12
Ago 08

¡Sorpresa!, en la OIM se cuecen habas

Cándido anda como lelo. “¿Va usté a creer?”, me dijo, “que dicen que la Organización Internacional de Migraciones sobrevaloró las reparaciones del Hospital Antituberculoso”. El pobre Cándido cree que los burócratas internacionales son diferentes a nuestros burócratas locales. El pobre hombre cree que los burócratas y políticos de a dólar tienen motivaciones distintas a los burócratas y políticos de a quetzal.

“Mire usté, que ser tan irresponsable con los enfermitos, eso no tiene madre”, se lamentaba Cándido mientras trataba de no dar crédito a lo que leía en el diario.

“Amigo Cándido”, le dije. “La gente es gente en todas partes; y donde hay arbitrariedad, donde hay arca abierta, donde hay dinero ajeno, y donde no hay consecuencias, pues…pasa lo que tiene que pasar”.

Y luego le recomendé tres libros:

The Lords of Poverty, por Graham Hancock

El espejismo humanitario, por Jordi Raich

ONU historia de la corrupción, por Eric Frattini


20
Jun 08

¡Duh!, la ONU y su sequía en Guatemala

Usted no lo va a creer…pero acabo de leer esto: según la ONU, en nueve de los 22 departamentos de Guatemala, más del 40 por ciento del territorio es proclive a la sequía.

La sequía “ya afecta a una quinta parte del territorio nacional”, dice la noticia que anuncia el fenómeno y que relata que, el 5 de junio pasado, la administración socialdemócrata presentó con la ONU un programa para combatir la sequía y adaptarse al fenómeno climático en media docena de municipios del país.

¡Duh!

La noticia citada contrasta con la realidad: Al menos ocho personas murieron hoy sepultadas por un alud de desechos en el relleno sanitario del sur de la capital guatemalteca. El exceso de humedad en el terreno, tras las torrenciales lluvias que han azotado el territorio guatemalteco esta semana, ocasionó una avalancha de basura en la pendiente en la que un grupo aún indeterminado de personas buscaba en la basura.

Las víctimas del alud en el basurero se suman a otras 15 muertes provocadas por las lluvias en lo que va de año. En Guatemala, se mantiene una alerta amarilla de prevención nacional a causa del inicio de la época lluviosa.

¡Coño!, con dos o tres descansos, ya llevamos como tres semanas de lluvia intensa.


14
Jun 08

La Cicig se cura en salud

Beat Rohr, el procónsul de la ONU en Guatemala, dijo que “el más grande enemigo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala es la expectativa. Es una comisión muy humilde en términos de recursos, y puede conducir a una menor impunidad en el país, pero no lo va a resolver todo”.

A mi, eso me suena a curarse en salud, o como se dice por ahí, “duele menos si lo digo primero”. Lo cierto es que quienes querían que la Cicig fuera una forma de Gestapo, o de KGB, se quedaron con las ganas; y lo que resultó fue una oficina de burócratas más que no reportará muchos más beneficios que aquellos que reciban los que obtienen cheques mensuales de ella.

Lo que si es cierto es que, como dice Rohr, la Cicig “al final depende del funcionamiento del sistema de justicia guatemalteco”; y ahí es donde estaba el problema desde el principio. No hacían falta funcionarios exentos de impuestos y que ganan cheques en dólares para que nos dijeran eso. Al final, la Cicig no será más que un ñaque más, en la extraordinaria colección que acumulan la ONU y la administracion chapina.


29
Mar 08

Abusos e hipocresía contra migrantes

Qué curioso, ¿no? Los mismos chapines que se rasgan las vestiduras cuando sus compatriotas son maltratados en los Estados Unidos de América, no tienen empacho alguno en abusar y maltratar a los extranjeros que pasan por Guatemala en busca de una vida mejor.

Luego de visitar la ciudad de Guatemala, San Marcos, Quetzaltenango y Tecún Umán, fronteriza con México, y luego de escuchar innumerables quejas sobre abusos, sobornos y extorsiones por parte de autoridades mexicanas y guatemaltecas que atentan contra la población migrante, el relator de la ONU Jorge Bustamante concluyó en que no existe un proceso efectivo para que los indocumentados presenten sus denuncias por la violación de sus derechos. Algunos no se acercan a denunciar, por temor a represalias. “Los pobladores me han informado sobre malos tratos por parte de la Policía Nacional Civil. Tristemente, las mujeres, los niños y las niñas son las víctimas más propensas a la trata y tráfico de personas”, manifestó.

Los mismos chapines que tienen padres, hijos, hermanos, novios y novias, primos, cónyuges, y amigos que viven de mojados en los EUA, no se detienen cuando se trata de abusar y de maltratar a otras personas que están en las mismas condiciones que sus seres queridos.

Da qué pensar, ¿o no?


02
Ago 07

La CICIG fue aprobada

Bajo intensas presiones de la comunidad internacional y de “los países amigos” de Guatemala; con ayuda del vicepresidente Eduardo Stein; del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales, y Financieras; y de la fauna oenegera; el Congreso de la República aprobó la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala.

En favor de la Organización de las Naciones Unidas, la administración chapina abdicó a su responsabilidad de controlar y someter a las mafias que dejó crecer y prosperar. ¿No se siente, usted, más aliviado?


14
Jun 07

La ONU y el año de la papa

“La papa (Solanum tuberosum) se origina hace unos 8 000 años en los Andes de América del Sur. Por lo tanto, es correcto que el Gobierno del Perú haya tomado la iniciativa de declarar 2008 Año Internacional de la Papa. En la Conferencia bienal de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), celebrada en noviembre de 2005, el Representante Permanente del Perú propuso una resolución, aprobada por la Conferencia, para dirigir la atención mundial a la importancia de la papa como medio para dar seguridad alimentaria y reducir la pobreza. Esta resolución se trasmitió al Secretario General de las Naciones Unidas, con el objetivo de que la Asamblea General de la ONU declarara 2008 Año Internacional de la Papa”.

Yo digo que esto es lo que pasa cuando uno tiene mucha plata y no tiene en qué gastarla; y como dicen en el sitio web del Año Internacional de la Papa, “Alguna vez los años internacionales de la ONU tenían algún sentido; pero ¿cómo tomar el año internacional de la papa?”

He aquí otra razón para la declaración de 2008 como el Año Internacional de la Papa.

Gracias a mi cuate Constantino, por el tip.


02
Jun 07

Secreto y prisa

El Congreso de la República fijó un plazo para que su Comisión de Relaciones Exteriores dictaminara para la creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala; pero con buen tino, la Comisión se lo ha tomado con calma.

La prisa es sospechosa porque en un Congreso en el que se entretiene la nigua, aún en el caso de piezas de legislación de alguna importancia, ahora resulta que hay que acelerar la aprobación de la CICIG. Es sospechosa, pero no extraña porque detrás de las exigencias en torno a la citada comisión están la Organización de las Naciones Unidas y toda la fuerza extorsionista de los “países amigos de Guatemala”. Ya los oigo decir: “Si no aprueban la CICIG, ya no les damos ayuda”.

En aquella dirección hay dos características que han marcado a esta comisión desde su engendro: la primera, fue el secreto absoluto en el que se mantuvo el acuerdo entre la ONU y el gobierno. El sigilo era para evitar que el texto fuera conocido, y por lo tanto, discutido por los guatemaltecos. Los promotores habían aprendido, después del fracaso de la Comisión Internacional de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad, que airear los defectos del acuerdo y de la comisión, iba en contra de sus intereses.

Aunque el acuerdo ya había sido depurado de las inconstitucionalidades que habían hecho inviable a la CICIACS, los promotores no consideraron que la transparencia fuera prudente hasta no estar seguros en la Corte de Constitucionalidad.

La segunda, ha sido esta prisa por conseguir que el acuerdo sea aprobado por medio de la ley correspondiente. En parte esto es para evitar que continúen las discusiones sobre la comisión; pero en parte, también, es porque las cosas hay que hacerlas en caliente. No vaya a ser que alguien empiece a hacer preguntas incomodas.

Una de esas preguntas es que, si el objetivo de la CICIG es “determinar la existencia de cuerpos ilegales de seguridad y aparatos clandestinos, su estructura, formas de operar, fuentes de financiamiento y posible vinculación con entidades o agentes del estado y otros sectores que atenten contra los derechos civiles y políticos en Guatemala”, ¿qué, exactamente, son un cuerpo ilegal de seguridad y un aparato clandestino de seguridad?

“La existencia de estructuras como las que investigará la CICIG significa un serio obstáculo para el respeto por los derechos humanos y el estado de derecho en Guatemala”, dijo Nicholas Howen, Secretario general de la Comisión Internacional de Juristas, en un documento que repite y repite la frase, sin especificar, nunca, a qué es lo que se refiere exactamente. Y el acuerdo firmado por la ONU y el gobierno chapín, hace lo mismo. Nadie aclara qué son un cuerpo ilegal de seguridad, o un aparato clandestino de seguridad.

Con una puerta así de ancha, ¡¿qué no cabe ahí?! Este es el tipo de cosas que la ONU, el gobierno, y los “amigos”, deben definir y transparentar antes de que el acuerdo sea aprobado para su discusión en el Congreso.

Otra ventana abierta peligrosamente, es la de los privilegios que crea el acuerdo, y los que pudiera crear la ley de la comisión. En su anterior versión el acuerdo exoneraba de impuestos a los ejecutivos chapines que trabajaran en la comisión. Ese abuso no está incluido en el nuevo acuerdo y se limita sólo para el personal extranjero, según las prácticas internacionales; ¡pero tampoco está expresamente excluido! De modo que, ¿qué les impediría a algunos diputados serviles “quedar bien” y restaurar aquel privilegio de no pagar impuestos?

Casi no hay día de Dios en el que no salga algo sobre la CICIG en alguno de los diarios del país; y la presión, para los diputados, ha de ser grande. Pero también es grande su compromiso con el estado de derecho, con los electores y los tributarios. En vez de crear un nuevo elefante blanco; ¿no sería mejor hacer que funcionen las instancias que ya existen tales como la policía, los tribunales de justicia y el Ministerio Público?

Publicada en Prensa Libre el sábado 2 de junio de 2007.


19
May 07

Cicig, no plis

En esta semana me llamó mucho la atención que el Vicepresidente de la República y el Procurador de los Derechos Humanos “¡urgieran a la creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala!”; y se me hizo evidente que ambos temen que el Congreso no apruebe aquella instancia.

En días recientes la Corte de Constitucionalidad opinó que el proyecto de creación de la Cicig no es ilegal y esto abrió paso para que aquella propuesta sea discutida en el Parlamento.

Para los que llegaron tarde, como se decía en las tiras cómicas de El fantasma, la Cicig es una comisión que la Organización de las Naciones Unidas y “los países amigos” de Guatemala están tratando de forzarnos a aceptar. Su objetivo principal es “determinar la existencia de cuerpos ilegales de seguridad y aparatos clandestinos, su estructura, formas de operar, fuentes de financiamiento y posible vinculación con entidades o agentes del estado y otros sectores que atenten contra los derechos civiles y políticos en Guatemala”.

Como era de suponerse, los promotores de la Cicig han acusado a aquellos que nos oponemos a ella de ser miembros, o ser financiados por aquellos cuerpos ilegales y clandestinos. La falacia es absurda, pero no es nueva. Es común, entre los chapines, que si uno escribe contra el monopolio de la educación pública, a uno lo tachen de defensor del analfabetismo; y que si uno advierte contra las imprecisiones de las ideas prevalecientes sobre el calentamiento global, a uno lo tilden de enemigo de Bambi.

La Cicig es sucesora de la difunta Comisión de Investigación de los Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad. Este engendro venía de la ONU plagado de inconstitucionalidades y de privilegios para sus ejecutivos y por eso fue rechazado. La Cicig superó aquellos obstáculos, pero su texto fue mantenido en secreto por sus promotores para que no pudiera ser conocido por los guatemaltecos antes de que aquellos estuvieran listos para “hacerla pasar” sin discusiones ni contratiempos.

Sin embargo, la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que no desconocía los vericuetos por los que había pasado el proyecto, se curó en salud y sometió el texto al análisis de la Corte de Constitucionalidad y resultó que este ya había sido saneado. De esa cuenta es que el tema regresó al Legislativo y ahora ese organismo tiene en sus manos preguntarse, en serio, si en realidad necesitamos la Cicig.

Mi hipótesis es que no la necesitamos. La primera vez que entré en contacto con la Ciciacs/Cicig pensé que, como tradicionalmente en Guatemala no han funcionado los ministerios, entonces creamos fondos sociales. Y como la cosa sigue sin funcionar, creamos los comisionados; y cuando estos fracasan también, entonces pasamos a hacer otra cosa.Así nos está pasando con el combate a la impunidad. No sólo con la de los cuerpos ilegales y clandestinos de seguridad, sino con la del crimen organizado, la de la corrupción de los funcionarios y en general con el incumplimiento de los contratos. Como el Ministerio Público no funciona y como las leyes no son respetables, pues engendramos la Cicig, o la Ciciacs, o lo que sea.Sostengo que hay un patrón en esta forma de conducta; y lo ilustro con algo que escribió Thoreau: “por cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces.”

En Guatemala necesitamos fortalecer las instituciones que hay, hacer que se cumplan las leyes que hay. No es cuestión de hacer más oficinas y de hacer más comisiones, o de hacer leyes comos si fueran salchichas.

Talvez es hora de decirles a la Organización de Vacaciones Unidas y a “los países amigos” que gracias, pero no gracias. Y que para cambiar vamos a hacer las cosas bien. Y si no las vamos a hacer bien, de todos modos, ¿para qué queremos una nueva versión de aquella Minugua que tantos malos recuerdos nos dejó?

Publicada en Prensa Libre el sábado 19 de mayo de 2007


28
Abr 07

El Obispo

Cuando el 26 de abril de 1998 ocurrió el ominoso asesinato del obispo Juan Gerardi, yo estudiaba en la University of Maryland y pasé la vergüenza de haber llegado de un país en el que ocurrían esas cosas. Y la vergüenza parece no terminar nunca.

A nueve años de aquel crimen, los autores del asesinato siguen libres, mientras que guarda prisión y silencio la única persona que seguramente sabe exactamente qué ocurrió en aquella noche fatídica; y están presas personas a las que se les acusa de estar involucradas indirectamente. Había un tercer preso; pero Obdulio Villanueva fue asesinado en febrero de 2003 durante un motín carcelario. Para él, nunca habrá justicia.

El 24 de abril pasado la Corte de Constitucionalidad ratificó la sentencia de 20 años contra Mario Orantes, Byron Lima Oliva y Byron Lima Estrada.

El caso de Gerardi siempre me da escalofríos porque prueba que la malignidad existe y que anda suelta por ahí. Y si a usted le hacen falta pruebas de que existe lo siniestro, seguramente querrá leer Quién mató al obispo, la obra de los periodistas Maite Rico y Bertrand de la Grange que pone al descubierto las conspiraciones y enredos alrededor del citado asesinato.

En este aniversario lamentable, cuando los verdaderos asesinos todavía andan sueltos, y mientras todavía se urden quién sabe que maquinaciones oscuras para que no se resuelva el caso, comparto con ustedes algunos párrafos de la obra citada.

“Las únicas sorpresas del juicio fueron el cúmulo de irregularidades, desde los falsos testimonios a la manipulación de las actas. A falta de pruebas, los testigos brotaban por arte de magia e iban llenando los huecos del rompecabezas, como siguiendo un macabro guión. Nada importaba que fueran tipos venales, marginales sin credibilidad o delincuentes: se les tomaba declaración y se les enviaba al extranjero sin más trámite ni comprobación”.

“Lo más desolador es que los asesinos de Gerardi andan libres y que los cerebros de la conspiración retomaron sus posiciones de poder”.

“Para mí no es creíble que Estados Unidos no tenga toda la información sobre el caso, y a pesar de eso, su embajador protestó cuando la sala de apelaciones anuló el primer fallo y ordenó un nuevo juicio”.

“Los que no tienen nada de ingenuos son los de la ONU, Ellos dieron un seguimiento milimétrico a la investigación. A pesar de todo, obviaron las inconsistencias manifiestas, los testimonios fabricados y las incontables aberraciones”.

“En una primera lectura, era lógico pensar que el ejército hubiese decidido vengarse de Gerardi. El problema es que cuando aparecieron las primeras pruebas de la participación de Mario Orantes ya era tarde”.

“El problema es que hay demasiados intereses en juego. La gran paradoja es que los mismos que traman la muerte de Gerardi, se sirven de los colaboradores del obispo para lograr sus objetivos”.

“Todo este proceso recuerda el caso de Alfred Dreyfus, el capitán francés que fue condenado a cadena perpetua por un asunto de espionaje a finales del siglo XIX. La vida política francesa estaba envenenada por el antisemitismo y Dreyfus era judío. Como no había pruebas, fabricaron documentos falsos y recurrieron a testigos dudosos”.

A final de cuentas queda en evidencia, otra vez, que el estado guatemalteco es incapaz de velar por la seguridad de sus habitantes y de garantizar una administración de justicia pronta y cumplida. El estado, sin embargo, negocia con chantajistas y en medio de una insufrible corrección política hace parecer legítimas hasta las más absurdas y abusivas pretensiones de los grupos de interés.

Y mientras tanto, en el marco del ignominioso caso Gerardi, algunos de aquellos grupos de interés se benefician de la memoria del obispo asesinado, en tanto que sus ejecutores andan sueltos.

Publicado en Prensa Libre el sábado 28 de abril de 2007


15
Feb 07

Lo pretencioso, lo absurdo y lo que no tiene madre

Ya era bastante kitsch, en el sentido de que era pretencioso y de mal gusto, que los chapines anduvíeramos de policías del mundo –cuando no podemos ni con lo de aquí-, como para que vaya resultando cierto que la adjudicación de los viajes de las misiones de paz al Congo es hecha a una empresa vinculada a militares retirados por parte del Ministerio de la Defensa, como lo informa hoy El Periódico. Según ese diario los boletos tienen un sobreprecio de casi Q12 mil.

Ya está mal que esta Administración mande a inocentes patojos guatemaltecos a morirse, como para que encima haya enriquecimeinto ilícito alrededor de la operación.

¿Qué hará la Insitución Armada para aclarar este asunto?