¿Qué clase de reforma electoral?

Una reforma electoral que sea electorera, es decir, una que refuerce el carácter clientelar y de rosca que tienen los partidos políticos, en Guatemala, le causaría un daño profundo y mortal no sólo al sistema electoral, sino al sistema republicano.

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Por eso es bueno que, en el Congreso, la propuesta de elevar el financiamiento coercitivo por parte de los tributarios a los partidos políticos fuera rechazada. Por eso es bueno que el alza en el techo de los gastos de campaña fuera desestimada.

Ya sabes, en Guatemala, los partidos políticos no son esos intermediarios entre mandantes y mandatarios, ni esas plataformas ideológicas y programáticas que describen los libros de texto. Aquí, lo que tenemos son maquinarias electoreras que, alrededor de un candidato y su rosca de amigos y patrocinadores, son vehículos para llegar al poder, o influir en él en beneficio de intereses particulares. Por eso es que los partidos tienen dueños con nombre y todo: Ahí está el partido de Sandra Torres y está el de Alvaro Arzú. Estaban el de Baldizón, el de Ríos Montt, el de Pérez y así podemos seguir.

¿Qué clase de reformas sí son urgentes e importantes? Las que refuercen y fortalezcan el rol de los mandantes. También las que refuercen y fortalezcan el sistema republicano.

¿Por ejemplo? La conformación de distritos electorales pequeños; y la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda inscribirse como candidato, sin necesidad del apoyo de partido político, o comité cívico alguno. Los efectos (entre otros) de esas reformas serian el de acabar con el monopolio de los partidos y el de crear el incentivo para que estos no se alejen de los mandantes, si quieren conseguir sus votos. También haría más baratas y más cortas las campañas. ¿Otro ejemplo? El fortalecimiento del Tribunal Supremo Electoral, en su carácter de supremo e independiente para que sea confiable y digno de respeto.

Sin una reforma política sustancial, las otras reformas pendientes están en manos de los intereses de siempre.

Columna publicada en elPeriódico.

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