31
Jul 12

¿Los “skaters” quieren un “skaterodromo”?

Los skaters que usan las bancas y aceras de la Sexta Avenida para practicar sus habilidades o sus suertes –como decía don Diego, el papá de un amigo- se quejan de que Tu Muni les impide hacerlo donde las practican actualmente, y de que el Ayuntamiento no les crea esapacios con las condiciones para que puedan patinar.

Los skaters tienen razón al decir que lo que hacen no es delito; pero tampoco es inocente lo que hacen.  Lo cierto es que su afición y las patinetas que usan destruyen las bancas, barandas, macetas y otros objetos sobre los cuales patinan.  Lo cierto es que -aún con la más sana de las intenciones- destruyen propiedades ajenas; ya sean estatales, o privadas.  Lo que hacen, le causa daños a terceros.

Tu Muni, por su parte, les hizo un mercado a los piratas de CD y DVD;, mantiene canchas deportivas y tiene instalaciones para otros intereses específicos y particulares tales como algunos intereses artísticos.  ¿Por qué no habría de hacerles su skaterodromo a los patinadores?  Por supuesto que no digo que es bueno, ni moralmente aceptable que los políticos municipales transfieran riquezas a grupos específicos; pero ya que lo hacen…ya que cultivan la mentalidad del dame, prestame y regalame (aunque tengas que tomarlo de otros a la fuerza para dármelo), pues ya podrían ser parejos y repartirles algo a los skaters. Y digo esto medio en broma y medio en serio.   ¿Por qué es que unos grupos de interés obtienen su tajada del saqueo y otros no?

Es posible que los skaters no tengan que esperar mucho.  Tu Muni dice que estamos preparando áreas específicas para los jóvenes; y ojalá que los funcionarios de la Comúna tengan la galantería de advertirles a los usuarios de esas instalaciones que estas son posibles gracias a los tributarios a los que les ha sido quitado su dinero -por la fuerza- para asignarlo a las necesidades de los patinadores.


20
Jul 12

Diputados que tapan las placas. ¿Se puede ser más sinvergüenza?

Hoy leemos que hay diputados que cubren las placas de sus automóviles para no se detectados por las cámaras de la Empresa Municipal de Transporte cuando corren por la ciudad.  ¿Se puede ser más sinvergüenza?

Los legisladores arguyen que como corren peligro por su cargo, tienen que conducir más rápido.  ¿Así, o más sinvergüenzas?

Yo supongo que como eso de tapar las placas viola la Ley de Tránsito, la Emetra y el dios del Palacio de la Loba deberían tomar acciones ejemplares contra los diputados que hacen eso.   ¡Qué cómodo es violar la ley -con impunidad- al amparo de un cargo público!  Ese tipo de privilegios y abusos deberían ser intolerables en una sociedad sana.  Y en estos casos es cuando la ley y los funcionarios encargados de hacer la cumplir deberían ser implacables.

Como suéle ocurrir, los funcionarios abusan de sus posiciones y del poder y son los primeros en violar la ley cuando así les conviene.  Y luego pretenden que los demás la obedezcamos sin chistar.  Cosas así suceden porque las permitimos.

La noticia está en la página 2 de El Periódico de hoy.

Actualización: El 30 de julio encontré este mensaje en Facebook: Si sus placas tienen protector aunque sea transparente y se miren los números y letras bien, quítenselo. Me acaban de poner una multa de Q500.00 porque mi camioneta tenía protector y de lo bien que se leía todo yo ni cuenta me había dado. No importa si el protector ni siquiera dificulta la lectura de la placa, si todo se ve correctamente no importa, aunque su protector sea casi invisible esos emetrosos le ponen multa así llore, patalee o se haga el desmayado, es multa segura.

¡Claro, como los ciudadanos comunes no somos diputados!


13
Jul 12

Sí, hay que abolir la educación estatal

La semana pasada argumenté que hay que abolir la educación estatal porque: está fundada sobre la expoliación (que es un acto de violencia); y uniforma las mentes, cría súbditos obedientes y legitima el uso de la fuerza para conseguir intereses particulares. Es suicida para una sociedad que quiere ser libre. Y creo, sinceramente, que los pobres se merecen algo mejor.

Mi opinión fue criticada por algunos lectores; pero no con hechos, ni datos, sino con comentarios como que fue una opinión babosa que vino de un mayordomo; que opino así solo porque ya no viajo en ruletero; que fue un artículo chueco y de puras patadas de asno; que lo que dije son ideas neoliberales; y un comentarista hasta se imaginó –a ciencia cierta, dijo– que tengo varios colegios privados en mi haber, para asaltar a la ciudadanía. Por aquí va el nivel del diálogo a estas alturas.

Lo cierto, sin embargo, es que las escuelas estatales son la peor opción para los pobres; y que –en cuanto pueden– los pobres sacan a sus hijos del sistema coercitivo y los inscriben en el sector voluntario. ¿Por qué?

James Tooley y Pauline Dixon han hecho estudios al respecto en India y África, y han comprobado que en países parecidos a Guatemala los costos de los maestros son significativamente menores en las escuelas privadas que en las del Estado; y en sociedades como la chapina las escuelas privadas no subsidiadas suelen tener mejores cocientes alumnos-maestros, que los que tienen las escuelas políticas. Esto beneficia a los padres; pero afecta los intereses de los sindicatos de maestros y por eso es que no les gusta a los burócratas de la educación.

Los investigadores comprobaron –con datos– que en las escuelas privadas no subsidiadas se alcanza un rendimiento más elevado que en las escuelas estatales; y que se enseña más en las escuelas privadas que en las estatales. Comprobaron que las escuelas privadas ofrecen oportunidades sin costo, o con costos reducidos, a los niños más pobres.

Y claro que todo aquello no significa que no haya nada que mejorar en la educación privada; pero sí explica por qué es que la educación estatal es la peor opción para los pobres. Si te interesa el tema te recomiendo este video que nos compartió la lectora Ilse Polanco.

Columna publicada en El Periódico.


11
Jul 12

Multas, choferes de camionetas y ¿derechos humanos?

¡Por poco y se me pasa esta sinvergüenzada!  La Procuraduría de los Derechos Humanos le envió una carta a Tu Muni, en la que la invita a participar en una mesa de diálogo con los pilótos del transporte colectivo urbano para discutir las nuevas medidas de penalización.

¡Habrase visto!  Lo que tiene que ocurrir es que los choferes tienen que pagar las multas por las infracciones en las que incurren; como lo hacemos el resto de personas que no acudimos a la violencia para evitar que se nos aplique la ley y para conseguir privilegios.

¿Qué tiene que hacer aquí la PDH? En vez de apoyar a los infractores debería de proteger a los usuarios que son vejados y abusados cuando van en los buses, o que son asaltados; también a los otros usuarios de las calles que tienen que sufrir por la prepotencia de los pilotos.

La noticia está en Siglo 21 de ayer, pero no encontré el enclace.


10
Jul 12

Estudiantes quieren más privilegios a costa de los tributarios

Lo que la dirigencia popular estudiantil quiere, no son asuntos de fondo que mejoren la calidad educativa, o que reduzcan el carácter coercitivo de la educación estatal; lo que quieren es más dinero de los tributarios.  Quieren usar el poder coercitivo de la ley para extraer dinero de los tributarios y obtener asistencia económica para sus estudios.  Más asistencia económica para sus estudios, querrán decir; ya que gozan del privilegio de estudiar (¿estudiar?) en escuelas normales pagadas por los tributarios; y está a su disposición la universidad estatal, también pagada por los tributarios.

Eso es lo que se ve luego de las audiencias que la dirigencia de los estudiantes de magisterio (para integrarse a la burocracia educativa estatal) asistierona  audiencias en el Congreso de la República.

 


15
Jun 12

Las noticias como deberían ser: constructores buscan transferencia de riqueza

Miembros de la Cámara Guatemalteca de la Construcción le propusieron a la Administración que emita de una ley que permita un subsidio a la tasa de interés en la compra de vivienda, la cual se aplicaría en la deducción del Impuesto Sobre la Renta.

Si las noticias fueran como deberían ser, esta nota se leería así: Empresaurios de la construccion le pidieron al Presidente que use los impuestos para transferir riqueza de los tributarios, a sus bolsillos, por medio de un subsidio a las tasas de interés para la vivienda; y haciendo caso omiso de que las tasas de interés artificialmente bajas fueron la causa de la burjuja inmobiliaria y de la crisis financiera de 2008.  Los constructores hace ratos que están buscando un privilegio que beneficie sus negocios.


01
Jun 12

Mata la vaca de mi vecino

Sospecho que los lecheros chapines andan en busca de algún tipo de privilegio.  Hoy se quejan de que los guatemaltecos importamos el 66% de los lácteos que consumimos, dicen que ellos podrían cubrir la demanda si se propicia su desarrollo.

¿Qué querrá decir eso? ¿Qué se les de algún tipo de subsidio, o protección? ¿Que se obstaculicen aquellas importaciones?, ¿O que los políticos y sus funcionarios dejen de intervenir en el comercio y en el mercado de los lácteos?

En los años 70 la industria lechera chapina fue asesinada por el intervencionismo y los precios topes; y desde finales de los años 90 y principios del siglo XXI, algunos dirigentes lecheros han tratado de recuperar el negocio perdido mediante la búsqueda de favores estatales.

En 2007, por ejemplo, los lecheros querían que el progama Vaso de leche fuera obligatorio por ley.  Esa compra obligatoria de leche hubiera significado una transferencia de  riqueza en el orden de Q2,700 millones anuales.

Que conste que no me opongo a que los niños tomen leche; pero es una desgracia que la industria lechera nacional dependa del presupuesto del estado para el enriquecimiento de sus propietarios. La pregunta obligada, aquí, es: ¿Deberían los grupos de interés tener la facultad de conseguir que el estado (con el dinero de los tributarios) enriquezca a sus miembros? Las industrias, por ejemplo, ¿deberían de depender del erario nacional para su sobrevivencia y su crecimiento?

En 1999 los lecheros obtuvieron un arancel que los protegía contra los competidores que tenían de Honduras, Costa Rica y Chile. Y en tiempos del presidente Oscar Berger (que era lechero) consiguieron  la promesa de darles Q45 millones (que no se invertirían en seguridad y justicia), para subsidiar sus negocios personales. Ya no supe en qué paró ese acuerdo.

Actualmente los lecheros se quejan de que son víctimas de malas prácticas de comercio; empero esas supuestas malas prácticas sólo existen porque los políticos y sus funcionarios impiden el comercio libre y pacífico.  Los lecheros chapines probarían buena fe en sus aspiraciones si -en vez de políticas que propicien su desarrollo- promovieran la eliminación de los obstáculos regulatorios, arancelarios y no arancelarios que impiden que los consumidores de lácteos podamos elegir qué leche, que queso, que crema, o que mantequilla comprar.

El contrabando, la subfacturación, el mal etiquetado y el supuesto dumping sólo existen porque hay normativas y regulaciones irracionales.

La actitud de los lecheros locales me recuerda la historia del campesino ruso que tenía una vaca y odiaba a su vecino porque él tenía dos. Un hechicero le ofreció al primer campesino que le concedería un único deseo. Y ¿qué pidió el campesino? Mata la vaca de mi vecino le ordenó al brujo.

 


01
Jun 12

Un fantasma

El fantasma de la reforma constitucional recorre Guatemala; no porque la reforma de la ley fundamental sea mala por sí misma, sino porque: no se sabe qué es lo que quieren reformar los promotores del cambio y solo hay rumores; el presidente Pérez Molina mencionó algo acerca de promover la propuesta generada por la Usac, la URL, y la Asies, que superficial y cosmética además de que se enfoca en reacomodar y concentrar el poder en las comisiones de Postulación de magistrados en la CSJ y en la de Jefe del MP; además, el fantasma no toma en cuenta que hay propuestas más comprehensivas, como Pro Reforma, que fue solicitada por 73 mil ciudadanos.

Se dice que la Constitución debe ser reformada porque es hija de su tiempo y que las cosas han cambiado; empero, esto ocurre solo porque nuestra Ley Fundamental está plagada de normativas específicas y particulares. Si la Carta Magna fuera una ley general y abstracta, su contenido sería intemporal. Cualquier cambio que se le haga a la Constitución debería apuntar a erradicar las normativas específicas y particulares en su contenido, y a que el texto constitucional sea un límite efectivo para quienes ejercen temporalmente el poder.

Dice el jurista guatemalteco, Alberto Herrarte, que la Constitución es un sistema de normas que regulan las relaciones entre los detentadores del poder y los destinatarios del mismo; así como la relación entre los diferentes detentadores del poder. Y en una república sana, esa relación debe ser una en la que los destinatarios del poder sean los mandantes, en tanto que los detentadores del poder sean los mandatarios. Por eso no es extraño que Keith Rossen afirme que las finalidades esenciales de una constitución son las de distribuir y limitar los poderes del gobierno.

Rossen sostiene que la mejor explicación de los fracasos del constitucionalismo latinoamericano yace en la cultura jurídica. Y por cultura jurídica entiende el juego de valores y actitudes del lego y del profesional con respecto al derecho, lo que determina, principalmente, qué aspectos del sistema jurídico y formal funcionan y cuáles no.

Por eso es importante que tú y yo, como ciudadanos, tributarios y como poder constituyente rechacemos la cultura de privilegios y la de concentrar el poder. ¡Exprésate!

Esta columna fue publicada en El Periódico.


31
May 12

La Guatemala que no existe

La invisibilización de todo aquello que cuestiona el sistema, político, económico, social y cultural en nuestro país es una práctica cuyo telón de fondo es colocar en el imaginario nacional una Guatemala que no existe, o aquella que existe en el imaginario de unos grupos cuya hegemonía después de la conquista y la colonización la ejercen desde el Estado y desde todo el aparato ideológico dispuesto en favor de construir esas realidades falsas que han permeado la vida, el pensamiento, y el ser social, político y cultural de guatemaltecos y guatemaltecas.  Eso escribió la columnista, empresaria y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú; y estoy de acuerdo.

¿Quiénes tienen visibilidad en Guatemala?  Las multitudes que bloquean carreteras y calles.  Los políticos y funcionarios venales que toman el dinero de los tributarios y lo gastan en medicinas, fertilizantes, puentes, y otros bienes y servicios sobrevaluados y de dudosa calidad.  Los exguerrilleros que integran comisiones para reformar la Constitución con quién sabe qué intensiones, comisiones para perpetuar la conflictividad en temas de desarrollo como el de la construcción de hidroeléctricas.  Los grupos de presión que exigen más y más dinero de los tributarios para satisfacer sus demandas.  Los grupos que exigen privilegios.  La oligarquía de los derechos humanos, la de los impuestos y la del miedo-ambiente, entre otras.   La dirigencia popular que perdería su razón de ser si los pobres ya no fueran pobres.  Este es el  sistema, político, económico, social y cultural incuestionable que acapara escenario y hace invisible cualquier intento por cambiar las cosas.  Este es el establishment cuya hegemonía es políticamente incorrecto cuestionar.

¿Y cuál es la Guatemala invisibilizada?  La que pide igualdad de todos ante la ley; esa no consigue primeras planas, ni reportajes extensos en la tele.  La que pide respeto a la vida, la libertad y la propiedad de todos; a esa ni una gacetilla.  La que pide acabar con los privilegios; a esa se la oye, como oír llover.  La que pide leyes generales, en vez de legislación específica y particular; a esa solo se la sienta a la mesa para legitimar las pretensiones de las oligarquías citadas arriba.  La Guatemala que no existe es la que pide una oportunidad para crear más riqueza.

 


27
Abr 12

El sacrificio de los tributarios

Quienes reciben bienes y servicios de manos de los políticos, sin costo para los recipiendarios, creen que tienen derecho a aquellos beneficios, y que son gratis. Y si se los quitan, la gente –convertida en clientela– reacciona violentamente.

Ese es el caso de los vecinos de Villalobos, El Mezquital y El Búcaro que bloquearon la Calzada Aguilar Batres para exigirle a Tu Muni que restabeciera el servicio gratuito de buses que había puesto a su disposición, y que estaba reduciendo.

Aunque fueran vecinos de Villa Nueva, la Municipalidad capitalina les proporcionaba transporte, pagado por los tributarios de la Capital, y los usuarios se molestaron cuando el servicio fue disminuido. En realidad, los bienes y servicios que muchas personas reciben de manos del sector público son pagados por los tributarios a quienes se sacrifica política y económicamente para satisfacer, como si fueran derechos, algunas necesidades.

Tu Muni sacrifica a los tributarios de la Capital para darle transporte a los habitantes de otros municipios; así como los tributarios de todo el país son sacrificados para transferirles, políticamente, el fruto de su trabajo a los propietarios del transporte colectivo.

Claro que prácticas como estas no son exclusivas del socialismo y del mercantilismo chapines. Las hay en todo el mundo. En Facebook hay un anuncio que dice: Canadá, el mejor país para vivir. Para toda su familia, salud y educación 100 por ciento gratuita. Y tal anuncio mueve a pensar que no hay tal cosa como un almuerzo gratis; porque siempre hay quien lo paga. En este caso, y en los anteriores: los tributarios.

James L. Payne, en Why the Titanic is sinking? sugiere una buena práctica: Bajo el hechizo de la ilusión filantrópica, los políticos y el público minimizan u olvidan el daño y las lesiones de los impuestos. Un dispositivo sencillo que ayudaría a contrarrestar esta miopía es la Declaración de Gratitud. A todas las personas que reciben dinero gubernamental se les debería exigir que firmaran esta declaración: “Comprendo que los fondos que estoy a punto de recibir vienen de los tributarios de la nación, y estoy agradecido por los sacrificios que están haciendo en mi nombre”. Y yo agregaría: Prometo no usar la violencia para conservar este privilegio.

Columna publicada en El Periódico.