El Banco de Guatemala publicó un anuncio en el que confirma -para que no quede duda alguna- que él es el único que puede emitir billetes. El Banguat tiene el monopolio de emitir dinero; y por mandato legal estás obligado a recibir el dinero que emite el banco central. Pero, afortunadamente, aunque en Guatemala el Banguat tiene el monopolio de imprimir billetes; tu tienes la libertad de elegir si confías en el dinero que imprime el banco central, o usas otras monedas. Incluso puedes usar oro.
Esto es extraordinario, ¡que los chapines tengamos esa libertad! Porque en otras sociedades, incluso en países que se las dan de paladines de la libertad, sus habitantes están condenados a sólo poder usar el dinero que imprime el monopolio estatal de la moneda.
Esta libertad es importante porque en los países en los que las personas sólo pueden usar el dinero impresos por sus políticos y funcionarios, las personas no pueden defenderse, con relativa facilidad de la inflación.
En el lenguaje popular -atizado por el periodismo- se tiene por inflación un alza generalizada en los precios. Sin embargo, un concepto más exacto para el uso del término en análisis teórico es el siguiente: inflación es cualquier aumento en la cantidad de dinero en el sentido amplio, que no es compensado por un aumento correspondiente en la demanda del dinero en el sentido amplio, de modo que sobreviene una caída en el poder adquisitivo del mismo.
Si el banco central es tiene el monopolio de imprimir billetes, ¿quién crees que es responsable de la inflación y de su efecto más notorio: el alza en los precios? Adivinaste: el banco central.
Un aumento considerable en la cantidad de dinero resulta en un descenso de su poder adquisitivo. Ello dificulta y hasta imposibilita el cálculo económico porque provee a los actores económicos con información falsa; y deteriora el valor de la contabilidad, de modo que la asignación de recursos se hace sobre bases falsas y engañosas. La inflación afecta los precios, los salarios y las tasas de interés en diferentes momentos y en diversos grados. La inflación desorganiza el consumo la inversión, el curso de la producción, la estructura de los negocios y la industria. Aunque puede aumentar la riqueza, la abundancia y la renta de algunos -en el corto plazo-, en el mediano plazo disminuye la de otros y no incrementa el número total de bienes y servicios disponibles. Simplemente cambia el poder adquisitivo concediéndolo a los que primero reciban las nuevas inyecciones de dinero.
Por eso es muy importante que las personas puedan elegir la moneda en la que quieren realizar sus contratos. Y es importante que esa elección sea voluntaria y pacífica. Y aunque sería mejor que no hubiera monopolio, es muy bueno que tengamos libertad para elegir moneda.