29
Jul 14

¡Con razón no les alcanza la plata…tu plata!

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Durante las administraciones del Frente Republicano Guatemalteco (el partido de Efraín Ríos Montt que llevó al poder a Alfonso Portillo, y que ahora se llama Partido Republicano Institucional) y de la Unidad Nacional de la Esperanza (la de Los Colom-Torres-Espada) ocurrieron desfalcos por Q1 mil 830 millones de recursos provenientes del presupuesto nacional, ¡de los cuales no hay rastro hasta la fecha!

Es tu pisto el que desaparecieron los funcionarios de aquellas dos administraciones; y así no hay plata que alcance.  Ninguna cantidad de impuestos va a ser suficiente…y ninguna cantidad de endeudamiento va a ser suficiente.  Impuestos y endeudamientos que pagarán tu, tus hijos, y los hijos, de los hijos, de los hijos de tus hijos. ¿Cómo se pueden perder casi Q2000 millones? Aaaaah, porque ese pisto es de todos, y como es de todos no es de nadie.  Aaaaaah, como a todos nos quitan poquitos, que no son poquitos, a nadie le importa mucho.  Aaaaah, porque esa plata te la quitan antes de que le veas la cara, te la quitan antes de que te den tu cheque de fin de mes…entonces….ni cuenta te das. Pero es tu plata, y te la quitan. Y luego los políticos y sus funcionarios ponen vallas con ciudadanos notables (como Aldo Castañeda) instándote a que pidas factura y pagues impuestos.  Si no estás indignado, es porque no estás poniendo atención; porque que no te digan, que no te cuenten…cuando te dicen que el dinero desapareció, no es que desapareciera, es que cambió de manos.

Ahora bien…¿no te da curiosidad saber cuánto se ha de estar perdiendo sin dejar rastro alguno con los pipoldermos? Digo, con tanta compra de emergencia, tanta compra fragmentada, y con ¡quién sabe que otras maniobras!  ¿Cómo te imaginas que van a ser los titulares dentro de cuatro, u ocho años?

Empieza a ahorrar, ahora, para pagar en lo que está desapareciendo en estos mismos momentos.

La ilustración la hizo una de mis estudiantes.


13
May 14

Los jueces que incumplen con sus deberes

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Los magistrados suplentes de la Sala de Apelaciones de Mayor Riesgo Penal se sumaron a sus colegas de la salas Primera y Segunda del mismo ramo al excusarse de conocer el proceso de amnistía del general Efraín Ríos Montt, por lo que el expediente fue devuelto a la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia para que nombre una nueva instancia.  Según el expediente enviado a la Secretaría de la CSJ, el argumento es que no se pudo integrar la Sala con ninguno de los 24 magistrados suplentes que fueron convocados. Aquel número se suma a los tres titulares y 60 suplentes de la Sala Primera; tres titulares de la Sala Segunda y los 24 antes mencionados de la Sala de Mayor Riesgo, que hacen un total de 93 inhibitorias.

Cabe la posibilidad de que muchos de los excusados e inhibidos hayan tomado la decisión de no involucrarse debido a las próximas elecciones de magistrados para la Corte de Apelaciones; y en ese caso sería evidente que los excusados e inhibidos están anteponiendo sus intereses políticos a las obligaciones propias de sus altas investiduras.

Cabe la posibilidad, también, de que muchos de los excusados e inhibidos hayan tomado la decisión de no involucrarse debido a…a…algo, o mucho de pusilanimidad; quizás motivada por los altos costos en los que incurren quienes se enfrentan a la aplanadora mediática y política de los grupos que -aún a costa de la justicia y del debido proceso- quieren condenar a Ríos Montt por el inexistente delito de genocidio.

En ambos casos, parece obvio que los excusados e inhibidos mejor deberían dedicarse a otras labores que no sean las de hacer justicia. De hecho, casi podría señalárseles de negación de justicia, o de incumplimiento de deberes por rehusarse a enfrentar sus responsabilidades judiciales.  ¿Puede decirse que son dignos de la investidura judicial personajes que no quieren conocer un caso porque afectaría sus intereses políticos, o quienes no quieren conocer un caso porque temen asumir la responsabilidad de hacerlo?

La ilustración es de Eurobas (Own work) [CC-BY-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons


08
Abr 14

Lo que llama la atención en el proceso de El aguacate

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El 22 de noviembre 1988 miembros de la Organización del Pueblo en Armas cometieron La masacre de El aguacate en la que fueron asesinados 22 campesinos guatemaltecos.  La Orpa era una de las organizaciones marxista-leninistas que integraban la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca e intentaban tomar el poder por la fuerza para instaurar un régimen de aquel corte ideológico.

Fermín Felipe Solano está siendo procesado como el supuesto guerrillero que lidereó aquella masacre, con el pseudónimo de David; y durante la diligencia de ayer estas son las cosas que me llamaron la atención basado en lo que reportó El periódico:

1. El Ministerio Público señala a un David y el comandante de David señala a David; el imputado dice que no es David.  Pero David es un pseudónimo.  Luego de todas las diligencias, ¿habrá forma de probar que David es el imputado? Este caso, ¿será un éxito, o un fracaso planificado por el Ministerio Público?

2. El comandante de David -Luis Antonio Santa Cruz Mendoza, cuyo pseudónimo era Comandante Santiago, o Pablo- ahondó en la masacre y justificó el hecho.  Dice que fue un pecado de guerra y un grave error que iba contra los principios filosóficos de la guerrilla; pero que muchos de los combatientes apoyaban la acción.  Entonces, era un grave error que iba contra los principios filosóficos de la guerrilla…pero muchos apoyaban la acción.  ¿Entonces?

3. Rodrigo Asturias -el comandante Gaspar Ilom y dirigente máximo de la Orpa- ordenó que David fuera fusilado.  ¿No te da como escalofríos cuando te enteras de que alguien puede ordenar que otro sea fusilado, así como así?

4. Solano afirma que el hijo de Pedro Palma Lau -excomandante guerrillero, asesor del Ministerio de Gobernación y ex diputado del Frente Republicano Guatemalteco (el partido de Efraín Ríos Mont) respondía al pseudónimo de David.  ¿Sabremos, alguna vez, quién era David? ¿Sabremos si tuvo que ver con El aguacate?

Por cierto…las víctimas de aquella masacre cometida por la Orpa murieron estranguladas, supuestamente para no ocasionar ruido. Los cadáveres sufrieron contusiones en los genitales y heridas punzocortantes en el tórax, mismas que presuntamente fueron hechas en vida.  O sea que fueron torturados.  Algunos tenían muestras de haber sido amarrados de las muñecas.

La ilustración muestra un comunicado de la Orpa en el que reporta un fusilamiento y actos de terrorismo.


07
Abr 14

Yassmín Barrios y una sanción educadora

Imagen de previsualización de YouTube

En una sociedad caudillista, en la que la gente cree que el Presidente de la república debería mandar y en la que -tradicionalmente- se le enseña a la gente a obedecer, no es extraño que la gente esté más acostumbrada a la idea de que hay que respetar a las autoridades, más que a la idea de que las autoridades deben respetar a las personas.

Por eso es fascinante que el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados  haya suspendido por un año como colegiada activa a la jueza galardonada Yassmín Barrios, por considerar que ella le faltó públicamente el respeto y humilló a su colega abogado, y defensor, Moisés Galindo, durante las audiencias por el caso Efraín Ríos Montt.  Aquella  instancia del CANG le impuso a Barrios una sanción económica de Q5,040. Galindo denunció a la jueza señalándola de actuar de forma antiética en el Tribunal.  Además, el Tribunal de Honor certificó lo conducente al Ministerio público por la posible comisión de los delitos de Resoluciónes violatorias a la Constitución, Abuso de autoridad y cualquier otro acto que pudiera ser tipificado como delito.

Uno puede cuestionar si los colegios profesionales son la mejor forma, o no, de controlar la calidad de sus afiliados obligados; pero como la Constitución así lo manda, a esas asociaciones les corresponde el control del  ejercicio profesional y la superación de sus miembros.

El vídeo que ilustra esta entrada muestra la actuación de Barrios.

El hecho de que Barrios sea una jueza premiada y el hecho de que goce del favor muchos grupos de interés nacionales e internacionales hace más significativa la sanción.  Quiere decir que un funcionario público -y un juez, en este caso- no está exento de respetar a la Constitución y las leyes y a los mandantes, ni siquiera si tiene patrocinadores importantes e influyentes.

En muchos ambientes no se cuestiona para nada el hecho de que como autoridad pública investida de potestad jurisdiccional para aplicar la ley y la legislación un juez deba ser respetado.  Empero, la autoridad formal de la que goza un juez, por haber sido investido como tal, debe ser acompañada por autoridad real.  Es decir, autoridad reconocida por aquellos sobre quienes va a ser ejercida.  Un juez objetivo, respetuoso, justo y que personifica las virtudes romanas de gravitas, integritas et dignitas cría fama de tal y se hace digno de respeto y merecimientos.  En cambio, un juez que se hace fama de otras cosas, y que demuestra otras actitudes, cría fama de tal y se hace merecedor de llamados de atención y sanciones.  No vaya a ser que actitudes  de irrespeto a los defensores -e incluso a los acusados- se vuelvan habituales en el juez sancionado, y en otros juzgadores.

Por cierto que un abogado defensor es el profesional que ejerce la defensa jurídica de una de las partes durante un proceso judicial.   El defensor tiene un rol importantísimo e indispensable en la administración de justicia.  En un estado de derecho y en una república sana el derecho a la defensa es es el que tiene toda persona individual, o jurídica ante los tribunales de justicia por los cargos que se le imputen. Los tribunales de justicia tienen la obligación de balancear los desequilibrios en las posiciones procesales de las partes; así como de  impedir que las limitaciones de alguna de ellas  puedan resultar en indefensión.

En una república sana el respeto entre mandantes y mandatarios es de dos vías.  Y en una república sana está claro quienes son los mandantes y quienes los mandatarios, así como por qué y para qué.  Por eso es que la sanción que recibió la jueza Barrios cumple una función educadora para tirios y troyanos.  Es, quizás, hasta un acto de paideia.

Actualización: Desde el momento en que una persona entra en la dignidad de “Juez” deja de ser “Abogado”, por el hecho mismo de que le está legalmente prohibido actuar como tal, dice el jurista Eduardo Mayora Alvarado; y la suya es la objeción más atinada que he leído.  Opino que puede que sí; pero, en todo caso, la idea de que los jueces no pueden faltarles el respeto a las partes procesales, ni a sus representantes es válida de explorar y discutir.


28
Oct 13

¿Oscar Vian quiere justicia?

No puede quedar así, impune, el caso Rios Mont, dijo el dirigente católico Oscar Vian; y cuando leí la noticia pensé en cuáles son las principales causas por las cuales el caso Ríos Mont podría quedar impune.

La primera es porque el caso huele más a venganza que a búsqueda de justicia.  Hay grupos de interés -y muchos de ellos vinculados a la exguerrilla- que quieren desquitarse, a cualquier costo, por la derrota militar y política que les infringió el acusado.

La segunda es que en la busca de aquella venganza, los grupos interesados fabricaron un un caso de genocidio donde no cabe tipificar ese delito.  En su afán de buscar la cuadratura del círculo estos grupos construyeron un gigante con pies de barro que se desploma solito.

La tercera es que en su afán de conseguir sus propósitos los grupos interesados presentaron un desfile de testimonios que, aunque describían actos horribles y repugnantes de violencia, nunca lograron establecer un vínculo entre esos actos y el encartado.

La cuarta es que a los grupos interesados en la venganza no les importó violar los más elementales principios y garantías procesales.  Se confiaron y creyeron que -con el apoyo de sus aliados y simpatizantes- podían pasar sobre la ley.

Y la quinta es que el trato que se le da a la amnistía es el de un privilegio para ser disfrutado moralmente sólo por uno de los grupos combatientes en el enfrentamiento de 36 años, y no como un instrumento paz.

Cual boomerangs, aquellas cinco circunstancias se voltearon contra quienes maquinaron los procedimientos contra Ríos Mont y ahora, en vez de que se haga justicia, digamos que por los presuntos delitos de los que de verdad se podría acusar al General, todo se ha convertido en una lucha política que nada tiene que ver con una verdadera búsqueda de la justicia.

Por eso es que el clamor de Vian -aunque algo viciado- sirve de algo.  Sirve para meditar acerca de lo que es justicia y lo que es venganza; y acerca de si se puede hacer justicia con los dados cargados y a cualquier costo; y sobre si es cierto, o no, que el fin justifica los medios.


25
Oct 13

Otra vez, en defensa del debido proceso

De mis clases de Teoría General del Proceso y de Derecho Procesal Penal I y II recuerdo que en los considerandos de una sentencia los jueces deben esclarecer los hechos, para de ahí establecer qué normas se les aplican e interpretar y fundamentar la razón de aquella aplicación.  Esa es la fundamentación jurídica de la sentencia.  Una sentencia, decían mis maestros, debía explicar con claridad inequívoca los motivos que los jueces habían tenido para fallar de la forma en que lo hacían.  Las sentencias, además,  deben ser congruentes; o sea que deben resolver  todas las cuestiones que hayan sido objeto  del proceso; pero nada más que aquello.  Los fundamentos de las resoluciones son muy importantes.

En aquellas enseñanzas he estado pensando desde que leí que la Sala Primera violó el derecho de defensa de Efraín Ríos Montt al no haber fundamentado adecuadamente una resolución previa con respecto a la posible aplicación de una amnistía para el acusado.

La Sala debió fundamentar su fallo, adecuadamente,  de acuerdo con lo que dice la ley; y si no lo hizo -por la razón que fuera- el afectado tiene derecho a exigir que lo haga.  Este derecho corresponde no sólo a la doctrina, sino a principios fundamentales y razonables del debido proceso.  ¿Cómo podría ser de otra forma?, especialmente en un proceso con elevadas cargas emocionales, ideológicas y políticas.  Si en condiciones normales las garantías procesales deberían ser respetadas sin excepciones,  en procesos muy cargados no se puede ser suficientemente puntilloso en cuanto a observar y respetar el debido proceso.  El debido proceso persigue la objetividad, y la objetividad garantiza la justicia.

A algunos observadores -y a algunas de las partes interesadas- les incomoda que tribunales superiores enmienden los procedimientos anómalos en los que han incurrido tribunales inferiores; pero sin estas enmiendas las sentencias no servirían a la justicia.  Posiblemente servirían a intereses creados -en el corto plazo-, pero no servirían a la justicia.

A todos los habitantes de la República nos interesa y conviene -en el mediano y largo plazo- que los tribunales respeten las garantías procesales siempre.  ¡Siempre!  Y nos conviene que sean enmendados los malos procedimientos, ¡siempre y para todos!


24
Jul 13

A una década del “Jueves negro”

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¡Ala gran, ya pasaron 10 años desde el Jueves negro!

Hace una década, centenares de eferregistas fuera de control tomaron ayer calles y sectores de la capital. Con los rostros cubiertos y armados, con palos, piedras, machetes y armas de fuego exigieron la inscripción de José Efraín Ríos Montt, como candidato presidencial del FRG.

Los movimientos comenzaron desde la madrugada. Alrededor de 50 buses procedentes principalmente de Quiché, Totonicapán, Jalapa Jutiapa y las verapaces arribaron a la capital a las 5 de la mañana, con cientos de campesinos simpatizantes del Frente Republicano Guatemalteco y se dirigieron a puntos estratégicos de la ciudad.

Con días de antelación habían planificado que el Hipódromo del Norte, en la zona 2, la avenida de Las Américas, en la zona 13, y el Centro Cívico, serían los puntos donde se reunirían para iniciar las protestas a favor del caudillo eferregista.

La movilización obedecía a las palabras de Ríos Montt, quien el lunes 21 advirtió que si no era inscrito como candidato, era posible que perdiera el control de las bases del partido y se suscitaran actos de violencia.

“Estamos llegando a un punto que se pueden salir de control del Comité Ejecutivo algunas acciones de simpatizantes”, dijo ese día. Tres días más tarde cumplía la advertencia”.

Así reportó Prensa Libre los hechos del 24 de julio de 2003, fecha conocida en la Historia reciente de Guatemala como el Jueves Negro. En aquella ocasión perdió la vida el reportero Héctor Ramírez, cuando era perseguido por los revoltosos. Héctor fue mi compañero cuando yo trabajaba en el noticiario de televisión Aquí el mundo.

Ese jueves fue seguido por una jornada luctuosa que no debe ser confundida con los Viernes de Luto en los que los guatemaltecos protestabamos contra los abusos de la administración del FRG y del presidente Alfonso Portillo.

La foto la tomé desde la ventana del que era mi dormitorio. En ella se ve a los bochincheros, armados con palos para piochas, o hachas, de esos que venden en las ferreterías. Caminaban rumbo al Este sobre la 14 calle de la zona 10.

Durante su administración, Alvaro Santa Clos Colom invitó a su programa de televisión a un alcalde de Petén que advirtió acerca de la posible invasión de la capital con 400 mil peteneros para apoyar al Presdiente; amenaza que recordó al Jueves negro.  Colom soñaba con algún tipo de manifestacion masiva, extremo que mencionaba de cuando en cuando en su programa de propaganda televisiva.  En más de una ocasión Colom acudía a la amenaza de llevar acarreados para presionar y conseguir sus objetivos.


31
May 13

Para la Historia

Lástima que la información como está no se le da más difusión; por eso comparto párrafos de La venganza de la izquierda en Guatemala, publicado en The Wall Street Journal, por Mary O’Grady. La guerra de 36 años entre guerrillas comunistas y el Estado guatemalteco, que culminó con los acuerdos de paz de 1996, fue sangrienta y tortuosa. Ambos bandos cometieron atrocidades. Miles murieron. Los indígenas y los mestizos de zonas rurales sufrieron la mayor parte de la violencia.

No obstante, la afirmación de que el Estado guatemalteco, encabezado por el general [Ríos Montt], participó en el genocidio –es decir, el intento de destruir total o parcialmente a la población ixil o desplazarla– no está respaldada por los hechos. Al contrario, una atenta lectura de la historia sugiere que el general venció a las guerrillas al fortalecer a aquellos indígenas que no querían saber nada de las ideas de revolución… El juicio a Ríos Montt, 30 años después del hecho, es más un ejercicio de ajuste de cuentas de la izquierda internacional que una búsqueda de la verdad y la justicia.

La tragedia fue que la estrategia de la guerrilla había llevado la guerra a las tierras ixiles para usar a los civiles. Cuando el Ejército, empeñado en cortar de raíz el terrorismo, llegó después, la población se vio obligada a tomar partido o quedarse en medio del fuego cruzado.

En el juicio, la fiscalía presentó el testimonio de numerosos indígenas que habían sido víctimas de la violencia. No obstante, sus historias no pudieron probar un genocidio. Ni pudieron hacerlo los ‘expertos’ de la fiscalía, en su mayoría extranjeros de convicciones izquierdistas que no fueron de hecho testigos de ningún presunto acto de genocidio. Fueron usados para sostener el argumento de la fiscalía de que la estrategia del Ejército ‘para exterminar’ a los subversivos equivalió a un intento de ‘exterminar’ la población ixil.

Muchas interpretaciones equivocadas de la historia son hechas de buena fe, pero otras no e igualmente tienen consecuencias; y como hay pocas cosas tan controversiales como la interpretación de los hechos históricos, le hacemos un bien al diálogo si conocemos la mayor cantidad posible de hechos.

Columna publicada en El periódico.


20
May 13

El supuesto genocidio, en “La Razón”

El artículo titulado Fidel y Ríos Montt, por Bertrand de La Grange, en La Razón, puedes leerlo en este enlace;  pero comparto contigo estos párrafos hoy que está por definirse este caso en el que se juegan el futuro del estado de derecho y de las garantías del debido proceso en Guatemala.

El general Ríos Montt y el comandante Fidel Castro tienen la misma edad, 86 años. El guatemalteco nació el 16 de junio de 1926, el cubano el 13 de agosto del mismo año. Ambos ejercieron el poder con mano de hierro y se les responsabiliza de la muerte de miles de seres humanos. Aquí terminan las similitudes…

…El tribunal no ha podido demostrar de manera fehaciente que hubo de parte del ex presidente “intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”, según la definición de genocidio acordada por la ONU. Pese a todo, Ríos Montt ha sido condenado bajo ese cargo, lo que abre la puerta a una anulación de la sentencia en apelación. Con esto ha quedado claro que se trató de un juicio político, plagado de irregularidades, bajo la batuta de una juez, Yassmín Barrios, que había dado sobradas pruebas de su parcialidad en casos anteriores…

Esa pantomima ha contado con la connivencia de Estados Unidos —también de varios gobiernos europeos, siempre animados por “buenas intenciones”—, que en otra época apoyó solapadamente la estrategia contrainsurgente de Guatemala y de sus vecinos para compensar la ayuda de la URSS y de Cuba a las guerrillas centroamericanas. Mucho antes, en 1954, la CIA había alentado el golpe militar contra el gobierno izquierdista de Jacobo Arbenz.

Hoy, Washington quiere borrar ese pasado vergonzoso, y se equivoca de nuevo. No es culpa de Obama. Todo empezó en tiempo de George W. Bush, a partir de 2001, cuando la embajada de EU en Guatemala se posicionó ostensiblemente a favor de la condena de tres militares en el caso del asesinato del obispo Juan Gerardi. No había una sola prueba sólida, pero allí estaba la misma Yassmín Barrios y cumplió con los deseos de la comunidad internacional.


20
May 13

El caso de supuesto genocidio, en “The Wall Street Journal”

El artículo completo de Mary Anastasia O´Grady acerca del supuesto genocidio en Guatemala, titulado La venganza de la izquierda en Guatemala, puedes leerlo en este enlace.  Pero, mientras tanto te comparto unos párrafos:

La guerra de 36 años entre guerrillas comunistas y el Estado guatemalteco, que culminó con los acuerdos de paz de 1996, fue sangrienta y tortuosa. Ambos bandos cometieron atrocidades. Miles murieron. Los indígenas y los mestizos de zonas rurales sufrieron la mayor parte de la violencia.

No obstante, la afirmación de que el Estado guatemalteco, encabezado por el general, participó en el genocidio —es decir, el intento de destruir total o parcialmente a la población ixil o desplazarla— no está respaldada por los hechos. Al contrario, una atenta lectura de la historia sugiere que el general venció a las guerrillas al fortalecer a aquellos indígenas que no querían saber nada de las ideas de revolución de la clase media alta que les imponían. El juicio a Ríos Montt, 30 años después del hecho, es más un ejercicio de ajuste de cuentas de la izquierda internacional que una búsqueda de la verdad y la justicia…

…La tragedia fue que la estrategia de la guerrilla había llevado la guerra a las tierras ixiles para usar a los civiles. Cuando el ejército, empeñado en cortar de raíz el terrorismo, llegó después, la población se vio obligada a tomar partido o quedarse en medio del fuego cruzado. Por eso es que murieron tantos….

En el vídeo hay una conversación con O´Grady (en inglés)

Las preguntas que me hago, hoy que se definirá el futuro de este caso ominoso, son:

Si el que es juzgado es Ríos Montt y no el Estado, como dicen la exguerrilla y los promotores de estos procedimientos, ¿por qué es que todo el resarcimiento lo tienen que pagar los tributarios? ¿Por qué es que no solicitaron que Ríos Montt les pidiera perdón a los Ixiles?