06
Feb 22

Alegre tradición de estudiantes

 

¡Que alegre es ver, de nuevo, una caravana de estudiantes que se graduarán en el año!  Hoy pasó por mi casa una de esas y me dio mucho gusto verla.

En algunos colegios es tradición armar una caravana vehicular y recorrer la ciudad con los autos adornados, música y la algarabía propia de jóvenes que están por terminar sus estudios de secundaria.  Fue un crimen robarle a dos promociones no sólo el año más feliz de la secundaria, que es el último, sino uno de los dos años más felices de la universidad, que es el primero.  ¡Que bueno que se está recobrando la tradición!

Seguramente en este año serán recuperadas otras tradiciones, en la media en que los chapines recobramos nuestra libertad.

Las tradiciones son importantes porque conectan a las generaciones, crean comunidad, nos dan sentido de pertenencia y estabilidad y sentido de propósito común…cuando ese hace falta.  De ahí que el valor sanador y constructor de las tradiciones sea consecuencia de un largo proceso evolutivo, y no pueda ser el resultado de imposiciones, ni de prohibiciones.

¡Celebro los éxitos de los chicos de esta caravana y de las otras!, y les deseo lo mejor.


03
Ene 22

Defensa de la libertad en Países bajos

 

Miles de personas se manifestaron el domingo, en Ámsterdam, contra las restricciones sanitarias en los Países Bajos. Una semana antes de Navidad el gobierno impuso un nuevo confinamiento anticovid. La oposición ciudadana a las restricciones es notable de por sí; pero ocurrió algo más admirable.

Haz clic en la foto para ver el vídeo de AFP en Youtube.

Durante la manifestación y frente a la represión policial, llegaron grupos de veteranos que decían que habían jurado proteger la Constitución y el derecho a protestar; así que formaron una barrera entre los manifestantes y la policía antidisturbios.

La foto la tomé de aquí https://www.nu.nl/286366/video/demonstranten-vormen-linie-bij-coronaprotest-in-amsterdam.html

Nótese que la manifestación es para defender la libertad y no para pedir privilegios; nótese, también, la cantidad de gente que acude.  A mí no me extraña que esto ocurra en Países bajos, una sociedad con raíces en el comercio y es una lástima que esas expresiones por la libertad no se reflejen en su política exterior, sobre todo con Guatemala.

En todo caso, es muy posible que, como dice mi cuate Jesús María, la cuna del liberalismo se halle en Países bajos y no en Inglaterra como generalmente se dice.

Gracias a Olav por la pista.


10
Sep 21

¡A celebrar el 15 de septiembre!

 

Me encanta celebrar el 15 de septiembre, Día de la Independencia o más bien de la desvinculación de la monarquía hispánica. La excusa común para la fiesta es la de celebrar a la patria; y es conmovedor ese patriotismo cándido que pasa de generación en generación, porque tu patria es donde está enterrado tu mux.  Sospecho, sin embargo, que en el fondo lo que celebramos en estos días es la vida, o la simple posibilidad de celebrar.  El hecho de que uno pueda hacerlo con quien uno elige y el hecho de que uno se puede divertir y pasarla bien.  Se vive plenamente cuando se disfruta la vida.

Una familia en el Obelisco, 2018.

Por eso es que me gusta ir al Obelisco y gozo las antorchas y voy a la Plaza de la Constitución y me dejo llevar por el alboroto y la alegría de la gente.  ¿Sabes que son absolutamente irrelevantes las autoridades en esta fiesta?  Quien ha ido al Obelisco el 14 y ha estado en las calles ese día y el 15 sabe que la gente celebra con, o sin Presidente, ministros, Alcalde y otros pipoldermos.

Haz clic en la foto para comprar el libro.

Este año, como en el anterior, extraño el carácter popular y callejero de la efeméride; pero me alegra mucho que haya variedad de iniciativas para el festejo. BAC Credomatic tiene planeadas actividades en el Istmo; En La Torre se canta el Himno nacional; G&T Continental lanzó una campaña; Nescafé ofrece tazas; Ducal modificó sus etiquetas; en la San Martín y en Cemaco hay ambiente de septiembre.

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¡Por supuesto que no celebro el patrioterismo colectivista contra el que advirtió Ludwig von Mises! ¡Por supuesto que reconozco que Guatemala está lejos de florecer plenamente y que todavía nos falta avanzar en términos de calidad de vida y calidad institucional!  ¡Pero, muchá, llevamos 200 años en busca de la libertad, a pesar de sus enemigos, los liberticidas!

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Cuando vuelva la fiesta a las calles ahí estaré; con las familias, con los amigos, con la gente de todas las edades y condiciones, con los niños que se maravillan y con los vendedores. En casa retomaremos nuestro tradicional potluck chino de Independencia. Porque evitar la muerte no es lo mismo que vivir.  ¿Y sábes que? Soy optimista con Guate y los chapines.

Columna publicada en elPeriódico.

Notas: Algunos de mis amigos, cuates y colegas han escrito libros sobre el Bicentenario y tres de esas obras ilustran esta entrada.

¿Sabes qué es el potluck chino de Independencia? En la costa sur es tradicional que, luego del desfile tradicional la gente vaya a almorzar a algún restaurante chino.  De modo que en mi casa y con algunos amigos, tenemos la costumbre de juntarnos el 15 al medio día y cada quién lleva un plato chino distinto en un orden espontáneo.  La idea es comer distintos platillos y celebrar antes de irnos a la Plaza de la Constitución para la ceremonia de arriar la bandera y para ver las últimas bandas escolares. Un potluck, por cierto, es lo que en buen chapín llamamos fiesta de traje.


12
Jul 21

¡Viva Cuba sin comunismo!

 

El pueblo cubano, ¡la gente de Cuba! está saliendo a las calles a pedir libertad.  Las personas salen desarmadas, en un país cuya tiranía puede bajarse la Internet y hacer como que en la isla no está ocurriendo nada.  La gente sale a la calle en ese ambiente de desconfianza y terror que sólo las dictaduras totalitarias pueden generar.  Las personas salen desarmadas a enfrentarse a policías de uniforme y a policías de civil y quién sabe si también al ejército.

La foto es de 14ymedio.

Lo que venga, ¿será como en Alemania del este y en Rusia que los regímenes se desmoronaron de puro podrido? ¿Será como en Rumanía que los líderes fueron fusilados? ¿Será como en Nicaragua, o Venezuela donde la sangre de los jóvenes ha sido derramada una y otra vez?  Ya se reportan heridos y actos de brutalidad y represión; pero el régimen castrista todavía está a tiempo y tiene la oportunidad de dejar que las personas se manifiesten con libertad y la de sentarse a dialogar en busca de una salida que no cueste vidas humanas. Una salida para liberar a la gente de la dictadura socialista que ya tiene más de 60 años.  ¿Cuánto más durará abierta esa ventana de oportunidad?

La ilustración la tomé de Twitter.

La gente se cansó de tanta miseria, gente de menos de 20 años eran los que más gritaban ¡Abajo la dictadura! y ¡Libertad!, dice 14ymedio. ¿Sabes? eso me da mucha rabia.  Mientras que los jóvenes que malviven en las dictaduras socialistas tienen que arriesgar sus vidas y derraman sangre para recobrar la libertad, en países como Guatemala hay viejos y jóvenes perjudicados que anhelan el colectivismo y el totalitarismo. Hay gente que quiere reventarlo todo para imponer las ideas de los castro, del che y de otras lacras.  Hay gente que luce efigies de Guevara y hoces y martillos con la esperanza de convertir a Guatemala en otra Cuba, otra Nicaragua u otra Venezuela.

La foto es de 14ymedio.

El régimen castrista le debe al mundo miles y miles de muertos, incluidos los de Guatemala entre 1960 y 1996.  Mientras tanto, los comunistas guatemaltecos guardan un silencio ominoso.


22
Feb 21

“Descuida, yo te cuido”; la peli del fin de semana

Descuida, yo te cuido, es la peli que vi el fin de semana; y como tiene que ver con el despojo de la dignidad humana y con métodos coercitivos para quitarles a las personas su propiedad, su libertad y su responsabilidad, me recordó los trabajos de Thomas Szasz, psiquiatra que visitó Guatemala en 1979.

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La de la peli -de un humor negro encantador- es la historia de dos mujeres que, con la complicidad culposa de un juez, la ayuda dolosa de una médica y la del administrador de un hogar de ancianos, montan una operación para esquilmar ancianos; operación que es posible sólo sobre la premisa de que el estado debe velar por el bienestar de ciertos individuos, sí, o sí. Incluso contra su voluntad y su juicio propio.

En The Myth of Mental Illness, Thomas Szazs sostuvo que la medicación, la hospitalización y la psicoterapia obligatorias son poco más que formas de práctica clínica coercitivas y que anulan la dignidad de las personas. Como muchas personas valoran la seguridad y la sumisión por encima de la incertidumbre y la responsabilidad,  para algunos pacientes aquello significa abdicar del control sobre sus vidas frente a la autoridad de sus síntomas y la de sus médicos; mientras que a estos los obliga a creer en la enfermedad mental como una enfermedad que debe curarse. El doctor Szasz abordó el tema de la libertad y la necesidad de cuestionar la naturaleza potencialmente coercitiva inherente a la psicoterapia y la psicofarmacología.

En esa dirección, Szasz explicó que la verdadera libertad significa tomar el control y la responsabilidad de nuestras elecciones y sus consecuencias. Ni la psicoterapia, las drogas ni el poder de nuestras técnicas restaurarán el sentido personal de agencia de un paciente; y Szasz hace que los interesados se sientan lo suficientemente incómodos como para pensar de manera diferente sobre todo lo que se hace clínicamente, desde el diagnóstico hasta la planificación del tratamiento, especialmente con los más vulnerables: los niños, los presos, los llamados enfermos mentales…y los ancianos.

Es importante anotar que Szasz no estaba contra la psiquiatría, sino que se oponía a la psiquiatría coercitiva. Era un oponente acérrimo de la institucionalización involuntaria y del tratamiento psiquiátrico involuntario, pero practicaba la psiquiatría y la psicoterapia entre adultos que consentían los tratamientos.

La peli me llevó a pensar que, así como ocurre con los llamados enfermos mentales -al amparo de legislación colectivista y anacrónica, con la complicidad de jueces y profesionales (de forma culposa, o dolosa)- los ancianos, los niños y los presos son muy vulnerables. La peli tiene que ver con la institucionalización involuntaria de una anciana.

Las ideas de Thomas Szasz fueron muy controversiales durante su vida, y continúan alimentando las perspectivas críticas en torno a temas aparentemente divergentes como el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM) y la despenalización del uso de drogas. 

El doctor Szasz vino a Guatemala para recibir un doctorado honoris causa de la Universidad Francisco Marroquin.  La última vez que supe Szasz fue en 2012, poco antes de su muerte, cuando yo andaba con Ethan Nadelmann en La Antigua y esta llamó a aquel para contarle que estaba en Guatemala y en la UFM; y a Szasz le dio mucho gusto.


10
Sep 20

La pifia de prohibir la libre locomoción

¿Qué frase de Federico Bastiat se me vino a la mente cuando leí que la administración va a permitir los vuelos nacionales e internacionales y al mismo tiempo mantiene la prohibición (¡Inconstitucional!) de que la gente pueda circular, o transitar a cualquier lugar de la república con relación a viajes recreativos, sociales, o familiares?

La frase es: La ley, ¡pervertida! La ley y tras ella todas las fuerzas colectivas de la nación, ha sido no solamente apartada de su finalidad, sino que aplicada para contrariar su objetivo lógico. ¡La ley, convertida en instrumento de todos los apetitos inmoderados, en lugar de servir como freno!

Lo bueno es que nadie cumple este tipo de prohibición legislativa; pero lo malo es que la multiplicación de normativas que la gente no respeta, deviene en un generalizado irrespeto a la ley.  Te doy dos ejemplos: nadie cumple la legislación que obliga a usar casco en moto, nadie cumple la obligación legislativa de usar chaleco reflectivo en moto. Nadie cumple la prohibición legislativa de usar cubrirse el rostro en las manifestaciones públicas. Ya sabes, parafraseo a Cicerón, mientras más legislación, menos justicia.  Y no sólo es que muchas personas incumplan aquella regulaciones, ¡es que nadie -en la administración- tiene la autoridad moral para hacerlas cumplir.

¿Ves que digo administración en vez de gobierno? Esto es porque la misión propia de un gobierno es la de proteger los derechos individuales de los habitantes del país, proveer seguridad y administrar justicia.  En cambio la de una administración es gravar para gastar e involucrarse en la esfera de acción privada de las personas siempre que pueda.

¿Ves que distingo entre ley y legislación? Esto es en el espíritu hayekiano de distinguir entre nomos o leyes, que son generales, abstractas y de conducta justa, que protegen los derechos individuales y las esferas de acción privada de las personas, de modo que los individuos pueden hacer todo, excepto lo que está prohibido para proteger los derechos de todos por igual: y thesis o legislación, que son normativas específicas y concretas, que pueden ser violatorias de los derechos individuales e invasivas de las esferas de acción privada de las personas, de modo que los individuos resultan sólo pudiendo hacer lo que la legislación permite.

De cualquier manera, espero que la redacción del acuerdo gubernativo en cuestión sea una pifia de una administración habituada a hacer mal las cosas y a la brava. No sería la primera vez, y sin duda no será la última, en que tengan que recular por descuidados. Mucho de esta administración con relación al SarsCov-2 es como de opereta. Por ejemplo, ayer el Ministro de Economía hizo un llamado a la población para que en la medida de lo posible visiten centros turísticos en el país, habiendo una prohibición legislativa para ello.


31
Jul 20

¿Un futuro sin emprendedores?

En la película Ironman 2, cuando en una audiencia el senador Stern trató de apropiarse -para el bien común- de la armadura que T. Stark había diseñado y construido, ¿qué le contestó el empresario al político? Le dijo: ¿Quieren mi propiedad? No, no pueden tenerla.  Es una escena intensa y muestra al creador y emprendedor en toda su grandeza material y ética.

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En la novela El manantial, cuando H. Roark es procesado por destruir una obra suya que había sido alterada sin su consentimiento y en violación del contrato que la había hecho posible, el arquitecto explico que nada nos es dado en la Tierra. Todo lo que necesitamos debe ser producido. Y aquí el ser humano afronta su alternativa básica, la de que puede sobrevivir en sólo una de dos formas: por el trabajo autónomo de su propia mente, o como un parásito alimentado por las mentes de los demás. El creador es original. El parásito es dependiente. El creador enfrenta la naturaleza a solas. El parásito enfrenta la naturaleza a través de un intermediario. El interés del creador es conquistar la naturaleza. El interés del parásito es conquistar a los hombres.

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De aquellas dos escenas me acordé cuando vi la audiencia, en el Congreso de los EE.UU., en la que se citó a J. Bezos, de Amazon; T. Cook, de Apple; S. Pichai, de Google y M. Zuckerberg de Facebook.  Salvando las distancias -porque hasta cierto punto ninguno de ellos es Stark, ni Roark- eran escenas como sacadas de la peli y de la novela. Ciertamente del lado político, la mesa estaba llena de senadores Stern.

¿Qué tiene que ver esto con los chapines en estado de calamidad? Pues que muchas veces, algunos, se confunden al creer que los políticos (y especialmente los políticos colectivistas) representan al bien común; y muchas veces se ataca a los emprendedores, creadores e innovadores.  Es cierto que hay empresarios mercantilistas y sinvergüenzas, pero también es cierto que hay políticos decentes.  Pero piensa, ¿cómo pasarías el estado de calamidad y el encierro sin emprendedores, creadores e innovadores? ¿Cómo sería un futuro sin ellos? Uno a merced de parásitos.

Columna publicada en elPeriódico.


27
Jul 20

Es el tiempo para la responsabilidad

Luego de cuatro meses de asfixiar las posibilidades de ganarse la vida, de los guatemaltecos; y luego de cuatro meses encierros, prohibiciones y otros experimentos la vida empieza a retornar y es el tiempo para la responsabilidad y la prudencia.

La hora dorada en la ciudad de Guatemala.

Durante los cuatro meses pasados mucha riqueza fue destruida y aunque nunca va a ser repuesta, estoy seguro de que muchos chapines van a hacer todo lo posible por volver a empezar como empezaron luego del terremoto devastador de 1976 y como han empezado luego de otras desgracias.  Todo es que no los estorben.

Eso sí, dado que hay mucho que desconocemos sobre el SARS-coV-2 y el covid-19 y dada la desinformación abundante con respecto al virus y a la enfermedad que ocasiona, la vuelta a la vida normal debe ser con responsabilidad y prudencia.

Está claro que las autoridades en el poder no nos han devuelto la libertad, sino que han ampliado los permisos y de forma discriminatoria; y no vaya a ser que nos acostumbremos a vivir por permiso, en vez de vivir por derecho.  Aún así, aplica la idea hayekiana de que la libertad no sólo significa que el individuo tiene la oportunidad y responsabilidad de la elección, sino también tiene que soportar las consecuencias de sus acciones y recibir alabanzas, o censuras por ellas. La libertad y la responsabilidad son inseparables. Y aplica también el concepto objetivista de prudencia o sensatez, que tiene sus raíces en Aristóteles para quien es la virtud de delibera y juzgar correctamente sobre lo que es bueno y ventajoso para uno mismo, en lo que conduce a la buena vida.

No es el momento para desmanes como el de ir a quemar la municipalidad, organizar fiestas, o irse a zampar a apretazones y multitudes.  Pero tampoco es el momento para descuidar los detalles pequeños, de cortesía, o de sentido común como lavarse las manos con frecuencia y usar mascarilla en público.  Es el momento para actuar con responsabilidad y prudencia.

Porque estamos viviendo un fenómeno sin precedentes en la memoria de muchísima gente, seguramente va a haber actos irresponsables e imprudentes; y porque la naturaleza en realidad no es nuestra amiga (que no es lo mismo que decir que el universo no es benevolente) lo más seguro es que luego de este periodo de permisos laxos haya un repunte de contagios y de muertos.  Y eso va a despertar la ansiedad de los que tienen miedo y la  codicia de quienes medran en la quiebra, la pobreza y la falta de libertad. Y entonces será el momento para actuar con racionalidad y evitar el cortoplacismo.

Va ha haber muchas frustraciones porque las medidas supuestamente sanitarias que son condiciones y requisitos para empezar de nuevo ciertas actividades no sólo no son financieramente propicias, sino que son prácticamente imposibles.  Tomando en cuenta que no hay tal cosa como one size fits all, ¿cuál es el aforo mínimo necesario para que valga la pena operar un comedor, o una camioneta? Si antes del covid-19 había colas largas para abordar buses urbanos y extraurbanos, ¿de cuánto van a ser ahora las colas en metros y en tiempo? ¿Cuál es el máximo para que valga la pena?

Es tiempo para ser flexibles, creativos y emprendedores.

Hay que rechazar, sin embargo, el concepto de nueva normalidad porque tiene una carga colectivista, ingenieril, racionalista y constructivista demasiado pesada y tóxica.  No falta quienes quieren diseñar y legislar una nueva realidad de acuerdo con sus fiebres, sin tomar en cuenta las valoraciones personales de los individuos, las configuraciones particulares de los mercados y de los grupos humanos, ni el debido respeto a los proyectos de vida de las personas.  Condiciones para las cuales es preciso que los derechos individuales prevalezcan sobre los intereses colectivos, y no al revés, como ocurre en la actualidad, especialmente en el contexto del estado de calamidad, del toque de queda y de las restricciones.

Volveremos a la normalidad cada quien a su ritmo y cada quien en la medida de sus posibilidades y la normalidad será lo que sea normal, siempre y cuando no haya quienes quieran forzarla a su gusto y conveniencia.  Pero para ello hay que hacer a un lado la ansiedad anticipatoria, la estigmatización y el miedo irracional que nada tienen que ver con la responsabilidad y la prudencia.

En fin, l´haim.


08
May 20

¿Es posible la madurez?

Los gobiernos nunca son liberales por inclinación, dice Ludwig von Mises en Gobierno Omnipotente, una obra muy recomendable en estos tiempos.

“Otras personas no son tu propiedad”

Es humano que los hombres que manejan el aparato de compulsión y coerción exageren su poder de funcionamiento y aspiren a someter todas las esferas de la vida humana a su inmediata influencia. El estatismo es la enfermedad profesional de los gobernantes, los guerreros y los burócratas, añade el filósofo y economista en ese libro que tiene su origen en un ensayo publicado poco después de que el nacionalsocialismo tomara el poder en Alemania, con el atinado título de En nombre del estado: los peligros del colectivismo.

Mises advierte que los gobiernos no se hacen liberales, sino cuando a ello les fuerzan los ciudadanos.  Sí, y sólo si, añado, los ciudadanos valoran la libertad, rechazan la servidumbre, y no han renunciado a la idea pivotal de que las demás personas no son tu propiedad y que, en consecuencia, tu no eres propiedad de otros.

¿Por qué es que Gobierno omnipotente es atingente en pleno encierro en el contexto del SARS-Cov2 o Virus chino? Porque, quién dice: debería haber una ley sobre este asunto, quiere decir: la fuerza armada del gobierno debería obligar a la gente a hacer lo que no quiere hacer.  Quien dice: esta ley debería ser puesta en vigor, quiere decir: la policía debería obligar a la gente a cumplir la ley, explica Mises. ¿Dime si no has visto gente forzada a no trabajar y a no desplazarse por disposiciones legislativas? ¿Dime si no has visto a las fuerzas de compulsión obligando a la gente a cumplir la voluntad de quienes tienen el poder y de quienes influyen en él?

En el contexto actual, a los individuos nos corresponde actuar con prudencia; con el ánimo de mantenernos a salvo, no dañar a otros y ¡Vivir la vida! Tales niveles de madurez y de racionalidad son imposibles si renunciamos a la madurez y a la racionalidad, y si nos contagiamos de la enfermedad del estatismo.  Mal que, por cierto, está matando a quien sabe cuantos miles de personas de hambre, de desesperación y de incertidumbre.

Columna publicada en Elperiódico.


24
Abr 20

“El trono” y la libertad de expresión

Ahora que murió Marcos Mundstock, voz entrañable e icónica de Les Luthiers, vinieron a mi mente unos versos de El rey enamorado: ¡El poder, la prisión, el trono! ¿El trono, o María? Al fin y al cabo, el trono lo quiero para posarme sobre el, y satisfacer mis deseos, los mas sublimes y los mas perversos, en cambio a María la quiero para…. caramba, ¡qué coincidencia!

¿Y por qué es atingente aquello?

La ilustración la tomé de Facebook.

En el mundo, muchos de quienes ejercen el poder han echado mano de un dicho perverso de la política que aconseja que nunca desperdicies una buena crisis; y en ese espíritu han aprovechado “el trono” para satisfacer -con todo tipo de intenciones- muchos de sus deseos y caprichos ideológicos y políticos.  Posados en el trono han encontrado que pueden mandar, ordenar,  prohibir, regular y controlar a una masa ansiosa por ser mandada, ordenada, prohibida y regulada. Incluso si para ello tienen que violar la ley y el orden constitucional.

En casi todo el mundo la libertad individual de producir, consumir, intercambiar y servir, sin coerción, ni privilegios está bajo ataques constantes, cuando no ha sido pisoteada sin más.  Igual suerte corre la libertad de expresión.

En España, por ejemplo, el Jefe de la Guardia Civil, dejó ir que ese cuerpo policial estaba trabajando en minimizar las críticas al gobierno.  En China, el régimen criminal de Pekín ha impuesto restricciones sobre la publicación de investigaciones académicas sobre el origen del SARS-CoV-2.  Aquí en Guatemala hay diputados que quieren regular el teletrabajo; y así podemos seguir con una lista larga de acciones contra la libertad en general, y contra la libertad de expresión en particular. Y este estado de cosas no debe ser tolerado, venga de donde venga. Sobre todo en tiempos de crisis, porque, como leí en Twitter: Al poder se le incomoda, no se le besan las botas.

Todo intento por coartar la libertad de expresión sólo contribuirá a el establecimiento de un pensamiento único, castigará la discusión de ideas y penalizará la búsqueda de la verdad. ¡Nada bueno trae la censura! El trono, no debería ser para eso.

Columna publicada en elPeriódico.