09
Feb 08

Niguas en sartén de palo

“¡Andá a freír niguas en sartén de palo!”, decía, mi tía abuela, La Mamita, cuando uno se la estaba tratando de cuentear. La anécdota viene al caso por un correo electrónico que recibí de mi amiga B, sobre la supuesta destrucción de glaciares en Chile.

No voy a dar el nombre de B para no quemarla, porque cayó de inocente y porque la quiero mucho, pero es bueno estar alerta para no hacer el oso que hizo ella.

Para hacer la historia corta, el mensaje cuenta que por dos ríos, alimentados por dos glaciares, en el valle de San Félix, de Chile, corre el agua más pura. Advierte, el mensaje, que debajo de aquellas formaciones han sido hallados grandísimos depósitos de oro y plata, y que para llegar a ellos será necesario destruir los glaciares, ¡algo nunca visto en la historia del mundo!

Para estas alturas, la veta ecohistérica de la mayoría de personas que leen el mensaje está a flor de piel; y, para no dejar las cosas a medias, los autores del correo lanzan lo que para ellos es una de las peores infamias: afirman que George Bush padre es miembro de la empresa minera que destruirá los glaciares. Ecohisteria y sentimientos antiyanquis hacen del correo un éxito seguro. Pero para no dejar nada al azar, sus autores le añaden un toque étnico, así que, según el mensaje, los campesinos de la zona se oponen al proyecto. ¿Qué puede salir mal?

Antes de llegar a ese punto, comparto con ustedes que el mensaje que me llegó venía firmado por entusiastas de México, Suecia, Nicaragua, Honduras, Brasil, Colombia, República Dominicana, Argentina, Italia, España y Puerto Rico; además de dos chapinas y de una multitud de ticos. El e-mail dice que para detener la atrocidad citada, es necesaria la ayuda internacional.

Ahora volvamos a lo que salió mal: varios amigos de B respondieron el mensaje para advertirle que toda esa historia es una fabricación malintencionada. Por ejemplo: 95 por ciento de los metales preciosos no está debajo de los glaciares, y la empresa explotadora se ha comprometido a proteger el 5 por ciento que sí lo está.

El área en la que se encuentra el proyecto cuenta con 50 glaciares diferentes y los dos que están cerca del proyecto sólo aportan 0.3 por ciento de las potenciales fuentes de agua.

El desempleo en esa área es tan alto que la empresa recibió más de 50 mil solicitudes de trabajo; la gente, en realidad, apoya el proyecto, y según una carta enviada por presidentes democráticamente electos, de asociaciones comunitarias: “Estamos cansados de escuchar a nuestros compatriotas que no tienen conocimiento de nuestra realidad, y sobre todo, de extranjeros que hablan de nuestros problemas. Estamos cansados de ver cómo la Iglesia es usada para difundir sus mentiras”.

Para consuelo de los antiyanquis, Bush sí tuvo relación con la empresa, pero sólo fue consejero honorario, a mediados de la década de 1990, y nunca fue director, ni ejecutivo de la misma.
Los ecohistéricos son tan cuenteros que La Mamita los mandaría a freír niguas en sartén de palo varias veces al día. En 1914, la Oficina de Minas de los EE. UU. predijo que el petróleo duraría 10 años. En 1939, el Departamento del Interior informó que quedaban 13 años de producción petrolera en los EE. UU. En la década de 1970, Lester Brown, de Worldwatch Institute, vaticinó que el crecimiento de la población excedería la producción de alimentos. Y, en 1968, Paul Erlich advirtió que el hambre reduciría la población de Estados Unidos a 22 millones para 1999. Y ahí anda Al Gore neceando con el Protocolo de Kioto y con su visión antropocéntrica del calentamiento global.

Uno de los cuates de B escribió que antes de incluir su nombre y datos en este asunto, decidió informarse bien al respecto. Y creo que ese es el mejor consejo para estos casos de propaganda ecohistérica. Saben qué, muchá, con eso de los glaciares, el petróleo, el calentamiento y los alimentos, ¡váyanse ustedes a freír niguas en sartén de palo!

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 8 de febrero de 2008


01
Mar 07

Los automóviles mejoraron la calidad del aire

De Cris Lingle recibí este artículo de Dwight Lee. Está en inglés, pero explica cómo es que los motores de combustión interna, tan denostados por algunos que proponen “hacer algo” para evitar que se ensucie el ambiente, en realidad han contribuido efectivamente a que el ambiente sea más limpio.

Cars improved the air … that’s no bull
By Dwight R. Lee

The motto of all environmentalists should be “Thank goodness for the internal combustion engine.”

The abuse heaped on the internal combustion engine by environmentalists was never justified. But a recent story on cow flatulence in the British newspaper, The Independent, makes the environmental benefits from gasoline-powered engines even more obvious. Based on a recent study by the Food and AgriculturalOrganization, The Independent reports that “livestock are responsible for 18 percent of the greenhouse gases that cause global warming, more than cars, planes and all other forms of transport put together.”

Long before global warming became an environmental concern, however, the move from the power provided by animals to that provided by gasoline had greatly improved the environment. The emissions that came out of the tailpipes of horses were much more lethal pollutants that those now coming out of the tailpipes of cars. Horse emissions did more than make our town and cities stink; they spread fly-borne diseases and polluted water supplies that killed people at a far greater rate than the pollution from cars and trucks ever have.

Photochemical smog is clearly a health risk, but not nearly the health risk of cholera, diphtheria and tetanus that have been largely eliminated with the help of gasoline powered transportation.

Before the internal combustion engine it wasn’t just cows, sheep and pigs emitting pollution down on the farm. Tractors and other types of gas-powered farm machinery eliminated the horses, mules and oxen that had provided most of the power necessary to grow and harvest our food and fiber. This not only reduced the problem that still exists from animal waste that environmentalists, with justification, still complain about. The internal combustion engine also eliminated the need to produce food to fuel millions upon millions of agricultural beasts of burden. It has been estimated that in 1900 it took about 93 million acres of land to grow the food for the farm animals that were replaced by current farm machinery. Most of that land has now gone back to woodlands, greatly increasing the number of trees that are reducing the problem of global warming by absorbing carbon dioxide.

The above consideration should have been enough to warrant an environmental shrine to the internal combustion engine. And now we find that by eliminating all those farm-yard animals, the internal combustion engine also eliminated vast amounts of methane-producing flatulence, which is a much more powerful greenhouse gas than the carbon dioxide produce by burning gasoline.

Even though the internal combustion engine is less polluting than what it replaced, it is obviously not pollution-free. Efforts should, and will be made to make it even less polluting than it is, and some day internal combustion will be replaced by an even less polluting technology. But history will look kindly on the internal combustion engine as a major contributor to the steady progress toward a healthier environment that has been made over the centuries.


28
Feb 07

Gore, JCAB y ¿un faux pas?

Jorge Cabrera tiene razón; antes de haberme burlado de la inconsistencia de Gore, tendría que haber expuesto argumentos sobre su documental. No atacado, porque no se trata de atacar.

Si usted, amable lector, no sabe de qué estoy hablando, por favor vea la entrada anterior y los comentarios. Gracias JCAB.

Ya en serio, para que no le digan y no le cuenten, porque a lo mejor le mienten, aquí va algo de lo que Patrick Michaels ha escrito sobre An Inconvenient Truth el oscarizado documental de Al Gore. Michaels senior fellow del Cato Institute y autor de Meltdown: The Predictable Distortion of Global Warming by Scientists, Politicians, and the Media.

Dice Michaels que “The main point of the movie is that, unless we do something very serious, very soon about carbon dioxide emissions, much of Greenland’s 630,000 cubic miles of ice is going to fall into the ocean, raising sea levels over twenty feet by the year 2100.
Where’s the scientific support for this claim? Certainly not in the recent Policymaker’s Summary from the United Nations’ much anticipated compendium on climate change. Under the U.N. Intergovernmental Panel on Climate Change’s medium-range emission scenario for greenhouse gases, a rise in sea level of between 8 and 17 inches is predicted by 2100. Gore’s film exaggerates the rise by about 2,000 percent. Even 17 inches is likely to be high, because it assumes that the concentration of methane, an important greenhouse gas, is growing rapidly. Atmospheric methane concentration hasn’t changed appreciably for seven years, and Nobel Laureate Sherwood Rowland recently pronounced the IPCC’s methane emissions scenarios as quite unlikely”. Por favor lea aquí, el texto completo, en inglés.

Nótese que el trabajo de Michaels es temporalmente anterior al descubrimiento de que Gore no es muy consistente que digamos; de modo que, al final, ya había razones científicas para no tomar en serio al ex vicepresidente de los Estados Unidos de América.


28
Feb 07

Gore. El diablo predica, y no se convierte

“Predicar con el ejemplo. Ésta es la moraleja que se le podría aplicar al ex vicepresidente norteamericano (Al Gore)) al haber trascendido por medio de los blogs que el oscarizado político consume en un mes el doble de energía que gasta el americano de a pie en un año. Así lo revelan los datos extraídos de la compañía eléctrica de Nashville por el think tank Tenessee Center for Policy Research. 10.656 kilowatios hora es la cantidad anual que consume una familia americana y 22.619 kilowatios hora fue la cifra alcanzada por la de Al Gore el pasado mes de agosto”. Lo leí en Libertad Digital; y se los paso para que no les digan y no les cuentan, porque a lo mejor les mienten.

La imágen es de http://schwinger.harvard.edu/~motl/al-gore-speech.gif


06
Dic 06

Selva sí, ¿petróleo no?

La calcomanía, señalada con una flecha roja, dice “Selva sí, petróleo no”, en alusión a la oposición de los ecohistéricos a la explotación petrolera en las selvas de Guatemala.
Lo que me causa gracia es la inconsistencia de esta gente; porque el vehículo no es una bicicleta, ni un automóvil eléctrico.


14
Oct 06

El poder de la ecohisteria

1. Mis maestros positivistas enseñaban que, en la Pirámide de Kelsen, la Constitución era la ley suprema y que debajo de ella estaban todas las demás normativas, reglamentos y circulares.

Desde otra perspectiva don Alberto Herrarte, enseñaba que el constitucionalismo era uno de los pilares del Estado de Derecho. Pero claro, para que aquello sea cierto debe haber concordancia entre las prescripciones constitucionales y la realidad social del ejercicio del poder. En esas condiciones el proceso del poder se somete a las normas de la Constitución. Una constitución semántica, según Herrarte, es aquella que si bien se aplica según sus prescripciones, estas tienen por objeto afianzarle el poder a sus detentadores.

Gottfried Dietze añade y advierte algo importante: que el constitucionalismo es una forma compleja de gobierno, difícil de perfeccionar.

Estas meditaciones vienen al caso porque en 1989 el Congreso de la República de Guatemala aprobó la Ley de Areas Protegidas sin cumplir con el requisito constitucional de contar con una mayoría de dos terceras partes del total de diputados que integran el Congreso.

El caso es que el Parlamento (organismo encargado de decretar, reformar y derogar las leyes) incumplió un requisito fundamental para que aquella ley fuera legal. Empero, existe una presunción de legalidad en cuanto a las normas emitidas por el Congreso; de modo que, aunque la Ley de Areas Protegidas haya nacido con un pecadote original, si a nadie le importa lo suficiente como para interponer una Acción de Inconstitucionalidad, aquella normativa tiene vigencia plena.

Puesto de otra forma puede decirse que mataron a un sujeto en la esquina, pero que, como nadie ha visto el cadáver, se presume que el muerto está vivo.

Pero el hecho es que alguien vio el cadáver. A principios de septiembre la Cámara de Industria de Guatemala impugnó la Ley de Areas Protegidas; ¡y los ecohistéricos pegaron el grito en el cielo!

No voy a discutir ahora si aquella ley es buena, o mala para la protección del ambiente. Voy a pasar por alto que el narcotráfico, la tala ilegal de bosques y el contrabando campean en las áreas protegidas; y voy a hacerme el loco con aquello de que lo que es de todos no es de nadie.

El punto que de verdad me llama la atención es que, como la ley citada sirve a los intereses de algunos ecologistas y de muchos ecohistéricos, el vicepresidente Stein ha intervenido y ha movido a la CIG para que retire su impugnación. De esa cuenta, la Cámara desistió de la Acción de Inconstitucionalidad. Pobrecitos los ecohistéricos; ¡pero que poder tienen!

Como veo las cosas es así: existe una violación constitucional evidente en una ley importante; pero como hay grupos de interés poderosos a quienes no les conviene que se destape esa olla, el comandante-vicepresidente ha conseguido que prevalezcan aquellos intereses sobre la Pirámide de Kelsen, el constitucionalismo, y sobre el Estado de Derecho mismo.

Estoy claro en aquello de que no hay inconstitucionalidad sin declaratoria de inconstitucionalidad; pero hay un muerto en la esquina y ya hiede. Sin embargo, el poder político y los grupos de interés han acordado que sigue vivo y que aquí no ha pasado nada.

Me atrevo a decir que no es así como se perfeccionan el constitucionalismo y el Estado de Derecho. Así como vamos, mejor sustituyamos aquella norma que dice que el ejercicio del poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley (artículo 152 de la Constitución); por una que diga que el poder está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley, siempre y cuando los funcionarios y los grupos de interés no dispongan lo contrario.

2. ¡Felicitaciones!, a las autoridades encargadas de Presidios y de la Seguridad Ciudadana por la limpieza que hicieron en Pavón y que debe continuar en otras áreas