27
Nov 24

Legislación de incompetencia

 

Entre mis amigos que saben de estas cosas, hay dos posiciones con respecto a la legislación de incompetencia, más conocida como Ley de Competencia. Unos dicen que será un instrumento del gobierno para la coacción (y de extorsión) política contra los grandes empresarios que no se alineen; y otros dicen que es compadre hablado, y que los grandes —que tienen abogados de renombre— ya saben cómo usar esta legislación contra competidores eventuales. ¡Vaya uno a saber!

El Congreso. Foto de RepúblicaGt.

Creo, eso sí, que fue una medallita que se pusieron los semilleros de una facción para tratar de compensar un año de desatinos y de desgaste político casi sin precedentes. De ahí que, al día siguiente de la aprobación de aquella normativa, Twitter estuviera lleno de trinos como: Loa de Bernardo para Samuel, Elegía de Samuel para Bernardo, Madrigal de fulano para mengano y así. Todos los semilleros abrazándose entre sí.

Lo cierto es que, si desde el poder de verdad se quería que hubiera competencia libre, lo único que había que hacer era eliminar todos los privilegios políticos, las barreras arancelarias y no arancelarias, y las regulaciones que impiden la competencia. Bastaba con que se le devolviera a la gente la facultad de comprar, vender, producir y servir sin coacción ni privilegios… pero ¡NO! Había que legislar y generar partidas presupuestarias. No sólo para complacer a la burocracia europea, sino para gozo de los estatistas de todos los colores, y para el de la clientela semillera más básica.

Lo cierto, sin embargo, es que la legislación de incompetencia crea una burocracia todopoderosa, de esas que podrán ejercer la arbitrariedad y gastarán, en canastos, dinero de los tributarios. Con una legislación que viola el principio de inocencia, y en la que los acusados tienen que demostrar que son inocentes, ¿cuánto tiempo pasará antes de que veamos grandes empresarios hincados por la extorsión, como en tiempos de la CICIG?

La ley de incompetencia es un disparo en el pie para una economía emergente como la de los guatemaltecos, y ha creado muchas expectativas tan altas —como la de los precios justos— que terminará siendo otra decepción. Además, ¿ya sabes? ¿Verdad? Mientras más regulaciones, más requisitos, más burocracia y más partidas presupuestarias hay… más oportunidad para la corrupción hay, también. Esta es una legislación mercantilista más para los guatemaltecos. 

Esta legislación, además, tiene el potencial de operar en beneficio de los que ya están operando en el mercado, porque ya están establecidos, en perjuicio de los que quisieran entrar, o son muy pequeños, o son foráneos. Con el equipo apropiado de abogados, muchos prodigios son posibles.

En fin… la administración semillera sigue legislando en su favor… y en su favor… y en su favor… una normativa aquí, y una normativa allá. ¿Cuáles crees que serán los efectos electorales y en las instituciones de esta estrategia? ¿Te acuerdas de la gente que decía que no importaba que la mala simiente obtuviera la presidencia porque el Congreso iba a ser de oposición? Pues siempre No. ¿Estamos preparados para eso? 


13
Sep 23

Lecciones de Lysol: el lado B de la libertad comercial

 

El mercado es maravilloso.  Durante los encierros forzados del 2020 hubo escasez de Lysol; y, ¿qué hizo algún emprendedor chispudo? 

En vez de traerlo de los Estados Unidos de América de donde la cadena de distribución no estaba funcionando, trajo aquel producto desde Francia, al otro lado del océano Atlántico.

Como consecuencia de aquella iniciativa el Lysol siguió disponible para los consumidores chapines; y la escasez sólo se sintió por unos días.

Ese fenómeno ocurre cuando se respetan el comercio y a los consumidores.  Ocurre cuando se deja hacer y se deja pasar, sin interferencias de carácter político.  El fenómeno de reabastecimiento, razonablemente rápido, fue posible gracias a que no hubo precios tope, no hubo regulaciones y no hubo una concentración artificial de la importación.

El precio tope para mascarillas no funcionó porque todo el que quiso trajo mascarillas por donde pudo; los precios de los primeros días se desplomaron y estoy seguro de que -por lo inciertas que eran las regulaciones en aquellos días- más de alguien todavía tiene mascarillas embodegadas que nunca pudo vender.

El ejemplo del Lysol comprueba que donde se permite el libre tránsito comercial -incluso en medio  de una crisis- ahí no falta lo que la gente necesita.  

¿Sabes qué noté? Que las boquillas en Francia no son elegantes como las gringas.  Supongo que eso es algo europeo, ahorrar en cuestiones que les parecen superficiales.

¿Se vale quejarse de algo? Sólo está viniendo -y ocurre también con el Lysol gringo- el aroma que se supone que es el de ropa limpia; pero a mí no me agrada. Extraño muchísimo el aroma original de ese producto.


10
Feb 22

Lo maravilloso del mercado

 

El mercado es maravilloso, causa admiración y asombro.  Uno de los primeros productos que escasearon durante los encierros forzados de 2020 fue el Lysol, seguramente porque tiene muy buena reputación como desinfectante.

Y mira…el Lysol gringo desapareció del mercado, seguramente por la demanda altísima y por las dificultades de transporte y distribución no sólo durante los encierros forzados, sino como consecuencia de la crisis de contenedores.  Y ahí está que como es un producto muy requerido por los consumidores y valorado, aunque no haya Lysol gringo, he conseguido Lysol francés.  Traído desde Europa, pero traído.  Los actores en el mercado, si se los deja en libertad, no dejan de abastecer a su clientela y le encuentran solución a la escasez y a otras dificultades.

Yo uso ese producto desde los años 70 y -aunque lamento mucho que ya no venga en su aroma original desde hace años- todavía confío en él y me gusta.

¿Sábes que me llama la atención? Que los botes franceses son así como vintage.  Mi opinión, sin ningún fundamento científico, es que el mercado europeo es mas sencillo en sus requerimientos estéticos para este tipo de productos que el mercado gringo.  De ahí que el diseño del bote de Lysol gringo sea más cuidadoso que el del europeo, o por lo menos que de el francés.


20
Ene 22

¿Cuál es el rol de la cultura en una sociedad libre?

 

En esta conversación, el historiador y economista Carlos Newland explica cuál es el rol de las instituciones para el desarrollo de una sociedad y por qué hay países del mundo que tienen mejores instituciones, que otros.

El concepto de instituciones, en este contexto, no es lo mismo que organizaciones; sino que se refiere a sistemas de reglas, de normas. Carlos explica que esas instituciones deben corresponder a una cultura.  Sobre esa premisa, la Encuesta mundial de valores muestra que el pensamiento promercado generalizado entre los habitantes de un país genera instituciones que favorecen el desarrollo y el bienestar.

Como desde un punto de vista hayekiano la ideología de las personas tiene mucho que ver con sus experiencias de vida cotidianas, Carlos encontró que los países con un número elevado de población involucrada en la actividad agrícola independiente hasta mediados del siglo XIX son los países con más cultura promercado y con mejores instituciones para el desarrollo y el bienestar.

¡Claro que las ideas prevalecientes en una sociedad le dan forma a las instituciones, y claro que las instituciones pueden fomentar el desarrollo y el bienestar, o pueden convertirse en cadenas con bola!  ¿Qué ideas prevalecen entre los guatemaltecos? ¿Quiénes las diseminan?


19
Mar 21

Un tiquismiquis y el mercado

Esta semana hubo un tiquismiquis porque al MSPAS se le filtró una normativa para la importación y distribución privada de vacunas anti covid; y algunas reacciones fueron reveladoras.

El mercado es un proceso, es lo que ocurre cuando las personas intercambian su propiedad.

La vacuna no debe ser privada…El mercado nunca va a funcionar para garantizar derechos, dijo un político estatista.

Pero, ¿qué es el mercado? El mercado es lo que ocurre cuando las personas intercambian voluntariamente su propiedad; y se basa en el principio de no agresión.  El mercado sólo es posible cuando se protegen los derechos de los participantes. Cuando los políticos colectivistas se meten en el mercado, ¡entonces es cuando los derechos son sustituidos por privilegios! Dados el carácter pacífico y voluntario del mercado, los intercambios se sellan mediante apretones de manos y contratos; en tanto que, cuando se involucran los criterios políticos estatistas, son la coacción, la legislación (e incluso la corrupción) lo que signa los bisne. Los mercados cooptados sólo son posibles con ayuda desde el poder político.

Cualquier solución privada generará inequidad duradera y profunda, dijo otro de aquellos. Lo que implica que, desde el poder, antes que una solución sanitaria efectiva, debería tener prioridad el propósito político de evitar la inequidad.

En aquel contexto, advertí que el poder político no debería tener el monopolio de las vacunas; y un lector opinó que el gobierno no tiene monopolio porque debe cumplir con lo que dice la Constitución.  Sin embargo, un monopolio es un monopolio, aunque sea un monopolio constitucional. El carácter constitucional sólo le da la bendición política al monopolio; la peor clase de monopolio. Otro lector señaló que la farmecéuticas que hacen vacunas no les venden a privados y que la discusión era estéril.  Pero digo que no es vana. Digo que la pita se va a reventar por lo más débil y que más vale estar listos para cuando la emergencia sea tal, que algunos gobiernos tengan que reconocer que necesitan ayuda para velar por la salud de la gente. Ya ocurre en Ecuador, por ejemplo.

Columna publicada en elPeriódico.


20
Nov 18

¿Hay que proteger a los cines contra Netflix?

El gobierno italiano va a imponer un plazo entre el lanzamiento de una película en las salas de cine y su distribución en las plataformas de streaming con el propósito inmoral y mercantilista de proteger a la industria del cine local.

La reacción contra el cambio está ocurriendo en otras esferas: Grupos de hoteleros han pedido protección privilegiada contra Airbnb; y grupos de taxistas han pedido el privilegio de protección contra Uber; y en ese ambiente, ¿por qué es que las salas de cine no iban a pedir su privilegio contra Netflix?

A mí, ese tipo de demandas me recuerda la Petición de los fabricantes de candelas, velas, lámparas, candeleros, faroles, apagavelas, apagadores y productores de sebo, aceite, resina, alcohol y generalmente de todo lo que concierne al alumbrado a los señores miembros de la Cámara de Diputados, artículo ingeniosísimo por Frederic Bastiat.

En él, aquellos fabricantes piden  una ley que ordene el cierre de todas las ventanas, tragaluces, pantallas, contraventanas, póstigos, cortinas, cuarterones, claraboyas, persianas, en una palabra, de todas las aberturas, huecos, hendiduras y fisuras por las que la luz del sol tiene la costumbre de penetrar en las casa, en perjuicio de las bellas industrias con las que nos jactamos de haber dotado al país, pues sería ingratitud abandonarnos hoy en una lucha así de desigual...porque su competidor -extranjero par más señas- es el Sol que obstaculiza y arruina la industria de las velas y objetos asociados.

También me recuerda The Future And Its Enemies, por Virginia Postrel en el cual aborda el conflicto creciente sobre la creatividad, la empresarialidad y el progreso. La forma en que nos sentimos acerca del futuro que evoluciona nos dice qué somos como individuos y como civilización.  ¿Buscamos el estancamiento (stasis) -un mundo regulado e ingenieril- o abrazamos el dinamismo (dynamism) -un mundo en constante creación, descubrimiento y cmpetencia?

¿De qué lado están los cineros, los hoteleros y los taxistas que usan el poder del estado para eliminar a la competencia? ¿En qué se parecen aquellos a los fabricantes de candelas de la parábola de Bastiat? ¿De qué lado estás?

Foto por Fernando de Sousa de Melbourne, Australia [CC BY-SA 2.0]


28
Mar 17

La batalla de las ideas y el toro de Wall St.

El Charging Bull o El toro de Wall Street es una escultura de bronce que -en la figura de un toro bravo- representa la entereza del mercado bursátil de Nueva York, así como el optimismo, el capitalismo y la prosperidad.  Dicha escultura, por Arturo Di Modica, nunca ha sido la favorita de los socialistas, de los adversarios del mercado y de otros estatistas. De hecho, durante las protestas de Occupy Wall Street, hubo que levantar barricadas para proteger al toro y lo que representa.

En febrero pasado, con el pretexto de que iba a ser temporal, frente al toro y su simbolismo fue colocada la estatua de una niña, conocida como Fearless Girly dicha adición no sólo cambió completamente el significado del célebre toro, sino que es posible que se quede ahí permanentemente.  El toro ya no es un símbolo de optimismo y prosperidad, sino que es una amenaza, una fuerza bruta, irracional y peligrosa…enfrentada por una niña inocente.

Quién diga que la Revolución del siglo XXI no se está haciendo en el campo de los valores, las creencias, las identidades y la cultura, alla Gramsci, se equivoca.  Toda revolución, escribió el italiano, ha sido precedida por un intenso trabajo de crítica, de penetración cultural, de penetración de ideas.  

La idea de que el mercado (o sea lo que ocurre cuando las personas intercambian su propiedad de forma voluntaria) trae prosperidad y es fuente de optimismo ha sido sustituida por la imagen de que el mercado (o sea el intercambio voluntario de propiedad) es un peligro y es fuente de terror.

Actualización: Del lector, Esteban, recibí el siguiente comentario que vale la pena compartir: To Di Modica, MarketWatch said, the 50-inch girl is almost a form of vandalism of his work, recasting his bull as a villain, an oppressor. It would be as though someone put an AR-15 rifle in the hands of Michelangelo’s David.

Actualización: ¡Hay esperanza en el mundo! Añaden estatua de perro meando a la Fearless Girl en Wall Street | goo.gl/HcdXiF

Por cierto, hice una consulta entre los lectores de @luisficarpediem y de 21 personas que la respondieron, 18 opinan que el mercado es fuente de prosperidad y 3 opinan que es una fuerza irracional.

La foto es por Sebastián Alvarez CC BY-SA 2.0 y la escultura del toro es por Arturo Di Modica.


17
Nov 16

Facta, non verba: escasez y mercados

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Contra toda evidencia, hay gente que cree que los mercados, el capitalismo y lo que llaman neo-liberalismo crean escasez. Tal es el caso de lo que leí el domingo:  El estudio de [Claudia Silvia] Abalde Irigaray indica que estos espacios son producto del neoliberalismo. “Los mercados necesitan la escasez para funcionar y, si esta no existe, se la crea socialmente”.

Cuando yo estudiaba en la University of Maryland (1997) varios de mis compañeros eran africanos.  Hicimos juntos las compras para equipar nuestros apartamentos y cuando estábamos escogiendo detergentes, sábanas, toallas y todo eso, los africanos se quejaban de por qué es que había tantas marcas de jabones.  ¿Por qué es que tiene que haber tanta variedad de sábanas con distintas cantidades de hilos? Se abrumaban con la variedad de marcas y con la variedad de usos específicos de los detergentes y otros productos.  Expresaban que es mejor cuando no hay tantas opciones porque un jabón es un jabón y una sábana es una sábana.  Algunos asiáticos eran de ese parecer.  Pero los latinoamericanos estábamos como peces en el agua.  No nos eran ajenas las góndolas con distintas marcas de detergentes y no nos eran ajenas las sábanas con tantos, o cuantos hilos.

Los africanos y los asiáticos que se quejaban venían de países muy inclinados hacia el socialismo; ¿y los latinoamericanos? Con todas nuestras limitaciones vamos a una tienda por departamentos, o a un supermercado y estamos acostumbrados a la variedad y abundancia de opciones.  Un jabón no es cualquier jabón, y unas sábanas no son cualesquiera sábanas.

Esto parece una fruslería; pero no lo es, dada la conclusión del estudio de Abalde, y dado que no falta quienes lo toman en serio.

¿Será por eso que los supermercados en Cuba y en Nicaragua son tan distintos a los de México, Guatemala, Panamá, Colombia, Perú, o Chile para citar unos? ¿Será por eso que los africanos de países socialistas se abrumaban por la abundancia en Maryland?

Toda la historia del capitalismo es la historia de la abundancia.  Los mercados funcionan cuando hay abundancia.  Tu vas al mercado y ves montañas de aguacates y compras donde te los dan más baratos y regresas feliz a tu casa.  ¿Cómo funcionaría el mercado si la gente llegara y no hubiera aguacates, ni tomates, ni pollos, ni tamales, ni frijoles, ni otras cosas?  La idea de que el mercado crea escasez para funcionar bien es…es…es una fabricación ideológica.  Por no decir otra cosa.

Entre 1960 y 20015 la comida -a nivel mundial- se ha hecho más y más barata porque es más y más abundante.  No me creas a mí; ve la evidencia en Human Progress. Con datos y sin consignas, te enterarás de que entre 1990 y 2005 el hambre en el mundo ha disminuido, no por la escasez en los mercados, sino por la abundancia.  Entre el año 1700 y el año 2000 el Producto Interno Bruto por persona se ha disparado…por la abundancia, no por la escasez.  En todo e mundo, entre 1990 y 2015, más y más personas han dejado de ser analfabetas, no por la escasez, sino por la abundancia. No me creas, échale un ojo a los datos.

Es cierto, sin embargo, que todos los recursos son escasos.  La escasez quiere decir dos cosas: que nada es tan abundante que pueda tenerlo toda la gente y que los recursos no están geográficamente distribuidos con igualdad.    ¡Ni siquiera el aire limpio es tan abundante que lo puedan tener todos, ni está disponible en todo el globo (pregúntales a los habitantes de Beijing)!

¿Cuál es el rol de los mercados?  El mercado es lo que ocurre cuando las personas se juntan pacífica y voluntariamente a intercambiar su propiedad; y hay intercambio cuando todas las partes involucradas ganan.  Son el intercambio y la división del trabajo los mecanismos que resuelven la escasez de los recursos, y el mercado es el proceso que facilita el intercambio y permite aprovechar la división del trabajo, de hecho, la división del trabajo no tendría razón de ser si no hubiera la oportunidad de intercambiar lo producido.  Por eso es que donde hay mercado hay menos escasez (y hasta abundancia), que donde no lo hay.  Por eso es que no hay mercado, y no hay mercados abastecidos, en lugares donde no es bien visto intercambiar lo producido, tal es el caso de Cuba y Venezuela; y por eso es que los africanos se abrumaban.

La idea de que los mercados necesitan escasez para funcionar y que si no hay escasez es necesario crearla contradice toda la evidencia económica desde la revolución industrial hasta nuestros días, que es la historia de la abundancia en los mercados, a pesar de la escasez de los recursos.


27
Nov 15

¿Cuáles son las palabras mágicas?

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El tránsito se ha complicado; y puede que se complique más en diciembre cuando suele ponerse más pesado que de costumbre.

Antes de que alguna autoridad salga con una presunta solución de tipo constructivista y arbitraria (porque probarán cualquier disparate antes que entrarle a una solución de mercado), ¿qué podemos hacer para mejorar el tránsito?

Comencemos por recordar nuestras primeras lecciones de buena educación: ¿Cuáles son las palabras mágicas?  Si necesitas pasar, baja tu vidrio polarizado y pide que te den el paso, por favor; y si te lo dan –habiéndolo pedido, o no– da las gracias. Cede el paso siempre que puedas.  No ganas mayor cosa si niegas el paso y avanzas tres metros; pero eres mejor persona si lo haces con una sonrisa.

Concéntrate y enfócate.  Porfa, conduce por el carril que te corresponde. Un conductor concentrado tiene menos posibilidades de convertirse en obstáculo innecesario. Por favor no hables por teléfono y pon atención a tu camino y a quienes lo comparten, no desperdicies oportunidades; pero tampoco cometas imprudencias en busca de ellas.  No te quedes en medio de cruceros.  Si estás enfocado puedes calcular si te va a dar tiempo de pasar.  No ganas mucho  si avanzas cinco metros a costa de dejar parados a los del crucero; pero eres mejor persona si no lo haces.  He notado que la mayoría de atrasos en el tráfico, por lo menos en el camino de mi trabajo a mi casa, son por estas dos causas.  La gente que va distraída y la gente que bloquea cruceros.

Una forma común de abuso en el tránsito es la que cometen los que se  van contra la vía.  Ellos alteran el flujo y crean imprevistos peligrosos.  Además se convierten en obstáculos y elevan los niveles de tensión.

Como “la realidad es”, independientemente de nuestras preferencias, es preciso reconocer, de una vez, que el tráfico está pesado.  Sal con suficiente tiempo y unos minutos más.  A algunos de mis desplazamientos les he agregado un tercio de tiempo.  Si no llevas prisa, porque calculaste bien tu tiempo, el viaje –aunque lento– no debería ser estresante.

¿Podremos ser la mejor versión de nosotros, aún en el tránsito?

Columna publicada en elPeriódico.


01
Feb 15

No vendamos a Pachamama, le faltó decir a Bergoglio

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Jorge Mario Bergoglio arremetió contra las reglas del mercado. Pidió que sea reestructurado el sistema de producción y distribución de la comida.  Aseguró, con la fuerza que solo puede asegurar cosas así un Papa (o Nicolás Maduro, o Hugo Chavez), que vender la tierra es como si se vende a una madre. No vendamos nuestra madre tierra. No hagamos como esas personas sin sentimientos que terminan vendiendo a la madre; no cedamos a la tentación de vender a la madre tierra. ¡No vendamos a Pachamama, le faltó decir a Bergoglio.

¿Qué es el mercado?  El mercado, explicaba Manuel F. Ayau, es lo que ocurre cuando se intercambia voluntariamente la propiedad privada.  ¿Cuáles son las reglas del mercado que no le gustan a Bergoglio? ¿Las que protegen la  propiedad privada? ¿Las que protegen y facilitan el intercambio pacífico y voluntario?

A Bergoglio no le gustan algunos de los resultados del mercado: como lo que él cree que es desperdicio; y por eso quiere que el sistema de producción y distribución de comida sea reestructurado.  ¿Qué quiere? ¿Planes quinquenales y comisarios? ¿Quiere que midan y pesen lo que compras y lo que comes?

¿Quiere, Bergoglio, hacer el mundo a su antojo como lo quisieron Lenin, Mao, Hitler y otros socialistas -que no entendían el mercado- antes que él?