11
Jun 21

No surprises, Mrs. Harris

A juzgar por lo que se ve cuando se es observador de a pie, tres fueron los temas principales de la visita de Kamala Harris a Guatemala:  La migración, el narcotráfico y la corrupción; o sea…los temas de siempre.

El de la migración -para el que Biden y Harris tenían un discurso retador y populista durante la campaña electoral, y tienen uno conservador ahora que están en el poder- fue el tema principal.  Como no sea, sólo porque allá en el norte se tienen una crisis humanitaria y política al respecto.  Estoy seguro de que el No vengan de Mrs. Harris les cayó como agua fría a sus fans migrantes y a sus hinchas chapines. Igual debe haberlos decepcionado el hecho de que a lo mejor sí… Guatemala se podría parecer a un tercer país seguro.

Íntimamente ligado al anterior está la lucha contra la corrupción que, si sigue enfocada en perseguir generaciones de corruptos, va a terminar en “pan con lo mismo”. Aquí una de las mayores causas de la migración ilegal es la falta de oportunidades y de empleos, y no habrá mejores oportunidades ni empleos en tanto no haya más y mejores inversiones productivas; y no las habrá en tanto no haya ahorro. No es misterio. Pero no habrá todo aquello si antes no hay seguridad jurídica, confianza institucional ni Estado de derecho. Por cierto, ¿viste que la señora Vicepresidenta dijo que hubo concerns about those who are in exile from Guatemala in the United States? ¿Qué significa eso? ¿Se refería a Aldana y a Porras?

¿Y de la guerra perdida contra las drogas? ¿Qué decimos de ella? Pues que entre ella y el estatismo y la arbitrariedad que lo acompaña, son las principales fuentes de corrupción.  Ya desde el fin de la CICIG y en tiempos de Trump se hablaba de transferir capacidades al Ministerio Público, y hay envíos de equipo y personal…sólo para que la corruptela siga campante como siempre. No surprises…pues.

Finalmente, en 1954 Clemente Marroquín comentó que el excanciller revolucionario Guillermo Toriello señalaba a oligarcas y gringueros, ¿viste quiénes son quiénes en 2021? Esto es importante porque, si cambian los interlocutores, ¿a dónde se dirigirán los esfuerzos del Departamento de estado para modificar Guatemala?

Columna publicada en elPeriódico.


21
May 21

Ordalías, plañideros y otro toro

 

Las ordalías eran pruebas que invocaban el juicio de un dios para la solución de conflictos, o delitos.  Mediante procedimientos y ritos se infería la inocencia, o culpabilidad del acusado. Por su carácter mágico, las ordalías fueron sustituidas por la tortura. Ese era el carácter de la justicia  ancestral: misticismo y potro.

Ordalía de fuego, via Wikimedia Commons.

A veces el juicio divino era un combate y se creía que el vencedor era favorecido por la deidad.  No era raro que la ordalía consistiera en tomar un hierro ardiente, o en caminar sobre brasas. Si el acusado sobrevivía, o resultaba con daños menores, era inocente. No todas las ordalías eran a base de fuego, el acusado podía meter la mano en agua hirviendo y demostrar que al tercer día las quemaduras estaban sanadas…si era inocente.

En occidente, la evolución del derecho penal se movió hacia bases morales y cívicas. Todo esto lo puedes leer en Derecho penal, de Eugenio Cuello Calón.

De esa evolución son parte las garantías procesales como la presunción de inocencia.  En ese contexto es inadmisible que para capturar a alguien las autoridades le atraviesen un vehículo sin placas, que se acuda al allanamiento antes que a la citación, o la prisión provisional.  Las garantías son para todos, no sólo para los amigos y socios.

En Guatemala, especialmente desde tiempos de CICIG, distintas facciones y sus hinchas han visto de menos el valor de las garantías procesales. Han operado sobre la idea de que la administración de justicia debe servir a la política y que, entonces, la ley es un arma y el juez un soldado; y quien dice juez, dice fiscal y dice procurador.

Para tirios y troyanos, ¡siempre!, la ley, las autoridades encargadas de la seguridad y los jueces, no deben servir a revanchas, a estrategias, ni a demostraciones de poder, sino a la justicia. Desde el miércoles pasado, los plañideros de Twitter -los mismos que hasta hace poco gritaban ¡Otro toro, otro toro! (como en 1920)- descubrieron el valor de las garantías que irrespetaron siempre que pudieron. Ojalá que, de esta, todos entendamos por qué es que a la justicia se la representa con los ojos vendados.

Columna publicada en elPeriódico.


07
May 21

La inmundicia en los ríos

 

En 1948 el río San Francisco inundó Panajachel.  Mi bisabuela contaba que causó muchísimos daños.  Ella misma, su casa y su hotel Casa Contenta sufrieron estragos de los que nunca se recuperaron totalmente.  La estructura de la que ahora es mi cama sobrevivió al lodo y a las piedras.  Pero aquellas agua y lodo de hace 73 años, no eran los de ahora cargados de popodrilos, pipirañas y cacaimanes.  Como los de casi todos los ríos del país.

En esta semana, José Eduardo Valdizán compartió imágenes que dan rabia del San Francisco, del río Villalobos y del río Platanitos cargados con aguas pestilentes y contaminadas.

Las fotos son de José Eduardo Valdizán.

Claro que algo tienen que ver fábricas y cultivos en las cuencas; pero, la verdad sea dicha, las heces, jeringas usadas, colchones, yinas, ropa y otras porquerías que van a parar a los ríos son responsabilidad de miles de personas inmundas que toman la decisión de tirar sus porquerías en las cuencas.  La foto del Platanitos que muestra Valdizán es incontestable.  Los tubos de desagüe de las casas que bordean el río evidencian que hay individuos que no tienen empacho alguno en echar sus excrementos en la corriente de agua.

Río Platanitos. Foto por José Eduardo Valdizán.

Las personas son responsables; pero también las autoridades, que más que autoridades son pipoldermos. La contaminación de los cursos de agua ocurre a la vista (y muchas veces para alivio) de esos caciques mal llamados alcaldes.  SI un río cruza el municipio, algunos munícipes lo ven como el medio más barato y rápido de deshacerse de la basura y deposiciones de sus vecinos.  Ocurre a la vista de ese ñaque conocido como Ministerio de Ambiente.

De cuando en cuando veo a unas yutuberas de la costa sur que me gustan porque son auténticas.  Son buenas personas que viven sus vidas, trabajan y disfrutan de lo que tienen; y a veces se bañan en el río que pasa por su poblado.  ¡Y qué alegre es bañarse en el río, ¿sí, o no?!  Pero luego me pregunto, ¿qué porcentaje invisible de detritus viaja por las aguas en las que se bañan las familias, o en las aguas que beben?  Sin propietarios, las aguas son de todos, y de nadie.

Columna publicada en elPeriódico.


23
Abr 21

Vacunas y el fin de la inequidad profunda

Debido al monopolio estatal de las vacunas contra el COVID-19 en Guatemala, tendrán que pasar 15 años para que todos los chapines seamos vacunados, según una infografía del diario El País.

¿Cuál es la excusa por la cual el Gobierno tiene monopolizadas la adquisición y distribución de las vacunas para evitar el SARS-Cov-2? Porque hay políticos, grupos de interés, grupos de presión e individuos que creen que habría inequidad duradera y profunda si fuera de otra forma.  Esa gente cree que, si las empresas compraran vacunas para inocular a sus trabajadores y a sus familias, habría inequidad duradera y profunda.  Esas gentes creen que si organizaciones privadas voluntarias de servicio adquirieran vacunas para ponérselas a sus grupos de personas objetivos, habría inequidad duradera y profunda.

Pero ahí está que eso que llamamos el Estado o Gobierno no es más que la pandilla de pipoldermos, es decir, de pícaros políticos que por el momento detentan el poder.  ¿Y cuál es el resultado del monopolio que se ha asignado para la adquisición y distribución de vacunas? Pues que no hay. No hay.

¿Y cómo se resuelve el problema? Pues todo el que tiene el dinero para hacerlo, y quiere, agarra viaje hacia Houston para irse a vacunar.  Cientos de guatemaltecos han sido vacunados en aquella ciudad texana, donde la vacunación es universal y es fácil ser vacunado. ¡Y eso me alegra porque mientras más vacunados, mejor!  Actualmente los vuelos que van a Houston van repletos de gente que viaja para vacunarse.  ¿Y la inequidad duradera y profunda que iba a evitar el monopolio estatal? ¡My foot!, como diría mi padre.  Los que no podemos pagar viaje nos quedamos y disfrutamos de la equidad.  Y lidiamos con las tonterías de Giamma, hablando de la ivermectina. El populismo y el estatismo están, como siempre, perjudicando a los más pobres.

Mientras tanto, en Israel ya están abandonando el bozal porque casi toda la población ha sido vacunada; y en Panamá y Colombia, los gobiernos han renunciado al monopolio de las vacunas.

Columna publicada en elPeriódico.


26
Mar 21

¿CICIG 2.0 o deus ex machina?

Estados Unidos creará una fuerza de tarea regional anticorrupción que robustezca la prosperidad, la institucionalidad y la dignidad en Honduras, El Salvador y Guatemala, informa Proceso Digital.

La ilustración es de James Montgomery Flagg [Dominio público], via Wikimedia Commons.

Los funcionarios aseguraron que Centroamérica está entre las tres prioridades más altas en política exterior de los Estados Unidos.

Coincido plenamente con quienes han identificado que la delincuencia organizada y la corrupción del sector público son cánceres y son ejes del deterioro del Istmo.  Coincido plenamente con quienes estiman que los responsables de aquel tipo de delincuencia (como los responsables de toda delincuencia) y los involucrados en actos venales deben enfrentar las consecuencias jurídicas de sus decisiones y de sus acciones. ¡Hay que frenar y castigar a los mafiosos y a los corruptos!  Pero dicho lo anterior, añado, e insisto, en que deben ser eliminadas las fuentes de corrupción y las condiciones que son atractivas para las mafias.  Añado e insisto en que de poco sirve perseguir, meter presos y quitarles visas a los mafiosos y corruptos, si el estado es una piñata y los bisne al amparo del poder y del privilegio están a la orden del día.

Dicho lo anterior, ¿En serio? ¿Una fuerza de tarea externa para robustecer la prosperidad, la institucionalidad y la dignidad? ¿Cómo se puede -como no sea como lo hicieron en Alemania y en Japón después de la II Guerra mundial- imponer una visión particular de prosperidad, institucionalidad y dignidad por medio de una fuerza de tarea? Por cierto que el concepto de fuerza de tarea tiene origen militar (aunque muchas organizaciones no militares usan fuerzas de tarea); y se refiere a un tipo de unidad temporal, establecida para trabajar en una operación o misión concreta; y que se disuelve una vez finalizada su misión.  ¿Puede, una unidad política venir e imponer su visión de prosperidad, institucionalidad y dignidad? ¿Sobrevivirán la dignidad y la institucionalidad guatemaltecas a una CICIG 2.0? ¿Qué opinan los que siempre están gritando Yankees go home? ¿Esta vez no se aplica, como sí se aplicó en 1944 y en 1920; pero no en 1954?

Agradezco la buena intención; pero ¿quién nos cuida de los guardianes?  ​Tengo dudas serias acerca de si el mejor remedio contra las mafias y los corruptos es un deus ex machina; una fuerza de tarea que desde afuera y al margen la voluntad y el control de los electores y tributarios venga a repartir cinchazos. Sobre todo si no se acaba con las fuentes de corrupción y con las oportunidades políticas para las mafias.

Artículo publicado como columna en elPeriódico.


05
Mar 21

¿Qué pata puso ese huevo?

En el contexto de la elección de magistrados para la Corte de Constitucionalidad (cuyo cambio debe realizarse en el plazo fatal estipulado en la constitución, sí, o sí), el concepto de reconocida honorabilidad parece presentar dificultades e incluso es controversial.

Virtud cívica, en el Greenwood Cemetery. Rhododendrites, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

En una comunidad e incluso en la Guatemala soñolienta de principios del siglo XX era relativamente fácil saber quien era quien y conocer la reputación de las personas. En tiempos de mis padres y de mis abuelos, y antes, era más fácil saber quiénes lucían trayectorias de virtudes como responsabilidad, confiabilidad, honradez, prudencia y otras que apuntan a la honorabilidad.  Pero es más difícil en una sociedad compleja.

Mi abuela decía: A saber qué pata puso ese huevo, cuando se refería a personas cuya trayectoria o reputación eran desconocidas.  No es que sea malo por sí mismo ser desconocido; pero el concepto de reconocida honorabilidad trae consigo la necesidad del reconocimiento.

En El retorno del superhombre, Warren Orbaugh define algunas de aquellas virtudes  como: responsabilidad, el hábito de honrar la obligación elegida en el supuesto de que somos seres volitivos y somos la causa de los actos propios; confiabilidad, el hábito de proyectar hacia los demás la seguridad de que uno honrará la obligación asumida; honradez, es la virtud de aplicar la sensatez, la veracidad y la justicia a evitar perjuicios a terceros, deliberadamente; y la prudencia o sensatez que es el hábito de deliberar y juzgar correctamente sobre lo que es bueno.

Y entonces, me pregunto, esos magistrados que retrasan resoluciones, o las aceleran con criterios políticos (en vez de jurídicos y constitucionales) ¿lucen virtudes como la honradez y la prudencia?  Esos que van en representación de intereses particulares, y los manipuladores ¿tienen trayectorias de confiabilidad? ¿Buscamos superhombres? El sistema, ¿atrae, o repele a personas virtuosas?  Es importante, sí, saber qué pata puso ese huevo; pero es más importante el diseño institucional que no dependa de las personas, sino de la calidad institucional en sí misma.

Columna publicada en elPeriódico.


19
Feb 21

Un adefesio para el bicentenario

Con ocasión de la celebración del bicentenario de la Independencia, Tu Muni está construyendo un adefesio en el Parque Centenario, que desintegrará el área.

Aquel espacio es el corazón del centro histórico de la urbe y cuenta con joyas y símbolos del patrimonio arquitectónico urbano. ¿Qué necesidad, hay, de clavarle una construcción ajena y fuera de contexto en medio?  El monumento en cuestión no solo malintegra el espacio, como lo hizo la plaza que sustituyó al parque tradicional; sino que desintegra el área al separar la concha acústica -casi con violencia visual y de texturas- de los edificios históricos que están a los costados de la Plaza de la Constitución.

La necesidad cognitiva de integración es de importancia para los seres humanos, no sólo al nivel filosófico de la epistemología y la metafísica; sino al nivel filosófico de la ética y de la estética.  ¡E incluso para el nivel más pedestre! Ya que la arquitectura es un arte, y el arte tiene que ver con el sentido de vida del artista y con el del que aprecia la obra, la falta de armonía de las partes con el todo y del todo con las partes -que creará el mamarracho en cuestión- crea una desintegración grotesca no sólo entre el Parque Centenario y la Plaza de la Constitución; sino en el carácter de la experiencia urbana y en el de la efeméride

Si la urbe es la arquitectura de la ciudad, y la ciudad es una forma particular de asociación, ¿qué bien le hace a la urbe y a la ciudad la multiplicación -desde el poder político- de monumentos y edificaciones desintegradas y desintegradoras? El corazón del centro histórico no es tabula rasa y tiene una dignidad que los políticos y los arquitectos orgánicos deberían respetar.  No es el lugar para librar una guerra de estilos.

No se trata de que la urbe no evolucione; sino de que -desde el poder político- no se plante un lunar con pelos en un espacio con carácter e historia propios, sólo porque así se le antoja a una élite que tiene el poder para hacerlo.

Así va la construcción del adefesio.

Todavía es tiempo de detener la agresión que está sufriendo aquel espacio; y evitar la agresión que sufrirá la ciudad.

Actualización: mi mamá dice que parece parada del Transmetro.

Otra actualización: Pasó lo que tenía que pasar, el adefesio ya es dormitorio para mendigos y vagos.

La foto es del 1 de septiembre del 2023.

Columna publicada en elPeriódico.


12
Feb 21

Tu dinero para resucitar Guatel

Los directivos, ejecutivos y empleados de la gubernamental empresa guatemalteca de telecomunicaciones, Guatel, quieren Q60 millones del dinero de los tributarios, que es el doble de lo que ya reciben.  Si entras a su página Web y haces clic en Objetivos te vas a encontrar con una página en blanco de modo que uno puede sospechar que Q30 ya es mucho.  Aquella demanda de Guatel, claro, ha de venir de arriba.

https://guatel.gob.gt/quienes-somos/objetivos/

 

Para los más jóvenes y los desmemoriados, un recordatorio: Guatel era la empresa telefónica que servía a los guatemaltecos cuando no había líneas telefónicas.  Cuando eran carísimas porque las líneas más caras son las que no hay, porque tenías que esperar como cuatro años para que te instalaran una, porque si querías una instalación más rápida tenías que pagar mordidas.  Porque gozaba de un monopolio que impedía otras opciones para los usuarios.  Era carísima porque sus equipos eran obsoletos y sus bodegas estaban llenas de materiales que no se usaban.  Porque pegados a su teta se enriquecieron quién sabe cuántos ministros, directores, gerentes y más.

Guatel quiere tus impuestos para establecer una red inalámbrica que les suministre Internet y almacene datos a otras entidades gubernamentales y…hazme reír: generar un autosostenimiento financiero.

¡Hasta aquí me llegó la hedentina!

Cualquiera que haya oído que la corrupción es un cáncer que está corroyendo a la sociedad guatemalteca y cualquiera que entienda cuál es la raíz de la corruptela, debería oponerse a la resucitación de aquel monstruo y a la multiplicación de engendros similares.  Un nuevo ente que compre materiales y equipo con valor de millones de tus quetzales, uno que pueda presupuestar plazas para fantasmas, uno que sea fuente de arbitrariedades no puede ser sino manantial de corrupción. ¿Por qué iba a ser diferente a los ya existentes?

Los chapines ya tuvimos décadas de telefónica sin teléfonos, generadoras sin electricidad, línea aérea sin aviones, naviera sin barcos y otras cuevas de ladrones, de corrupción y de ineptitud. ¿Por qué querríamos revivir esta?

Columna publicada en elPeriódico.


29
Ene 21

El control jurisdiccional y el laberinto

La selección de jueces debe ser cuidadosa porque a la función jurisdiccional le corresponde dilucidar conflictos en materias civil, mercantil y penal; y porque a ella le corresponde hacer efectivas las garantías que protegen a los individuos contra los abusos de quienes ejercen el poder.  Porque le corresponde el control jurisdiccional de los otros poderes del estado.  Control del cual, ella misma, no debe estar exenta.

“Los jueces deciden los derechos más sagrados de los hombres… disponen de su vida, de su honor, y de su hacienda”, dice “El amigo de la patria.

Lo triste es que, en un estado benefactor, mercantilista y colectivista como el guatemalteco, en el que los individuos y muchas organizaciones están acostumbradas a usar el gobierno y la legislación para hacer avanzar sus intereses, la selección de jueces y el control jurisdiccional se han convertido en instrumentos de guerra jurídica o lawfare. El lawfare es el viejo derecho penal del enemigo, que es un derecho penal sin garantías porque sirve a un bien mayor político.

La guerra jurídica es la práctica de usar los sistemas legales y las instituciones para conseguir objetivos políticos, o económicos.  La guerra jurídica puede ser practicada desde dentro del gobierno hacia la sociedad; al interior del gobierno, desde el poder; o al interior de la sociedad, entre individuos, o entre organizaciones.  Va desde el uso de la legislación y las instituciones para deslegitimizar al enemigo; hasta el uso de aquellas para erradicarlo.

De ahí que para tirios y troyanos sea importante el control de las fuentes de poder, incluida la que ejerce la función jurisdiccional.  No basta con conseguir legislación a favor y no basta con que la Administración allane el camino para los intereses propios y obstaculice los intereses de los competidores.  En caso de controversias, o en caso de que haya resistencia contra el abuso, ¿por qué es que los tirios y los troyanos no querrían jueces de su bando?

Así las cosas, hay que detener a la costra nostra de los tirios y a la de los troyanos; y todo lo que se haga para diluir el poder de cualquiera de los dos lados (suponiendo que sólo hay dos) es bueno.  Por lo menos para ganar tiempo.  Pero lo malo es que, aquí y ahora, no es fácil encontrar por dónde es que el sistema tenga la capacidad para regenerarse.

…y aquí estamos en nuestro laberinto los chapines.

Columna publicada en elPeriódico.


22
Ene 21

Lo peligroso de hacer “algo”

Mi mamá ya fue a comprar fideos, arroz y frijoles por si nos vuelven a encerrar, le dijo una chica a otra mientras yo escuchaba al pasar.  Cuando la Administración genera incertidumbre alrededor de las medidas que tomará arbitrariamente en el contexto del covid-19, se dispara una ola de ansiedad anticipatoria entre la población y la asignación de recursos (muchas veces escasos), de las familias, se altera sustancialmente.  Como se altera el ánimo de la gente.

¡Que si van a restringir la circulación de vehículos! ¡Que si van a cerrar mercados, centros comerciales y otros negocios! ¡Que si van a poner toque de queda! Durante toda esta semana, hasta la conferencia de prensa del miércoles, hubo toda clase se especulaciones y rumores, disparados porque da la impresión de que la Administración quiere mantener en vilo y asustadas a las personas.

Un amigo es de la opinión de que la situación es difícil para el Presidente, porque hay presión de grupos de interés para que cierre el país y porque hay gente que demanda que haga algo.  Aunque ese algo sea dañino, la cosa es que haga algo. Si se va a concentrar más gente en mercados, no importa, la cosa es que la Administración haga algo; si se van a hacinar más personas en vehículos, no importa, la cosa es que se hizo algo; si van a quebrar más negocios, no importa, lo importante es que se vea que se hizo algo.

Lo peor es cuando el algo que se pretende es ilegal como cerrar negocios, o prohibir la circulación de vehículos sin acudir a la ley de orden público; pero, encima, los estados de excepción no sólo son anticonstitucionales, sino que son inmorales.  Aparte de que imponerlos tiene costos políticos elevados para el Ejecutivo.

¡Que no se les olvide a los promotores de los encierros y a los políticos y burócratas que los apoyan, que todos los trabajos son esenciales para quienes dependen de ellos!  Y que, a diferencia de lo que ocurría en marzo pasado, la gente ya sabe -en carne propia- qué es lo que pasa si por razones políticas se condena a la gente a no poder ganarse la vida.

Columna publicada en elPeriódico.