Adivine cuál superpotencia podría aprender algo de este video.
Libertad
17
Dic 06
¿Debería haber una ley?
De cuando en cuando mis colegas en los diarios chapines se quejan de que en el Congreso de la República no se trabaja porque no se producen suficientes leyes. Y aveces, como sucedió hoy, hasta se cuantifica la poca producción legislativa.
Yo digo que primero hay que definir exactemente qué es ley; en contraposición a lo que es legislación, normativa o regulación. Me adhiero a aquello de que una ley, para serlo, debe ser “general y abstracta”, en contraposición a las normativas que son “particulares y específicas”; pero en cuanto al tema de suponer que el Congreso es como una fábrica de salchichas -en donde mientras más salchichas se producen, mejor- pues, no estoy de acuerdo.
En ese sentido, recuerdo algo que escribió Hillary Arathoon en 1979: Debería haber una ley. “Sí, pero una que limitara la emisión de leyes, restringiéndolas a las estrictamente necesarias para que los gobiernos pudieran desempeñar a cabalidad la labor para la que originalmente fueron constituidos, o sea la de garantizar a los ciudadanos en el goce de sus derechos.
Según la «Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica», dichos derechos son: «el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad».
Si los gobiernos del mundo entero lograran desempeñar a cabalidad esa misión, habrían dado un gran paso. Desgraciadamente cada vez parecen distanciarse más de poder realizarla. En cambio, su intervención en todas las otras actividades de la vida del hombre, es cada vez mayor al grado de hacerle casi imposible toda actuación”. Esta intervención, claro, siempre es por medio de normtivas y regulaciones en forma de legislación.
06
Dic 06
Un lector comenta ¿A cómo el riñón?
Del doctor Rudolf García-Gallont recibí el siguiente comentario sobre mi columna titulada ¿A cómo el riñón?. Mis comentarios a la opinión del galeno, abajo.
Me parece muy interesante, que cada vez más personas en el medio se ocupen del tema “donación de órganos para trasplante” en Guatemala. Ello refleja, sin duda, que el problema está presente en nuestro medio, y como tal acarrea una gama grande de aspectos relacionados, que incluyen legislación, solidaridad, obligaciones del Estado, comercio de órganos, gastos millonarios para mantener actualmente a miles de pacientes en diálisis, aspectos bioéticos, limitaciones de toda índole, etc.
Es interesante el planteamiento que Ud. hace acerca de legalizar la venta de riñones para subsanar la escasez. Por el momento, la legislación vigente prohíbe la venta o comercialización de órganos o tejidos en Guatemala (artículos 8 y 9 del Decreto Legislativo 91-96), pero en mi opinión, independientemente de esto, el tema de legalizarlo presentaría varias aristas. Veamos los diferentes “modelos” que existen al respecto:
Está, en primer lugar, el modelo hindú/pakistaní: En estos países, donde el ingreso per-cápita anual es de US$ 500, se encuentra –obviamente- el terreno ideal para comercializar riñones, de los cuáles al fin y al cabo tenemos 2, y uno de los dos puede ser “entregado” sin aparentes riesgos. El problema se suscita, sin embargo, cuando vemos el patrón repetitivo de las características del Comprador y el vendedor, y los precios que se pagan, puestos SIEMPRE por el Comprador! Siempre son pacientes de recursos acomodados, los que buscan por esta vía obtener un riñón, y el “donador” recibe en promedio US$ 500 por su “donación de órgano”. Esta cifra -astronómica para el hindú, porque representa acceso inmediato al ingreso de todo un año- es irrisoria para cualquier persona en condiciones mejores, y representa por lo tanto, un crudo modelo de EXPLOTACIÓN. Lo más interesante del caso es, sin embargo, que un grupo de sociólogos que dio seguimiento a familias de “donadores”, reportaron en el meeting de “Global Transplant”, presentado en Madrid en febrero del 2006, que en un 95% de casos, este “masivo” ingreso NO modificó el status socioeconómico o las condiciones de vida de estas familias, que continuaron estando en la exacta extrema pobreza que venían sufriendo antes. Y, ¿cómo se esperaba, pues, que US$ 500 pudieran cambiar esta realidad? Y que Dios proteja al “donador”, porque NADIE le vá a dar seguimiento médico para prevenir una deficiencia orgánica a largo plazo en él.
Se presentó también en el “Global Transplant” el modelo por Ud. mencionado de Irán. Aquí, el Estado, viendo lo oneroso que es mantener pacientes en sistemas artificiales de vida, como la diálisis peritoneal o la hemodiálisis, ha optado por asumir él mismo el papel de “Comprador” de riñones, como Ud. dice correctamente por un valor de US$ 2000-4000, según el momento en el mercado (oferta y demanda!). Y, adivine qué? La lista de espera por riñones ha desaparecido, y ahora más bien, hay una lista de espera para vender un riñón. El único problema es, que, otra vez: Los que hacen cola para vender sus órganos, son personas de escasos recursos, que creen, con visión muy cortoplacista, que 2000 o 4000 dólares les van a solucionar sus problemas. Pregunto: Dejaríamos Ud. o yo, a un hijo propio o a algún miembro de nuestra familia, que vendiera un riñón por US$ 500, o por US$ 5000, o por cualquier otra suma? Entonces, porqué habríamos de impulsar un modelo que espera esto de otras personas, solo porque nosotros no las conocemos? No es esto una filosofía de Utilitarismo en su máxima expresión?
Esto me recuerda cuando, hace algún tiempo, dí una entrevista sobre el tema en alguna emisora que tiene un programa matutino en Inglés. Y, cuando iba entrando más tarde al edificio de mi clínica, me encontré con la esposa de un acaudalado finquero, quien –por supuesto- había oído el programa en Inglés. Reproduzco nuestra plática: “ala, Doc, que bueno que ya se esté haciendo conciencia en Guate con este tema de la donación de órganos. Yo le ofrezco hablar con mi marido, para que en la finca demos platicas de esto. Esa gente debe estar consciente de que debe donar sus órganos …!… “
Yo creo, que en Guatemala (y en todos los países), más bien lo que necesitamos es muy distinto de éstos modelos de clara y crasa explotación y venta de órganos. Columnas como la que Usted escribe en medios importantes de comunicación, deberían más bien ayudar a divulgar el mensaje, de que en Guatemala, TODOS los ciudadanos nos declaremos DONADORES DE NUESTROS ORGANOS para el día en que fallezcamos. En un país con una -tristemente alta- tasa de muertes por violencia y accidentes, diariamente se entierran inútilmente docenas de riñones, córneas, corazones, hígados, pulmones, páncreas, córneas, huesos, cartílagos etc, que podrían –con toda seguridad- rendir cuenta en forma mucho más efectiva a la lista de pacientes en espera de un órgano. La legislación vigente, Decreto Legislativo 91-96 regula sobre el tema, y dá la opción a todo guatemalteco y guatemalteca mayor de edad, a hacer esta elección en vida; y si no lo hizo y fallece, delega en los familiares directos la potestad de donar los órganos de su ser querido.
Calcule Usted, cuántos riñones podrían obtenerse, si TODOS dijéramos un gran SÏ solidario, en bien de nuestros paisanos que esperan riñones, y también otros tejidos que NO pueden donarse en vida, como lo son las córneas! Este es el mensaje, que Fundación Donaré está esparciendo en Guatemala desde hace más de dos años, y la necesidad a la que las Autoridades de Salud corresponden mediante la creación de la Unidad de Trasplantes del Hospital General San Juan de Dios, y mediante la puesta en función a corto plazo de las entidades que deberán, como lo manda la Ley, velar por la transparencia, equidad en acceso y distribución, control de calidad, bioseguridad en cuanto a enfermedades transmisibles y trasplante exitoso de órganos donados. Y que la Donación inter-vivo de riñones (actualmente predominante en Guatemala), continúe como hasta ahora, en el contexto del Donante Vivo emparentado o emocionalmente relacionado, con las dadas excepciones como el “donor-matching-program” de los EUA, perfectamente admisibles, que Usted menciona al principio de su interesante y bien documentada columna.
Para finalizar, quiero parafrasear una cita de su columna, donde Ud. pregunta:
“Aquí en Guatemala, ¿cuántas personas mueren al año en espera de un riñón que pudiera estar allí si hubiera incentivos suficientes?” Yo quisiera plantear la contra-pregunta:
“Aquí en Guatemala ¿cuántas personas mueren al año y se llevan a la tumba sus órganos, que pudieran estar allí para los pacientes, si todos nos declaráramos solidarios respecto al tema de Donar Nuestros Organos…?
Jefe Unidad de Trasplantes
Hospital General San Juan de Dios
Cédula A-1 525958
Mil gracias por su atención, y un respetuoso saludo,
Dr. Rudolf García-Gallont
Gracias, doctor; pero creo que la obligación legal de entregar uno sus órganos no es solidaridad. Es una manifestación del principio perverso que supone que no somos dueños de nosotros mismos. Si la donación es voluntaria me parece buenísimo; pero una presunción legal como la de España es la negación de la más elemental dignidad humana en el sentido de que supone que, a menos que nos manifestemos expresamente en contra, somos “propiedad ” de otros.
Yo creo que el principio que debe prevalecer es el de “Tú eres el dueño de tu vida; y en consecuencia, eres el dueño de tu cuerpo”. Por otro lado hay que tomar en cuenta algo muy importante: que se reconozca el derecho a vender algo que es de uno, no excluye que uno tenga derecho a donarlo. Una cosa, no elimina a la otra. Lo de la venta de órganos sólo abre más posibilidades, porque no descansa sólo en la benevolencia, ni en el altruismo.
El principio que propongo es contrario a la creencia de que uno es parte de un gran plan, de una gran máquina, o de una sociedad a las que se debe en cuerpo y alma. También creo que el dinero no es la raíz de todos los males y que, al contrario, es señal de virtud. Por eso creo que no hay nada malo en dar dinero (valor) a cambio de un riñón.
Actualización: Si le interesa el tema, por favor lea:
Alleviating the Organ Shrtage;
Organ Sales and Moral Travails: Lessons from the Living Kidney Vendor Program in Iran;
04
Dic 06
El peligroso POT
Leo que un un grupo de vecinos de la zona 15 de la ciudad de Guatemala clama porque entre en vigencia el Plan de Ordenamiento Territorial, de la Municipalidad capitalina.
Dicho plan, conocido como POT, es un clavo más en el ataúd en el que yacen la libertad y el derecho de propiedad en este país. Los vecinos deben ser advertidos de que aunque aveces y en el corto plazo resulta útlil para un grupo usar la ley en su propio beneficio; a la larga dicha práctica perjudica a todos. Mi opinión es que ese plan es un espantoso fruto de la más arrogante ingeniería social de los políticos y los tecnócratas. Por favor vea lo que escribí acerca del POT.
14
Nov 06
¿Por qué no?
¿Por qué es que los chapines, o los latinoamericanos, no podemos tener un presidente así como José María Aznar? Durante su reciente visita a la Universidad Francisco Marroquín, en Guatemala, Aznar dijo, entre otras cosas, que “estoy convencido que el triunfo de la libertad y de la civilización depende de la victoria en la batalla de las ideas. Esa es la tarea en la que me empeño hoy en día. Y en ese trabajo, a veces arduo e ingrato, es importante sentir que uno no está solo y que cuenta con amigos y aliados por el mundo que comparten esta tarea”. Lea el discurso completo, aquí.
14
Oct 06
¡Libertario!
1. El cuestionario político más pequeño del mundo está localizado en Advocates for Self-government.
No sólo es divertido, sino que lo ayuda a uno a poner sus ideas en perspectiva; y es un instrumento muy útil para no dejarse engañar cuando, en espacio como este y generalmente por ignorancia, se pretende hacer ver como que los libertarios podríamos estar a favor de la protección para las empresas, de la guerra contra las drogas, o de la moralina sobre el sexo. Haga usted el quiz respondiendo que está de acuerdo con ese tipo de cosas y verá en dónde se ubican quienes favorecen políticas como esas.
El quiz se divide en dos: una parte personal y otra económica. En cada uno de los planteamientos, el que hace el cuestionario debe contestar si está de acuerdo, si depende, o si está en desacuerdo.
En la parte personal, los planteamientos son: 1) El gobierno no debe censurar la libertad de expresión, la prensa, los medios de comunicación, o la Internet; 2) El servicio militar debe ser voluntario, y no debe haber leva; 3) No debe haber leyes concernientes a las relaciones sexuales voluntarias entre adultos; 4) Hay que rechazar las leyes que prohíben la posesión y el uso de drogas entre adultos; y 5) No debe haber una tarjeta de identificación única y nacional.
Cuando contesté el cuestionario, respondí que estaba de acuerdo con todas.
En la parte económica, los planteamientos son: 1) Hay que ponerle fin al estado benefactor para las corporaciones, deben finalizar los privilegios económicos para las empresas; 2) Hay que acabar con las barreras del gobierno para el comercio internacional libre; 3) Hay que dejar que las personas controlen sus propios sistemas para el retiro, hay que privatizar la seguridad social; 4) Hay que remplazar el estado benefactor para las personas por la caridad privada; y 5) Hay que cortar los gastos del gobierno y los impuestos por lo menos en un 50%.
Ya que en esta parte también estuve de acuerdo con todo, el quiz me calificó como un libertario. Pero hay otras opciones. Si yo hubiera contestado diferente hubiera sido calificado como un estatista, como un liberal de izquierda, como un conservador de derecha, o como un centrista. Si quiere saber dónde se ubica usted en el pensamiento y en la práctica, le sugiero que haga el cuestionario.
Para los avanzados, y los curiosos, hay cuestionarios más completos y detallados. Uno de ellos es el de Politopia , que es particularmente interesante porque le permite a uno comparar su pensamiento político-económico-filosófico con el de sus amigos.
Otro de los cuestionarios más completos es el Mises Quiz, enfocado en la Escuela Austriaca de Economía; y aunque se centra en la ciencia económica y pudiera parecer que uno tendría que tener conocimientos de aquella, que eso no lo espante. Las preguntas están redactadas de forma que cualquiera con una formación promedio puede entenderlas y decidir sobre ellas con base en sus principios, no en sus conocimientos particulares de la economía.
Existen diferencias abismales entre libertarios y socialistas, del mismo modo en que hay diferencias profundas entre libertarios y conservadores (aunque estos últimos tengan algunos principios en común). Pero, ¿cómo podemos distinguirlas?; y ¿cómo podemos identificarlas en nuestro propio pensamiento? Una forma práctica y entretenida es haciendo los cuestionarios que le sugiero arriba. ¡Animo!
2. Mojito: Letreros en el zoológico de La Habana. Antes de 1960: Por favor no les dé de comer a los animales. Entre 1960 y finales de 1989: Por favor no les quite la comida a los animales. Después de 1990: Por favor no se coma a los animales.
14
Oct 06
Ubicatex
“Los que estamos desubicados somos nosotros; porque, ¿de dónde sacamos que estamos en Occidente?”, me dijo un cuate cuando comentábamos el “código penal de Acatán”, las penas infamantes y los linchamientos que se aplican entre los indígenas guatemaltecos.
Después de mi dosis de Ubicatex forte pensé que de repente y sí. Que de repente y hay una parte de Guatemala que está más cerca de los talibanes, de Pol Pot y de Evo Morales, que de Occidente.
Pero, ¿qué es Occidente? Hace miles de años algunas especies de primates superaron el salvajismo y la barbarie y descubrieron la división del trabajo y la cooperación social. Unos grupos atravesaron las edades de bronce y de hierro para desarrollar culturas y organizaciones sociales complejas; y de ellos, sólo unos pocos cruzaron los umbrales de la revolución científica e industrial de los siglos XVII y XVIII.
A lo largo de ese recorrido, la experiencia humana en Occidente se enriqueció enormemente con aportaciones importantes. En Grecia fue desmitificada la naturaleza y fue democratizada la vida de los hombres en sociedad. En el Renacimiento fue rescatada, la humanidad, de aquella hibernación que había sido la Edad Media.
El espíritu de Prometeo, caracterizado por el dominio acumulativo y progresivo del entorno físico y social, por medio de la tecnología y de la ciencia se hizo manifiesto. Reconociendo, claro, que aquellas tecnología y ciencia son simples medios al servicio de fines más altos y más importantes. Fines relacionados con la búsqueda de la felicidad y con los ideales de justicia, de libertad y de solidaridad basados en el respeto a la persona humana y a su dignidad.
“Esta aventura del hombre occidental no puede dejar de suscitar admiración. Indudablemente el esfuerzo de la humanidad por escapar a la animalidad primitiva, de dominar a la naturaleza y de civilizarse, proporciona una visión inspiradora”, dice Louis Rouggier en El genio de Occidente, obra de la cual extraje el resumen de arriba y que concluye en que dondequiera que prevalezcan los derechos del hombre y los procedimientos que los garantizan, dondequiera que se respeten las reglas de la investigación científica , y dondequiera que se respeten las libertades de pensamiento y de expresión, allí está Occidente.
Y advierte, eso sí, que lo que Occidente llama progreso podría parecerles a algunos hombres un desasosiego carente de significado. Y que aunque no tenemos derecho a imponer nuestros valores y nuestros modelos de conducta; todos tenemos la obligación de mantener las condiciones necesarias para la coexistencia pacífica.
Cuando era adolescente me impresionaba una foto que vi. Era una mujer rapada que, con su niño en brazos, huía de una multitud que la acosaba. Era una foto de la barbarie durante la II Guerra Mundial. Ahora imagino mujeres rapadas y hombres azotados e hincados en maíces; y me pregunto: ¿estamos volviendo a la barbarie? ¿Estamos en Occidente?
Veo el “código penal de Acatenango” y leo que la violación por la noche está penada, pero que no se dice nada de la violación de día. Veo que el divorcio está prohibido. Veo que no está permitido jugar básquetbol, pero que no se dice nada del fútbol. Veo arbitrariedad por todas partes. Veo que Occidente está más lejos de lo que yo creía. Al paso que vamos los guatemaltecos no sólo vamos a tener que elegir entre las nimiedades de todos los días. Tarde, o temprano nos enfrentaremos al dilema de elegir entre Occidente y otra cosa. Y ¿sabe quienes van a ser los culpables? Vamos a ser usted y yo que vimos como es que ocurría el desmadre e hicimos poco, o nada, para evitarlo. El estado de Guatemala, que ha colapsado, necesita una reforma de fondo; porque no es con cambios de personas que evitaremos el descalabro de la sociedad guatemalteca. Como dice mi cuate: ¡Ubicate!, no necesitamos cambiar de piloto; lo que necesitamos es cambiar el pichirilo.