10
Nov 25

Etanol y Premio Stillman

¡Gané un Premio Charles L. Stillman con una columna titulada Etanol: ¿quién paga el daño?! Esto es muy oportuno porque están prevaleciendo el mercantilismo y el estatismo y el Ministerio de Energía y Minas recién confirmó la obligatoriedad de incorporar alcohol carburante en la gasolina. Que no te engañen con que es para diversificar la matriz energética; porque el verdadero objetivo es que haya bisne para los productores de etanol. El texto de la columna ganadora es el siguiente, publicada en República. el 28 de marzo de 2025:

Diploma del Premio Charles L. Stillman que otorga la Universidad Francisco Marroquín.

Un fantasma recorre Guatemala: la Corte de Constitucionalidad resolvió que, a partir de 2026, los guatemaltecos consumidores de gasolina tendrán que usar ese carburante mezclado con etanol. Que no te engañen con que es para proteger el ambiente, porque en realidad es para que los productores de ese alcohol puedan recuperar sus inversiones y tener ganancias con ese bisne.

Cuanto antes, revisa las especificaciones de tu auto, o tu moto, o pregúntale a tu mecánico de confianza, porque tu vehículo podría no resistir aquel abuso. Mis amigos que saben de estas cosas me explicaron que, si tu vehículo no está certificado como flex-fuel o no tiene adaptaciones específicas (como inyectores y sensores compatibles), el uso prolongado de mezclas con etanol podría ser muy perjudicial.

En todo caso:

El etanol es higroscópico, lo que significa que absorbe agua del ambiente. Esta humedad puede provocar corrosión en partes metálicas del sistema de combustible, como el tanque, las líneas de combustible o los inyectores. En motores más antiguos, o no diseñados para etanol, esta corrosión puede ser más severa debido a la falta de materiales resistentes. La imposición del etanol va a castigar con más severidad a las personas más vulnerables, que no pueden tener autos modernos.

El etanol puede degradar materiales como el caucho, o ciertos plásticos usados en juntas, empaques y mangueras del sistema de combustible. Si tu vehículo no está preparado para combustibles con etanol, estos componentes pueden resecarse, agrietarse, o fallar, causando fugas, o problemas de presión en el sistema. Se te va a encarecer el costo del mantenimiento de tu auto, o tu moto.

Debido a aquella capacidad para absorber agua, el etanol mezclado con gasolina puede sufrir “separación de fases” si se acumula demasiada humedad. Esto crea una capa de agua-etanol que se separa de la gasolina, lo que puede llegar al motor y causar fallos en la combustión, obstrucciones en los filtros de combustible o daños en los inyectores. Empieza a ahorrar para pagar el taller.

El etanol tiene menos densidad energética que la gasolina pura, lo que puede alterar la mezcla aire-combustible en motores no calibrados para su uso. Esto puede resultar en una combustión más pobre, aumento de la temperatura en la cámara de combustión y mayor desgaste de piezas como pistones, válvulas y bujías, especialmente en motores de alto rendimiento, o más antiguos. Pero tranquilo, ¡vas a contribuir a mejorar el nivel de vida de los productores de aquel alcohol!

Cualquier ventaja que pudiera tener aquella mezcla forzada depende de que tu automóvil esté fabricado o adaptado para usar etanol con materiales resistentes a la corrosión y una calibración adecuada del motor, por ejemplo. Si no es el caso, los riesgos de corrosión, deterioro de componentes y otros podrían superar los beneficios. ¿Sabes si tu vehículo está certificado para mezclas como E10 (10% etanol) o E85 (85% etanol)? Eso ayudaría a precisar si realmente aprovecharías estas ventajas, o si te van a causar daños costosos. Mientras los productores de etanol celebran sus ganancias, tú podrías estar pagando el precio con el sudor de tu bolsillo.

He ganado otros premios Stillman:

Este es un concurso al que están invitados todos los profesores universitarios de habla hispana y me siento muy honrado y agradecido porque ese artículo haya sido elegido. Este es el séptimo Premio Stillman  que recibo y estoy feliz como una perdiz.


27
May 25

Exportadores ganan, tú pierdes

El Banco de Guatemala ha estado compra y compra dólares para mantener el precio de esa divisa artificial y políticamente elevado. ¿Por qué? Para favorecer a los exportadores. Para que los exportadores reciban más quetzales a cambio de sus dólares.

Que no te den atol con el dedo con eso de que hay un exceso de dólares, porque, desde una perspectiva económica, hay los dólares que tiene que haber. El punto de vista político es otro, porque, en un sistema de estado benefactor mercantilista, es desde la política que se decide cuándo hay muchos y cuándo hay pocos para favorecer a tirios o a troyanos.

El caso es que muchos productos de exportación chapines son buen bisne porque el gobierno, por medio del banco central, les garantiza ganancias… a costa de los importadores y a costa tuya, si pagas el alquiler de tu casa en dólares. Muchos industriales guatemaltecos no exportan, pero sí importan materias primas que pagan en dólares. Ellos también son víctimas del mercantilismo a favor de los exportadores.

Muchos exportadores cargan con salarios mínimos que son cadenas con bolas para la productividad de sus negocios. El tipo de cambio artificial y políticamente elevado para beneficiarlos compensa aquella carga que es artificial y políticamente impuesta.

En fin… el mercantilismo en todo su esplendor. ¡No te dejes engañar! El mercado debe ser libre, no un juego político que beneficia a unos a costa de otros.


16
May 25

Mercado, o mercantilismo

 

Porque mercado y mercantilismo tienen etimologías relacionadas con comprar, vender y comerciar, no es extraño que algunas personas confundan un concepto con el otro. Algunos creen que el mercantilismo es el sistema propio del mercado porque ambos involucran empresarios; pero esto es un error. No es lo mismo un empresario que un empresaurio.

Mediante el mercantilismo los empresaurios hacen prosperar sus negocios por medio de legislación a su favor, o en perjuicio de otros. La ilustración es de ChatGpt.

El mercado es lo que ocurre cuando se respetan la vida, la libertad, la propiedad y el cumplimiento de los contratos, sin más intervención del gobierno (políticos y burócratas) que para garantizar seguridad e impartir justicia. El mercantilismo es un sistema que promueve la intervención del gobierno (políticos y burócratas) para fomentar el comercio exterior y proteger actividades productivas por medio de aranceles, subsidios, barreras no arancelarias y privilegios.

El mercado y el liberalismo clásico tienen en común el hecho de que su existencia depende de que el poder del gobierno y de la sociedad sea limitadísimo; en tanto que el mercantilismo tiene en común con el estatismo el hecho de que su existencia depende de poderes amplísimos para el gobierno y la sociedad.

¿Es posible la existencia de políticas de mercado en un sistema mercantilista? Sí, pero asfixiadas y en deterioro permanente. Por lo tanto, si queremos mercado y políticas de mercado, debemos actuar contra el mercantilismo. Es decir, si desde la opinión pública nos oponemos a aranceles, subsidios, barreras no arancelarias y privilegios. ¿Por qué tiene que ser desde la opinión pública? Porque el análisis económico de las decisiones públicas nos enseña que los políticos legislan y promueven políticas (policies) que agradan a sus electores con tal de conseguir y conservar el poder. ¿Me sigues el paso aquí? Si la opinión pública clama por privilegios, o no se opone a ellos con entusiasmo, habrá privilegios y, por lo tanto, habrá mercantilismo. De ahí que, si queremos mercado, es absurdo que convirtamos el Congreso o el Ejecutivo en antros para comprar y vender privilegios.

¿Por qué te cuento esto? Porque escribí un artículo en el que recomiendo que, para resolver el problema de las aguas, en vez de pedir la estatización, deberíamos confiar en soluciones de mercado. ¿Y sabes qué pasó? En TikTok, un lector me escribió: Políticas de mercado en un país mercantilista. Se cuenta solo el chiste. TikTok, por supuesto, no es el mejor lugar para explicar asuntos complejos como este; pero le contesté: Políticas de mercado… contra el mercantilismo y otras políticas estatistas. ¿Ves? Lo que traté de hacer es llamar su atención sobre el hecho de que mercado y mercantilismo son opuestos, excluyentes. Sobre el hecho de que el mercantilismo es una forma de estatismo. Por suerte, el lector siguió la conversación y preguntó: ¿Qué políticas de mercado pueden ocurrir en favor de la mayoría dentro del mercantilismo que vivimos hoy en Guatemala a favor de los que heredaron el territorio? Y los actores políticos que defienden ese orden. A lo que contesté: Las que apoye la opinión pública. Cero privilegios, por ejemplo. Esto es porque las políticas antimercantilistas no ocurren; hay que demandarlas y hacerlas realidad activamente. Cada vez que le pedimos algo a los políticos y burócratas, multiplicamos el mercantilismo.

En mi blog Carpe Diem y en mis columnas hay bastantes artículos contra el mercantilismo y a favor del mercado; pero debería haber más, y más, en otros espacios de opinión pública. No para beneficiar mayorías ni minorías, sino para no dañar la vida, la propiedad y la libertad de nadie, y para que no haya privilegios para nadie.

Si queremos un futuro donde prevalezcan la libertad y la justicia, debemos rechazar el mercantilismo con la misma fuerza con que defendemos el mercado. ¡Es hora de actuar desde la opinión pública y exigir  cero privilegios!

Columna publicada en República.


28
Mar 25

Etanol: ¿quién paga el daño?

 

Un fantasma recorre Guatemala: la Corte de Constitucionalidad resolvió que, a partir de 2026, los guatemaltecos consumidores de gasolina tendrán que usar ese carburante mezclado con etanol. Que no te engañen con que es para proteger el ambiente, porque en realidad es para que los productores de ese alcohol puedan recuperar sus inversiones y tener ganancias con ese bisne.

Para el motor de tu automóvil, los riesgos de corrosión, deterioro de componentes y otros podrían superar los beneficios. La ilustración la hizo Grok.

Cuanto antes, revisa las especificaciones de tu auto, o tu moto, o pregúntale a tu mecánico de confianza, porque tu vehículo podría no resistir aquel abuso. Mis amigos que saben de estas cosas me explicaron que, si tu vehículo no está certificado como flex-fuel o no tiene adaptaciones específicas (como inyectores y sensores compatibles), el uso prolongado de mezclas con etanol podría ser muy perjudicial.

En todo caso:

El etanol es higroscópico, lo que significa que absorbe agua del ambiente. Esta humedad puede provocar corrosión en partes metálicas del sistema de combustible, como el tanque, las líneas de combustible o los inyectores. En motores más antiguos, o no diseñados para etanol, esta corrosión puede ser más severa debido a la falta de materiales resistentes. La imposición del etanol va a castigar con más severidad a las personas más vulnerables, que no pueden tener autos modernos.

El etanol puede degradar materiales como el caucho, o ciertos plásticos usados en juntas, empaques y mangueras del sistema de combustible. Si tu vehículo no está preparado para combustibles con etanol, estos componentes pueden resecarse, agrietarse, o fallar, causando fugas, o problemas de presión en el sistema. Se te va a encarecer el costo del mantenimiento de tu auto, o tu moto.

Debido a aquella capacidad para absorber agua, el etanol mezclado con gasolina puede sufrir “separación de fases” si se acumula demasiada humedad. Esto crea una capa de agua-etanol que se separa de la gasolina, lo que puede llegar al motor y causar fallos en la combustión, obstrucciones en los filtros de combustible o daños en los inyectores. Empieza a ahorrar para pagar el taller.

El etanol tiene menos densidad energética que la gasolina pura, lo que puede alterar la mezcla aire-combustible en motores no calibrados para su uso. Esto puede resultar en una combustión más pobre, aumento de la temperatura en la cámara de combustión y mayor desgaste de piezas como pistones, válvulas y bujías, especialmente en motores de alto rendimiento, o más antiguos. Pero tranquilo, ¡vas a contribuir a mejorar el nivel de vida de los productores de aquel alcohol!

Cualquier ventaja que pudiera tener aquella mezcla forzada depende de que tu automóvil esté fabricado o adaptado para usar etanol con materiales resistentes a la corrosión y una calibración adecuada del motor, por ejemplo. Si no es el caso, los riesgos de corrosión, deterioro de componentes y otros podrían superar los beneficios. ¿Sabes si tu vehículo está certificado para mezclas como E10 (10% etanol) o E85 (85% etanol)? Eso ayudaría a precisar si realmente aprovecharías estas ventajas, o si te van a causar daños costosos. Mientras los productores de etanol celebran sus ganancias, tú podrías estar pagando el precio con el sudor de tu bolsillo.

Columna publicada en República.

Otra entrada al respecto: Aplazada la imposición del etanol.


13
Jul 24

Aplazada la imposición del etanol

 

La aplicación forzada del etanol a las gasolinas fue aplazada por un año según disposición atinada del Minsiterio de Energía y Minas. 

El nuevo plazo abre la oportunidad de ponerle un Alto definitivo a aquella medida mercantilista que puede hacer que el caldo sea más caro que la gallina.

El alcohol etílico anhidro desnaturalizado, para ser mezclado con las gasolinas, es producido a partir de la caña de azúcar. La excusa para su consumo forzado es que aquel alcohol genera menos emisiones causantes del efecto invernadero; pero la verdad es que los azucareros (comprometidos con la Agenda 2030) tienen la capacidad industrial para producir etanol y…pues…hay que venderlo.  Los productores de alcohol y los de combustibles renovables aplauden que haya como vender el producto; pero la pregunta obligada es: ¿Si la mezcla es tan buena, por qué tiene que ser forzado su uso?  Que no te engañen con que va a ser un mercado, porque una característica del mercado es que en él, el intercambio es voluntario; y no hay voluntariedad si los consumidores no vamos a poder elegir entre echarle alcohol a los motores, o no.

La legislación para forzar el uso del etanol se ha negociado entre importadores y exportadores de combustibles, importadores de vehículos y productores de etanol. ¡Puros empresaurios, negociando cómo hacer para forzarte a usar el etanol! Puro mercantilismo y puro patrimonialismo, sin que tu -el usuario- estés representado en la mesa de reparto de privilegios. Todo con criterios técnicos, ecológicos, científicos y económicos, claro, ¿cómo iba a ser de otra forma?

Pero tu sabes lo que pasa: quellos grupos de interés deciden por ti, y no te queda otra que usar el producto, o te atienes a la pena que te tienen recetada, independientemente de si juzgas razonable usarlo en tu vehículo, o no.

Los promotores del etanol le ven algunas ventajas:

Como es oxigenante de las gasolinas eleva el octanage lo que supuestamente ayuda a descontaminar y da más poder a los motores. Remplaza aditivos nocivos como el plomo y el methyl tert-butyl ether. Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus, mejora el precio de esa materia prima y la calidad de vida quienes están vinculados a la agroindustria industria cañera/azucarera.

Peeeero tiene desventajas:

El etanol se consume de un 25% a un 30% más rápidamente que la gasolina. Producido, como en Guatemala,  a partir de caña de azúcar, incrementa la quema de la caña antes de la cosecha, lo que libera grandes cantidades de metano y óxido nitroso. Esto se solucionaría mecanizando el proceso de cosecha, pero aquí ya hubo quemas de maquinaria cuando se intentó hacer aquello. La combustión ocurre a destiempo. Como el etanol contiene agua, favorece la corrosión del sistema de inyección. Esto quiere decir que será común tener que realizar cambios de mangueras, o válvulas, pues ya no funcionan correctamente debido a este proceso de corrosión; lo que quizás ahorres por lo barato del etanol (y está por verse si bajará el precio de los combustibles), tal vez tengas que gastarlo en repuestos y mano de obra. El uso de etanol eleva la temperatura de los gases que son expulsados por el escape, de tal forma que se puede dañar el sistema completo, o el catalizador, debido al incremento en la temperatura de los mismos generando un desgaste prematuro. Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus encarece aquella materia prima y sus derivados, como el azúcar, en perjuicio de la calidad de vida de quienes la consumen.

En fin, es de celebrar que el Ejecutivo haya tomado la decisión de no imponer el etanol…al menos por el momento.


24
Jun 24

Trampas burocráticas

 

Guatemala está en el corazón del mundo maya tiene una variedad de sitios arqueológicos impresionante.  En Guate hay una riqueza cultural que es imposible de dimensionar y de conocer en su totalidad.  Con todo y las carreteras hechas lata, en poco tiempo puedes moverte de un ecosistema a otro completamente diferente.  Guate tiene volcanes activos espectaculares, tiene cavernas, tiene ríos desafiantes.  Guate tiene una Semana Santa deslumbrante. Yo, que atiendo visitantes de todo el mundo, se que es difícil no emamorarse de Guatemala y de su gente. Yo, que nací y crecií aquí, se que Guate es un alucine. 

…y, sin embargo, su desempeño turístico es mediocre; y la mediocridad empieza desde que los visitantes entran al Aeropuerto Internacional La Aurora.  Un edificio precioso que retrata bien una administración incompetente tras otra.  

Me gusta usar esta foto porque, aunque la tomé hace ratos, evoca muy bien el AILA.

La Administración Arévalo tiene la oportunidad de resolver esto pero después de causar un alboroto (como cuando un chompipe corre descabezado por el patio), recién anunció que la solución no llegará antes de 5 años (o sea, para cuando esa administracion ya haya salido por la puerta de atrás, como sus antecesoras); y anunció que para ello pedirá un préstamo y que implicará la creación de una empresa mixta con mayoría estatal. A modo de extorsión, el presidente Arévalo condicionó echar a andar el proyecto sí le es aprobada la ampliación presupuestaria que está demandando.

En resumen: no hay prisa y se opta por una solución mercantilista.  El mercantilismo es más viejo que la maña de pedir fiado y es una forma de estatismo. Involucra un elevado nivel de intervención estatal en la economía (una intervención política, claro), de la mano de miembros del sector privado.  Una empresa mixta -que no te engañen- no genera sinergia con lo mejor de ambos sectores (suponiendo que el sector coercitivo de la economía puede aportar algo positivo); sino que genera una dinámica con lo peor de ambos sectores.  Esto es por los incentivos perversos que produce la asociación con el poder político arbitrario. 

La nueva política se parece taaaaaaanto a la vieja política. La primavera huele a moho y a humedad.

No tiene que ver, pero sí tiene que ver; ¿leíste que el inventario de placas para motos está por agotarse? La Administración cobra impuestos por las placas; pero es incapaz de mantener el inventario y es incapaz de comprar máquinas para hacerelas. ¿Qué tan difícil puede ser comprar esa maquinaria y montar una operación de fabricación de placas? ¿Por qué es tan difícil -y esta debería ser una mejor solución- que alguien más las haga? Como. no habrá placas metálicas pues la Administracíon las repartirá de cartón. Cosas así son de opereta, ¿sí, o no?

Lo de las placas tiene que ver con lo del aeropuerto porque, desde la política, las soluciones pasan por criterios de adquisición y conservación del poder y por los incentivos perversos que acompañan al ejercicio del poder, sobre todo cuando ese ejercicio es arbitrario. El espíru burocrático, y todos sus males, contamina todo lo que toca, incluidos el más insignificante acto administrativo en una oficina oscura y una empresa mixta para hacer cualquier cosa, menos privatizar el GUA, que sería una solución profunda y de largo plazo…aunque indignara al fandom semillero.


01
Sep 23

Etanol entre “empresaurios” y eco-excusas

Cuando los socialistas dicen que los empresarios guatemalteco son mercantilistas, patrimonialistas y bla, bla, bla, en lo que piensan es en aquellos empresarios que usan su influencia para conseguir legislación que los beneficie y tratan los asuntos de estado como asuntos propios.

No todos los empresarios son mercantilistas y patrimonialistas.  De hecho, la mayoría que conozco son héroes que salen adelante a pesar de las regulaciones asfixiantes, a pesar de las cadenas con bola tributarias, a pesar de la ausencia de una administración de justicia confiable, a pesar de las invasiones, de los bloqueos y de otros actos de violencia.

Los empresaurios, así los llama mi cuate Rómulo López Sabando, son los responsables de que la narrativa socialista encuentre eco entre los consumidores, los electores y los tributarios. 

¿Quieres un ejemplo? Me muero por darte uno por reciente y evidente.

Etanol. Ilustración por Jü, dominio público, via Wikimedia Commons.

A partir del 2024 , de acuerdo con la legislación de alcohol carburante, el Ministerio de Energía ordenará el porcentaje de alcohol carburante o etanol que habrá de mezclarse con la gasolina; y a partir del 2025 tendrás que usar esa mezcla, sí, o sí.

El alcohol etílico anhidro desnaturalizado, para este propósito, es producido a partir de la caña de azúcar y ¡Apareció el peine!   La excusa es que aquel alcohol genera menos emisiones causantes del efecto invernadero; pero la verdad es que los azucareros tienen la capacidad industrial para producir etanol y…pues…hay que venderlo.  Los productores de alcohol y los de combustibles renovables aplauden que haya como vender el producto; pero la pregunta obligada es: ¿Si la mezcla es tan buena, por qué tiene que ser forzado su uso?  Que no te engañen con que va a ser un mercado, porque una característica del mercado es que en él, el intercambio es voluntario; y no hay voluntariedad si los consumidores no vamos a poder elegir entre echarle alcohol a los motores, o no.

La legislación para forzar el uso del etanol se negocia entre importadores y exportadores de combustibles, importadores de vehículos y productores de etanol. ¡Puros empresaurios, negociando cómo hacer para forzarte a usar el etanol! Puro mercantilismo y puro patrimonialismo, sin que tu -el usuario- estés representado en la mesa de reparto de privilegios. Todo con “criterios técnicos, ecológicos, científicos y económicos”, claro, ¿cómo iba a ser de otra forma?

Al final del día, aquellos grupos de interés deciden por ti, y no te queda otra que usar el producto, so pena de algún tipo de castigo.  Independientemente de si juzgas razonable usarlo en tu vehículo, o no.

Los promotores del etanol le ven algunas ventajas:

Como es oxigenante de las gasolinas eleva el octanage lo que supuestamente ayuda a descontaminar y da más poder a los motores. Remplaza aditivos nocivos como el plomo y el methyl tert-butyl ether. Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus, mejora el precio de esa materia prima y la calidad de vida quienes están vinculados a la agroindustria industria cañera/azucarera.

Peeeero tiene desventajas:

El etanol se consume de un 25% a un 30% más rápidamente que la gasolina. Producido, como en Guatemala,  a partir de caña de azúcar, incrementa la quema de la caña antes de la cosecha, lo que libera grandes cantidades de metano y óxido nitroso. Esto se solucionaría mecanizando el proceso de cosecha, pero aquí ya hubo quemas de maquinaria cuando se intentó hacer aquello. La combustión ocurre a destiempo. Como el etanol contiene agua, favorece la corrosión del sistema de inyección. Esto quiere decir que será común tener que realizar cambios de mangueras, o válvulas, pues ya no funcionan correctamente debido a este proceso de corrosión; lo que quizás ahorres por lo barato del etanol (y está por verse si bajará el precio de los combustibles), tal vez tengas que gastarlo en repuestos y mano de obra. El uso de etanol eleva la temperatura de los gases que son expulsados por el escape, de tal forma que se puede dañar el sistema completo, o el catalizador, debido al incremento en la temperatura de los mismos generando un desgaste prematuro. Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus encarece aquella materia prima y sus derivados, como el azúcar, en perjuicio de la calidad de vida de quienes la consumen.

Columna publicada en República.


24
Oct 20

Si el etanol es tan bueno, ¿por qué tienen que forzar su uso?

Leo que los pipoldermos planean hacer obligatorio el uso del etanol y las palabras que vienen a mi mente son mercantilismo y patrimonialismo.

Si los pipoldermos y los empresaurios consiguen la legislación, tendrás que usar etanol obligadamente.

El mercantilismo es un sistema destructor del mercado y de riqueza promovido, respaldado y manejado por los beneficiarios del sistema, normalmente gremios, empresaurios, hombres de negocios y otros. Políticamente, el mercantilismo se materializa en gobiernos manejados por grupos de interés y de presión que descansan, democráticamente, en marañas de legislaciones casuística, específicas y concretas que les otorgan privilegios a grupos exclusivos, colegiados, de negocios y gremiales plasmados en decretos legislativos, acuerdos gubernativos, y hasta circulares que caracterizan el sistema mercantilista. ¿Que tipo de privilegios? El privilegio de que la gente tenga que comprar tu producto porque está forzada a comprarlo, mediante legislación.

El patrimonialismo es una forma de gobernabilidad en la que se mezclan los sectores público y privado (en el más amplio sentido del concepto); y en la que quienes tienen influencia abundante, o ejercen el poder no distinguen entre el patrimonio personal y el público y tratan los asuntos del estado, como asuntos propios.  ¿Cómo así? Pues como cuando tienes una idea de negocio, haces unas inversiones y tienes un producto tan bueno….que tienes que usar la majestad de la ley para obligar a la gente a que te lo compre.

Los promotores del etanol le ven algunas ventajas:

  • Como es oxigenante de las gasolinas eleva el octanaje lo que supuestamente ayuda a descontaminar y da más poder a los motores.
  • Remplaza aditivos nocivos como el plomo y el Methyl tert-butyl ether.
  • Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus, mejora el precio de esa materia prima y la calidad de vida quienes están vinculados a la industria cañera/etanol.

Pero tiene desventajas:

  • El etanol se consume de un 25% a un 30% más rápidamente que la gasolina.
  • Producido, como en Guatemala,  a partir de caña de azúcar, incrementa la quema de la caña antes de la cosecha, lo que libera grandes cantidades de metano y óxido nitroso. Esto se solucionaría mecanizando el proceso de cosecha, pero aquí ya hubo quemas de maquinaria cuando se intentó hacer aquello.
  • Ocurre la combustión a destiempo.
  • Como contiene agua, favorece la corrosión del sistema de inyección. Esto quiere decir que será común tener que realizar cambios de mangueras, o válvulas, pues ya no funcionan correctamente debido a este proceso de corrosión. Lo que quizás ahorres por lo barato del etanol, tal vez tengas que gastarlo en repuestos y mano de obra.
  • El uso de etanol eleva la temperatura de los gases que son expulsados por el escape, de tal forma que se puede dañar el sistema completo o el catalizador, debido al incremento en la temperatura de los mismos generando un desgaste prematuro.
  • Aumenta la demanda de caña, y caeteris paribus, encarece aquella materia prima y sus derivados, como el azúcar, en perjuicio de la calidad de vida de quienes la consumen.

Alguien que sabe de estas cosas escribió en un chat que sigo: El etanol tiene un uso legítimo en el proceso de fabricación de la gasolina cuando se usa como “mejorador” de octanaje, para llegarle a la especificación. Añadírselo a gasolina que ya está en especificación sólo le reduce el rendimiento térmico al galón comprado, en más o menos 3% si la dosificación es 10% de alcohol. En USA lo hacen para subsidiar a los agricultores de maiz. Y si se usa como extensor de octanaje a partir de la refinería. Añadírselo aquí a gasolina importada a especificación es efectivamente adulterarla. Y yo digo que: Al entendido, por señas.

¿Leíste la noticia que ilustra esta entrada? La legislación para hacer obligatorio el uso del etanol se negocia entre importadores y exportadores de combustibles, importadores de vehículos y productores de etanol. ¡Puros empresaurios, negociando cómo hacer para forzarte a usar el etanol! Puro mercantilismo y puro patrimonialismo, sin que tu -el usuario- estés representado en la mesa de reparto de privilegios. Todo con criterios técnicos, científicos y económicos, claro, ¿cómo iba a ser de otra forma?

El caso es que deciden por ti, y no te queda otra que usar el producto, so pena de algún tipo de castigo.  Independientemente de si juzgas razonable usarlo en tu vehículo, o no.


17
Feb 20

Melía y los socios de las tiranías

Acabo de leer que  el abogado que defiende a varias de las familias que reclaman una compensación por las expropiaciones de sus bienes realizadas por el gobierno de Cuba en los años 60, calcula en más de 150 millones la cantidad que la cadena hotelera Meliá debería pagar a sus clientes. Me parece muy bien que las empresas que hacen negocios con tiranías y se aprovechan de los bienes que expropian las dictaduras deben pagar las consecuencias de sus decisiones y de sus acciones.

Haz clic en la foto para leer la noticia completa.

Yo digo que los mercantilistas que entran en connivencia con tiranías y se aprovechan de los bienes expropiados son mercantilistas carroñeros.

Es posible que esta iniciativa no tenga éxito; pero es un principio.  Los accionistas de ninguna empresa carroñera deberían sentirse moralmente tranquilos si sus dividendos con consecuencia de expropiaciones como las que hubo en Cuba y las que hay en otros países con gobiernos totalitarios y colectivistas. Es un hecho que los negocios, en aquel tipo de países, sólo soon posibles en connivencia con políticos y funcionarios, con miembros del partido gobernante y en un ambiente de corrupción.


07
Feb 20

¡Siempre está Miami!

Cuando, en el cuchubal, hay quien acusa al capitalismo de servir a los intereses particulares de grupos específicos, es a causa de legislación como la iniciativa 4818 que se halla en el Congreso. Esa legislación pretende crear intereses privilegiados para que banqueros, constructores, desarrolladores y otros se beneficien de la construcción de casas, al crear –para ellos– una demanda inexistente y subsidiada con dinero de ahorrantes y tributarios, sin preguntarles a estos, si quieren, o no colaborar con aquella causa.

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En el cuchubal, o en la plática de cantina, algunas personas creen que el capitalismo es lo mismo que el mercantilismo. Gente que leyó a Marta Harnecker (o algún resumen de su obra en El rincón del vago), cree que todo empresario es capitalista y no distingue entre empresarios capitalistas y empresarios mercantilistas (porque leyó que todos son burgueses).

Así con brocha gorda, el mercantilismo es ese conjunto de ideas que sostiene que es legítimo usar el poder para beneficiar la producción local, controlar mercados, subsidiar empresas, generar devaluaciones, crear monopolios y otros privilegios. Es un sistema colectivista que facilita el traslado de recursos que son propiedad de individuos no organizados, hacia grupos de individuos organizados. ¿Ves? Los ahorrantes y tributarios no estamos organizados; pero los beneficiarios de la iniciativa citada, ¡sí que están organizados! El mercantilismo es un sistema con el que los buscadores de rentas parasitarias se sienten muy cómodos porque en el corto plazo les es más beneficioso que esa otra forma de colectivismo llamada socialismo. ¿Y en el largo plazo? ¡Siempre está Miami!

¿Queremos mejorar el acceso a la vivienda? Pues hay que desmonopolizar el seguro social y facilitar que el ahorro a largo plazo sirva para financiar viviendas. Pero también hay que eliminar los obstáculos para la productividad, para la formación de capital y para el ahorro; y hay que eliminar los obstáculos para el desarrollo inmobiliario. En vez, claro, de subsidiar tasas, transferir riqueza y privilegiar a la clientela.

Columna publicada en elPeriódico.