22
Feb 13

¿Malversación y abusos? Lección para los estatistas

A ver…¿quiénes no creen, todavía, que los impuestos son dinero ajeno, tomado, por la fuerza para ser repartido con criterios políticos entre los intereses y la clientela de quienes controlan la repartición?

La necesidad de financiar la piñata el gasto público de los últimos meses de 2012, demandó que los pipoldermos que dirigen el  Ministerio de Finanzas tomaran la decisión política de usar los Q392 millones del Fideicomiso de Apoyo a la Caficultura y Q100 millones de la cuenta de devolución del crédito fiscal a los exportadores (que no era dinero de los pipoldermos, sino de los caficultores), pese a que estos recursos tienen destinos específicos  establecidos por la ley.   El Viceministro de Administración Interna del Minfin,  reconoció  que los recursos del fideicomiso fueron utilizados para el pago de la deuda pública y en lugar de devolver el crédito a los exportadores (sus legítimos propietarios) el dinero se usó para pagos de gastos diversos del presupuesto.

Estas acciones, ¿son constitutivas de malversación y de abuso de poder?


04
Feb 13

Lo que importa, ¿es el poder?

A veces, tengo la impresión de que -en algunos ambientes- lo que importa es el poder.  Mientras más, mejor.  Mientras más ilimitado está, mejor.  Mientras más omnipresente es, mejor.  En eso pensé cuando leí, el sábado pasado, que un lector de un diario se quejaba de que la Ley de Actualización Tributaria ha sido impugnada en su totalidad; y de que si esas impugnaciones prosperan se estará desahuciando al estado.  Lo que leo es que al autor le preocupa más la vigencia de una ley y de los impuestos, que la legitimidad y la constitucionalidad de aquella legislación.  Parece que en aquellos ambientes, si una ley amenaza el bienestar económico de los que dependen del presupuesto del estado, no importa si es ilegítima e inconstitucional, y su impugnación es una amenza.

El estado, ya lo sabes tu, es una ficción; y quienes realmente se benefician del dinero que se les expolia a los tributarios son los políticos y funcionarios que viven directamente del presupuesto; y la clientela del mismo.  Y claro…a ellos no les conviene que prevalezcan la constitucionalidad y el estado de derecho.  Por eso reaccionan cuando ven que sus intereses son amenazados.  En esos ambientes lo que importa es el poder…el poder para tomar dinero ajeno por la fuerza y redistribuirlo políticamente entre los intereses que tienen acceso a influir en la conformación del presupuesto.

La misma perspectiva se ve cuando uno lee titulares como: La Corte de Constitucionalidad da un revés a la reforma tributaria.  El mismo convierte en algo negativo lo que es positivo.  La Corte actuó en defensa, no sólo de el estado de derecho, al invalidar una norma legislativa que contraviene a la Constitución; sino que falló en defensa de los tributarios, a quienes se despojaría de su propiedad de forma ilegítima e inconstitucional.  Es cierto que el fallo perjudica a los políticos, funcionarios y clientela que depende de aquella expoliación; pero la Constitución, y la Corte de Constitucionalidad existen precisamente para evitar abusos como ese.

Hay ambientes en los que se cree que es correcto que los intereses colectivos prevalezcan sobre los derechos individuales.  Y por eso es que creen que el poder de los intereses colectivos debe imponerse sobre los derechos de las personas.

La cosa, sin embargo, es al revés.  Los intereses colectivos podrían prevalecer sobre los intereses individuales; pero nunca sobre los derechos individuales.  ¿Por qué? Porque es de interés colectivo que así sea.  Por eso es que a todos nos coviene que la Corte de Constitucionalidad invalide la legislación inconstitucional.  Nos conviene que la Corte falle en defensa del estado de derecho (y no en la del estado de arbitrariedad).  Aunque sean perjudicados, y reciban un revés, los intereses de quienes ejercen el poder.


31
Ene 13

Otto Pérez debe ofrecerles disculpas a los médicos del San Juan de Dios

Otto Pérez Molina, primer mandatario de la nación, calificó de haraganes a los médicos que  se declararon en asamblea permanente para exigirles a los pipoldermos que solucionen la falta de medicamentos y de equipos e infraestructura médica.

¡Oiga, Presidente!, muchos de esos muchachos a los que usted trata con tanto irrespeto trabajan en condiciones precarias porque su administración, y las que la han antecedido, desperdician el dinero que toman de los tributarios.  Lo desperdician, lo maladministran y se lo roban.

¡Oiga, Presidente!, no hay medicamentos, ni equipo en los hospitales, no porque no haya dinero para adquirirlos, sino porque su administración -que ya tiene un año de estar usufructuando del poder- tiene otras prioridades.

Su administración y las que la han antecedido, Presidente, han conservado el estado benefactor que se atribuye la salud pública, de la cual se enriquecen funcionarios y empresaurios.  Muchos de los muchachos a los que usted se atreve a calificar de haraganes salvan vidas y consuelan aflicciones si el equipo y los insumos necesarios.  Esos muchachos a los que usted ofendió, Presidente, actúan muchas veces de forma heróica.  No gracias a su administración inepta y rapaz, sino a pesar de ellas.

Usted les debe ofrecer disculpas.


31
Ene 13

Abusador y brincón en Capuchinas

El sujeto de la izquierda tiene el poder supremo en las ruinas de Capuchinas, en La Antigua.  Y lo ejerce arbitraria y groseramente como corresponde (y como no debería ser).

Ayer estuve de paseo por La Antigua con una amiga argentina que difícilmente volverá a Guatemala.  Mi amiga pasó un día fabuloso y el hombrecito de la izquierda fue el pelo en la sopa.

Llegamos a Capuchinas a las 4:50 p.m. y yo sospechaba que cierran a las 5:00.  Cuando le pregunté al guardia uniformado a qué hora cierran titubeó un instante y dijo que a las 4:50 y que no podríamos entrar porque sólo tendríamos 10 minutos para visitar el lugar.  Mi amiga argumentó que era extranjera, que seguramente no podría volver a Guatemala y que le gustaría echar un vistazo aunque fuera de 10 minutos.

El tipo de la derecha se aproximó y anunció que podría dejarnos entrar 10 minutos y que la entrada costaba Q40.  Yo entendí que era Q40 por los dos y -sabiendo que mi amiga disfrutaría de la visita, aunque fuera de sólo 10 minutos- le extendí Q40 al sujeto en cuestión.  En ese momento nos lanzó una mirada insolente y dijo: Son Q40 por cada uno, ¿dónde creen que están?

Hasta donde se, la entrada para chapines como yo cuesta Q2 en Capuchinas.  ¿La entrada para extranjeros cuesta Q40?  Lástima que hubiera sido una tontera darle los Q80 que pedía, porque me hubiera gustado saber si el sinvergüenza ese nos iba a dar boletos.

De cualquier manera, las autoridades responsables de aquellos monumentos deberían tener gente  decente en lugares como Capuchinas, deberían tener gente atenta, que tenga un poco de criterio, que pueda ser generosa con una persona que viene desde Buenos Aires y que hubiera estado muy contenta de ver aquel convento durante sólo 10 minutos.

Pequeños prepotentes como el sujeto este  deberían estar pidiendo limosna en las calles, y no deberían estropear la fama de atentos y querendones que tenemos los chapines.


29
Nov 12

Abusos e indignidad contra los más vulnerables e indefensos

Entre los grupos de ciudadanos más vulnerables -a cargo directo del estado- están los ancianos y los niños (recluidos en hogares administrados por burócratas y políticos), los presos (en las cárceles) y los enfermos mentales (en hospitales).  Cárceles y hospitales administrados por burócratas y políticos.   Hoy, que leí acerca de los abusos de todo tipo que sufren los pacientes (o las víctimas) del Hospital Nacional de Salud Mental Carlos Federico Mora, pensé en dos cosas: una, es en lo retorcido que es entregarles a los burócratas y políticos (que sabemos que son corruptos e ineptos) el cuidado de las personas más vulnerables entre nosotros; y otra, es dos preguntas, las preguntas de ¿qué es lo que lleva a alguien a aceptar la dirección de una organización estatal en la que se cometen abusos, y qué es lo que le permite permanecer ahí sin acabar con los abusos?

¿Qué clase de gente puede dormir tranquila sabiendo que bajo su dirección se cometen actos de indignidad y de violencia contra seres humanos vulnerables e indefensos?  A tí, ¿no te inquieta que con con los impuestos que te quitan existan lugares tan espantosos como el Carlos Federico Mora?


23
Nov 12

Relato de una injusticia

Presunto culpable es un documental mexicano que te recomiendo. Mucho. Es filmado en el Reclusorio Norte y en los tribunales de México; y cuenta la historia de un tianguista y su lucha contra el sistema corrupto de justicia en su país. El sistema trató de prohibir la distribución y exhibición de la peli; pero al final se impusieron el derecho y el activismo en las redes sociales.

De aquello me acordé cuando leí Relato de una injusticia, caso Giammattei; el exdirector de Presidios perseguido, encarcelado, y luego declarado inocente.

La primera parte del libro es una descripción del sistema penitenciario guatemalteco; uno que no es un sistema de rehabilitación. Las primeras páginas te las llevas sin parar, inmerso en un torbellino de hacinamiento, degradación humana, corrupción, delincuencia, incuria, impunidad, irresponsabilidad, abusos de poder y violencia, para mencionar solo algunas de las circunstancias en las que viven miles de internos en las cárceles del país.

La segunda parte es una vorágine que tiene que ver con la violación del principio constitucional de presunción de inocencia y de las garantías procesales por parte de funcionarios de los más altos poderes del Estado, en connivencia con funcionarios internacionales. Tiene que ver con abusos físicos y psicológicos, La malignidad existe y está retratada en este libro con nombres, pelos y señales. La pusilanimidad existe, y puedes oler su hedor en las páginas del libro.

Dos cosas me dejan con dudas: no creo que la persecución contra el autor fuera de orden electoral, aunque sí política, porque, en todo caso, a la administración de los Colom más le convenía dividir el voto opositor que ayudar a que se concentrara. Tampoco creo que la embajada de Honduras fuera elegida por las razones que cuenta el autor, ya que era una legación evidentemente vulnerable, con demasiados problemas propios como para comprometerse con los derechos individuales de una persona.

Por lo demás, mira la peli y lee este libro (mismo que cuenta con un valioso prólogo por Mario David García). El libro es un testimonio íntimo e inusual, y una luz, publicado en un país que necesita –desesperadamente– acabar con la impunidad, especialmente contra la amparada en el ejercicio del poder.

Columna publicada en El periódico.


10
Sep 12

Privilegios e irresponsabilidad, el caso de Xela y el INDE

Los pipoldermos quetzaltecos, a cargo de la Municipalidad de aquella ciudad, durante décadas tomaron la decisión de no cobrarles a los chivos el precio real de la energía eléctrica y así estuvieron alcahueteando a los consumidores.  Los pipolermos de la Muni de Xela no le pagaban la energía que les vendía el Instituto Nacional de Electrificación; y los pipoldermos del Inde, así como los del subsector eléctrico estatal, dajeron que la deuda creciera y creciera.  Los usuarios no se quejaban de que su Muni los estuviera endeudando (en el largo plazo) porque gozaban de energía barara (en el corto plazo).  Empero, como aquella situación es insostenible, los pipoldermos que ahora están a cargo del INDE quieren que los pipoldermos de la ciudad altense paguen lo que deben.  ¡Lo que deben los tributarios de Xela, claro!

Al final de cuentas, los pipoldermos del INDE le condonarán la deunda a los pipoldermos de la Muni de Xela; lo que en realidad significa que los  pipolermos de Xela no tendrán que enfrentar la ira de sus tributarios y que los tributarios de todo el país subsidiarán -pagando las pérdidas del INDE- a los usuarios de Quetzaltenango y a sus pipoldermos.

La gente que paga impuestos en Jutiapa e Izabal, en Alta Verapaz y en Petén, en Santa Rosa y en Huehuetenango, para mencionar sólo unos, tendrán que cubrir el agujero financiero que crearon los políticos y funcionarios del INDE en connivencia con los de la Municipalidad de Quetzaltenango.  ¿Qué tal?

Actualización: el presidente el INDE, dice que la deuda no fue condonada, sino que fue regularizada.


07
Sep 12

La mulada, la CICIG

En Guate, hace una mulada quien hace una tontería. Las muladas que cometemos en nuestras vidas privadas tienen efectos limitados; pero las muladas en el sector público –que es el sector coercitivo de las relaciones sociales– tienen consecuencias en lo económico, jurídico y ético.

Hay muladas célebres, en el sector público, como aquella de haber sacado jinetes para patrullar la ciudad. ¿Recuerdas que los caballos, sin herraduras apropiadas, se caían? ¿Cuánto tiempo duró aquel sinsentido? Otra inolvidable es la de Óscar Berger –cuando era alcalde– que dispuso que cabezales con furgones, para transportar mercancías, podían servir como vehículos para el transporte colectivo urbano. ¿Te acuerdas de que no cabían en las calles del Centro Histórico y de que la gente se quejaba del calor intenso que había en esas cajas de metal?

¿Qué otra mulada se te ocurre? ¿Qué tal la de prohibir que más de una persona vaya en moto, o la de que los motoristas deben llevar cascos y chalecos con el número de la placa de su vehículo visible? ¡Nadie tenía, ni tiene la autoridad moral para hacer cumplir aquellas disposiciones tontas!, y ahora, ¿quién respeta semejantes disparates de regulaciones? ¿Qué tal la de prohibir el uso de capuchas durante las manifestaciones? Tampoco hubo quién tuviera autoridad moral para quitarle las capuchas a nadie, y menos a los manifestantes violentos.

¿Cuál es la mulada premiada? La de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala. A la oligarquía de los derechos humanos y al establishment les pareció que los chapines éramos incapaces de resolver nuestros problemas; y, ¿qué se les ocurrió para remediar el asunto? Traer fiscales extranjeros de rompe y rasga, con colas machucadas e imponer una organización capaz de ponerse encima de la ley y de corromperla; capaz de fabricar testigos, e historias con PowerPoint; capaz de intimidar y de forzar para conseguir objetivos políticos. ¡Y esa mulada es otro fracaso! Y los chapines seguimos sin resolver nuestros propios problemas, por andar buscando frente a quién doblamos la cerviz.

Alejandro Giammattei, político que aplaudió a la CICIG en su momento, debería dedicar algo de su tiempo para contarnos a los chapines cómo fue su experiencia con aquella mulada. Para que nos quede claro.

Columna publicada en El Periódico


05
Sep 12

Una de Lucas y otra de Pérez

Durante la presidencia de Romeo Lucas, se cuenta que un recién electo Presidente del Organismo Judicial le agradeció al Presidente de la República por su nombramiento.  La historia causó risa e indignación porque puso en evidencia lo precaria que era la división del poder en aquel entonces.

De aquello me acordé, ayer, cuando leí que Otto Pérez Molina, presidente de la República, le define las prioridades al Congreso.   No en balde es que a muchos diputados se les dice diputíteres.

¡Por supuesto que a los pipoldermos de todos los tiempos no les gusta la división del poder!; pero esta característica sine qua non de un estado de derecho no está pensada para proteger los intereses de los políticos y funcionarios de turno, sino que es una garantía contra sus abusos.


05
Sep 12

Dedicado a los que les gusta verse como contribuyentes

Un colega me acaba de recriminar por el hecho de que, en este espacio y donde quiera que pueda, yo me refiero a los que pagan impuestos como tributarios; y no como contribuyentes.  El dice que él es contribuyente, orgullosamente.

Yo sostengo que está bien que a él no le moleste ser expoliado; pero que, en lo que a mi se refiere, eso de que haya grupos de interés que puedan usar la ley para tomar mi dinero con amenazas de fuerza, no me entusiasma.  A mí me incomoda que haya pipoldermos que puedan tomar dinero ajeno por la fuerza y destinarlo, por ejemplo, a darles empleo a sus mamáes y a sus papáes a sus cónyuges, a sus críos, a sus hermanos y demás.

A tí que no te importa ser expoliado, ¿sábes en que se usa el dinero que te quitan? Hijos, hermanos y progenitores de diputados trabajan como asesores en el Congreso. Otros solamente han prestado su nombre durante años para cobrar un sueldo como asesores o asistentes. elPeriódico identificó en un ejercicio inicial 18 plazas. Los familiares o los diputados que los contrataron confirmaron la consanguinidad.