Facta, non verba: escasez y mercados

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Contra toda evidencia, hay gente que cree que los mercados, el capitalismo y lo que llaman neo-liberalismo crean escasez. Tal es el caso de lo que leí el domingo:  El estudio de [Claudia Silvia] Abalde Irigaray indica que estos espacios son producto del neoliberalismo. “Los mercados necesitan la escasez para funcionar y, si esta no existe, se la crea socialmente”.

Cuando yo estudiaba en la University of Maryland (1997) varios de mis compañeros eran africanos.  Hicimos juntos las compras para equipar nuestros apartamentos y cuando estábamos escogiendo detergentes, sábanas, toallas y todo eso, los africanos se quejaban de por qué es que había tantas marcas de jabones.  ¿Por qué es que tiene que haber tanta variedad de sábanas con distintas cantidades de hilos? Se abrumaban con la variedad de marcas y con la variedad de usos específicos de los detergentes y otros productos.  Expresaban que es mejor cuando no hay tantas opciones porque un jabón es un jabón y una sábana es una sábana.  Algunos asiáticos eran de ese parecer.  Pero los latinoamericanos estábamos como peces en el agua.  No nos eran ajenas las góndolas con distintas marcas de detergentes y no nos eran ajenas las sábanas con tantos, o cuantos hilos.

Los africanos y los asiáticos que se quejaban venían de países muy inclinados hacia el socialismo; ¿y los latinoamericanos? Con todas nuestras limitaciones vamos a una tienda por departamentos, o a un supermercado y estamos acostumbrados a la variedad y abundancia de opciones.  Un jabón no es cualquier jabón, y unas sábanas no son cualesquiera sábanas.

Esto parece una fruslería; pero no lo es, dada la conclusión del estudio de Abalde, y dado que no falta quienes lo toman en serio.

¿Será por eso que los supermercados en Cuba y en Nicaragua son tan distintos a los de México, Guatemala, Panamá, Colombia, Perú, o Chile para citar unos? ¿Será por eso que los africanos de países socialistas se abrumaban por la abundancia en Maryland?

Toda la historia del capitalismo es la historia de la abundancia.  Los mercados funcionan cuando hay abundancia.  Tu vas al mercado y ves montañas de aguacates y compras donde te los dan más baratos y regresas feliz a tu casa.  ¿Cómo funcionaría el mercado si la gente llegara y no hubiera aguacates, ni tomates, ni pollos, ni tamales, ni frijoles, ni otras cosas?  La idea de que el mercado crea escasez para funcionar bien es…es…es una fabricación ideológica.  Por no decir otra cosa.

Entre 1960 y 20015 la comida -a nivel mundial- se ha hecho más y más barata porque es más y más abundante.  No me creas a mí; ve la evidencia en Human Progress. Con datos y sin consignas, te enterarás de que entre 1990 y 2005 el hambre en el mundo ha disminuido, no por la escasez en los mercados, sino por la abundancia.  Entre el año 1700 y el año 2000 el Producto Interno Bruto por persona se ha disparado…por la abundancia, no por la escasez.  En todo e mundo, entre 1990 y 2015, más y más personas han dejado de ser analfabetas, no por la escasez, sino por la abundancia. No me creas, échale un ojo a los datos.

Es cierto, sin embargo, que todos los recursos son escasos.  La escasez quiere decir dos cosas: que nada es tan abundante que pueda tenerlo toda la gente y que los recursos no están geográficamente distribuidos con igualdad.    ¡Ni siquiera el aire limpio es tan abundante que lo puedan tener todos, ni está disponible en todo el globo (pregúntales a los habitantes de Beijing)!

¿Cuál es el rol de los mercados?  El mercado es lo que ocurre cuando las personas se juntan pacífica y voluntariamente a intercambiar su propiedad; y hay intercambio cuando todas las partes involucradas ganan.  Son el intercambio y la división del trabajo los mecanismos que resuelven la escasez de los recursos, y el mercado es el proceso que facilita el intercambio y permite aprovechar la división del trabajo, de hecho, la división del trabajo no tendría razón de ser si no hubiera la oportunidad de intercambiar lo producido.  Por eso es que donde hay mercado hay menos escasez (y hasta abundancia), que donde no lo hay.  Por eso es que no hay mercado, y no hay mercados abastecidos, en lugares donde no es bien visto intercambiar lo producido, tal es el caso de Cuba y Venezuela; y por eso es que los africanos se abrumaban.

La idea de que los mercados necesitan escasez para funcionar y que si no hay escasez es necesario crearla contradice toda la evidencia económica desde la revolución industrial hasta nuestros días, que es la historia de la abundancia en los mercados, a pesar de la escasez de los recursos.

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  1. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Hace poco leía como los pequeños empresarios en Cuba que ponen por ejemplo una cafetería deben hacer malavarismos en el mercado negro para comprar una libra de café, algo que aquí se compra con mucha facilidad y con una variedad de precios y calidades para cualquier gusto y bolsillo