimitado y arbitrario de los funcionarios y autoridades, sino que abonas el sistema en el que medra la corrupción e impides que la lucha legítima contra ese crimen tenga posibilidades de triunfar entre nosotros.

Los corruptos deben enfrentar la ley…y a la justicia; y para entender más la naturaleza perversa de la corrupción, y la del estatismo que la cultiva, te invito a visitar los enlaces de abajo:

Una solución razonable, más allá de la corrupción

Dicho lo anterior, ¿cómo se resuelve de fondo este asunto de los créditos fiscales? ¿Cómo evitamos la tormenta perfecta para la corrupción?  En Reformemos el IVA a las exportaciones, Lizardo Bolaños hace una propuesta razonable que comparto: Ejemplos abundan para hacer una buena reforma, como lo muestra la experiencia internacional que va de Uruguay a la Unión Europea. Ya sea usando «IVA cero» o una «cuenta corriente tributaria», es posible quitarles al Gobierno, a la burocracia y a los políticos involucrados el poder de extorsionar a las empresas pequeñas y grandes del país. Y, claro, quitarles a los empresarios la tentación de resolver el problema pagando mordidas.

Y, ¿qué hacemos con los empresarios culpables de cohecho, por ejemplo?

Las penas para el cohecho activo (el que soborna) son de entre uno y cinco años de prisión con multa de cien a tres mil quetzales.  Si yo fuera juez -basado en que los impuestos son una forma de robo y que la retención de los créditos fiscales son ilegítimas e ilegales y que se prestan a extorsión- le daría al culpable de sobornar la pena de un año conmutable y el máximo de la pena monetaria.  Eso con el propósito de no dejar impune el delito.  En la sentencia explicaría bien por qué.  Y si se pudiera, recomendaría, de la forma en que sea oportuno, que los funcionarios y autoridades responsables de crear la tormenta perfecta para la corrupción fueran perseguidos, procesados y castigados con toda la severidad de la ley.  Eso con el propósito de no dejar impune el delito y de explicar bien que, desde el poder, no se vale expoliar, ni extorsionar a los mandantes, ni a nadie.

Gracias a mi cuate, Danilo, animarme a pensar más sobre este tema.

¿Y ahora, qué piensas?

La ilustración la tomé de Facebook.


12
Ene 18

Matrimonio y la CIDH

Los liberales estamos a la zaga en la batalla por la igualdad de todos ante la ley porque, intimidados por los conservadores, les dejamos a los socialistas temas como la naturaleza del matrimonio.  Por eso también estamos a la zaga en la batalla por el respeto irrestricto a los proyectos de vida de otras personas.

Escuche el podcast aquí.

En aquello pensé cuando leí que la CIDH opinó que el Estado debe reconocer y garantizar todos los derechos que se derivan de un vínculo familiar entre personas del mismo sexo.  Antes de seguir debo recordar que desde hace añales sostengo que nada tiene que hacer el estado, metiéndose en asuntos propios de los proyectos de vida de las personas, como el matrimonio.  Empero, como el estado ya regula el contrato por medio del cual las personas deciden compartir sus vidas, el reconocimiento del matrimonio igualitario sería un acto de justicia y una afirmación del principio de igualdad ante la ley.

Dicho aquello, lo que hizo la CIDH no abona en favor de los valores liberales, ni en beneficio de las personas del mismo sexo que quisieran compartir sus vidas y formar familias (en virimonio, o en femimonio).  ¿Por qué?

Porque los socialistas -que no conocen, o no entienden los procesos hayekianos de evolución social, ni de formación de opinión pública y demanda de políticas públicas -magistralmente descrito en Madmen, Intellectuals, and Academic Scribblers, por Leighton y López- están convencidos de que pueden cambiar una sociedad a fuerza de legislación y de resoluciones de cortes internacionales, aunque aquella y estas se impongan sobre los valores prevalecientes en esa sociedad.

Por muy buena idea que sea el matrimonio igualitario, lo cierto es que desde un punto de vista hayekiano, en nuestra sociedad aún no prevalecen la valoración de la igualdad de todos ante la ley, ni la del respeto por los proyectos de vida de otros.  Así, la arrogancia socialista –aplaudida por ONG y refrendada por la CIDH- va a servir más a la generación de una reacción conservadora agresiva, que a la libertad de las personas del mismo sexo que quieren casarse y a la causa liberal.  En detrimento de la dignidad humana.

Columna publicada en elPeriódico; e ilustración tomada de Facebook.


08
Dic 17

El tránsito y las fiestas de fin de año

En esta temporada el tráfico se pone peor que siempre y por eso me gusta compartir estas ideas; ¿qué tal si contribuimos a hacer la experiencia menos desagradable? ¿Qué tal si bajas el vidrio polarizado, das la cara y pides –por favor– que te den vía…y das las gracias cuando te la dan?

Escucha el podcast aquí,

Si bebes, no manejes y si manejas no bebas. ¡Es criminal conducir con tragos de más, o bajo la influencia de drogas! Mi padre murió por conducir con tragos de más y ya no pudo conocer a sus nietos, ni celebrar los éxitos de ellos y de sus hijos. No conduzcas bolo, ni drogado.

Mucha gente va entre el tránsito como si compitiera en Los juegos del hambre, pero no tiene que ser así. Si uno ya sabe que el tráfico va a ser denso, no está de más salir 20 minutos antes de lo acostumbrado. Si uno sale con tiempo extra, habrá menos tensión a la hora de enfrentar un posible embotellamiento y, si hay menos tensión, habrá menos incentivos para ponerse agresivo.

Seamos generosos. Si vamos sobre una avenida con la vía y hay personas en las bocacalles que quieren entrar a la avenida con sus vehículos, ¿por qué no dejar pasar a una, o dos dependiendo de las circunstancias? Si hacemos eso ayudamos a otros, hacemos un pequeño acto de bondad y educamos. Una forma común de abuso en el tránsito es la que cometen los que se van contra la vía.  Ellos alteran el flujo y crean imprevistos peligrosos.

El tráfico demanda nuestra atención. Si se nos va el pájaro causamos atrasos y entorpecemos el flujo de vehículos. Si alguien nos da el paso, aprovechemos la oportunidad y digamos Gracias. No nos quedemos parados en los cruceros de calles. Por favor, usemos los carriles que nos corresponden. Si vamos vivos podemos planificar con tiempo.

¡No texteemos! Textear y hablar por el teléfono son actividades distractoras y peligrosas. La mara que maneja y textea, o habla por móvil arriesga su vida y las de los demás, y causa atrasos innecesarios.

¡Felices fiestas! Seamos prudentes y recordemos lo que nos decían nuestros padres: Digamos por favor, y demos las gracias.

Columna publicada en elPeriódico.