18
Nov 06

¡De esmoquin y a La Scala!

1. Cuando yo tenía unos 13 años, para una Navidad, mis hermanos y yo entramos a la sala; y alrededor del Nacimiento y del árbol navideño vimos nuestros regalos y empezamos a abrirlos. Mis padres observaban desde un rincón y nosotros no notábamos nada raro. En eso mi papá me preguntó: “¿No viste atrás?” Y como no lo había hecho contesté que no y volví la cabeza; sólo para encontrarme con la increíble sorpresa de que allí había una motobicicleta con una gran moña roja.

Ahora imagínese el reguero de adrenalina y cómo me daba de vueltas la cabeza.

Por esos años leí que en Milán había un indigente cuyo sueño era asistir a una presentación en La Scala. Un revista lo bañó, le puso esmoquin y lo mandó a la opera en limosina. Pues así mismo, como se debe haber sentido aquel indigente y como me sentí cuando vi la bicimoto, fue que me sentí cuando recibí la invitación para asistir al Mont Pelerin Society General Meeting 2006.

Sin bulla y en privado, el mismo se celebró aquí en Guatemala, y coincidió con el año en que se celebran los 35 años de la Universidad Francisco Marroquín, que actuó como anfitriona.

Usted dirá que qué le pasa a este que se emociona así con un encuentro de economistas, filósofos, historiadores, periodistas y otros. ¡Pero no es cualquier encuentro! Es uno que sigue los pasos de Aristóteles, Smith, Locke, Hume, Ortega y Gasset, Alberdi, Rand, Mises, Hayek y Friedman, entre otros íconos de la civilización occidental.

Es caminar ese sendero en compañía de David Kelley, Leonard Liggio, Thomas Hazlett, David Friedman, Carlos Sabino, Alberto Benegas Lynch (h), James Tooley, Michael Novak, Carroll de Rodríguez, Dwight Lee, Bruce Benson, Andrew Morris, Roberto Blum, Mary O´Grady, Richard Epstein, Charles Baird, Tom Palmer, David Schmidtz, Manuel F. Ayau, Giancarlo Ibárgüen, Ed Crane, Roberto Salinas, Karen Horn y José María Aznar entre muchos otros.

La MPS fue establecida después de la Segunda Guerra Mundial como iniciativa de F.A. Hayek. Parte de la idea de que los valores fundamentales de la civilización están en peligro; pero el grupo no busca crear una ortodoxia, ni formar un partido, o hacer propaganda. Su objetivo es facilitar el intercambio de ideas entre personas que comparten los mismos principios, propios de una sociedad de personas libres, así como estudiar los resultados, las virtudes y los defectos de los sistemas de mercado.

La Sociedad tiene unos 500 miembros en más de 40 países. Entre aquellos, se encuentran varios intelectuales que han recibido el Premio Nobel, como James M. Buchanan y Vernon L. Smith que, por cierto, también son doctores honoríficos de la UFM. Para Guatemala es un honor que Manuel F. Ayau, rector emeritus de esa casa de estudios, presidiera la MPS de 1978 a 1980.

¿Qué confirmé durante mi experiencia en la MPS? Pues que sin Estado de Derecho son imposibles el desarrollo y el bienestar. Que lo que es correcto es más importante que lo que funciona. Que no debemos esperar a que nuestra vida, o nuestra honra estén en peligro, para defender la libertad. Que las personas que son grandes intelectualmente, son las más generosas y magnánimas. ¡Todo eso y mucho más! Ahora ya me quité el esmoquin, y estoy de vuelta en la vida normal.

2. Y hablando de vida normal, ¿qué le pareció a usted eso de los diputados viajeros? ¿Usted cree que fueron engañados, o que iban con conocimiento de causa? Si fueron engañados, ¿de dónde pudo haber venido el engaño? ¿Cuántos diputados viajan de esa forma, durante una legislatura? Si esto ocurre cuándo “los buenos” están a cargo, ¿habrá forma de que no ocurra, y punto?

3. Mojito patriótico en tierra cubana. El inspector de la escuela le pregunta a Pepito: “¿Quién es tu madre?”; y Pepito responde: “La patria, inspector”. Y el inspector vuelve a preguntar: ¿Quién es tu padre?”; a lo que Pepito responde: “Fidel, inspector”. La tercera pregunta del inspector es: Y tu, ¿qué quieres ser, Pepito?” A lo que Pepito responde: “Yo quiero ser huérfano, inspector”.

Publicada en Prensa Libre el 19 de noviembre de 2006.


11
Nov 06

Temas prohibidos

1. A mí nunca me ha gustado ese dicho popular que aconseja no discutir ¡jamás! acerca de religión y de política. Siempre me ha parecido un poco cobarde y como en esta columna escribo frecuentemente de política, hoy me ha dado por escribir de religión.

Eso sí, con una explicación previa. No comparto la opinión de mi cuate Warren, que dice que “Dios es el amigo imaginario de los adultos”; porque, como le expliqué a mi maestro Joe cuando me preguntó que cuál era mi religión: “Yo soy monoteísta”. Horrible incongruencia para un estudiante de Objetivismo, que sólo puedo explicar porque le agradezco a mi “amigo imaginario” todas las bendiciones que me da cada día.

Dicho aquello, quiero compartir con ustedes la Pew Forum on Religion and Public Life Poll. Esta organización publica información y encuestas regularmente y normalmente están relacionadas con temas que tiene que ver con religión y asuntos públicos.

De acuerdo con datos de las encuestas hechas por el Pew Research Center, Africa es el continente en el cual la religión es más importante para las personas; en tanto que Europa es el continente en el cual lo es menos. En Senegal, por ejemplo, la religión es muy importante para el 97 por ciento de las personas. Como contraste, en la República Checa y en Francia, la religión es muy importante sólo para 11 por ciento de los encuestados.

En América Latina, la religión es muy importante para 80 por ciento de los guatemaltecos, en la parte alta; y sólo para 39 por ciento de los argentinos, en la parte baja. En ese sentido, Guatemala está a niveles da Angola y Tanzania.

A la pregunta de si es necesario creer en Dios para ser moral, en Norteamérica, Europa Occidental y Europa Oriental, la mayor parte de gente cree que no. Sin embargo, en el resto del mundo, la mayoría cree que sí; y en los Estados Unidos de América 59 por ciento cree que sí es necesario creer en Dios para ser moral, cifra que en Indonesia, Senegal y Kenya, pasa del 90 por ciento.

En Guatemala, 85 por ciento de los encuestados cree que sí es necesario creer en Dios para ser moral. Cifra parecida a la de países como Nigeria, Turquía y Honduras, por ejemplo.

Al cuestionamiento de si es apropiado o inapropiado que la Iglesia Católica le niegue la comunión a los políticos católicos que cuyas opiniones sobre el aborto y la eutanasia contradicen a las de la Iglesia, 64 por ciento respondió que es inapropiado.

En cuanto a religión y política propiamente dicha, 72 por ciento de la gente opina que los políticos deberían tener creencias religiosas fuertes. 27 por ciento cree que los políticos hablan demasiado de fe y de oraciones, en tanto que 31 por ciento habla muy poco, de eso.

Con respecto a la política electoral, 65 por ciento de los encuestados cree que las iglesias no deberían apoyar candidatos; pero 51 por ciento de los consultados opina que las iglesias sí deberían opinar sobre cuestiones sociales y políticas del día a día.

La mayoría de estas encuestas fueron hechas entre 2002 y 2004. Pero, ¿cree usted que ha cambiado la situación? ¿Qué opina?

A mí, por mi parte, me inquieta mucho que mucha gente crea que los ministros de las iglesias deberían opinar sobre cuestiones sociales y políticas. ¿A usted qué le parece?

2. El cielo en la tierra: Yo digo que con el triunfo de Ortega, en Nicaragua y con el de los Demócratas, en los EUA; muchos devotos del estado benefactor van a sentir alimentados sus fuegos. Para aprender algo más sobre aquella tendencia nefasta recomiendo la serie de televisión Heaven on Earth, que, cualquiera que tenga curiosidad, puede ver ya que está disponible en Take One, la tienda de vídeos en Futeca de la zona 14.

3. Mojito con religión y política, para Fidel Castro: “Tu sabes, Pepe, que estoy por creer que Adán y Eva eran cubanos”, le dice un cubano a otro. “¿Y eso por qué?”, pregunta el segundo. “Porque no tenían ropa, andaban descalzos, no los dejaban comer manzanas y les insistían que estaban en el paraíso”, contesta el primero.

Publicada en Prensa Libre el sábado 11 de noviembre de 2006.


28
Oct 06

Sorbo amargo

1. Aquí van unas ideas impopulares, pero importantes, en torno al sorbo amargo que la suspensión del Bancafé les ha hecho tragar a muchas personas.

La primera, es que quienes depositamos nuestros ingresos y nuestros ahorros en organizaciones financieras, de cualquier naturaleza, debemos ser responsables por las decisiones que tomamos. ¿Sabe si el banco en el que tiene su plata es sólido? ¿Cómo lo sabe? ¿Se deja llevar por la publicidad del banco? ¿Le cree a lo que dice la Superintendencia de Bancos? ¿Qué es más seguro, un banco con activos elevados, o uno que es muy rentable? Debería haber una calificación de bancos, independiente, como la que se publicaba cuando yo dirigía una importante sección de Economía, en otro medio informativo.

La existencia de contralores como la Super, o la Junta Monetaria (integrada, esta, por políticos y por representantes de grupos de interés), no nos releva de la responsabilidad individual de analizar en dónde depositamos nuestro dinero.

La segunda, es que la existencia de mecanismos como el Fondo de Protección del Ahorro engaña a la gente, privatiza las ganancias y socializa las pérdidas.

Engaña porque se generaliza la creencia de que su dinero les es devuelto sin que eso implique un costo para terceros. De hecho, el Fopa es una de las causas por las cuales es profunda la diferencia entre los intereses que paga un banco y los que cobra. Esto es porque es un costo para los bancos sanos y al final lo pagan por medio del precio de los créditos que otorgan.

Privatiza las ganancias y socializa las pérdidas porque si un banco es exitoso los que se enriquecen,son sus accionistas; pero si un banco fracasa por las malas decisiones de aquellos mismos accionistas, estos son relevados de su responsabilidad y de la presión de los depositantes cuando “otros” (que somos los tributarios, o los depositantes y deudores de otros bancos) tenemos que “aportar” para pagar las pérdidas.

La tercera y la cuarta son: No pongas los huevos en la misma canasta; y cuando el río suena, es porque piedras lleva. En la medida de lo posible es bueno poner algo de plata aquí, y algo de plata allá. De esa forma, si colapsa una organización, lo que no está en ella se libra del desastre.

Sin dejarse llevar por chismes y con prudencia, hay evidencias que no hay que dejar pasar. Si la organización financiera en la que usted tiene su plata perdió mucho dinero en bonos rusos y tuvo que ser rescatada por el gobierno; y si luego perdió mucho dinero a causa del fracaso de otra organización financiera y tuvo que volver a ser rescatada, pues hombre, hay que ir saliendo de ahí.

La quinta, es que a mayor tasa de interés, mayor riesgo. En general, las organizaciones financieras seguras no tienen necesidad de ofrecer tasas de interés elevadas para atraer a su clientela.

La sexta, es que se comprueba, otra vez, que la intervención socialista y mercantilista del estado, en el mercado, hace que mengüe la vida ética de las personas (vea Tópicos de Actualidad No. 821). Políticamente, los entes supervisores y reguladores se sienten obligados a decir que nada malo está pasando, hasta que ya no pueden seguirlo ocultando y es demasiado tarde. Los empresarios que fracasan se alivian de la presión y de las consecuencias de sus actos, detrás de mecanismos que socializan sus pérdidas. Los clientes y los depositantes relajan su propia responsabilidad individual, o renuncian a ella y la depositan en los políticos y en los representantes de grupos de interés.

Finalmente, ojalá que los guatemaltecos aprendiéramos que no es bueno darle nuestra plata a cualquiera sólo porque es mero chispudo, o porque ¡está pagando 14%!, o porque siempre sale en los diarios. Ojalá que los chapines aprendiéramos que un banco no es bueno sólo porque regala pelotas, porque tiene un lujo de edificio, o porque así lo dice (ambiguamente) el ente contralor.

2. Mojito: Castro llama a Chávez y le pregunta: “Compañero Hugo, ¿qué estás haciendo? Y Chávez le contesta: “Aquí, compañero Fidel, bolivarizando al pueblo venezolano; y ¿qué estás haciendo tú?”. Y Castro contesta: “Yo aquí, marti-rizando al pueblo cubano”.

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 28 de octubre de 2006.


21
Oct 06

El Mundial y la ONU

Para los chapines que queman sus pasiones en causas de lo más dispares, la búsqueda de un lugar en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y las frustradas aspiraciones futbolísticas en el Campeonato Mundial, han desatado el mismo tipo de nacionalismo inefable.

Muchos se deprimieron cuando La Sele no nos pudo llevar al Mundial, y ¿cuántos se deprimirán si Gerth Rosenthal no nos lleva al Consejo?

A mi me da igual; pero si ganara Venezuela, se volvería a confirmar que algo está bien podrido en la ONU; ese foro en el que la URSS era tratada como si no hubiera sido el Imperio del Mal y donde el régimen de Beijing goza de respeto, como si no fuera una dictadura obscena.

Pensando en los anhelos chapines, me acordé de algo que escribió don Clemente Marroquín Rojas en una de las brillantes discusiones periodísticas que sostuvo; misma que está recopilada, junto a otras, en un libro titulado En el mundo de la polémica.

Esa obra es un cajón de perlas, y entre mis favoritas están las relacionadas con las pretensiones grandiosas del gobierno de La Revolución, encabezado por Juan José Arévalo. En la polémica que sostuvo con el canciller Enrique Muñoz Meany, don Clemente dijo: “Enrique pensaba que desde las alturas del gobierno de nuestra aldea adorable, podían realizarse algunos atrevimientos”.

En eso pienso cuando la administración de Oscar Berger manda guatemaltecos a Congo para que se mueran en operaciones oscuras de la ONU. En eso pienso cuando los soldados chapines van a Líbano. En una paráfrasis marroquiniana: esta administración no barre su casa; pero sale a barrer casas ajenas.

Guatemala y Venezuela compiten por un puesto en el órgano más poderoso del mundo, que discute y decide sobre asuntos que amenacen la seguridad y la paz mundial. Cosas como las amenazas nucleares de Corea del Norte y de Irán, el genocidio en Sudán y las guerras civiles en Africa.

Pero yo digo: Aquellas fuerzas de seguridad, ¿no son más necesarias para que aquí mismo, en la casa, no maten a cualquiera por robarle un teléfono, un reloj, o un automóvil? Y yo digo: las demencias de Kim Jong Il y los aquelarres africanos son una desgracia; pero ¿no sería mejor que nos concentremos en sacudir nuestros propios desmadres? Digo…antes de ir a barrer casas ajenas, o de deprimirnos por no poder hacerlo.

Aquí tuvo que pasar que los gringos se empecinaran en su guerra contra las drogas, para que la administración dispusiera hacer algo con las plantaciones de amapolas en San Marcos. Aquí tuvo que pasar que apareciera un Alejandro Giammatei, para que se pusiera orden en Pavón. Y entonces, ¿qué hacemos, desde esta aldea adorable, permitiéndonos atrevimientos como el de Congo, o el del Consejo?

Yo sugiero que la administración chapina se concentre en protegernos la vida, la libertad y la propiedad. Que se enfoque en garantizarnos la justicia y el cumplimiento de los contratos. Que se revierta el colapso del Estado. ¡Que sea reformado el Estado!, antes de que pretendamos imponer el orden en patios ajenos. Si esta administración no es gendarme en su propia tierra, ¿qué hace metida a gendarme del Globo?

Y antes de deprimirme, yo quisiera saber, si se puede, cuánto nos ha costado, a los tributarios, esta aventura en la ONU Y quisiera saber, si se puede, cuántos mejores policías, cuántos mejores fiscales y cuántos mejores jueces podríamos tener, si aquellos recursos hubieran sido invertidos en algo útil y menos pretencioso.

2. Fiat lumen: No conozco al excomulado Eduardo Aguirre; pero por lo que se lee en los diarios, se entiende que fue castigado así de duro por no alinearse con Quezada y con Benedicto XVI. Lo que me lleva a pensar en lo paradójico de que a Mario Orantes le sea llevada la comunión a su celda, siendo uno de los protagonistas de Quién mató al obispo (De La Grange y Rico, 2003).

3. Mojito: Se murió Celia Cruz y en el cementerio, durante el entierro, Castro lloraba y decía: “Mi Celia, mi Celia”. Un chino que estaba cerca y lo oyó, le dijo: ¡¿Mi Celia?! ¡Miselia, hamble y dictadula!

Publicado en el diario Prensa Libre el sábado 21 de octubre de 2006


14
Oct 06

Consuetudinario, o jacobino

1. Un muerto, y 28 casas y cinco automóviles quemados, fue el saldo que dejó el enfrentamiento entre los residentes de varias poblaciones que invadieron la aldea Tzucubal con el objetivo de capturar a un grupo de personas acusadas de vender niños. Así decían las noticias el 2 de octubre.

Para el 3, las cosas se pintaban peor; ya que para entonces, con el apoyo del alcalde del lugar e impedido el ingreso de la policía, 18 mujeres y cinco hombres fueron azotados y rapados.

Entre la actitud de este jefe edil y la del munícipe de Acatán, más los 12 casos de este tipo que en lo que va del año tiene registrados el Organismo Judicial, incluido el espeluznante caso de Sumpango, uno puede concluir, ¡otra vez!, en que el estado de Guatemala ha colapsado y que se está disolviendo en la anarquía.

¿Por qué no ocurrían tantas cosas de estas hace diez, o quince años? La hipótesis de un cuate es que la presencia del Ejército impedía estos desmanes entre la población indígena. “Los que estamos desubicados somos nosotros; porque, ¿de dónde sacamos que Guatemala es Occidente?”, dice el citado.

Y talvez sea cierto. Por cierto que según un mito tzutujil los K´ulantun winaq eran hechiceros cuyas costumbres malignas no tenían límites e incluían el robo de niños para el sacrificio (Stanzione, 2000). Mitos como este dan pie para que entre los indígenas, el simple rumor de un posible robo de niños puede desencadenar linchamientos. (Si me escribe a luisfi@intelnet.net.gt le mando un articulín que publiqué al respecto). Y si no, ¿qué explica hechos como el de Tzucubal, el de Sumpango, el linchamiento de aquellos turistas japoneses en Todos Santos y el ataque espantoso que sufrió June Weinstock, en San Cristóbal Verapaz?

Sin embargo puede que haya más. Mi hipótesis es que a aquellos grupos que se oponen a las adopciones y que andan por ahí asustando a la gente sencilla con historias sobre el robo de niños, se les ha ido la mano. Esas historias han revivido los mitos primitivos más profundos y han despertado demonios que estaban dormidos. Y como consecuencia, el estado de Guatemala se disuelve en la anarquía; entre una mezcla de intereses políticos retorcidos, algo de mumbo jumbo y el activismo (y la abulia) de elites irresponsables.

En medio del caos, los desmanes de la plebe se confunden con un supuesto derecho consuetudinario; haciéndose a un lado el hecho de que este se deriva de los precedentes judiciales y de la costumbre, siempre y cuando esta última sea repetida a lo largo de muchos años y que, por lo tanto, goce de un uso repetido y generalizado, al mismo tiempo de que, en torno, a ella exista una conciencia de obligatoriedad.

La quema de personas y de propiedad, los azotes y otras penas infamantes, puede que sean un fenómeno nuevo entre las comunidades indígenas, atribuible a la ausencia del estado como gendarme y como juez.

Entonces, si el derecho consuetudinario ha de desarrollarse entre los indígenas como una alternativa para restituir la legitimidad del estado, la dirigencia política y social que apoya ese camino debe establecer una diferencia inconfundible entre aquel, y el jacobinismo de las plebes y el de los alcaldes con alcances modestos y pretensiones napoleónicas.

Si no lo hicieran, uno podría pensar que, en realidad, las dirigencias populares que vemos en foros, o en ONG y que medran en los organismos internacionales, tienen poca, o ninguna conexión con las verdaderas dirigencias locales con las que las poblaciones indígenas sí tienen conexiones informales, pero efectivas, talvez por consuetudinarias.

2. Mojito: Un turista chapín entra a una tienda de música, en La Habana, y le pregunta al empleado: “¿Tiene la canción Morir de amor, por las hermanas Fabrisa, en 45 revoluciones?” A lo que el empleado le responde: “No, ese no lo tengo; pero sí tengo Morir de hambre, por los hermanos Castro, en una sóla revolución”.