26
Dic 24

Adiós a Dulce

 

Dulce tenía una voz inconfundible y conocí sus canciones en los años 80.  Era una de las cantantes que ansiaba escuchar en la radio, especialmente cuando mis padres me prestaban el carro.

Foto por Maritza Ríos,Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, CC BY 2.0 via Wikimedia Commons.

La de Dulce era bién música de desamor; pero eso no importaba.  La cosa era cantar sus canciones como se cantan las rancheras, o las country. Cantar por cantar con sentimiento.

Vaya uno a saber por qué tengo canciones que me gusta escuchar en el carro, más que en otros contextos.Tengo varias de esas: Careless Whisper, de Wham; Feel, de Robbie Williams; Lemmon Tree, de Fools Garden; y Qué pasará mañana, de José Luis Perales, por ejemplo.

¿Cuáles son mis canciones favoritas de Dulce?

De seguir así

Cara a cara

Echame la culpa a mi

Dulce era genial para transmitir emociones con su voz, su talento y su carácter.

Adiós, Dulce.


25
Dic 24

¡Felices pascuas! y tradición

 

¡Felices pascuas! es un saludo antiguo propio de esta temporada. No estoy muy seguro de cuándo cayó en desuso; pero bien podría ser en los años 70. Me encantó escucharlo de nuevo porque, ¿vas a creer?, este año noté un enfrentamiento entre quienes generalmente decimos ¡Felices fiestas! y los que insisten en que debe ser ¡Feliz Navidad! Me gusta cualquiera, pero creo que voy a rescatar ¡Felices pascuas! porque es vintage.

Para mí, el pavo es un vehículo para que haya relleno.

Dicho lo anterior, en casa celebramos la Nochebuena con una cena íntima. Este año no organizamos el tradicional open house porque nos dimos un pequeño descanso; tampoco pusimos el pinabete que tanto nos gusta… y, la verdad sea dicha, sí lo extrañamos. Eso sí, no nos han faltado los aromas de pinabete y manzanilla. ¿Qué sería un solsticio de invierno chapín sin aquellas fragancias? Sobre todo en las mañanas.

Cenamos pavo. Quienes visitan este espacio saben que mi receta favorita para el pavo —especialmente el de esta fiesta— es la que preparaban mi madre, mi abuela Frances y mi bisabuela Adela. ¿Por qué? Porque es el que me recuerda mi infancia. A decir verdad, La Abui y Mami tenían otras recetas de rellenos: de manzanas y de ostras, por ejemplo; pero el único que me transporta en el tiempo y el espacio es el de pan, vino blanco, mantequilla, cebollas, apio, castañas, champiñones y menudos de pavo, sazonado con sal, pimienta y salvia.

No me preguntes por cantidades porque lo hago al ojo; pero te cuento que este año le puse mantequilla y cebolla extra, y el relleno salió particularmente bueno. Si has visitado este espacio antes, seguramente recuerdas que para mí el pavo es sólo el vehículo para que haya relleno; así como para Raúl, el pavo es el vehículo para que haya huesos (alas y piernas) para dejar totalmente limpios. En el espíritu de descanso este año no preparamos ensalada Waldorf y, aunque estuvo bien tener menos trabajo antes de la cena, también me hizo falta.

El mincemeat pie era el favorito de mi padre.

Raúl preparó el ponche porque es una de sus especialidades. Es fascinante cómo pica cuidadosamente las frutas y la preparación previa de las manzanillas y las ciruelas, de tal manera que aportan todos sus sabores y aromas a la bebida. A mí me encanta el ponche frío con un toque de ron.

Gracias a nuestra amiga Rachel, que nos trae los frascos de mincemeat pie filling, preparamos ese que era el pay favorito de mi padre. No te creas que porque usamos un relleno enfrascado el pay tiene menos mérito. Es que, por un lado, en casa rebajamos el sabor intenso del relleno mediante el uso de cubitos de manzanas. Para el gusto chapín y el gusto no acostumbrado, el mincemeat pie puede ser demasiado especiado, y las manzanas lo hacen más grato. Por otro lado, la masa de pay que hacemos en casa tiene una textura particular que es francamente maravillosa.

@luisficarpediem

¡Felices Fiestas!, desde la ciudad de Guatemala #nochebuena #navidad #fuegosartificiales #celebracion #fiesta #luisfi61

♬ Sparkling Magic – Christy Carew

En casa, la cena de Nochebuena se sirve temprano; así que para las 10:00 p. m. ya habíamos terminado no sólo de cenar sino de picar panettone aquí, torta de Totoniciapán allá y turrón acullá. Así que me fui a recostar un rato y no me desperté hasta las 11:30 p. m., justo a tiempo para salir al balcón y disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales que se despliega en toda la ciudad de Guatemala. No sin antes dar y recibir los abrazos correspondientes a la Navidad.

El de los abrazos y el de los fuegos artificiales suelen ser momentos para la reflexión. Con mi madre en el balcón, me di cuenta de que toda la magia de esta fiesta —y los buenos recuerdos que siempre tengo de ella— se deben al amor y la dedicación que ponían mis padres para que la Nochebuena fuera una fiesta especial. Fueron ellos quienes, en las buenas y en las malas, siempre consiguieron que los niños tuviéramos navidades felices.

Tamales colorado y negro para el desayuno, mincemeat pie, ponche y café.

Con mi madre, mi hermana y mis sobrinos en la cena de la Nochebuena, Raúl es quien ahora se asegura de que todo diciembre tenga la magia de una fiesta. Los sabores, aromas, texturas, colores, luces, regalos, música y espíritu navideño se encuentran para que todos cultivemos y construyamos recuerdos; y para que todos tengamos la oportunidad de agradecer que podemos estar juntos, comer juntos, brindar juntos y reír juntos, sin olvidar a quienes nos precedieron.

@luisficarpediem

¡Felices pascuas! es un saludo antiguo propio de esta temporada. No estoy muy seguro de cuándo cayó en desuso; pero bien podría ser en los años 70. Me encantó escucharlo de nuevo porque, ¿vas a creer?, este año noté un enfrentamiento entre quienes generalmente decimos ¡Felices fiestas! y los que insisten en que debe ser ¡Feliz Navidad! Prefiero cualquiera, pero creo que voy a rescatar ¡Felices pascuas! porque es vintage #cena #nochebuena #navidad #felicespascuas #luisfi61 #tradicion

♬ Winter Wonderland – Ella Fitzgerald

Hoy amanecimos al mediodía con hambre. En casa es tradición que desayunemos un tamal colorado y uno negro, pero creo que este año será el último que haga eso. El desayuno también incluyó mincemeat pie, panettone, torta de Totonicapán, café y ponche. ¡Ya te imaginas! Después de semejante desayuno, lo que procedió fue una siesta de los burros que no duró mucho porque había que limpiar la casa y prepararnos para abrir los regalos.

Hace dos o tres años dispusimos que es más divertido abrir los regalos el 25 después de las 6:00 p. m., y francamente me encanta hacerlo así. ¿Qué hubo de cena? Huesos para que Raúl los comiera a gusto; y sandwich de carne oscura del pavo, relleno y gravy para mi. El otro día le comenté a un colega que para mí lo más importante del pavo es el relleno; y él me contó que para sus hijos, lo más importante son los sandwichs de pavo al día siguiente. ¿Ves?

En fin… ¡Felices pascuas! para ti y tu familia.


22
Dic 24

Mole para celebrar el solsticio

 

En casa tomamos muy en serio los moles.  Esas salsas mesoamericanas son preparadas con cariño, admiración y respeto.  El de este solsticio de invierno es de pato y tiene un giro sorpesivo.

Los colores, textura, sabores y aromas del mole son complejos.

Por su antigüedad y sus raíces culturales profundas, lo considero un plato ceremonial; y aunque todos los moles de casa tienen la misma base de tomates, cebolla, chocolate, semillas y chiles asados, no tenemos una sola receta porque varía dependiendo del tipo de carne que se bañará en ella, y del carácter que se le quiera dar. 

Los ingredientes del mole son seleccionados con mucho cuidado.

Raúl es el dios viviente del mole y, por supuesto, el resultado no depende sólo de la calidad de los ingredientes, sino del talento y creatividad de quien lo prepara. La fiesta de preparación comienza con el encargo del pato con doña Ana, en el Mercado Colón, y sigue con la selección de los tomates, ajos, cebollas y chiles que este año vinieron de La Terminal, en la zona 4. Los tomates fueron un giro especial porque el cocinero insistió en que fueran tomates criollos, escogidos uno por uno. ¿Sabes? De tan dulces y, después de asarlos, dejaban los dedos mielositos al pelarlos. Esta vez el chocolate era del que venden en el Museo Popol Vuh, que es de primera.

¿Cuál fue el twist sorpresivo? Ciruelas pasas asadas. Nunca lo había probado con ciruelas, y es un éxito. El toque final es el colado para que el mole sea untuoso, sedoso, suave al paladar, al mismo tiempo que es intenso y complejo, luego se le hace hervir suavemente con la carne de pato. Con tomates, ciruelas, una toque de panela y chocolate dulces, ¿vas a creer que el mole de pato no es un plato dulce? He aquí la genialidad del cocinero porque la mezcla de los chiles guaque y pasa, con el ajonjolí y las pepitorias asadas, con el caldo del pato debidamente sazonado, le da el balance perfecto a la salsa. Además…en casa no se usan pan, ni tortillas para espesar el mole.  Este adquiere su textura por la carne y el hervor paciente. 

@luisficarpediem

El dios viviente del mole hizo mole de pato @Raúl Contreras #cocina #pato #mole #tradicion #delicioso #alegria #luisfi61 #moledepato #cocinando

♬ Mezcalito – Lila Downs

 

Tal vez pienses que exageramos con el mole; pero por el tiempo y dedicación que requiere, y por lo detallado de cada paso para su preparación, es un plato que se merece un trato especial en la mesa y en el corazón.


21
Dic 24

Prudencia al volante salva vidas

Por favor, no manejes pasado de tragos, sobre todo si tienes familia. No manejes bolo, sobre todo por las demás personas. Por las fiestas de fin de año, es común que muchas personas manejen bajo los efectos del alcohol, o las drogas. Así que, incluso si tú no lo haces, por favor maneja con prudencia extraordinaria.

Accidente en la 10 calle y 14 avenida de la zona 10.

En eso pensé hoy en la madrugada, porque me despertó un choque en la esquina de mi casa. No sé si alguno de los involucrados conducía bajo la influencia de sustancias, pero lo cierto es que, por lo menos, uno conducía de forma imprudente. No hubo fallecidos, al menos en el momento; pero pudo haberlos. Y ya sabes, la prudencia es la virtud de pensar bien para identificar qué es lo verdaderamente bueno.

En estos días, también, la crispación –que ya es demasiado común en el tráfico– se eleva a la enésima potencia. Hay gente armada ahí afuera, y el problema no es que esté armada; el problema es que pueden ser personas emocionalmente no aptas para andar armadas.

Aprovecho la ocasión para recomendarte:

  • No bebas si manejas. Beber y manejar es criminal.
  • La vieja receta de tus padres y abuelos nunca falla: pide por favor y da las gracias. Baja tu vidrio polarizado para que las relaciones en el tráfico no sean anónimas, entre vehículos impersonales. Bájalo para que las relaciones en el tráfico sean entre personas.
  • Si te dan paso y no da tiempo de bajar el vidrio para dar las gracias, enciende brevemente las luces de emergencia para agradecer.
  • Cede el paso siempre que puedas; no pelees por avanzar tres metros. Los actos de bondad se multiplican.
  • El tráfico no es una competencia, ni son Los juegos del hambre. No hay ganadores ni perdedores. Bueno… sí hay perdedores si uno va tenso, irritable y dispuesto a la violencia.
  • Las condiciones del tráfico demandan atención. Que no se te vaya el pájaro. No textees, usa los carriles correctos, planifica bien tu tiempo y tu ruta.
    No bloquees cruceros. Eso es una desconsideración para los demás.
  • Ni sabes qué hago en el tráfico denso. Pongo mi playlist de música ranchera y canto… aunque un motorista cretino pase rayándome la parte de atrás del carro y salga huyendo.
  • Si vas en moto, no te subas a las aceras, ni pongas en peligro la integridad de los peatones.

Ahora mismo que escribo estas líneas oigo sirenas en la calle y pienso: ¡Qué sufrimiento innnecesario para quién sabe cuántas familias a causa de la imprudencia!


20
Dic 24

Camino de diciembre

 

El último viaje de mi abuelo, Luis, fue en compañía de mi abuela, Frances, porque acompañaron a sus amigos Güicho y Tenchita a comprar un auto en Houston y volvieron con el vehículo a lo largo de México. Vi imágenes de ese último viaje porque he estado viendo películas que filmaba mi abuelo. Y pensé que demasiadas veces, durante un viaje, nos enfocamos mucho en el destino y nos arriesgamos a perder de vista lo maravilloso del camino.

Además lo pensé en el contexto de las fiestas de fin de año. ¿Por qué? Porque he oído frases como: ¡Tanto preparativo para una noche y todo se acaba rápido! Cuando yo era niño esa era mi perspectiva: todo se centraba en las expectativas para la Nochebuena y la Navidad, principalmente en los regalos y… ¿cómo iba a ser de otro modo? ¡En la comida deliciosa! Era la época en la que mis padres nos mandaban a dormir temprano a los niños para luego, a la medianoche, ir a despertarnos en medio de la cohetería. Mi padre nos cargaba y nos bajaba medio dormidos a la sala donde nos esperaban la familia y los ansiados obsequios.

En la medida en que fui creciendo… y tal vez madurando alguito, y en la medida en que la familia se fue dispersando naturalmente, empecé a valorar más y más el alboroto de los tíos adolescentes, de los invitados, y el de mis hermanos. La familia, como fuente de calor humano y manantial de tradiciones y anécdotas, fue cobrando más protagonismo en mis expectativas del solsticio de invierno. Pero todavía estaba enfocado en el destino, en la noche del 24 y la mañana del 25 de diciembre.

Aquella perspectiva fue cambiando en la medida en que descubrí que las fiestas de fin de año son mucho más que una noche y una mañana. Comienzan cuando se sienten los primeros aires fríos de diciembre, y en casa arrancamos con la quema del diablo, fiesta que este año disfrutamos junto al Cerro del Carmen con una familia y un vecindario que nos acogió, solo porque los chapines son así de generosos y hospitalarios. En casa, el camino de diciembre sigue con las fiestas de Concepción y Guadalupe, y por lo tanto huele a tanta pólvora e incienso que a veces ataranta. En casa la fiesta sigue cuando salen los adornos propios de la temporada y cuando los aromas a pinabete y manzanilla nos dan los buenos días; y avanza hacia la cena de fin de año en casa de uno de mis hermanos y hacia la tamalada de las M&M. ¿Ves? ¡No es una fiesta de 24 horas porque sigue hacia la Nochebuena y la Navidad, que celebramos en casa, solo para detenerse frente a la rosca de reyes el 6 de enero!

Voy a decir que el viaje de fin de año es uno 30 días de celebraciones. Unas veces con la familia y otras veces con amigos. Siempre juntos, siempre compartiendo. Pero lo más valioso es la oportunidad de transmitir de generación en generación las anécdotas, los recuerdos, las añoranzas y las esperanzas. La oportunidad de revisar las flores y las piedras que hemos encontrado en el camino de la vida y nos hacen ser como somos. Y aquel es un camino que, si tuviera que volver a hacer, lo haría igual porque, ¿qué somos hoy, sino la consecuencia de nuestras decisiones y acciones de ayer? Y lo único que lamento, eso sí, es haber lastimado a más de alguno por negligencia, imprudencia o impericia.

@luisficarpediem

Llegó la fiesta a casa #solsticio #solsticiodeinvierno #celebracion #findeaño #fiestas #navidad #luisfi61 #luces #colores

♬ Solstice – Mark Fabian & Alexander Smith

En casa, pues, las fiestas de fin de año son un viaje y no un destino. Y como no sabemos si va a ser nuestro último viaje, ¿por qué capricho podríamos estar desperdiciando oportunidades para maravillarnos como niños con cada abrazo, cada paquete envuelto, cada torito y cada bocado (sobre todo si nos traen recuerdos viejos, o nos construyen recuerdos nuevos)? Desde aquí —desde este espacio y desde mi casa— te deseo larga vida y prosperidad. Que en estas fiestas y en el año que viene tengas salud, y amor. Que no te falten abrazos, y que no te falten quienes te hagan reír. Ni te falten mazapanes.

Columna publicada en República.


13
Dic 24

Toritos y tradición

 
Desafiar toritos es una de mis actividades favoritas en las fiestas de fin de año; y anoche, en el Callejón Maravillas, hubo dos toritos bravos durante la celebración de la Fiesta de Guadalupe.

Escenas de la fiesta de anoche en el Callejón Maravillas.

¿Cuál fue la novedad? Unos muchachos llevaron un lanzabombas con cinco tubos, de modo que cinco bombas podían ser lanzadas casi al mismo tiempo. Estuvo divertido cuando un torito persiguió a uno de los muchachos casi alcanzándolo. Por supuesto que hubo marimba, moros, pólvora e incienso y mico para tomarnos una foto como corresponde.
 
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Este año cenamos paches gracias a la alegría y la hospitalidad de amigos queridos. Es que, ¿sabes?, las fiestas se disfrutan mucho mejor cuando se comparten con gente a la que uno valora. La reunión estuvo tan divertida que Raúl y yo llegamos a casa a la 1:30 a. m. de hoy… después de habernos desvelado por la entrada del rezado en nuestro barrio ayer mismo a las 4:00 a. m. ¡Todo por buscar toritos, bandas y fiestas populares!
 
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El toque extra de encanto fiestero lo dio un niño que bailaba en hombros de su madre cuando pasó la banda detrás de la procesión. Las bandas son otra cosa que me gusta mucho de estas fiestas y pensé que ese chiquito podía ser yo, agitando los brazos y tratando de llevar el ritmo.
 
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En 2021 escribí que las tradiciones no sólo nos dan un sentimiento y una sensación de comunidad; sino que cumplen una función sanadora frente a la desesperanza y a la inestabilidad. Aromas, alimentos y sonidos, texturas y colores, así como rituales nos traen recuerdos y nos invitan a reflexionar. Fuegos artificiales, costumbres, disfraces y más son parte de aquel acervo rico y enriquecedor.
 
Cuando yo era niño, las historias de mi tía abuela, La Mamita, acerca de toritos durante las fiestas tradicionales disparaban mi imaginación. Yo tenía muchas ganas de ver toritos y no fue hasta hace relativamente pocos años que vi el primero en San Juan del Obispo. Desde entonces pocas cosas me emocionan y divierten tanto y me ponen tan contento como salir a buscar toritos y verlos desplegando sus luces y sus colores entre la gente que se les acerca y les huye. ¿Alguna vez te ha corrido un torito? Es de lo más divertido y emocionante.

13
Dic 24

Maldición del viernes 13

El 13 de octubre de 1307, un viernes, los caballeros templarios fueron arrestados para luego ser torturados y condenados a la hoguera en una matanza espeluznante, por orden de Felipe IV en complicidad con el papa Clemente V. Desde entonces es que el viernes 13 es día de mala suerte.

Templarios en la hoguera. Anónimo, Dominio público, vía Wikimedia Commons.

 Siete años más tarde, Jacques de Molay, el último gran maestre de de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón u  Orden del Temple, fue quemado vivo en la hoguera frente a la catedral de la Notre Dame, en París. Por qué? Porque el rey Felipe IV de Francia le debía mucho dinero a la Orden y no podía pagar, ni aún después de haber causado inflación en su reino.  ¿Qué hizo, entonces? Echó a andar la bola de que los templarios tenían comportamientos inmorales y, con la complicidad del papa Clemente V urdió un plan para quedarse con las riquezas de los templarios. Los conspirardores pagaron con sus vidas la canallada que hicieron porque murieron pronto…supuestamente por una maldición que les lanzó de Molay.

¿En qué supersticiones crees?

Cuando yo era niño y en el bus del colegio, se creía que si levantabas la mano cuando pasabas bajo los puentes del tren a la altura del Centro Cívico –en el momento en el que pasaba el ferrocarril– entonces tendrías buena fortuna. Una de las supersticiones más populares, entre mis coetáneos era la de que, si te tocaba un número de boleto de camioneta, que sumara 21, eso era de buena suerte.

Claro que pasar debajo de una escalera no traería nada bueno; y el que se te atravesara un gato negro era mal augurio. Tampoco era favorable que rompieras un espejo, o que derramaras sal. ¿Has visto ajos forrados de papel celofán rojo, colgados sobre una puerta? Eso es para que te vaya bien en tus negocios. Y en casa tenemos una herradura colgada porque es divertido.

Una superstición popular es la de creer que los políticos y burócratas actúan inspirados por motivaciones distintas a las de los demás seres humanos.  En consecuencia, hay gente que cree que los pipoldermos generalmente van a poner los intereses colectivos, antes que los suyos propios.

Hay gente que cree que los impuestos los pagan los ricos; y que los pobres no pagan tributos.  Ignoran que los impuestos -como costos- pueden ser trasladados del mismo modo en que se trasladan otras formas de extorsión; otras veces el pago –para los pobres- se materializa en falta de oportunidades de empleo ya que los impuestos desvían recursos del sector productivo, al sector improductivo de la economía.

Otra superstición popular es la de que hay que privilegiar las exportaciones; creencia que hace caso omiso de que las exportaciones pagan las importaciones y al revés.  A mayores exportaciones, también mayores importaciones y que si se reducen las importaciones (sobre todo de bienes de capital) no se puede exportar.

¿Por qué nos gustan los cuentos? ¿En qué supersticiones crees?

Columna publicada en República.


12
Dic 24

La fiesta Guadalupe-Reyes

 

La Vuelta Guadalupe-Reyes es el nombre coloquial que los guatemaltecos le damos a las festividades de fin de año correspondientes al solsticio de invierno, o a la navidad. Como vivo en la Villa de Guadalupe, literalmente la fiesta empezó ayer y hoy en la madrugada. Los festejos van del 12 de diciembre al 6 de enero.

Estuvo alegre la madrugada.

 
La Villa de Guadalupe tiene su plaza, mercado e iglesia como las tiene toda villa, o pueblo. Aquí se viven las tradiciones intensamente, a ratos te llega el olor a leña y en el interior del barrio la gente saluda cuando se cruza contigo. En las fiestas populares la gente tira la casa por la ventana y se quema pólvora como si no hubiera mañana.
 
De esa cuenta, hoy a las 4:00 a. m. me despertaron la banda y las bombas del rezado que pasó a 100 metros de mi casa; y ya despierto lo que correspondía era ir a la plaza y disfrutar de los fuegos artificiales y del alboroto a pesar del frío. ¡Y sí que estaba frío!
 
Me embocé como pude, con sombrero y todo, y pude maravillarme con las tradiciones, la música, los bailes y la pólvora. ¡No hubo torito!… pero estuvo alegre. ¡Y cómo terminó la madrugada? En casa con una deliciosa taza de atol.
 
La fiesta, vuelta, o Maratón Guadalupe-Reyes, es de origen mexicano; pero igual es algo chistoso.

11
Dic 24

Murales perdidos de Panajachel

 

El Hotel Casa Contenta, en Panajachel, fue ejemplo de la arquitectura y la estética de su época entre neocolonial y ubiquista. Además, muy marcado por las preferencias de mi bisabuela, Adela, que fue su propietaria. Los murales del bar eran magíficos pero se perdieron para siempre.

Entre las botellas que hay al fondo logré identificar una de Anís del Mono, y una de Benedictine.

Los mismos artesanos que trabajaron la ebanisteria en el Palacio Nacional trabajaron en el comedor y el bar de aquel establecimiento legendario; y muestras de esa misma estética se encuentran en la sede de la Fuerza Aérea Guatemalteca (que era el aeropuerto viejo de la ciudad de Guatemala). Los motivos en las puertas, los artesonados, las lámparas y los muebles del hotel eran exquisitos, igual que la herrería.  En algún momento de los años 40 el fotógrafo guatemalteco Lionel Stein tomó fotografías para publicidad del hotel y dos negativos de esa serie de fotos llegaron a mis manos. Ambas fotos muestran no sólo el mobiliario y la barra de la cantina (mi bisabuela le decía cantina, al bar); sino que lucen los magnificos murales que adornaban el lugar y que se estropearon para el terremoto de 1976.

Me gustaría mucho saber quién fue el autor de aquellas bellezas.  Lástima que quienes podrian saber, mi bisabuela, Adela; mi abuela, Frances, o mi tía abuela, Adelita ya fallecieron; y he buscado y rebuscado en Internet, pero no hay modo.  Es una lástima que no se recuerde al muralista con admiración y algo de cariño.

El mural grande muestra tres personas en un cayuco, un buey acarreando una carreta con bananos, dos personas llevando piezas de alfarería, un transporte colectivo propio de aquellos años, dos mujeres caminando. y un hombre durmiendo. De niño me caía muy en gracia el cerdo que va corriendo. En esa foto, a mano derecha, se ve un arco y detrás de él estaba la famosa marimba de Mami, mi bisabuela.  

En la foto siguiente, sobre tres arcos, hay tres escenas distintas: turistas en la playa, un turista fotografiando a dos personas y turistas de paseo.

El ambiente del bar era muy elegante.

Por suerte hay una foto mía y de mi papá en aquella barra, pero lástima que mi padre sale con cara de vaya uno a saber qué. Esos eran tiempos en los que las fotos salian como salían y ya.  Sin embargo, hay otra foto de ambos en el piano que se ve en la foto de los tres arcos. 

Ni mi padre, Luis Figueroa Ch. ni yo tocábamos el piano.

La siguiente foto es del mural que muestra un baile de moros y a invitados que participaron en la fiesta de cumpleaños de mi bisabuela, el 20 de abril de 1947.

Los cumpleaños de Mami se celebraban a medio dia y en la noche con familia, amigos y huéspedes del hotel.

Arcafilmlab hizo muy buen trabajo en rescatar los negativos y hacerme viajar en el tiempo con las dos fotos del bar.


10
Dic 24

Toritos: ritmo, fuego y emoción

El mejor torito que he visto —en años de perseguir toritos— fue el de Brandon, y lo vimos en la zona 2 de la ciudad de Guatemala para la fiesta del 8 de diciembre. ¿Por qué fue bueno? Por la variedad e intensidad de luces y porque lanzaba misiles. Una cosa es que lo persiga a uno el torito, y otro nivel es que le lance a uno misiles. ¡Hasta un poi, parapetado en la palangana de su pick-up, tuvo que esquivar los misiles sin dejar de grabar!

Loa, toritos, juegos pirotécnicos y desfile hubo en la fiesta.

Cualquier cantidad de pólvora y fuegos artificiales vimos el domingo en la 3a. calle y 9a. avenida de la zona 2 a las 6:30, y lo apunto porque quiero estar ahí el año entrante. Es fascinante cómo familias, vecinos, amigos y compañeros de trabajo se organizan en estas festividades para hacer los mejores espectáculos de fuegos artificiales posibles. Además, una cuadra después vimos una loa. ¿Sabes? He visto loas en Ciudad Vieja, Sacatepéquez, pero nunca había visto una en la ciudad de Guatemala. En Guate, las loas son obras de teatro breves que tienen fines evangelizadores. De una forma u otra, aluden al triunfo del bien sobre el mal y temas así.

Atrapado en el tráfico y la procesión el poli se parapetó para grabar el torito.

En esa cuadra vimos dos toritos. Lo bonito de los toritos no sólo es el despliegue y abundancia de pirotecnia con variedad de colores y efectos. También tiene que ver la habilidad de quien lo baila y el ingenio con el que embiste y persigue al público. Todo tiene que tener ritmo, relacionado no sólo con la música, sino con la disposición de los fuegos artificiales y sus efectos.

Cuando yo era niño, las historias de mi tía abuela, La Mamita, acerca de toritos durante las fiestas tradicionales disparaban mi imaginación. Yo tenía muchas ganas de ver toritos, y no fue hasta hace relativamente pocos años que vi el primero en San Juan del Obispo. Desde entonces, pocas cosas me emocionan y divierten tanto, y me ponen tan contento como salir a buscar toritos y verlos desplegando sus luces y sus colores entre la gente que se les acerca y les huye. ¿Alguna vez te ha corrido un torito? Es de lo más divertido y emocionante.

De vuelta a los misiles, mi cuata, Majito, me contó que ese tipo de toritos es muy común en las festividades de Mixco.

Temprano en la tarde, por cierto, en la Sexta Avenida nos topamos en el desfile navideño de Coca-Cola y no hay duda alguna de que a los chapines nos gustan los desfiles de bandas. Especialmente a los jóvenes que participan y van con todo a la celebración.

Muy chulo fue un carro completamente cubierto con luces navideñas. 

¿Te imaginas paseando en este auto?