The Hunger Games es una distopía para meditar. Es acerca de un mundo en el que no hay igualdad de todos ante le ley; y no se respetan los derechos individuales de la gente. Un mundo en el que unos pocos dominan a los muchos. Uno en el que los tributarios pasan a ser tributos. Es uno en el que el gobernante y su clientela pueden usar la fuerza para mantenerse en el poder.
totalitarismo
19
Ago 12
“The Hunger Games”, una distopía para meditar
13
Jul 12
Escuchas telefónicas, cámaras y otras herramientas
Hoy leemos una historia de cómo es que las escuchas telefónicas hay ayudado a capturar presuntos delincuentes; y en otras ocasiones hemos visto cómo es que las cámaras que nos vigilan sirven para identificar crímenes y criminales.
La inseguridad y el miedo nos hacen pensar que orejas y ojos por todas partes sólo les sirven a los buenos para identificar y combatir a los malos; pero la historia nos enseña que eso no es así.
En el siglo pasado y con anterioridad, las colas con orejas eran los agentes encargados de seguir a los ciudadanos sospechos de oponerse a los regímenes autoritarios y totalitarios, eran colas porque los seguían y eran orejas porque su misión era escuchar lo que decían. También podrían haber sido colas con orejas y ojos. Hubiera dado igual.
Ahora -porque no es evidente que toda clase de regímenes usan orejas y ojos electrónicos para controlarnos- pensamos que sólo sirven para vigilar a los malos. Se nos olvida que no siempre es que los buenos están en el poder, se nos olvida que no sólo los buenos están en el poder, y se nos olvida que el poder tiende a corromper y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Ojos y orejas por todas partes (electrónicos, o no) contribuyen a que le poder absoluto sea absoluto.
¿Dónde y cómo te vas a proteger, cuando tengas que combatir a la dictadura, si nunca cuestionaste que fuera bueno, o no, poner ojos y orejas en cada esquina?
¡Por supuesto que no cuestiono la utilidad de los ojos y orejas! Sólo digo que la inseguridad y el miedo nos hacen concederles a los políticos y funcionarios poderes e instrumentos formidables para aplastar la libertad. Y creo que ese es un problema que deberíamos resolver, antes de que sea demasiado tarde.
¿Te imaginas qué nos espera si permitimos ojos y orejas por todas partes y encima no limitamos el poder político? Quizás películas como 1984, Gattaca, V for Vendetta, o Twelve Monkeys, pueden darte ideas.
09
Feb 12
¿Genocidio en Guatemala? No
El genocidio es el intento de destruir, en todo o en parte, a un grupo nacional, racial, étnico o religioso como tal. Eso no lo digo yo; lo dice la convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio; pero el énfasis sí es mío.
Por eso es interesante que, cuando muchos exguerrilleros tratan de hacer aparecer como que hubiera sido genocidio la lucha que los guatemaltecos sostuvimos contra los intentos del la Organización del Pueblo en Armas, las Fuerzas Armadas Rebeldes, el Ejército Guerrillero de los Pobres y el Partido Guatemalteco del Trabajo, por establecer una dictadura totalitaria de corte marxista-leninista, cuando no maoista, esos apologistas del colectivismo omitan la parte resaltada de la definición.
Sostengo la hipótesis de que, en cumplimiento de la Constitución, los gobiernos guatemaltecos que se vieron involucrados en el enfrentamiento contra los guerrilleros -y su táctica de involucrar a poblaciones civiles- nunca buscaron eliminar a aquellas poblaciones como tales por su nacionalidad, raza, étnia, ni religión. Sostengo que las autoridades persiguieron (e incluso pudieron haber cometido abusos y delitos abominables) a individuos y grupos de individuos; pero que nada de eso era para eliminar a los grupos como tales. Lo que se perseguía era la participación en actos delictivos, o la complicidad o colaboración con ellos; pero no por los motivos que se enumeran en la definición de genocidio.
El genocidio exige ciertos parámetros. Por eso es que, cuando los exguerrilleros hablan de genocidio, omiten la última parte. Porque esa parte invalida evidentemente su argumento falaz.
13
Ene 12
Che Guevara, Mercedes-Benz y campos de trabajo forzado
Cuando uno cree que ya lo vio todo pasan cosas como estas:
La empresa que fabrica los automóviles de lujo Mercedes- Benz uso la imágen del asesino Ernesto Che Guevara para anunciar sus vehículos. Daimler AG ya se disculpó; pero el daño está hecho. ¿Hay que ser pendejo, o no?
Que un estudiante imberbe se compre una playera del Che y la use con el pretexto de que está de moda y de que no sabe ni quién es el retratado, pues se explica. Pero…¿qué clase de cretinos, en Daimler, tendrían y aprobarían esta idea?
En otro orden de noticias:
Aquellos coreanos del Norte, que no lloraron convincentemente durante los funerales oficiales del dictador Kim Jon Il serán sentenciados a seis meses en campos de trabajo forzado y reeducación. Nótese que no bastó con que hubieran llorado, tenían que haberlo hecho convincentemente. Los que no participaron en las exequias también serán mandados a aquellos campos.
¡Aaaaaaaaah, el colectivismo!, produce asesinos como Guevara; y regímenes desquiciados como el de Corea del Norte.
27
Abr 10
El brazo de la guerra contra las drogas, o la mano peluda
Los políticos y sus burócratas sólo podrán contratar empresas con acciones nominativas, según lo dispuesto en los acuerdos 23-2010 y 24-2010 del Ministerio de Finanzas Públicas , publicados ayer en el diario oficial.
12
Feb 10
El poder, Los Colom y Les Luthiers
El trono lo quiero para posarme sobre el, y satisfacer mis deseos, los mas sublimes y los mas perversos, en cambio a Maria la quiero para …. caramba, !que coincidencia!
Estos versos, de El rey enamorado, de Les Luthiers, son lo que vino inmediatamente a mi mente al ver, en el noticiario Hechos Guatemala, con el periodista José Eduardo Valdizán, que Alvaro San Nicolás Colom le prometió a su Sandra Evita, hace ocho años, que podría hacer lo que quisiera en el gobierno.
Tanto Enrique VI -el personaje del drama que da origen a estas meditaciones- como San Nicolás, entienden que el trono o el poder, son para satisfacer deseos sublimes y perversos, según uno; y para hacer lo que se quiera, según el otro. La mentalidad totalitaria cree que se llega al poder para usarlo sin límites y para hacer con él lo que se desee, para bien, o para mal.
La mentalidad totalitaria no reconoce límites para el poder y ve a la ley como un obstáculo que le impide hacer uso pleno del poder que, en aquel contexto, le ha sido dado para hacer y deshacer a su antojo. La filósofa Hannah Arendt sabía que esta mentalidad es peligrosa para los gobernados y por eso advirtió que a lo que aspiran las ideologías totalitarias no es a transformar el mundo exterior o a transmutar revolucionariamente la sociedad, sino a transformar la propia naturaleza humana. ¿Cómo iba a ser de otra forma? Si es para mal, la mentalidad que cree que el poder es para usarlo plenamente y sin límites, o para hacer con él lo que se quiera, lo usa para su propio beneficio, para el de sus cómplices y para el de su clientela; y si cree que es para bien, la mentalidad totalitaria usa el poder para transformar a la sociedad -e incluso transformar la naturaleza humana- para que se ajusten a lo que esa mentalidad cree que deberían ser la sociedad y las personas. La mentalidad totalitaria, constructivista y racionalista, cree que el poder es para hacer lo que se quiera hacer en el gobierno.
Cuando estemos en el poder puedes hacer lo que quieras en el gobierno, es una promesa peligrosa. Se empieza con manejar fondos con completa discrecionalidad y al amparo de secreto; pero, ¿dónde se termina?

