06
May 09

¿De verdad quieren disolver el Congreso?

Ayer, Nery Samayoa, subjefe de la bancada oficialista en el Congreso de la República amenazó a los subjefes de los otros bloques parlamentarios con que, si no es aprobada el alza en los impuestos que la socialdemocracia chapina está promoviendo, el Organismo Ejecutivo tomaría la decisión de disolver el Congreso.


Mire usté, dijo Cándido mientras esparcía azúcar sobre sus plátanos fritos, ¿será que Samayoa entendió bien?  ¿Será que la administración de Los Colom ha discutido la posibilidad de encabezar un golpe de estado?  ¿Será que Samayoa está mintiendo deliberadamente?  

Esas son muchas preguntas, le contesté, pero está de moda entre el socialismo del siglo XXI hacer maniobras para perpetuarse en el poder de una u otra forma; vea el caso de Chávez, Morales, Ortega y Correa.  

La última vez que, en Guatemala, el Ejecutivo dispuso disolver el Legislativo, fue durante la administración de Jorge Serrano Elías cuyo golpe de estado fracasó frente al repudio generalizado que tuvo que enfrentar.
En otras ocasiones he comentado que tengo la impresión de que la socialdemocracia chapina ha aprendido de lo que considera que han sido los errores de sus antecesores y que sabe que esta y no otra, es su única oportunidad para retener el poder.  Por eso gasta, gasta y gasta; y por eso ha hecho intentos para promover la censura, por eso simpatiza las escuchas telefónicas y con el control de armas, por eso ha dejado ir que podría promover una reforma constitucional a su medida.
Yo quisiera pensar que Samayoa no oyó bien lo que le decían, que no entendió lo que estaba oyendo; o ¡hasta que está mintiendo deliberadamente!  Porque sería fatal que entre la Unidad Nacional de la Esperanza y la administración de Los Colom estén planeando disolver el Congreso.

16
Feb 09

A ver si aprendemos de la Historia

El 30 de enero de 1933 (en plena Gran Depresión), Paul von Hindenburg nombró al nacionalsocialista Adolfo Hitler como Canciller de Alemania; y casi un mes después ocurrió el incendio del Parlamento como consecuencia de un acto terrorista en el que es muy posible que los nazis hubieran estado involucrados.

El 28 de febrero, un día después del fuego, Hitler convenció a Hindenburg de que emitiera un decreto Para la protección del pueblo y del estado. El mismo suspendía las garantías constitucionales relacionadas con los derechos individuales. Hitler y los nacionalsocialistas sabían que en tiempos de crisis y de turbulencia, la gente está bien disupuesta a renunciar a su libertad, con tal de que retorne el orden.

Dos semanas después del incendio Hitler obtuvo, del Reichstag los poderes que reclamaba para controlar la situación y para manejar la crisis. En el parlamento 441 representantes, contra 84, votaron a favor de darle a Hitler el poder que demandaba. Y el 23 de marzo, democráticamente, Hitler se convirtió en dictador de Alemania, libre de toda atadura constitucional, o parlamentaria. Los poderes se le entregaron temporalmente, por cuatro años.

Hindenburg murió en agosto de 1934 y Hitler asumió los títulos de Fuehrer y Canciller del Reich; y usó sus poderes de emergencia para consolidar su control omnipontente sobre todo el país. Cada cuatro años, sin embargo, Hitler acudía al Parlamento a renovar sus poderes temporales; y el Reichstat, democráticamente se los renovaba. Y la gente aceptaba, tranquilamente, este orden de cosas.

De esto me he acordado ahora que leo que Hugo Chávez consiguió que los venezolanos le dieran el a sus posibilidades constitucionales de reelección indefinida. “Preparémonos pues: comienza el tercer ciclo histórico de la revolución, del 2009 al 2019. ¡Estoy listo! En el 2012 habrá elecciones presidenciales para el período 2013-2019 y, a menos que Dios disponga otra cosa, que el pueblo disponga otra cosa, este soldado es ya precandidato a la Presidencia”, afirmó Chávez.

Los Hitler y los Chávez no ocurren en el vacío. Se crían en tiempos de crisis; y se cultivan cuando la gente tiene miedo. Como cuando hay crisis económicas, o cuando se percibe intensa inseguridad ciudadana. Y cuando las élites sociales, económicas, académicas y políticas demuestran incapacidad.

¿Qué lecciones podemos aprender los chapines de estos dos casos?

Digg!


26
Dic 08

Meditaciones sobre la disciplina de partido

Ahora que leo que el partido oficial de la administración socialdemócrata expulsó de sus filas al diputado Manuel Baldizón, por indisciplina , creo que es oportuno hacer unas meditaciones sobre la disciplina partidaria.

A mí, ese concepto no me termina de convencer. Los partidos políticos deberían ser organizaciones intermediarias entre quienes ejercen el poder y los que los eligen y los que pagan las cuentas. Una mejor intermediación se haría efectiva si los partidos fueran comunidades de principios y valores, con plataformas programáticas en las que los distintos liderazgos compitieran por su idoneidad para realizar aquellas plataformas y sostener aquellos principios y valores.

Pero los partidos no son eso, ni están cerca de serlo. En realidad son roscas de amigos y clientes diseñadas para funcionar como maquinas electorales que lleven a personas determinadas al poder. Independientemente de sus principios y valores (por buenos que sean) e independientemente de sus plataformas programáticas (si las tuvieran). En esas condiciones, la llamada disciplina partidaria es imposible porque entre las dirigencias partidarias no existen suficientes elementos vinculantes más allá del momento electoral. Una vez alcanzado el poder, las razones para que las dirigencias permenazcan vincluadas se desgastan y se debilitan y lo que pasa a ser importante es conservar el poder y la influencia.

La competencia dirigencial que sería sana en un partido político de principios se convierte, entonces, en pelea de perros para conservar, o para adquirir el control la maquinaria. ¿A qué se puede apelar para la disciplina en esas condiciones?

Estoy de acuerdo con que un partido de principios les reclame, a sus miembros, coherencia y lealtad a los principios fundacionales de la organización; pero aún así, -y sobre todo de forma transparente- un dirigente partidario tiene más compromisos morales con su conciencia y con los compromisos de principios que tenga con sus electores, que con las pretensiones de disciplina partidaria.

La disciplina es propia de un ejército, de una clase de gimnasia, y hasta de un músico; pero cuando se trata de enfrentar los principios y valores personales, con las pretensiones de un grupo como un partido político, es impropio hablar de disciplina.

Celebro que la Unidad Nacional de la Esperanza se esté desmoronando (del mismo modo en que se han desmoronado sus predecesores en el poder); y celebro que Baldizón se quede sin máquina electoral. Pero si los chapines hemos de construir una república en democracia, sana, es bueno meditar sobre qué bases lo vamos a hacer, y es bueno usar el lenguaje apropiado.


27
Ago 08

¡Al diablo con la distribución del poder!

La división del poder, conocida también como separación de poderes, o más apropiadamente, como distribución del poder, es una de las características más importantes de un estado de derecho. Esto es porque no es un secreto que la concentración del poder lleva a la dictadura; y aunque es un hecho que el poder político es uno, también lo es que la distribución de funciones -en una república- debe ser defendida y sostenida para evitar el despotismo propio de aquellos que se atribuyen la facultad de ejecutar, legislar y ejercer la función juristiccional sin pesos, ni contrapesos.

Carl J. Friedrich, citado por Alberto Herrarte en su obra El Estado de Derecho, dice que “la división del poder es la base del gobierno civilizado”; y Karl Loewenstein, también citado por Herrarte, advierte que “la clasificación de un sistema político como democrático constituciona depende de la existencia o carencia de instituciones efectivas por medio de las cuales el ejercicio del poder político está distribuido entre los detentadores del poder, y por medio de las cuales los detentadores del poder están sometidos al control de los destinatarios del poder”.

Me meto en estas profundidades porque Sandra Evita de Colom, esposa del Presidente socialdemócrata de Guatemala, llegó al Congreso de la República (o ex república) a exigir Q2 mil 800 millones para su consejo de coersión social. En el marco de esa visita, el factotum de los Colom en el Congreso, Mario Taracena, pronunción las siguientes palabras con respecto a Fonpetrol: “Ordenes del Presidente y la Primera Dama. Haremos lo que el Presidente diga”. Un Congreso servil es camino seguro para la concentración del poder.


12
Jul 08

Una razón más para volver a votar nulo

Los partidos políticos evolucionaron como organizaciones de ciudadanos que podían funcionar como intermediarios entre quienes ejercen el poder (el gobierno) y los que los elijen y pagan los impuestos (los gobernados).

Por descuido de estos últimos, aquí y en muchas otras partes del mundo, los partidos políticos han degenerado en grupos de interés al servicio de quienes los controlan. En Guatemala la situación ha emperorado porque, francamente, los partidos ni siquiera son facciones, son roscas electoreras organizadas para llevar a sus propietarios al poder.

¿Le daría usted $4 a una de estas roscas? Hoy leo que la Comisión Electoral del Congreso quiere duplicar la deuda política y pretende poner sobre los hombros de los electores y tributarios el peso de más de más de $14 millones.

Los partidos chapines, que deberían cumplir su función natural con base en plataformas programáticas y principios que unan a sus miembros, no son más que maquinarias temporales para tener acceso a puestos de eleccion pública. Y yo digo que es una sinvergüenzada y una canallada lo que pretenden los políticos. Yo digo que hasta que los partidos deben ganarse la confianza de sus potenciales donantes, yo digo que los partidos no deben poder forzar a la gente a mantenerlos, yo digo que los partidos deben madurar.

En una democracia en construcción, y sobre todo en una república sana, los partidios deben evolucionar al lado de la sociedad de la que forman parte. Los partidos son importantes porque tienen una función dentro del sistema político; pero si nos engañamos mediante el financiamiento artificial de partidos que no lo son (sino que son roscas electoreras), lo que hacemos es criar una democrácia y una república asentadas en arenas movedizas.

La llamada deuda política no independiza a los partidos como se pretende hacer creer; al contario, los hace inmerecedores de la confianza de los electores, los hace artificiales, los hace totalmente dependientes de la teta del estado, los hace serviles, les hace innecesaria la maduración y refuerza su tendencia a convertirse en roscas.

Yo por lo pronto, si tengo que darle un centavo más a un partido, contra mi voluntad, ya tengo una razón adicional para votar nulo…, como si hicieran falta más motivos.


05
Jun 08

Facta, non verba

Las personas deberían recordar, siempre, que ellos son el gobierno y que el gobierno no podría existir sin que ellas le diera el poder para existir. Esa es la clave para una democracia funcional, efectiva y sostenible. Johnatan Hessling


05
May 08

Buenas nuevas en Santa Cruz

En casi todas las poblaciones dominadas por el oficialista Movimiento Al Socialismo, de Evo Morales, fueron quemadas urnas y fueron destruidos recintos electorales. Un periodista fue gopleado mientras fotografiaba los incidentes. Y luego de esto, usted dirá que cuáles son las buenas nuevas…

Lo bueno es que a pesar de la violencia que organizaron los socialistas, la autonomía de Santa Cruz, en Bolivia, fue aprobada por una mayoría de 82%, de acuerdo con un escritunio parcial difundido por la Corte Electoral local.

Morales no reconoce la validez de los resultados; pero eso es de esperarse. El proceso santacruceño está abriendo brecha en cuando a la redefinición del republicanismo y la democracia en América Latina; y a quienes menos les conviene eso es a aquellos que dependen del control total para ejercer el poder y para llevar a cabo sus planes de ingeniería social, o de cualquier forma de colectivismo.

¡Yo celebro, con los valientes ciudadanos de Santa Cruz!


03
May 08

Mañana, un gran día para Santa Cruz

A pesar del clima de tensión que se vive en Bolivia, mañana se celebrará el referendum para decidir la autnonomía del departamento de Santa Cruz.

El gobierno de Evo Morales alega que procesos como el de Santa Cruz carecen de legalidad y de legitimidad; empero, por medio de los cabildos, miles de bolivianos reclaman descentralización y autonomía; aspiraciones perfectamente aceptables en el marco de la democracia y del estado de derecho que, además, ya existían antes de la llegada al poder por parte de Morales.

En ese contexto, la campaña de descrédito contra los estatutos autonómicos que Morales y su gobierno han emprendido, no contribuye a la consolidación de una democracia participativa como la que supuestamente dice promover el gobierno. Buscando la ayuda de Caracas, La Habana, Europa y la OEA, el gobierno de Morales ha perseguido deslegitimar el referendum, en abierta oposición a esa epxpresión democrática, sólo porque “éstas no se pliegan a los deseos oficiales”. La pretensión de que el proceso autonómico es ilegítimo carece de sentido y de sustento legal alguno.

En la víspera de tan extraordinario acontecimiento, Morales y su gobierno serán ejemplares si recuerdan que la responsabilidad del establecimiento de un clima de respeto, en el cual pueda alcanzarse un resultado pacífico y democrático, pesa sobre su administración. No sólo a nivel boliviano, sino a nivel latinoamericano.

La mismísima constitución de Bolivia, es clara en cuanto a que “La soberanía reside en el pueblo boliviano y se ejerce de forma directa; es inalienable, inembargable, indivisible, imprescriptible e indelegable, y de ella emanan las funciones y atribuciones del poder público”.


21
Abr 08

Ordenamiento territorial: una aberración legislativa

Tengo el texto de la propuesta de Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial Sostenible. Para hacer la historia corta, este engendro, si fuera aprobado, acabaría de una vez por todas -y sin decir agua va- con el derecho de propiedad, en Guatemala.

Esa es su gracia, mediante el uso de una retórica políticamente correcta y progre, la propuesta es un Caballo de Troya digno de organizaciones como el Lincoln Institute, y/o de la ignorancia de algunos diputados chapines. En este caso, Juan Manuel Giordano, ex Gana, es el padre de la criatura.

He aquí algunas piezas de aquella retórica que, debería poner en alerta a cualquiera con algún interés en la preservación de los derechos individuales y del estado de derecho en Guatemala:

“El ordenamiento territorial es cometido esencial del Estado y sus disposiciones son de orden público“.

“El ordenamiento territorial es el conjunto de acciones transversales del Estado que tienen por finalidad…el uso y aprovechamiento ambientalmente sustentable y democrático de los recursos naturales y culturales”.

“El ordenamiento y desarrollo territorial sostenible comprende: La definición de estrategias de desarrollo sostenible, uso y manejo del territorio en función de objetivos sociales, económicos, urbanísticos y ecológicos, a través de la planificación. El establecimiento de criterios para la localización de las actividades económicas y sociales. La identificación y definición de áreas especiales de protección, por su interés ecológico, patrimonial, paisajístico, cultural y de conservación del medio ambiente y los recursos naturales”.

“Son principios rectores del ordenamiento y desarrollo territorial sostenible: La adopción de las decisiones y las actuaciones sobre el territorio a través de la planificación ambientalmente sustentable, con equidad social y cohesión territorial. La recuperación por la comunidad de los mayores valores inmobiliarios generados por la planificación y actuación territorial pública”.

La parte dedicada a los supuestos derechos territoriales de las personas para el pelo:

“Derecho a un ordenamiento territorial adecuado a los intereses generales. Toda persona tiene derecho a que los poderes públicos establezcan un ordenamiento territorial adecuado a los intereses generales en el marco de los principios rectores del ordenamiento territorial”. Esto es, nada más y nada menos, la sumisión de los derechos individuales a los intereses colectivos; sumisión que es, precisamente, la negación del aquellos derechos.

“Derecho a la participación en la elaboración de los planes. Toda persona tiene derecho a la participación en los procedimientos de elaboración de los instrumentos de ordenamiento territorial.” Y uno se pregunta, ¿cómo se van a elaborar aquellos instrumentos? Las personas tendrán el derecho de participar en la elaboración de los instrumentos que erradicarán su derecho de propiedad?

“Las Municipalidades tendrán la competencia para categorizar el suelo, así como para establecer y aplicar regulaciones territoriales sobre usos, fraccionamientos, urbanización, edificación, demolición, conservación, protección del suelo y policía territorial, en todo el territorio municipal mediante la elaboración, aprobación e implementación de los instrumentos establecidos por esta Ley, en el marco de la legislación aplicable”. Las municipalidades serán las propietarias porque ellas ejercerán las facultades de uso, goce y disfrute de los inmuebles. Los expropietarios, serán sólo poseedores y tributarios al servicio de lo que dispongan las autoridades ediles.

La normativa es absurdamente arbitraria y debido a eso se prestará para corrupción y abusos: “Los suelos de categoría rural quedan, por definición, excluidos de todo proceso de urbanización, de fraccionamiento con propósito residencial o para instalaciones industriales, de logística o servicios y comprendidos en toda otra limitación que establezcan los instrumentos. Sólo se podrá transformar un suelo incluido dentro de una categoría en otra, en áreas con el atributo de potencialmente transformable”.

“Forman parte del contenido del derecho de propiedad de suelo las facultades de utilización, disfrute y explotación normales del bien de acuerdo con su situación, características objetivas y destino de conformidad con la legislación vigente”. Y, entonces, se hará de acuerdo con el verdadero propietario que será el Estado.

“El ejercicio del derecho a desarrollar actividades y usos, a modificar, a fraccionar o a construir, por parte de cualquier persona, privada o pública, física o jurídica, en cualquier parte del territorio, está condicionado a la obtención del acto administrativo de autorización respectivo, salvo la excepción prevista en el suelo categoría rural productiva.” Más oportunidades para arbitrariedad, corrupción y abusos por parte de funcionarios.

En un estado de derecho, en el que se respetan los derechos individuales es admisible que la legislación pretena que “Los propietarios deberán, a su costo, ejecutar las infraestructuras urbanas o las construcciones establecidas en las autorizaciones conferidas y en los plazos fijados por éstas, de conformidad con los instrumentos de ordenamiento territorial. Este deber comprende la obligatoriedad de edificar en los predios privados en una zona urbanizada cuando así lo determinen los instrumentos aplicables; ni que los propietarios de los inmuebles deberán transferir gratuitamente cuando así legalmente corresponda, las áreas de suelo a la Administración que dispongan los instrumentos de ordenamiento territorial en el marco de lo establecido en la presente ley”.

La normativa es tan absurda que prentende hacer a la víctima, responsable de los abusos del criminal: “Los propietarios de inmuebles deberán vigilarlos y protegerlos frente a intrusiones de terceros, haciéndose responsables en caso de negligencia de las acciones que éstos puedan ejercer en contravención a lo dispuesto por los instrumentos de ordenamientoterritorial o en menoscabo de los deberes territoriales”.

La normativa es increíble en cuanto a sus alcances para la destrucción de los derechos de los propietarios: “En los sectores de suelo categoría urbana o de suelo con el atributo de potencialmente transformable en que se desarrollen actuaciones de urbanización residencial, los instrumentos de ordenamiento territorial preverán viviendas de interés social de cualquiera de las categorías previstas en la Ley de Vivienda y Asentamiento Humanos y sus modificaciones. El número de éstas se situará entre el 10% (diez por ciento) y el 30% (treinta por ciento) de las viviendas totales que se autoricen en el ámbito de actuación”.

La normativa puede obligar a alguien a construir, si a algún burócrata así se le antoja: “Los instrumentos de ordenamiento territorial podrán establecer, para áreas específicas de los territorios comprendidos en éstos, la obligación de parcelamiento, edificación o utilización de suelo no utilizado, subutilizado o no edificado, debiendo fijar las condiciones y los plazos para la implementación de dicha obligación. El incumplimiento configurará falta a los deberes territoriales. El propietario afectado podrá requerir de la Administración la instrumentación de una operación territorial concertada como forma de viabilización financiera de su obligación”.

La normativa comete el error gravísimo, imperdonable, de pretender someter los derechos individuales al proceso democrático: “Las instituciones públicas promoverán la participación social a efectos de profundizar el proceso democrático en el ordenamiento territorial utilizando, como mínimo, los instrumentos específicos que se establecen por la presente Ley”.


12
Abr 08

El derecho individual vrs. el colectivo

En esta semana recibí una valiosa carta de un lector. La suya ilustra un problema particular que enfrentan muchos guatemaltecos; pero a la vez es un problema general del cual no nos hemos dado cuenta.

Para hacer la historia corta, el lector vive en un sector de la zona 15 el cual algunos vecinos han decidido cerrar por seguridad y para ello han instalado una garita con sus costos y sus reglas correspondientes.

La carta se titula El derecho individual vrs. el colectivo; y a mi modo de ver hay dos formas de leerlo: la primera es como el derecho individual contra el derecho colectivo y en ese sentido me queda claro que los derechos son individuales y que no hay tal cosa como derechos colectivos.

De hecho, y eso nos lleva ala segunda forma de leerlo, los derechos individuales nos protegen contra el colectivo o la comunidad.

Los derechos, a saber, son tres: vida, libertad y propiedad; y si como individuos no tenemos la facultad de quitárselos, arrebatárselos, o impedirles su ejercicio a los demás, como individuos tampoco tenemos la facultad de delegarle a la comunidad, o a sus representantes, la facultad de quitárselos, arrebatárselos o impedirles su ejercicio a los demás. No podemos darles a otros facultades que no tenemos como personas individuales.

Un derecho es una facultad de las personas individuales que se ejerce sin necesidad de pedir permiso a nadie, ni a costas de nadie. Como los derechos son inherentes a los seres humanos, eso quiere decir todas las personas individuales gozan de los mismos derechos, siempre. Luego, la única obligación implícita en el ejercicio de un derecho es el respeto de los derechos ajenos.Los seres humanos, como personas individuales, tenemos derechos. Los grupos no. Los derechos los gozan los individuos no porque el grupo se los conceda, ni los goza para bien del grupo, sino que los goza para defenderse de la colectividad y de los otros. Cualquier cosa, parecida a un derecho, de la cual gocen sólo unos, y no todos los miembros de una sociedad; cualquier imitación de derecho de la que las personas gocen de cuando en cuando; cualquier pseudoderecho que para disfrutarlo haya que pasar sobre los derechos ajenos; y cualquier otra gracia que concedan la colectividad, o el tirano de turno, no son derechos, sino privilegios.

Lo que creemos conocer como derechos colectivos, en realidad son intereses colectivos. Una de las razones por las que la sociedad guatemalteca es una sociedad enferma es porque demasiadas personas creen que los intereses colectivos deben prevalecer sobre los derechos individuales. Nótese, por favor, que no he dicho –como malintencionadamente se da a entender en algunos círculos- que los intereses individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos. Este es otro asunto que no voy a discutir ahora para no distraer del tema principal.

En una comunidad, o en una sociedad sana, los derechos individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos.

Dicho lo anterior, si yo viviera en un área que puede ser cerrada y protegida con garitas, estaría de acuerdo con que así se hiciera. Empero, es mi opinión que todos los propietarios y los que alquilan en el área deben estar de acuerdo con el alcance de las garitas y con el pago de su costo. Es decir, que debe ser una decisión de consenso, y no por mayoría.

La razón de aquello es que la instalación de la garita y sus costos son circunstancias que alteran las condiciones de vida, posteriormente al momento en el que los propietarios y arrendatarios decidieron mudarse al lugar. Y la situación es diferente cuando alguien llega a vivir a un lugar donde ya hay garita y se conocen los costos de la seguridad, pues no le queda más que aceptar las condiciones preexistentes.

Visto desde otro punto de vista, ni una mayoría, ni una minoría, tienen facultades para exigir que otros contribuyan a satisfacer sus necesidades de seguridad; ni siquiera en defensa de su derecho de propiedad, o su derecho ala vida.

Así como un individuo no puede exigirle a otro, u otros, que le de dinero para satisfacer sus intereses, necesidades y aficiones; así es como un grupo de individuos (sin importar su tamaño) no puede exigirle a otro grupo que le entregue su dinero para satisfacer sus intereses, necesidades y aficiones.

La única forma de cambiar legítimamente las condiciones que afecten los derechos individuales en un lugar como el descrito (o en una sociedad) es por consenso. Por mayoría, es absolutamente inaceptable.

Claro que nos han educado a respetar las decisiones democráticas (tomadas por mayoría); pero lo que no nos han dicho es que las decisiones mayoritarias deben estar limitadas por el respeto irrestricto a los derechos individuales de la minoría; y la minoría más pequeña es la minoría de uno.

El respeto a la vida, la libertad y la propiedad de unos, no debe estar sujeto a decisiones mayoritarias (y menos minoritarias). Sólo así podemos tener comunidades sanas, y una sociedad sana.