Las fotos muestran una perspectiva, de la tragedia en la embajada de España, que no vas a ver -ahora- en los medios de comunicación tradicionales.
Ese día fue inolvidable. Yo estaba recién empezando clases en Primer año de Derecho cuando llegó a la clase la noticia de los que estaba ocurriendo. Luego, al medio día y en el noticiario Aquí el mundo, todos fuimos testigos del horror.
Años mas tarde, cuando yo trabajaba en aquel programa de noticias legendario, vi los rushes de aquel día espantoso y las escenas se quedaron grabadas en mi mente para siempre.
Comparto, con ustedes, algunos párrafos acerca de La catástrofe de la embajada, tomados de Guatemala, la Historia silenciada, tomo II, por el sociólogo e historiador Carlos Sabino.
La embajada de España en Guatemala, sería ocupada por una treintena de personas el día 31 de enero y, después de confusos sucesos, se produciría un incendio en el recinto al que se habían desplazado, con sus rehenes, los ocupantes de la sede diplomática. El saldo serían 36 muertes.
Un grupo de campesinos provenientes de El Quiché, llegó a la ciudad de Guatemala a comienzos o mediados de enero…los campesinos exigían al gobierno la exhumación de cadáveres de campesinos secuestrados…por el ejército…perseguían demostrar que los cadáveres no eran de guerrilleros sino de sus compañeros indígenas.
El grupo de campesinos que viajó a la capital no se identificaba directamente con ninguna organización ni tenía un liderazgo formal o visible, pero en sus filas destacaba-por varias razones- la figura compleja de Vicente Menchú…
Los campesinos que llegaron a Ciudad de Guatemala se alojaron primero en el Instituto Belga-Guatemalteco…de donde los sacó la policía, y luego en la USAC…poniéndose allí en contacto con estudiantes que pertenecían al Frente Estudiantil Revolucionario Robin García, la organización de masas que tenía el Ejercito Guerrillero de los Pobres en el medio estudiantil.
Estudiaron la posibilidad de invadir la oficina que la Organización de Estados Americanos tenía en Ciudad de Guatemala, aunque abandonaron la idea por lo bien resguardado que estaba el local…se decidieron a tomar la Embajada de España para, ocupándola y permaneciendo en ella, llamar la atención sobre sus reclamos.
No eran los indígenas venidos del Quiché, campesinos que no hablaban más que su lengua, y que por primera vez visitaban una gran ciudad, los que planearon estas acciones y definieron el procedimiento para tomar la embajada…y procedieron a participar en la acción guiados por Vicente Menchú, el único del grupo que discutió estos temas con los estudiantes….la gente del FERG, y sus contactos en otras organizaciones, segurameten apreciaban que la protesta de lso campesinos les resultaría favorable a sus fines.
Los estudiantes que participarían directamente en la acción, todos pertenecientes al FERG, serían cuatro.
La decisión de dirigirse a la Embajada de España no parece haber sido casual. Este país había enviado un nuevo embajador a Guatemala…Maximo Cajal…vinculado al partido socialista…en la prensa local, antes incluso de que arribara al país, se lo había calificado como un hombre conflictivo y de simpatizante del régimen cubano de Fidel Castro. Como para confirmar todo esto el embajador, en un gesto poco usual, decidió viajar al Quiché, el lugar donde precisamente era más intensa la acción guerrillera y la represión del ejército…y regresó a Guatemala tres días antes de la toma de la embajada.
El jueves 31 de enero, a las 11 de la mañana, concurrieron a la embajada tres importantes personalidades que se disponían a tener una reunión con el embajador Cajal. Ellos eran Eduardo Cáceres Lehnhoff, ex vicepresidente de la república…Adolfo Molina Orantes, ex ministro de Relaciones Exteriores…y Mario Aguirre Godoy, jurista. Minutos después de la hora en que llegaron los abogados mencionados se presentaría a la embajada el grupo de los tomistas, penetrando en la sede y comenzando la ocupación…¿Fue esta circunstancia una simple coincidencia o resultó, como muchos piensan, deliberadamente orquestada por el embajador Cajal para crear una situación de mayor alcance mediático y, por lo tanto, de muy amplia repercusión internacional?
Hacia la una de la tarde las tropas especiales de la policía comenzaron a prepararse para pentarar en la sede española y se comenzaron a vivir momentos muy tensos, mientas centenares de personas, desde el exterior, comentaban lo que estaba sucediendo…hasta las tres de la tarde aproximadamente la policía fue controlando cada vez más completamente el local.
En el interior, los ocupantes se aprestaban a resistir. Se habían concentrado ya en el segundo piso…y con sus machetes, sus botellas con gasolina -los llamados cócteles molotov- y una que otra arma de fuego tenían completo el control de los rehenes.
En ese momento pudo escapar…Mario Aguirre Godoy. Aguirre afirma que “deben habar transcurrido veinte o veinticinco minutos” antes de que oyera “una explosión y disparos” que provenían del interior de la embajada.
Cajal relata de un modo parecido…cuando la puerta estaba prácticamente hecha astillas dieron un empujón final y, en ese momento, algunos de los ocupantes sacaron revólveres o pistolas -no me fijé muy bien- y tres o cuatro cócteles molotov. Un poco antes habían intentado arrojar uno, no había estallado y tiraron una cerilla que yo apagué con el pie, sin que tomaran ninguna represalia contra mí…
El hecho es que , pocos instantes después, ocurriría la decisiva explosión, sonarían unos tiros, comenzaría un voraz incendio y el señor Máximo Cajal podría escapar milagrosamente. En pocos instantes, y ante la desesperación de quienes asistían impotentes a la horrorosa escena…todas las personas que habían sido empujadas al fatal cuarto morirían quemadas, o por obra de los disparos.