29
Oct 12

¡Hoy empezamos a hacer el fiambre!

A primera hora, en la mañana, hoy estaba en el mercado comprando los vegetales para el fiambre; y de ahí pasamos a comprar los embutidos.  Las conservas ya estaban desde la semana pasada y sólo tenemos pendientes los jamones.  Excepto la lengua salitrada porque esa la compré con anticipación…no vaya a ser que luego se acabe como ocurrió hace unos años.

Dentro de un rato empezaremos por cocer la gallina, el pollo, la posta de marrano y la cesina, así como las butifarras y las longanizas.  Mañana coceremos las zanahorias, las arvejas, el repollo, la coliflor, los güisquiles y los ejotes.  El encurtido de remolachas – para darle el preciso color rosado al caldillo- ya está listo desde hace tres semanas.

Hoy y mañana son grandes noches en mi casa.  Todos estaremos lavando, picando, cociendo y enfriando.  Habrá vino y habrá que estar alerta para que yo no me coma las butifarras que deberían ir a parar al fiambre.


29
Oct 12

Don Juan Tenorio para quien quiera algo de él

Aquí está don Juan Tenorio para quien quiera algo de él.  Es tradición chapina que -con motivo del Día de los muertos- la primera actriz, María Teresa Martínez, presente Don Juan Tenorio, de José Zorrilla.  Doña María Teresa mantiene bien viva la tradición que comenzó su padre, a principios del año pasado, y que ella continuó con su esposo y su hija para que nosotros la disfrutemos.

Al montaje sencillo -en el teatro de la Universidad Popular- lo acompañan actuaciones estupendas.  No sólo de los actores principales, sino de actores secundarios.  El vestuario está a la altura y la dirección su cometido.   La obra, que es larga y bien conocida, logra atrapar al público y hacerlo reír, o conmoverlo, según el momento y las circunstancias de la historia.

Yo conocía la historia, de cuando era niño y siempre recordaba El convidado de piedra, de El burlador de Sevilla, que  leí en mi Enciclopedia Estudiantil; y de hace varios años que la vi en el Instituto Guatemalteco Americano luego de quién sabe cuántos años de que fuera interrumpida su presentación.  En fin, no te la pierdas. La presentación está muy buena y siempre es una dicha gozar de buen teatro.

Habrá presentaciones hoy, mañana y pasado mañana a las 8:00 p.m.  También las habrá el jueves 1 de noviembre a las 4:00 y 8:00 p.m.; el viernes 2 a las 8:00 y el sábado 3, a las 4:00 y 8:00 p.m.  Hay estacionamientos suficientes.  sobre la 10a. calle.

No es una obra para niños pequeños, eso sí.  Ayer, por ejemplo, una señora cometió la imprudencia de llevar una niña pequeña que no dejaba de hacer ruidos y comentarios interrumpiendo los hermosos diálogos y monólogos de esta obra clásica.  Peor aún, habiendo incomodado al público, y muy posiblemente a los actores, la señora entre irrespetuosa, maleducada e impertinente no abandonó la sala, con su niña, y fue algo muy molesto.  Por cierto que tenía añales de no ir al teatro de la UP.  Posiblemente desde principios de los años 80.

Anyway…ovación de pie para quienes hicieron posible que disfrutemos de las canalladas y del arrepentimiento de don Juan.

La foto es de la escena en la Hostería del Laurel.


29
Oct 12

Chinchivir y refresco de pepita

Ayer probé dos delicias de la refresquería típica guatemalteca que no había probado antes: El chinchivir (ginger beer) y el refresco de pepita.

El primero es una limonada con jengibre; y el segundo es una horchata de semillas de calabaza.  Yo andaba buscando tiste -que es uno de mis refrescos favoritos- y me encontré con aquellas dos novedades que me gustaron mucho.  El tiste es una bebida de maíz, enrojecida con achiote.  Mi papá decía que  era refresco de ladrillo y no le gustaba.  El tiste recuerda al pinolillo nicaragüense y es muy refrescante.

Me dí el gusto de probar estos refrescos en La casa de los súchiles en el barrio de La Merced.  Este es un lugar cn mucha personalidad que sirve refrescos desde hace tres generaciones.  Su decoración es encantadora y se come rico.

Las fotos que ilustran esta entrada decoran el lugar.  Son de tres generaciones de una familia dedicada a la cocina y la refresquería guatemaltecas.


26
Oct 12

“Oxlajuj Bak´tun”

A mediados de los noventa, en La Antigua y durante una procesión –cuando se discutía acerca de la desestatización de los servicios públicos– escuché a una señora decir: Ahora solo falta que privaticen las procesiones.  ¡Mi ciela no sabía que las procesiones son privadas!

De eso me acordé ahora que he estado leyendo acerca del conflicto desatado alrededor de la celebración del Oxlajuj Bak’tun. Por un lado los pipoldermos quieren hacer una fiesta en la Torre del Reformador; y por otro lado hay grupos de la dirigencia maya que quieren conmemorar a su modo.  Hay conflicto porque una expresión cultural propia de un grupo de personas está siendo estatizada y, por lo tanto, politizada.

¿Por qué no hay conflictos durante la Semana Santa, la Navidad, Kwanzaa, ni Rosh Hashná? Porque son fiestas privadas. Como son compartidas por muchas personas resultan ser expresiones culturales y hasta multitudinarias; pero no han sido copadas por el estatismo.  No hay una comisión nacional para las procesiones, ni hay miembros del Ministerio de Cultura ni del Ministerio de Gobernación diseñando los arbolitos de Navidad.

Como ocurre con la Semana Mayor –en la que durante 50 días (incluida la Cuaresma)– casi todo el país se pone en semanasanta mode y todo sale bien, los políticos y funcionarios sobran en este tipo de festejos. Hasta quienes consideramos que las religiones son algo perjudicial disfrutamos de procesiones, tradiciones, comidas, música, aromas y ambiente propios de la Semana Santa.  Yo lo hago en un marco de admiración hacia centenares de años de cultura popular.

¿Tienen un rol los políticos y funcionarios en este tipo de celebraciones? ¡Claro!, el único que les es legítimo en una sociedad de personas libres: garantizar la seguridad.  No hay lugar para los pipoldermos en la conmemoración del Oxlajuj Bak’tun, como no la hay en la uniformación del fiambre.

En mi vida he tenido la dicha de participar en varias fiestas indígenas, y estoy seguro de que si se respetara la voluntad de la dirigencia maya, en el sentido de mantener la contaminación del estatismo al margen de su celebración, esta sería una serie de magníficas expresiónes culturales de las que todos podríamos aprender.

Columna publicada en El Periódico.


30
Sep 12

Ayer vinieron las tortillas

Ayer vinieron las tortillas a casa.  Acá siempre tenemos tortillas congeladas porque son muy útiles en caso de emergencia.  En casa nos gustan de dos, o tres bolitas; o sea que son más grandes que las que se venden normalmente, y también nos gustan apisthtonadas, o sea que son ligeramente más gruesas que las que uno compra por ahí.  Los pisthoes, por cierto, son tortillas gruesas.   Nos gusta que sean de maíz nuevo y esas son las mejores. Su aroma inunda la cocina y son irresistibles.

A mi me gusta comerlas con mantequilla y sal; pero también con frijoles y queso fresco; o con queso derretido.

Me gusta remojarlas en algún recado, o en algún pulique. Me gusta la sopa de tortilla, que en realidad no es sopa. Y me llenan de alegría las chilaquilas de tortilla, fritas en aceite de oliva y bañadas en chirmol.  El chirmol, por cierto, es una salsa que involucra tomates, cebollas y hierbabuena.

Cuando era niño, las tortillas llegaban a la mesa directamente del comal, a la hora del almuerzo; pero ahora las compro cada tanto y tengo que congelarlas. Congeladas no son tan buenas como cuando están así de frescas; pero sacan la tarea.

Ayer fue día de que las tortillas vinieran a casa…y helas aquí, hermosas. En Guatemala, las meras tortillas son hechas a mano, no en máquina; son mas gruesas que las tortillas mexicanas y estas me las hace Blanqui.


28
Sep 12

¡Pastel de Luna para el desayuno!

Ayer desayuné pastel de Luna. Es una costumbre china que, en otoño y en celebración del Festival Zongquiu o Festival de la Luna, sean elaboradas estas delicias. Los pasteles de Luna son densos y pesados comparados con los pasteles occidentales tradicionales; y suelen estar decorados con caracteres que aluden a la felicidad, la longevidad y otros buenos deseos, acompañados por imágenes de flores y conejos entre otros.

A mi me gustaron desde la primera vez que los probé, seguramente allá por finales de los años 90, gracias a mis amigos de Taiwán; y desde entonces siempre estoy pendiente de que salgan a la venta a mediados de septiembre. En Guatemala los venden en el restaurante Lai Lai.  Los hay sin huevo y con huevo.  Los primeros no serán ajenos al gusto occidental y de hecho pueden recordar algunos dulces tradicionales chapines hechos con camote; pero los segundos sí son un gusto adquirido que, a quienes nos fascina la comida oriental, nos parece encantador.

Los rellenos varían; pero usualmente son pastas de flor de loto, de frijoles dulces, o de alguna combinación de nueces y semillas.

 


20
Ago 12

Tempestad y fuegos artificiales desde mi balcón

El sábado la tempestad se lució en el Sur y, como casi todas las noches, hubo fuegos artificiales en el horizonte.  Lo cool fue que coincidieron, ofreciéndonos un espectáculo de luces hermoso a quienes tuvimos la dicha de verlo.

Me encantan las tempestades de lejos; y me fascinan de cerca.  Eso sí…me fascinan y me asustan.  Cuando yo era niño, mi tía abuela, La Mamita, solía hacer cruces con los ramos del Domingo de ramos y según el mito, aquellas eran para protección contra las tempestades.  Cada años hacía nuevas, y quemaba las viejas para luego esparcir sus cenizas en el jardín.


17
Ago 12

Recuerdos de la feria

Mi primer recuerdo de la Feria de Jocotenango es de cuando estaba en primer grado de primaria. Mi padre y mi tío Freddy nos llevaron a mi hermano y a mí; y en el tiro al blanco me gané una botellita de vino que mi mamá usó para sazonar un pollo.

También recuerdo que me dio miedo pasar junto a las carpas en las que eran exhibidas la mujer araña y el niño gusano. Recuerdo que subimos a uno de esos aparatos que dan vueltas y que me bajé totalmente mareado. No volví a sentir nada tan espantoso hasta hace unos 10 años, en Sumpango, cuando tuve la mala idea de subirme a la rueda de Chicago.

A la Feria volví unas tres veces más con los únicos propósitos de ir al tiro al blanco, jugar lotería y comer churros y atol de elote; así como comprar canillitas de leche, colochos de guayaba, encanelados, mazapanes, bolitas de tamarindo, tartaritas de leche y de almendras, bolitas de miel, pepitoria, nuégados, conserva de coco, y otras delicias. Nunca fui muy de garnachas, pero si me las ofrecían, me las comía con gusto. En cambio, los tacos con salsa y queso duro me son irresistibles.

Me fascinaba cómo cantaban lotería; y en casa mi tía abuela La Mamita imitaba muy bien a los de la Feria: ¡El Sol, cachetes de gringo! ¡El negrito, calzón rayado! ¡La muerte quirina, que andando se orina! Ojalá me acordara de más de esas frases, que no he vuelto a oír jamás.

Durante muchos años dejé de ir a la Feria porque se volvió algo sucio y no daba la impresión de ser seguro. Sin embargo, volví el año anterior y regresé el fin de semana pasado, y en ambas ocasiones fue un paseo muy agradable y divertido. No hay que ir sin paraguas, eso sí. Y al niño que hay en ti, sácalo para que se maraville de todo y te guíe en el paseo.

En esta ocasión llevé a una amiga polaca y a otra argentina y ambas disfrutaron muchísimo. Wiktoria se tiró conmigo en el resbaladero gigante; y Florencia se gozó los ronrones, esos juguetes decorados con papeles brillantes y plumas de colores que hacen un ruido ronco al girarlos con un palito. La verdad es que ir con amigos a la Feria es una oportunidad para la alegría y los buenos recuerdos.

Cuando voy, también me acuerdo de lo que mis abuelas contaban de la Feria a principios del siglo XX; y en esos recuerdos nos unimos tres generaciones de chapines.

Esa columna fue publicada en El Periódico.


13
Ago 12

El sábado comenzó la Feria de Jocotenango


El sábado fue el primer día de la Feria de agosto, o de Jocotenango, que es la fiesta de la ciudad de Guatemala.  Este año el highlight fue que me subí al Resbaladero gigante a donde no había ido, posiblemente desde mediados de los años 90.  Otro detalle importante fue que mis amigas Wiktoria, de Polonia; y Florencia, de Argentina andaban en la ciudad y se vinieron a conocer la Feria.

A pesar de la lluvia la pasamos muy bien; en parte porque la lluvia no fue muy fuerte y sólo caía suavement,e a ratos, refrescando el ambiente; y en parte porque debido a la precipitación pluvial, casi no había gente en la Feria y eso le daba un ambiente novedoso.

Por supuesto que a mí se me antojaba de todo: atol de elote, churros, garnachas, conserva de coco, canillitas de leche, tacos, plataninas, y todas esas cosas propias de estas festividades.   Fue muy divertido el resbaladero y mis amigas se gozaron mucho los ronrones.

En el resbaladero vamos bajando La Wiki y yo; gracias a Raúl por el vídeo.

 


28
Jun 12

El gigante necesitaba una acicalada

Este gigante, que necesitó una acicalada, bailaba durante la fiesta de San Juan Sacatepequez el domingo pasado. Tres personas se necesitaron para arreglarle el vestido y el collar.

Los gigantes son participantes tradicionales e infaltables en algunas fiestas populares.  Bailan y animan las fiestas en calles y plazas.  Tienen varios metros de altura y son portados por hombres, mujeres o niños que los hacen girar y balilar al ritmo de música de marimba.  Generalmente van en grupos y la gente los sigue y los aplaude con alegria.

Las armazones son de madera y van cubiertas por vestidos; llevan sombreros, collares y tienen cierto aspecto de dignidad en sus expresiones y movimientos.