11
Jun 12

“La Shakira” del Centro Histórico


“La Shakira” es una señora que baila y se divierte en la Sexta Avenida del Centro Histórico de la ciudad de Guatemala.  Acompaña, o es acompañada por un grupo de músicos y el público goza mucho con ellos.  Su pecho lo cruza una banda que dice Reina…de algo que no pude leer.

Me recordó a La abuelita del disco, un personaje de la peli Studio 54; y es uno de los personajes que hacen que cada visita al Centro Histórico valga la pena.


10
Jun 12

Los jóvenes y la estatua de Tasso

Ayer, que andaba por La Sexta, me dio gusto ver a este grupo de jóvenes tomándose una fotografía con la estatua de Tasso Hadjidodou. Su actitud contrasta con la de los delincuentes que dañaron ese monumento durante su manifestacion del 1 de mayo.

La gente le tiene mucho cariño a esa estatua y es muy común que individuos, familias y grupos se tomen una foto con Tasso.  Y es una lástima que haya por ahí, sueltos, cretinos que la dañen de cuando en cuando.  Por cierto que las estatuas de jaguares, también ubicadas en la Sexta están como abandondadas.  Sin pintura, con plasticos pegados.  Triste su caso.

Y Tasso, por cierto, andaba ayer caminando por la Sexta, acompañado por dos damas que lo llevaban dándole apoyo en sus brazos.


10
Jun 12

Peligro en la Sexta

Esta ilustración, de una señora con mariposas, se halla sobre la entrada de lo que era el estudio de fotografía de El Canche Serra, en la Sexta Avenida del Centro Histórico.  Hasta hace poco era sólo una curiosidad; pero de un tiempo para acá la ilustración se ha ido moviendo y ahora se ve muy separada de la pared.  ¿Cuándo se irá a caer y sobre quién?


10
Jun 12

Meones del demonio

Ayer me encontré con este letrero en la Torre de estacionamiento, en el Centro Histórico; y que desgracia es esa de que la gente mea donde le da la gana.  El letrero y la pésima costumbre de orinar en calles y edificios, me recordó que una vez leí que alguien le había llevado a su hijo, de 15 años,  al almirante Nelson para que el héroe de Trafalgar le diera un consejo.  Y, ¿qué le dijo el célebre marino?, le dijo: Never miss a chance to make water.

Excelente consejo para no verse en la necesidad de mear en cualquier parte.  Si estas en tu casa, orinas antes de salir; si estas en un bar, meas antes de salir.


17
May 12

No se vale exigir la reparación de una estatua, ¿o sí?

Durante la manifestación que la dirigencia sindical organizó el 1 de mayo pasado, algunos participantes en ella ensuciaron la Sexta avenida del Centro Histórico y mutilaron la estatua de Tasso Hadjidodou que se halla en ese paseo.  Se comprobó, una vez más y por si hacía falta, que el que pinta pared y mesa, demuestra su bajeza.

A unos días de aquellos actos, grupos de jóvenes estudiantes llegaron a la Sexta a limpiar la inmundicia que dejó la dirigencia sindical; y al lado de la estatua latimada, una señora lamentó: Que mala esa gente que hizo eso.

Comento esto porque hoy leo (PL P. 20) que vecinos y transeuntes de la Sexta demandan que la escultura sea reparada.  Y yo, que celebré esa escultura y repudié el vandalismo de los manifestantes del 1 de mayo, (como he repudiado otros actos vandálicos) creo que la demanda es inaceptable. Los amantes del arte solicitan a las autoridades que reparen esta pieza escultórica, que está abandonada desde hace tres semanas.

La estatua ha sido dañada, por desconocidos, en otras ocasiones; y cada vez las autoridades la han reparado.  Pero esta vez, la marcha de sindicalistas tenía responsables conocidos.  La dirigencia sindical que organiza y encabeza la marcha debería hacerse responsable de los daños que son ocasionados -deliberadamente- durante la manifestación.

Si los vecinos de la Sexta y los amantes del arte quieren que la estatua sea reparada, yo sugiero que hay dos cosas sensatas para hacer -sin castigar a los tributarios.  ¿Sabes? Al final son los tributarios los que pagan la estatua, su mantenimiento y reparaciones.  Entonces, lo que cabe es que los vecinos y los amantes del arte le exijan a la dirigencia sindical que asuma su responsabilidad y que cubra los gastos de los daños ocasionados.  O bien…que los vecinos y amantes del arte, que quieren la estatua, corran con los gastos.

De este último modo la estatua será más suya que nunca…y la próxima vez que alguien vaya a dañarla, quizás lo piense dos veces.


11
May 12

Hoces y martillos

Después de la marcha para celebrar el Día del Trabajo fui al Centro Histórico para mostrarle la ciudad a una visitante de los EE.UU.

Fui con ese propósito y con el de ver las pintas que la dirigencia sindical había hecho en la Sexta Avenida. Tanto mi cuata, Rosemary, como yo estábamos indignados. No solo por la suciedad que dejaron los sindicalistas; sino por la abundancia de hoces y martillos, símbolos del socialismo real, que es como si un grupo de manifestantes hubiera pintado esvásticas, el símbolo del nacional-socialismo.

A Rosemary y a mí nos conmovieron dos escenas: la de una mujer que, junto a la estatua mutilada de Tasso Hadjidodou, expresó: Qué mala esa gente que hizo eso; y la de los jóvenes que limpiaban la inmundicia que dejaron los manifestantes. Ojalá que cuando recuerden la suciedad que tuvieron que limpiar, también se acuerden de la abundancia de hoces y martillos.

¿Malos? ¡Malísimos, y de hecho, criminales! Los muertos del socialismo real se cuentan por millones. Los muertos en la República Popular de China, entre 1949-87, se estima que llegan hasta 76 millones 702 mil. En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, entre 1917-87, se calcula que llegan hasta 61 millones 911 mil. Durante los soviets de Mao, en China, puedes añadir otros 3 millones 468 mil. En Corea del Norte, entre 1948-87, hubo 1 millón 553 mil muertos aproximadamente (¿Cuántos habrán muerto de hambre y frío entre 1988 y 2012?). En Camboya, entre 1975-79 (en solo 4 años) hubo 2 millones 35 mil. Todos estos muertos, y más, en regímenes socialistas de uno u otro color. Todos ellos, poco más o menos unidos por símbolos comunes como la hoz y el martillo, y las banderas rojas y negras.

Al utilizar símbolos de regímenes (y de filosofías) criminales para pintar paredes y destruir monumentos, la dirigencia popular chapina –que alienta, o tolera– el uso de hoces y martillos, no solo pone en evidencia sus raíces y vinculaciones políticas reales, sino que radicaliza el diálogo político e introduce elementos de violencia que fueron pesadillas en los años sesenta, setenta y ochenta cuando la guerrilla intentó tomar el poder por la fuerza e imponer la dictadura del proletariado, con las consecuencias que muchísimos guatemaltecos lamentamos. Las pintas del 1 de mayo deben darnos qué pensar.

Esta columna fue publicada en El Periódico.


08
May 12

La dirigencia popular y sindical ensucia


El viernes, después de la marcha que organizaron los sindicatos para celebrar el Día del Trabajo fui al centro para mostrarle la ciudad a una visitante de Virginia, EUA.

Fui con ese propósito y con el de ver las pintas que la dirigencia sindical había hecho en la Sexta Avenida del Centro Histórico. Tanto mi cuata, Rosemary, como yo estábamos indignados. No sólo por la suciedad que dejaron los sindicalistas; sino por la abundancia de hoces y martillos, el símbolo del socialismo real, que es como si un grupo de manifestantes hubiera pintado esvásticas, el símbolo del nacional-socialismo. Sólo que peor.

A Rosemary y a mí nos conmovieron dos escenas: la de una mujer -que fotografíé junto a la estatua mutilada de Tasso Hadjidodou- que expresó: Que mala esa gente que hizo eso; y la de los grupos de jóvenes que se dieron a la tarea de limpiar la inmundicia que dejaron los manifestantes. Ojalá que cuando recuerden la suciedad que tuvieron que limpiar, también recuerden la abundancia de ominosas hoces y martillos.

¿Malos? ¡Malísimos, y de hecho, criminales! Los muertos del socialismo real se cuentan por millones. Los muertos en la República Popular de China, entre 1949-87, se estima que llegan hasta 76,702,000. En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, entre 1917-87, se calcula que llegan hasta 61,911, 000. Durante los soviets de Mao, en China, puedes añadir otros 3,468,000. En Corea del Norte, entre 1948-87, hubo unos 1,553.000 de muertos (¿Cuántos habrán muerto de hambre y frío entre 1988 y 2012?). En Camboya, entre 1975-79 (en sólo 4 años) hubo 2,035,000. Todos estos muertos y más en regímenes socialistas de uno u otro color. Todos ellos, poco más o menos unidos por símbolos comunes como la hoz y el martillo, y las banderas rojas y negras.

Al utilizar símbolos de regímenes (y de filosofías) criminales para pintar paredes y destruir monumentos, la dirigencia popular chapina -que alienta, o tolera- el uso de hoces y martillos, no sólo pone en evidencia sus raíces y vinculaciones políticas reales; sino que radicaliza el diálogo político e introduce elementos de violencia que fueron pesadillas en los años 60, 70 y 80 cuando le guerrilla intentó tomar el poder por la fuerza e imponer la dictadura el proletariado, con las consecuencias que muchísimos guatemaltecos lamentamos. Un ejemplo de lo que es capaz de hacer la gente de la hoz y el martillo es el bombazo del Parque Central en 1980, bombazo del cual muchos jóvenes no han oído hablar.

Las pintas del 1 de mayo deben darnos que pensar.


15
Sep 11

Alegres las fiestas de Independencia


Desde hace ratos descubrí el encanto de las fiestas de Independencia.  Primero asistía al monumento a los Próceres u Obelisco, porque ahí se juntaban los grupos de barrios, familias, amigos, colegios y escuelas, iglesias, empresas, equipos deportivos y toda clase de gente a encender sus antorchas y llevarlas a sus lugares de origen; algunas veces en la ciudad, y otras en poblaciones lejanas.

Esa era una fiesta bastante espontánea en la que la gente se divertía con muchísimo entusiasmo.   La gracia era, siempre, la de pasarla bien.  Ya fuera mojándose con los cuates en la fuente del monumento, o participando en alguno de los grupos de antorchas.

La fiesta en el Obelisco se estropeó cuando la Administración dispuso tener una participación directa en ella y dispuso organizarla.   Los burócratas prohibieron que los chicos se metieran a la fuente y llevaron grupos musicales y artistas que le arrancaron lo espontáneo y la calidez humana a la celebración.

Desde el año pasado prefiero pasar la fiesta en el Parque Central o Plaza de la Constutición en donde -a pesar de que hay actos oficiales- la celebración conserva su carácter popular y encantador.   Ahí hay bandas escolares, grupos que llevan antorchas, una ceremonia para izar la bandera y, a pesar de que los escolares son sometidos a la propaganda de los pólíticos de turno, domina el animus juvenil de gozarla y pasarla bien.

Por eso es que, cuando empezaron los discursos, lo que se me vino a la mente fue la siguiente frase: ¡Colom y Espada, esta es la juventud a la que le fallaron!

En estas fiestas, los niños son los más beneficiados.  Ellos se gozaban a los personajes que llevó el Ejército que incluían un soldado vestido de Jeep; un grupo de soldados que acompañaban a una ardilla; y otros más.  Los niños se gozan las golosinas y las bandas.  La fiesta es para los que tenemos alma de niños.

Este año dispusimos cenar en el Centro con la esperanza de que menguara el tránsito; y, por casualidad nos dimos con Foto 30, una iniciativa creativa que le añadió un toque especial a las fiestas. La misma consistió en una serie de exposiciones fotográficas, actividades, música y diversión.  ¡Hubo torito y quema de globos en la Sexta Avenida!

En la galería NOA visitamos Alienación, una muestra colectiva de fotógrafos chapines que incluía fotos por los cuates Rudy Girón y Andrea Aragón.  En Incubador zona 1 encontramos la muestra ¡Cataplum!, por Andrés Asturias; y en Proyectos Ultravioleta encontramos Vestidos para expresar, por Byron Mármol.  Paramos encaramados en el tejado, con una vista inusual de la antigua Calle Real.  Sobre NOA encontramos, Casa Azul,  una tienda encantadora de tchotchkes mexicanos que vale la pena visitar.

Ahora, espero el próximo 14 de septiembre para ver qué sorpresas encuentro en esta que es una de mis fiestas chapinas favoritas.  Las fotos que ilustran esta entrada no son muy afortunadas porque no llevaba mi cámara y tuve que usar la del móvil; empero, creo que reflejan el ambiente festivo y juguetón de la ocasión.


10
Sep 11

“Bboying” en La Sexta


Después de los aguaceros de hoy en la tarde el aire estaba muy limpio y el ambiente estaba fresco; así que salí a dar un paseo por La Sexta en el Centro Histórico y me encontré con este alegre grupo de chicos haciendo Bboying.

Me cayó en gracia porque hoy me voy enterando de que el Break Dancing ya no se llama así, sino Bboying. Es que soy old fashioned, me dijo uno de mis sobrinos hace unos meses. Ja ja, old fashioned sería si dijera que los chicos estaban haciendo suertes en la calle.

Me dio mucho gusto ver a estos patojos pasándola bien y haciendo que la gente también pasara un buen rato.


02
Sep 11

¿“Swing Kids” chapines?

¿Has visto una película que se llama Swing Kids?  Estos eran un grupo de patojos, de allá por los años treinta, que gustaban del swing y del jazz y que terminaron enfrentándose contra el nacionalsocialismo.

Los nazis consideraban que el swing y el jazz eran música depravada porque eran propias de negros y judíos.  En aquel ambiente opresivo los swing kids terminaron siendo una forma de contracultura porque su forma de vestir y sus gustos musicales no eran del gusto de Hitler, ni del de los que lo apoyaban, porque les gustaban el orden y la disciplina que ofrecía.

Los  swing kids fueron reprimidos por la Gestapo y ya te imaginas. Los suertudos tuvieron que aguantar que les cortaran el pelo, como aquí en Guatemala, la Policía de los años setenta  les cortaba el pelo a los patojos.  Pero en la Alemania nacionalsocialista, los menos suertudos pararon en campos de concentración.

De aquella peli me acordé cuando leí que el centro cultural Rock’ol Vuh está bajo asedio de Tu Muni, de los gazmoños y de los zelotes del orden y la disciplina.

Para hacer la historia corta, Rock’ol Vuh nació en Cuatro Grados Norte; y allá ofrecía clases de música, y animaba poetas, pintores y productores noveles. Cuando aquel proyecto urbanístico colapsó, los propietarios del centro cultural decidieron trasladarlo al barrio de San Sebastian y “desde entonces comenzó una historia de terror”, explica Sergio Taz Fernández, baterista que seguramente recuerdas porque tocaba con una de las bandas de rock más célebres de Guatemala.  Conoce algo de Taz, en http://youtu.be/gQq0ER-b8uc

Rock’ol Vuh ha enfrentado las arbitrariedades de la oficina del POT y la hostilidad de los vecinos de San Sebastian que lo acusan de ser un bar “que pondrá en riesgo a nuestros jóvenes exponiéndolos a ambientes nocivos” y que contaminará éticamente el barrio.  Eso mismo deben haberle dicho los vecinos de los swing kids a la Gestapo.  Y el barrio, por cierto, no es residencial porque está lleno de establecimientos comerciales y gubernativos.

Lee el reportaje que hizo El Periódico el 17 de agosto pasado.  Ahí verás los detalles del acoso, que incluyen verificaciones de campo nunca realizadas por Tu Muni, multas confiscatorias y otras arbitrariedades. Dado el antecedente similar de acoso al que está sometido el bar rockero Bad Attitude, parece evidente que Tu Muni la tiene contra el rock.  ¿Como los nazis la tenían contra el swing?

Esta columna fue publicada en El Periódico.