14
May 10

Más "empresaurios" privilegiados

Con razón, Federico Bastiat escribió que El estado es la gran ficción por medio de la cual todo el mundo trata de vivir a expensas de todo el mundo.

La mayoría del Congreso aprobó la exoneración de impuestos a la importación de buses para los propietarios y empresaurios del transporte colectivo urbano y extraurbano a nivel nacional.


El Decreto 21-2010, que da vida a la exención, establece que a partir de la publicación de la Ley, por un plazo perentorio de 36 meses, se realizará la exoneración. Con ello, los propietarios de buses quedarán dispensados del pago del IVA, y demás derechos arancelarios a la importación de unidades nuevas de autobuses y microbuses. La noticia está aquí.

13
May 10

Un fantasma recorre el campo chapín

Al grito de La madre tierra no se compra ni se vende, se recupera y se defiende, la dirigencia agrarista de Guatemala organizó una manifestación para exigir la inmediata aprobación de una ley que privilegie sus intereses particulares, sobre el derecho de propiedad.

La ley agraria apunta a la redistribución de la tierra, y a combatir los cultivos de caña de azúcar, bananos, palma africana y otros cultivos que son para su venta fuera del país. Los que proponen dicha ley hablan de regularizar la tenencia de la tierra para las comunidades campesinas e indígenas; por lo que uno puede suponer que aquella normativa busca eliminar o minimizar el derecho de propiedad y busca colectivizar la tenencia de la tierra. La normativa busca, claro, que dinero ajeno tomado por la fuerza (o impuestos) sean canalizados políticamente para atender las exigencias de los privilegiados que resulten tenedores de tierras bajo el régimen que establecería esta normativa.
Este es un ejemplo más de cómo es que grupos de interés pueden usar la ley para sus propios beneficios, si hacen suficiente bulla y si ejercen suficiente presión.

13
May 10

Proteccionismo descarado en seguros

Hoy, algunos diarios publicaron un campo pagado en el que el Banco de Guatemala, la Superintendencia de Bancos, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras, así como varios grupos de interés vinculados con el negocio de los seguros, presionan…¡No!, le solicitan al Congreso de la República que ¡inmediatamente! aprueben una ley proteccionista que le garantizará el negocio de los seguros a las empresas aseguradoras de los agremiados de aquellos grupos de interés. Usted puede ver el campo pagado en la página 7 de Siglo Veintiuno de hoy.

La ley restringirá la oferta de seguros en la plaza chapina y les garantizará a los aseguradores locales que no tendrán que preocuparse por la competencia extranjera. La ley restringe las opciones que tendrán los clientes de las aseguradoras y los obligarán a contratar sólo seguros emitidos por los agremiados de los grupos de interés que firman el comunicado de prensa.
Esta ley tribal y proteccionista es un buen ejemplo de cómo es que, en una sociedad en la que todo es regulable por los políticos, los grupos de interés que tienen acceso a presionar y quizás hasta a comprar políticos, pueden conseguir leyes que sirvan a sus intereses, aunque violen los derechos y los intereses de los demás.

22
Mar 10

Unos son hijos, y otros son entenados

A fuerza de balas, gases y batonazos, los empresaurios del transporte colectivo urbano fueron obligados a desbloquear los accesos a la ciudad de Guatemala. Yo no apruebo ni apoyo eso de que los grupos de interés se manifiesten mediante bloqueos, pintas y otras prácticas que violan derechos ajenos; pero me llama la atención algo que mencionó un lector de Carpe Diem. ¿Por qué es que la administración socialdemócrata de Los Colom trata así a los transportistas; y sin embargo, cuando los burócratas de la educación, de Joviel Acevedo, hacen lo mismo, los alcahuetea?

Parece evidente que unos son hijos y otros son entenados. Los burócratas de la educación, así como otros grupos de interés que recurren a prácticas similares, son peones del ajedrez político de Los Colom. Parece evidente que mientras que los bloqueos de los burócratas de la educación sirven para presionar y hacer avanzar la agenda política de Los Colom, los transportistas -con sus demandas de seguridad- son un estorbo.
Eso explicaría que mientras que a los burócratas de la educación se les permite bloquear y fastidiar a gusto; a los transportistas se les disuelve sin más trámite.
Repito que no apoyo bloqueos de ninguna clase, y celebro que sean disueltas estas manifestaciones; pero la ley debería ser igual para todos. Cosa que me recuerda aquella frase que dice: Para mis amigos: lo que quieran; y para mis enemigos: la ley. Así parece que Los Colom trataran a la gente de Joviel, y a los transportistas.

17
Mar 10

Secretos, privilegios, secretos y más privilegios

Pero, ¿qué afición tienen, Los Colom, a la falta de transparencia y a los secretos? Hoy nos enteramos de que además de contar con el privilegio de exenciones fiscales, las maquilas, las pequeñas y medianas empresas, las empresas mineras y otras actividades empresariales han sido beneficiadas con el blindaje de su información. El Ministerio de Economía declaró como reservada toda la información de las 600 empresas que operan bajo las sombrillas de las leyes de Fomento y Desarrollo de la Actividad Exportadora y de Maquila, de Zonas Francas y de Pymes.

Por supuesto que esto no es posible sin la complicidad (¿o sin la iniciativa?) de algunos empresaurios; y, por supuesto, que uno puede suponer que la tal reserva será utilizada para esconder negocios relacionados con la administración pública.
En todo caso, si de verdad se quisiera una economía sana, lo que se debería buscar es la igualdad de todos ante la ley, la eliminación de privilegios y de secretos, y la transparencia. La multiplicación de privilegios y de secretos sólo continúa minando la credibilidad, la confianza y la sostenibilidad del sistema.

10
Mar 10

Caso Siga: Un criterio judicial peligroso

Peligroso es el criterio del juez que determinó que la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos no podrá exigir ningún dato ni documentos a los usuarios del transporte urbano para obtener la tarjeta de prepago que se utilizará en el Sistema Integrado Guatemalteco de Autobuses, ya que se trata de un contrato mercantil.

Resulta que parte de la naturaleza de todo contrato mercantil (de verdad) es que los acuerdos entre las partes son libres, pacíficos, voluntarios y responsables. De modo que si -sin mediar el uso de la fuerza- las partes involucradas en un contrato acuerdan entregar un bien, o o hacer un servicio a cambio de un pago y la entrega de cierta información -por privada que sea-, ese acuerdo debe ser respetado tanto por las partes, como por los jueces. Precisamente porque es voluntario y pacífico. El carácter mercantil de un acuerdo de aquella naturaleza, no debería ser razón para invalidar el contrato.
Temo que el criterio subyacente en la resolución es que si la información fuera requerida por políticos y funcionarios, en los ámbitos coercitivos del Derecho Administrativo, entonces sí sería válido que a los individuos se les exigiera información. No así en el campo del Derecho Privado, al cual pertenece el Derecho Mercantil.
Hay, sin embargo, un elemento que hace de aquel contrato mercantil algo viciado y que lo saca del Derecho Privado propiamente dicho. Esto es que a los autobuseros y a Siga, los políticos y sus funcionarios -en ejercicio de sus facultades administrativas- les compran los buses, les subsidian la operación con dinero de los tributarios, los exoneran de impuestos y les garantizan el monopolio de las líneas. Esto no sólo es crony capitalism; sino que involucra demasiados elementos coercitivos, propios del Derecho Público, como para considerar que los términos en los que Siga ofrece sus servicios, y los usuarios no tienen más que aceptar, sean algo más que un contrato de adhesión al amparo de la fuerza coercitiva que a Siga le da el privilegio de ser la única prestataria de un servicio que la gente necesita. Y encima, el suyo es un contrato de adhesión.
¡En esas condiciones sí que no es válido pedir tanta información! Cuando al cliente no le queda otro palo en qué ahorcarse -porque los políticos y sus funcionarios han creado el privilegio de un monopolio- es cuando los jueces deberían proteger la privacidad de las víctimas o clientes. No porque sea un contrato mercantil.
La resolución en cuestión refuerza el criterio totalitario según el cual, los políticos y sus funcionarios pueden demandar todo de los ciudadanos y tributarios; en tanto que estos no son libres de pactar pacífica, voluntaria y responsablemente lo que convenga a sus necesidades. Esto es muy peligroso.
La noticia fue publicada en la página 3 de Prensa Libre de hoy. No puse el enlace porque no encontré la nota en su sitio Web.

03
Mar 10

Los absurdos de la economía dirigida

El domingo fui a la Despensa Familiar en busca de azúcar y no encontré; entonces me fui a La Torre y ahí tomé compre tres de las 12 ó 14 bolsas que había. Cuando ya estaba en el auto me acordé que no tomé foto para este espacio y ahora lamento mucho no haberlo hecho.

Todo viene a que el azúcar está escaseando en el mercado -desde hace varios días-; y, si viviéramos en un país libre, en el momento en el que la gente hubiera detectado la escasez, el edulcorante hubiera sido traído desde quién sabe dónde. Puede ser que hubiera venido a un precio distinto al que se ofrece normalmente; pero seguramente alguien se hubiera dado cuenta de que había una necesidad, y de que era buena idea satisfacerla.
Pero no vivimos en un país libre. El azúcar está escaseando y el Ministerio de Economía está analizaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaando si autoriza, o no, que los guatemaltecos importen azúcar. Claro que esto no viene de la nada. La Cartera citada administra y dirige el mercado de azúcar porque este está protegido. Protegido, ¡por supuesto!, para aquellos que tienen el dinero suficiente como para conseguir que la ley y el estado los protejan.
En 1848, Carlos Marx recomendó diez medidas que, aunque de momento parezcan económicamente insuficientes e insostenibles, en el transcurso del movimiento serán un gran resorte propulsor y de las que no puede prescindirse como medio para transformar todo el régimen de producción vigente; y la novena de esas medidas es la articulación de las explotaciones agrícolas e industriales.
Uno puede pensar que esta planificación y control del mercado del azúcar para que nunca sea desabastecido el mercado local (y sin embargo, no hay azúcar nacional); o para que no entre azúcar competitiva de otros lugares (y sin embargo, ya aparecerá el azúcar de afuera) es consecuencia de aquella aspiración del socialismo real en cuanto a dirigir la economía. Empero, íntimamente relacionada con aquella arrogancia, está la práctica mercantilista -propia del crony capitalismde no comer, ni dejar comer.
No hay nada moralmente malo en que las personas vendan sus productos en donde les den un mejor precio; y de hecho, !¿qué podría ser mejor?! Por eso, es bueno que si los azucareros pueden conseguir mejores precios más allá del Suchiate, pues que vayan y vendan allá su azúcar. Y por otro lado, nada, ni nadie debería impedir que los chapines compráramos nuestra azúcar en Brasil, los Estados Unidos de América, India, Australia, Tailandia, en El Salvador, en Honduras o donde fuera. ¡Ah!, pero eso sería sólo si viviéramos en un país libre. Y como no…pues, la gente se friega y no hay azúcar. Y encima se está hablando de racionamientos y de precios tope. En un descuido y todo esto nos arrastra, de nuevo, a los años 70.

18
Feb 10

Sin ProReforma, tu eres al que pisan…

Tu eres al que pisan, dice esta pinta que encontré no recuerdo si la vi en la novena, o en la 11 avenida de la zona 1. Y ahora que existe la posibilidad de que un grupo de diputados les niegue a los guatemaltecos expresarse democrática y directamente sobre el proyecto de reforma constitucional ProReforma, no pude sino pensar en este mensaje.


Si el establishment político nos niega a los chapines la posibilidad de decirle que Sí a ProReforma, nos privará de aquella disposición que, en el Proyecto, dice que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo. ¡Nadie!, sino el equipo de ProReforma ha sido tan audaz como para prohibir los privilegios expresa e inequivocamente.

Si el establishment político nos niega a los chapines la posibilidad de decirle que Sí a ProReforma, nos privará de la oportunidad de separar el órgano que conoce, discute y aprueba las leyes como normas generales y abstractas; del que conoce, discute y aprueba la legislación como normas específicas y concretas. !Nadie!, sino el equipo de ProReforma ha sido tan audaz como para quitarle al Organismo Legislativo los incentivos para ser un mercado de leyes…y de privilegios.

Hay un grupito de diputados -apoyado por un grupito de columnistas, por representantes de grupos de interés muy ligados al establishment político y mercantilista, y por exmiembros de la guerrilla- que creen que encontraron el talón de Aquiles de ProReforma en los límites de edad para los senadores. Según la falacia en la que se apoyan, el hecho de que los senadores sólo puedan ser elegidos a los 50 años de edad, por sus coetaneos, es antidemocrático.

No explican, los que atacan a ProReforma, que ¡todos! los coetaneos de ¡todos! los que cumplan 50 años,¡sin distinción alguna!, podrían tener la oportunidad de ser senadores. A esto se le llama igualdad ante la ley, y es un principio propio, no sólo del sistema republicano, sino del estado de derecho. Alegan, los que se oponen a ProReforma, que la disposición discrimina a los menores de 50 y a los mayores de 65 (porque a esa edad deben abandonar el senado); pero tanto Occidente como otras culturas, incluyendo la maya, tienen una larga tradición de confianza en las personas mayores y de experiencia para el trato y conocimiento de asuntos de estado. El Presidente de la República, por ejemplo, de acuerdo con la Constitución guatemalteca, no puede ser un patojo de 35, 30, o 18 años. ¡Nadie!, sino los promotores de ProReforma, ha sido tan audaz como para reconocer que en ciertos aspectos de la vida jurídica y política del país, es más importante confiar en la experiencia de las personas que conocemos, que hacer una piñata demagógica y encargarles la ley a personas que sólo conocen en su casa a la hora del almuerzo.

¿Conoce, usted, a su diputado? ¿Sabe quién es su diputado? ¿Recuerda quiénes estaban en la lista de candidatos a diputados por los que usted votó? Si no recuerda a todos, ¿recuerda a los cinco que encabezaban la lista? Vaya pues, ¿recuerda a los tres que encabezaban la lista?

Si logramos que democráticamente se nos consulte si queremos a ProReforma y logramos el Sí, imagínese usted: En toda su vida, sólo tendrá una única oportunidad de elegir senador. Y esa oportunidad será entre las personas que, como usted, cumplan 50 años. ¿Con cuánta anticipación se interesará, usted, en averiguar quiénes son los candidatos? ¿Con cuánta anticipación les hablará a sus coetaneos acerca del tema? ¿Conoce, usted, a gente de su edad que serían senadores ejemplares?

¡Nadie! -sino los que proponen ProReforma- ha sido tan audaz como para confiar total y absolutamente en los electores, como para desafiar al establishment, como para proponer expresa e inequivocamente la eliminación de todos los privilegios, y como para quitar los incentivos que hacen del Congreso un mercado de canonjías. Y por eso es que el establishment, en alianza con la exguerrilla, le tiene pavor a ProReforma.

Si ProReforma no es democráticamente sometida a consideración directa de los electores y de los tributarios, el establishment y sus aliados ganarán la partida. Y, ¿adivine, usted, quién va a salir perdiendo?

18
Feb 10

Sin ProReforma, tu eres al que pisan…

Tu eres al que pisan, dice esta pinta que encontré no recuerdo si la vi en la novena, o en la 11 avenida de la zona 1. Y ahora que existe la posibilidad de que un grupo de diputados les niegue a los guatemaltecos expresarse democrática y directamente sobre el proyecto de reforma constitucional ProReforma, no pude sino pensar en este mensaje.


Si el establishment político nos niega a los chapines la posibilidad de decirle que Sí a ProReforma, nos privará de aquella disposición que, en el Proyecto, dice que en ningún caso el Senado o la Cámara de Diputados emitirán Ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo. ¡Nadie!, sino el equipo de ProReforma ha sido tan audaz como para prohibir los privilegios expresa e inequivocamente.

Si el establishment político nos niega a los chapines la posibilidad de decirle que Sí a ProReforma, nos privará de la oportunidad de separar el órgano que conoce, discute y aprueba las leyes como normas generales y abstractas; del que conoce, discute y aprueba la legislación como normas específicas y concretas. !Nadie!, sino el equipo de ProReforma ha sido tan audaz como para quitarle al Organismo Legislativo los incentivos para ser un mercado de leyes…y de privilegios.

Hay un grupito de diputados -apoyado por un grupito de columnistas, por representantes de grupos de interés muy ligados al establishment político y mercantilista, y por exmiembros de la guerrilla- que creen que encontraron el talón de Aquiles de ProReforma en los límites de edad para los senadores. Según la falacia en la que se apoyan, el hecho de que los senadores sólo puedan ser elegidos a los 50 años de edad, por sus coetaneos, es antidemocrático.

No explican, los que atacan a ProReforma, que ¡todos! los coetaneos de ¡todos! los que cumplan 50 años,¡sin distinción alguna!, podrían tener la oportunidad de ser senadores. A esto se le llama igualdad ante la ley, y es un principio propio, no sólo del sistema republicano, sino del estado de derecho. Alegan, los que se oponen a ProReforma, que la disposición discrimina a los menores de 50 y a los mayores de 65 (porque a esa edad deben abandonar el senado); pero tanto Occidente como otras culturas, incluyendo la maya, tienen una larga tradición de confianza en las personas mayores y de experiencia para el trato y conocimiento de asuntos de estado. El Presidente de la República, por ejemplo, de acuerdo con la Constitución guatemalteca, no puede ser un patojo de 35, 30, o 18 años. ¡Nadie!, sino los promotores de ProReforma, ha sido tan audaz como para reconocer que en ciertos aspectos de la vida jurídica y política del país, es más importante confiar en la experiencia de las personas que conocemos, que hacer una piñata demagógica y encargarles la ley a personas que sólo conocen en su casa a la hora del almuerzo.

¿Conoce, usted, a su diputado? ¿Sabe quién es su diputado? ¿Recuerda quiénes estaban en la lista de candidatos a diputados por los que usted votó? Si no recuerda a todos, ¿recuerda a los cinco que encabezaban la lista? Vaya pues, ¿recuerda a los tres que encabezaban la lista?

Si logramos que democráticamente se nos consulte si queremos a ProReforma y logramos el Sí, imagínese usted: En toda su vida, sólo tendrá una única oportunidad de elegir senador. Y esa oportunidad será entre las personas que, como usted, cumplan 50 años. ¿Con cuánta anticipación se interesará, usted, en averiguar quiénes son los candidatos? ¿Con cuánta anticipación les hablará a sus coetaneos acerca del tema? ¿Conoce, usted, a gente de su edad que serían senadores ejemplares?

¡Nadie! -sino los que proponen ProReforma- ha sido tan audaz como para confiar total y absolutamente en los electores, como para desafiar al establishment, como para proponer expresa e inequivocamente la eliminación de todos los privilegios, y como para quitar los incentivos que hacen del Congreso un mercado de canonjías. Y por eso es que el establishment, en alianza con la exguerrilla, le tiene pavor a ProReforma.

Si ProReforma no es democráticamente sometida a consideración directa de los electores y de los tributarios, el establishment y sus aliados ganarán la partida. Y, ¿adivine, usted, quién va a salir perdiendo?

11
Feb 10

Sigue discusión sobre privilegios para cineastas

El cuate, Byron Rabé, me mandó uno de los argumentos más insostenibles para defender la ley de privilegios para los cineastas, conocida como Ley de la Industria Cinematográfica y Audiovisual. Byron dice que como otros lo hacen, los chapines también deberíamos hacerlo.


Eso me recordó que, cuando yo era niño y trataba de justificar con igual argumento alguna tontera que había hecho, diciendo que mi hermano había empezado, o que mi hermano lo había hecho también, mi padre preguntaba: Y si tu hermano se tira de cabeza a un pozo, ¿tú te tiras también?

Byron mandó una lista de países sudamericanos que tienen leyes, institutos y agencias al servicio de los cineastas y destaca que el único país que no tiene una ley de esas es Paraguay. Y añade que los Estados que han identificado la importancia del cine para el conocimiento y desarrollo de la cultura y para promover el empleo y la inversión, cuentan con políticas que estimulan esta creciente industria y eso me recordó que uno de los estados que más y mejor entendió la importancia del papel del cine fue el estado Nazi, de Hitler.

Byron lamenta que es posible que en esta discusión no se haya proporcionado de manera objetiva toda la información sobre la propuesta y su intencionalidad y, evidentemente por las confusiones y malas interpretaciones será necesario revisar y divulgar de manera efectiva y objetiva lo que realmente se pretende. Empero, en lo que al eje de mi argumentación concierne, no hay confusión alguna: la ley en cuestión busca tomar dinero ajeno por la fuerza y redistribuirlo políticamente. Quienes la promueven tienen un interés específico -lucrativo, o no- y desean que otros se los financien. Y esos otros, son los tributarios. Entiendo que esto es un abuso porque estoy seguro de que no a todos los tributarios nos interesa financiar películas (y tenemos otras prioridades); y porque los cineastas están usando la fuerza de la ley para obtener recursos, en vez de buscarlos de forma pacífica y voluntaria.

Suena feo, claro; pero no importa cómo disfracen la cosa, lo cierto es que aunque la mona se vista de seda, mona es y mona se queda.