04
Ago 17

¡Llegó el foro objetivista!

Como la oportunidad de hacerles carpe diem a dos días fascinantes; y de compartirlos con personas interesadas en ideas y valores similares a los tuyos, el lunes 7 y martes 8 de agosto, de 9:00 a.m. a 8:00 p.m. se celebrará el Foro Objetivista 2017 en la Universidad Francisco Marroquín.

Escucha el podcast aquí.

Si te interesa una ética para vivir en la tierra, una ética no para morir y sufrir, sino para vivir y ser feliz; si te interesa el capitalismo y entiendes el valor del respeto absoluto a los derechos individuales de todos por igual –sin privilegios– no te lo vas a querer perder. Si eres estudiante y tienes carné, puedes participar gratis; y si no, la inscripción es de US$50.  Si no conoces el objetivismo, es una oportunidad para hacerlo.  Tal vez eres algo objetivista y no lo sabes.  Información en el teléfono 2334-6896.

El elenco de conferencistas es multidisciplinario y abordaremos temas propios de la ética, la psicología, el derecho y la economía, entre otros.  Este año tendré el honor de presentar: El dinero, ¿estiércol del diablo?, el martes 8 de 11:25 a.m. a 12:10 p.m.

En el foro estará Andrew Bernstein, conferencista del Ayn Rand Institute y autor de The Capitalist Manifesto: The Historic, Economic, and Philosophic Case for Laissez-Faire. El ofrecerá tres conferencias: Capitalismo Global: La cura para la opresión y pobreza mundial; Villanía: un examen de la naturaleza del mal; y La mente contra el colectivismo en las novelas de Ayn Rand.  Todas en inglés. Otros invitados internacionales son el economista Eduardo Marty y la empresaria María Marty, de Argentina; y el periodista Mauro Zúñiga, de Panamá.

Warren Orbaugh, director del Centro de estudio del capitalismo -que junto con el Ayn Rand Institute es una de las organizaciones que patrocinan el foro-  hablará sobre el objetivismo contrastado con otras filosofías, señalando influencias y diferencias. Aparte de ellos, participarán como conferencistas la empresaria Claudia Antillón, la periodista María Dolores Arias, el psicólogo Ignacio Ardón, la periodista Marta Yolanda Díaz-Durán, el abogado Donald González y el empresario Byron Hernández. ¿Te apuntas?


28
Jul 17

¿Qué clase de reforma electoral?

Una reforma electoral que sea electorera, es decir, una que refuerce el carácter clientelar y de rosca que tienen los partidos políticos, en Guatemala, le causaría un daño profundo y mortal no sólo al sistema electoral, sino al sistema republicano.

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Por eso es bueno que, en el Congreso, la propuesta de elevar el financiamiento coercitivo por parte de los tributarios a los partidos políticos fuera rechazada. Por eso es bueno que el alza en el techo de los gastos de campaña fuera desestimada.

Ya sabes, en Guatemala, los partidos políticos no son esos intermediarios entre mandantes y mandatarios, ni esas plataformas ideológicas y programáticas que describen los libros de texto. Aquí, lo que tenemos son maquinarias electoreras que, alrededor de un candidato y su rosca de amigos y patrocinadores, son vehículos para llegar al poder, o influir en él en beneficio de intereses particulares. Por eso es que los partidos tienen dueños con nombre y todo: Ahí está el partido de Sandra Torres y está el de Alvaro Arzú. Estaban el de Baldizón, el de Ríos Montt, el de Pérez y así podemos seguir.

¿Qué clase de reformas sí son urgentes e importantes? Las que refuercen y fortalezcan el rol de los mandantes. También las que refuercen y fortalezcan el sistema republicano.

¿Por ejemplo? La conformación de distritos electorales pequeños; y la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda inscribirse como candidato, sin necesidad del apoyo de partido político, o comité cívico alguno. Los efectos (entre otros) de esas reformas serian el de acabar con el monopolio de los partidos y el de crear el incentivo para que estos no se alejen de los mandantes, si quieren conseguir sus votos. También haría más baratas y más cortas las campañas. ¿Otro ejemplo? El fortalecimiento del Tribunal Supremo Electoral, en su carácter de supremo e independiente para que sea confiable y digno de respeto.

Sin una reforma política sustancial, las otras reformas pendientes están en manos de los intereses de siempre.

Columna publicada en elPeriódico.


14
Jul 17

¿Subsidios y una guerra ajena?

En el contexto de la guerra perdida contra las drogas, uno de cuyos frentes más violentos está en Ixchiguan y Tajumulco; y el Ministerio de Desarrollo analiza darles un subsidio a quienes siembran amapolas allá, para que dejen de hacerlo.

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La idea es darles Q27 millones, del dinero tomado de los tributarios, a los dueños de tierras en aquellas poblaciones; unos Q1,500 a cada propietario, durante seis meses. Y pasó lo que tenía que pasar: la propuesta no fue bien recibida porque se estima que cada familia recibe cerca de Q64 mil al año por tres cosechas de amapolas en una cuerda.

Las siembras de amapolas que se hallan en aquellas localidades prosperan allí, sin necesidad de mayores cuidados. Hay políticos y burócratas que creen que aquel producto podría ser sustituido por vegetales, si se cambiara la mentalidad de la gente y si la gente recibiera apoyo estatal; pero ¿qué va a igualar la rentabilidad de las amapolas?  El precio de esa materia prima supera a la de cualquier otro cultivo gracias a la demanda de heroína en los Estados Unidos de América, principalmente.

Si para igualar la rentabilidad de la amapola que se da solita, la gente tiene que sembrar y cosechar vegetales tres veces al año, ¿de verdad creen, los burócratas, que la gente va a querer trabajar tanto para recibir la misma cantidad de dinero, o menos?  Las autoridades que piensan que sí, no tienen idea alguna de lo que es rentabilidad.  Y seguramente no han trabajado en el campo, ni han sembrado, ni cosechado algo bajo el sol.

¿Y la idea del subsidio? ¡Malísima! Es criar más dependientes del estado benefactor y del dinero de los tributarios. Es una burla para los más pobres. ¿Sabes qué va a pasar en seis meses? Los pobres van a seguir siendo pobres y antes de que se acabe el subsidio van a bloquear carreteras y va a volver la violencia en demanda de que continúe el privilegio de recibir dinero ajeno. Y va a ser una injusticia para los pobres de otros rincones, que no van a recibir las dádivas políticas. La pobreza se combate con seguridad jurídica, libertad económica e igualdad de todos ante la ley; no con subsidios y una guerra ajena.

Columna publicada en elPeriódico;  la foto es de ese mismo diario.


07
Jul 17

Juan Pirincho y Guatemala

Juan pirincho come poco,/ Juan pirincho está muy flaco. /Tiene cara de macaco/ y a veces parece loco. Los versos son de un cuento que contaba mi abuelo, Jorge, y el relato es de Constancio C. Vigil.

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La historia va con que un pajarito se enferma y los vecinos llegan con toda clase de remedios: que le arranquen las plumas de la cola y las pongan bajo su almohada, que le suelten hormigas en la cama, que lo cuelguen de las patas a la salida del sol y cosas así.

Ayer, Guatemala se me hizo como Juan pirincho. No se termina de hacer nuestra la lucha contra la corrupción y la impunidad porque está siendo impuesta detrás de una agenda ajena.  Se hace cuesta arriba el crecimiento de la economía porque grupos de interés y jueces, más comprometidos con la política que con la justicia, pueden dejar sin fuentes de ingreso a miles de personas y parar inversiones millonarias caprichosamente.  No se termina de entender qué es la justicia porque unos la confunden con venganza, y otros no toman en cuenta que piedad para el culpable es traición para la víctima.  Los remedios que traen los vecinos, cuando no son fabricantes de miseria, son fabricantes de injusticia.

En el cuento, Juan pirincho se cura porque en vez de acudir a disparates, alguien acude a un galeno.

En The Wall Street Journal, hace ocho días, la columnista Mary O´Grady actuó como el médico del cuento y apuntó a que el remedio contra la pobreza no es un sistema complejo y costoso como el que recomiendan los vecinos; sino una revisión de los impuestos, la regulación y los sistemas legales con el fin de aumentar la libertad económica.  ¿Por qué es importante remediar la pobreza? Porque necesidades como salud, educación, vivienda, y otras se satisfacen con recursos económicos y porque la mejor política social es un buen empleo (como dijo no sé quién). ¿Por qué por medio de la libertad? Porque cuando hay libertad hay mercado, y el mercado es lo que ocurre cuando las personas intercambian su propiedad. Y para ello debe haber respeto a los contratos, seguridad jurídica, justicia, y no debe haber privilegios, impunidad, ni corrupción. ¿Tu, qué piensas?

Columna publicada en elPeriódicoy la ilustración la tomé de aquí.


30
Jun 17

En el Día del Ejército

En el Día del Ejército me gusta recordar –y agradecer– que el ejército de Guatemala salvó a mi generación de vivir bajo la dictadura del proletariado, en un sistema colectivista y totalitario como los que estaban de moda en los años 60-80.  Evitó que mi generación creciera en una sociedad moralmente exhausta como la de Cuba, y que mi generación en los 90, o la tuya hoy, tuviera que pelear en las calles para salir de la tiranía, como ocurre en Venezuela.

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¿Qué, exactamente quería la guerrilla que combatía el ejército por mandato constitucional? Lenin explica que la dictadura del proletariado significa el poder ilimitado basado en la fuerza, y no en la ley. Dictadura significa autoridad sin las trabas de la ley, no restringida por normas y basada en la violencia. Si la guerrilla asesinaba, secuestraba, fusilaba y ejecutaba actos de terrorismo durante el enfrentamiento armado… ¡aquello esperaba a miles de guatemaltecos si la revolución triunfaba!

Lenin escribió: Las Cortes no deben prohibir el terror… deben legalizarlo como principio, y explicó que una vez que el proletariado esté en el poder, ninguna consideración, más que el mantenimiento del poder, será importante… la DP abolirá el sistema parlamentario –de forma permanente–, así como la separación entre el Legislativo y el Ejecutivo. La idea era que los gobernantes determinaran por medio de qué leyes iban a mandar y que no estuvieran controlados por nadie. Pero… ¿quiénes iban a ser los gobernantes? Lenin usó la frase dictadura del partido.

Es cierto que durante el enfrentamiento armado hubo actos horribles y corrupción, no en vano la guerra es el caballo rojo.  Es cierto que Guatemala necesitaba (como necesita) cambios; pero, ¿para imponer el ideal de Lenin? Si hubo crímenes, sus hechores deben ser castigados; para que se haga justicia, y no por venganza. Y es más que oportuno reconocer que, podemos discutir –en paz– todo tipo de ideas, porque no triunfó el ideal totalitario y colectivista. En buena parte gracias a la tropa y a los oficiales que dieron sus vidas.

Columna publicada en elPeriódico.


23
Jun 17

Cisma sangriento

Todo cristiano intelectualmente inquieto debería leer Cisma sangriento, por Francisco Pérez de Antón. ¿Por qué? Para explorar si su fe es honesta, o si es consecuencia del miedo. Con esta obra, el autor vuelve a hacer lo que hizo con El gato en la sacristía: Sacude el campanario para ver si allí hay murciélagos.

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En Cisma, el autor y con pluma genial nos lleva por las pavorosas guerras de religión, las masacres, crímenes y hambrunas que –luego de que Lutero clavara sus tesis en Wittemberg- costaron cerca de 13 millones de muertos. Cadáveres que la historia oficial (católica y protestante) hace todo lo posible por no traer a cuento. En parte por sacralizar la carnicería y en parte para no permitir que la verdad arruine una buena historia.

En el Cisma, los teólogos salen mal parados. Dice el autor: Un teólogo es alguien que se enfrenta a otro teólogo por cuestiones sobre las cuales ninguno de los dos está seguro, pero por las que ambos serían capaces de matarse. Cada uno proclama que la salvación del hombre sólo puede ser explicada por medio de una teología: la suya. Y nos recuerda que tanto en el siglo XVI, como en el XXI; tanto en el cristianismo como en el islamismo, la clerecía sólo es tolerante cuando no tiene poder para ser intolerante. De ahí el interés religioso en la política. Zuinglio escribió que el estado ha de ser cristiano; Pío nono dijo que la tesis de que el estado deba ser separado de la iglesia es falsa y un error pernicioso…y Bergoglio ha dicho que la iglesia debe meterse en política.

Pérez de Antón expone detalles clave para entender por qué es que aquellas teologías son enemigas de la libertad intelectual de las personas: Lutero decía que la razón es el mayor enemigo de la fe; Calvino consideraba al humano poco más que estiércol vacuno; y Roma veía en los valores del humanismo una amenaza a su hegemonía.

Se me acaba el espacio y no quiero que se queden en el tintero dos ideas: Creo que Cisma (o su autor, claro) es injusto con los tribunales de fuero especial, de 1982/83 en Guatemala; y creo que es injusto con Juan de Mariana. Dicho aquello, de verdad te recomiendo este librazo.

Columna publicada en elPeriódico.


26
May 17

El socialismo y la cuchara grande, y IV

Los primeros años del siglo XXI nos enseñan que los socialistas llegan al poder democráticamente con el voto de la mayoría, alteran el orden institucional y constitucional democráticamente, alargan sus períodos presidenciales democráticamente y extienden sus regímenes democráticamente. La máxima democrática es que los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales.

¿Cómo consiguen servirse con la cuchara grande? Aprendieron de sus errores y mediante cuatro instrumentos. He comentado la educación estatal, la prensa complaciente y activista, el miedo y hoy comento la neolengua.

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La neolengua (al estilo de 1984, de George Orwell) es palabras, o frases construidas con fines políticos, con el objetivo de dirigir y controlar el pensamiento del hablante, y cimentar el pensamiento único.  Incluye el uso abundante de palabras y frases comadreja (sin contenido) o anti-conceptos.  Las necesidades son presentadas como derechos; la democracia se impone sobre la república; la justicia social sustituye a la justicia; la corrección política sustituye a la libertad de expresión; la verdad alternativa y la verdad interina sustituyen a la verdad; el conflicto sustituye a la cooperación social; el estado de derecho democrático sustituye al estado de derecho; lo que se entiende por justicia se persigue desde el Organismo Legislativo y no desde el Organismo Judicial; la riqueza cultural es aplastada por la apropiación cultural; no se distingue la legislación, de la ley; neoliberalismo es casi cualquier cosa que no sea colectivismo y así podemos seguir.

Milton Friedman explicó que una marea de opinión, una vez que fluye fuertemente, tiende a barrer sobre todos los obstáculos todas las opiniones contrarias y los socialistas lo han entendido bien.  De hecho, los cuatro instrumentos explorados a lo largo de cuatro semanas (que no son los únicos) sirven para crear la marea democrática que les permite perpetuarse en el poder a costa de la república y de los valores que esta representa, además del estado de derecho y los derechos individuales.

Columna publicada en elPeriódico.

Los enlaces a la serie completa están aquí:


19
May 17

El socialismo y la cuchara grande III

El tercer instrumento es el miedo.  Seguimos explorando cómo es que socialistas como Chávez/ Maduro, Correa/ Moreno, Morales y Ortega llegan al poder democráticamente con el voto de la mayoría, alteran el orden institucional y constitucional democráticamente, alargan sus períodos presidenciales democráticamente y extienden sus regímenes democráticamente.  Todo a costa de los derechos individuales, la igualdad de todos ante la ley, y los límites al poder.

Escucha el podcast aquí.

¿Cómo consiguen servirse con la cuchara grande los socialistas? Han aprendido de sus errores; y mediante cuatro instrumentos.  Ya vimos la educación estatal, la prensa complaciente y activista, y hoy veremos el miedo.  Queda otro para la semana próxima.

Aquel es un miedo sutil que va creciendo y se va metiendo; pero que nunca llega a violencia como ocurría en el siglo XX.  Los socialistas de ahora no fusilan; pero te cuelgan la espada de Damocles.  Por ejemplo: en la Venezuela bolivariana de los primeros tiempos de Chávez, dudar de los valores y los anhelos bolivarianos era traición a la patria y era muy mal visto.  Era ser amigo del imperialismo.  Y una vez señalado como enemigo de todo lo bueno (el bolivarianismo), quien osara cuestionarlo quedaba marcado y era aislado cuando no perseguido.  En el Ecuador de Correa, los instrumentos fiscales han sido usados para intimidar a periodistas, empresarios y opositores. La gente prefiere callar.

La nueva Plaza de la Concordia son las redes sociales; donde net centers, ONG y activistas (muchas veces anónimos) atacan ferozmente a cualquiera que obstaculice sus propósitos.  Si cuestionas a la CICIG, eres amigo de la corrupción, según aquellos grupos.  Si quieres reformas constitucionales no contaminadas por intereses ideológicos, eres amigo de la impunidad.  Si te opones a los privilegios y demandas igualdad de todos ante la ley eres amigo del patriarcado.  Y cuando la gente ve los linchamientos en redes sociales, se enraiza en ella el temor a opinar.

¿Te extraña que luego de aquellas condiciones la gente atemorizada no contradiga al pensamiento único? El otro viernes comentaré el cuarto instrumento.

Columna publicada en elPeriódico.  La foto la tomé de aquí.

Los enlaces a los demás artículos de la serie están aquí:


05
May 17

El socialismo y la cuchara grande, I

Si algo nos han enseñado los primeros años del siglo XXI es que los socialistas como Chávez/ Maduro, Correa/ Moreno, Morales y Ortega llegan al poder democráticamente con el voto de la mayoría, alteran el orden institucional y constitucional democráticamente, alargan sus períodos presidenciales democráticamente y extienden sus regímenes democráticamente.  Con el voto de la mayoría a costa de los derechos individuales, la igualdad de todos ante la ley, y los límites al poder.  La máxima democrática es que los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales.

¿Cómo consiguen servirse con la cuchara grande los socialistas? Han aprendido de sus errores; y mediante cuatro instrumentos:

Escucha el podcast aquí.

El primero es el control de la educación.  La educación estatal es la fábrica de súbditos obedientes y clientes del socialismo.  Ahí se aprende a no cuestionar las decisiones de la mayoría y de quienes dicen representarla.  Ahí se aprende que la expoliación es moralmente aceptable cuando la decretan los que dicen representar a la mayoría.  Ahí se aprenden el colectivismo, el misticismo y la irracionalidad. La educación es el molde de donde sale el pensamiento único.

Por medio de la educación controlada por políticos y burócratas –en escuelas públicas, o en colegios privados– las víctimas aprenden una sola visión de la historia; aprenden que la ciencia es sólo una teoría; aprenden a desconfiar de la lógica; a desdeñar la filosofía porque sólo es un relato; y a no cuestionar y las ideas prevalecientes para no ser calificadas de diferentes.  Aprenden que el arte es cualquier cosa ininteligible.

Cualquiera que haya hecho tareas con sus hijos, o que haya leído los textos que usan, notará uno, o más rasgos de los mencionados arriba.  En los colegios privados, a veces hay algo de balance; pero en las escuelas públicas, especialmente en las que los maestros de Joviel hacen activismo, el pensamiento único y el conformismo son más evidentes.

¿Te extraña que luego de aquellas condiciones los súbditos entrenados voten a favor de tiranías? El otro viernes comentaré el Segundo instrumento.

Columna publicada en elPeriódico.

Los enlaces a los demás artículos de la serie están aquí:


03
May 17

¡Que no haya otra Brenda…y no haya otro Jabes!

Con tanto caos alguien va a hacer algo estúpido, dice el inspector Finch en la película V for Vendetta; y acto seguido un señalador le dispara a una niña y esta cae muerta.   Cuando aquello ocurra, las cosas se van a poner muy mal, añade el policía y en la siguiente escena un grupo de personas acorrala al señalador asesino, que desenfunda su arma para luego recibir un golpe con una llave inglesa por parte de uno de los que lo tienen rodeado. Ese acto desata la cadena de sucesos que llevan el desenlace de la película.

Escucha el podcast aquí.

De esa escena me acordé cuando vi que el miércoles pasado una persona (entonces no identificada) atropelló a un grupo de jóvenes que bloqueaba la Calzada San Juan.  Luego se identificaría al hechor como Jabes Meda Maldonado.  La sucesión de actos en aquél día y lugares fatídicos resultó en la peor de las tragedias cuando Brenda Domínguez, una de las chicas que bloqueaban la vía perdió la vida a causa de las heridas recibidas bajo el automóvil que conducía Meda.

Desde hace ratos –en mayo de 2016 y en junio de 2015– para citar dos ejemplos, he advertido que los bloqueos de calles y carreteras no sólo afectan la libertad de locomoción (así en abstracto); sino que afectan las vidas y los negocios de miles de personas reales, individuales (en concreto). Por eso son situaciones muy volátiles y peligrosas y que lo peor que puede pasar durante un bloqueo, ¡y lo que no debería ocurrir!, es la violencia.

Por su naturaleza, los bloqueos son situaciones muy tensas, en las que la irracionalidad y la violencia pueden encontrar el campo fértil, como triste y desgraciadamente ocurrió en la San Juan.   Además de la muerte de Brenda Domínguez, por lo menos 10 chicos más resultaron embestidos y heridos.

Ahora bien, le corresponde a un tribunal de justicia establecer qué es lo que ocurrió ahí exactamente y quiénes (quiénes, no sólo quién) fueron los responsables de la cadena de sucesos que llevó al desenlace fatal. ¿Está claro que deberíamos tratar de que cosas así no vuelvan a ocurrir?

Parece evidente que hay un consenso con respecto a que quien conducía el automóvil que atropelló a Brenda Domínguez y a sus compañeros están la primera línea de responsabilidad. El piloto tomó la decisión de avanzar y acelerar y embestir a los bloqueadores.

Pero hay una segunda línea de responsables: ¿Quiénes organizaron el bloqueo? ¿Quiénes convencieron a otros de que salir a bloquear la San Juan era una buena idea? ¿Había maestros entre ellos? Brenda Martínez era menor de edad, ¿bajo la responsabilidad de quién, o de quiénes está un estudiante menor de edad cuando se halla en la escuela, o en el instituto cualquiera que este sea? ¿Había estudiantes mayores de edad entre los organizadores? Estos responsables no son los hechores, claro; pero sin su participación activa, o sin su negligencia, el bloqueo y el sucesivo atropellamiento no hubieran sido posibles.

La tercera línea de responsabilidad es la de las autoridades castradas encargadas de hacer cumplir la ley y las de mantener despejadas las vías de tránsito y circulación.  Los bloqueos son  delitos, y cuando las autoridades incumplen con sus obligaciones legales, y permiten que un delito continuado como el bloqueo ocurra y se extienda innecesariamente, su negligencia hace que se intensifique en clima de tensión y que el caldo de cultivo para la irracionalidad y la violencia se haga más nutritivo.

Finalmente hay una cuarta línea de responsabilidad, la de los formadores de opinión y la de las dirigencias que fomentan los bloqueos, las marchas y otras formas de violencia como instrumentos políticos.  Los que no dudan en usar jóvenes y gente modesta, desde lejos, para bloqueo tras bloqueo, marcha tras marcha, generalizar un ambiente de tirantez y estrés sociales que, se suman a los problemas que día a día tiene que enfrentar la gente.  Inocentemente, muchas personas dudan que los bloqueos sirvan para algo, y se preguntan, que, ¿qué ganan los bloqueadores y marchistas? Pues ganan angustia, incertidumbre, tensión y un sentimiento generalizado de estar al borde. En el Hogar seguro virgen de la asunción se llegó al borde; y aquel triste y fatídico miércoles en la San Juan se llegó al borde.

A veces, los chapines sentimos que estamos en una de esas semanas en las que se nos descompone el automóvil, nos abandona la pareja, se nos muere el gato y perdemos el examen parcial.  En esas condiciones, y recordando lo que dijo el inspector Finch: Alguien pude hacer algo estúpido, y las cosas se pueden poner verdaderamente mal. Tal y como ocurrió en la San Juan.

Esto es, en parte (pero no totalmente) a causa de que no distinguimos derechos, de necesidades; ni derechos, de caprichos.  Me explico:

Una característica esencial de un derecho es que su ejercicio no viola derechos ajenos.  Si en el ejercicio de una facultad que yo creo que es mi derecho, violo un derecho ajeno, uno de los dos no es derecho.

Me explico:

Tengo necesidad a trabajar, lo cual implica que otros tienen la obligación de  no impedir que yo busque y encuentre un empleo de forma pacífica y voluntaria. Lo que no puedo hacer, a pesar de tener necesidad de trabajar y el derecho a buscar trabajo libremente, es a forzar a otros a darme empleo.  Si fuerzo a otros a emplearme, violo sus derechos a la libertad y a la propiedad y lo que era mi derecho a trabajar se convierte en una forma de violencia.

¿Otro ejemplo?

Tengo derecho a la libertad de expresión y eso quiere decir que nadie debería impedir, o tratar de impedir que yo diga, o escriba lo que pienso, o creo.  Eso sí, no puedo, de manera alguna, forzar a otros a publicar, difundir, o patrocinar mis ideas, u opiniones, si no están de acuerdo con ellas.  Y ni siquiera si están de acuerdo; pero simplemente no tienen deseos de colaborar con ellas.

¿Un tercer ejemplo?

Tengo el derecho a congregarme y manifestar.  Tengo la facultad de ejercer el derecho de petición.  Incluso puedo manifestar y ejercer mi derecho de petición para solicitar privilegios y hasta disparates.  Pero si en el ejercicio de aquel derecho le ocasiono daños y perjuicios a otras personas, en sus vidas, o en su propiedad, el derecho de manifestar y el derecho de petición dejan de serlo para convertirse en formas de provocación, de agresión, de presión y de violencia.  ¡No existe tal cosa como el derecho a la amenaza del uso de la fuerza, o el derecho al uso de la fuerza para conseguir privilegios, o disparates!  Si existiera, los extorsionistas no serían delincuentes. ¿Verdad?

Voy a apostar a coincidimos en lo que ocurrió en la San Juan el miércoles pasado fue muy malo y muy triste, y que deberíamos evitar que vuelva a pasar.  Voy a apostar a que coincidimos en que los responsables deben enfrentar -con justicia- las consecuencias de sus acciones, u omisiones. ¿Coincidimos en que las autoridades deben proteger la vida, la libertad y la propiedad de todos por igual?  ¿Podemos coincidir en que no está bien usar jóvenes y personas modestas para fines alcanzar nuestros fines?

No se vale derivar, de estas meditaciones, que no se debe salir a manifestar.  ¡Contra la tiranía, contra la corrupción, contra los abusos de las autoridades, para evitar la injusticia, hay que manifestar!  Lo que no es aceptable es violar derechos ajenos durante las manifestaciones, ni dañar, ni perjudicar a otros durante las manifestaciones.

¿Cachas la idea?

¿Podemos coincidir, también, en que debemos evitar acciones violentas, incluidas las amenazas en el uso de la fuerza?  ¿Podemos coincidir en que no es un derecho aquello que causa daños y perjuicios a otros?

A mi me conmueve y me da tristeza cuando mueren jóvenes, especialmente si es en circunstancias evitables; y me conmueve y me da tristeza cuando jóvenes estropean sus vidas por no actuar con prudencia, o por actuar criminalmente. Por las Brendas y los Jabes potenciales que andan por ahí, ¡que no haya una víctima más!