29
Nov 18

¿Cuál es la prisa con el voto de los migrantes?

El Tribunal Supremo Electoral presentó una iniciativa de ley para que los guatemaltecos que residen en el extranjero y cuentan con el Documento Personal de Identificación sean tomados en cuenta en las votaciones programadas para el próximo año. ¿Cuál es la prisa con el voto de los migrantes?

Digo…entiendo que para ciertos migrantes pueda resulta difícil y caro irse a empadronar antes de votar; quizás como puede resultar difícil y caro -para un habitante lejano de Huehuetenango, por decir algo- irse a empadronar al centro de empadronamiento más cercano a su caserío.  Entonces, ¿cuál es la prisa de incluirlos en los comicios hasta el punto de crear un procedimiento específico e incluso privilegiado para aquellos? Si se puede votar sin estar empadronado en Chicago, ¿por qué no se puede votar de la misma forma en los rincones de Chiquimula?

En el fondo, ¿para qué quieres un padrón si hay ciudadanos que sólo podemos votar si estamos incluidos en él, y hay ciudadanos que pueden votar sin estar incluidos en él?

Los migrantes guatemaltecos nunca han votado -y a lo mejor sería bueno que votaran, o se- pero, en el contexto de las caravanas de migrantes y su naturaleza, ¿cuál es la pisa de voten los migrantes chapines casi que a como de lugar?

En el contexto del acuerdo entre el Tribunal Supremo Electoral y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, ¿cuál es el interés y la prisa de que voten los migrantes, en condiciones que le son negadas a otros ciudadanos guatemaltecos?

El TSE habilitó en julio pasado un sitio Web para que los chapines  se empadronen, pero no se obtuvieron avances significativos ya que solamente se registraron 70 solicitudes en cinco meses. Puede ser que entre los migrantes haya cierta dirigencia muy interesada en votar en 2019; pero, ¿hay interés legítimo entre el grueso de migrantes? ¿Son necesarias la prisa y un procedimiento específico y privilegiado para el voto de los migrantes?


26
Nov 18

Africanos muertos y obstáculos para los negocios

Magatte Wade es una fuerza de la naturaleza; y con esa pasión que la caracteriza, nos explica que los africanos están muriendo debido a obstáculos no racionales para los negocios.  Y cuando vi su charla TED, pensé en los chapines, los hondureños y otros migrantes.

Magatte Wade es una de mis personas favoritas en el mundo y explica que muchos países africanos son pobres por una simple razón:  los gobiernos han creado demasiados obstáculos para iniciar y administrar un negocio. ¿Te das cuenta? ¿Cómo es que esto no se aplica a Guatemala, Honduras y muchos países de América Latina que exportan migrantes?

En su charla, Magatte Wade habló de la relación que hay entre la migración, la falta de empleos y la falta de más y nuevos negocios.  ¡¿Por qué, entonces, es que en Africa es virtualmente imposible abrir nuevos negocios en Africa?!  Y vale preguntar, o al menos pregunto: ¿por qué es que en Guatemala, Honduras y América Latina es taaaaan difícil abrir negocios? Y por qué es que, si son abiertos, cuesta tanto hacerlos rentables por causas como impuestos altos, trámites, burocracia, corrupción, inseguridad, y otras circunstancias ajenas al negocio en sí; e íntimamente relacionadas con el estatismo.

Muy atinadamente, Magatte también se refirió a la relación que hay entre la corrupción y las malas leyes, leyes horribles, que no tienen sentido. Y yo digo: hasta que no se reconozca plenamente esta relación, la lucha contra la corrupción no va a ser ni siquiera medianamente efectiva.

Magatte expone los desafíos de hacer negocios en el continente y ofrece algunas soluciones propias, al tiempo que llama a los líderes a hacer su parte también.

Magatte Wade también se refirió a la relación que hay entre la corrupción y las malas leyes, leyes horribles, que no tienen sentido.

Si quieres ver más charlas de Magatte, te invito a visitar las siguientes:


16
Oct 18

“La papa caliente” de la migración hondureña

La migración masiva y organizada de hondureños hacia los Estados Unidos de América, a través de Guatemala y de México es un problema humanitario de dimensiones enormes…y es un problema politico de igual tamaño.

Estamos hablando de entre 2,000 y 5,000  hombres, mujeres, mujeres embarazadas, personas en sillas de ruedas, ancianos y niños (depende de la fuente) que buscan mejores condiciones de vida y seguridad en el país de norte y que claman: Déjenos pasar, somos centroaméricanos, tenemos libertad de pasar por este país [Guatemala].

Es difícil no sentir empatía por aquellas miles de personas que acarrean a sus hijos y están dispuestas a caminar miles y miles de kilómetros, en circunstancias muy precarias, al servicio de los los intereses de quienes los organizan, y con la ilusión de ingresar de forma ilegal y de forma forzada a un país en el que el mercado y sus instituciones les podrían ofrecer oportunidades…si no rompieran la ley para ingresar.

Pero por otro lado, la caravana -que tiene toda la pinta de no ser un movimiento espontáneo- impone en los países por los que pasa, no sólo exigencias de orden económico y de seguridad, sino que un problema político interno y con el gran vecino del norte.  Habría que seguirle la pista al pisto para saber cómo se origina esta migración.

Por eso creo que, si bien es cierto que los individuos centroamericanos tienen derecho a circular por el área, ese derecho sólo puede ser ejercido si el paso es de buena fe.  Aquel derecho no se aplica si quienes pretenden ejercerlo se organizan en multitud para imponerse y abrirse paso poniendo en un brete humanitario y político a los países por los que tengan que pasar; ya lo dijo un funcionario: Guatemala no promueve, ni respalda, la migración irregular en ninguna de sus formas, por lo tanto rechaza los movimientos organizados con fines ilícitos y que tergiversen o utilicen la figura de un derecho humano, como es la migración, para fines particulares.

En fin, la administración chapina fue incapaz de detener la caravana en el puesto fronterizo de Agua caliente y ahora tiene una papa caliente en sus manos…como si eso le hiciera falta. ¿Quién se beneficia con esta nueva crisis? ¿Quién tiene experiencia en mobilizar acarreados inescrupulosamente? ¿Quién y por qué se va a hacer cargo de las demandas humanitarias y de seguridad -de mediano y largo plazo-de los que integran aquella multitud? ¿Qué va a pasar si los mexicanos no los dejan pasar a su país? ¿Quién va a asumir los costos políticos y morales del paso de los hondureños? ¿En qué condiciones es que las autoridades migratoria  no los detuvieron en Agua caliente? ¿Quién, o quienes son los burócratas responsables?

Finalmente, nada se va a solucionar en el mediano plazo si no reconocemos que los fabricantes de miseria son los responsables de la pobreza en la que se cultivan movimientos como esta caravana.  Los que promueven la conflictividad y espantan las inversiones productivas, los que promueven impuestos que castigan el ahorro y la formación de capital, los que impiden la flexibilidad laboral, los que minan las instituciones, los que promueven la revolución, los que confunden la justicia con la venganza, los que le hacen creer a la gente que los intereses colectivos deben prevalecere sobre los derechos individuales, los que promueven privilegios,esos son los responsables de la migración que escapa de la pobreza y de la inseguridad.

La foto es de elPeriódico.


29
Jun 18

“Más claro no canta un gallo” y lo que dijo Pence

Este éxodo tiene que terminar, es una amenaza a la seguridad de EE. UU., les dijo el vicepresidente Mike Pence, de los Estados Unidos de América, a los presidentes de Guatemala, Hoduras y El Salvador.

Pence añadió que: los gobiernos del Triángulo norte deben aplicar acciones contra la migración ilegal, que den resultados inmediatos; reforzar las fronteras por medio de estrategias de inteligencia para combatir a los traficantes de personas; y poner en marcha campañas de información que prevengan a los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños sobre los peligros y riesgos de viajar ilegalmente a los EE.UU.

La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU. subrayó que seguimos viendo amenazas reales.  Necesitamos asegurar nuestras fronteras. Y el vicepresidente, Pence, insistió: Vengan legalmente, si no, no lo hagan.

¿Y qué respondieron los presidentes del Triángulo norte? Básicamente Sir, yes sir!

Así, a vuelo de pájaro, anticipo que este curso de acciones va a fracasar como fracasa, todos los días, la guerra perdida contra las drogas y por las mismas razones: Como dijo Henry David Thoreaupor cada mil personas atacando las ramas de un problema, hay una sola atacando sus raíces; se le da un tratamiento criminal a algo que sólo es delito y se deja a un lado el componente humanitario del problema.

La gente que se va de los pueblos guatemaltecos (salvadoreños y hondureños) no se va porque desconozca los peligros de la migración.  Hace más de 40 años que la gente escucha y ve historias de horror, de abusos, de penurias y de muerte por parte de familiares, amigos y vecinos. La gente se va porque aquí no hay seguridad, ni justicia, ni oportunidades de trabajo.  La gente se va porque ve que la familia de su vecino que está allá construyó casa.  Porque allá si hay trabajo, ¡hay demanda de trabajadores! y porque aunque haya que pasar penas y andar escondidos, se puede ahorrar en dólares y enviarlos a casa para que aquí mejoren las condiciones de vida de los seres queridos.

En tanto haya demanda de trabajadores allá en el norte, las estrategias de inteligencia para combatir a los traficantes de personas van a tener el mismo éxito que las estrategias de inteligencia para combatir a los traficantes de drogas.  Cuando identifiquen a unos, los capturen, los procesen y los encierren, estos van a ser sucedidos por otros.  Y por otros.  Y por otros.  Y todo el proceso va a ser no sólo fuente de corrupción, sino que se va a encarecer y la clandestinidad va a atraer a actores más y más inescrupulosos.

¿Que van a reforzar las fronteras?  Como si la presencia de policías y soldados evitara al trasiego de drogas, madera, armas y otras cosas donde lo hubiera.  Es que, como decía mi abuela, Frances, Where there is a will, there is a way.

Las acciones citadas arriba parten de una premisa falsa: La de que los gobiernos tienen el control pleno sobre la población; cosa que sólo ocurre en sistemas totalitarios como Cuba, Corea del Norte, y otros de esa calaña.

En aquel contexto imagino un escenario ominoso: a las autoridades guatemaltecas actuando contra los migrantes salvadoreños y hondureños exactamente como no nos gusta que traten a nuestros migrantes en México y en los EE.UU.  Y a las autoridades mexicanas tratando a los migrantes chapines, guanacos y catrachos exactamente como no les gusta que traten a sus migrantes en los EE.UU.

¿Sobre qué si tienen control pleno los gobiernos? Sobre las políticas -en sus países- que fomentan, o no la migración.  Los gobiernos pueden decidir si van, o no, a concentrarse en proveer seguridad y justicia para su población.  Pueden decidir si van, o no a promover el ahorro, la empresarialidad y la productividad, o no. Pueden decidir si van a asfixiar a la gente con el costo de tener gobierno y con impuestos, o no.  Pueden decidir si van cultivar el estatismo y la arbitrariedad y a su hija la corrupución, o no.  Eso sí pueden hacer los políticos locales y la gente no se va de donde hay seguridad y justicia, y de donde, además hay trabajo y posibilidades de prosperar.  la gente no se va de donde puede poner por lo menos tres tiempos de comida en la mesa de la familia, ni de donde puede ahorrar y comprar seguro médico, y pagar el colegio de los patojos.

Eso sí, nos guste, o no nos guste, el gobierno de los EE.UU. (y todo gobierno) tiene la facultad de establecer la política migratoria que responda no sólo a sus políticas generales, sino a los deseos de sus electores. Incluso si eso es perjudicial a sus propios intereses.  Y es derecho de los ciudanos de aquel país (y de todo país) cambiar para bien, o no la política migratoria de su gobierno.

Sostengo que las políticas migratorias muy restrictivas violan los derechos de los habitantes del país restrictivo porque les impiden -por ejemplo- contratar los trabajadores que necesitan para sus negocios.  De ahí que una política migratoria sana debería tomar en cuenta factores como el citado.  Dicho lo anterior, no hay tal cosa como un derecho a ser recibido como migrante. Si bien es cierto que las personas deberían poder escapar de regímenes totalitarios, de economías corruptas y empobrecedoras, el acto de recibir a esos migrantres es uno de benevolencia, de caridad o de filantropía.  No la consecuencia de un supuesto derecho a ser recibido, ¿por qué? Porque recibir migrantes impone cargas que sólo pueden ser asumidas voluntariamente y deben tener límites claros como los tienen otros actos de benevolencia, caridad o filantropía.

Y hay otro caveat: Las restricciones migratorias por motivos racistas son inmorales por las mismas razones que el racismo es inmoral: El racismo juzga a las personas con base en datos irrelevantes, como el color de su piel; y por lo tanto hace que los juicios derivados de esa perspectiva sean inútiles. El  racismo se enfoca en lo físico, que es no elegido, en vez de enfocarse en el carácter de las personas, en sus valores, en sus ejecutorias. Empero, la migración de terroristas y otros criminales, las olas migratorias que tienen el propósito de cambiar la cultura -e incluso eliminar la civilización- de los países anfitriones no tienen por qué ser bienvenidas.

La pelota, pues, está en nuestra cancha. ¿Los chapines vamos a seguir promoviendo expectativas irracionales y políticas irracionales que incentivan la migración, o no?  ¿Qué queremos de los EE.UU.? Lo que quería Diógenes, de Alejandro Magno: No me tapes el sol; porque si el éxodo ha de terminar, ¿va, el gobierno de los EE.UU. a seguir promoviendo políticas que incentivan a la migración?

La foto es de elPeriódico.


22
Jun 18

¿Por qué se va la gente?

La primera vez que supe de los migrantes guatemaltecos en los EE.UU. fue a principios de los 80 cuando un amigo, de Panajachel, me encargó un libro que vendían en Paiz, sobre el tema.  En él leí horrores.

Ahora que hay indignación por la separación de niños y madres migrantes, práctica que debería terminar desde ayer, es oportuno recordar que los chapines se van, arriesgan sus vidas y a sus familias porque aquí no hay suficientes oportunidades para salir de la miseria.  Se van, a causa de los fabricantes de miseria.

Escucha el podcast aquí.

Aquí, si pones un negocio te expones a las extorsiones de los mareros y muchas veces a las de tus vecinos.  Aquí la Corte de Constitucionalidad no falla en el caso de la mina San Rafael.  Aquí la educación estatal sirve a los sindicalistas, y no a los pobres.  Aquí, desde el púlpito, la cátedra y los medios de comunicación se ataca a la creación de riqueza, se obstaculiza la productividad y se promueven políticas destruccionistas.

¿Te extraña que el Banguat prevea que la inversión extranjera vaya a pique?  ¿Qué significa eso? Menos productividad, menos oportunidades de empleo, menos posibilidades de mejorar salarios. Y, sin embargo, grupos de interés, y políticos y burócratas locales e internacionales insisten en tomar el dinero de los tributarios por la fuerza y desviarlo del sector productivo hacia el sector coercitivo de la economía.  Y los impuestos –que la gente paga para evitar ir a prisión y con su trabajo– sirven para asfaltar carreteras hacia aldeas inventadas.

¿Por qué no hay oportunidades? Porque las aduanas obstaculizan el comercio y sirven a la expoliación, porque el Código de Trabajo impide la flexibilidad laboral, porque los de Codeca roban energía.  Porque los fabricantes de miseria, en el sector privado y en el sector estatal no descansan.  Porque se castiga el ahorro, porque la gente tiene expectativas irracionales de sus elecciones irracionales y de políticas irracionales.  Porque aquí no se respetan la vida, la libertad, ni la propiedad, ni la igualdad ante la ley. Aquí, la ONU socava el desarrollo económico. Por eso se va la gente.

Columna publicada en elPeriódico.


20
Jun 18

Fin a la separación de niños y padres migrantes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que le pone fin a la controversial separación de las familias de inmigrantes en la frontera sur, y revirtió una práctica que se ganó el desprecio internacional.

Algunos medios dicen que Trump se retractó; pero aquella era una práctica de disuasión que venía de tiempos de George W. Bush y  Barack Obama.  De hecho, el texto que ilustra esta nota dice:

Como una cuestión de procedimiento y política, los agentes fronterizos separan sistemáticamente a los miembros de las familias, incluso intencionalmente, como castigo -o “consecuencias”- por medio de lo que el DHS llama su  “Consequence Delivery System (CDS)”. Estas consecuencias tienen la intención de disuadir la migración futura, a menudo sin tomar en cuenta la protección internacional, u otras preocupaciones humanitarias. El CDS ha sido implementado sistemáticamente desde 2005.

Informe del  Lutheran Immigration and Refugee Service (LIRS), la Women’s Refugee Commission (WRC) y Kids in Need of Defense (KIND).

Aquella orden ejecutiva permite que los niños que cruzan la frontera sur junto a sus padres indocumentados se queden con ellos en centros de detención de inmigrantes durante un plazo.  El decreto le pone fin a una práctica ominosa y a indecible sufrimiento humano que no fue desapreovechado políticamente de forma desvergonzada.

¿Qué urge ahora? Aparte de acciones de corto plazo para atender el problema migratorio (que es un problema para todas las partes involucradas), lo que urge es identificar claramente las causas de las migraciones.  ¿Por qué es que personas como Claudia Gómez tienen que abandonar Guatemala para ir a morir de un balazo en Texas? ¿Por qué es que hay familias que se arriesgan a sufrir las “consecuencias disuasorias” que incluyen la separación de sus hijos? Ese es el tema de mi columna de mañana; pero te adelanto dos razones: malas políticas económicas e inseguridad, que se traducen en falta de oportunidades para mejorar la calidad de vida.


08
May 18

¿Por qué se van los chapines y no regresan?

El ingreso de divisas por remesas familiares creció en el primer trimestre de 2018.  Mientras tanto, en Guatemala el Indice de confianza en la actividad económica sigue en picada, igual que el crédito bancario al sector privado, y en contraste la tasa de desempleo, en los Estados Unidos de América, ha llegado a su nivel más bajo en 18 años. Guatemala aleja a su gente y los migrantes chapines, ¿qué incentivo tienen para regresar si allá las cosas van bien y aquí las cosas pintan mal?

De aquellas circunstancias me acordé cuando leí el arttículo titulado George Soros and the “Caravan”, publicado en The Wall Street Journal.

La “caravana” de centroamericanos en la frontera sur de Estados Unidos, que busca asilo, tiene a algunos conservadores retorciéndose las manos a causa de una invasión hispana. Deberían, en cambio, preguntarse qué hay detrás de la desestabilización de los países a los que han huido esos migrantes desesperados, dice la columnista, y miembro del Consejo Editorial del WSJ, Mary Anastasia O´Grady.

De forma certera, la autora apunta a que la corrupción, el estatismo y el capitalismo de amigos [el viejo y conocido mercantilismo] en América Central han conducido a la región a la pobreza y la exclusión. También, de forma certera, O´Grady señala que los liberales clásicos de la región entienden esta conexión y han luchado para fortalecer el estado de derecho. Pero sus esfuerzos se han visto socavados por las redes criminales de financiamiento del narcotráfico que agobian a las instituciones.

Muchas personas, en Guatemala, creyeron que el remedio contra aquel azote y el de otras mafias, iba a ser la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala; pero yo advertí, desde que esa comisión era discutida y se iba a llamar Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y de Aparatos Clandestinos, que el concepto presentaba dos peligros: 1. Que los chapines abdicábamos a la responsabilidad de resolver nuestros problemas; y 2. Que un organo perseguidor, todopoderoso, era un peligro.  Y dicho, y hecho.

La columnista dice que existe evidencia sustancial de que la solución financiada por los EE. UU. para el problema en Guatemala [la CICIG], utilizando un fiscal de las Naciones Unidas, ha sido corrompida por actores sin escrúpulos y la por ideología izquierdista de Organización de las Naciones Unidas, y más razón no podría tener. A mí, por cierto, ya no me gusta usar izquierda y derecha porque son términos vacíos y su significado cambia dependiendo de los contextos.  Yo digo, para aclarar las cosas, que la solución ha sido corrompida por la ideología socialista de la ONU…y por los actores inescrupulosos.  Hace ratos sostengo que los guatemaltecos enfrentamos un project of nation buliding diseñado para llevarse a cabo sin la aprobación de los chapines en las urnas electorales y para mí es cada vez más evidente que se hace por medio de los organos jurisdiccionales (los tribunales y las cortes) y del manejo de la opinión pública a nivel de acuerdos entre oligarquías de todos los colores. Para aclarar las cosas la oligarquía es un grupo minoritario de personas, pertenecientes a un mismo estrato social, generalmente con gran poder e influencia, que dirige y controla una colectividad, o institución.

Algunas de esas oligarquías son ese montoncito de organizaciones no gubernamentales y operaciones mediáticas que trabajan en Guatemala y que están financiadas por la Open Society Foundations de George Soros y otros de esa persuación. En ese caso, sus instrucciones son rodear los vagones para defender al fiscal de la CICIG, Iván Velásquez, y destruir a quienes se atrevan cuestionarlos.

Los estadounidenses se están preguntando, con razón, por qué es que los Estados Unidos financian aquella operación de la ONU carente de responsabilidad y transparencia.  El caso que disparó las alarmas es el de la familia Bitkov, porque parece evidente de que esa familia es víctima de persecusión por parte de Vladimir Putin, por medio del banco estatal ruso VTB y parece evidente que la familia fue embaucada por una red de corrupción en Migración, el Renap y otras oficinas estatales de Guatemala.  Este no es espacio para los detalles; pero lee otras entradas al respecto y el artículo  George Soros and the “Caravan”.

En el, Mary Anastasia O´Grady concluye: En una declaración hecha ante la audiencia de la Comisión Helsinki, el Senador Mike Lee (R., Utah) señaló que, si bien la CICIG fue “creada para erradicar la corrupción y defender el estado de derecho”, se ha convertido en un árbitro extrajudicial, parcial e injusto . “Su politización es injusta para todos los que buscan una Guatemala libre y próspera”. Algo en lo que pensar cuando los autobuses llenos de refugiados llegan a la frontera [entre México y los EE.UU.].


18
Nov 16

¿Y si hay deportaciones?

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Obama es el presidente estadounidense en cuya administración ha habido más órdenes judiciales para la deportación de migrantes ilegales: más de 210,700 guatemaltecos expulsados, comparado con unos 120,000 en tiempos de G. W. Bush.  Pero los medios están alarmados por las posibles deportaciones anunciadas por D. Trump.  Puede que la alarma sea con razón porque El Donald dijo que expulsará entre dos y tres millones de indocumentados que tengan algún antecedente delictivo; y allá hay unos 1.5 millones de chapines de los cuales sólo unos 400 mil tienen residencia legal.

¿Qué hacemos si Trump se monta sobre la ola que empezó Obama?

Sin perjuicio de políticas paralelas, checa cees.org.gt ¡Animémonos con la creación de empleos! Sólo el capital invertido en la producción crea empleos. Se requiere muchísimo capital para alcanzar a los países más desarrollados y por eso hay que empezar a atraerlo, ¡Ya! La competencia global por el capital es fiera por lo que hay que ser creativos si queremos que el país sea atractivo. Por ejemplo: ¿Qué tal si eliminamos el impuesto a los rendimientos del capital?

Si bien es cierto que la legislación laboral proporciona una sensación de  seguridad en el empleo –para los que tienen la dicha de tenerlo– ese logro es a costa del mejoramiento de las condiciones de trabajo y de la multiplicación de las oportunidades de empleo. La eliminación de la contingencia de la indemnización y su sustitución por una indemnización predecible como costo diferido, liberaría a los trabajadores de una cadena con bola.  La rigidez de la legislación laboral limita la competencia y obstaculiza el crecimiento económico; por lo que debe ser revisada para  hacer menos costoso el trabajo formal, no sólo para el empleador, sino para el empleado. Entre otras medidas, ¿qué tal si eliminamos el salario mínimo que alimenta el desempleo?

¿Y si eliminamos esas fuentes de corrupción y de proteccionismo que son las aduanas y los aranceles? Eliminemos barreras no arancelarias y simplifiquemos trámites para el comercio.

¿Y si “agarramos al toro por los cuernos”, en vez de esperar a que nos pase encima? ¿O muy feo?

Columna publicada en elPeriódico.


19
Sep 16

Migrantes africanos interceptados y devueltos

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Ha crecido el número de migrantes africanos que viajan hacia Estados Unidos y son interceptados en Guatemala (en realidad son capturados).  Sólo entre el miércoles y jueves de la semana pasada  fueron detenidos 292 migrantes provenientes de aquel continente, personas que son dejadas a su suerte por los coyotes que supuestamente deberían llevarlos a los Estados Unidos de América, vía México. Un mil 21 africanos han sido capturados en lo que va del año.  Los grupos incluyen hombres, mujeres y niños; y vienen de paises como República del Congo, Mali, Senegal y Guinea.

Luego de interceptar a los migrantes se empieza el proceso de expulsión de Guatemala, mismo que dura entre uno y tres días, supuestamente. Luego de  identificar a cada persona, por medio de los consulados africanos en México, a los migrantes se les traslada a la frontera del país por el que ingresaron a Guatemala -Honduras o El Salvador-.

Te dejo tres preguntas al costo:

  • ¿Cómo tratan -las autoridades chapinas- a los africanos que interceptan en su viaje hacia los EE.UU.?
  • ¿Es así como quisiéramos que los mexicanos que interceptan guatemaltecos trataran a nuestros migrantes que van rumbo a los EUA?
  • ¿Por qué es que los chapines interceptamos africanos; pero nos incomoda que los migrantes guatemaltecos sean interceptados?

No le voy a Donald Trump; pero si desprecias a ese sujeto por sus políticas antimigratorias; pero te parece bien que en Guatemala sean interceptados los africanos y devueltos, ¡hasta aquí huelo tu doble moral!

La foto es de la Policía Nacional Civil y fue publicada en elPeriódico.


11
Dic 15

La regla de oro y los cubanos

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¿Cómo es que dice la regla de oro? “No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti.” De eso me acordé cuando leí que casi cinco mil cubanos que huyen de los Castro no pueden pasar por Guatemala hacia los Estados Unidos.

Con algo de razón la administración de A. Maldonado ha dicho que no puede recibir a los refugiados si no se tiene certeza de que serán recibidos por México.  Y ha puesto otras excusas: que no puede garantizar la seguridad de los migrantes; que no puede pagar los gastos de la movilización en el país y que si patatín y patatán.

El caso llama la atención porque los cubanos no sólo huyen de la miseria (como podrían huir chapines y mexicanos), sino que huyen de un régimen moralmente perverso, de una tiranía colectivista y totalitaria que ni siquiera podemos imaginar.  El caso es que el paso de los chapines por México puede ser un infierno espantoso y el paso de mexicanos y guatemaltecos por el desierto rumbo al sueño americano puede ser una trampa mortal que incluye ser cazados como animales; hambre y sed; ser abandonados al sol calcinante y posibilidades como asaltos, violaciones y quién sabe qué mas.

Uno podría pensar que tanto las administraciones guatemalteca, como mexicana, así como la opinión pública en ambos países podría ser más sensible frente al drama de los cubanos.  Pero no es así.  Tal vez es cierto que no hay peor cuña que la del mismo palo.  Tal vez es cierto que no deja de ser una hipocresía enorme esa de –en el caso de los chapines– ir a México y a los EE.UU. a reclamar trato humanitario para “nuestros” migrantes; pero actuar de forma mezquina e inhumana cuando se trata de asiáticos, sudamericanos, o caribeños que tratan de pasar por Guatemala en persecución de un sueño de libertad y de prosperidad.  ¡Como si ese no fuera el sueño de miles y miles de compatriotas (y mexicanos) que emprenden el mismo camino!

Aquí y en todas partes el problema de los migrantes es complejo; pero es un problema humano.  Debe tratarse con carácter humanitario, sobre todo si –con sinceridad– quisiéramos que nuestros migrantes recibieran un trato digno más allá del Suchiate y más allá del Río Grande.

Columna publicada en elPeriódicoy la ilustración la tomé de Cubanet.